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(Traducido por Fernando Sánchez Molina)

Capítulo 4

Cuando los niños han experimentado trauma colectivo y/o experiencias de


vulnerabilidad colectiva debido a factores sociales más amplios (como pobreza, VIH/SIDA,
las consecuencias de la guerra, desastres naturales, etc.) puede ser un reto para los
trabajadores sociales y comunidades locales saber como responder. En estos contextos, si
un acercamiento enfatiza revelaciones individuales de dificultades se corre el riesgo de
individualizar lo que es una experiencia colectiva, y esto puede inadvertidamente contribuir
a una aumento de la vulnerabilidad individual de los niños. El acercamiento descrito en este
capítulo enfatiza la “divulgación colectiva”. Ello provee formas mediante las cuales los
niños pueden compartir sus habilidades, talentos, esperanzas, sueños, como también los
peligros que enfrentan, y las formas mediante las cuales están respondiendo a estas
dificultades.
Esta metodología fue originalmente desarrollada para su uso con niños en estado de
vulnerabilidad en Sudáfrica que habían experimentado muchas perdidas debido al
VIH/SIDA y quienes a menudo viven situaciones de negligencia, abuso y/o violencia. Más
recientemente, también ha sido tomada en Canadá, Rusia, Brasil, Nepal, Los territorios
Palestinos y aquí en Australia. Ha sido usada con niños en varios y diferentes contextos
incluyendo: grupos de niños inmigrantes y refugiados; niños dentro de comunidades
indígenas; niños cuyas comunidades han sufrido desastres naturales (inundaciones, por
ejemplo); grupos de personas jóvenes que han sido expulsados de sus escuelas; y niños que
han estado sujeto a violencia doméstica, negligencia, abusos físicos y abusos emocionales
dentro de sus familias.
Interesantemente, profesionales han encontrado también muy útil en su trabajo con
adultos, incluyendo: madres jóvenes; padres cuyos hijos poseen discapacidad; adultos a
quienes se les ha quitado la tutela de sus hijos y están tratando de cambiar sus formas de
vivir para que las condiciones sean las óptimas para que sus hijos vuelvan a ellos; ancianos;
y grupos de hombres con diagnósticos de salud mental.
Usando la metáfora del “Árbol de la Vida” para permitir a la gente hablar sobre
aspectos de sus vidas es un acercamiento común a dentro de la educación popular. La
primera versión publicada de el “Árbol de la Vida” con la que me encontré fue realizada
por Sally Timmel y Anne Hope (Timmel & Hope, 1984), dos educadoras que se habían
inspirado por el trabajo de Paulo Freire. La versión del “Árbol de la Vida” presentada en
este capítulo, sin embargo, es un tanto diferente de aquella presentada por las autoras recién
citadas.
En las páginas siguientes, he optado por incluir un extracto de un escrito más largo,
realizado por Ncazelo Ncube (2006). Este extracto es la sombra. En varios puntos, he
incluido aportes recientes1 y variaciones al proceso del “Árbol de la vida” que ha sido
desarrollado en una variedad de contextos diferentes. Estos aportes nos están
ensombrecidos. Y al final del capítulo, discuto como la metodología del “Árbol de la Vida”
puede ser usada como un punto de inicio para un rango más amplio de conversaciones
comunitarias.

1
David Denborough ocupa el término recent aditions. Se ha optado por homologarlo a “aportes recientes”, de
acuerdo a un uso más adecuado a la lengua castellana (Nota del T.)
El Árbol de la Vida: Un acercamiento narrativo colectivo al trabajo con niños
vulnerables (En estado de vulnerabilidad)
(Página 75)

La metodología del árbol de la vida asegura que los niños tengan un seguro territorio
de identidad donde pararse ante el tener que hablar de las dificultades de sus vidas. Hay
cuatro partes en este proceso.

Parte 1: El Árbol de la Vida


Parte 2: El Bosque de la Vida
Parte 3: Cuando viene la tormenta
Parte 4: Certificados y canción

El objetivo de las primeras dos partes del proceso (“Árbol de la Vida” y “Bosque de
la Vida”) es construir y reconocer “una segunda historia” sobre la vida particular de cada
niño. Esta segunda historia consiste en las habilidades, talentos, esperanzas y sueños de
cada niño, y las historias de estas. El objetivo de la parte tres (“Cuando la tormenta viene”)
es permitir a los niños a hablar e identificar dificultades que pueden estar experimentando y
también a identificar formas a través de las cuales están respondiendo a estas. El objetivo de
la parte cuatro (“Certificados y canción”) es asegurar que los niños terminen la jornada con
un rico reconocimiento de sus habilidades, talentos y vínculos a adultos significativos en
sus vidas.
Este proceso esta idealmente dirigido para trabajar con grupos de niños. Estos, están
invitados a dibujar su propio árbol de la vida con cada parte del árbol, simbolizando
aspectos particulares de sus propias vidas y de su comunidad.
Ahora discutiré como aplicamos el “Arbol de la Vida” en Soweto-Jabavu, Sudáfrica.

