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Introducción

La obra de Nietzsche no se deja tratar fácilmente de forma sistemática, pese a


los intentos de algunos de sus estudiosos por hacerlo así. Su influencia se ha
dejado sentir de forma dispar y, a veces, contradictoria, pero en todo caso no
ha tenido un carácter uniforme: Nietzsche ha significado cosas distintas según
sus distintos intérpretes. Su misma forma de expresión contribuye a ello, ya
que al utilizar preferentemente el aforismo como vehículo de su pensamiento,
el carácter metafórico del mismo se presta con frecuencia a distintas
interpretaciones
Nietzsche dará un paso semejante, alejándose de la identificación del sujeto
con la conciencia, pero en otra dirección: en lugar de la actividad productiva
postulará la "vida" como factor en torno al que se constituye la realidad. El
sujeto es, fundamentalmente vida, y no conciencia, pensamiento. El fenómeno
vital pasa así a constituirse en el centro de la reflexión filosófica, ejerciendo una
considerable influencia a finales del XIX y durante la primera mitad del siglo XX,
aunque con distintas interpretaciones, como las de H. Bergson y Ortega y
Gasset (racio-vitalismo), entre otros. Por lo que a Nietzsche respecta, la
realidad es esencialmente contradictoria, pero interpretará esta contradicción
de un modo distinto a como lo habían hecho Hegel (Idealismo) y Marx
(materialismo histórico), siguiendo de un modo a veces literal la cosmovisión de
Heráclito, aunque trasladada a la referencia de lo vital como único eje
interpretativo válido.
La realidad está sometida al cambio, que está regulado por la lucha de
elemento contrario y abocado a una repetición infinita en el contexto de un ciclo
cósmico que la conduce a un eterno retorno, en relación con el que todo
alcanza su sentido. En esa lucha, la conciencia trata de fijar el movimiento, de
anularlo, sustituyendo por conceptos el movimiento real de las cosas,
sustituyendo lo vital por una representación de lo vital. Pero toda
representación es falsa, en cuanto representación, por lo que la no-vida termina
por sustituir a la vida, lo falso a lo verdadero. Recuperar la verdad, poner de
manifiesto la radical prioridad de la vida sobre la conciencia será, en buena
medida el proyecto nietzscheano.
Friedrich Wilhelm Nietzsche

Fue un filósofo, poeta, músico y filólogo alemán, considerado uno de los


pensadores contemporáneos más influyentes del siglo XIX.

Realizó una crítica exhaustiva de la cultura, la religión y la filosofía occidental,


mediante la genealogía de los conceptos que las integran, basada en el análisis
de las actitudes morales (positivas y negativas) hacia la vida. Este trabajo afectó
profundamente a generaciones posteriores
de teólogos, antropólogos, filósofos, sociólogos, psicólogos, politólogos, historia
dores, poetas, novelistas y dramaturgos.
Meditó sobre las consecuencias del triunfo del secularismo de la Ilustración,
expresada en su observación «Dios ha muerto», de una manera que determinó
la agenda de muchos de los intelectuales más célebres después de su muerte.
Si bien hay quienes sostienen que la característica definitoria de Nietzsche no
es tanto la temática que trataba sino el estilo y la sutileza con que lo hacía, fue
un autor que introdujo, como ningún otro, una cosmovisión que ha reorganizado
el pensamiento del siglo XX, en autores tales como Martin Heidegger, Michel
Foucault, Jacques Derrida, Gilles Deleuze, Georges Bataille, Gianni
Vattimo o Michel Onfray, entre otros.
Nietzsche recibió amplio reconocimiento durante la segunda mitad del siglo
XX como una figura significativa en la filosofía contemporánea. Su influencia fue
particularmente notoria en los
filósofos existencialistas, críticos, fenomenológicos, postestructuralistas y posm
odernos, y en la sociología de Max Weber. Es considerado uno de los tres
«maestros de la sospecha» (según la conocida expresión de Paul Ricoeur), junto
a Karl Marx y Sigmund Freud.

PENSAMIENTO FILOSOFICO
El Superhombre es el pensamiento central de Nietzsche. El ser humano debe
ser superado, ya que todos los seres evolucionan y se transforman, y el ser
humano no puede ser una excepción. El ser humano no es un ser estático, sino
que está dotado de una enorme fuerza creadora.

Traducción del término


Normalmente se traduce como «superhombre»; sin embargo esta traducción es
errónea ya que el prefijo alemán über significa 'superior' como adjetivo, o
'sobre' (como el over inglés). Además Mensch significa 'humano', 'persona',
esto es, 'hombre' en términos de especie, y no de sexo. En castellano puede
dar lugar a equívocos si se lo lee con mala intención. Por lo tanto, la traducción
más correcta al castellano sería 'suprahumano' o 'sobrehumano', pero en el uso
más convencional sería 'suprahombre', o bien, 'ultrahombre', tal como el
filósofo Vattimo ha sugerido.

