INFANCIA Y DISCAPACIDAD
7. CONCLUSIONES
INTRODUCCIÓN
2. La no discriminación.
5. La igualdad de oportunidades.
6. La accesibilidad.
Los niños son destinatarios de las normas del Convenio, aunque las
referencias específicas son escasas. No obstante, ha sido la jurisprudencia del
Tribunal Europeo de Derechos Humanos con sus Sentencias y de la Comisión la que
ha interpretado y admitido su aplicación a los niños, forzando modificaciones de
legislaciones nacionales y haciendo referencias interpretativas a la Convención de las
Naciones Unidas.
Por eso no es de extrañar que en tal año se dictase en España la Ley 51/2.003,
de 2 de diciembre, de igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad
universal de personas con discapacidad (LIONDAU).
1
HERNÁNDEZ VITORIA M.J: “Llega la Ley de dependencia” Pág. 50- Consejo General
del Poder Judicial
discapacidad, por tanto, pasa de ser una cuestión de configuración personal, a una
construcción social basada en la interacción entre la persona y su contexto, es más,
en el grado y nivel en que el diseño del entorno precipita la inclusión o exclusión de las
personas.
2. Discapacidad. Como término genérico que recoge las deficiencias en las funciones
y estructuras corporales, las limitaciones en la capacidad de llevar a cabo actividades
y las restricciones en la participación social del ser humano.
3. Salud. Como el elemento clave que relaciona a los dos anteriores.
2. EL TÉRMINO NIÑO.
LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
Etimológicamente, el término “niño” viene del latín infans que significa “el que
no habla”. Los romanos utilizaban este término para designar a los personas desde su
nacimiento hasta los 7 años de edad. El significado evolucionó a través de los siglos y
las culturas hasta llegar a ser usado para nombrar al ser humano en la etapa que
comprende desde su nacimiento hasta la adultez. Esta concepción del niño, sin
2
Martin Minguijon R.; Los menores con discapacidad en España, 2008, Ciap Uned, Pág.
412
embargo, era muy amplia y la definición de mayoría de edad variaba dependiendo de
la cultura.
La Convención de los derechos del niño define como "niño" o "niña" a toda
persona menor de 18 años, a menos que las leyes pertinentes reconozcan antes la
mayoría de edad. En algunos casos, los Estados tienen que mantener una coherencia
a la hora de definir las edades de referencia, como la edad para trabajar y la edad para
terminar la educación obligatoria; pero en otros casos, la Convención no deja
equívocos cuando se trata de establecer los límites, como ocurre en el caso de la
prohibición de condenar a la pena capital o la pena de muerte a una persona menor de
18 años. Sentado lo anterior, no podemos, continuar el presente trabajo sin antes
determinar cuál es el concepto de violencia intrafamiliar, que a menudo sufren
numerosos menores. Podemos definirla, como la violencia ejercida en el seno de la
familia, por uno o varios de sus miembros contra uno o varios de ellos. Así nos
encontramos con la violencia contra las mujeres por parte de sus parejas, padres
contra hijos, hijos contra padres. La violencia es un fenómeno sumamente difuso y
complejo cuya definición no puede tener exactitud científica, ya que es una cuestión de
apreciación. La noción de lo que son comportamientos aceptables e inaceptables, o de
lo que constituye un daño, está influido por la cultura y sometida a una continúa
revisión a medida que los valores y las normas sociales evolucionan3. En los últimos
años se ha elevado considerablemente el número de denuncias de violencia entre
hermanos, hijos respecto a sus padres, ancianos, hay que tener en cuenta que la
violencia intrafamiliar va afectar a todas personas que convivan en el domicilio y sean
perceptoras directas de la violencia. Una vez fijado dicho término veamos a
continuación el concepto de maltrato.
3
Definición de la Organización mundial de la salud
maltrato única Kempe4 definió el maltrato o el síndrome del niño apaleado como una
condición clínica de los niños que han sido maltratados de forma severa físicamente
por sus padres o cuidadores.
