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intervenciones para la promoción del perdón y la


inserción de la empatía: revisión de la literatura

interventions to the promotion of forgiveness and the


insertion of empathy: review of literature

Vanessa Dordron de Pinho


y Eliane Mary de Oliveira Falcone*

Resumen
El interés por el estudio del perdón está relacionado con los beneficios personales e interper-
sonales que lo acompañan. En el presente trabajo se investigó el uso de la empatía en las inter-
venciones para promover el perdón. Como método se realizó una revisión sistemática en las bases
de datos Pepsic, Lilacs, PubMed y PsycInfo, a partir de los descriptores “Perdón e Intervención”
y “Perdón y Terapia”. La muestra se constituyó con 20 artículos, que fueron leídos, tabulados y
analizados. Los resultados mostraron que en el 90% de los estudios revisados la empatía fue un
recurso utilizado. Se ha concluido que la promoción de la empatía de la víctima por el ofensor es
un mecanismo clave para la obtención del perdón.
Palabras clave: perdón, empatía, intervención, revisión sistemática.

Abstract
The interest for the study of forgiveness is related to personal and interpersonal benefits that
follow it. In this paper we investigated the use of empathy in interventions to promote forgive-
ness. The method was a systematic review in the databases Pepsic, Lilacs, PubMed and PsycInfo,
using the descriptors “Forgiveness and Intervention” and “Forgiveness and Therapy”. The sample
consisted of 20 articles, which were read, tabulated and analyzed. The results showed that in 90%
of reviewed studies empathy was a resource used. We concluded that the promotion of victim’s
empathy by the offender is a key mechanism for obtaining forgiveness.
Key words: forgiveness, empathy, intervention, systematic review.
| Recibido: 20-05-13 | Aceptado: 06-07-14 |

Introducción Rique, 2007). Sin embargo, solo en la década de los


80 su estudio se tornó más sistemático en el cam-
El perdón es un concepto con miles de años de po de la ciencia psicológica. También en los 80 los
tradición histórica, religiosa y filosófica (Enright y psicólogos clínicos empezaron a utilizar tratamien-
tos con el perdón en el setting terapéutico y comen-
* Vanessa Dordron de Pinho y Eliane Mary de Oliveira Falcone, zaron a aparecer en revistas científicas estrategias
Universidade do Estado do Rio de Janeiro, Brasil para ayudar a los clientes a que perdonasen (McCu-
E-Mail: vanessanessapsi@gmail.com
REVISTA ARGENTINA DE CLÍNICA PSICOLÓGICA XXIV p.p. 111–120 llough, Pargament y Thoresen, 2000).
© 2015 Fundación AIGLÉ.

Agradecimiento: Le agradecemos a José Ricardo Dordron de Pinho la versión en español del artículo.