Darwin y el Evolucionismo
La especie humana está dotada de la fuerza expansiva de la vida, la que
está en un proceso evolutivo constante (no olvidemos el pensamiento
de Charles Darwin y el evolucionismo). Pero para poder llegar a ser el
Superhombre hay que superar la moral tradicional y decadente, y llegar
a la nueva moral. La transformación del hombre en Superhombre pasa
por tres estadios diferentes:

Camello: El espíritu del hombre es en primer lugar un camello con una


carga enorme.
León: El hombre, cansado por la carga anteriormente descrita, se rebela
contra su dueño e impone su voluntad.
Niño: El hombre se convierte en un niño lleno de futuro: el
Superhombre.

La vida terrenal
Las características más importantes del Superhombre son su necesidad
de la vida; El Superhombre valora principalmente la vida terrena: el
placer, las pasiones, la victoria. Intenta superarse, y por eso rechaza la
moral tradicional cristiana, aceptando la moral de los señores, propia de
los fuertes.

La Fidelidad a la tierra
Una de las características más importantes del Superhombre es la
fidelidad a la tierra: Sólo existe esta vida, y, por tanto, cualquier
pretensión de renuncia en nombre de una vida mejor después de la
muerte, es totalmente absurda. Es esta fidelidad a la tierra la que le
llevará, en primer lugar, a renunciar a cualquier reducto de que nos lleve
a considerar la posibilidad de un mundo inmaterial mejor que éste, y de
una vida mejor que la vida terrenal. La fidelidad a la tierra es lo que nos
lleva a vivir esta vida con toda la intensidad posible.

La sociedad entendida como renuncia de los instintos


La vida en sociedad nos lleva a la renuncia de nuestros instintos. En
nombre de esta convivencia.Nietzsche nos propone no renunciar a
ninguno de nuestros instintos, teniendo esto como consecuencia, el fin
de la sociedad basada en la colaboración. La visión social que
tiene Nietzsche, acaba en el individualismo más terrible: sin la
colaboración, la solidaridad... El valor más importante pasa a ser el
individuo. Por eso tenemos que decir que el pensamiento
de Nietzsche sería el grito desesperado del individualista que ve como
este individuo está a punto de desaparecer disuelto en la sociedad. Esta
es la clave de la voluntad de poder y la no renuncia de los instintos.

 El Eterno Retorno
El Eterno Retorno muestra un deseo tan fuerte de vivir que desea que
ésta se repita eternamente. Esta vida debe ser repetida constantemente
con sus alegrías y sus dolores (pensamiento terrible para todos aquellos
que no aman la vida). Esta es la fuerza del amor a la vida, del amor
enorme por esta vida: el deseo de que no sólo no haya ninguna otra,
sino que ésta se repita constantemente, infinitas veces.

Inversión de los valores


Nietzsche pensaba que había dos clases de hombres: los señores y los
siervos, que han dado distinto sentido a la moral. Para los señores, el binomio
«bien-mal» equivale a «noble-despreciable». Desprecian como malo todo
aquello que es fruto de la cobardía, el temor, la compasión, todo lo que es débil
y disminuye el impulso vital. Aprecian como bueno, en cambio, todo lo superior
y altivo, fuerte y dominador. La moral de los señores se basa en la fe en sí
mismos, el orgullo propio.
Por el contrario, la moral de los siervos nace de los oprimidos y débiles, y
comienza por condenar los valores y las cualidades de los poderosos. Una vez
denigrado el poderío, el dominio, la gloria de los señores, el esclavo procede a
decretar como «buenas» las cualidades de los débiles: la compasión, el
servicio —propios del cristianismo—, la paciencia, la humildad. Los siervos
inventan una moral que haga más llevadera su condición de esclavos. Como
tienen que obedecer a los señores, los siervos dicen que la obediencia es
buena y que el orgullo es malo. Como los esclavos son débiles promueven
valores como la mansedumbre y la misericordia; por el contrario, critican el
egoísmo y la fuerza.
La crítica de Nietzsche a la moral tradicional se centraba en la tipología de
moral de «amo» y de «esclavo» y en la descripción de la dinámica que
generan; esta dinámica o dialéctica debe ser conocida por los «espíritus libres»
para conducir a la humanidad a su superación: una sucesión de continuas
superaciones —la moral deja de ser algo cerrado para ser visto como una
dinámica de morales yuxtapuestas y reconocibles en la dinámica de las
lenguas
Voluntad de poder
La voluntad de poder (der Wille zur Macht) es un concepto altamente
controvertido en la filosofía nietzscheana, generando intenso debate e
interpretaciones varias, algunas de las cuales, como la notoria interpretación
dada por los intelectuales nazis, fueron intentos deliberados de justificación de
tácticas políticas.
Una manera de abordar este concepto es por medio de la crítica nietzscheana
a la teoría de la evolución de Darwin. Nietzsche veía en los instintos una fuerza
que iba más allá del sólo impulso a sobrevivir, protegerse y reproducirse de
todos los seres vivos, de sólo ser esto la vida se estancaría. La supervivencia
era una de las consecuencias de un deseo aún mayor, impulso hacia una
supravivencia, un deseo perpetuo de todo ser vivo por ir más allá de todos, el
todo y hasta más allá de sí mismo, más allá de la muerte.