Parte 1: Árbol de la Vida

Comencé la reunión con una breve discusión sobre los árboles en general. Los niños
enérgicamente hablaron sobre las especies de árboles que ellos conocen y ven en sus
comunidades. Luego les expliqué que pasaríamos el día juntos, hablando sobre nuestras
vidas y experiencias asistidos por nuestro conocimiento sobre árboles. Hasta este punto los
niños estaban bastante emocionados. Luego les invité a llegar con una canción que me
muestre eso, justo como los árboles, que están vivos y dan vida, cómo ellos como niños lo
hacen. Los músicos en el grupo rápidamente llegaron con una canción que cantamos y
bailamos también. Después de este frenético baile y canto, fue tiempo de empezar el
ejercicio. Presenté la metáfora del árbol de la vida a ellos y expliqué que ellos podrían, cada
uno, dibujar su propio árbol de la vida; este podría consistir en lo siguiente:

Raíces de los árboles

Las raíces de los árboles son un indicador para que los niños hablen sobre: el lugar
del cual vienen (villa, ciudad, país); sus historias familiares (orígenes, nombre de la familia,
ancestros, familia extendida); aquellos que más le han enseñado al niño en su vida; su lugar
favorito en casa; y una canción o danza del lugar del cual provienen.
Alternativas a las raíces

Durante un taller en Ruanda en Noviembre de 2007 con trabajadores que responden


a niños cuyos padres y familias fueron asesinados durante un genocidio en ese país, un
número de participantes mencionaron que trabajaron con niños en orfanatos quienes no
conocían sus orígenes familiares. Ellos específicamente nos consultaron por una manera
alternativa de expresar “las raíces”. Cuando se trabaja con niños cuyos orígenes históricos
no están claros, las raíces del “Árbol de la Vida”, pueden ser usadas como un indicador
para hablar de:

- Aquellos que han enseñado al niño mas cosas en la vida.


- Aquellos quienes los han amado, contribuyendo e influenciando la vida del niño de
forma positiva.
- Su lugar favorito.
- Su canción o danza favorita.
- ¿Qué es lo que les da fuerza? ¿Qué los mantiene rectos? (persona, espiritualidad,
comida, música, etcétera)
- ¿A qué o a quien vuelven ellos cuando necesitan fuerzas?

En algunas situaciones, también puede ser posible invitar a ancianos relevantes para
que les cuenten a los niños algunos de los sueños y deseos que ellos tienen para la vida
de la gente joven. Si esto es apropiado, entonces esto puede ser incluido en las raíces de
los niños. En algunos contextos indígenas ha sido posible incluir ancianos en la
discusión sobre las raíces con el fin de transmitir ciertos conocimientos culturales que
de otra forma podrían ser perdidos por las generaciones más jóvenes. En estas
instancias, las conversaciones sobre las raíces pueden tomar una dimensión educativa.
De forma alternativa, en contextos en los que los niños están menos advertidos de
sus raíces históricas y culturales, los facilitadores deben a veces encontrar aquello que
funcione mejor para los niños para empezar con el suelo (la vida actual e intereses de
los niños) y el tronco (los talentos y habilidades de los niños) y solo después de esto,
para luego volver a las raíces. Por ejemplo, cuando la historia de las habilidades de los
niños han sido trazadas, donde personas influyentes o lugares son nombrados por el
niño, como contribuyentes de sus habilidades y talentos, luego estas personas, lugares e
historias, pueden ser registradas en las “raíces”. No hay razón por la cual es necesario
comenzar el proceso con los niños hablando sobre sus raíces.

El Suelo

El suelo representa donde el niño vive en el presente; y alguna de las actividades en


las que participa durante su vida normal.