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La definición de perdón no está totalmente con- terpersonal es ventajoso no sólo para la relación,
sensuada entre los estudiosos del tema. Algunos sino también para el bienestar físico y psicológico
teóricos enfatizan los aspectos afectivos, cogniti- de aquel que perdona.
vos y conductuales del perdón (ej. Enright y Rique, Elliott (2011) resalta, sin embargo, que los bene-
2007), mientras otros dan énfasis a sus aspectos ficios asociados a la terapia del perdón se deben a
motivacionales (ej. McCullough, Rachal, Sandage, cambios motivacionales y emocionales que la vícti-
Worthington, Brown et al., 1998). Aún, algunos in- ma vivencia cuando perdona. El perdón puramente
vestigadores enfatizan la naturaleza interpersonal cognitivo puede llevar a cambios conductuales en la
del perdón (ej. Worthington, 2006), mientras otros relación de la víctima para con el ofensor. Pero sólo
privilegian la transformación intrapsíquica de la víc- la transformación en el sistema motivación-emoción
tima (ej. Luskin, 2007). conduce a una mejora en los niveles de estrés y a la
Se nota, sin embargo, que hay cierto consenso cura emocional.
entre los autores acerca de lo que no es el perdón. Teniendo en cuenta los beneficios asociados
Este constructo ha sido diferenciado de excusa, ne- al proceso de perdonar, muchos científicos han in-
gación, reconciliación, olvido e indulto (véase Mc- vestigado las variables que facilitan (y dificultan)
Cullough, Pargament, y Thoresen, 2000). También su ocurrencia. Por ejemplo, el estilo de manejo de
hay cierto acuerdo de que el perdón no es sólo la conflicto (Wertheim, 2012), el pedido de disculpas
superación de las respuestas negativas en rela- (Newman y Kraynak, 2013) y la aceptación de res-
ción al ofensor; el perdón requiere el desarrollo de ponsabilidad del daño causado (Davis y Gold, 2011)
respuestas positivas hacia el mismo (Wade y Wor- por parte del ofensor; las creencias en un mundo
thington, 2003). A pesar de las divergencias sobre justo (Strelan y McKee, 2014), el enfrentamiento
el constructo, muchos psicólogos clínicos han desa- religioso positivo (Sandage y Crabtree, 2012) y las
rrollado estrategias para ayudar a sus clientes a que habilidades de manejo emocional (Rey y Extremera,
manejen experiencias interpersonales dolorosas e 2014) por parte da la víctima son factores que faci-
injustas. litan el perdón. El hecho de que aún está sufriendo
Sandage, Worthington, Hight y Berry (2000) se- como consecuencia de la ofensa, la preocupación
ñalan que virtualmente en todas las relaciones psi- con su reputación social caso perdone y el miedo de
cológicamente importantes, las personas se hieren estar vulnerable a nuevos daños son variables de la
mutuamente. Sin cura para las heridas, las relacio- víctima que dificultan el perdón (Williamson, Gonza-
nes se desintegrarían rápidamente. Sin embargo, les, Fernandez y Williams, 2014).
las mismas siguen exactamente porque las perso- La empatía es otra variable facilitadora del per-
nas pueden ofrecer perdón por las heridas que en- dón (Merolla, Zang y Sun, 2012) esta es una habi-
frentan, buscar perdón por las heridas que causan y lidad de interacción social con aspectos afectivos,
recibir el perdón que se les ofrece. Por lo tanto, se cognitivos y conductuales, que puede ser definida
puede decir que el perdón es un fenómeno esencial como “la capacidad de comprender, de modo pre-
para garantizar la continuidad de las relaciones in- ciso, tanto como de compartir o considerar senti-
terpersonales y restaurar el bienestar entre la vícti- mientos, necesidades y perspectivas de alguien,
ma y el ofensor. expresando esta comprensión de tal manera que
Elliott (2011) argumenta que muchas enfermeda- la otra persona se sienta comprendida y validada”
des crónicas se deben a problemas interpersonales, (Falcone, et al., 2008, p.323). A partir de este enten-
lo que justifica el uso de intervenciones terapéuti- dimiento teórico sobre empatía, se cree que tenerla
cas para el perdón, a fin de ayudar a las personas con un ofensor implica entender su punto de vista
que viven con disfunciones psicosociales debido a (sus razones, sus limitaciones, sus motivaciones
relaciones destructivas. De hecho, la revisión de la etc.), tener sentimientos de compasión hacia el mis-
literatura empírica sobre la relación entre perdón y mo y demostrar que comprende y se preocupa con
salud indica varios beneficios asociados a la supe- él.
ración del resentimiento y la ocurrencia del perdón. Ciertamente, no es fácil tener empatía con al-
El perdón está asociado a la disminución de la rabia guien que le ha causado a uno daño y dolor, pero
y el estrés, aumento de la autoconfianza y conexión desarrollar empatía parece ser el recurso de exce-
espiritual, mejor funcionamiento del sistema inmu- lencia para superar una experiencia de transgresión
nológico (Luskin, 2007), disminución de la tensión interpersonal. Esta suposición teórica se produce
facial, excitación del sistema nervioso simpático y por diversas razones, como se discute a continua-
reactividad cardiovascular, mejor presión arterial ción.
(Witvliet, Ludwig y Laan, 2001), menos quejas so-
máticas y mejor calidad del sueño (Lawler-Row, et La empatía requiere un reconocimiento de la au-
al., 2005). Se verifica, entonces, que el perdón in- toconciencia y de la conciencia del otro y una inte-
rrelación dinámica entre el “yo” y el “otro” (Decety

