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· ALGUNAS ANOTACIONES A MITOS

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Ma. Luisa Reyes Landa
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~ ALGUNAS ANOTACIONES A MITOS
ASOCIADOS A PAQUIMÉ

Ma. Luisa Reyes Landa


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ESCUELA NACIONAL DE
~NTROPOLOGIA E HISTORIA
UNIDAD CHIHUAHUA
BIBLIOT ECA
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Escuela Nacional de Antropología e Historia
Unidad Chihuahua. .
Serie Rafees Históricas No. 1
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A L~ lJI .. A~ A l .. VIALIVl~ t!.~ A l"t iTQS
ASOCIADOS A PAQUIME.

Ma. Luisa Reyes Landa.

1.-INTRODUCCION.

No hay duda alguna que Paquimé tiene


una gran importancia en la historia de
México, aún cuando las fuen tes trndicionales
sean muy escasas. Parn colabornr en el
despeje de antiguas incógnitas relacionadas
con aquella cultura que nos precedió desde la
época prebispánica, es necesario tomar ahora
otros recursos, en este caso hemos utilizado
antiguas leyendas que todavía se consenran y
se cuentan de boca en boca, en parte del
territorio donde Paquimé dejó sentir su
influencia, como ocurre en el área de Arizona
y N uevo México, es decir, en el Suroeste de
los Estados Un idos.

Aunque la situación ha ido cambiando en


tiempos muy recientes, todavía es poco lo que
se a be de la antropología del Norte de
México, y de esto no se excluye al Estado de
hihuabua, ya que en su territorio, el ntayor
de lo entidades de la federación, e
desarro.lló una gran cantidad de sociedades,
e oto en la época prehispánica como en la
colonial. En un panoran1a desolador
genendo por el corto ní1mero de
investigaciones, destaca el excepcional interés
que ha generad~ Paquimé; el sitio
más importante de lo que ahora es el 3
Noroeste de México y el Suroeste de los
Estadüs Unidüs.

Este trabajo ha sido elaborado para


poner. de relieve algunos rasgos
característicos y costumbres de los antiguos
pueblos de aquella inmensa región, que por
su gran importancia, inevitablemente
quedaron plasmados en leyendas, dejando
también evidenciado q ue la importancia de
Paquimé fue enorme y asi lo demuestran las
alusiones que se hacen de la gran ciudad
prehispánica. La ca ída de Paquimé debió ser
tan sentida por las sociedades afines a ella,
que resulta ahora natural que se haya
mitificad o el terrible evento y que algunos de
sus efectos se hayan dejado sentir incluso en
el rytual de los grupos afectados directa o
indirectamente. Detectar algunos de estos
efectos, es otro de los propósitos que nos han
guiado para redactar este trabajo, que
esperamos sea de alguna utilidad para !os
estudiosos de la etnohistoria de México y de
Chihuahua en lo particular.

La a finidad que se daba entre los grupos


de distintas regiones era reconocida incluso
en la época prehispánica, ya que algunas
t radiciones hacen mención de otras áreas y
señalan que en ellas habitaron antepasados.
De que las ocupaciones hao sido
prá cticamente ininterrumpidas nos habla el
que todavía existan grupo~ indígenas en el
Gran Suroeste d e los Estados Unidos, como lo
es el de. los hopis, que hoy habita en lo que
4

ahora es un sector del Estado de Arizona


cuyas tradiciones incluyen a varios
asent~mientos antiguos (fig. .1 ).

Sólo para ubicar al lector, este trabajo


inicia con el señalamiento de algunos rasgos
básicds de la cultura de los hopis, los cuáles
debieron ser receptores de miembros de la
cultura de Paquimé cuando esta cayó en
manos de sus enemig~s.

Debe r ecordarse que aqui se ha trabajado


con el análisis de leyendas relacionadas con
Palatkwapi, que aluden a una época en que
se carecía de registros históricos y que por
consiguiente, son relatos imprecisos que
además se bao alterado con el paso del
tiempo. Sin embargo, creemos que existen
suficientes datos como para admitir que
Palatkwapi es la ciudad arqueológica que
ahora conocemos como Paquimé, que muy
justificadamente es motivo de orgullo de los
chihuahuenses y de México en general.

