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¿Locura o Posesión?

Una conceptualización a la enfermedad mental.

Aproximación de la historia de la locura

A lo largo de la historia, se han hecho diferentes interpretaciones acerca del


significado de la locura así como de sus posibles causas y tratamientos. Sin
embargo, al no tener un conocimiento acerca de las enfermedades mentales,
cualquier conducta que se salía de lo normal para la sociedad se utilizaba para
etiquetar o catalogar, llevándolos a pasar por diversas pruebas donde en su
mayoría sólo se utilizaba la tortura a modo de una sanación.

Hay que tener en cuenta que en un principio la definición y el conocimiento acerca


de las enfermedades mentales no existían, por lo cual se le eran atribuidas ya sea
a entes malignos, producto de algún maleficio, embrujo o como castigo divino. Y
es aquí donde los primeros intentos por comprender estos fenómenos surgen, no
se sabe con exactitud pero hay referencia de culto y prácticas oscuras en todas
las antiguas culturas. De acuerdo con Coroleu, (1916) en un antiguo escrito
egipcio alude a una posesión espiritual en la hija de un rey egipcio, donde fue
curada por un hechicero, así podemos seguir con ejemplos de distintas culturas.
Interesante si tomamos en cuenta la distancia y diferencias que poseían, sin
embargo el conocimiento y práctica estaba ahí.

No es raro el pensar que un principio, al no tener mayor conocimiento de las


enfermedades mentales, se temiera de un contagio por el solo hecho de mirar o
tocar a una persona considerada pecadora motivo por el cual el castigo que había
caído en él o ella era la locura. Relacionando esto con la época de las cruzadas y
la llegada de la lepra.

Aunque se retire al leproso del mundo y de la comunidad de la Iglesia


visible, su existencia, sin embargo, siempre manifiesta a Dios, puesto que
es marca, a la vez, de la cólera y de la bondad divina. "Amigo mío —dice el
ritual de la iglesia de Vienne—, le place a Nuestro Señor que hayas sido
infectado con esta enfermedad, y te hace Nuestro Señor una gran gracia, al
quererte castigar por los males que has hecho en este mundo. " (Foucault,
1964, p. 8)

Más adelante el concepto de locura, tomó otro rumbo con la llamada “persecución
de las brujas”, donde a cientos de personas, en su mayoría mujeres se les acusó
de tener un pacto con el demonio, donde se les tachó de locas con el propósito de
negar el conocimiento que poseían adelantado a su época.

En el siglo XVIII por 1870 el concepto de la locura como un castigo de dios, se


volvió a retomar, ésta vez por un psiquiatra llamado Morel, en su teoría de la
degeneración

A pesar de la fuerte insistencia que había de satanizar toda conducta fuera de lo


normal, hubo quienes se interesaron en hacer una diferenciación de las
enfermedades mentales y las posesiones. Uno de ellos fue Tomás de Aquino,
quien en su momento defendió la existencia de las enfermedades mentales como
la epilepsia y la melancolía, argumentando que se debían a causas de una
alteración orgánica y que no tenían nada que con una posesión demoniaca, sin
embargo tampoco niega que la posesión exista. Bien lo explica Echavarría, (2015)
donde, si bien no lo negaba, la posesión tenía que ver de igual manera con “leyes
de la naturaleza”, puesto que el término lunáticos viene de “luna”; por lo tanto para
Tomás de Aquino un lunático era aquella persona que dependiendo de la fase
lunar caía en la locura.

Todo esto dio pauta a un nuevo conocimiento y clasificación acerca de las


enfermedades mentales, donde ya se contaba con un panorama más amplio al
momento de diagnosticar, pero no debemos de generalizar, ya que a lo largo de la
historia de las enfermedades mentales, pareciera que hay un avance tanto de
mentalidad como de diagnóstico y métodos para intentar curarlas, pero junto con
el avance llegan nuevos obstáculos que impiden que se realice una nueva
concepción fuera de etiquetas, donde se busque el bienestar de la persona fuera
de la tortura o la exclusión.
Por eso, a continuación nos daremos la tarea de hacer una distinción entre las
concepciones más comunes que se han tenido acerca de las enfermedades
mentales, así como los diagnósticos, las causas, creencias y tratamientos que se
tienen de cada una de ellas. Las cuales hasta nuestros días siguen siendo temas
de gran discusión entre la parte religiosa y médica. Y es aquí donde nos
preguntamos, ¿hasta qué punto se puede diferenciar una enfermedad mental de
una posesión o una locura?...

Diferenciación entre las ideologías acerca de una enfermedad mental.

En su momento con la llegada de la psiquiatría se podría considerar las grandes


expectativas que se tenía con la misma, porque se supondría que con la llegada
de nuevos conocimientos e investigaciones se alejaría de dichos métodos de
tortura, sin embargo es todo lo contrario, ya que sólo se fueron reemplazado los
métodos por otros nuevos, dejando de lado los derechos y el consentimiento de
las personas sometidas a esos tratamientos.

Por lo tanto es necesario comenzar con algunas definiciones que han existido al
paso del tiempo acerca de la concepción de una enfermedad mental.

