Defensa Personal, una aclaración

Históricamente se ha relacionado a la Defensa Personal con las Artes Marciales o las

Disciplinas de Combate Este hecho es tan frecuente que he llegado a escuchar que
algunas Artes Marciales o algunas Disciplinas de Combate son mejores que otras
para la práctica de la Defensa Personal. Nada más apartado de la realidad. Cualquier
artista marcial o practicante de cualquier disciplina -si su nivel es bueno- está
capacitado para defenderse, por lo tanto como se ha repetido innumerable cantidad de
veces: No hay Artes Marciales mejores que otras lo que hay son “artistas marciales”
mejores que otros .Realizo está aclaración y aprovecho, para citar la frase de un viejo
maestro: “El Arte marcial es un camino de mística y respeto a sí mismo, al comprender
esto veras que el Arte Marcial es el arte de vivir”.

¿De qué hablamos cuando hablamos de defensa personal?

¿Nos estamos refiriendo a la forma de lanzar bien una patada? ¿A poder realizarle al
agresor una palanca que lo deje fuera de combate? ¿A saber pelear en el piso? ¿A
poder romper con los puños y los píes maderas, ladrillos o barras de hielo? ¿Cuando
hablamos de defensa personal, estamos diciendo que vamos a aprender los secretos
de la temida pelea callejera? O que estamos preparados para el combate con varios
agresores, tal vez también se entienda por defensa personal alguien que puede
combatir contra uno o varios agresores armados con puñales o armas de fuego.

El imaginario colectivo es el conjunto de imágenes que hemos interiorizados, y en

base a las cuales miramos y clasificamos nuestro entorno, esta percepción, al ubicarse
en un contexto determinado, no siempre concuerda con la realidad. A través de sus
productos el cine y la televisión han logrado que la mayoría de las personas crean que
lo que ven en las series televisivas y las películas de acción es realizable por un ser
humano. Sin temor a equivocarme puedo afirmar que el 90 % de lo que se ve es
prácticamente imposible de recrear en la vida real. La defensa personal hoy en día no
es un arte marcial como lo son el Judo, el Aikido, el Karate, el Kung fu, el Taekwondo,
etc tampoco es una disciplina de combate como el Box, el Full Contac, el King
Boxing, el Vale todo, etc.

¿Qué es entonces la Defensa Personal?

En el mundo de hoy la defensa personal tiene un carácter univoco, si bien todas las
artes marciales nos enseñan a defendernos, la defensa personal tiene objetivos y
fundamentos propios. Estos objetivos y fundamentos están orientados básicamente a
proteger nuestro bien más preciado: la vida. Por lo tanto en defensa personal nos
preocuparemos solamente de conocer, aprender y aplicar técnicas y tácticas de
interacción, ya sean previas al uso de la fuerza o para detener o repeler un ataque y
dejaremos para las artes marciales la competencia, la estética, los símbolos, las
graduaciones, los saludos, los uniformes y todo ese maravilloso mundo que llena de
contenido la identidad de cada estilo marcial.
Diferencias entre la Defensa Personal las Artes Marciales y las Disciplinas de
Combate

El Método

La mayoría de las personas que quieren aprender a defenderse no están dispuestas a

esperar un par de años, que es el tiempo mínimo de aprendizaje en cualquier arte
marcial, tampoco están dispuestas a entrenar su cuerpo como lo haría un boxeador o
un luchador libre. Los tiempos y las condiciones que se manejan en las artes marciales
y las disciplinas de combate tampoco son aplicables a un policía, militar o custodio que
tenga que aprender a defenderse. Debido a esto es que se impone la aplicación de un
“método” de defensa personal que contemple entre otros factores los siguientes: poco
o nulas condiciones físicas por parte de los alumnos y poder transferir los contenidos
en un tiempo relativamente corto.

Los escenarios

En defensa personal se aprende a pelear en escenarios reales. Poco tiene que ver un
combate en un ring de box o en un tatami (colchoneta donde se practican las artes
marciales) con luchar en un ascensor, pasillo, playa de estacionamiento o en el
interior de un colectivo, un avión o en un local de diversión nocturna. Las
circunstancias y los escenarios son en defensa personal, por lo general los que
condicionan el tipo de combate.

La indumentaria

En defensa personal se aprende a combatir con la ropa que se usa cotidianamente.

Los uniformes de las artes marciales como el karategui, Judogi, Hakama, Dobok, etc.
al igual que en las disciplinas de combate las calzas, pantalón corto, protectores
inguinales, guantes, etc. le brindan al practicante una comodidad y una seguridad en
los movimientos que no ofrecen un pantalón o un saco de vestir, un zapato o la falda
de una mujer.

Las armas

Las estadísticas nos dicen que frente un asalto el 65% de las amenazas son
realizadas con armas de fuego y el resto con armas blancas. Además los escenarios
posibles son siempre tres: el arma la tiene el agresor, el arma la tiene la víctima o los
dos están armados, estás características en los delitos contra las personas obliga a
que en defensa personal se aprendan los conceptos básicos en el uso de las armas de
fuego o corto punzantes.

Las tácticas de interacción

En defensa personal se aplican tácticas de interacción ajenas a las artes marciales y

las disciplinas de combate. La lectura de escenarios de riesgo, aplicación del método
OODA, interpretación del lenguaje corporal, manejo asertivo de la emoción en
situaciones de crisis, etc. son conceptos o líneas de acción que tienen un
preponderancia vital en la práctica de la defensa personal.
El marco legal

A diferencia de lo que puede suceder en un torneo de artes marciales o en un combate

de box o vale todo, la persona que se defiende, si su accionar no queda encuadrado
en la figura penal que establece la Legítima Defensa, será procesado judicialmente.

Conclusión

Desde hace algunos años en el primer mundo comenzaron a aparecer distintos

métodos y estilos de defensa personal, la mayoría de ellos pergeniados por
instructores de artes marciales con mucha experiencia en la capacitación de fuerzas
policiales o tropas militares, es el caso del famoso Krav Maga israelí, el letal Kokkar
norte americano o el temible S.O.G Close Combat francés. Todos estos métodos se
fundamentan en prácticas realistas donde al practicante vivencia situaciones como las
que por su condición le tocará enfrentar en la calle.