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y Jackson, 2004). Es decir, un requisito para tener te conductual es también un elemento muy impor-
empatía es reconocer que el “yo” y el “otro” son tante, pues ofrecerle al ofensor la oportunidad de
entidades separadas, ambas con mentes, emocio- explicarse, buscando entender sus razones con sen-
nes, razones, motivaciones y otras características sibilidad e interés genuino, puede conducir al per-
que pueden ser diferentes. De esa manera, la em- dón de dos maneras. En primer lugar, facilitando la
patía debe participar del proceso de perdón en un adopción de su perspectiva y, consecuentemente, la
momento inicial de reconocimiento de la realidad de compasión. Y en segundo lugar, de un modo indirec-
la lesión. Para perdonar, una víctima debe primero to: el ofensor – al darse cuenta de que la víctima le
reconocer que se produjo un delito y darse cuenta ofrece la oportunidad de explicarse, busca entender
de que fue causado por otra persona, con intereses sus razones y muestra interés – puede sentirse más
diferentes de los propios. motivado para cambiar y para esforzarse para ser
Además, la autoconciencia y la conciencia del perdonado, lo que facilita en la víctima la experien-
otro desempeñan un papel importante en la regula- cia del perdón.
ción de las emociones y en la flexibilidad cognitiva Es comprensible que, en muchos casos, no es
(Decety y Jackson, 2004). Así, la separación yo-otro posible mostrar un comportamiento empático ha-
parece tener un papel clave en el manejo del dolor y cia el ofensor. El transgresor puede ya no estar
de la rabia generados por la infracción y en la capa- vivo, puede ser un desconocido al que no se verá
cidad para comprender intelectualmente al ofensor. más, o volver a relacionarse con el infractor puede
El componente cognitivo de la empatía, la toma ser considerado contraproducente, como cuando
de perspectiva, indica la capacidad de comprender la transgresión es muy grave y acercarse al ofensor
con agudeza las situaciones y necesidades de los abrirá espacio para que más ofensas sean cometi-
demás (de Waal, 2008; Falcone et al., 2008; Pres- das (Wade, Johnson y Meyer, 2008). Pero incluso en
ton y de Waal, 2002). A través de un esfuerzo de la los casos en los que no es posible o indicado el con-
mente para entender la perspectiva del ofensor, la tacto víctima-agresor, puede promoverse el perdón
víctima puede llegar a comprender que aquel que a través de los componentes cognitivos y afectivos
la ha herido es un ser humano sujeto a errores, con de la empatía.
limitaciones, con cicatrices emocionales, con cuali- Estas reflexiones teóricas sobre el papel facilita-
dades y defectos; y que también tiene motivaciones, dor de la empatía en la promoción del perdón están
intereses propios, y que no siempre hiere a los otros apoyadas por algunas evidencias empíricas. Estu-
simplemente porque quiere. De este modo, se cree dios han encontrado una relación positiva entre em-
que el alivio del dolor puede empezar a emerger jun- patía y perdón. McCullough et al. (1998), en inves-
to a la compasión por el ofensor. Este sentimiento tigación con 187 universitarios norteamericanos de
de compasión se considera el componente emocio- ambos sexos, encontraron que el aumento en empa-
nal de la empatía y se conoce en la literatura como tía (medida por un instrumento de empatía afectiva
sensibilidad afectiva (Falcone et al., 2008) o consi- de ocho ítems, de Coke, Batson y McDavis, 1978) se
deración simpática (de Waal, 2008). relaciona con el aumento en perdón (evaluado por
El aspecto emocional de la empatía abarca senti- una medida validada en el propio artículo, el Trans-
mientos de interés genuino por el bienestar del otro gression-Related Motivation Inventory, TRIM).
(Falcone et al., 2008) y puede ser la piedra angular Pinho (2011), en una investigación con una
responsable de la transformación afectiva implicada muestra de adultos brasileños de ambos sexos,
en el perdón al ofensor, lo que Elliott (2011) pone de utilizando medidas multidimensionales de empatía
relieve como la cura emocional proporcionada por el (Inventário de Empatia -IE-, de Falcone et al., 2008)
perdón. Se cree, por tanto, que la compasión por el y de perdón (Enright Forgiveness Inventory -EFI-, de
ofensor ocurre después de la comprensión cognitiva Enright y Rique, 2007), encontró relaciones positi-
más amplia del mismo. Congruente con esta idea, la vas entre toma de perspectiva, sensibilidad afec-
experiencia clínica de Fitzgibbons (1986) indica que tiva, altruismo (factores de IE) y perdón. Burnette,
los clientes sólo sienten que verdaderamente es- Davis, Green, Worthington y Bradfield (2009), en
tán perdonando después de que ha pasado tiempo una investigación con 221 estudiantes universita-
considerable en el nivel intelectual de intentar com- rios de ambos sexos de EUA, encontraron relacio-
prender al ofensor. nes positivas entre empatía disposicional (medida
Falcone (1999) y Falcone et al. (2008) indican por la subescala de preocupación empática de IRI,
que otro componente fundamental de la empatía de Davis, 1983) y tendencia al perdón (mensurada
es la conducta empática. Este componente inclu- por TFS, de Berry, Worthingot, O’Connor, Parrott III
ye escuchar al otro con sensibilidad, legitimar sus y Wade, 2005). Aunque de naturaleza correlacio-
experiencias y demostrarlo a través de conductas nal, las tres investigaciones, en conjunto, son una
verbales y no verbales. Se cree que el componen-

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pequeña muestra que indica asociaciones positivas ron recuperados y pasaron a constituir la muestra
entre empatía y perdón. de la investigación.
A partir de las sugerencias teóricas y de la evi- Enseguida, se hizo la lectura analítica e integral
dencia empírica sobre la relación entre empatía y de cada estudio. Para una mejor organización del
perdón interpersonal, se cree que facilitar el desa- material, las siguientes dimensiones de análisis
rrollo de la empatía de la víctima hacia el ofensor es fueron tabuladas: año de publicación, país don-
un recurso fundamental en la promoción del perdón. de se realizó la investigación, el público blanco de
Por eso, se espera que la facilitación de la empatía las intervenciones, si el tipo de ofensa y el agente
forme parte de los modelos de intervención disponi- agresor fueron homogéneos en cada estudio, si la
bles en la literatura diseñados para conducir al per- intervención fue en grupo o individual, la definición
dón interpersonal. Así, el objetivo principal de este operacional del perdón, la duración media de las
trabajo fue investigar si y cómo la empatía aparece intervenciones, si hubo intervención en el grupo
introducida en los modelos de intervención para la de control, los resultados obtenidos y, de especial
promoción del perdón, disponibles en la literatura interés, la intervención del grupo experimental. Por
psicológica. Además, se ha procurado verificar otros último, se realizó un análisis descriptivo y cualita-
aspectos de las intervenciones, como la duración, tivo de la muestra bibliográfica, acompañada de la
país en que fueron conducidas, etc. discusión crítica de los resultados.

