Número 9

Sábado, 4
de septiembre
de 2010
El perseguidor
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CURSO CARLOS SALEM
“La calle está
Canarias y el llena de poesía”
bicentenario de
la independencia la entrevista de
de Venezuela EDUARDO GARCÍA ROJAS

TRES POETAS GRIEGOS

YORGOS SEFERIS,IOANNATSATSU Y ÁNGUELOS SEFERIADIS

Arriba, Ioanna Tsatsu y

Konstantinos Tsatsos.
Debajo, Yorgos Seferis.
Al lado de la primera
imagen, uno de los
niños víctima de la
represión turca en
Esmirna. La pintada
dice: “Nadie olvida.
Nada se olvida”. Debajo,
y según reza el pie de
fotografía del periódico
griego donde se recoge:
“Esmirna: Separando a
los hombres para su
expulsión”. / DA

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2 El perseguidor Sábado, 4
de septiembre de 2010

CARLOS SALEM / escritor

Pese a su apariencia de pirata, Carlos Salem (Buenos Aires, Argentina, 1959) es un escritor que ha sabido dotar a casi todas sus novelas de
toneladas de humor, desenfado y ternura que no dejan indiferente a nadie. Su vida misma resulta a ratos igual de apasionante que sus libros,
algunos de los cuales son originales historias policíacas que como Pero sigo siendo el Rey (con Don Juan Carlos I como coprotagonista) o Matar
y guardar la ropa (un asesino a sueldo recibe el encargo de eliminar a un personaje influyente en un balneario nudista) han conciliado éxito
de público y de crítica, algo poco habitual en el escenario literario nacional. Otras obras de Salem son Yo lloré con Terminator 2: relatos de
cerveza ficción, Camino de ida y Cracovia sin ti, por la que obtuvo el premio Seseña de Novela Romántica 2010.

“LA CALLE
ESTÁ LLENA
DE POESÍA”
EDUARDO GARCÍA ROJAS que describo no como el clásico investiga-
dor privado pobrete del género, sino
- No sé si fu escrita con ánimo provocador alguien que ha sabido progresar en la
pero sonó bastante cuando la editorial Salto vida. Así que unir al Rey de España con
de Página publicó su novela Pero sigo siendo Arregui me pareció que podía resultar
el Rey porque uno de sus protagonistas es muy interesante. Don Juan Carlos I a los
Don Juan Carlos I. ¿Hubo conspiraciones en diez años fue usado como moneda de
la sombra para que este libro no saliera ade- cambio ante Franco mientras era príncipe
lante? ¿Sabe cuál fue la reacción de la Casa de ninguna parte. Y esos años tuvieron
Real cuando se enteraron que el Rey de que ser muy duros, porque dejó su infan-
España era el coprotagonista de una novela cia atrás sin apenas darse cuenta. Si estu-
policiaca escrita en español? dias su biografía descubres a un perso-
- Lo único que puedo comentarte es que naje lleno de vida pero también desgra-
me consta que la editorial envió un ejem- cias, elementos que me parecieron atrac-
plar de la novela a la Casa Real y que tivos porque no lo distancia de nosotros
pasado como unos dos meses, la misma sino que lo acerca. De todas formas, y par-
Casa Real respondió a ese envío agrade- tiendo de la base que a mi la institución
ciéndolo en nombre del mismo Rey, quien me da igual, no se me caen los anillos al
añadió al autor, o sea yo mismo, una dedi- afirmar que la monarquía funcionó en su
catoria muy cariñosa. momento como bisagra para que este
- Al margen de la novela, ¿cuál es su visión santo país que es España alcanzara una
personal del Rey de España? transición relativamente poco estruen-
- Yo vengo de una república como es la dosa y que todavía hoy continúa ope-
de Argentina y he llegado a al conclusión rando más o menos de esa misma
que ese modelo no es la solución para manera.
nada. No obstante, puedo comprender - En su novela los dos protagonistas --el
que desde un punto de vista histórico en Rey de España y Arregui-- se pierden en lo
España se tenga otra visión de república que algunos denominan como España pro-
porque su proceso fue brutalmente ampu- funda. La pregunta es ¿aún existe una
tado por una guerra civil, pero de ahí al España profunda?
hecho de que ahora algunos pretendan - Existe. Lo que sucede es que yo la
que se restablezca convengamos que, sin- llamo la España frenada. Y a ella pertene-
ceramente, lo que saldría sería bastante cen muchos de aquellos que insisten en
parecido a lo que tenemos en la actuali- continuar recordando que asesinaron a
dad, sólo que sin el Rey y los demás miem- su abuelo durante la Guerra Civil, inde-
bros de la Casa Real. Pienso además que pendientemente del bando al que perte-
restablecer un hipotético sistema republi- neciera porque en España, seamos since-
cano en este país no es el problema más ros de una vez, muchos fueron naciona-
urgente que preocupa a los españoles, les y otros republicanos según les tocará
incluso antes de la maldita crisis que ahora geográficamente la guerra. Y ese senti-
nos acosa. miento rancio ha sobrevivido porque a
- ¿Que le atrajo entonces del Rey de este país le cuesta un riñón quitarse la
España para convertirlo en personaje de esta máscara del tardo franquismo. Así que,
novela? efectivamente, hay una España frenada
- En el aspecto literario a mí el personaje pero también hay una Francia y una Italia
del Rey me atrajo porque me parece un frenada. Y de esto sé algo, porque gran
personaje goloso. Muy goloso. Así que parte de mi vida me la he pasado viajando
pensé que podía hacer buena pareja con el por el mundo.
detective protagonista. Un señor llamado - Usted ha tanteado casi todos los géne-
Arregui que es un investigador privado ros pero parece que donde realmente se