Conviene señalar que es posible encontrar


distintas versiones en relación con la caída de
Palatkwapi, y que se han elegido tres de
ellas para presentar sólo una muestra de las
formas de pensamiento de los grupos
indígenas, acerca d e la destrucción de lo que
es ahora el sitio arqueológico más importante
d el Norte d e M éxico.
5

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Fig. l.-Plano en el que se muestra la


ubicación de Paquimé y del área ocupada
por los hopis.
6

2.-LA MJTICA CIUDAD PERDIDA.

Oc mucho interés para la etnohistoria de


México, resulta el saber que entre las
tradiciones que conserva el gran grupo de
los hopis, se menciona a una antigua ;
ciudaá abandonada, se le conoce como la
ciudad roja ó Palatkwapi, a la que de un
modo u otro se refieren muchas de las
l
leyendas de los clanes , como ocurre en
aqueUas que se relacionan con el clan
Kachina. Frank Waters señala a los
miembros de este clan como a los
constructores de la ciudad roja, en un
excelente trabajo sobre aquella sociedad
(Waters, 1992:84).

Al igual que muchos investigadores que


se han ocupado de la cultura de Paquimé,
Waters identifica a Palatkwapi con la
ciudad arqueológica de Paquimé, -opinión
que compartimos- cuyos restos se consenran
en las inmediaciones de Casas Grandes y en
las riberas del río del mismo nombre.
Rodeada de asentamientos menores, la
ciudad se encuentra al Oeste del Estado de
Chihuahua, en una llanura en las
inmediaciones de la Sierra Madre
()ccidental

Siguiendo a Waten (Qp cit) nos


perm_itímo señalar que en las leyendas que
todavia circulan entre los indfgenas · se
menciona con . frecuencia a una
. misteriosa
.
7

ciudad roja, Palatkwapi, se sabe que está


hacia el Sur pero se desconoce la distancia,
ya que su abandono ocurrió hace tantos
años que los recuerdos se hao ido
mitificando y los detalles se han perdido con
el paso del tiempo, sin embargo, el clan
Kachina habla de su fu ndación, en una área
de tierra roja situad a hacia el Sur de
aquella que actualmente ocupan los hopis.

Quizás por tratarse de una época


incierta, los grupos antiguos debieron hacer
migraciones con cierta frecuencia, sobre
todo en la época en que las prácticas
agrícolas llegar on a ser la actividad más
importante para la supervivencia. Las
migraciones son narradas en muchas
leyendas y se habla de ellas con veneración
y respeto, ya que constituyen una etapa en
que muchas instituciones de la sociedad
fueron consolidadas. L as narraciones están
envueltas en una atmósfera de misticismo y
respeto y con ellas se explican ahora muchas
de las tradiciones de los grupos del Suroeste
de los Estados Unidos y seguramente de
grupos ahora desaparecidos del N oroeste de
México.

Conviene subrayar ahora que en la


tradición juega un papel muy importante la
gente Kachina, que realmente eran espíritus
protectores que tomaban el aspecto de seres
humanos. Posteriormente, sólo gente muy
selecta Y sabia formaría el
8

2
Los informantes de Waters describen a
Palatkwapi como a un asentamiento que
contaba con agua corriente y que estaba
circundado por altos muros, la ciudad tenía
una primera sección reservada para fines
cerempniales, que era la más importante de ,
la ciudad y en una de cuyas esquinas
pasaba un río, otra secc1on estaba
constituída por áreas de almacenamiento y
una tercera, era de tipo habitacional para el
3
pueblo y sus autoridades •

En el área habitacional se contaba con


dos edificios, uno de eUos exclusivamente
para fines ceremoniales y otro más para uso
de los iniciados, y es que en aquel entonces
no se contaba aún con las construcciones
ceremoniales llamadas Kivas 4 , como se
hizo después en el Suroeste de los Estados
Unidos, donde todavía son utilizadas en
nuestros días. El edificio de uso ceremonial
era de cuatro pisos de alto, era de forma
escalonada y contaba con una puerta
pri~cipal hacia el Este y dos más pequeñas,
bacta el Norte y hacia el Sur5 (fig. 2).

