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ANALISIS Y COMPRENSION DE LA OBRA LITERARIA “MARIA”

JORGE ISAACS

CONTENIDO

INTRODUCCION
1.- AUTOR
A.- VIDA
B.- OBRA
C.- MOVIMIENTO LITERARIO AL QUE PERTENECE

2.- OBRA
A: ANALISIS INTERNO
1.- ARGUMENTO (TEMA GENERAL)
2.- ARGUMENTO
3.- TIEMPO
4.- ESPACIO
5.- PERSONAJES
A.- PRINCIPALES: (DESCRIPCION)
B.- SECUNDARIOS
1.- GENERO DE LA OBRA
2.- FIGURAS LITERARIAS
A.- METAFORA
B.- SIMIL
3.- VOCABULARIO
A.- PALABRAS DESCONOCIDAS CON SU SIGNIFICADO
4.- RELACION DEL TITULO CON EL CONTENIDO DE LA OBRA
5.- ESTILO
6.- CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFIA
ANEXOS
ANALISIS

CAPITULO I:

Era yo un chiquillo cuando mis padres me internaron en el colegio X


de Bogotá y recuerdo los abrazos de mis padres y de mis hermanas
al decirme adiós.

CAPITULO II:

Me encontré mudo ante tanta belleza, porque el cielo, los


horizontes, las pampas y las cumbres del Cauca.

CAPITULO III:

Estaba entre mis padres, las mujeres se empeñaban en hacerme


probar sus oraciones y cremas sonrojándose.

CAPITULO IV:

Fui al cuarto de costura de mi madre con ella estaba Emma y


María, y las tres ansiosas de mi presencia y de mi voz.

CAPITULO V:
El aroma peculiar de los bosques recién derivados y el de las
piñuelas en sazón.
CAPITULO VI:

La crucecita de coral esmaltada que le traje igual que a Emma la


llevaba en el cuello de un cordón negro.

CAPITULO VII:

María llego a mi casa porque su padre Salomón se le confió al mío


para cuidarle y cuatro años después el vivir la trajo a su condición
de huérfana.

CAPTIULO VIII:

Volví a pensar casi con agrado en el viaje cuando dudé del amor de
María.

CAPITULO IX:

Me fue de casa para intentar olvidar a María pero todo en la selva


me hacía recordarla, volví a casa y encontré a María en el costurero,
tenía yo unas azucenas y parecía que ella le gustaba pero un temor
indefinible me impedía dárselas.

CAPITULO X:

Me sorprende mucho una flor que tenía María en su cabeza pues


quedaba hermosa y mi padre, se dio cuenta de mi sorprendimiento
por lo que María dejo que yo, las había botado y ellas las había
recogido, después le comenté que era para ella y prometió nuevas
flores en mi cuarto diariamente.

CAPITULO XI:

Me encontré a María recién salida del baño y estaba muy hermosa,


ahora no podía estar sin ella y desde entonces le dictaba dos horas
de clases junto a Emma, María era muy inteligente tanto que se
adelantaba a mis explicaciones.

CAPITULO XII:

Al regresar a casa, estaba María en la cama, y yo me puse a los


pies de esta, cuando mi padre dijo que sufría del mal de su madre,
me acerqué a ella y sentí un ligero movimiento, pronuncio mi
nombre y sospechó de su enfermedad.

CAPITULO XIII:

María volvió a enfermarse y yo me levante y me fui a llamar al


doctor, después en la tarde esta ya se iba dejando a María muy
bien, después esta me dijo que había escuchado que su madre
había muerto del mismo mal y que Efraín lo iban a mandar a
estudiar pero yo intente callarla.

CAPITULO XIV:
Mi padre y mi madre me llamaron a su habitación en donde me
prohibieron cualquier amorío con María pues pensaban que por este
no iba a terminar mis estudios, después me informaron de que
había pedido la mano de María, después se fueron y me invitaron a
comer, ese día no fui de caza por que me arrepentí después.

CAPITULO XV:

Después de 10 días vino mi madre y me hizo reflexionar, me dijo


que el doctor tenía esperanzas de María y me ayudó, hiendo a
disculparme con María por mi indiferencia.

CAPITULO XVI:

Dicen que a lo que llegó Emma y se entraron de a verme dijeron


porque estas tan contento pero algo prefería no tener que ir
pregunto de que te ríes contestó, de eso de lo injusto que es tu
amigo le dijo, no Emma.