Sábado, 4
de septiembre de 2010
siente cómodo es en los territorios de la
novela policíaca.
- He leído toda clase de literatura por-
que yo desde siempre lo que quería hacer
era escribir una novela. En la novela negra
encontré el género capaz de equilibrar el
humor y la ironía que me gusta destilar en
mis libros, así como el más capaz para ubi-
car a los personajes ante situaciones
excepcionales en su aburrida vida coti-
diana. Este género demanda, además, una
arquitectura diferente, casi como si fuera
una percha en la que poder apoyarte para
reflexionar sobre la sociedad y de paso
poner en jaque al protagonista. No obs-
tante, y como apuntas, alterno los géne-
ros. He escrito una historia romántica en
la que narro las idioteces que hacemos
cuando nos enamoramos. Se llama Craco-
via sin ti, y fue premio Ciudad de Seseña.
- Literatura de géneros. ¿Existen real-
En cuanto a las
novelas donde el
protagonista es un
investigador privado
hay que partir
siempre de Raymond
Chandler, que fue
quien lo transformó
todo. Es verdad que
heredado en parte del
legado dejado por
Dashiell Hammett,
pero Chandler lo
completa, cierra a la
perfección el ciclo del
detective privado
como una especie de
caballero sin espada
moderno
mente eso que llaman literatura de género o
es un invento?
- He leído novelas y cuentos de casi
todos los géneros habidos y por haber pero
no porque fueran novelas o cuentos de
género sino sencillamente porque me gus-
taban. En mi caso concreto, lo que pre-
tendo cuando escribo novelas es mezclar
los que me gustan. Así que de alguna
manera podría decirse que se tratan de
novelas degeneradas más que de géneros.
No discuto, en todo caso, que la literatura
de géneros sea un recurso para algunos
autores y también un cálido refugio para
ciertos editores y periodistas con el fin de
encasillarte. Puede ser además, una estra-
tegia de los grandes centros comerciales
para saber dónde pueden colocarte. Algo
así como decir: a este señor o señora lo
situamos en la estantería de terror, a este
otro en la de ciencia ficción y al de más
allá en la de novela policiaca porque
entiendo que así piensan que contribuirán
a vender que es al fin y al cabo de lo que se
trata. Y si esas cosas pasan es porque la
literatura se come. Lo que sucede es que
en ocasiones la digieres y en otra te indi-
gesta. Y entre los que no pasan mi diges-
tión coloco a muchos escritores que escri-
ben novela negra pero no la aman. Se limi-
tan a redactarla, como si fueran oficinis-
tas, y eso para mi es relativamente senci-
llo.
- A la hora de leer una novela de este tipo
cuál le resulta más atractiva: la que tiene
como protagonista a un policía o a un detec-
tive privado; o a los fuera de la ley. Los foraji-
dos, los desesperados.
- Creo que hay tres tipos de novela negra
básica. Nos encontramos con la novela
protagonizado por un investigador pri-
vado o de la policía; también con la que el
personal principal puede ser un panadero,
camarero e incluso la víctima, y por último
aquella que narra el victimario, el asesino,
el psicópata. Es una frontera muy delgada.
En mi novela Matar y guardar la ropa, el
personaje central es un asesino a sueldo
que sospecha, en un balneario nudista en
el que se encuentra para cumplir una
misión, que el objetivo es él.
- Y el detective privado.
- En cuanto a las novelas donde el prota-
gonista es un investigador privado hay
que partir siempre de Raymond Chandler,
que fue quien lo transformó todo. Es ver-
dad que heredado en parte del legado
dejado por Dashiell Hammett, pero Chan-
dler lo completa, cierra a la perfección el
ciclo del detective privado como una espe-
cie de caballero sin espada moderno. Este
personaje, su Philip Marlow, por poner un
ejemplo, no reniega del todo del sistema
porque sabe que no lo puede cambiar pero
sí agita a quienes lo administran y lo hacen
El perseguidor 3
BUKOWSKI CLUB
Ya no estoy al frente del proyecto pero consistió fundamentalmente en
crear un bar literario en Madrid que no resultara aburrido y en el que
cualquiera pudiera leer sus poesías. En el Bukowski club no hacía falta
que contaras con padrinos para leer tus obras y la cosa marchó bien
cuando iniciamos estas sesiones --empezamos en 2006-- los miércoles y
domingos. Por lo que sé, aún funciona el invento porque de alguna
manera se ha convertido en un espacio abierto en Madrid y hoy se suma a
los dos o tres sitios donde te dejan leer poesía en público en la capital de
España.
Los canarios de Tuco fiero siempre al que no lleva la chapa.
Fíjate en las historias de Héctor Belascoa-
Films han adquirido rán de Paco Ignacio Taibo II.
- Pasemos a otro asunto. Usted es uno de
la opción de mi los miembros fundadores del Bukowski club.
¿Qué es el Bukowski club?
novela Matar y -Ya no estoy al frente del proyecto pero
consistió fundamentalmente en crear un
guardar la ropa para bar literario en Madrid que no resultara
adaptarla al cine. Y aburrido y en el que cualquiera pudiera
leer sus poesías. En el Bukowski club no
en eso estamos ahora. hacía falta que contaras con padrinos para
leer tus obras y la cosa marchó bien
Sé que consiguió cuando iniciamos estas sesiones --empe-
zamos en 2006-- los miércoles y domin-
subvención en la gos. Por lo que sé, aún funciona el invento
porque de alguna manera se ha conver-
modalidad de tido en un espacio abierto en Madrid y hoy
se suma a los dos o tres sitios donde te
desarrollo del dejan leer poesía en público en la capital
de España. La cuestión es que no lo
Gobierno de Canarias entiendo, aunque igual nadie se ha dado
cuenta todavía, pero te garantizo que la
y por lo que he calle está llena de poesía.
- Al parecer, una productora canaria se ha
podido enterarme el interesado en llevar al cine su novela Matar y
proyecto marcha. Es guardar la ropa. ¿Cómo va este proyecto?
- Primero tengo que decir que para mí
decir, que fue una alegría porque cuando mi editor
me comentó que estaba moviendo la
probablemente se novela entre varias productoras al final
con la que llegamos a un acuerdo fue con
comience a rodar en los canarios de Tuco Films, que adquirie-
ron la opción de Matar y guardar la ropa
2011 o en 2012 para adaptarla al cine. Y en eso estamos
ahora. Sé que consiguió subvención en la
porque con estas modalidad de desarrollo en la convocato-
ria del Gobierno de Canarias y por lo que
cosas nunca se sabe he podido enterarme el proyecto marcha.
Es decir, que probablemente se comience
a rodar en 2011 o en 2012 porque con
estas cosas nunca se sabe.
- Y mientras tanto continúa escribiendo.
¿Está trabajando alguna nueva novela?,
¿será otra vez negra?
- Efectivamente, estoy trabajando una
nueva novela y efectivamente se trata de
una historia policiaca. El título provisional
mal. Busca impartir justicia, una justicia es El otro hijo de Dios y en ella pretendo
pequeña para los que no suelen recibir jus- dar mi visión personal de la prensa del
ticia, y ese camino, el de buscar la verdad corazón. La historia comienza cuando uno
y ver a quien puede perjudicar lo han de los más populares periodistas del cora-
sabido captar otros grandes escritores a zón aparece muerto ahogado, y continúa
través de personajes como el Kurt Wallan- con otros brutales asesinatos de sus cole-
der, de Henning Mankell; el comisario gas. Todo apunta a que el asesino es
Adamsberg de la escritora Fred Vargas, el alguien que dice ser el hermano de Jesu-
comisario Montalbano de Andrea Cami-
lleri o el mismísimo Pepe Carvalho de
cristo, a quien estos periodistas ridiculiza-
ron tres años antes. Además de estos per-
