Reduzca la cuenta de energía

A desconectar los equipos

“vampiro”
Por Juan Carlos López García
Editor del portal Eduteka.org

Disminuir el consumo de energía eléctrica es un propósito actual de gobiernos, empresas y

familias. Sin embargo, cada día entran en funcionamiento millones de nuevos artefactos que
consumen millones de kilovatios. Generar la suficiente energía eléctrica es un dolor de cabeza
para los ministerios del ramo en todos los países. Unos porque dependen de combustibles fósiles
para producirla, otros porque dependen del régimen de lluvias para mantener los embalses en
niveles adecuados (no podemos olvidar el apagón de los años 80).

Actualmente, las empresas fabricantes de electrodomésticos se preocupan por que sus productos,
por una parte sean amables con el medio ambiente y, por la otra, ayuden a ahorrar energía.
Incluso, varios países demandan de los fabricantes atender las exigencias de la Agencia de
Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA por su sigla en inglés). Esta agencia otorga la
etiqueta “Energy Star” para que el público identifique fácilmente equipos que cumplen con
normas medioambientales.

Por su parte, las familias pueden adoptar ciertas conductas para disminuir el consumo de energía
eléctrica y de paso bajar el valor de la factura de servicios públicos. Primero, fijarse en los
electrodomésticos que compran; preferir los que cumplen con normas de bajo consumo. Segundo,
apagar todo aquello que no estén utilizando (focos, televisores, radios, decodificadores de
televisión, cargadores de todo tipo, equipos de DVD, impresoras, computadores, etc).

Sin embargo, hay otra conducta que por lo regular no se tiene en cuenta: desconectar del toma
corriente los aparatos eléctricos. Según un estudio del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley,
el ocho por ciento de la cuenta de electricidad corresponde a aparatos que siguen consumiendo
energía aún cuando estén apagados. Esto se conoce como productos vampiro o Stand-by.

Los vampiros de energía eléctrica son aparatos que cuando se apagan entran en modo Stand-by,
lo que les permite entrar en funcionamiento más rápido, detectar permanentemente señales de un
control remoto o realizar acciones programadas como despertadores, emisiones de alertas o
encenderse en una fecha y hora determinada. Muchos de estos aparatos tienen paneles frontales
para desplegar información permanentemente (reloj, luces, etc), lo cual consume energía.

Por ejemplo, dejar conectado el horno microondas consume 70 vatios/hora en un día; esto
equivale a 4 minutos de funcionamiento del horno. Para hornear un paquete de crispetas se
requieren 2 minutos, por lo tanto, dejar conectado el horno al tomacorriente significa que en un
mes, este consume la energía necesaria para hornear 60 paquetes de crispetas. Se estima que en
Estados Unidos los artefactos vampiro consumen 4.000 millones de dólares cada año; una cifra
nada despreciable. Desafortunadamente en Colombia no tenemos cifras al respecto.
La solución más sencilla a esta situación consiste en desenchufar los aparatos del toma corriente
cuando no se utilicen, incluyendo los cargadores de todo tipo. Sin embargo, en ocasiones esto
puede resultar incomodo y en otras muy complejo ya que los tomas están ubicados detrás de
muebles pesados o en lugares de difícil acceso. En estos casos, utilizar una extensión multitoma
con un interruptor que corte la corriente resulta práctico. También hay tomacorrientes sencillos
con interruptor que se consiguen en cualquier ferretería. Por último, es buena idea apagar los
interruptores de la caja de fusibles cuando la familia sale de vacaciones, de puente o simplemente
cuando nadie va a ocupar el inmueble por varios días.

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Un estudio del Laboratorio Nacional
Lawrence Berkeley determinó que
el 8% de la factura de electricidad
corresponde a aparatos que siguen
consumiendo energía aún cuando
estén apagados.
http://www.epa.gov/espanol/
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