Método Resultados
Se realizó la revisión sistemática de la literatura. No se encontraron artículos de intervención para
La investigación bibliográfica ocurrió a través de la la promoción del perdón en las bases de datos Pep-
búsqueda de artículos electrónicos indexados inte- sic y Lilacs, lo que indica la carencia de investiga-
gralmente en revistas disponibles en las bases de ciones con ese foco en la producción científica bra-
datos Pepsic, Lilacs, PubMed y PsycInfo, a partir de sileña, caribeña y latinoamericana en general. En la
los descriptores “perdón e intervención” y “perdón base de datos PubMed, utilizando las palabras clave
y terapia”, variando el idioma de acuerdo con la “Perdón e Intervención”, se obtuvieron 39 artículos,
base investigada. de los cuales 13 cumplieron los criterios de inclusión
La muestra se compuso de artículos selecciona- y 8 fueron recuperados íntegramente. Con los des-
dos a partir de una lectura previa de los resúmenes, criptores “Perdón y Terapia”, 38 apariciones fueron
que siguió los siguientes criterios de inclusión: I) ar- encontradas, de las cuales 13 eran repetidas. Un ar-
tículos disponibles en su totalidad en el sitio Web de tículo fue seleccionado y recuperado. En la base Ps-
la Capes; II) artículos que presentasen método para ycInfo, con los términos “Perdón e Intervención”, 90
la promoción del perdón; III) investigaciones con artículos fueron obtenidos: 22 eran repetidos en re-
diseño experimental, con grupo de intervención y lación a las búsquedas anteriores; 16 fueron selec-
grupo de control; IV) las intervenciones podrían ser cionados y, entre estos, 10 fueron recuperados. En
en grupo y/o individual; V) artículos con palabras PsycInfo, con los descriptores “Perdón y Terapia”,
clave en el título y/o en el resumen. Se excluyeron aparecieron 98 ocurrencias, pero 34 repetidas. Un
trabajos con las siguientes características: I) estu- artículo fue seleccionado y recuperado.
dios de casos, pues no presentan un proyecto expe- La revisión de la literatura ha indicado que el
rimental; II) terapia de pareja, pues a diferencia de 95% de las investigaciones eran norteamericanas,
las intervenciones unilaterales (es decir, solo con la y entre esas, dos intervenciones fueron llevadas
víctima), víctima y agresor participan en la terapia; a cabo con participantes del extranjero. Se realizó
III) textos que no eran artículos, tales como libros, un estudio con filipinos (Worthington, et al., 2010)
disertaciones y tesis. No se delimitó el periodo de y otro con israelíes (Shechtman, Wade y Khoury,
la publicación. 2009). Una investigación tuvo lugar en China (Hui y
El orden de las bases de datos consultadas se Chau, 2009).
hizo según su ámbito de aplicación. Se inició por La producción de artículos con el propósito de
Pepsic (brasileña), entonces se investigó Lilacs (lati- promover el perdón se intensificó en el siglo XXI (el
noamericana y caribeña), y luego las bases interna- 80% son posteriores al año 2000). Con respecto a
cionales, PubMed y PsycInfo, consecutivamente. Se los participantes de las investigaciones, la mayo-
leyeron los resúmenes cuidadosamente y los artícu- ría fue realizada con adultos (85%). Un estudio ha
los que cumplían los criterios de inclusión estableci- sido realizado con niños (Hui y Chau, 2009), uno con
dos fueron seleccionados para la lectura completa. adolescentes (Shechtman et al., 2009) y otro con
En esta etapa, se seleccionaron 32 artículos; 20 fue- ancianas (Hebl y Enright, 1993). En el 70% de los
estudios, fueron excluidos participantes de ambos

