INSTITUTO PEDAGÓGICO DE MATURÍN MATURÍN ESTADO MONAGAS
FACILITADORA: BACHILLER:
Profa. Germaina Briceño Ronald R. Roca
C.I.: 20.138.886
MATURÍN, MARZO 2018
Importancia de la Investigación en la Profesión Docente
El docente en ejercicio debe participar activamente en la investigación de su propia
práctica, lo que implica que docencia e investigación deben estar estrechamente unidas y ser asumidas por el educador como un actividad intrínseca del cómo ser socializador y productor de conocimiento. Para asumir estos procesos, el mismo debe incorporarse a un proceso de desarrollo y perfeccionamiento profesional relacionados con cursos de especialización, maestría y doctorado, lo cual conducirá no sólo a convertirlo en un especialista en el área de conocimiento, sino que lo proveerá de las herramientas técnico científicas, dominio conceptual y procedimental adecuado para hacer investigación. Sin duda que el desarrollo de la investigación es una ocupación de compromiso del docente con y para la sociedad; la universidad lo que constituye un imperativo, ya que las consecuencias de dicha actividad crean un aporte favorable a los problemas que emergen de la sociedad. De igual forma, los productos de la investigación y la praxis cotidiana de la misma por parte de los docentes investigadores, significa una contribución reveladora para el mejoramiento de la calidad de la docencia y de desarrollo profesional en tiempos de cambio. La formación para la investigación es un proceso continuo de acciones orientadas a favorecer la apropiación y desarrollo de los conocimientos, habilidades y actitudes necesarios para que los docentes puedan desempeñar con éxito actividades productivas asociadas a la investigación científica, el desarrollo científico – tecnológico y la innovación, ya sea en el sector académico o en el productivo. Es importante destacar que la actividad investigativa tiene un conjunto de principios contemplados como: universalidad, democracia, innovación y pertinencia social, equidad y calidad; estos principios revelan el compromiso que tienen los investigadores docentes frente a la sociedad encargados de fortalecer la formación integral del investigador en el ámbito socioeducativo. El docente para perfeccionar su proceso de formación como investigador necesita aplicar mejoras significativas en las investigaciones a nivel institucional tanto académicas como financieras, esto con el objetivo de estimular y propiciar los ejes que involucren recientes formas de realizar investigaciones de calidad y garantizar diversidad de perspectivas en el contexto académico, científico y ético. Por otra parte dentro de las políticas de estímulo propiciadas por las universidades y diferentes entes especializados en el área, se hace necesario que el investigador deba ser clasificado considerando las jerarquías de los investigadores de acuerdo a los criterios de desarrollo científico y humanístico de las universidades, esto con el objetivo de formar y contar con investigadores de calidad capaces de responder a los retos de la sociedad del conocimiento. A partir de estos argumentos es necesario expresar que la formación del docente ha de interpretarse como el proceso complejo y de compromiso donde deben coadyuvar el interés del docente de la institución y el estado con la finalidad de producir y desarrollar profesionales comprometidos con esta profesión y capaces de responder a los retos de la sociedad. Desde esta perspectiva el docente se concibe como un creador de experiencias para la producción de conocimientos que promueve el trabajo investigativo participativo como parte de sus actividades cotidianas, haciendo reflexión y búsqueda de soluciones a los problemas de la humanidad. Por tanto, la investigación en el ámbito socioeducativo, se debe asumir como un proceso colaborativo dinámico y cambiante donde el diálogo y la deliberación proporcionen los insumos requeridos para generar reflexiones no circunscritas a los sesgos propios, sino a una perspectiva que transcienda hacia la búsqueda de nuevos parámetros de acción. De acuerdo a lo anterior se puede concluir que la investigación educativa nos permite no solo generar un camino con el cual podamos analizar las necesidades que el docente tiene tanto en su quehacer dentro de su lugar de trabajo como en su progreso profesional, con el fin de mejorar la calidad educativa; si no también es una herramienta para buscar y evaluar las nuevas pedagogías, metodologías y didácticas que se forman a través de la interacción de todos los sujetos (internos y externos) que participan en el proceso de enseñanza aprendizaje. Es claro que la investigación educativa no es una solución a los problemas de la educación, simplemente es una campo que nos permite realizar procesos investigativos de donde los resultados de estos fomenten y generen nuevas estructuras educativas, entender e interpretar nuevas formas de pensamiento al igual que nuevas formas de actuar en el aula. Finalmente no debemos olvidar que la investigación va de la mano de la evolución y desarrollo de la educación, lo cual nos permite deducir que aún falta por explorar nuevos campos en donde la investigación siga teniendo importancia.