El Tronco del Árbol

Cuando el foco se torna al tronco del árbol es una oportunidad para el niño para
hablar sobre, y representarla en el dibujo, alguna de sus habilidades. Esto incluye:
habilidades que pueden haberse relevado cuando el niño habló sobre que es lo que hace en
su vida diaria; o habilidades que el niño haya demostrado en otros aspectos de su vida.
En los días previos al del ejercicio del “Árbol de la Vida”, los consejeros tomaron
nota de diferentes habilidades que los niños mostraron durante su trabajo. Esto puede
incluir habilidades en actividades físicas, habilidades de cuidado, habilidades de bondad,
etcétera. Durante el ejercicio del “Árbol de la Vida”, los consejeros a continuación pueden
prestar atención a como el niño demostró estas habilidades y puede asistirlo a incluirlas en
el tronco del árbol. Durante este proceso, los consejeros pueden realizar preguntas sobre las
historias de estas habilidades, hace cuanto el niño las posee, y si acaso las ha aprendido de
alguien en particular. Esto permite que la información de las historias de estas habilidades
quede grabada en los árboles2.
Mientras se dibuja el tronco, también pueden tomar lugar recuerdos especiales que
el niño o niña puede recordar de su vida. Estos son recuerdos valiosos atesorados por los
niños o las niñas.

Ampliando la noción de habilidades y destrezas

En algunos contextos, consultar a los individuos sobre sus propias habilidades


puede dejar en blanco a las personas – puede ser un contexto cultural en el cual las
habilidades y destrezas nos son generalmente considerados como “posesiones”
individuales, o puede ser que no es apropiado hablar de si mismos frente a otros, o puede
ser también que cualquier habilidad o destreza no son visibles para el individuo. En estas
circunstancias hay una gama de opciones para los facilitadores.
Primero, puede ser mucho más fácil para los niños identificar las habilidades y
destrezas de los otros que las propias. Los niños pueden ser instados a dar sugerencias unos
a otros y así cada niño puede elegir de estas habilidades/destrezas las que desee enlistar en
su tronco. Segundo, puede ser mas apropiado para las habilidades/destrezas colectivas que
serán enlistadas en el tronco…estas deben ser demostradas en conjunto con los otros,
habilidades de trabajo en equipo, etcétera. Y tercero, es posible no preguntar a los niños que
hablen sobre habilidades y destrezas, sino también de los valores que son importantes para
ellos o cualidades que ellos busquen demostrar en la vida. Estos valores o cualidades
pueden ser grabados en el tronco del árbol. La historia de su relación con estos valores o
cualidades también pueden ser trazados y grabados en el tronco de alguna manera.

Las Ramas de los árboles

Las ramas de los árboles representan las esperanzas, sueños y deseos que el niño
posee como dirección de su vida. Mientras el niño está dibujando las ramas, los consejeros
pueden realizarle preguntas para aprender sobre la historia de estas esperanzas, sueños y
deseos, y como esto puede estar vinculado a personas/adultas significativas de vuelta en su
hogar. Cuando los consejeros llegan a escuchar sobre cuanto llevan vivas estas esperanzas y

2
Por una evidente diferencia gramatical en la estructura de los idiomas castellano e inglés, la presente
traducción no puede ser literal. Con todo, el sentido ha sido velado con extremo rigor (u obsesión). Esta
última preposición ofrece ciertas dificultades: This enables stories to be told about these skills and the
information from these stories can also be recorded on the tree. La principal dificultad es la reiteración que
hace de “historias” (stories to be told about these skills) Literalmente esto quedaría traducido así (para
democratizar el sentido atribuido): Esto permite a las historias ser contadas sobre estas habilidades y la
información de estas historias pueden también quedar grabadas en el árbol. En el texto ofrecemos nuestro
reordenamiento gramatical (Nota del T.)
sueños en la vida de los niños, ellos podrían preguntar además sobre como el niño ha
logrado aferrarse a estos sueños y que ha sostenido sus esperanzas.

Las Hojas de los árboles

Las hojas de los árboles representan las personas que son importantes para el niño.
Los consejeros aclaran que estas pueden ser personas que pueden estar vivas o que pueden
haber muerto3. Solo por que la gente no está viva, no significa que no son aún muy
importantes para nosotros. Los consejeros pueden preguntar a los niños preguntas sobre por
qué esta gente en particular es la más especial para ellos. Si, en cualquier momento durante
este proceso, los niños hablan sobre algunas personas que hayan muerto y están enfadados
por ello, los consejeros pueden preguntar las siguientes preguntas:

- ¿Tuviste momentos amorosos con esta persona?


- ¿Qué era especial de esta persona para ti?
- ¿Le gustaría a esta persona que la recuerdes de estas formas?

Estas preguntas invitan al niño a contar historias sobre que fue significativo sobre su
relación con la persona que ha muerto. Esto puede contribuir a un honramiento de la
relación. También puede conducir a historias sobre como el niño continúa pensando y
recordando a aquellos que han muerto4.