CAPITULO XVII:

Caminó de la casita de Emigdio, atravesé un llano en el que la zarza


y el rabo de zorro dominaban sobre los gramales pantanosos, allí
ramoneaban algunas callejos rapados de crin y de cola correteaban
potros y meditaban viejos borricos.

CAPITULO XVIII:

Desde la que pensaba en la forma de disculparse con María y


cuando la tuvo entrante le dijo que la disculpara por su
comportamiento y ante tanta insistencia ella le disculpa y el dijo al
no dudar que el la quiere mucho pero le dijo que cuando ella pueda
indebidamente se lo advierta.

CAPITULO XIX:

Al amanecer el día siguiente emprendí el camino de la montaña de


Juan Ángel, portador de varios regalos nos seguía mi fiel mayo que
no me abandonara nunca pasado del puente del río encontramos a
José y a su sobrino Braulio al fin, al fin exclamo la señora Luisa.

CAPITULO XX:

La insistencia de los montañeses me hizo permanecer hasta las


cuatro de la tarde hora en que puse en camino con Braulio que
aviso acompañarme cerca ya de mi casa, me despedí del cazador y
nos separamos hasta la otra oportunidad.

CAPITULO XXI:

En el comedor los asientos estaban distribuidos de la siguiente


manera: mi padre en la presidencia, a su izquierda mamá, a la
derecha don Jerónimo sin interrumpir su historia del pleito con don
Ignacio frente a frente María y Emma después de los niños.

CAPITULO XXII:
Al levantarme a las primeras horas del día siguiente, fui en busca de
los aires de nuestro jardín, al cruzar frente a una ventana, oí que
hablaban interrumpiéndose para reír mi hermana y María.

CAPITULO XXIII:

Advertida mi madre de nuestro proyecto de casa, dispuso que a la


primera hora se nos sirviera el almuerzo a Carlos, a Braulio y a mí,
como es natural nosotros hablamos de la partida y decía Carlos:
Braulio me garantiza que la carga de mi escopeta esta
perfectamente graduada.

CAPITULO XXIV:

Carlos no me había hecho ninguna confidencia sobre los motivos


que le trajeron a mi casa, el niño apenas sintió pasos, levantó los
ojos hacia mi pasó las manos por las sientes para despejarlas por
los cabellos que la cubrían.

CAPITULO XXV:

Carlos adivinó que llegó el momento de afinar los oídos escuchó de


su diálogo con María y así capté estas frases:
- Había sido mejor que usted hablará solamente con ellos.
- Estimo en cuanto vale el honor que usted.

CAPITULO XXVI:
Sobre el camino divisé a Tránsito y a su padre, que llegaba a
cumplir su compromiso con María, cruzó el huerto y subí la primera
colina para guardarles en el puente de la cascada y preguntó por
Braulio a Tránsito.

CAPITULO XXVII:

Por la mañana siguiente tuve que hacer un gran esfuerzo para que
mi padre no adivinara lo penoso que me era acompañarle a las
haciendas, el como siempre que iba a emprender el camino.

CAPITULO XXVIII:

Una noche, mi padre seguía dictándome después de horas de


trabajo hasta que el sueño y la fatiga lo vencieron. María me decía
yo, se había dormido sonriendo al pensar que mañana estaré a su
lado.

CAPITULO XIX:

Algunas cuadras antes de llegar a la puerta, sobre una de las


piedras que dominaba el valle estaba en los pies de María, Emma la
animaba que bajase la cabellera de María negreaba sobre la
muselina del traje verde.

CAPITULO XXX:
Aquella noche mi hermana tocaba la guitarra, sentada en uno de los
sofás mientras María y yo conversábamos.

CAPITULO XXXI:

Le extrañó ver cerradas las ventanas del aposento de mi madre,


salió a recibirnos Eloisa, pidiéndonos que no hiciéramos ruido,
solamente María y Eloísa podían sospechar los motivos.

CAPITULO XXXII:

Tres días más tarde la fiebre seguía resistiendo a todos nuestros


esfuerzos.

CAPITULO XXXIII:

La enfermera ha hecho detener la pérdida de un ser querido, aquel


recelo aviva nuestros más dulces afectos y alejado del peligro en los
cuidados, una ternura capaz de desarmar a la muerte.

CAPITULO XXXIV:
Entró mamá en mi cuarto, me dijo no te dejes dominar por la
pesadumbre, se fuerte como siempre y no solo por tu padre sino
porque tú eres el llamado a confortar a María.