Manuel Vázquez Montalbán… Es decir,
escritores que sitúan a sus protagonistas
sonajes, en la historia aparece un poeta de
nombre Poe y, cómo no, Arregui, mi detec-
como narradores de historias desde el tive privado y ya casi un habitual en mis
lado del más débil. De alguna manera, el historias negras. Lo de Arregui es porque
detective chandleriano observa a la gente me gusta que mis novelas se comuniquen
desde su misma altura. No es un entomó- entre sí y de paso me ahorro crear a otro
logo. Entre el detective y el policía, yo pre- detective privado.
4 El perseguidor
CICLO
CANARIAS Y LOS
CANARIOS EN LA
INDEPENDENCIA
DE VENEZUELA
El Museo de Historia de Tenerife (Casa Lercaro) en La Laguna acogerá del 7 al 10 de septiembre la XVII
Jornadas de Historia de América, que en esta edición están dedicadas a analizar Canarias y el
bicentenario de la independencia de Venezuela. El ciclo está organizado por el Centro de
Documentación de Canarias y América (Cedocam), dependiente del Organismo Autónomo de Museos y
Centros del Cabildo de Tenerife. El objetivo de esta semana es analizar, entre otros asuntos, el
protagonismo que asumieron los canarios y descendientes de canarios o isleños en este proceso a través
de una serie de conferencias y presentaciones de libros en los que está previsto participen destacados
especialistas de la península, Francia y el archipiélago.
RAFA CEDRÉS
E
l ciclo, cuya dirección asume el
coordinador del Cedocam, el
profesor titular de Historia de
América de la Universidad de
La Laguna, Manuel Hernán-
dez, comenzará el lunes 7 de septiembre
a las 19 horas con la conferencia Las Cor-
tes de Cádiz y América, que impartirá el
catedrático de Historia Contemporánea
de la Universidad de Cádiz, Alberto
Ramos Santana. Ese mismo día, pero a las
20.30, Manuel Lucena Giraldo, miembro
del Instituto de Historia del Consejo Supe-
rior de Investigaciones Científicas (CSIC),
expondrá Nuevas visiones de las indepen-
dencias hispanoamericanas.
El protagonismo de las jornadas del
miércoles 8 de septiembre recaerá en
Félix Rodríguez Mendoza, doctor en His-
toria por la Universidad de La Laguna, y la
directora de investigación del CERMA
CNRS de París, Frederique Langue, quie-
nes hablarán a las 19 y 20.30 horas, res-
pectivamente, de Canarias y la política
internacional durante las guerras de inde-
pendencia en Hispanoamérica y La inde-
pendencia de Venezuela, mito e historia.
El papel que asumieron canarios y des-
cendientes de canarios en el amplio fresco
de las guerras de liberación latinoameri-
canas ocupará los dos últimos días del
ciclo con las charlas El corso insurgente en
Canarias, a cargo del catedrático de His-
toria de América de la Universidad de La
Laguna, Manuel de Paz; El canario Isidro
Barrada, un héroe olvidado. La reconquista
de México de 1829, que expondrá el jueves
el doctor en Historia por la Universidad
del País Vasco, Josu Ruiz de Gordejuela
Urquijo; y el viernes, 10 de septiembre,
con la presentación de los libros Don
Domingo Cullen, diplomático, ministro
general, gobernador de Santa Fe y mártir
de la Federación, de Félix A. Chaparro y
Entre la fidelidad y la insurgencia. Textos
canarios sobre la Independencia de Vene-
zuela, ambos textos publicados reciente-
mente en ediciones al cuidado del direc-
tor del Cedocam, Manuel Hernández.
Hernández será el encargado de ofre-
cer la última conferencia de estas jorna-
das con el título Los canarios en la inde-
pendencia de Venezuela.
“El objeto de este ciclo es el de ofrecer
una visión general de los procesos de
independencia así como el papel que jugó
en los mismos las Cortes de Cádiz, cen-
trándonos con especial en el caso venezo-
lano, que este año celebra el bicentenario
de su liberación, y el mexicano a través de
la figura del canario Isidro Barradas,
quien fue primo de Francisco Miranda, y
que intentó en 1829 recuperar México
para la corona española”, explica Manuel
Hernández, quien recuerda la trascen-
dencia de estos procesos para la historia
común española y americana.
El estallido independentista comienza
a conjurarse en las colonias raíz de la inva-
sión napoleónica del territorio peninsular
y el vacío de poder que genera. En Cana-
rias, la recién constituida Junta Suprema
se plantea la independencia de España o
transformarse en protectorado británico
mientras el poder imperial francés conti-
núe en suelo español, explica Hernández.
Si a esto sumamos el persistente flujo
inmigratorio canario a estos territorios
sobre todo a principios del XIX, es inevita-
ble que los canarios del nuevo mundo
tuvieran un importante papel protago-
nista en los hechos que en la primera
mitad de ese siglo iban a desencadenarse.
Sábado, 4
de septiembre de 2010
LOS CONFERENCIANTES
Alberto Ramos Santana es catedrático de
Historia Contemporánea de la Universidad
de Cádiz y autor, entre otros libros, de 1808-
1812: los emblemas de la libertad, y de varios
artículos como José Martí, revolucionario y
escritor o Cádiz y el combate de Trafalgar.
Manuel Lucena Giraldo es autor de A los
cuatro vientos: las ciudades de la América
hispana y Francisco de Miranda, el precursor
de la independencia de Venezuela. Lucena
Giraldo es científico titular del Instituto de
Historia (Consejo Superior de Investigacio-
nes Científicas) en Madrid.
Félix Rodríguez Mendoza es profesor de
Historia por la Universidad de La Laguna,
obtuvo el Premio de Investigación America-
nista Seis de Septiembre por su tesis de
licenciatura Historia de una cadena migrato-
ria a América, Icod de los Vinos (1750-1830).
Colaborador habitual de la prensa tinerfeña,
ha mantenido su actividad académica. En su
tesis doctoral, Sociología de la emigración de
la comarca noroeste de Tenerife a América
durante 1750-1830, continuó la línea de
investigación de su tesis de licenciatura.
Frederique Langue, directora de Investiga-
ción de Centre de Recherches sur les Mon-
des Américains, del Centre National de la
Recherche Scientifique, es autora entre otras
obras de Historia de Venezuela. De la con-
quista a nuestros días y Mestizaje y reden-
ción en Venezuela. De las milicias coloniales
a la revolución bolivariana.
Manuel de Paz Sánchez es catedrático de
Historia de América de la Universidad de La
Laguna y autor de Historia de la francmaso-
nería en las islas Canarias (1739-1936); El
bandolerismo en Cuba (1800-1933). Presen-
cia canaria y protesta rural, escrita en cola-
boración y en dos volúmenes; Zona Rebelde.
La diplomacia española ante la revolución
cubana (1947-1960) y Zona de Guerra.
España y la revolución cubana (1960-1962),
así como de Militares masones de España.
Diccionario biográfico del siglo XX.
Josu Ruiz de Gordejuela Urquijo, doctor
en Historia por la Universidad del País Vasco,
es vicepresidente de la Real Sociedad Bas-
congada de Amigos del País (RSBAP) en
Álava, y autor del libro Los Vascos en el
México Decimonónico, 1810-1910.
Manuel Hernández González es profesor
titular de Historia de América de la Universi-
dad de La Laguna y coordinador del Cedo-
cam. En su bibliografía destacan los libros
Diego Correa, un liberal canario ante la
emancipación americana; Religiosidad popu-
lar en Tenerife durante el siglo XVIII; La Ilus-
tración en Canarias y su proyección en Amé-
rica; La esclavitud blanca (contribución al
estudio del inmigrante canario en América);
Los Conventos de La Orotava; La Ilustración
en Canarias; Canarias: La Emigración; La
Emigración canaria a América (1765-1824) y
Los canarios en la Venezuela colonial (1670-
1810).