De acuerdo con Definición ABC, (s.f.) la locura se refiere a un desequilibrio


mental que presenta una o varias personas y que se manifiesta al mundo
que lo rodea por la presencia de la distorsión de la realidad.

Acto de poseer o tener una cosa corporal con ánimo de conservarla para sí
o para otro. Apoderamiento del espíritu del hombre por otro espíritu que
obra en él como agente interno y unido con el (Asociación de academias de
la lengua español, s.f.)
En cuanto a una posesión demoniaca, las posesiones demoníacas son un
proceso gradual que comienza cuando una persona (generalmente una
persona espiritualmente sensible) se involucra con fuerzas extrañas y poco
a poco va perdiendo el control sobre sus acciones (Las cosas que nunca
existieron, 2009)

Un trastorno mental es un síndrome caracterizado por una alteración


clínicamente significativa del estado cognitivo, la regulación emocional o el
comportamiento de un individuo, que refleja una disfunción de los procesos
psicológicos, biológicos o del desarrollo que subyacen en su función mental
(Tomas, 2014)

Son solo algunas de las definiciones más comunes, y es interesante que a pesar
del paso del tiempo, el concepto que se tiene de una persona que piensa o tiene
una conducta diferente a la de los demás no cambia, considerándolo loco o raro.
¿Pero que no fueron las personas que desde un principio se consideraron locos o
herejes, las que llenaron de nuevos conocimientos? Artistas y científicos como
Galileo Galilei, Albert Einstein, Copérnico, Alfred Wegener y Marie Curie, por solo
mencionar algunos.

A lo largo de la historia hay un sin fin de referencias en torno a la locura y la


posesión, siendo la segunda la más popular en el ámbito religioso, ya que en un
principio la locura y la posesión se podrían tomar como sinónimos, al considerar
que cualquier comportamiento o idea que atentara contra lo establecido por la
iglesia era atribuido a alguna entidad demoniaca, que buscaba transgredir contra
la buena voluntad de la persona. Al igual que las deformaciones, las cuales eran
consideradas como castigo de Dios sin embargo, como bien sabemos, la
curiosidad del ser humano es muy grande, y es eso mismo que lo lleva a buscar
respuestas, parte del egocentrismo del humano es querer saber todo y si no,
inventarlo. Esto lo llevó a buscar causas de la locura y con ello curas.

Se podría llegar a pensar que al tratar con personas, serían cuidadosos y hasta
gentiles, pero no olvidemos que “estaban poseídos” no eran personas, no tenían
control de acciones o de su mismo cuerpo. A estas personas se les trataba peor
que a un animal, y que por lo tanto no se trataba más que de tortura.

En primer instante, se cree que se utilizaba la trepanación craneal, utilizado por la


antigua civilización Inca, la cual creía que despojaba no solo de algún dolor físico,
sino de algún espíritu (Quispe Loaiza, 1999)

Mismo que siglos después se retomó pero con la idea de que al realizar la
trepanación era un modo de liberal al demonio que poseía a una persona.

Si bien, lo consideramos una mera justificación para no tomar responsabilidad de


los propios actos, no descartamos la posible existencia de dichas entidades.

Teniendo en cuenta que a partir del surgimiento de la psiquiatría se ha tomado


más en consideración el concepto de locura, pero ¿Cómo saber cuándo es una
posesión? En la entrevista realizada, de acuerdo con Cascioli, (2014) la posesión
se ha vuelto cada vez más constante por las prácticas de ocultismo, magia oscura
y la falta de creencia religiosa. Así a lo largo de los años se han ido formulando
varias características generales que se tienen que presentar en una posesión y
también como nos menciona el Dr. Cascioli, la posesión provoca una
manifestación de fuerza sobre natural tomando en cuenta la edad como la
condición física que presenta el individuo, el entendimiento y el habla de lenguas
desconocidas, la ubicación de cosas ocultas, también se presenta una
manifestación de blasfemia, agresión física y tomando en cuenta algo muy general
que es una de las principales características es el odio por los objetos religiosos
como por la oración.

Es difícil reconocer esta causa porque se llega más que nada a confundir por
enfermedades psiquiátricas un ejemplo de ello es la locura, que se deben a
causas naturales, de acuerdo con el Dr. Cascioli las características anteriormente
dichas no son suficientes para diagnosticar a una persona como poseída a
excepción de un indicio característico que es la levitación, una percepción
paranormal del pasado como del futuro, ya que se presentan como elementos de
diagnóstico para la posesión.
En la actualidad los síntomas de una posesión pueden parecer enfermedades
psiquiátricas, por lo tanto se pueden confundir, pero no es suficiente para hablar
de posesión, de acuerdo a Cascioli, (2014) las enfermedades psiquiátricas que se
llegan a confundir con una posesión demoniaca son aquella como la esquizofrenia
o el trastorno obsesivo. Por ejemplo de acuerdo a la película del Exorcista de 1973
por Friedkin, (1973) Regan (personaje principal) está teniendo cambios dramáticos
de conducta como agresividad y hablar con palabras obscenas, pero su mamá
tiene en consideración que lo que está pasando es por la pubertad, cuando en su
momento Regan empieza a presentar diferentes síntomas extraños como el grosor
de la voz y movimientos involuntarios, su mamá la lleva con los médicos y ellos
comentan que es un problema en el cerebro. Para eso someten a Regan a
diferentes pruebas psiquiátricas, pero no muestra nada fuera de lo normal,
mientras que los sucesos paranormales siguen en constante surgimiento y cada
vez más a menudo y hasta que todas las explicaciones fueron descartadas un
doctor le recomienda hacerle un exorcismo.