Es también posible para los niños incluir mascotas, amigos imaginarios y personajes de
historias en calidad de “hojas” en sus árboles.

Los Frutos

Los frutos del árbol representan regalos que le han sido dados al niño. Estos pueden no
ser regalos materiales pero pueden ser actos de generosidad, o cuidados, o amor de otros.
En este momento los consejeros pueden preguntar:

- ¿Por qué crees que la persona te dio esto?


- ¿Qué apreciaron de ti que los llevó a hacer esto?
- ¿Qué crees tu que puedes haber contribuido a su vida?

Si el niño tiene dificultad identificando algún regalo, el consejero puede recurrir a las
conversaciones que se han compartido con el niño antes en el ejercicio “El árbol de la
vida”.

3
De varias expresiones de la lengua inglesa que llaman la atención por estar dentro de usos coloquiales de la
cultura anglo-sajona, esta es notable; “ (…) people who may be alive or may have passed on.”; “personas que
pueden estar vivas o que pueden haber pasado”(Nota del T.)
4
“Those who have passed away”.
Reconociendo las contribuciones de los niños a su comunidad

Cuando Anne Mead facilitó el “Árbol de la Vida” en la Comunidad Aborigen


Australiana en la cual trabajaba, invitó a los niños a considerar también las contribuciones
que actualmente ellos hacen a su comunidad, así como cualquier contribución futura que
ellos querrían hacer para asistir que la comunidad se volviese un lugar más seguro para los
niños más jóvenes que ellos. Como ella describió:
Los niños aborígenes a menudo cuidan a los niños más jóvenes que ellos, y cuidan
también a otros, particularmente ancianos. Con el fin de reconocer estas contribuciones,
sugiero que adhieran símbolos a sus árboles, como aves volando o anidando, nubes
solares, flores, etcétera, con el fin de representar que piensan que contribuyen, o podrían
contribuir a la comunidad y a sus familias. Terminamos con imágenes de aviones, aves,
mariposas, nubes, el sol, colinas y flores, todo representando muchas de las contribuciones
que los niños hacen en sus comunidades para proteger y cuidar a los jóvenes.
El tipo de cosas que los niños han representado incluye: “cuidar a los pequeños”,
“cuidado de las personas de edad”, “encontrarle alimento a otros”, “cuidado de
hermanos y hermanas más jóvenes”, “mantenerlos seguros”, así como las formas
mediante las cuales ellos cuidan de sí mismos: “no beber/no tomar drogas” y “sin pelear”.

Como los niños dibujaban sus árboles y desarrollaban sus historias, la habitación
estaba silenciosa pero también había una sensación de energía y concentración.
Con las raíces, suelo, tronco, ramas, hojas y frutas, los niños encontraron formas de
escribir o dibujar representaciones de sus propias historias, actividades, habilidades,
sueños, personas significativas y regalos/dones/talentos.

Parte dos: El Bosque de la Vida

Cuando los niños han terminado de dibujar sus árboles, los invité a pegarlos en
una de las paredes. Esto creó un bosque de hermosos árboles. Luego llamamos a algunos
voluntarios a compartir las historias de sus árboles frente al grupo. Varias manos se
levantaron en respuesta a esta invitación. El entusiasmo que los niños demostraban me
habló volúmenes. Usualmente en asesoramiento de procesos de grupo, es una lucha para
que los niños hablen y compartan sus experiencias con otros. Comprensiblemente,
compartir historias tristes con culpa y vergüenza no es tan emocionante como hablar
sobre cosas que dan orgullo a uno. Los voluntarios dispuestos que vinieron al frente a
contar las historias de sus árboles estaban contentas de compartirlas. También estaban
contentas de enseñar al grupo sus canciones favoritas.
En la medida en que cada niño hablaba, nos educábamos con sus esperanzas y
sueños. A lo largo de sus presentaciones formulé varias preguntas sobre la historia de las
esperanzas y sueños que fueron expresadas, como los niños habían logrado aferrarse a las
esperanzas y sueños, y quien más en sus familias y vidas supiera o hubiera sabido sobre
estas esperanzas y sueños. En respuesta a estas preguntas escuchábamos respuestas
reconfortantes. He incluido un extracto de una de esas conversaciones aquí.

Un extracto de conversación con María (doce años de edad) en lo que respecta a las
esperanzas y sueños para su vida.
Ncazelo5: ...gracias María por compartir con nosotros las esperanzas y sueños que tienes
para tu vida. He aprendido que quieres estudiar duro y crecer para empezar tu propio
negocio. Como el más sabio de tu familia, quieres ser capaz de cuidar a tus hermanos más
jóvenes y hermanas para que ellos puedan hacerlo en su vida. También esperas casarte y
tener hijos. María, me siento muy atraída a las esperanzas y sueños que mencionas.
¿Puedes decirme hace cuanto has tenido estas esperanzas y sueños y que influenciaron o
que las trajo ahora?

