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De los chicos de Dar

Para los 100 años de la Escuela N° 56 “Angel Cayetano Bardelli”

“La verdad que el viaje supero todas mis expectativas, la pase realmente bien y disfrute cada minuto
con los chicos. Me transmitieron muchas energías positivas y la verdad que ver la cara de felicidad
de los chicos me lleno de alegría y placer ya que todo el esfuerzo que hicimos sirvió para algo.
Espero con ansias que sea octubre para poder ir nuevamente y poder abrazar a los chicos”, Caro
Zysman

“Realmente, fueron 3 días en los que experimente sentimientos mas fuertes a los que había sentido
en 15 anos de mi vida. El cariño de los chicos, la predisposición a las actividades a pesar del frió o
de mil factores que pueden molestarles, me dejo maravillado. Y hoy, estoy feliz por haber podido
viajar y estoy seguro de que volveré a la escuelita para sentir de nuevo ese cariño”, Rodrigo
“corcho” Marabi

“Volví del viaje llena de emociones y con mucha satisfacción por saber que todo lo planeado fue
muy bien logrado. Volví del viaje llena de nuevos amiguitos a los cuales adoro y extraño y pienso
en ellos frecuentemente. Volví del viaje con muchas pilas para seguir en este proyecto y satisfecha
porque todo lo que hicimos valió mucho la pena.”, Caro Potap

“El viaje fue una experiencia inolvidable para mi, en la que me llene de amor y cariño que me
dieron los chicos. En él se ve reflejado que todo el esfuerzo realizado durante el año vale la pena tan
sólo aunque sea para ver la carita de felicidad de Augusto o de Oscar, o de cualquiera de los chicos
durante esos tres hermosos días”, Mica Marek

“El viaje para mi es una experiencia sin igual. Las emociones que se viven, las sonrisas de cada
chico, las caritas de felicidad mientras hacen pulseritas o bailan, como se entusiasman con los
juegos es la sensación mas reconfortante de todas. Armando: cuida mis orejitas eh!
Los quiero mucho”, Daiu

“El viaje fue muy bueno, descubrí cosas que no me imaginaba y otra realidad. Se extraña mucho a
los chicos, sus ganas de jugar, su cariño hacia nosotros. Los quiero mucho y los extraño”, Brian
Antar

“Ojalá que todos sus días sean tan felices como los que pasamos juntos. Los queremos y los
extrañamos muchísimo” Carolina Tuchin y Michele Lichenztein

“Todo lo que pasó en Puerto fue increíble, ver los ojos llorosos de Macarena al irnos, o ver cómo se
conmovieron esos hermosos chicos al decir adiós. Lo que no saben es que vamos a volver, con más
ganas, y más aliento, para jugar, estar y escuchar a los nenes de la prestigiosa escuela N° 56 “Angel
Bardelli” Laura Gewerc

“Fue una experiencia increíble.. Desde las risas de Macarena, hasta las historias que me contaba
Catrian. Fue un viaje realmente conmovedor, la pase genial.” Micaela Masri

“Desde que nos subimos al micro de vuelta los extrañamos como a nadie. El cariño que les
tomamos es incalculable y cada dibujito y cada pulserita que hicimos juntos fue único e
inigualable” Tatiana Keretz
“Gracias por haberme hecho pasar 3 días espectaculares dejándome conocerlos y poniéndole
muchas ganas a cada cosa que hicimos. Espero podernos ver pronto, los quiero mucho” Michele
Falik

“Me encantó el viaje, lo disfruté mucho con todos, sentí que todo lo que habíamos hecho realmente
valía la pena, cada día los extraño más. Espero con ansias verlos pronto, los quiero” Tito Izon.