CAPITULO XXXV:
Cuando llegué a las haciendas, el doctor que reemplazaba a Mayn
estaba atendiendo a Feliciana, me hizo saber que había perdido
toda esperanza de salvarla, se trataba de una hepatitis que resistía
a toda clase de aplicaciones.

CAPITULO XXXVI:

Dos semanas había transcurrido desde la llegada del sacerdote, sea


porque solamente podía entenderle, pasaban juntos diariamente.

CAPITULO XXXVII:

Bajaron a las riveras del Gambia, y el sacerdote les habló: el Dios


que nos ha hecho amar, el Dios que adora a vuestros hijos.

CAPITULO XXXVIII:

En aquel tiempo se explotaban minas de oro en el Chocó y merece


ser elogiada su producción si se tiene en cuenta el rústico sistema
utilizado por cuadrillas de esclavos, la mayor parte de mercancía
que se conserva en el Cauca y las que se expedían en el Chocó.

CAPITULO XXXIX:

Al día siguiente, sábado a las tres de la tarde, el médico entro en mi


cuarto diciéndome: ¿María hoy? ¿Cómo se llama el marido de
Feliciano? Sinar – le respondió – Sinar? En el delirio pronunciaba el
marido su nombre en las primeras horas.
CAPITULO XL:

Mi padre resuelto ir a la ciudad antes de mi partida, tanto por su


negocio como por arreglar mi viaje. A las siete de la mañana del
quince de enero papá y yo tomábamos el café.

CAPITULO XLI:

El veintiocho de enero antevíspera de mi viaje, subía a la montaña


muy temprano Braulio enviado por José había venido a llevarme
para despedirme de aquella familia. Cuando llegamos Tránsito y
Lucía se levantaron a recibirme a sus alegrías de siempre.

CAPITULO XLII:

Lentamente descendió al fondo de la cañada, solo el canto lejano de


las gurries y el rumor del río turbaban el silencio de la selva. Mi
corazón iba dando un adiós a cada uno de aquellos lugares.
Sentado al borde del río verla rodar el agua a mis pies pensando en
las buenas gentes.

CAPITULO XLIII:

A las once de la noche del día veintinueve estuve velando en mi


cuarto hasta que sonó la una de la madrugada con el mismo traje
del campo, me recosté en la cama. El pañuelo de María estaba
fragante del perfume que utilizaba María.

CAPITULO XLIV:
Al día siguiente de tu marcha se fue a la montaña y al regreso le
encontrábamos aullando en el cerrito de la subida. Luego lo vía
acostado a la puerta de tu habitación, se la abría y se lanzó dentro
pero luego de hacer husmeado por todas partes se me acerco
entristecido.

CAPITULO XLV

Cada dos meses me llegaba la carta de María y así las fui recibiendo
a lo largo de todo el año pero las últimas reflejaban una melancolía
que en vano traté de reanimar con mis escritos.

CAPITULO XLVI:

En Panamá recibí la carta de María, la noticia de tu regreso ha


bastado para volverme las fuerzas, ya puedo contar los días y se
que cada uno de los días que transcurrieron te acercan más a mí
aprovechando las hermosas mañanas de hoy. He pedido a Emma
que llevara al huerto.

CAPITULO XLVII:

Lorenzo había encendido la luz, el cabo entró dando el paso al


negro contrabandista dando a una señora una palmada en la
espalda, luego me saludo respetuosamente, examinó la guía entre
tanto Laureano y Gregorio en Panamá sonreían asomados a la boca
del camarote.

CAPITULO XLVIII:

A las tres de la madrugada me despertó Lorenzo y a las cuatro


encomendados a la virgen, en la despedida de Bibiano y de su hija
nos embarcamos aquí esta la verrugosa compa-dijo Laureano a
Cortico, luego que fuimos navegando en corto trecho.

CAPITULO XLIX:

Vencíamos ya la mitad de la salida de la cuesta cuando se ocultaba


el sol, en los momentos en que mi cabalgadura tomaba respiro
contemple la hondonada mientras respiraba con deleite el aire
vivificado de la sierra.

CAPITULO L:

Al día siguiente sobre las cuatro de la tarde llegué al Alto de las


Cruces, volvía a ver el Valle del Cauca tan hermoso que al tenerlo
delante con toda su esplendida miraba ya alrededor para
convencerme de que no era juguete de un sueño.
CAPITULO LI:

Fue en vano reconstruir lo pasado cuando de noche desperté en un


lecho rodeado de personas y objetos que apenas podía distinguir,
una velada lámpara cuya luz más ocupadas.
CAPITULO LII:

Emma fue exprimiendo lentamente en mi corazón toda la amargura


de las postreras confidencias de María y rompiendo el dique de mis
lágrimas no pudo enjuagarlas mezclándose con las suyas y las mías
y de este modo transcurrido aquellas horas largas dolorosas.