Sábado, 4
de septiembre de 2010
EL BUEY SOBRE EL TEJADO /
DE MÚSICA Y LIBROS:
ÉRAMOS UNOS NIÑOS
Fue el verano en que murió Coltrane...
Los hippies alzaron sus brazos vacíos y
China hizo detonar la bomba de hidrógeno.
Jimi Hendrix prendió fuego a su guitarra
en Monterrey... Fue el verano del amor. Y en
aquel clima cambiante e inhóspito, un
encuentro casual cambió el curso de mi
vida: Fue el verano en que conocí
a Robert Mapplethorpe.
Patti Smith
SEVERO SERVANDO
S
i usted no es de los que se salta
sistemáticamente esta sección
seguramente conocerá a Patti
Smith, es probable que si escu-
cha su voz grave acometiendo
las primeras frases de Because the night o
de alguna otra de sus canciones más céle-
bres evoque su inconfundible imagen, tan
delgada y andrógina, su pelo en aparien-
cia permanentemente despeinado, su
mirada a la vez desafiante y algo ausente.
Su nombre, además, ha aparecido en los
medios numerosas veces durante los últi-
mos tiempos: La pasada temporada una
muestra de su obra gráfica recorrió
España, el TEA de Santa Cruz fue una de
las sedes que la acogió; hace poco más de
un mes actuó con su banda en diversas
ciudades de la Península y también ha
publicado recientemente Éramos unos
niños, memoria de sus primeros años en
Nueva York y emotiva narración de su atí-
pica historia de amor con el artista Robert
Mapplethorpe.
Nacida en Chicago el penúltimo día de
1946, Patricia Lee Smith creció en una
familia escasa de recursos económicos
pero con un ambiente de mentalidad
abierta y proclive a la cultura. De adoles-
cente se sentía atraída por la pintura –sus
favoritos eran Picasso y los expresionistas
abstractos- y por la poesía –aprendió a leer
a Rimbaud en francés, buscaba en merca-
dillos de segunda mano gabanes de hom-
bre como los que usaba Baudelaire-; sí,
también por el rock y el jazz (incluso escri-
bió críticas de rock para algunas revistas
porque de esa manera le enviaban los dis-
cos gratuitamente), pero su sueño era
convertirse en pintora y poeta. En 1967
abandonó la idea de estudiar Arte en la
universidad y se trasladó a Nueva York
donde conoció, casi enseguida, a Mapple-
thorpe. Bastaron dos encuentros para vol-
verse inseparables. Más arriba califiqué
de atípica la historia de amor entre ambos.
Tal vez no sea el calificativo más ade-
cuado, lo cierto es que su intensa compli-
cidad era auténtica, dos espíritus sutiles
que se reconocieron al instante. Sin
embargo Mapplethorpe abrigaba dudas
sobre su orientación sexual; en un tiempo
relativamente breve llegaría a la conclu-
sión de que era homosexual, pero el vín-
culo entre ambos continuó, en todos los
sentidos, prácticamente intacto.
En Éramos unos niños se describe de
forma cercana y concisa el ambiente de la
cultura alternativa neoyorquina en los
últimos años sesenta. La psicodelia, las
nuevas corrientes literarias y pictóricas, la
influencia de Andy Warhol y su troupe, el
impacto de la Velvet Underground, las
drogas, la prostitución masculina. Map-
plethorpe la practicaba ocasionalmente
para pagar algunas facturas; en la calle
trabó amistad con otro joven que también
se prostituía (en este caso para pagar
alguna de sus adicciones): El futuro escri-
tor Jim Carroll, autor que se daría a cono-
cer con un crudo libro sobre esos años,
Diarios de Basketball, y quien también des-
arrolló un fuerte vínculo emocional y
físico con Patti Smith. Ella y Mapple-
thorpe se fueron a vivir al Hotel Chelsea,
hoy convertido en un establecimiento de
leyenda en relación a la bohemia y el
mundo artístico de entonces. En las pági-
nas de Éramos unos niños aparece plas-
mada con toda su descarnada poética la
atmósfera del Chelsea, cuya gerente acep-
taba a veces como pago escritos o cuadros
de huéspedes en los que creía adivinar un
éxito futuro. La huella de Dylan Thomas o
la presencia de Arthur C. Clarke la fasci-
naban; allí conoció a Janis Joplin, Kris
Kristofferson, Jimi Hendrix e incluso a
Salvador Dalí, quien le elogió su corte de
pelo al cruzársela en el hall. El hotel tam-
bién era frecuentado, entre otros, por
Charles Bukowski y Leonard Cohen; una
de las historias más sombrías ocurrió en
1978 cuando Sid Vicious se alojó con su
El perseguidor 5
Coordinación: Pompeyo Pérez Díaz
novia Nancy Spungen, que amaneció apu-
ñalada en circunstancias nunca aclaradas
del todo. Smith confiesa haberse sentido
siempre absorta en su propio mundo inte-
rior y en la gestación de las obras de Map-
plethorpe; no tenía ninguna sensación de
estar experimentado “momentos” para
recordar si Dalí le acariciaba el pelo antes
de entrar al ascensor, Jimi Hendrix le
comentaba su último concierto o si, sen-
tada en el suelo de una habitación, asistía
a la composición de una canción entre
Janis Joplin y Kris Kristofferson –“tía,
cuéntale a Kris que eres poeta”, le decía la
cantante-.
Gracias a una cámara Polaroid pres-
tada, Mapplethorpe descubrió que el
modo de expresión que buscaba estaba en
la fotografía. Sus obras comenzaron a ser
Gracias a una apreciadas en circuitos de culto. Patti
Smith seguía dibujando y escribiendo
cámara Polaroid poesía, no entendía por qué su aspecto y
sus silencios fascinaban a tantos amigos
prestada, de Robert. Un día el poeta Allen Ginsberg
la invitó a un refresco, se pusieron a char-
Mapplethorpe lar, al cabo de un rato se dio cuenta de que
era una mujer y no el chico tan guapo y
descubrió que el ambiguo al que creía estar seduciendo.
Acabaron siendo amigos, pese a todo.
modo de expresión En su vida apareció el escritor Sam She-
pard. Estaba casado con la actriz O-Lan
que buscaba estaba Jones y tenía un hijo, pero compartían
en la fotografía. Sus pasión por la literatura y por la música. Él
se había criado en un rancho, la llamaba
obras comenzaron a Patti Lee y, al contrario que a Robert, no le
incomodaban su forma de hablar poco
ser apreciadas en refinada ni sus inadecuados modales en la
mesa. Juntos escribieron y representaron
circuitos de culto. la obra Boca de cowboy; él le regaló una
vieja guitarra que miraba fascinada en el
Patti Smith seguía escaparate de un anticuario. Como otros
antes, le decía que sus mejores versos
dibujando y parecían canciones, la animaba a compo-
nerlas. Con el tiempo todos se fueron ale-
escribiendo poesía, jando, aunque el vínculo con Robert per-
maneció de algún modo hasta la muerte
no entendía por qué de este en 1989. Poco a poco se convenció
su aspecto y sus de que debía cantar. En 1974 grabó su pri-
mer disco, seguramente sin pretenderlo
silencios fascinaban a se convertiría en una musa para el punk
rock que hizo su aparición fulgurante
tantos amigos de poco después. Todavía sigue compo-
niendo con la vieja guitarra que le regaló
Robert Sam Shepard.
6 El perseguidor Sábado, 4
de septiembre de 2010

