RETÓRICA

Grado en Lengua y Literatura españolas (UNED)

Modelo de examen

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Conteste con claridad y precisión las siguientes cuestiones. Entregue esta hoja con el resto de su examen.
La puntuación máxima de cada una de las partes del ejercicio será de 5 puntos.

I. Cuestiones teóricas
(Cada pregunta de esta parte será valorada con un máximo de 1 punto)
1. Exponga el concepto de retórica en Platón.
2. Explique con ejemplos qué se entiende por tópico tradicional de persona.
3. Indique cuáles son las principales cualidades de la elocución y sus rasgos
característicos.
4. ¿Qué relación existe entre optación e imprecación? Defina estos recursos e ilústrelos
con ejemplos.
5. ¿Qué se entiende por memoria artificial en retórica?

II. Comentario
Lea con atención el fragmento siguiente y coméntelo partiendo de las cuestiones que siguen:

En conclusión, hemos de dar crédito a los especialistas en Retórica, cuya autoridad ha

seguido Cicerón: tres son las preguntas que se plantean en todo caso discutido, a saber,
si existe la cosa, qué es y cómo es. Se trata de lo que hasta la misma naturaleza nos tiene
prefijado. Porque, en primer lugar, ha de presentarse algo sobre lo que debe versar la
discusión, y, respecto a qué es y su cualidad, no es posible hacer una valoración
correctamente, si antes no hubo constancia de que exista, y por eso es ésta la primera
pregunta. Pero, por el hecho manifiesto de que existe, no aparece también qué es.
Cuando esto queda también asegurado, resta como última, en definitiva, su cualidad, y,
después, de examinados estos datos, nada más nos espera. En ellos se contienen las
preguntas infinitas (las indefinidas de los casos concretos); alguna de éstas es tratada
especialmente en cada una de las tres materias del discurso demostrativo (elogio o
censura), deliberativo y judicial. Estas preguntas contienen además en su fundamento
las causas judiciales, tanto respecto a la parte que se apoya en lo racional, como en lo
legal, pues ninguna discusión jurídica puede desarrollarse sin la definición, sin la
determinación de la cualidad y sin la conjetura sobre la constancia del hecho. Pero a los
que instruyen a ignorantes no les será sin provecho, en primer lugar, un procedimiento
aplicado con mayor amplitud y, si no es la línea al punto trazada como la más directa de
todas, sin embargo, es el camino más ligero y más transitable. Deben aprender, por
tanto, antes de todo lo demás, que en cada uno de los casos el método de proceder
consta de cuatro partes, y que debe considerarlo primeramente quien haya de introducir
un proceso. Porque –para empezar preferentemente por el defensor- el razonamiento
con mucho el más eficaz para defenderse consiste en que puede negarse lo que a uno se
reprocha; el siguiente en eficacia será cuando se dice que no ha sucedido lo que es
objeto del reproche; el tercero, el más honorable, aquel en que se defiende haber
ocurrido con toda justicia. Si en ellos nos sentimos débiles, nos queda por cierto una
última, pero ya la única salvación de escapar, con alguna ayuda de la ley, del cargo de
inculpación, que ni se puede negar ni defenderse, como si la acción procesal no
pareciera plantearse justamente. […]

(Quintiliano, Instituciones oratorias, III, cap. VI)

1. Sintetice la idea o ideas principales del texto anterior. (1 punto)

2. Seleccione dos conceptos retóricos del texto que considere de interés y explíquelos.
(2 puntos)
3. Comente de forma crítica el fragmento anterior, a la luz de lo aprendido en el
estudio de la asignatura. (2 puntos)

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Orientaciones generales

El examen o prueba presencial constará de dos partes: una parte con una serie de
cuestiones teóricas sobre contenidos desarrollados en cualquier tema del programa, y
una parte de comentario, de aplicación de lo aprendido en la interpretación crítica de un
texto desde el punto de vista retórico.
Cada una de las partes será puntuada con un máximo de cinco puntos.

Parte teórica
Se trata de cuestiones muy concretas sobre los contenidos estudiados en el
programa de la asignatura. Aunque las respuestas han de ser precisas, se debe tener muy
en cuenta el enunciado de la cuestión, con el fin de que, dentro de la concreción que se
requiere, la respuesta sea lo más precisa y completa posible.

1. Exponga el concepto de retórica en Platón.

Véase Murphy, pp. 28-33.

2. Explique con ejemplos qué se entiende por tópico tradicional de persona.

Habría que especificar brevemente qué se entiende por tópico en retórica y qué es un
tópico tradicional, para luego desarrollar los de persona. Es importante poner ejemplos,
sobre todo si se piden expresamente en el enunciado.

3. Indique cuáles son las principales cualidades de la elocución y sus rasgos

característicos.
Véase Azaustre y Casas, pp. 80-81.