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sexos. El 20% de las intervenciones se produjo solo reducción en estrés, rabia, síntomas de depresión y
con mujeres y el 10%, solo con hombres. ansiedad, síntomas físicos, vulnerabilidad al consu-
Fue más frecuente, en las intervenciones, que no mo de drogas y aprobación de la agresión y la hos-
existiera delimitación del tipo de ofensa y del agen- tilidad.
te ofensor (el 50%). En el 20% de los estudios, la La intervención experimental, en el 50% de las
ofensa y el ofensor fueron los mismos para todos los publicaciones, se basó en el Modelo del Proceso del
participantes: Freedman y Enright (1996) trabajaron Perdón. De las investigaciones, el 35% se basaron
con víctimas de incesto en la infancia cometido por en el Modelo REACH para el perdón. Una interven-
un pariente varón; Coyle y Enright (1997) trabajaron ción utilizó la Terapia Enfocada en la Emoción, otra
con hombres víctimas de aborto cometido por la pa- utilizó un tratamiento basado en Terapia Cognitivo-
reja amorosa; Reed y Enright (2006) trabajaron con Conductual (TCC) y aún, una publicación contó con
mujeres víctimas de abuso emocional cometido por el Entrenamiento de la Motivación Social. De parti-
el ex cónyuge; y Shechtman et al. (2009) trabajaron cular interés para el presente estudio fue evaluar
el perdón de adolescentes árabes a la sociedad ju- la inclusión de la empatía en esos programas que
día debido a la historia de conflictos crónicos entre tenían como objetivo la promoción del perdón. Se
judíos y árabes israelíes. En el 25% de los estudios, observó el uso de la herramienta empática en 18 (el
la ofensa era definida, pero el ofensor no. En un es- 90%) de los artículos revisados. Se pasa ahora a la
tudio, el ofensor era definido, pero la ofensa no. presentación de los modelos de intervención.
Las investigaciones para la promoción del per- El Modelo del Proceso del Perdón fue empleado
dón ocurrieron tanto en el formato grupal (el 65%) en los estudios de Baskin, Rhody, Schoolmeesters
como en el formato individual (el 35%). Las inter- y Ellingson (2011); Coyle y Enright (1997); Freedman
venciones duraron, en general, algunas semanas, y y Enright (1996); Hebl y Enright (1993); Hui y Chau
eran compuestas por sesiones de 60 a 90 minutos. (2009); Lin, Mack, Enright, Krahn y Baskin (2004);
En todos los artículos analizados hubo comparación Osterndorf, Enright, Holter y Klatt (2011); Reed y
estadística entre el grupo experimental y el grupo de Enright (2006); VanLoon (2009); y Waltman, et al.
control. En el 50% de las publicaciones, el grupo de (2009). Se trata de un programa que es compuesto
control tuvo una intervención alternativa. El grupo por 17 a 20 unidades, divididas en 4 fases. En la fase
de comparación fue del tipo de lista de espera en el de descubrimiento, la persona entra en contacto con
25% de los casos. En el 20% de los casos, el grupo el dolor y explora la injusticia que experimentó, re-
de control era del tipo que se tornaba experimental. conociendo sus emociones subsecuentes. Sentir el
En uno de los estudios, el grupo de control recibió dolor de la injuria motiva a algunas personas a que
la manipulación experimental con la adición de una vean la necesidad de cambios y a observar que las
intervención pretratamiento. formas anteriores de enfrentamiento no eran efica-
La definición operacional del perdón ocurrió ces. Se identifica, en esta fase, la posibilidad de que
esencialmente a través de instrumentos de autoin- la víctima elabore sus emociones y tenga su dolor
forme. Solo en un estudio se utilizó una estrategia comprendido y validado por el terapeuta (acepta-
alternativa: Rye et al. (2005) emplearon una medida ción empática). En la fase de decisión, la persona
en la cual el perdón del participante de la interven- explora el concepto de perdón y, entonces, toma un
ción era evaluado por un observador (amigo o fami- compromiso consciente para perdonar al ofensor.
liar). Es de notar, sin embargo, que las escalas de Esta es una decisión cognitiva, a pesar de que no
medición del perdón variaron mucho entre las inves- existe la sensación de haber perdonado todavía. La
tigaciones. Ejemplos de medidas muy empleadas tercera fase es de trabajo, donde se constata el de-
son el inventario Transgression-Related Interperso- sarrollo de la empatía de la víctima por el ofensor.
nal Motivations (TRIM; de McCullough et al., 1998) y Este paso implica la reformulación de quién es el
el Enright Forgiveness Inventory (EFI; de Subkoviak ofensor. La persona se esfuerza para comprender la
et al., 1995). perspectiva del agresor y el reencuadre a menudo
conduce a sentimientos de empatía y compasión.
Todos los tratamientos experimentales fueron
Por fin, en la fase de profundización, aquel que per-
eficaces en la promoción del perdón. Con la inves-
dona reconoce la vulnerabilidad humana al reflexio-
tigación bibliográfica fue posible constatar que las
nar sobre sus errores pasados. Se torna posible en-
intervenciones han tenido otros beneficios biopsi-
contrar un nuevo significado en lo que ocurrió.
cosociales, además del perdón en sí. Por ejemplo,
se observaron beneficios en términos de autoesti- En el Modelo REACH para el perdón se basaron
ma, esperanza, auto-perdón, bienestar existencial, las intervenciones de Lampton, Oliver, Worthington
autoimagen, dominio para la toma de decisiones co- y Berry (2005); Shechtman et al. (2009); Rye y Par-
tidianas y encuentro de significado en el sufrimien- gament (2002); Rye et al. (2005); Worthington, et
to. No obstante, el perdón fue acompañado por la al. (2000); y Worthington et al. (2010). Una deriva-