Así las cosas; El maltrato infantil puede definirse como cualquier tipo de
maltrato físico y/o emocional, abuso sexual, desatención o trato desconsiderado, o
explotación comercial o de otra índole que ocasione un daño real o potencial a la
salud, supervivencia, desarrollo o dignidad del niño en el contexto de una relación de
responsabilidad, confianza o poder5 o la Acción, omisión o trato negligente, no
accidental, que prive al niño de sus derechos y su bienestar, que amenacen y/o
interfieran su ordenado desarrollo físico, psíquico y/o social, cuyos autores pueden ser
personas, instituciones o la propia sociedad.
4
La definición de Kempe fue criticada por numerosos autores, por no contemplar el
abuso sexual a los menores. FOTANA V. En defensa del niño maltratado Editorial Pax 2008
Pág. 48
5
Guía de la Organización Mundial de la Salud Pág; 10 y ss.
niño se encuentre bajo la custodia de sus padres, de un tutor o de cualquiera otra
persona que le tenga a su cargo. La legislación española define el desamparo legal,
en el art 172, del Código Civil6.
Por su parte, Naciones Unidas define la violencia contra la infancia como “toda
forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o
explotación, incluido el abuso sexual7”.
6
La situación que se produce de hecho a causa del incumplimiento, o del imposible o
inadecuado ejercicio de los deberes de protección establecidos por las leyes para la guarda de
menores, cuando éstos queden privados de la necesaria asistencia moral o material.
7
Comité de los derechos del niño, Observación general nº 13, CRC/C/GC/13
8
GARRIDO GENOVÉS, V. y REDONDO ILLESCAS, S; Manual de Criminología
aplicada, Ediciones Jurídicas Cuyo, 1997, Pág. 91
de los padres o responsables que suponen la aparición de daños permanentes en el
desarrollo y funcionamiento".
Las manifestaciones más frecuentes son las infracciones culposas contra la vida,
salud o integridad, pero igualmente a los tipos penales que integran el
quebrantamiento de los deberes de custodia o de abandono de familia y menores.
1. Los abusos físicos; Toda acción de carácter físico voluntariamente realizada que
provoque o pueda provocar lesiones físicas en el menor. Formas: lesiones cutáneas
(equimosis, heridas, hematomas, escoriaciones, escaldaduras, quemaduras,
mordeduras, alopecia traumática), fracturas, zarandeado asfixia mecánica,
arrancamientos, intoxicaciones, síndrome de Münchausen por poderes.
9
Sanmartin Esplugues J; Violencia contra niños, Editorial Ariel, 2008, pág. 21-
22
10
Observatorio de la Infancia
3. Maltrato Familiar, cuando los autores del maltrato son familiares del menor,
principalmente familiares en primer grado (padres, biológicos o no, abuelos, hermanos,
tíos, etc.).
4. Maltrato Extra familiar, cuando los autores del maltrato no son familiares del
menor, o el grado de parentesco es muy lejano (familiares en segundo grado) y no
tienen relaciones familiares.
5. Maltrato Institucional, es el maltrato provocado por las instituciones públicas, bien
sean sanitarias, educativas, etc.
6. Maltrato Social, cuando no hay un sujeto concreto responsable del maltrato, pero
hay una serie de circunstancias externas en la vida de los progenitores y del menor
que imposibilitan una atención o un cuidado adecuado del niño.
7. Maltrato por Negligencia: Dejar o abstenerse de atender a las necesidades del
niño y a los deberes de guarda y protección o cuidado inadecuado del niño.
A los anteriores, podemos añadir también11:
1. El secuestro o traslado ilícito de niños por parte de sus propios padres o de
cualquier otro adulto, sin el consentimiento por parte del niño, es también una forma de
violencia. En los últimos años, se ha hecho bastante visible y, dado el desarrollo que
han alcanzado los medios de comunicación en la actualidad, se ha extendido más aún.