CAPITULO LIII:

Dos meses más tarde era cuando yo escuchaba de labios de Emma


aquella relación. Había anochecido y Juan dormía sobre mis rodillas
según costumbres por el adquirido desde mi corazón.

CAPITULO LIV:

Entre las manos, las trenzas de María y recostado en el sofá en el


que Emma le había oído sus últimas confidencias, oí las dos en mi
reloj. El había medido las horas de aquella angustiosa víspera de
mi viaje.

CAPITULO LV:

Por la tarde había de ir a la ciudad pasando por el cementero que


me guardaba la tumba de María, Juan Ángel y Braulio se habían
adelantado a esperarme en la parroquia y José, su mujer y su hija
me rodeaban ya para despedirme.
2.- ARGUMENTO

Efraín enamorado de María salía a encontrarse con amigos para ir


de cacería a la vez que María y su mamá (de Efraín) se quedaban
muy preocupadas, su meta era cazar un tigre para lo cual
convinieron un plan que les resultó, matando al tigre. María como
siempre le cambiaba diariamente flores en su cuarto, Carlos que ya
antes pretendía a María fue junto con sus padres a la casa de Efraín
a pedir su mano (de María) siendo rechazad, en esos días
decidieron casarse Braulio y Tránsito para lo cual invitaron a Efraín y
a María como padrinos de su boda. Efraín junto con sus padres fue
a visitar a unas tierras y antes de esto Efraín había soñado con un
negro prestamista cosas negativas y en eso llegaron unas cartas
diciendo la pérdida económica del padre de Efraín por lo que se
enfermó pero decidieron no decir nada a nadie. Al irse ya a la boda
María decide ir en un caballo muy feroz por lo que Efraín se
angustia.

3.- TIEMPO:

A.- TIEMPO HORARIO:

Sobre las diez listo ya nos pusimos en marcha.


Me hizo permanecer hasta las 4 de la tarde
Al levantarme en las primeras horas
Sobre las 11 me despedí del la señora Andrea…
Hacía las 3 me separé de Emigdio y a las cuatro llegaba a casa…
Sobre las 11 de la mañana

B.- TIEMPO CRONOLOGICO:

- Como esos señores vienen mañana, las muchachas están


haciendo los dulces.
- Buenas tardes, no puedes entretenerme porque lleva chucana y se
hace de noche.
- Madrugue mañana porque las cosas
- Y que necesitaras mañana, de estas, exclamó…
- Al amanecer el día siguiente emprendí camino a la montaña de
Juan Ángel.
- Es que pensaba invitarlo mañana a una cacería de venados
- Buenos días-le dije
- Eran los huesos de cordero que el día antes…
- Nuestro animado trato en los últimos meses había
- Pues el doce de diciembre

C.- TIEMPO AMBIENTAL:

-Pregunte por Braulio a Tránsito


- Se que puedo aprovechar el buen sol para la vuelta
- Era una noche serena y silenciosa

D.- TIEMPO PSICOLOGICO:

-Oí que hablaban, interrumpiéndose para reírse mi hermana y


María.
- Hoja hija dijo mi mamá a la muchacha- le esperaba para tratar una
cuestión muy delicada.
- Me intriga usted ¿qué es eso?
- ¡yo! Exclamó muy asombrada
-¡si supieras cuanto dolor, cuántos desconsuelos le vienen causando
a quien tu consideras culpable!
- A papá?
- No ha Efraín?
- ¡y te quiere tanto! Quizás más que tu a él
- María temblaba, sin atreverse a responder
- Le dije en tono de cariñosa reconvención lo cual animo a la mujer

E.- TIEMPO HISTORICO:

La obra fue publicada en el año 1867 en el siglo XIX

4.- ESPACIO:

Cuando abandoné mi cuarto observé que María desde el jardín


entregaba a Emma un manojo de montenegros, mesuras y claveles.

Atravesé un llano en el que la zarza y e rabo del zorro dominan


sobre los gramales pantanosos.

Eran buenas pruebas las cabras de lindos colores que estaban en el


patio

Habíamos llegado al lugar de rodeo en medio del corral y a la


sombra de un..