<; ente del grupo de los hopis han


seftalado que en el primer nivel de aqucUa
~o~strucción, se enseñaba historia a los
.. lnctados, en el segundo se enseñaba
natomia Y fisioJogia humanas dando
énfa · a 1 ti . . '
a unciones de la meo te para
tom~render la fonnan en que el gran
~pintu obraba dentro del hombre. En el
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9

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Fig. 2.-Aspecto que debieron tener algunos de los


edificios de Paquimé: A)Plaza central según Charles
Di Peso (Op cit cit, Vol. 2:812). B)Edificio de más
·de un nivel.
10

tercer nivel se impartían conocimientos


acerca de la natunleza y particularmente
sobre .medicina herbolaria. El cuarto nivel
era más pequeño y correspondía a una área
superior en todo aspecto, ya que estaba
dedica:do a los iniciados que hubienn •
tenido' mejores alcances, ahi se les instruía
sobre aspectos de astronomía y la influencia
de los astros en el hombre y en la
naturaleza6 • También aprendían a
comunicarse con el Creador, a través de una
"puerta abierta" que se encontraba por
encima de las cabezas, asi como la forma de
mantenerla abierta de una manera
permanente.

LA DESTRUCCION DE PALATKWAPI.

Las leyend as acentúan que Palatkwapi


tuvo una época de gran esplendor y riqueza,
la población obtenía cosechas abundantes y
la juventud recibía una educación sólida en
la que tenían mucha importancia los
e tudios de religión. Desafortunadamente,
un estado de cosas prácticamente idílico, se
.. upone que por efectos de una vitln
dem i do fá.cil, la sociedad que habitaba
en l ciudad e corrompió, y entre otras
to dejó de efectur migraciones. Al
P· r, la ituación e hizo crítica cuando
el clan de la Araft~7 hizo mal uso de us
~odet'"fl Y tuvo que probibírsele entrar a
Palatkwapi (Waten, On clt) .
..
.,, , .
~.ii,;..-~;l ~.... '
11

Enfadados por aquella prohibición, una


mañana los miembr os del clan de la Araña
8
atacaron la ciudad, para destruírla •

Cuando se iniciaba el ataque, una mujer


Kachioa llamada Héhewúti apenas había •
dejado el lecho y se peinaba antes de iniciar
sus labores, cuando se enteró del peligro no
dudó en ayudar a la defensa de Palatkwapi.
Este bello y valient e gesto le valió que
todavía se le recuerde en los ritos hopis,
donde se le representa con la ropa
desarreglada y con parte de su cabello
suelto.

Un Kachina que también auxilió en la


defensa de la ciudad fue Cha' kwaina fue
atravesado por las flechas del clan atacante
y sólo pudo exclamar "ju-ju". No resulta
ahora extraño que este grit o ahora sea
repetido muchas veces enmedio de las
celebraciones que el clan Kacbina de
· Cha'kwaina efectúa en la actualidad.

Palatkwapi fue sitiada y su población


acabó por confinarose al área ceremonial, fue
entonces cuando el clan de la Araña cortó la
corriente que la surtía de agua, para b uscar
la victoria por medio de la sed. Para
. ~
salvarse, Jos habitantes de Palatkwapi
decidieron abandonar la ciudad y en tan
sólo s·i ete días excavaron un túnel por abajo
del río•. Aunque pudieron hacerlo, los
sitiados no escaparon precipitadamente,
...~". '. . .
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12

convocaron a una reunión en la que se


decidió el orden en que habrían de
abandonar la ciudad, y de lograrlo, se
comprometían a reanudar de inmediato las
migraciones de carácter religioso, que eran
de mucho peso en su ideología y para
recobrar el bienestar social que ahora les
faltaba.

La gente Kachina recomendó obsenrar


las ceremonias y sobre todo, luchar por
mantener abierta las puertas situadas
encima de las cabezas. Además eligieron
salir al final para continuar la defensa de
Palatkwapi hasta donde fuera posible y
para facilitar el escape de los miembros de
los clanes. Después, regresarían al mundo
que habitaban como espíritus.

Los Kachina prometieron no olvidarse de


los miembros de los clanes, ofrecieron oírlos
cuando tuvieran problemas e hicieran sus
tabliUas sagradas conocidas como pahos9 ,
les dijeron como podrían recordarlos
10
usando sus máscaras y trajes en medio del
ceremonial y sobre todo, como seleccionar a
lo miembros de un clan que llevaría el
nombre de Kachina.