EL VUELO DE ÍCARO / NÚMERO: XCVI

Coordinación: Coriolano González Montañez

TRES POETAS GRIEGOS

Traducción y notas: Mario Domínguez Parra

YORGOS SEFERIS y no podían trabajar las tierras

ni llevar los rebaños a pastar;
LOS GATOS DE SAN NICOLÁS (1) los salvaron los gatos que criaban.
Cada amanecer sonaba una campana
sin acento de lira, y partían en grupo hacia la batalla.
la lúgubre canción de las Erinias, Todo el día combatían hasta la hora
sin conservar intacto que tocaban para el forraje nocturno.
aquel valor que la esperanza otorga. Oficios vespertinos y de nuevo la campana
AGAMENÓN, 990 y ss. (2) y salían hacia la guerra de la noche.
Era un milagro verlos, dicen,
«Se ve el Cabo de Gata…», me dijo el capitán. uno cojo, otro tuerto, otro
señalando una playa baja a través de la neblina sin nariz, sin oreja, vellón raído.
la orilla vacía feroz Navidad Así con cuatro campanas por día
«…y lejos hacia Poniente la ola dio a luz a Afrodita; pasaron meses, años, eras y más eras.
al lugar lo llaman Piedra del Griego. Salvajemente tercos y siempre heridos
¡Tres cuartas a la izquierda!» (3). aniquilaron las serpientes pero al final
Tenía los ojos de Salomé la gata que perdí el año pasado perecieron; no soportaron tanto veneno.
y Ramazán que miraba a la muerte a los ojos, Como un barco hundido
días enteros la nieve de Oriente nada dejaron a la espuma
el sol congelado ni maullido, ni campana.
a los ojos días enteros el pequeño dios lar. ¡Rumbo!
No te detengas viajero. De qué nos servirá que los infelices
«Tres cuartas a la izquierda» murmuró el timonel, luchen y beban día y noche
la venenosa sangre de los reptiles.
…quizás mi amigo se detenga Veneno por siglos. Veneno por generaciones».
marinero en tierra ahora «¡Rumbo!» retumbó indiferente el timonel.
apagado en un pequeña casa con iconos
buscando ventanas tras los cuadros. miércoles, 5 de febrero de 1969
Sonó la campana del barco
como el dinero de una ciudad que se perdió
y que vino a resucitar pagando
antiguas dádivas.