María (tomándose tiempo para pensar): Mi madre siempre nos animó a trabajar duro en la
escuela para que pudieramos tener buenas vidas. Antes de su muerte en diciembre de
2003, nos dijo que siempre nos cuidáramos unos a otros, ese es el porqué que quiero
cuidar a mis hermanos Antonio y Joshua.

Ncazelo: ¿O sea, dirías que tus sueños y esperanzas para tu vida están vinculados a lo que
tu madre quería para ti?

María (tomándose tiempo para pensar): Supongo que no he pensado sobre eso de esa
forma antes. Si, quiero estar segura de que me va bien en la vida. Mi madre era cristiana;
ella nos enseñó muchas cosas buenas.

Ncazelo: Suena como que atesoras las cosas que tu madre te enseñó y te dijo. ¿Es así?

María: Si, mucho.

Ncazelo: ¿Te importaría contarme, María? ¿Cómo has logrado aferrarte a estas esperanzas
y sueños? ¿Cómo te las arreglas para que tengan vida?

María (tomándose tiempo para pensar): Mi madre nos dejó un libro de memorias especial
donde escribió muchos de sus pensamientos y deseos para nuestras vidas. Algunas veces
tomo el libro y lo leo para mis hermanos y nos recuerda a nuestra madre y que es lo que
necesitamos para vivir una buena vida. Algunas personas dicen que pienso mucho. Yo
creo que me ayuda a no olvidar cosas importantes.

Ncazelo: ¿Está bien que esté haciéndote todas estas preguntas, María?

María: Si, está bien por que me lleva a pensar sobre cosas importantes que no he pensado
antes.

Ncazelo: ¿Cómo que?

María: Mmmm, mi madre y las cosas importantes que nos dijo.

Ncazelo: María, ¿Quién más en tu familia o en tu vida conoce estas esperanzas y sueños
de los que has hablado?

5
Ncazelo Ncube, la compañera terapeuta de David Denborough en este trabajo colectivo. (Nota del T.)
María (riendo, apunta a su amiga sentada cruzando la sala) Mavis sabe, por que nosotras
hablamos y compartimos mucho.

Ncazelo: ¿Que significa para ti, María, hablar sobre tus esperanzas y sueños de esta
manera?

María: Me hace feliz por que he tenido una oportunidad de recordar a mi madre, y cada
vez que hablo de ella me siento muy feliz. También me ayuda a seguir con lo que quiero
lograr en mi vida. No es fácil hacer eso por que a veces tu tienes malos amigos que
quieren enseñarte cosas malas, y la vida a veces es difícil, así que es muy bueno para mi
recordar.

Hubo una sensación de tranquilidad y fascinación entre los niños durante esta breve
conversación con María. Podías sentir y palpar además diversos pensamientos flotando
en la habitación. Después de mi conversación con María, continué invitando a otros
niños a compartir sus árboles de la vida.

Con los “árboles de la vida” pegados junto a otros, nos tomamos un tiempo para
reflexionar en este bosque de bellos árboles de todas formas y tamaños. Nos sentamos
juntos para apreciar nuestro bosque. A este punto, ofrecí un recuento para prestar atención
a las fuertes y firmes raíces que todos parecemos tener. Además mencioné los sueños y
esperanzas que tenemos para nuestras vidas. Hablé de la gente a la que estamos
conectados que nos han enseñado muchas cosas en nuestras vidas y continúan
cuidándonos y apoyándonos de diversas maneras. Dí ejemplos de algunas de las personas
que han sido mencionadas por los niños, incluyendo padres, amigos, pastores de iglesia,
nuestros consejeros de la comunidad y trabajadores sociales, profesores, abuelos,
hermanos y otros parientes. Durante este recontar (las historias), también reconozco que
algunas de estas personas queridas han muerto pero aún los retenemos en amado recuerdo
por las muchas cosas maravillosas que hicieron por nosotros. Hablé de cómo las
relaciones que compartimos con ellos seguían apoyándonos de muchas maneras en la
medida en que continuamos nuestras vidas.
Luego de mi recuento, hablamos juntos sobre árboles en el bosque. Discutimos
que pueden tener en común los árboles y además algunas diferencias también. Esto
condujo a conversar sobre algunas de las cosas que los niños en el grupo y los adultos
tenían en común, y las formas en las que apoyamos a los otros como árboles
pertenecientes al mismo bosque. A este punto, el estado de ánimo de los niños estaba muy
iluminado, cálido y amigable. Había mucha risa compartida. Luego tomamos un pequeño
descanso de té (Tea Break), antes de continuar con el ejercicio.