- lle acuerdo a las instrucciones de los


e phitus Kacbioa, Palatkwapi fu e
abandonada primero por los miembros del
e) n d •1 O o, luego el del Maiz y el del
Peri~o, luego el del ~lan Coyote. Viéndose
13

libres, reanudaron sus migraciones y


cumplieron asi su destino. Nunca han
olvida~o a la gente Kachina que les ayudó
cuando vivían en Palatkwapi y sobre todo
en los momentos del peligroso ataque de los
enemigos que destruyeron la ciudad. De
acuerdo a lo que ellos mismos les dijeron, la
(Jente
o
ahora envía mensajes a los Kachina
d·esde lo alto del Monte de San Francisco,
que se encuentra al Suroeste de Oraibi, en
las cercanías de Flagstaff, en Arizona.

Como respuesta a la ola de cambios que


azota a la sociedad y del abandono de
antiguas creencias, una profecía de los hopis
asegura que las danzas Kachinas serán los
últimos ritos que habrán de desaparecer,
cuando las enseñanzas que les dejaron
hayan sido olvidadas y las formas del culto
hayan quedado en el abandono. Asi de
importante sigue siendo el pensamiento de
la gente Kachina que los protegió cuando
Palatkwapi fue destruída.

EL VIAJE DE LOS GEMELOS.

Para entender mejor las narraciones


sobre la caída de Paquimé, es necesario
conocer esta leyenda, que puede ser
considerada como continuación y
complemento de la anterior.

Los miembros del Clan del Agua vivieron


14

en Palatkwapi muchos años disfrutando de


sus bondades y colaborando en su
engra~decimiento. Hubo un momento en
que los dioses tutelares Eototo y Aholi,
hicieron notar a la gente que estaban
rompiendo la ley por continuar viviendo en
aquella agradable ciudad, ya que sólo
podían asentarse de manera permanente
cuando hubieran completado cuatro pasos.

A pesar de la advertencia, la gente


continuó viviendo en Palatkwapi.

Como castigo a la desobediencia, los


dioses tutelares ordenaron la destrucción de
la ciudad. Como ya se ha mencionado, esta
leyenda complementa a la anterior y entre
ambas, corresponden a una tercera versión
de la caída de Palatkwapi, recabada por
Courlander.

El jefe de la población ordenó a su hijo


que todas las mañanas corriera bacía la
montaña y plantara una vara en ese punto
para señalar el lugar donde había agotado
sus energías para continuar. El joven de 16
a ños obedeció y naturalmente, cada
mafiana plantaba la vara a una distancia
mayor. Hubo un momento en que el jefe le
volvió a llamar y entregándole cuatro
máscaras, le pidió que se pusiera una de
eUas para correr.

A los cuatro dias, el jefe llamó


15

nuevamente al joven y le pidió que se


pusiera las cuatro máscaras, lo vistió con
una hermosa capa ceremonial y le pintó el
cuerpo. También le pidió que corriera por
la ciudad gritando y haciendo ruidos para
asusta.. a la población. El joven lo hizo y •
realmente asustó a los demás, aunque
trataron de atraparlo, no pudieron hacerlo
ya que el joven había tenido un buen
entrenamiento. Y es que el jefe deseaba que
la gente, asustada, abandonara la ciudad
como lo pedían los dioses tutelares, pero
esto no ocurrió asi.
Llegó un momento en que el jefe,
seguramente satisfecho de los avances del
proceso, le ordenó al joven que se dejara
atrapar. Algunas gentes de la ciudad le
quitaron las máscaras y después de
regañarlo, decidieron sacrificarlo para
castigar su osadía, el joven se resignó y sólo
pidió ser enterrado en la plaza principal.

AJ día siguiente del asesinato del joven,


de su tumba brotó un dedo causando gran
alboroto entre la población, al día siguiente
brotó otro dedo más y asi continuó
ocurriendo, de tal manera que al cuarto día
no sólo apareció el dedo sino que de la
tu.mba brotó una gran serpiente que al
moverse, hacía que la tierra temblara. Esto
trajo consigo que varias de las casas y de los
edificio de la ciudad, cayeran por tierra,
provocando la muerte de mucha gente.
Alguna·s penonas teJTiblemcnte asustadas
16

prefirieron alejarse de la ciudad, para evitar


aquel peligro.