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ción del modelo, el método FREE (Forgiveness and de culpar al ofensor por su sufrimiento y asumir la
Reconciliation through Experiencing Empathy), fue responsabilidad de su propio dolor actual; no llevar
adoptada en el artículo de Kiefer, et al. (2010). En el la experiencia vivida para el lado personal; y cambiar
programa REACH, se emplean cinco pasos para al- la historia de queja, comenzando a verse a sí mismo
canzar el perdón. REACH es un acrónimo en el que como un sobreviviente y no como una víctima.
cada paso es guiado por una de las cinco letras (R = El Entrenamiento de la Motivación Social fue
Recall the hurt; E = Empathize with the transgressor; la base de la intervención adoptada por Struthers,
A = Altruistic gift of forgiveness; C = Commit publicly Dupuis y Eaton (2005) y consiste en un conjunto de
to the forgiveness experienced; H = Hold on forgive- procedimientos destinados a reestructurar las expli-
ness when you doubt). En el primer paso (R), los par- caciones mal adaptativas de los acontecimientos.
ticipantes se acuerdan de un resentimiento u ofensa Tiene sus raíces en una familia de estructuras teó-
en un ambiente de apoyo. Se identifica aquí la acep- ricas socio cognitivas que abordan el aspecto auto-
tación empática del terapeuta al dolor de la víctima. mático y esforzado de hacer atribuciones, la prácti-
El próximo paso (E) anima a los participantes a que ca meta cognitiva de pensar sobre cómo la persona
creen empatía hacia el ofensor. Los participantes piensa y la práctica del individuo de simular otras
son ayudados a ver los factores situacionales que posibles causas y resultados para los eventos. La
llevaron a la ofensa e intentan imaginar los pensa- víctima lleva a cabo el trabajo de generar causas
mientos y sentimientos del agresor antes, durante y alternativas para el comportamiento del agresor y
después del periodo del evento dañino. Se constata, usa la imaginación para predecir los efectos de cada
en esta etapa, el incentivo a la víctima a que tome alternativa sobre los pensamientos, emociones y
la perspectiva del transgresor, desarrollando com- posibles comportamientos.
pasión por el mismo, consecuentemente. El tercer
paso (A) es el regalo altruista del perdón ofrecido al
infractor, basado en la gratitud por haber recibido Discusión
el perdón de otras personas en el pasado. El paso
Este artículo de revisión tuvo como principal
C involucra un compromiso público de perdonar al
propósito investigar si y cómo el uso de la empatía
agresor y la etapa final (H) se refiere a asegurar el
aparece inferida en los programas para la promo-
perdón y mantener los beneficios obtenidos.
ción del perdón. También se propuso analizar otras
La Terapia Enfocada en la Emoción, utilizada en características de estos programas. Como se espe-
el trabajo de Greenberg, Warwar y Malcolm (2008), raba, se observó que la empatía estuvo presente en
tiene un protocolo de tratamiento resumido en cua- prácticamente todas las intervenciones. Se sugiere
tro fases. La primera fase involucra la construcción que, quizá, la empatía sea el componente esencial
de la alianza terapéutica con el cliente, respondien- para el desarrollo del perdón, ya que atraviesa todo
do y validando su dolor y su experiencia emocio- el proceso de intervención.
nal de lesión interpersonal. Esta etapa tiene como
La empatía aparece inicialmente como herra-
objetivo ayudar a los clientes a que identifiquen el
mienta de aceptación del terapeuta hacia el dolor
impacto de la lesión y a que articulen y clarifiquen
del cliente, lo que parece fundamental para que la
los aspectos más problemáticos. La segunda fase
víctima pueda ventilar sus emociones y elaborar
busca el reconocimiento, experiencia y expresión de
cognitiva y afectivamente su experiencia dolorosa,
la rabia, la tristeza, el dolor y otros sentimientos an-
en la cual fue afectada negativa y profundamente
gustiantes asociados a la injuria emocional. La ter-
por la acción de otro individuo. Cuando se siente
cera fase incluye intervenciones facilitadas por el te-
comprendida y tiene sus respuestas a la experiencia
rapeuta que procuran tornar el proceso automático
de ofensa legitimadas por el terapeuta, la víctima
pasivo de interrupción de emociones en activo, para
amplía su autoconocimiento y se torna más dispo-
que las emociones interrumpidas puedan ser acce-
nible para explorar la transgresión ocurrida por el
didas y procesadas. Finalmente, en la última fase, el
ángulo del ofensor. Como indica Falcone (1999), las
terapeuta promueve un cambio en la manera como
personas se muestran más dispuestas a escuchar
el cliente ve al agresor y ayuda a los clientes a que
al otro después de que han sido escuchadas y com-
lloren y abandonen necesidades no satisfechas. Ela-
prendidas. Además, el desarrollo de la conciencia
borar la visión del mundo del otro ayuda en el desa-
del otro se entrelaza con el desarrollo de la propia
rrollo de empatía hacia el agresor. En la fase cuatro,
conciencia (Decety y Jackson, 2004). Por lo tanto, se
se estimula a que la víctima tome la perspectiva del
cree que la aceptación empática del terapeuta hacia
agresor y sienta compasión por él.
el dolor de la víctima de una injusticia interpersonal
El trabajo de Harris, et al. (2006) se basa en TCC. es un elemento esencial que debe preceder el desa-
Tres estrategias principales, presentadas en nueve rrollo de la empatía de la víctima hacia el ofensor.
etapas, son utilizadas para alcanzar el perdón: dejar

