Si bien existen numerosas formas de especificar los tipos de cultura, varios expertos la
han clasificado de acuerdo a dos características distintivas: las definiciones y el desarrollo
de la misma.
Según sus definiciones:
CULTURA HISTÓRICA: aquí se entiende a la cultura como una herencia social. Indica la
relación que una sociedad establece con su pasado.
EL ISLAM
El Islam significa 'sumisión a Dios'. Comprende tres instituciones religiosas
fundamentales: el Corán, la Tradición del Profeta y las enseñanzas escritas y orales de
los juristas. A través del doble testimonio de la fe -"No hay más Dios que el Uno y Único"
(Alá); "Mahoma es el mensajero de Dios". El Corán proclama su mensaje esencial, "al-
tawhid" o 'Unidad Divina', la cual declara los derechos del Creador por encima de todo lo
relativo a nuestra existencia terrena y se realiza en la existencia individual de todo aquel
que aproxime lo más posible a Dios sus pensamientos y acciones. Con ese fin se incita a
la lectura del Corán, a la invocación de los nombres de Dios y a las prácticas obligatorias
de la oración, el ayuno, la limosna y la peregrinación a La Meca, al menos una vez en la
vida.
Representante de Al-Queda, organización terrorista talibán
Moral y familia de la cultura islámica
La moral que regulaba la conducta de la comunidad islámica tradicional se
derivaba de la eticidad contenida en el Corán y en la tradición del Profeta.
Según éstas, ordenar el bien y prohibir el mal son un mandato divino. Todo musulmán
tiene, en consecuencia, la obligación de denunciar los actos
contrarios al mismo. La tradición establecía las normas de cortesía, los gestos y palabras
del saludo, las felicitaciones para los buenos momentos y
los consuelos para las pruebas de la vida. Establecía también los preceptos de todo
comportamiento, entre ellos, el uso de atuendos tradicionales y
del turbante como símbolo de la dignidad del creyente y de su alianza con el cielo.
El cumplimiento de la moral musulmana fue una función jurídicamente establecida en la
comunidad islámica, y conferida en la jerarquía ciudadana al
almotacen o zabazoque, responsable de la aplicación de los valores éticos a la práctica
de la vida cotidiana. Inspeccionaba los pesos y medidas del
mercado, la equidad en las transacciones comerciales, la calificación de las profesiones y
era árbitro de las disputas habidas entre patronos y
empleados.
La comunidad islámica tradicional estableció por derecho divino la naturaleza patriarcal de
la familia musulmana. Significa la autoridad del padre o del
abuelo sobre el colectivo familiar y la del marido sobre la esposa, que se deriva de la ley
coránica según la cual "los hombres tienen autoridad sobre
las mujeres en virtud de la preferencia que Dios ha dado a unos más que a otros y de los
bienes que gastan".
Mujeres afganas
Caminan despacio, pues la ley prohíbe que sus pasos sean escuchados. Su figura debe
ser una sombra envuelta en telas de colores apagados que no inciten el deseo masculino;
ni un milímetro de su cuerpo debe ser mostrado a la luz bajo pena de lapidación pública.
Su rostro, invisible, anónimo, es sepultado en vida tras una reja de hilo. Su rostro, tan
peligroso para los hombres, tan desafiante, tan letal, tan ofensivo. La sonrisa, sorda y
hueca, también está prohibida. Como sus voces y sus cantos, escondidos tras el velo de
un silencio dramático y hondo. Todo está prohibido para las mujeres afganas;
especialmente, la posibilidad de soñar un mundo distinto: horizontes que trasciendan
el burqa que ahoga su rostro. Cualquier gesto cotidiano se convierte en utopía. Respirar,
seguir viviendo, ya es una victoria.
Desde que en 1996 los taliban (estudiantes del Corán) tomaran el poder e impusieran
la sharia (ley islámica) en la más extrema de sus interpretaciones, las mujeres afganas
viven despojadas de sus derechos fundamentales. Bajo el prisma de un fanatismo que
recuerda a los capítulos más terribles de la historia -como el apartheid sudafricano o el
genocidio judío- la mujer es considerada como "una flor que debe permanecer en la casa,
para que el hombre al volver huela su perfume". Es la forma sutil de los talibán de
condenar a las mujeres a una pesadilla interminable. El "Ministerio para Regular lo que es
Correcto y Prohibir lo que es Incorrecto" salvaguarda a las mujeres de los vicios y el
pecado. Para ello, las obliga a cubrirse con el burqa, una larga túnica cuya única abertura
es una pequeña rejilla a la altura de los ojos; único resquicio por donde las mujeres
afganas tienen la posibilidad de contemplar el mundo.
Tampoco pueden trabajar fuera de casa, ni acudir al colegio o a la universidad. Las únicas
posibilidades de trabajo son labores de costura, lavado de ropa y enseñanza del Corán.
No pueden salir a la calle sin un mahram (marido, padre o hermano). No pueden mirar a
un hombre que no sea de su familia. No pueden manejar un coche, ni montar en bicicleta.
No pueden hablar en público. No pueden ser atendidas por un médico. No pueden
asomarse al balcón, ver la televisión, asistir a reuniones, ni reírse. Cualquier desliz en su
comportamiento puede causarles la muerte. Son asesinadas por exponer alguna parte de
su cuerpo accidentalmente mientras caminan o por no utilizar unos zapatos
suficientemente silenciosos como para pasar des
En tercer lugar, es crucial la revitalización del taoísmo, el cual conocido ahora bajo el nombre de
las oscuras doctrinas, o las oscuras enseñanzas (xuan xue), origina una serie de obras de arte
importantes y cuenta con un abanico de personajes cuyo ideal de vida está a años del
confucianismo; fijémonos, por ejemplo, en los "siete genios del bosque de bambú".