Por ejemplo otro caso, es el de Schreber donde llega tener una idea de que es el
una deidad, teniendo en cuenta que sus papás no eran religiosos, entonces si el
caso de Schreber se hubiera tomado mucho antes, a él se le consideraría como
un místico, que llega a presentar a una maldad y seria juzgado como demonio.

Ya Lacan mencionaba en la significación del delirio

“Este término no data de ayer, ni siquiera del nacimiento de la psiquiatría.


Sin entregarme aquí a un despliegue demasiado fácil de erudición,
solamente les recordare que la referencia a la locura forma parte desde
siempre del lenguaje de la sabiduría, o del que se pretende tal” (Lacan,
1984, p. 8)

Conclusiones preliminares
Como conclusión damos como conceptualización el hecho que desde los tiempos
antiguos donde el tema de que la persona se tomaba como loco por salir de lo
normal se le etiquetaba como poseído y se tenían una curación por los chamanes
y la oración, así al paso del tiempo fue cuando se fue cambiando este punto de
vista a un modo médico que se da como referente el modo psiquiátrico. Aunque ya
existían aportaciones anteriormente como las de Tomás de Aquino, no fue hasta el
surgimiento como tal de la psiquiatría a mediados del siglo XIX, que se empezó a
estudiar y diferenciar de la posesión. No obstante el concepto de loco seguía y
sigue siendo utilizado a manera de sinónimo.

De igual manera, no se puede hablar de un avance en cuanto a la forma de tratar


a una persona que ha sido diagnosticada, pues los métodos así como las
instancias y la manera de diagnosticar son bastante primitivos. Se vive en una
sociedad donde la autosugestión y la automedicación se vive día a día. No hay un
cuestionamiento una vez que se emite un diagnóstico, sólo hay esa preocupación
por obtenerlo y proseguir a la medicación a modo de poner un fin a un trastorno
muchas veces fantasma por así decirlo.

Se pudiera ver a la psiquiatría como una industria la cual no da resultados, pero si


genera muchos ingresos, ya que si lo vemos desde el DSM, la cantidad de
trastornos que entran con cada ejemplar, así como los diagnósticos es ridículo, al
punto de que si nos basáramos sólo en él, todas las personas nos identificaríamos
con la mayoría de los trastornos. Además que con la psiquiatría no se logró del
todo un avance, pues sigue utilizando la tortura a manera de curación. Visto de
este modo podíamos cuestionar acerca de quién se encuentra más loco, si el
paciente o el psiquiatra, además de poner en duda el uso de “cura” y llamarlo
control.

Pero un punto bueno para reflexionar es el hecho que antes como en la actualidad
la oración es un método o un tipo de curación donde la persona ora para la
salvación y/o recuperación de la persona al presentar, llámese una locura,
trastorno mental, posesión o cualquier condición que sea preocupante. Ya que al
paso del tiempo, la creencia hacia una religión es algo que se marcó desde hace
años y en la actualidad sigue perteneciendo, entonces la dicha de tratar con una
enfermedad mental como una posesión se tiene que llevar en conjunto un
diagnóstico para poder distinguir que es lo que puede la persona presentar,
porque como anteriormente mencionado una posesión se puede confundir con
una esquizofrenia o un trastorno posesivo. Además de que debe existir esa
apertura a trabajar de manera conjunta, analizando cada uno de los casos para no
caer en un mal diagnóstico, que lo único que hará es afectar a la persona. No
debemos negar algo, sólo por el hecho de no conocerlo, como en el caso de
alguna posesión, ya que por más absurdo que nos parezca, hay cosas que
simplemente no se pueden explicar con la ciencia.

Por último, podríamos decir que la manera de referirse a una persona con
pensamientos o comportamientos diferentes no ha cambiado, se sigue recurriendo
al aislamiento y la medicación para atontar y controlar, a pesar del paso del
tiempo, sólo se ha regresado a las mismas teorías y mecanismos retrógrado
donde no se busca la integración y la aceptación a lo diferente, sólo se juzga al
parecernos difícil de entender. Como dice (Vásquez Rocca, 2011) Thomas Szasz
psiquiatra y psicoanalista que actualmente dirige una ardua lucha contra los
internamientos psiquiátricos, señala que la enfermedad mental no existe y que los.
“Locos” son sólo aquello que tratan de decirnos cosas incómodas, eso que no
queremos oír. Por ello la sociedad cuenta con los psiquiatras para silenciarlos.

Bibliografía
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Obtenido de http://dle.rae.es/?id=TmqxclV

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