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Después de esta etapa, la toma de perspectiva cia de empatía por el ofensor hace que esas inter-
del ofensor es empleada como una estrategia para venciones sean más autocentradas. Por lo tanto, se
aumentar la comprensión de la víctima sobre aquel pierde la dimensión interpersonal tan valorada en el
identificado como el causante de la herida. A través perdón (Sandage et al., 2000; Wade y Worthington,
de este recurso, que implica un esfuerzo cogniti- 2003; Worthington, 2006) y posibilitada por la em-
vo (Falcone et al., 2008), el cambio emocional y la patía (de Waal, 2008).
compasión que caracterizan el perdón (Elliott, 2011; Como se ha discutido, se sugiere que la empatía
Enright y Rique, 2007) pueden lograrse. Se verifica es un elemento muy relevante en la facilitación del
que el componente cognitivo de la empatía es tra- perdón. Sin embargo, a partir de esta revisión siste-
bajado anteriormente al componente afectivo, pues mática, fue posible constatar que se puede caminar
el primero es facilitador del segundo, en situaciones hacia el perdón por otros medios distintos de la em-
de rabia y resentimiento, como señalado por Fitzgib- patía, como la restructuración cognitiva. Entonces
bons (1986). no es posible decir que las intervenciones que in-
El aspecto conductual de la empatía, que in- volucran el empleo de la empatía son más efectivas
cluye las expresiones verbales y no verbales de que otras en la promoción del perdón. Los estudios
comprension e interés por el interlocutor (Falcone, futuros deben comparar diferentes estrategias que
1999; Falcone et al., 2008), no fue observado en las objetivan promover el perdón, con y sin el uso de
intervenciones revisadas, probablemente porque la empatía. Varios estudios revisados aquí compa-
tales intervenciones no han incluido al ofensor en el raron una intervención para promover el perdón ex-
proceso. Es así que no se observa, en los artículos plícitamente con una intervención alternativa, pero
estudiados, la conducta empática manifiesta hacia estos abordajes alternativos no tenían el objetivo de
el ofensor. Se cree que en intervenciones que invo- promover el perdón. Así, la laguna en la literatura
lucran a la víctima y al agresor, como en la terapia permanece.
de pareja, tal componente está implícitamente pre- A partir del presente trabajo, se han presentado
sente. otras características sobre las intervenciones para
Los fenómenos empáticos discutidos anterior- el perdón. Se ha verificado el aumento de artículos
mente – aceptación empática, autoconciencia y con- que tenían como foco la promoción del perdón inter-
ciencia del otro, toma de perspectiva y compasión – personal en el siglo XXI, lo que indica mayor interés
estuvieron presentes en las intervenciones basadas sobre el tema en la actualidad. Esto puede deber-
en el Modelo REACH, el Modelo del Proceso del Per- se a la influencia de la Psicología Positiva, un nue-
dón y la Terapia Enfocada en la Emoción. Se puede vo enfoque psicológico, que valora las fortalezas y
decir que esos tres modelos abordan aún otro ele- virtudes humanas. Sin embargo, las investigaciones
mento empático, el altruismo, si se tiene en cuenta de intervención del perdón son todavía muy restrin-
que la concesión del perdón es un acto altruista. Sin gidas al contexto de América del Norte, lo que indica
embargo, el Modelo REACH es el único que valora la falta de investigaciones en otros ambientes socio-
este elemento de forma explícita. Para Worthington culturales y la necesidad de estudios comparativos
(2006), quien propuso el Modelo REACH para el per- sobre la promoción del perdón en otros países.
dón, el altruismo es considerado tan relevante que La revisión de la literatura también señala la falta
constituye una etapa específica del proceso de per- de publicaciones sobre la promoción del perdón en
donar. grupos de edad más jóvenes y de mayores. Los es-
En las dos intervenciones revisadas que no tra- tudios se han realizado principalmente con adultos.
bajaron la empatía, una basada en la TCC y otra ba- Un punto fuerte es que personas de ambos sexos
sada en el Entrenamiento de la Motivación Social, han sido contempladas en esas investigaciones. Los
se utilizaron otras estrategias para el perdón. En resultados parecen ser positivos cuando los par-
estos abordajes, se identifica un énfasis en la res- ticipantes comparten el mismo tipo de ofensa y/u
tructuración cognitiva, que implica flexibilidad para ofensor y cuando hay heterogeneidad acerca de la
comprender la situación de ofensa por otro ángulo, experiencia ofensiva. Además, los enfoques indivi-
aunque no el ángulo del ofensor. En estas formas duales y de grupo fueron efectivos en la promoción
de intervención no se verifica la etapa de aceptación del perdón.
empática, considerada importante para el alivio del Con relación al tiempo de duración de las inter-
dolor de la víctima, para la elaboración de la propia venciones, siempre hubo algún efecto positivo so-
experiencia y para el aumento de la conciencia del bre el perdón. No fue el foco de este artículo com-
yo y del otro. Tampoco se verifica la valoración de la parar la magnitud del efecto según la duración de
compasión por el ofensor. la intervención, pero uno de los artículos revisados
A pesar de que esos abordajes también han pro- (Worthington et al., 2000) indica que, cuanto más
ducido efectos positivos sobre el perdón, la ausen-

