Esta es una copia digital de un libro que, durante generaciones, se ha conservado en las estanterías de una biblioteca, hasta que Google ha decidido
escanearlo como parte de un proyecto que pretende que sea posible descubrir en línea libros de todo el mundo.
Ha sobrevivido tantos años como para que los derechos de autor hayan expirado y el libro pase a ser de dominio público. El que un libro sea de
dominio público significa que nunca ha estado protegido por derechos de autor, o bien que el período legal de estos derechos ya ha expirado. Es
posible que una misma obra sea de dominio público en unos países y, sin embargo, no lo sea en otros. Los libros de dominio público son nuestras
puertas hacia el pasado, suponen un patrimonio histórico, cultural y de conocimientos que, a menudo, resulta difícil de descubrir.
Todas las anotaciones, marcas y otras señales en los márgenes que estén presentes en el volumen original aparecerán también en este archivo como
testimonio del largo viaje que el libro ha recorrido desde el editor hasta la biblioteca y, finalmente, hasta usted.
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a todo el mundo. Los libros de dominio público son patrimonio de todos, nosotros somos sus humildes guardianes. No obstante, se trata de un
trabajo caro. Por este motivo, y para poder ofrecer este recurso, hemos tomado medidas para evitar que se produzca un abuso por parte de terceros
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que todo lo que hace es legal. No dé por sentado que, por el hecho de que una obra se considere de dominio público para los usuarios de
los Estados Unidos, lo será también para los usuarios de otros países. La legislación sobre derechos de autor varía de un país a otro, y no
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nuestro programa significa que se puede utilizar de igual manera en todo el mundo. La responsabilidad ante la infracción de los derechos de
autor puede ser muy grave.
El objetivo de Google consiste en organizar información procedente de todo el mundo y hacerla accesible y útil de forma universal. El programa de
Búsqueda de libros de Google ayuda a los lectores a descubrir los libros de todo el mundo a la vez que ayuda a autores y editores a llegar a nuevas
audiencias. Podrá realizar búsquedas en el texto completo de este libro en la web, en la página http://books.google.com
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Gabinete de Bol i vi o
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El Gobierno de Bolivia, ocultándose tras de un nombre descono
cido (*) acaba de dar á luz, con una acritud de lenguaje, propia de la
mas violenta pasion, un libelo, que si aparentemente vá dirigido con
tra el Excmo. Presidente, Gran Mariscal D. Ramon Castilla, en la
realidad se ha lanzado con la decidida intencion de ofender al Perú.
[*] Se nos ha dicho que D. Ricardo Mugia, por quien aparece firmado ese libelo,
es oficial mayor del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia. Ignoramos lo que
haya de verdad en este informe; mas sea de ello lo que fuere, no es preciso ser muy ad
vertido para comprender, que siendo la actual administración boliviana la única interesa
da en contestar á los cargos que le hace el Perú, su inspiración es la que ha guiado la plu
ma de aquel escritor.
torpemente manejada, la frase en qufc el Presidente deplora lo mal
correspondidas que han sido por ese Gabinete las pruebas de amistad
y de benevolencia, que en todos tiempos y circunstancias han dado á
Bolivia el Perú y sus Gobiernos.
Visto pues, que no son las palabras que se citan del General
Sucre las que pueden dar testimonio del proceder constantemente in
sidioso que se atribuye al Perú y á sus Gobiernos respecto de Boli
via, veamos en el texto mismo de los tratados que repetidas veces han
ajustado esa República y nuestra patria, cuán elevadas han sido siem
pre las miras de ésta en sus relaciones con aquella, cuanto desprendi
miento y generosidad ha mostrado en el momento de las concesiones,
cuán amigables han sido sus sentimientos, y con cuánta hidalguía ha
olvidado el Perú los frecuentes é inmotivados agravios que le han in
ferido los Gobiernos de aquel pais.
Creer que con el comercio, y que con solo él, pueda penetrar en
un pais la influencia corruptora de un Gobierno estraño, es descono
cer la eficacia de que es suceptible la influencia de un Gobierno ver
daderamente corruptor, pues jamás podrán faltarle los medios de ha
cer que su mal hálito penetre á pesar de las mil vallas que al tráfico
se opongan. La única barrera en que se estrellarán siempre los es
fuerzos de un gabinete estrangero corruptor, es la buena conducta, el
patriótico proceder, el empleo acertado que haga de sus fuerzas en fa
vor de su pais el Gobierno de aquella Nacion que se quiere preservar
de toda influencia perniciosa. ¿Encuentra en su conciencia la actual
administracion boliviana la seguridad de haber adoptado esos medios
únicos de mantener su autoridad, ligándola á los intereses de su patria
y de cada uno de sus gobernados? Si puede gozarse en tan grata con
viccion, no tema, no, los pérfidos manejos que atribuye á nuestro Go
bierno; ellos serán impotentes para romper los vínculos que la entre
lazan con su pais, y del cual será entonces su centro, su apoyo y su
grandiosa personificacion.
Si los motivos que se han indicado son los que en efecto han pro
ducido el decreto de interdiccion, necesario es concluir, que la actual
administracion boliviana es torpe en demasía ó que no descansa segu
ra sobre su base; y ya sea esto ó aquello, es indudable que al fin cae
rá, sin que nuestro Gobierno tenga que emplear pina la il-pi-Renta-
c ion de ese acto final del drama, medio alguno de corrupcion. £
Tan cierto es que el actual Gobierno boliviano tiene el sentimien
to íntimo de su instabilidad, que no >pudiendo encontrar en nuestro
gabinete (enemigo como es por principios y por razones de convenien
cia bien entendida, de intervenir en la política interior de los otros Es
tados) el apoyo que necesita para sostenerse y que el Perú pudiera
prestarle, lanza al viento en medio de su desesperada impotencia, el
insulto grosero, la vil calumnia, contra el Gobierno que observa, con
ojo indiferente, las convulsiones en que se ajita.
■
Resultados de tan violenta situacion y de esas esperanzas perdi
das, son los auxilios que presta á los emigrados peruanos, y el afirmar,
sin creerlo, que nuestro Gobierno proteje al General Belzu, hecho so
bre el cual ha recaido el mas solemne mentís; desde que, á consecuen
cia de las recientes violaciones de nuestro territorio por las fuerzas de
Bolivia, se han dado á luz, los documentos que en el particular guar
daba en su archivo nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores, y
que manifiestan las disposiciones tomadas para prevenir cualquiera
proyecto de invasion de ese General en su pais, hasta el punto de no
concederle pasaporte sino para él y dos compañeros mas. El tiempo,
gran revelador de secretos, es el que al fin llega á probar la justicia
de las buenas causas y á dar todo su realce á las sanas intenciones.