“Antes que nada espero que estén bien! Yo no pude ir a éste último viaje. Pienso en ustedes y me
los imagino re grandes, no saben las ganas que tengo de verlos. Nunca `pierdan esas ganas de jugar
y de aprender. Espero poder seguir recibiendo tantos besos, abrazos y cartas como sólo ustedes
saben dar. Los quiero, los extraño y falta poco para vernos!” Bianca Rozental

“Lamento muchísimo no haber podido ir a este viaje, pero espero poder ir al próximo! Porque los
extraño muchísimo! Sus juegos, sus sonrisas, sus risas,¡todo! los quiero de todo corazón y todos los
días me acuerdo de ustedes” Julia Tauscher.

“Les deseo que en estos años que pasaron hayan sido llenos de aprendizaje y alegrías. El viaje que
hicimos me ayudo a madurar mucho como persona y a valorar mucho más lo que yo tengo. Cada
uno de ustedes ocupan un lugar muy importante en mí. Cada beso de Macarena, o abrazo de
Carolina son muy importantes. Todos los dibujos que recibí, como el de Franco, el de Daniel, y el
de Gonzalo los tengo colgados en mi cuarto, y los miro todos los días, ellos me dan fuerzas para
seguir adelante. Espero que sigan con esas sonrisas y con el buen humor que me mostraron los días
que estuve ahí y mucho más, espero con muchísimas ansias el próximo viaje. Los quiero mucho y
nos vemos en un tiempito” Cindy Russo

“Fue una experiencia espectacular, sin contar que en nuestro grupo nos llevábamos muy bien.
Puedo contar una anécdota que va a ser muy difícil de olvidar. En el tiempo libre jugué a básquet
con Pocho y al terminar me preguntó
-¿Van a volver algún día?-
-Sí, en Octubre.-
-Por favor vuelvan vos, Iván y Brian- Dijo Pocho.” Tomas Bertisch

“Este viaje fue muy importante, lleno de enseñanzas y el cariño que me dieron los chicos fue muy
lindo. Yo con los que más me vincule fue con Armando y con el Pocho. Extraño mucho a todos.
Gracias a todos por hacerme pasar unos 3 días increíbles” Matias Awenzten

“Fue una experiencia muy buena a nivel personal, ya que pude disfrutar mucho viendo como los
chicos se divertían en cada actividad que hacíamos para ellos” Gaston Stern.

“Muchas gracias por hacerme pasar unos días increíbles, por dejarnos pasar junto a ustedes e ir
aprendiendo juntos. Gracias por brindarnos su amor a través de besos, abrazos, dibujos, chistes y
sonrisas. Los quiero muchísimo!.” Julieta Aisenberg.
Estimados padres, alumnos, ex alumnos y profesoras de la escuela numero 56 de Puerto Yeruá:
Se vienen los 100 años de la escuela y los chicos de Dar no queríamos dejar pasar la oportunidad de
contarles lo mucho que eso nos alegra.
Hace 4 años ya que formamos éste hermoso vinculo. 4 años en los que la escuela creció, los chicos
crecieron y afortunadamente, nosotros también. Crecimos para ver todo esto y aprender a valorarlo
como a ningún otra cosa.
La realidad es que todo aquel integrante del proyecto Dar es Dar es consiente que una vez que
viajan a la escuela Nº56 de Puerto Yeruá vuelve hecho una persona distinta. Cada sonrisa, cada
abrazo, cada lagrima que nos dedican es una porción de sol que nos ilumina, que nos ayuda a
darnos cuenta de lo mucho que nos interesa la escuela y al mismo tiempo nos hace dar cuenta de las
ganas que todos tenemos de seguir, de hacer todo para compartir con los chicos cada momento que
podamos. Cada día nos damos cuenta que esta es también nuestra escuela.
100 años no es solo una cifra, un número como éste representa esfuerzo, sacrificio, experiencia,
miles de momentos vividos, y mucha gente con recuerdos, con un presente en la escuela, y
probablemente, esperanza, la misma esperanza que nos identifica a nosotros. Aquella que se
caracteriza por el cariño a la escuela y por las ganas de que ésta pueda desarrollarse crecer y abrigar
día a día a cada niño que asista, a poder brindarles su apoyo incondicional en esta etapa de su vida.
El hecho de que estén hoy reunidos aquí demuestra todas estas cosas, que, asimismo, nos dan la
pauta para poder seguir trabajando incansablemente junto a ustedes por el bien del espíritu que hoy
homenajeamos. Y digo espíritu porque este lugar podría ser un simple edificio, pero en cambio es
mucho más que eso. Es un lugar que congrega y congregó a todo tipo de personas incluso a muchos
chicos de capital con un solo sueño: el de ayudar. Y aun así es tan reciproco el lazo, que año a año
mas gente se suma al proyecto, con el mismo fin, un fin común que nos caracteriza y enorgullece: el
de poder ayudar al prójimo y poder recibir el cariño de cada niño en la escuela.
Lamentamos de todo corazón no poder concurrir todos los que queríamos al acto por los 100 años
de la escuela Nº56 de Puerto Yeruá “A. C. Bardelli”, pero queremos que sepan cuanto adoramos que
nos reciban cada viaje, y agradecerles todo lo que nos dan.