«Extraño», dijo de nuevo el capitán.

«Esta campana—siendo de día—
me recordó aquélla otra, la monasterial.
Contaba la historia un monje
medio loco, soñador.

»En el tiempo de la gran sequía,

—cuarenta años de falta de lluvia—
toda la isla fue devastada;
moría la gente y nacían serpientes.
Millones de serpientes este cabo,
gordas como el pie de un hombre
y venenosas.
Los monjes de San Basilio dirigían entonces
el monasterio de San Nicolás El poeta Yorgos Seferis. / DA
 El perseguidor 7
Sábado, 4
de septiembre de 2010

NOTA BIOBIBLIOGRÁFICA

La familia Seferiadis procedía de un pueblo de los alrededores de Esmirna,

en Turquía. Hasta 1922, año de la llamada Catástrofe de Asia Menor, los
griegos del Imperio Otomano vivían en una frágil armonía con los turcos,
llegando algunos incluso a ostentar importantes cargos en la burocracia
imperial. Producto de la «Megali Idea» («Gran Idea») del Primer Ministro
Elevtherios Venizelos (la recuperación de los territorios griegos de Asia
IOANNA TSATSU Menor), el ejército griego invadió Turquía. Tras realizar una marcha en la
que pasaron por siete pueblos, finalmente quedó aislado. Kemal Atatürk
reaccionó y comenzó la masacre de población griega, especialmente en
TU AMARGURA Esmirna. Como resultado de esto, cerca de dos millones de griegos tuvie-
ron que huir de territorio turco y refugiarse en Grecia. La familia Seferiadis
perdió su casa familiar y en la obra de Seferis y Tsatsu esta herida, que está
No se me va el sabor siempre latente, se abrió de nuevo durante la invasión nazi y en 1967, con el
de tu amargura, golpe de estado de los Coroneles.
así no obstante cruzo Ioanna Tsatsu (1909-2000) es autora de una notable obra poética, de una
la corteza de la tierra biografía de la emperatriz bizantina Athinaís, del Diario de la ocupación, de
un libro biográfico excepcional, Mi hermano Yorgos Seferis. En su autobio-
grafía Kydathineon 9 (dirección de la casa familiar en el barrio de Plaka, en
sangré el mundo Atenas), Tsatsu dedica algunos párrafos a la figura de su hermano Ángue-
y mi corazón los Seferiadis, del que (comparado con su padre, Stylianós Seferiadis, abo-
gado y profesor universitario además de poeta lírico y traductor de Byron,
recogí todo lo valioso y su otro hermano, Yorgos Seferis (6), el primer premio Nobel griego),
la salvaje pena del aire escribió que era de pocas palabras, cuidadoso con cada una de ellas, aus-
tero e inclinado al silencio. Poeta (7), traductor de Hamlet, obra a la que
ríos del cataclismo de mi nostalgia dedicó muchos años. Durante la invasión nazi estuvo en la cárcel durante
La poetisa Ioanna Tsatsu. / DA
un tiempo. Tras esa experiencia decidió emigrar a Nueva York. Murió en
Monterrey, donde daba clases de griego en la Escuela de Oficiales. Su vida
lo dejé sobre tus rodillas; se apagó mientras dormía, con el Fedón de Platón entre las sábanas. No
llegó a cumplir los cuarenta y cinco años. Henry Miller, que conoció a Sefe-
me miraste con insistencia ris, en una carta a Lawrence Durrell desde Big Sur, fechada en 1948, escri-
bió: «Recibí la visita de Ánguelos Seferiadis, que está dando clases de
avanzaste hacia tu vida. griego en “El Presidio” (escuela militar), en los alrededores de Monterrey»
(vid. The Durrell-Miller Letters, 1935-1980, ed. Ian S. MacNiven, New Direc-
tions, 1988). El poema que aquí presento, «Hipólito», aparece citado en
Kydathineon 9, aunque Tsatsu inserta un comentario justo antes de la
mención de los ríos, lo cual invita a pensar que pueda tratarse de dos tex-
tos diferentes. Dada la dificultad de encontrar una edición original del libro
de Seferiadis y por el notable interés que me parece que tiene el texto o los
dos textos juntos, he decidido presentarlos como un poema.