Parte tres: Cuando viene la tormenta.

Habiendo establecido diferentes lugares para que los niños se sitúen, quisimos
crear espacio para que pudieran hablar sobre algunas dificultades que estuvieran
experimentando en sus vidas, pero de formas que no fuesen re-traumatizantes. Esperamos
encontrar maneras para que pudieran colectivamente hablar sobre algunas de esas
experiencias. También esperamos poder ser capaces de reconocer los efectos del abuso y
el peligro en sus vidas. Planeamos aclarar que no debían nunca sentirse culpables por
dichos abusos. Y, cosa importante, esperamos poder ser capaces de desenterrar y
reconocer algunas de las habilidades y conocimientos que los niños demostraron tratando
de responder al peligro en sus vidas. A través de esta conversación, esperamos que los
niños de forma individual puedan sentirse más capaces de hablar con nosotros o con otros
sobre experiencias en sus vidas, y también que sus propias habilidades y conocimientos
pudiesen ser más visibles para ellos.
Nos reunimos juntos como grupo para continuar nuestra conversación sobre
árboles y bosques. En esta parte del ejercicio yo quería llamar la atención de los niños
sobre los daños que los árboles y bosques a veces encaran, como hablar sobre los efectos
de estos daños sobre los árboles y los bosques. Comienzo esta parte de la discusión
diciendo: “Tenemos hermosos árboles que tienen raices fuertes, hermosas hojas y frutos.
Tan bellos como nuestros árboles y bosques son, ¿podemos decir que están libres de
peligro?”. Los niños rápidamente respondieron con un coro de “NO”. Luego invité al
grupo a mencionar algunos de los potenciales daños que los hermosos árboles
experimentan. Mencionaron los siguientes daños potenciales: quema de árboles, tala de
árboles, WEE WEEING OF TREES, patear los árboles, mucha lluvia, relámpagos,
envejecimiento: los árboles pueden ponerse viejos y morir, y no poseer agua.

Esta conversación sobre los peligros enfrentados por los árboles permite un punto
de entrada seguro a la discusión sobre los niños y los daños y problemas que ellos deben
enfrentar en la vida. “Hemos comparado nuestras vidas a esos hermosos árboles en el
bosque. ¿Estaríamos en lo cierto al decir que, como los árboles y los bosques, los niños
también enfrentan peligros y problemas a lo largo de sus vidas? Colectivamente los niños
respondieron “SI”. Luego pasamos algo de tiempo nombrando los problemas y peligros
que los niños experimentan. Estos incluían: violación, ser abusado, abandono, insulto a
niños, negligencia, negación de alimento, persecución de niños lejos de casa, rapto,
asesinato de niños, niños teniendo que vender sus cuerpos para sexo, niños fumando
pegamento, niños viviendo en la calle, y niños que no le prestan atención a sus padres y
gente que les da cariño.
Luego discutimos largamente los efectos que esos daños tienen en la vida de los
niños. Hablaron sobre tristeza, daño físico y perjuicio. Hablaron del miedo y de
“problemas del corazón”. Estos fueron algunos de los peligros que los niños identificaron.
A lo largo de de esta discusión, me sorprendió como los niños fueron capaces de
nombrar todos estos problemas y sus efectos aparentemente sin vergüenza o alguna
sensación de estar definidos por ellos. Esta fue una conversación colectiva. Los niños
tuvieron una sola voz. Se levantaron en solidaridad así como dieron voz a las cosas malas
que hace la gente a niños inocentes. En ningún momento se les invitó a hablar de sus
experiencias individuales. La energía y el entusiasmo con el que empezaron la reunión
estuvo sorpresivamente muy presente incluso cuando hablamos de estos peligros. Así fue
a pesar del hecho de que estuvo muy claro para nosotros los facilitadores que algunos de
los niños hablaron desde la experiencia directa de algunos de los peligros mencionados.
Un niño de once años de edad al frente de una casa y cuidando de su hermano de siete
años mencionó que los niños a veces son expulsados de sus hogares por sus parientes,
para ir a parar a la calle.