Martin Szekely
Dar es Dar
Dice una canción:
“Quien dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón…”

Hace más de 30 años que trabajo en educación. En diferentes escuelas al principio de mi carrera
laboral hasta que hace 15 años comencé a trabajar el la Escuela Ort, Sede Belgrano, que es desde
esa fecha donde paso 12 horas de mi vida, todos los días, en contacto con “mis” alumnos.
Muchos momentos de la tarea cotidiana me reconfortan, me hacen sentir con las mismas ganas o
más de las que tuve al comenzar.
Mis amigos me preguntan “¿cómo hago para estar tantas horas con tantos alumnos, todo el tiempo y
encima comentar que te gusta esa tarea…”
Y bueno, es así, a mí me apasiona lo que hago, me dá más ganas de generar proyectos y de ofrecer
mi corazón para esta tarea tan grata que para mí es tratar de educar a quienes me dejen intentarlo.
Hace unos años, a pedido y “exigencia” de algunos alumnos de la escuela comenzamos a pensar en
la idea de un proyecto solidario. La intención era apadrinar una escuela, pero no solamente para
llevarles cosas materiales, sino que, además de eso, poder establecer un contacto bien cercano con
la comunidad educativa de ese lugar, tratar de relacionarnos con el pueblo e intentar mejorar un
poco la calidad de vida de esas familias.
Optimistas?
Locos?
Ingenuos?
Soñadores?
De todo un poco…
Esta realidad que ya supera una simple intención, me hace reflexionar, entre muchas otras cosas,
que cuando uno quiere puede llegar a convertir en realidad lo que proyecta y sueña.
Con las dificultades que se van presentando, algunas mucho más profundas y dolorosas.
Sabiendo desde donde uno comienza a intentarlo y teniendo muy claro cual es el objetivo final.
Y teniendo muy en cuenta que alguien va a estar siempre a cada lado para tender una mano y una
posibilidad para mejorar y progresar.
Yo le agradezco a toda esta comunidad, a la directora, a las maestras, a los padres, y especialmente
a los alumnos de la escuelita que hayan decidido tomar nuestras manos.
Esos alumnos que hace más de 3 años también son “mis” alumnos.
En cada viaje que hacemos, lo que sentimos es que no esperaban tan solo nuestras
"cosas materiales", sino que lo que más esperaban era a NOSOTROS, a nuestras
actividades, nuestro afecto y compromiso con ellos.
Me costó mucho llegar hasta aquí para este festejo.
Primero por algunas dificultades personales y de organización y después por la niebla.
Estoy feliz de estar junto a ustedes en estos primeros 100 años.
Los queremos muchísimo.
Y sepan que si bien hoy estoy solo con ustedes, todo un grupo de ex alumnos, alumnos y
docentes están conmigo y con ustedes en todo momento: ellos son, como nos conocen por
aquí “LOS CHICOS DE DAR”

Lic. Marcelo Feiguin


Coordinador de Alumnos, Escuela Técnica Ort, Sede Belgrano

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