El reconocimiento de estos hechos, no sólo a nivel nacional, sino también
internacional, ha desembocado en el desarrollo en la legislación internacional, cuyo
ejemplo más notable es la Convención de La Haya de 1980 sobre los Aspectos Civiles
de la Sustracción Internacional de Menores.
2. Prácticas tradicionales violentas:
En muchas sociedades existen una serie de prácticas tradicionales que
implican un cierto grado de violencia física o mental, y que pueden ser perjudiciales
para la salud de los niños. La Convención exige claramente una revisión de estas
prácticas. No obstante, profundizar en costumbres que tienen raíces religiosas o
culturales, o de ambos tipos, y que pueden contribuir en sí mismas construir la
identidad cultural de los niños y los adultos que pertenecen a ese grupo, requiere una
gran sensibilidad. La referencia específica a prácticas tradicionales se realiza en el
Artículo 24.3, que obliga a los Estados a adoptar “todas las medidas eficaces y
apropiadas posibles para abolir las prácticas tradicionales que sean perjudiciales para
la salud de los niños”
11
UNICEF: Se estima que 5,7 millones de niños y niñas trabajan en condiciones de
servidumbre o esclavitud, 1,8 millones son explotados en la prostitución y la pornografía y 1,2
millones de niños y niñas son víctimas de las redes criminales de trata de personas (Naciones
Unidas, 2006). Unos 300.000 niños y niñas son utilizados como soldados en conflictos
armados.
Las prácticas que deben ser revisadas a la luz de los principios de la
Convención incluyen: Toda forma de circuncisión y mutilación genital; Ataduras,
marcas, quemaduras, tatuajes, o abrasiones; Ceremonias de iniciación que impliquen,
por Ejemplo, inmersiones forzosas en agua. Tratamiento deliberadamente
discriminatorio de niños que suponga un perjuicio para la Salud. Por ejemplo, alimento
o cuidados preferentes al varón o falta de cuidados para los Niños con problemas o
nacidos en un día determinado.
Considero que debe destacarse, la ablación o mutilación genital femenina que
conllevan la extirpación total o parcial de los genitales externos de las niñas,
manifestación violenta que no sólo nos encontramos en Africa (unos 28 países
africanos), sino que se han detectado casos en Europa, Australia, Canadá y Estados
Unidos. (Según UNICEF más de tres millones de niñas al año en el mundo sufren la
extirpación parcial de sus genitales). 12
A nivel estatal, además de los mecanismos de protección internacionales en
este aspecto, nuestro código civil en el artículo 158 del código civil establece la
necesidad de autorización judicial para la salida del territorio nacional de algún
progenitor con su hijo menor de edad, para evitar no sólo caso de sustracción de
menores, sino para los supuestos de que las menores sean llevadas a sus países de
origen para ser sometidas a esta práctica violenta.
12
http://www.unicef.org/spanish/protection/indexgenitalmutilation.html.
13
Según la Organización internacional del trabajo (OIT, 2011), alrededor de 215 millones
de niños y niñas trabajan en el mundo, de los cuales la mitad lo hacen en trabajos peligrosos o
perjudiciales para su salud.
14
Estadística oficial de UNICEF
niñas de la región trabajan) Un 15% de los niños y niñas de Oriente Medio y África
del Norte trabajan. Aproximadamente entre 2,5 millones y 2,4 millones de niños y
niñas trabajan en las economías desarrolladas y en transición respectivamente.
15
M. A. Verdugo Alonso; El maltrato de niños y adolescentes con discapacidad
intelectual Pág. 303 y ss
de una misma realidad que manifiesta el impacto del maltrato. Desde el punto de vista
físico, el hematoma subdural y las lesiones cerebrales se encuentran entre los efectos
más graves, a veces fatales, que puede causar el abuso físico de un bebé. El sub-
desarrollo del niño sin causa orgánica, es otra manifestación del impacto del maltrato.