El lugar escogido por Emigdio en el río era el más adecuado…

Con el que seguía cultivando su amistad desde que volvieron a


verse en el Cauca.

Fui a mi cuarto a prepara la escopeta como disculpa…


Cuando José subía a la montaña.

Mientras colgaba la camisa de caza y la escopeta, percibí en el


comedor un..

Supe que en el comedor se..

Que había encontrado por la montaña

Braulio y Lucas se presentaron sobre la peña algo más distantes


que nosotros.

Cerca ya de mi caza me despedí

Mi mamá estaba en el comedor cuando…

Salté al huerto y alcance mi dormitorio

En el comedor los asientos

Que me esperaba en el costurero

Más tarde, cuando lleguemos al llano

5.- PERSONAJES:

A.- PERSONAJES PRINCIPALES:


PADRE DE EFRAIN: buen hombre, el cual tenía varias haciendas y
terrenos en el Valle del Cauca desea mandar a estudiar a su hijo
Efraín a Europa a seguir sus estudios, lo que causa la aceleración de
la enfermedad de María muriendo tempranamente y enferma al
saber de su pérdida económica.

B.- PERSONAJES SECUNDARIOS:

ZOILA: vive en San Pedro, ojos bonitos, la risa más linda y los pies
más hermosos, la cintura más..
JOSE: arrea caballos y salen con Efraín de cacería.
BRAULIO: quiso acompañar a Efraín a caza, quien se casa con
Tránsito los cuales invitan a María y Efraín para que sean sus
padrinos de boda.
TRANSITO: le da unas azucenas a Efraín para que se las obsequie a
Maria.
DOÑA ANDREA: madre de Julián
ESTEFANA: negrita de 12 años, hija de sirvienta, muy bonita y
buena persona, amiga de María.
FENICIA: sirvienta de la casa de Efraín
CAMILO: criado de la familia de Efraín enviado a Calí por unas cartas
que esperaban.

6.- FIGURAS LITERARIAS:

METAFORA:

TEXTO: Pues vivías con mucho tono y creo que las niñas criadas
entre sedas y falará necesitan ser tratadas con agua bendita.
REFERENTE: las personas mimadas necesitan para cambiar que les
corrijan sus defectos.

TEXTO: Se había enamorado locamente de una preciosa


REFERENTE: muchísimo

TEXTO: Los muchachos de Buga le tienen en la palma de las manos


REFERENTE: lo dominan mucho.

TEXTO: Los ángeles de la casa me acompañaban también


REFERENTE: Toda la suerte estaba con él.

SIMIL:

TEXTO: Después de haber guardado como reliquia el recuerdo de


Micaelina.
REFERENTE: reliquia

TEXTO: Esta se puso como una grana


REFERENTE: grana, semilla menuda de varios vegetales

TEXTO: Susurraba al andar como las brisas de la noche


REFERENTE: Brisa, viento suave

TEXTO: Mirome como lo hacía siempre


REFERENTE: mirome, acción de mirar.

TEXTO: Sonriendo como una linda niñita


REFERENTE: acción de mirar.
PALABRAS DESCONOCIDAS:

APICE: extremo superior o punta de algo


SIMULAR: representar algo, fingiendo o imitando lo que no es
INCORPORAR: unir algo a otra cosa para que haga un todo con ella
PREDILECTO: preferido por amor o afecto especial
ANSIA: Angustia a aflicción del ánimo

TITULOS:

VII: EL COMIENZO DE UN AMOR


X: NOSTALGIA
XIII: NERVIOSISMO
XV: REFLEXION

BIOGRAFIA

JORGE ISAACS: (1837-1895), escritor colombiano cuya fama se debe


a un pequeño volumen de poemas, poesías (1864) y a una sola
novela MARIA (1867) que tuvo un éxito inmediato y se convirtió en
la novela más popular imitada y leída de Latinoamérica, sólo
superada según la critica por CIEN AÑOS DE SOLEDAD de GABRIEL
GARCIA MAQUEZ.
Isaacs descendía de una rica familia judía británica que se mudo
desde Jamaica a una propiedad en el Valle del Cauca cerca de Cali
donde nació, estudió en Bogotá y en lugar de seguir la carrera de
medicina, como había planeado se enroló en el ejército para
combatir en la guerra del Cauca (1860 – 1863) un enfrentamiento
civil que destruyó las propiedades de su familia y le privó de sus
riquezas.

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