Asi ·fue abandonada la gran ciudad de


Palatkwapi. Sin embargo, la leyenda agrega
que los espíritus tuvieron compasión por
dos getnelos, que estaban sólos en 'e l interior •
de su casa en el momento de la catástrofe.
Milagrosamente y a pesar del movimiento
de la tierra, la casa.no se derrumbó.

La casa que permaneció intacta, era la de


un matrimonio que tenía una pareja de
gemelos. Los padres que trabajaban en el
campo, creyeron muertos a los niños y se
sumaron a la gente que huía de la ciudad,
sin embargo, los gemelos salieron ilesos y
cuando pudieron hacerlo abandonaron
Palatkwapi, asustados y tratando de
encontrar a los que les habían precedido.
Cuando se terminaron la comida, uno de los
niño cazó un venado que resultó ser mágico,
el animal herido les habló y les dijo que
había ido a ayudarles:

-Escucha mis palabras, cuando muera


corten un poco de mi carne y prepárenla
para comer. No rompan mis huesos,
guarden además el hueso de la pata traserc1,
entre la articulación inferior y la pezuña y
hagan un punzón, con él podrán hacerse
ropa ~nueva con mi pieL Si lo cuelgan
ademas de su cuello, vendré todas las
noches y los cargaré.
J • ,.
17

De esta manera, auxiliados por el


venado, los gemelos continuaron su viaje y
UegarQn a una ciudad grande y próspera
donde vivieron por muchos años.

Así se salvaron los gemelos qqe habían


sobrevfvido a la destrucción de Palatkwapi.

LA DESTRUCCION DE LA
MISTERIOSA CIUDAD ROJA.

Como es frecuente entre la sociedades


indígenas, las leyendas varían de un grupo a
otro, y entre las leyendas recopiladas por los
autores que se han ocu pado del caso, se sabe
de versiones que básicamente son igu ales,
aunque varían en los detalles secundarios.
Como mexicanos, resulta de gran interés
para nosotros también aquella versión
recopilada por Harold Courlander (1972) en
un excelente trabajo acerca de los hopis.
Para hacer algunas reflexiones al respecto,
presentamos aquí la síntesis de la leyenda
que narra la destrucción de la misterios~•
ciudad roja de Palatkwapi.

Los informantes de este autor se refieren


11
al clan Patki en la época en que
realizaban migraciones, Uenas de peripecias.
Además de otros asentamientos, los
miembros de este clan fundaron
Palatkwap:i, qoe resultó tan apropiado y
atrayente que luego.se les unieron miembros
18

de otros clanes como el de la Arena, el del


1
1
Oso y el del Conejo.
.
Después de una etapa de gran esplendor,
la sociedad de Palatkwapi entró en
decadencia, olvidó su origen y el por qué
r

estaba: ahi, también olvidaron el Sipapuni


12 , y sólo la gente mayor recordaba que

habían sido hechos por Tawa, el sol. La


maldad y la corrupción habían entrado en
la ciudad, se perdió el respeto a los ancianos
y hasta se olvidó la forma de hacer los
palitos de oración o Pahos que debían
ofrendar a los dioses.

En un intento de remediar las cosas, el


Kikmongwi o j efe de la población y los jefes
de los clanes pidieron a un j oven del Clan
del Agua que visitiera con el traje de un
monstruo conocido como T saveyo 13,
además fuertemente armado. Instruído por
las autoridades de la ciudad, el joven
vestido con el traje de monstruo asustó
primero y luego arengó a la gente en la
plaza, les habló de sus errores y les amenazó
con terribles castigos. Pero todo fue inútil,
la gente se rió como respuesta a sus
palabras.