CORRIENTE FILOSOFICA
EXISTENCIALISMO
Movimiento filosófico que resalta el papel crucial de la existencia, de la libertad
y la elección individual, que gozó de gran influencia en distintos escritores de
los siglos XIX y XX. Los filósofos existencialistas se centraron en el análisis de
la condición humana, la libertad y la responsabilidad individual, las emociones,
así como el significado de la vida.

No se trata de una escuela filosófica homogénea ni sistematizada, y sus


seguidores se caracterizan principalmente por sus reacciones contra la filosofía
tradicional. Actualmente se consideran tres tipos de; existencialistas: el
existencialismo cristiano, el existencialismo agnóstico, y el existencialismo ateo.

Nunca ha habido un acuerdo general sobre la definición de existencialismo. El


término a menudo es visto como una conveniencia histórica que fue inventada
para describir a muchos Filósofos, en retrospectiva, mucho después de haber
muerto. De hecho, aunque generalmente se considera que el existencialismo
se originó con la obra del primer filósofo prominente en adoptar el término para
describir su propia filosofía fue Jean-Paul Sartre. Sartre propone la idea de que
todos los existencialistas tienen en común es la doctrina fundamental de que la
existencia precede a la esencia"1 lo que significa que la consideración
más importante para las personas es el hecho de que son un ser consciente
que actúa de forma independiente y responsable—en lugar de ser etiquetado
con roles, estereotipos, definiciones, u otras categorías preconcebidas que se
ajustan al individuo;). La vida real de la persona es lo que constituye lo que
podría llamarse su verdadera esencia en lugar de estar allí atribuido a una
esencia arbitraria que otros utilicen para definirla.

Según el filósofo Steven Crowell, definir el existencialismo ha sido


relativamente difícil, y argumenta que se comprende mejor como un enfoque
general que se utiliza para rechazar ciertas filosofías sistemáticas, y no como
una filosofía sistemática en sí.

Uno de sus postulados fundamentales es que en el ser humano


la existencia precede a la esencia; (Sartre), es decir, que no hay una naturaleza
humana que determine a los individuos, sino que son sus actos los que
determinan quiénes son, así como el significado de sus vidas. El
existencialismo defiende que el individuo es libre y totalmente

Nihilismo y muerte de Dios


.
Para Nietzsche, la sociedad occidental se encuentra sumida en un profundo
nihilismo que ha de superar si no quiere ver su fin. El nihilismo (que tiene
distintas formas, es un advenimiento de unas repetidas frustraciones en la
búsqueda de significado, o más precisamente, «la desvalorización de los
valores supremos». El nihilismo en Nietzsche se refiere al proceso histórico que
surge en el reconocimiento de un valor sumo y termina en la asunción o
reconocimiento de múltiples cosas valorables, al volverse inoperante lo que
antes se mostraba como lo supremo. El nihilismo acontece en nuestro tiempo
como manifestación de la ausencia de una medida única y, al mismo tiempo,
como la proliferación de múltiples medidas que, en cada caso, pueden
aparecer como válidas. Nietzsche ve en el despliegue del nihilismo toda
fundación de cultura europea, la que surge como destino necesario de este
proceso. La visión religiosa del mundo había sufrido ya un gran número de
cambios por perspectivas contrarias, cayendo en el escepticismo filosófico, y
en las teorías científicas evolucionistas y heliocéntricas modernas, lo que no
hace más que confirmar la desvalorización de los valores supremos. A lo ya
señalado, hemos de sumar una creciente presencia de lo democrático, la que
se muestra como la afirmación de una individualidad independiente de Dios y
acreedora de la igualdad, de la medianía. La democracia aparece, a los ojos de
Nietzsche, como un momento del despliegue del nihilismo igualmente negador
de la vida que los que la antecedieron. Ambas manifestaciones del nihilismo se
muestran a Nietzsche como negaciones de la vida, al negar u olvidar
dimensiones de la misma que, a su parecer, aparecen como constitutivas de
ella e inalienables a lo que él considera vida. Estas dimensiones negadas de la
vida se muestran en ámbitos tan determinantes como el constante darse del
devenir y las diferencias entre los hombres.
Nietzsche conceptualiza esto con su famosa frase, «Dios ha muerto Nietzsche
se refiere tanto a la ceguera del pasado en tanto incapacidad de ver esto, como
a la asunción de una nueva posibilidad de relacionarse con lo que es,
posibilidad dada por la asunción de dicha muerte.
La consecuencia de la muerte de Dios es que los valores vigentes en la
sociedad occidental se vienen abajo ellos solos, según el nihilismo, o no se
vienen abajo sino que los hombres los destruimos. Según Nietzsche la
superación del nihilismo se producirá cuando el Übermenschimponga unos
nuevos valores de acuerdo a la moral de señores, destruyendo los valores de
la moral de esclavos. Resumiendo, destruimos los valores de los hombres para
poner en su lugar los valores del Übermensch, que ocupará el lugar de Dios.
.