ÁNGUELOS SEFERIADIS
NOTAS

HIPÓLITO (1) Este poema forma parte del libro Dekaojtó Kímena, Dieciocho textos,
un libro coral (cuatro poemas, diez relatos y cuatro ensayos) que Ediciones
Kedros publicó en 1970 (un año antes de la muerte de Seferis) en Atenas,
Cuando se derrite, chupando la arena fresca, la ola en el que sus autores se manifestaban contra la Dictadura de los Corone-
te respira en un pulso saladísimo. les. Tras una leve relajación de la censura, se sobrepusieron al miedo a las
represalias, porque las torturas proseguían. La psicóloga Mika Haritos-
Y tras alejarse cual león que pisa las algas Fatouros, en su libro The Psychological Origins of Institutionalized Torture,
me grita, y su voz me trae tu señal, (London, Routledge Research International Series in Social Psychology,
hijo mío. Cómo brama la voz de la sangre… 2003), cita en su introducción el testimonio de un opositor torturado, A.
Minis, autor de 111 days in ESA, con fecha 17 de agosto de 1972. En la intro-
Muero ducción de Dieciocho textos, Stratís Javiarás escribió: «Es una coinciden-
sereno en el resplandor. Oculto e incierto, cia escalofriante que el autor más viejo, Yorgos Seferis, y el más joven, Yor-
gos Jimonas, estén obsesionados con la misma visión aterradora: la extin-
separo ahora el fruto de las raíces. ción del pueblo griego, o lo que es peor, de su humanidad» (esta introduc-
ción puede leerse en inglés en la siguiente página web:
http://web.whittier.edu/barnstone/Books/eighteentexts.html).
Tantos ríos que se derramaban en el Mar Negro se secaron; el Volga, el Dniéper, el (2) Esquilo, Tragedias completas, ed. José Alsina Clota, Cátedra Letras
Dniéster, y sólo el ensangrentado Escamandro, un poco más abajo, se desbordó hoy Universales, 1983, p. 275.
(3) Este término náutico, «kartinia», se podría traducir también como «gra-
de nuevo, bullendo. dos». Pero he decidido seguir la sugerencia de Nina Dimopulu, que me
parece más acertada y que agradezco aquí.
El Escamandro, o Astiánax, un arroyo increíble, insondable, (4) Barrio de Atenas, muy cerca de Plaka y de la Acrópolis.
(5) Seferiadis utiliza el epíteto homérico «doriáloti», «ganada con la lanza».
—puesto que goteaban las lágrimas en el bajo del escudo (6) En su biografía George Seferis: Waiting for the Angel, Roderick Beaton
y los cuervos partían a recogerse en las quemadas proas de los barcos—se levantó escribe sobre el origen del pseudónimo «Seferis», fragmento que paso a
traducir: «Sefer, en turco, es un préstamo del árabe, relacionado con la
el lodo, como la herida cicatrizada que vuelve a abrirse, y corrió su densa, rojísima palabra que pasó al inglés como “safari”. Sus significados principales en la
sangre, indiferente. lengua otomana del siglo XIX y en la moderna son: “viaje, travesía, cam-
paña, estado de guerra”. Ciertamente,Yorgos era consciente de los dos pri-
Lo encontré, bajando a Monastiraki (4), meros significados, que en años posteriores resonarían profundamente en
conforme iba a comprar tabaco y papel de fumar. su propia condición de exiliado de su patria y de diplomático, comprome-
Lloraba en los brazos de una desconocida, tido por su carrera a moverse de un sitio a otro» (p. 6). Además, sefer en
hebreo significa «libro», sellándose así el triple destino del poeta.
que no era Andrómaca, la famosa princesa ganada con la lanza… (5) (7) La editorial Íkaros publicó en 1967 (año del golpe de estado) su libro
Se encontraron de nuevo varias noches Señal, con notas de Yorgos Seferis; poemas que, en palabras del poeta y
crítico Andreas Karantonis, citadas por Tsatsu en Kydathineon 9 (p. 42),
como dos flechas en el cuerpo de un San Sebastián. Seferis dio a la imprenta con verdadero cariño de hermano espiritual.
8 El perseguidor Sábado, 4
de septiembre de 2010
La Maga desnuda, según
Fernando Ojeda.

Entre papas a la papa son interesantes

La Casa Viña Norte acoge
desde el miércoles pasado, 1
de septiembre, la exposición
Entre papas. Se trata de una
curiosa colección de cinco
fotografías de Fernando Ojeda,
en la que el autor grancanario
pretende rendir homenaje a
este humilde tubérculo que, no
obstante, ocupa el quinto
puesto en orden a su
importancia en la alimentación
mundial y de tanta
trascendencia en la dieta para
países como Irlanda o regiones
como el archipiélago canario.
Los títulos de las obras a través
de la cual Ojeda quiere tributar
reinterpretaciones de clásicos
de la historia del arte como El
Pensador, La Maga (por Maja)
desnuda, Papa con mojo picón y
Hanan, esculturas y lienzos
universales donde este singular
alimento es pieza central de la
composición. El artista no
pretende desacralizar estas
grandes composiciones sino
ahondar en la importancia del
tubérculo en una sociedad,
como es la canaria, que no ha
descubierto aún del todo su
importancia.
En las fotografías se puede
observar la papa en su lugar
natural, la huerta. Pero
también en la cueva en la que
se la almacena en sacos tras la
recogida o en la preparación de
platos tradicionales canarios.
Momentos todos, en los que
Fernando Ojeda marida las
distintas disciplinas artísticas
cuidando mucho la luz.
Fernando Ojeda nació en 1965
y se convirtió en profesional de
la fotografía a la edad de 19
años dando así salida
profesional a una temprana
afición inspirada por un
pequeño cuarto oscuro en el
que su padre desarrollaba
también su inclinación hacia
esta actividad artística.
Tras más de veinticinco años
en los que compaginó su
trabajo --primero como
fotoperiodista y después como
reportero de televisión-- Ojeda
aprovechó en 2008 que la
UNESCO declaró Año
Internacional de la Papa para
presentar en Tejeda (Gran
Canaria) esta colección de
imágenes que ahora expone en
la Casa Viña Norte de La
Laguna y a las que se añade
con motivo del primer
centenario del nacimiento del
poeta Miguel Hernández, una
obra más: Arrorró de la cebolla,
con la que cierra
definitivamente esta colección
incluyendo al poeta entre los
elementos inspiradores de
Entre papas.
Esta colección de fotografías
son de gran formato (150cm x
100cm).