Como los niños responden a las tormentas de la vida


Habiendo llegado a un punto donde la tormenta de la vida ha sido nombrada, y los
efectos de esta habían sido cuidadosamente trazados, preguntamos a los niños si los
árboles o bosques eran de alguna forma culpables de los peligros que enfrentaban: el
incendio de los árboles, la tala de los árboles, wee weeing of the trees, etc. Sin sorpresa
los niños estuvieron de lado de los árboles, indignados. “NO”, dijeron. ¿No es culpa de
los árboles! Esto nos dio la oportunidad de preguntar si, o no es culpa de los niños que
también enfrenten peligros y dificultades como los árboles. Nuevamente, hubo solidaridad
en la respuesta de los niños, en la medida en que gritaron “NO”.
Estuve interesado en aprender sobre que hacen los niños cuando estos problemas y
tormentas vienen a sus vidas. ¿Hay formas con las cuales responden? ¿Hay cosas que
ellos pueden hacer?

Con el fin de hacer mas posible la respuesta de los niños a la tormenta de la vida,
con el fin de identificar y poder hablar al respecto, los facilitadores pueden, primero, iniciar
una discusión sobre como los animales responden a las tormentas cuando están en el
bosque. Una larga lista de formas mediante las cuales los animales responden puede
generarse. Esta puede incluir habilidades de escondite, protección mutua entre ellos, volar
fuera del bosque, correr fuera de él, esconderse en una madriguera dentro del suelo6,
construir un nido, acurrucarse juntos, etcétera. Los niños a menudo son muy expertos en
este tipo de cosas, y los facilitadores también pueden ayudar a extraer mas ideas.
Reconociendo y dialogando sobre como los animales no actúan pasivamente cuando la
tormenta golpea al bosque, esto hace posible que los niños consideren entonces las formas
mediante las cuales ellos no son simplemente pasivos a la hora de enfrentar dificultades en
sus vidas. A veces los niños son expertos también sobre como los árboles y los bosques los
protegen de peligros naturales. Hablar sobre esto también puede ser útil a este punto. Una
vez que el facilitador posee un sentido de que los niños están listos, el grupo puede
entonces ser consultado, “Bien, esta es la forma en que los animales responden a la
tormenta. ¿Qué hay sobre como los niños responden a las tormentas que llegan a sus vidas?
¿Hay formas mediante las cuales ellos responden? ¿Hay cosas que ellos hacen? ¿Tratan
ellos de protegerse a sí mismos y a los otros, tal como lo hacen los animales?

A este punto, todo un montón de manos fueron se levantaron en la medida en que los
niños ardían por compartir su conocimiento sobre que hacen los niños para responder a
las tormentas de la vida. Así como yo escuchaba a diferentes niños, los conocimientos que
ellos tenían alrededor auto cuidándolos se volvieron claros. Hablaron sobre las formas
con las que compartían problemas con adultos queridos y amigos. También hablaron
sobre un rango de iniciativas que los niños pueden tomar para protegerse a si mismos.

- Hablar con alguien en quien confíen.


- Hablar con su vecino.
- Huir para protegerse.
- Hablar con su profesor o profesora.

6
Se escogió esta frase para expresar burrowing deep in the ground. No existe una traducción literal para el
verbo burrowing; cabe aclarar que otra de las peculiaridades del idioma inglés ocupa como sustantivo el
término burrow, que significa madriguera. Literalmente esto podría significar “madriguerarse profundo en el
suelo”; forma que nuestra lengua no sostiene (Nota del T.)
- Rezas sobre los problemas.
- Pedir ayuda.
- Hablar con un trabajador social.
- Reportar a la policia.
- Hablar a un amigo.
- Hablar con la tía D (una consejera presente)
- Hablar con los amigos sobre los problemas.

Así como los niños hacen estas sugerencias, todos escuchaban atentamente. Fue como
si conocimiento especial que podría algún día ser muy importante fuese intercambiado.
En discusiones futuras, estaré interesado en preguntar como los niños se aferran a sus
sueños y visiones para sus vidas durante las tormentas. Sospecho que también tendrian un
montón de cosas que decir sobre esto.
En este caso, nos enfocaremos en tres preguntas:

- ¿Están las tormentas siempre presentes en nuestras vidas?


- ¿Están nuestras vidas algunas veces libres de tormentas?
- ¿Qué hacemos cuando las tormentas pasan?

Dividí a los niños en grupos de a cinco para que pudieran pasar tiempo reflexionando
en estas tres preguntas. Así como fui alrededor de los grupos, los escuché hablar sobre los
tiempos alegres que pasan con sus amigos y en el colegio. Hubo un acuerdo general
dentro del grupo mas largo que las tormentas vienen y van. Plantee a los niños que
incluyeran en sus conversaciones historias de personas que los hayan hecho felices y dado
apoyo. También les propuse hablar sobre como han contribuido a la felicidad de otras
personas. Caminando alrededor de la sala tuve la sensación que los niños estaban
disfrutando y valorando sus conversaciones con sus pares.