4. ¿Qué relación existe entre optación e imprecación? Defina estos recursos e ilústrelos
con ejemplos.
Se trata de dos figuras (explicación) de las llamadas de diálogo y argumentación
(explicación), y dentro de éstas, de las llamadas de pensamiento (explicación), que
tienen en común la manifestación de un deseo vehemente. (Véase más concretamente
Azaustre y Casas, pp. 131-132)

5. ¿Qué se entiende por memoria artificial en retórica?

Véase Azaustre y Casas, pp. 156-157.

Comentario
Es la parte más creativa y personal del ejercicio, en la que se tendrá en cuenta la
asimilación de lo aprendido y la capacidad de síntesis, relación y de argumentación crítica del
estudiante. No es un comentario literario, estilístico, filológico ni lingüístico. No se trata de un
comentario literario, en el que interese el análisis de la expresión, recursos y figuras retóricas.
Tampoco es un comentario filológico o lingüístico, en el que se haya de especificar a qué tipo
de texto corresponde el fragmento en cuestión, sus mecanismos de coherencia o cohesión, papel
de los elementos de la comunicación, así como sus características lingüísticas según los
distintos niveles de análisis (fónico, morfológico, léxico-semántico, sintáctico...). No se pide
eso. En cualquier caso, las cuestiones orientarán el comentario:

1. Sintetice la idea o ideas principales del texto anterior. (1 punto)

Se trata de un comentario de ideas, de explicar el texto de manera que se demuestre que
se ha entendido la materia y que se domina suficientemente. Para ello se evitará la

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simple repetición de las mismas ideas con otras palabras. Partiendo de la intención del
autor al escribir el texto y a quién va dirigido (si se puede deducir del propio
fragmento), lo esencial es identificar el tema principal, la idea o ideas básicas,
diferenciando lo esencial de lo accesorio.
La extensión de esta respuesta no debe superar en ningún caso las cinco líneas.

2. Seleccione dos conceptos retóricos del texto que considere de interés y explíquelos. (2
puntos)
En el texto es muy probable que aparezcan términos específicos de la disciplina retórica,
tecnicismos desconocidos para un profano en la materia. Estos se deberán explicar si no
son aclarados en el propio texto. Conviene que pensemos en un receptor que no tiene
por qué saber qué es un “tópico”, una “quaestio”, una “geminación”, una “deprecación”,
qué se entiende por “numerus” o qué es la “peroratio”, por ejemplo.

Los términos retóricos que se pueden seleccionar dependen de la temática y del tipo de
texto. Se valorará tanto el acierto y la rentabilidad de la selección como el rigor y
amplitud de la explicación. En el fragmento anterior pueden destacarse: discurso
demostrativo, deliberativo y judicial, caso, causa…, aunque de lo que en realidad se está
hablando es de la tipología de los status desde la perspectiva judicial. (Véase Azaustre y
Casas, p. 19 y ss.)

3. Comente de forma crítica el fragmento anterior, a la luz de lo aprendido en el estudio

de la asignatura. (2 puntos)
Se trata de justificar el texto desde la perspectiva retórica, situarlo en el marco de las
operaciones retóricas, en la obra del autor y en su contexto, aludir a su actualidad y
relación con otros autores, etc.
Es conveniente contextualizar el fragmento en el conjunto de la disciplina retórica y
situarlo -con la consiguiente explicación- en la parte correspondiente (inventio,
dispositio, elocutio…). Al hilo de la explicación pueden tratarse cuestiones como de qué
se ocupa esta parte, la utilidad o aplicación del tema en cuestión, su relación con el
resto, su relevancia en el análisis del discurso -sea oratorio en sus distintos géneros,
literario, etc.-, su vigencia o actualidad…
Nuestro conocimiento del autor del texto, en caso de que aparezca expreso, será
ventajoso para el comentario, ya que permitirá situarlo en su contexto histórico.
Observaciones como si es un texto clásico o no, su difusión posterior…, pueden ser
interesantes. Un ejemplo: si el fragmento fuera de la obra leída de Cicerón, podríamos
situarlo en el conjunto de la obra y comentar algo de su autor y de su repercusión
posterior.
No hay un guión previo o un modelo para seguir en el comentario aplicable a todos los
textos. Dependiendo del fragmento, de nuestro conocimiento del tema y de nuestra
capacidad de relación, el comentario podrá ser tan diferente como válido. Lo
fundamental es demostrar que se ha asimilado la materia y que se es capaz de explicar e
ilustrar un fragmento retórico utilizando nuestros conocimientos del tema. La propia
retórica habrá proporcionado esas fuentes o lugares de las que obtener las ideas a partir
de un texto, la técnica para organizar su exposición de manera lógica y ordenada, y el
empleo de la adecuada redacción para la expresión de esos contenidos.
Se valorará:
- la capacidad de análisis
- la capacidad de síntesis en la determinación del tema principal
- el rigor en la explicación de los conceptos

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- el razonamiento crítico reflejado en el análisis y la valoración de las ideas expuestas en

relación con lo aprendido
- la coherencia expositiva, el orden y la redacción correcta