Desde la perspectiva de consecuencias de carácter psicológico, en esta etapa se
pueden distinguir tres áreas principales que, a grandes rasgos, se suceden
cronológicamente en sus momentos culminantes: el desarrollo socio-emocional que se
manifiesta en el apego, los procesos de diferenciación y la conducta social con
iguales. No podemos olvidar como dice el autor que la disfunción en los niños
discapacitados les coloca en una posición permanente de vulnerabilidad, a diferencia
de la población que carece de discapacidad en donde los problemas (posibles causas)
que pudieran precipitar los episodios de maltrato, tales como el llanto continuado y las
alteraciones del sueño propias de los niños prematuros- una de las poblaciones
particularmente propensas a este tipo de prácticas desaparecen a medida que el niño
se hace mayor.
B) Grado de Afectación
En cuanto a cómo influye el "grado de afectación de la minusvalía" del niño en
la propensión hacia los malos tratos, los datos obtenidos irían en la línea de la
hipótesis propuesta por Martin, según la cual los niños que presentan condiciones
menos evidentes, menor grado de afectación se encuentran en una posición de riesgo
mayor. Una posible explicación de estos resultados, a la que han hecho mención
algunos autores, (Starr et al. 1984)16 reside en la atribución de intencionalidad, esto es,
en el caso de los niños gravemente afectados, su conducta se atribuye a su deterioro,
mientras que en el caso de los menos afectados se atribuye a una intencionalidad. Si
el niño tiene un déficit obvio los padres pueden atribuir a éste el comportamiento
desviado, pero cuando el déficit es imperceptible, el comportamiento no deseado se
atribuye al niño. Sin embargo, en una aspecto concreto del nivel funcional referido al
lenguaje, los resultados irían en sentido contrario, esto es, a mayores problemas en el
habla, mayor prevalencia de malos tratos. El porcentaje de sujetos maltratados que
presenta graves problemas en el lenguaje asciende a un 75% de los cuales un 37% no
habla. Estos resultados apoyan la hipótesis de que los niños con déficits de lenguaje
pueden convertirse en un "blanco fácil" dada su incapacidad para informar de los
incidentes de maltrato.
C) Comportamiento del niño
16
STARR,R . H.; DIETRICHK, . N.; FISCHHALFJ ; CERESNIES, ; & ZWEIERD, . (1984):
The Contribution of handicapping conditions to child abuse. Topics in Early Childhood Special
Education,Pág. 55-69
Respecto al comportamiento del niño, la mayoría de las Estadísticas permiten
hablar de la relación entre el maltrato y ciertas características del comportamiento
exhibido por el niño con discapacidad. Concretamente, según el estudio el 67% de los
niños con algún tipo de discapacidad que han sido maltratados presentan
estereotipias, el 64% un temperamento difícil, el 63% se autolesiona, el 44%
agresividad hacia personas u objetos y falta de conductas de aproximación e imitación
de movimientos motores finos simples, el 39% rechaza las relaciones iniciadas por el
otro y el 38% no coopera al solicitárselo verbalmente, ni permanece con un adulto el
tiempo suficiente para realizar una tarea. Podría decirse que ciertas características del
niño con discapacidad pueden jugar un papel importante en el maltrato en forma de
abuso físico y emocional. Otros comportamientos del niño serían: Cauteloso con
respecto al contacto físico con adultos, se muestra cuando otros niños lloran. Muestra
conductas extremas: agresividad, o rechazo extremos. Parece tener miedo de sus
padres, de ir a casa, o llora cuando terminan las clases y tiene que irse a la escuela o
guardería. Dice que su padre / madre le han causado alguna lesión. Va excesivamente
vestido y se niega a desnudarse ante otros. Es retraído y no participa en actividades y
juegos comunes. Ingresos múltiples, en distintos Hospitales Hermanos con
enfermedades raras, inexplicables o «nunca vistas». Los niños maltratados
frecuentemente carecen de creencias positivas esenciales acerca de sí mismos y de
su mundo. Además, muestran menos habilidades a la hora de reconocer o reaccionar
ante el malestar de los demás
17
Informe del Centro Reina Sofía: Entre los factores emocionales cabe destacar la ausencia de
empatía los problemas de autoestima, la angustia personal y el desarrollo de sentimientos negativos
(como ansiedad, ira, depresión y hostilidad). Los agresores suelen experimentar mayores niveles de
estrés, se sienten más aislados y solos y tienen menor capacidad para utilizar los recursos individuales y
sociales de los que disponen (Echeburúa y de Corral, 1998; Milner, 1999; y Wolfe, 1985).Entre los
factores cognitivos hay que destacar principalmente dos: las Sobre todo en lo que se refiere al
rendimiento escolar o a logros evolutivos expectativas inapropiadas respecto del menor Lo que provoca,
a su vez, problemas en la manera en que interpretan las señales sociales que provienen de su entorno
como el trastorno de Asperger y las distorsiones cognitivas.