Parte cuatro: Certificados y Canción

Mientras hablaba7 con los niños sobre “Cuando viene la tormenta”, los consejeros
de la comunidad habían estado afanosamente preparando certificados para los niños.
Habían tomado notas sobre lo que habían dicho los niños durante el ejercicio del “Árbol
de la Vida”: sobre sus esperanzas, sus sueños y sus habilidades. Y todo esto había sido
grabado en certificados individuales especialmente hechos. Estos certificados también
honraban las contribuciones de la gente especial en la vida de estos niños.
En esta parte final del día, invitamos a una serie de trabajadores pertenecientes a la
clínica Javabu a presenciar la ceremonia de entrega de certificados. Mientras que las
conversaciones durante el día habían sido maravillosas, los certificados, podríamos decir
que fueron ¡la guinda de la torta! Los niños estuvieron extremadamente emocionados y no
podían esperar a mostrárselos con orgullo a sus amigos y a sus familias.

7
En esta oración, se prefirió, para un mejor entendimiento, y por efectos de uso, por ocupar el pretérito
imperfecto del verbo hablar. En el texto de David D., aparece Whilst i had been talking, cuya traducción sería:
“mientras había estado hablando”. La forma que proponemos nos pareció la más óptima, pues le brinda cierto
dinamismo a la acción en la que el Coordinador de todo el ejercicio y el equipo de Facilitadores, de forma
paralela culminan el ejercicio. (Nota del T.)
Tandiwe, una de las chicas del grupo, estaba cubierta de sonrisas cuando dijo que
colgaría el certificado en la pared del salón familiar de su casa. Sería un recordatorio de
que tenía mucho por lo cual vivir.

Escribiendo una Carta a los cuidadores

Antes de este día con los niños, los consejeros y yo pasamos algo de tiempo
conversando sobre los desafíos que experimentamos en lo que se refiere a involucrar a los
padres y las comunidades en nuestro trabajo con los niños. A menudo hay una enorme
brecha entre lo que los niños experimentan durante los grupos de apoyo y los contextos a
los que vuelven en sus hogares y comunidades. Puede ser un gran desafío para asegurar
que el trabajo que hacemos con los niños no enajenarlos de alguna forma de familias
amorosas y parientes.
Deseamos encontrar formas de incluir e involucrar a cuidadores en nuestro trabajo
y donde sea posible extender nuestro apoyo a las familias de los niños. Hemos pasado
algo de tiempo pensando en como permitir a los niños compartir su experiencia del
ejercicio del “Árbol de la Vida” con sus cuidadores y familias. Hemos decidido que
dando a los niños una oportunidad al final del día de escribir una carta a sus cuidadores
sobre su experiencia en el ejercicio “Árbol de la Vida”, puede crearse una oportunidad
para ellos de hablar sobre lo que valoran en sus vidas en el contexto de sus familias.
También pensamos que esa podría ser una forma con la que los niños podrían reconocer y
apreciar el apoyo que han recibido de parte de sus cuidadores, de forma que pudieran
mantener a estos cuidadores.
Les planteamos a los niños que identificaran quien sería la persona que
demostraría cariño hacia ellos a quienes quisieran escribirles. Los animamos entonces a
que incluyeran en sus cartas descripciones de sus valores, habilidades, esperanzas y
sueños de los que hablaron durante el día. También los animamos a reconocer la
contribución de los cuidadores a sus vidas a sus vidas y a extenderles una invitación a
visitar los grupos de apoyo cuando tuviesen tiempo de hacerlo. Como muchos de quienes
cuidan a estos niños no pueden leer, mencionamos a los niños que sería respetuoso y útil
si ellos pudiesen leerles las cartas en voz alta a sus cuidadores. Kennedy me permitió
compartir que escribió a su Abuela.

Querida Abuela Gogo

Hoy día hicimos una cosa muy buena. Se llama El Árbol de la vida. En el Árbol, dije que
quería crecer para ser un mecánico. Tú sabes que me gusta arreglar cosas, como ese día
lunes en el que arreglé la TV cuando no funcionaba. Si soy mecánico seré como mi padre
por que el solía arreglar luces.
Gogo, quiero crecer y ser fuerte para poder cuidarte a ti y a Sandie. Gogo, gracias por el
nuevo uniforme que me compraste, y las cosas bellas que obtienes para nosotros siempre.
Eres buena y especial. Te invito al grupo de apoyo.

De,

Kennedy.

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