LA LEY DE TRABAJADOR
1.1.- INTRODUCCIÓN
Si bien mantiene como objeto al igual que el Reglamento la promoción de una cultura de
prevención de riesgos laborales, no solo involucra la participación de los trabajadores,
empleadores y el Estado tal como lo detalla la norma reglamentaria si no que la novedad es que
incorpora como actor coadyuvante aparte de los mencionados a las Organizaciones Sindicales.
La Ley se constituye como el piso mínimo legal en materia de seguridad y salud en el trabajo, por
ende los empleadores y trabajadores pueden establecer libremente niveles de protección mayores
a los previstos en la reciente Ley.
Uno de los aspectos que resaltan dentro del nuevo marco legal en seguridad y salud en el trabajo
es que no solo comprende y es aplicable a todos los sectores económicos si no que agrega a los
sectores de servicios, pero sobre todo no solo comprende a todos los empleadores y trabajadores
sujetos al régimen laboral de la actividad privada en todo el territorio nacional, tal como ya lo
preveía el Reglamento.
En este aspecto lo relevante del nuevo marco legal sobre seguridad y salud en el trabajo radica en
que el Estado, en consulta con las organizaciones más representativas de empleadores y de
trabajadores, tiene la obligación de formular, poner en práctica y reexaminar periódicamente una
Política Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo que tenga por finalidad prevenir los
accidentes y los daños en la salud que sean consecuencia del trabajo, guarden relación con la
actividad laboral o sobrevengan durante el trabajo, reduciendo al mínimo los riesgos inherentes al
medio ambiente del trabajo.
En relación con este aspecto la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo mantiene la estructura
planteada por el reglamento, con la precisión de que a diferencia de este la nueva normatividad
incorpora como actores fundamentales en el Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el
Trabajo a las organizaciones sindicales.
Otro aspecto innovador de la novísima legislación sobre Seguridad y Salud en el Trabajo radica en
haber incorporado dentro de su texto legal lo relativo a la Política del Sistema de Gestión de la
Seguridad y Salud en el Trabajo, en donde lo más rescatable radica en que el empleador es el
encargado de perfilar dicha política por escrito, en consulta con sus trabajadores y sus
representantes e incluso se diseñan una serie de principios y objetivos fundamentales para la
elaboración de la misma, incidiendo en la participación de los trabajadores en su organización.
La Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo es más categórica que el reglamento al precisar que son
los trabajadores quienes eligen a sus representantes ante el Comité de Seguridad y Salud en el
Trabajo o sus supervisores de seguridad y salud en el trabajo, agregando a diferencia de la norma
reglamentaria que en los centros de trabajo donde existan organizaciones sindicales.
El cambio sustancial en este aspecto es que la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo reduce de 25
a 20 trabajadores el requisito para la elaboración del Reglamento Interno de Seguridad y Salud en
el Trabajo, en tal sentido se precisa que las empresas con 20 o más trabajadores elaboran su
Reglamento Interno de Seguridad y Salud en el Trabajo de conformidad con las disposiciones que
establezca el reglamento.
Otra novedad que nos ofrece la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo es que todo empleador
debe organizar un servicio de seguridad y salud en el trabajo propio o común a varios
empleadores, cuya finalidad es esencialmente preventiva, en base a los siguientes parámetros :
Identificación y evaluación de los riesgos que puedan afectar a la salud en el lugar de trabajo;
vigilancia de los factores del medio ambiente de trabajo y de las prácticas de trabajo que puedan
afectar a la salud de los trabajadores, incluidas las instalaciones sanitarias.
Se agregan como obligaciones del empleador el garantizar que las elecciones de los
representantes de los trabajadores se realicen a través de las organizaciones sindicales, y en su
defecto, a través de elecciones democráticas de los trabajadores; así como garantizar el real y
efectivo trabajo del Comité Paritario de Seguridad y Salud en el Trabajo, asignando los recursos
necesarios. De otro lado se introduce de manera expresa y clara en el artículo 53° la indemnización
por daños a la salud en el trabajo, precisándose que el incumplimiento del empleador del deber de
prevención genera la obligación de pagar las indemnizaciones a las victimas o a sus
derechohabientes, de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales e incluso en caso de
que vía inspectiva se haya comprobado fehacientemente el daño al trabajador, el Ministerio de
Trabajo determinara el pago de la indemnización respectiva, cabe agregar que otra innovación de
la nueva normatividad sobre seguridad y salud en el trabajo radica en que el deber de prevención
del empleador abarca también toda actividad que se desarrolle durante la ejecución de las
ordenes del empleador, o durante la ejecución de una labor bajo su autoridad o en el
desplazamiento a la misma, aún fuera del lugar y horas de trabajo.