1. Ha sido un hijo no deseado, o no respondía a las expectativas o deseos de sus
padres, por ejemplo debido a su sexo, a su aspecto, a su temperamento o a
alguna anomalía congénita.
2. Requiere mucha atención en sus primeros años, por haber nacido
prematuramente, llorar constantemente, estar discapacitado mental o
físicamente o padecer una enfermedad crónica.
3. Llora persistentemente, sin que sea fácil acallarlo.
4. Deformidades graves que causan repulsa en sus padres.
5. Evidencia síntomas de desequilibrio mental
6. Trastornos de la conducta; Hiperactivo!!
7. Ha nacido de un parto múltiple, y sus padres tienen dificultades para atenderlo.
8. Tiene un hermano o hermanos (posiblemente de edad cercana a la suya) que
acaparan la atención de los padres.
9. Violento con otros niños o con animales.
18
En el ámbito familiar, los factores de riesgo que parecen tener una mayor influencia según la
literatura son la historia de maltrato infantil, la existencia de problemas de violencia de pareja entre los
padres y la desestructuración familiar.
6. Inexistencia de una red de apoyo que ayude en las situaciones difíciles o
tensas de una relación;
7. Interrupción de la ayuda prestada por la familia para la crianza del niño;
8. Discriminación contra la familia por razones de raza, nacionalidad, religión,
9. Género, edad, orientación sexual, discapacidad o forma de vida;
Factores comunitarios
Algunas de las características de los entornos sociales vinculados a un mayor
riesgo de maltrato infantil son:
1. Tolerancia de la violencia;
2. Desigualdad de género o social en la comunidad;
3. Inexistencia o insuficiencia del hogar;
4. Carencia de servicios de apoyo a las familias y a las instituciones, o para
atender a determinadas necesidades especiales;
5. Altos niveles de desempleo;
6. Pobreza;
7. Niveles nocivos de plomo u otras sustancias tóxicas en el medio ambiente;
8. Cambios de entorno frecuentes;
9. Fácil acceso al alcohol;
10. Comercio de estupefacientes en el entorno cercano;
11. Políticas y programas institucionales inadecuados que propician el maltrato
infantil.
Factores sociales
Algunos de los factores sociales que pueden contribuir a la incidencia del maltrato
infantil son19:
1. Políticas sociales, económicas, sanitarias y educativas que conllevan un nivel
de vida deficiente, desigualdades, o inestabilidad socioeconómica;
2. Normas sociales y culturales que promueven o glorifican la violencia hacia los
3. otros, y en particular los castigos físicos, tal como se transluce en los medios
de comunicación, la música popular o los videojuegos;
4. Normas sociales y culturales que imponen unos roles de género rígidos para
varones y hembras;
5. Normas sociales y culturales que rebajan la importancia del niño en las
relaciones entre padres e hijos;
19
La falta de redes de apoyo social, la inestabilidad laboral, el bajo nivel educativo, las
condiciones de vivienda precarias o un estatus socioeconómico bajo, son factores de riesgo sociales que
correlacionan positivamente con las situaciones de maltrato en la familia.
