Jesucristo y su sometimiento a la autoridad de las Escrituras, en

el marco de debates públicos con las sectas del Judaísmo.

El tema de la autoridad de la Escritura, es un tema importante que se debe

abordar, dada la confusión teológica existente y la asidua postura de
cuestionamiento sobre la esencia de la autoridad. Debemos establecer con
claridad porque creemos lo que creemos. De ahí, que parece oportuno señalar
dos definiciones de autoridad, Según Grudem (2007), La autoridad de las
Escrituras quiere decir que todas las palabras de la Biblia son palabras de Dios de
tal manera que no creer o desobedecer alguna palabra de las escrituras es no
creer o desobedecer a Dios. De igual modo, en Hoff (2005) el ilustre teólogo J.I.
Packer señala que el Nuevo Testamento emplea el vocablo exousía para indicar
autoridad, este significa poder legítimo, real y pleno para actuar, o para poseer,
controlar, usar o disponer de algo o alguien.

Respecto a tan relevante y significativa temática, la Autoridad de las Escrituras,

existen grupos denominados los modernistas que afirman honrar la autoridad de
Jesucristo más que la autoridad de las Escritura (Comfort, P., & Serrano, R. 2008),
cuestión que es imposible, como dice John Stott la autoridad de Jesucristo y la
autoridad de las escrituras permanecen juntas o caen juntas. La iglesia de
Jesucristo no tiene el derecho de repudiar lo que el Señor Jesús ha afirmado.

En este tenor, consideraré mediante una muestra de pasajes bíblicos del

evangelio según San Mateo como operaba Jesucristo en los debates públicos que
sostenía con los saduceos y fariseos, en estos se observará que siempre apeló
para la resolución de ciertos conflictos al tribunal más alto, al de las Escrituras,
claramente se sometía a la autoridad de ellas.

En Mt 12: 1 - 8, en lo referido a la situación en la que los discípulos recogían

espigas en el día de reposo, los fariseos dicen que aquello no es lícito, a lo que el
Señor Jesús responde a partir de los vv 3-8, ¿No habéis leído lo que hizo David,
cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre; cómo entró en la casa de
Dios, y comió los panes de la proposición, que no les era lícito comer ni a él ni a
los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes?. Parte del fragmento
utilizado por el Señor Jesús aparece en el AT en el primer libro de Samuel 21: 1-
6. El deja claro que las leyes acerca del día de reposo no restringían los hechos
producto de la necesidad, servir a Dios o los actos de misericordia. El afirma que
el día de reposo había sido instaurado para el beneficio del hombre y la gloria de
Dios.

De la misma manera, en Mt 12: 38 – 42, en lo concerniente a la demanda de señal

que los escribas y fariseos solicitan al Señor Jesús, la respuesta de él, es que
señal no le será dada sino la señal del profeta Jonás. En esta porción él hace
referencia al relato que aparece en el libro de Jonás 1:17 y 3:5-10, y claramente lo
valida, de ahí que observamos el sometimiento de él a las Sagradas Escrituras.

Igualmente, en Mt 22:29, en relación de aquella pregunta que los saduceos le

hacen acerca de la resurrección, les responde: Erráis, ignorando las Escrituras
y el poder de Dios. Era la Escritura la que tenía la respuesta verdadera y ellos la
desconocían, este argumento de Jesús es tomado del Pentateuco, porque los
saduceos reconocían solamente la autoridad de Moisés, se basó en la enfática
conjugación al presente de “Yo Soy” que aparece en Éxodo: 3:6.

A continuación, se dejan referencias de otros pasajes que aparecen en Mateo

sobre este tema: 15:1- 20, 16: 1 – 4, 19: 1 – 12, 21:16, 21:42, 22: 34 – 40.

Concluyendo el tema en cuestión, queda claro que el Señor Jesús en cada

situación de debate con estos grupos religiosos invocó las Escrituras, él se puso
debajo de ellas. Lo anterior nos debe llevar a reflexionar sobre la calidad de
nuestro compromiso con el dominio de las Escrituras y el cumplimiento de ellas en
nuestras vidas. Si existe en nosotros convicción de su autoridad debemos actuar
con la más alta seriedad en su tratamiento. Si Jesús le confirió autoridad con
mayor razón debemos hacerlo nosotros. Que Dios nos ayude.
 Bibliografía

Libros

Comfort, P., & Serrano, R. (2008) el Origen de la Biblia. Illinois, Estados Unidos:
Tyndale House Publishers.

Grudem, W. (2007). Teología Sistemática. España: Editorial Vida.

Hoff, P. (2005) Teología Evangélica. Miami, Estados Unidos: Editorial Vida.

Recursos de páginas Web

Lo que enseñó Jesús sobre el antiguo testamento [online] disponible

http://www.miapic.com/que-enseno-jesus-acerca-del-antiguo-testamento

La autoridad de las Escritura John Stott, [online] disponible

https://www.youtube.com/watch?v=VbUe8ISAeOc