Dentro de las innovaciones de la reciente Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo se puede citar el
hecho de que si bien ratifica que todo trabajador tiene derecho a comunicarse libremente con los
inspectores de trabajo, esto puede producirse aún sin la presencia del empleador, situación que
no había sido prevista en el Reglamento de Seguridad y Salud en el Trabajo; de otro lado agrega
como novedad que cuando se produzca la transferencia de un trabajador motivada por razones de
seguridad y salud en el trabajo, esta debe producirse sin menoscabo de sus derechos
remunerativos y de categoría y finalmente se agrega como obligación del trabajador responder e
informar con veracidad a las instancias públicas que se lo requieran, caso contrario es considerado
falta grave, sin perjuicio de la denuncia penal correspondiente.
Este es uno de los rubros en los que se han introducido una serie de modificaciones por parte de la
nueva legislación sobre seguridad y salud en el trabajo, en tal sentido se puede mencionar que el
empleador debe informar al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo de todo accidente de
trabajo mortal, los incidentes peligrosos que pongan en peligro la salud y la integridad física de los
trabajadores o de la población u cualquier tipo de situación que altere o ponga en riesgo la vida,
integridad física y psicológica del trabajador suscitado en el ámbito laboral, agregando que los
centros médicos asistenciales que atiendan por primera vez sobre accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales registradas o los que se ajustan a la definición legal de estas están
obligados a informar al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.
17.- RECOPILACIÓN Y PUBLICACIÓN DE ESTADÍSTICAS
El texto de la nueva Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo en relación con la publicación anual de
estadísticas completas sobre accidentes de trabajo, enfermedades profesionales e incidentes
peligrosos en la página Web del MTPE, precisa a diferencia del Reglamento de Seguridad y Salud
en el Trabajo que esta información es de dominio público conforme a la Ley Nº 27806 – Ley de
Transparencia y Acceso a la Información Pública, siendo lo más llamativo que no indica como
restricción el guardar reserva sobre la identidad de las personas afectadas tal como lo precisa la
norma reglamentaria.
Los cambios más sustanciales se centran en que la realización de la investigación no queda solo en
manos del empleador tal como lo consigna la norma reglamentaria, si no que esta debe ser
realizada conjuntamente con los representantes de las organizaciones sindicales o trabajadores,
cuyos resultados deben ser comunicados a la Autoridad Administrativa de Trabajo, indicando las
medidas de prevención adoptadas y que el empleador conjuntamente con la autoridad
administrativa de trabajo realizan las investigaciones de los accidentes de trabajo mortales, con la
participación de los representantes de las organizaciones sindicales o trabajadores.
El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, los gobiernos regionales y gobiernos locales, el
Ministerio de Salud y los órganos de la administración pública proporcionan peritos y técnicos
debidamente calificados a la inspección de trabajo, para el adecuado ejercicio de las funciones de
inspección en materia de seguridad y salud en el trabajo, en el caso del sector de energía y minas,
las direcciones nacionales, regionales y locales organizan..
La reciente legislación sobre seguridad y salud en el trabajo establece cambios en la Ley Nº 28806
– Ley General de Inspección de Trabajo en los siguientes términos: Modifica el artículo 34°
precisando que constituyen infracciones administrativas en materia de seguridad y salud en el
trabajo los incumplimientos de las disposiciones legales de carácter general aplicables a todos los
centros de trabajo, así como los aplicables al sector industria.
Finalmente la reciente legislación sobre seguridad y salud en el trabajo adiciona un último párrafo
al artículo 5° del Decreto Legislativo Nº 892 – Ley que regula el derecho de los trabajadores a
participar en el reparto de utilidades de las empresas que desarrollan actividades generadoras de
rentas de tercera categoría permitiendo que participen en el reparto de utilidades en igualdad de
condiciones los trabajadores que hayan sufrido accidente de trabajo o enfermedad ocupacional, y
que haya dado lugar a descanso médico, debidamente acreditado al amparo y bajo los parámetros
de la norma de seguridad y salud
I. Cuestionario.
II. ¿Cuál cree usted que son el origen de los beneficios sociales?
Para encontrar el origen de estos incentivos hay que remontarse a finales del siglo
XIX y principios del XX. En ese momento, las empresas empezaron a buscar
fórmulas para mejorar la productividad. Sus propuestas se basaron en estudios
como los de Frederick Taylor, un ingeniero y economista que expuso una teoría
basada en el trabajo en las fábricas. Según sus planteamientos, aumentarían los
beneficios si se daba incentivos económicos a los trabajadores dependiendo de
las unidades que produjeran.
Estas teorías fueron evolucionando, y actualmente se valoran múltiples
posibilidades para incentivar a la plantilla, más allá del recurso obvio de
la gratificación económica extra.