- El saber que trata del “ser en cuanto ser”. Todos los demás saberes tratan
sobre algunos aspectos particulares del ser. Las matemáticas tratan la realidad
como algo numerable y cuantificable, la biología como algo biológico o vivo, la
medicina se refiere al ser en cuanto sano o enfermo…Desde la metafísica se
estudia el ser en cuanto que es, intenta dar cuenta de lo que hace que algo sea lo
que es. Por eso, es ontología (óntos significa ser y lógos estudio).
- La “filosofía primera”. La metafísica sería el saber más radical, básico y
primordial ya que su objeto de estudio es aquello que sirve de fundamento a la
totalidad de lo que existe. Estudiaría la sustancia y a Dios.
- La “ciencia que se busca”. Aristóteles entiende que la metafísica no es un saber
acabado, sino que está por hacer y además es ciencia en tanto que es racional.
En el siglo XVIII, Christian Wolff propuso una forma de organizar los distintos
contenidos de la metafísica de la siguiente manera:
1. Metafísica general: se ocupa de investigar qué son las cosas, en qué consisten las
propiedades que poseen y cuáles son los procesos que sufren. Viene a coincidir con los
significados de la “ciencia del ser en cuanto a ser” de Aristóteles. Sus tres preguntas
fundamentales son: ¿qué es el ser?, ¿qué hay? y ¿qor qué hay ser y no, más bien, la
nada? El ser es la cuestión metafísica fundamental, pues todo lo existente coincide en
que es. El hecho de ser es la característica más general y radical que tienen todas las
cosas. Por eso, se los denomina “entes”, término que procede del participio presente del
verbo latino esse que se puede traducir como “que es”, “que existe”. En este sentido,
todas las cosas son entes, ya sean reales, imaginarias, absurdas, perceptibles, etc.
Pero es muy diferente decir, por ejemplo, “esta piedra es un ente” que afirmar “Ana
es un ente”. Por eso, se ha dicho que el concepto de ser no es unívoco. Solo de un modo
aproximado y abstracto podemos decir que el ser pertenece por igual a la piedra y a
Ana. Este es el sentido de la “diferencia ontológica” de la que habla Heidegger. Según
él, los filósofos se han preocupado más de los entes que del ser mismo. Han investigado
los entes, pero se han olvidado del ser, que es el verdadero problema radical de la
metafísica.