Después de un breve mejoramiento, la


situación volvió a ser igual o quizás peor, y
entonces el jefe de la población llamó a su
sobrino que era un gran corredor, e
inspirado por la divinidad, le pidió que al
19

amanecer corriera hacia el Sur, rodeara la


montaña obscura y regresara al pueblo. El
.. joven trató de cumplir los deseos de su tío y
sólo pudo lograrlo hasta el cuarto de sus
14
intentos , viéndolo fortalecido, su tío le
pidió 9zar a un venado del valle ~el Oeste,
del que debía tomar el extremo de uno de
sus cuernos. Gracias a su entrenamiento, el
joven pudo cumplir los deseos de su tío,
quien colocó la pieza obtenida en su cabeza
y le ordenó:

-¡No te quites esta punta de asta, no


importa lo que ocurra!

La prueba que el jefe del pueblo imponía


a su sobrino aún no terminaba, le pidió que
utilizara cuatro máscaras mágicas, la
primera era de un Kiwan, es decir, las que
usan los danzantes Kachina, la segunda fue
de un Owhalani, de las que utilizan las
1
bailarinas en las ceremonias de Soyal \ la
tercera fue una máscara Talavai, como las
que usan las Kachinas del alba y
finalmente, la cuarta fue la máscara de
Ma auwu, el dueño del fuego y espirito de
la n1uerte, junto con ella, le entregó un
colla r hech o de bue os humanos.

, iguiendo la de su tfo, el
joven fue la m.ontafta ur y se puso las
·uatro míscara11 que le babfa
propoJ"i ionado y también puso en su lengua .
una substancia que le JJennitfa escupir

' . . .'
' "H " ·,'M·~.... ~.~,.:.~::. •
lumbre. Enmascarado y arro.iando c hor-ros
de fuego, corrió a lo largo y ancho d(•
Palatkwapi asustando a sus n1oradores,
subió a un tejado, molió en un metate y
, entonó algunos cánticos. Naturnlmentc (JUc
esto r,rovocó gran terror entre los
descarriados habitantes de la ciudad '
(Courlander, Op cit):

En la cuarta ocasión que el joven hizo


todo aquello, los vecinos que ya habían
cobrado valor le atraparon, lo asesinaron y
lo enterraron en el centro de la plazn
dejando visible sólo una de sus manos que
extrañamente, presentaba doblado el pul~nr
y señalaba hacia arriba con los otros dedos.
Los vecinos se alarmaron más cuando a l d in
siguiente, vieron la mano ya no con uno,
sino con dos dedos doblados. Lo rnantvilloso
del caso es que al amanecer, la nu1no dr l
muerto aparecía mostrando otr·o d ·do
dob lado, como si co .

La maAana cuando se cum


di d 1 asesinato del joven,
h.17. d 1 cielo taba atenuada auoqu" no
hab · nub alguna. De manera in p "rad ..
H ucbó un e"tnaendo lejano qae s~ fu·
re ndo, la tierra ·om.enz6 a temblar lot
e •~ n· .• e men7.aron a caer y a d · b•e·; -
T mbif n comell7.Ó a llover fu rt,em nt ••. · ·

1• "' . umpl tar aqu~l cuadro Mterradur,


.'
-
' . -
~J
21

de la tumba del joven asesinado brotó


Balolokong, la gran serpiente acuática 17
'
que se. levantó muy alto, Se podía notar que
en la parte posterior de la cabeza tenía un
ext remo de asta de venado. Asustada por
todo aqueUo, la gente huyó a buscar refugio
a las ntontañas cercanas.
4
. •
- Tiempo después y cuando el azoro
disminuyó, la gente de Palatkwapi escuchó
a su jefe, quien les informó que ahora la
ciudad estaba maldita, que ya no era
posible regresar a ella, y que Balolokong
sólo había cumplido la orden de expulsarlos,
ordenó también ofrecer un Paho a la
serpiente acuática para aplacar su irn, y
eligió para entregarlo, a dos jovencitos,
Kachinmana o muchacha Kachina y
Choong' o, cuyo nombre significa Tubo de
Humo. Tristemente, la gente acicaló a los
jovencitos y les pidió que intercedieran por
todos ante Balolokong.