ESA LITERATURA DE GÉNERO / Sergio Barreto Hernández

DEREK WALCOTT:
orgánico, una criatura inmensa donde se
funden idiomas y dialectos y en cuyo inte-
rior habitan las múltiples confluencias que
lo estructuran como mestizo. Homero y
Propercio, T.S. Eliot y Robert Lowell, Mil-

LA MIRADA ADÁNICA ton y Whitman conviven en un clima tro-

pical y húmedo donde las palabras se
encuentran empapadas en sal, en sangre
de esclavo y en cantos antiquísimos. Ade-
más para el poeta la literatura no puede
ser creación desde la venganza o el remor-
dimiento históricos, sino que debe des-

P
artimos de una imposibilidad:
definir con pocas palabras un
archipiélago que hunde sus raí-
ces en la historia que va desde
Colón hasta nuestros días y que,
además, es cuna inmemorial de etnias
específicas es una insensatez o, como
mínimo, un acto de reduccionismo. Pode-
mos aproximarnos, construir una idea
abarcadora que nos permita el acerca-
miento a un mosaico como el antillano,
pero siempre estaremos, los que no perte-
necemos al contexto caribe, más o menos
lejos de la esencia cultural y social. Dema-
siado amplia, excesivamente laberíntica
para observarla desde fuera, la historia de
esta región es la crónica de innumerables
confrontaciones, brutales aniquilamientos
y desafortunadas integraciones. Pero,
sobre todo, es la fundación de un concepto
tan nutricio como complicado: el mesti-
zaje.
De estos acercamientos al corazón
caribe, de estos intentos por extraer la
esencia de lo que, sin mucho acierto, Lévi-
Strauss denominó Tristes tropiques pode-
mos citar la Historia de las Antillas de Élias
Regnáult (1801-1868). Se trata, esta obra,
de un análisis que desgrana las complejas
líneas cronológicas que van desde 1492
hasta la contemporaneidad de nuestro
autor, cuando estos 273.000 km² han sido
transformados, mediante pólvora y san-
gre, en una pléyade de colonias. Especial
atención merecen, en los primeros capítu-
los, los breves retratos de adelantados
como Francisco de Bovadilla, Nicolás de
Ovando o Rodrigo Albuquerque, déspotas
que inocularon el miedo a la población
indígena para aplicar su gobierno. Tam-
bién son destacables los capítulos donde
el autor nos refiere cómo la inclusión de la
mano de obra negra cambió la morfología
de los pueblos aborígenes, diezmados en
minas, plantaciones y revueltas. Sí, Histo-
ria de las Antillas es una aproximación ver-
tebradora a esta espina fragmentada por
el mar, un acercamiento que nos permite
recavar datos, sucesos, opiniones de la
época (veamos, por ejemplo, la narración
que va desde el alzamiento de Toussaint-
Louverture hasta la independencia de
Haití).
No obstante, amén del pulso descriptivo
y la conciencia social y la claridad exposi-
tiva, Historia de las Antillas es sólo un eco,
un conjunto de referencias que si bien
logra transmitir ese cúmulo de negligen-
cias llamado colonización, no es capaz de
introducirse, aunque el autor deje entre-
ver su compromiso humanista, en la
médula caribeña. Por lo tanto, para que la
imposibilidad de la que partimos se desva-
nezca y podamos traspasar el umbral del
reduccionismo, es necesaria una voz
oriunda, un músculo que palpite a ritmo
de arrecife y que nos pueda arrastrar más
allá del vórtice de fechas, nombres y luga-
res; esa voz es el Nobel de 1992 Derek Wal-
cott.
Paradigma de la identidad mulata, su
madre era descendiente de esclavos y su
padre pintor británico blanco, nació en la
isla de Santa Lucía en 1930. Quizás el más
acertado poeta anglófono de las Indias
Occidentales, el hombre gracias al cual
vive el idioma inglés, según el poeta ruso
Joseph Brodsky, cursó estudios en el St.
Mary's College de su isla natal y se licenció
en Literatura en la universidad West Indies
de Jamaica. Entre 1959 y 1976 fundó y
dirigió el Taller de Teatro de Trinidad,
donde serían representadas muchas de
sus obras. En la década de los ochenta
viajó a Estados Unidos para instalarse en
Boston e impartir clases en la universidad
local y en Harvard. En 1992, con motivo
de la entrega del premio Nobel, dijo: ·El
arte antillano es esta restauración de nues-
tras historias hechas añicos, de nuestros
cascos de vocabulario, lo cual convierte a
nuestro archipiélago en un sinónimo de
los pedazos separados del continente ori-
ginario.”
Es por ello que su obra, su poética con-
siste en la búsqueda incesante de una
autodefinición que, efectivamente, recom-
ponga ese conjunto quebrado que llama-
mos Caribe, Antillas, Indias Occidentales.
Dicha autodefinición, al ser lenguaje, es
considerada por Walcott como un todo
arrollarse desde una perspectiva adánica y
una moral universalista, lo que supone un
bastión cultural que, junto al concepto de
insularidad, la idea metafísica del mar y la
necesidad de replantear la herencia clá-
sica, conforman una armadura ideológica
capaz de dar frutos como el poema épico
Omeros, quizás la obra literaria que mejor
transmite el pulso de la médula antillana.
Y es que Walcott, a la manera de Virgi-
lio, escribe Omeros con espíritu fundador,
consciente de ser un escritor que se reco-
noce como testigo del amanecer de una
cultura que se está dibujando a sí misma
rama por rama, hoja por hoja...
Afrontar Omeros es recorrer un territo-
rio aprehendido a través del conocimiento
y no desde esa crónica de vencedores y
vencidos que son las Indias Occidentales.
Enfrentarse a sus más de mil versos es
encontrar una posición en primera línea
de mar y aceptar que la terza rima de
Dante, la trama homérica y la fuerza
semántica de la mejor literatura hispanoa-
mericana (Alejo Carpentier, Lezama Lima,
Nicolás Guillén) pueden entremezclarse
en la respiración de una gran criatura lla-
mada lenguaje poético, quizás el único
lenguaje que le permite a nuestro creador
exorcizar esos demonios que copan de
atrocidades la linealidad histórica. De este
modo nos entrega un contexto inédito, un
Egeo reformulado donde el rocío de sal y
los cangrejos, las hojas de los plátanos, las
vainas del flamboyán y los cardúmenes de
sargos refuerzan y vigorizan la plasticidad
expresiva de unos personajes que, a pesar
de pertenecer a la tradición clásica, son
encuadrados en el marco identitario anti-
llano: Héctor y Aquiles son pescadores
negros y Helena una criada.