Jesús y los «anticristianos»


Nietzsche contrasta a los cristianos con Jesús, a quien admiraba de gran
modo. Nietzsche argumenta que Jesús transcendió las influencias morales de
su tiempo creando su propio sistema de valores. Jesús representaba un paso
hacia el Übermensch. Al final, Nietzsche clama sin embargo: en contraste con
el suprahombre, quien abraza la vida, Jesús negaba la realeza en favor de su
«Reino de Dios». La negación de Jesús para defenderse a sí mismo, y su
muerte, eran consecuencias lógicas de su desajuste de sistema de ideas.
Nietzsche entonces analizó la historia de la cristiandad, descubriendo una
distorsión progresiva de modo grotesco de las enseñanzas de Jesús. Él critica
a los primeros cristianos por convertir a Jesús en un mártir y la vida de Jesús
dentro de la historia de la salvación de la humanidad como motivo para
dominar a las masas, encontrando a los apóstoles cobardes, vulgares y
resentidos. Argumenta que las sucesivas generaciones malentendieron la vida
de Jesús, mientras la influencia de la cristiandad crecía. En el siglo XIX,
Nietzsche concluye que la cristiandad se ha vuelto tan mundana al punto de
hacerse una parodia de sí misma, una total manipulación de sus enseñanzas y
su «buena nueva». Es por esto que concluyó en una de sus frases más
célebres: «El último cristiano murió en la cruz.
APORTES IMPORTANTES

Friedrich Nietzsche el que vuelve a juntar la filosofía con la psicología y nadie


mejor que el padre de la psicología, Friedrich Nietzsche es el hombre que más
se conoce a sí mismo; esta aseveración está basada en que si analizamos las
obras de Nietzsche notaremos de primera intención la importancia que este
filósofo le da al proceso de nuestros fenómenos internos para aprender a
pensar libre de influencias impuestas por la tradición y la cultura, que con la
práctica se cristalizan en el cerebro convirtiéndose en proposiciones de valor.
Nietzsche se consideró aeronauta del espíritu.

LA FILOSOFÍA DEL AMANECER: Nietzsche tenia la confianza que en el


futuro los jóvenes podían cambiar el modo de pensar y actuar de la
humanidad (y evidentemente no tenía razón en esto)

VISIÓN TRÁGICA DEL MUNDO: ante la adversidad y la mortalidad el


hombre debe actuar con dignidad, enfrentando su destino y de manera
artística.

ESTÉTICA: junto a lo anterior, Nietzsche consideraba que el arte es la


única salvación del hombre, el arte está más allá de la moral, del bien y
del mal, por eso el hombre debe alcanzar la estética y ser un artista.

EL ENTENDIMIENTO COMO UN PROBLEMA DE DISCURSO:


Nietzsche antes que filosofo, es un filólogo, por ende reduce todo
problema humano a un problema de palabras, por eso mata a dios,
afirmar la muerte de dios, Nietzsche asesina el termino mediante el cual
es entendido dios, mas no a dios, puesto que Nietzsche sabía de
antemano que dios no tiene existencia material por ende es imposible
matarlo físicamente, mas negar su designación terminológica conllevaba
a una negación de su existencia y posibilidad de ser.

EL ANTICRISTO: Nietzsche veía en el cristianismo una falsa moral que


impide a los hombres superare a sí mismos, alcanzar el estado estético
y elevarse por encima de los dogmas de la moral, por eso se declara
como un anticristiano, pero hay que tener encuentra que en su juventud
fue un entregado y devoto protestante, y que esto no lo llevo, en su caso
particular a nada. más le hizo darse cuenta que los principios cristianos
son la negación de naturaleza del hombre.

APOLO Y DIONISIO: el constante devenir humano, lo bello y lo


espantoso, lo horroroso y lo sublime. Acuña a estos dos dioses griegos
para explicar como la humanidad actúa a lo largo de la historia.

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