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tiempo se utiliza en la intervención, mejores son los tión. Se sabe que la empatía ha recibido la atención
resultados. de muchos investigadores interesados en el tema,
Se pudo identificar que, además de que las in- pero ¿cuál es su real efecto sobre el perdón? Este es
tervenciones se basan en modelos diferentes de un problema para futuras investigaciones.
promoción del perdón, las medidas utilizadas para Cabe destacar que la revisión de la literatura pro-
evaluar este constructo también son muy variables. puesta aquí no ha agotado todas las intervenciones
Por lo tanto, es necesario analizar los resultados con existentes dirigidas a promover el perdón. Muchas
alguna cautela. A pesar de que las medidas emplea- investigaciones pueden haber sido hechas y no pu-
das en las investigaciones son validadas y confia- blicadas. Además, fueron excluidas bibliografías
bles estadísticamente, hay que tener en cuenta que que no fueran artículos disponibles en su integridad
los resultados pueden ser más o menos positivos en el sitio Web de Capes, encontradas a partir de las
conforme el instrumento de medición. La efectivi- bases de datos previamente seleccionadas. Enton-
dad de las investigaciones de intervención será más ces, las publicaciones analizadas en este artículo
fiable si se utilizan diferentes escalas de medición, deben ser consideradas una muestra de estudios
además de estrategias alternativas, tales como los sobre el tema, que no es representativa de todas las
relatos de otros informantes, entrevistas cualitati- intervenciones existentes. Tampoco fue el foco del
vas y observación conductual. presente estudio comparar la eficacia de la terapia
Otro punto para destacar se refiere a los bene- del perdón con relación a intervenciones alternati-
ficios resultantes de las intervenciones analizadas. vas (ofrecidas a los grupos de control), solo verificar
Como se ha presentado, el perdón está asociado a si las terapias del perdón son benéficas en general,
muchos beneficios para la salud y bienestar físico y lo que puede ser constatado.
psicológico de aquel que perdona. Aún en los casos Finalmente, en este trabajo, por haberse privile-
más graves, como la recuperación del trauma de in- giado el análisis de diversas dimensiones de las in-
cesto (Freedman y Enright, 1996), el perdón fue útil. tervenciones, no fue posible evaluar con más detalle
Además, el perdón es ventajoso para aquel que lo cada uno de los veinte artículos revisados. Se reco-
recibe (Sandage et al., 2000), aunque este no fue el noce, así, que la investigación actual no contempla
foco de los estudios revisados. Dada la relevancia toda la riqueza teórica y empírica presentada en
social y práctica del proceso de perdonar, se justifi- estas veinte publicaciones. Se aconseja, por tanto,
ca que nuevas investigaciones sobre el tema sigan que se consulten las mismas para mayores aclara-
siendo realizadas. ciones, como el tratamiento ofrecido para el grupo
Se puede concluir, a partir del presente estudio, de control, los instrumentos utilizados para evaluar
que muchas lagunas aún necesitan rellenarse en el otras variables dependientes y el tamaño del efecto
campo de la investigación sobre la promoción del de las intervenciones.
perdón, lo que es normal, dada la reciente utiliza-
ción del abordaje de esta temática. Se necesitan
estudios con poblaciones más diversas, especial-
mente con respecto a la edad y el contexto sociocul- REFERENCIAS
tural. Investigaciones que comparen formatos indi-
viduales y grupales de intervención y que comparen Baskin, T.W., Rhody, M., Schoolmeesters, S., & Ellingson,
grupos experimentales con ofensas homogéneas y C. (2011). Supporting special-needs adoptive couples:
heterogéneas entre los participantes también son assessing an intervention to enhance forgiveness,
increase marital satisfaction, and prevent depression.
lagunas en el campo empírico del perdón. Los estu-
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dios sobre el perdón en Brasil y América Latina son
prácticamente inexistentes. Por lo tanto, hay mucho Berry, J.W.,Worthington, E.L. Jr., O’Connor, L.E., Parrot
que explorar sobre el tema. III, L., & Wade , N.G. (2005). Forgivingness, vengeful
Sin embargo, como área reciente de estudio, las rumination, and affective traits. Journal of Personality,
investigaciones han avanzado significativamente. 73 (1) 183-226.DOI: 10.1111/j.1467-6494.2004.00308.x
Como se ha constatado en el presente artículo, di-
ferentes estrategias para la promoción del perdón Burnette, J.L., Davis, D.E., Green, J.D., Worthington,
ya están disponibles en la literatura. Se considera E.L., Jr., & Bradfield, E. (2009). Insecure attachment
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necesario, ahora, aislar los elementos de esas inter-
rumination, empathy, and forgiveness. Personality
venciones para ver sus efectos individuales. Una su- and Individual Differences, 46 (3), 276-280.
gerencia es que se lleven a cabo intervenciones para
promover el perdón enfocadas únicamente en la Coke, J.S., Batson, C.D., & McDavis, K. (1978). Empathic
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