6. Existencia de pornografía infantil, prostitución infantil o trabajo infantil
Nota: Este dispositivo fue creado por el estadounidense Arnold Gesell (1880-
1961), psicólogo que se dedicó a estudiar las etapas del desarrollo de los
niños. Consiste en dos habitaciones con una pared divisoria en la que hay un
vidrio de gran tamaño que permite ver desde una de las habitaciones lo que
ocurre en la otra (donde se realiza la entrevista), pero no al revés. Gesell la
creó para observar las conductas de los niños sin que éstos se sintieran
presionados por la mirada de un observador. De esta forma los menores sólo
serían entrevistados por un psicólogo designado judicialmente, sin poder ser
interrogados directamente por el órgano judicial o por las partes, salvo que
excepcionalmente y por razones debidamente fundadas, el fiscal lo pudiera
autorizar. El órgano judicial podría requerir al profesional actuante, la
elaboración de un informe detallado, circunscripto a todos los hechos
acontecidos en el acto procesal; a fin de garantizar el principio de contradicción
el acto podría ser seguido desde el exterior del recinto a través del vidrio
espejado, micrófono, equipo de vídeo o cualquier otro medio técnico con el
objetivo de preservar al menor de la exposición a situaciones revictimizantes,
sin perjuicio del derecho de defensa.
4. Utilización en todas las instancias del proceso judicial de esa única entrevista
video grabada.
6. Que el examen médico forense de una víctima de incesto o abuso sexual sea
realizado por un o una profesional de sexo diferente al presunto agresor.
10. Que la víctima infantil esté informada de los pasos y procedimientos que
se realizarán en dirección a otorgarle justicia.
7. CONCLUSIONES
20
ATS Penal sección primera de 11 de febrero de 2016 (ROJ ATS 1723/2016).
21
Ley 4/2015 de 27 de abril, Estatuto de la víctima, BOE NÚMERO 101 DE 28 DE ABRIL DE
2015.
tardía por la propia dinámica de los tribunales y de los sectores sanitarios, educativos
y de servicios sociales. Se echan de menos protocolos específicos para el caso de los
niños con discapacidad a modo de que se elabore un programa de mejora y
adaptación en estos casos para todo el personal que interviene, elaboración de una
guía, atender especialmente y poner atención a los menores en situación de riesgo
con el fin de detectar de manera anticipada posibles episodios de maltrato, mayor
involucración de los centros escolares y guarderías.
Sin embargo, no cabe negar los esfuerzos realizados en los últimos años por el
legislador español en orden a reforzar el régimen jurídico de protección de las
situaciones de incapacidad con la existencia de un Libro Blanco sobre la Dependencia
y de un Proyecto de Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las
Personas en situación de Dependencia, que pretende configurar el Sistema Nacional
de Dependencia como pilar del Estado del Bienestar.
Del mismo modo, hemos hecho un breve análisis en los casos de víctimas
menores de edad del concepto de victimización secundaria y del esfuerzo de los
tribunales españoles en mejorar las condiciones de declaración de éstos como testigos
en los juicios orales, y con el fin de evitar esa victimización “adelantar” las
declaraciones previo a las celebraciones del juicio oral, ofreciendo la posibilidad de su
práctica anticipada, con todas las garantías que la ley establece respecto a las
mismas, resultando en todo caso necesario estudiar las circunstancias de cada caso
para determinar la ausencia o no de un menor en el juicio, para así evitar como hemos
expuesto los riesgos de esa victimización, especialmente en menores de corta edad y
víctimas de delitos tan graves como los relaciones con los abusos, agresiones y
explotación sexual.