Cuando los niños pudieron acercarse a


Balolokong, éste los acarició y los alimentó
19
en una Kiva -'8 , llamándolos sobrinos les
explicó cuidadosamente la causa de toda
aquella de truceión, les ensct\() can
religiosas y les instruyó acerca de la
n que deberían portarse y del culto
deberían realizar. Les habló también de
que deberla ser el modo Hopi 10 de vivir la
vida. Al cuarto dJa de estar en la Kiva, los
niños regresaron con su gente y le contaron
' '
• 1 f'.
- ~- • - .. • .;Jrt ..... ,f','t-'" •• .••
22

todo lo que Balolokong les había enseñado


durante la huída a las montañas, la gente de
Palatkwapi había sufrido muchos
percances, hubo n iños perdidos y gente
rezagada y aunque hubo tales desgracias,
pudier.-n verse también algunos prodigios.
Entre los que tuvieron problemas para huir

estuvieron un ciego y un lisiado que se
éncontraron en el camino y sólo pudieron
salvarse gracias a que se apoyaron
mutuamente. Gracias a su tenacidad,
recibieron la visita de un Soyoko, un ser
monstruoso 21 que tenía cuerpo de hombre,
su cara era horrible y de color negro, sus
oj os eran blancos y del tamaño de
calabazas, tenía grandes dientes muy
agudos y estaba armado con arco y :flecha,s ~
Al contrario de lo que esperaban, les lanzó
una flecha mágica que explotó en su fogata
y gracias a ello, milagrosamente, el ciego
recobró la vista y el lisiado pudo caminar y
correr.

En medio del peligro, se dio otro caso de


compasión por los casw dos; apq.ado por
dos ancianos que estaban a punto de
ahogarse en la inundación, un espíritu
bueno los convirtió en guajolotes; y sólo asi
pudieron salvarse. A esto ·se debe que los
guajolotes tengan marcas blancas en sus
colas, donde el agua los tocó.

~a gente de PalatkWapi ·se preparó panl ·


el VIaje en buSca.de UD nuevo )Uga·tdOO~~ .
'i
. ' '• ;• , . ·,
-~:-._%~~~s.:/ '~. . . A.t •· :r' ,1'. -~,': .. ~- .. · -,¡~. •• ,;.~ <·~~- ~ - ~~ \
23

establecerse; fue entonces cuando, el jefe del


clan del Agua hizo una inscripción 22 en una
roca muy grande y describió cómo habían
llegado, como habían vivido y por que se
iban, firmó el mensaje con una figura de
23
rana : La gente de Palatkwapi inició su
viaje siguiendo los signos del cielo.

· En_la ciudad quedaron muchos muertos


y de aquellos que escaparon, no todos lo
hicieron en la misma dirección, asi pues, de
los que viajaron hacia el Sur nada más
volvió a saberse 24 • La gente que se salvó de
los peligros y que emprendió aquella
migración, encontró luego a otros grupos
que aún no formaban clanes, entablaron
batallas con grupos desconocidos y algunos
de ellos resultaron muertos o fueron
capturados por el enemigo.

Asi fue abandonada la misteriosa ciudad


de Palatkwapi.

. ; .

' ~. .
_· ...~ ~;.;;,,/:i~:~~:J¡;' ';)· ~. . . .;..j.a{~. >,) ,·•.. '.1 :· . ¿_;~~ ·: +· ·. ,: .:
3.-NOTAS AL CAPITULO DOS.

t.-Las leyendas q u e se manejan en éstas


páginas aluden a una antigua ciudad
destruída llamada Palatkwapi, que se
encontraba hacia el Sur de lo que ahora es el
territofio de los hopis. La experiencia señala •
que entre grupos que no utilizan el lenguaje
escrito, la tradición oral tiende a modificar
algunas palabras a través del tiempo, por esto
se considera posible que la palabra Paquimé
sea realmente una modificación de la palabra
Palatkwapi.

El Padre Fray Juan de Torquemada


(1975) que vivió mucho más al Sur, en el
centro de México, menciona la antigua
existencia de gran ciudad que se localizaba
hacia el Norte de México e incluso
proporciona el nombre: Amaqueme, que por
su parecido con la palabra Paquimé sugiere
que debe tratarse de la misma.

2.-Frank Waters realizó un magnífico trabajo


de etnografia de los hopis, y entre otras cosas,
, se~ala el nombre del jefe Tauákwaptiwa,
~u•en tuvo a bien proporcionarle abundante
tnfonnación antes de su muerte, acaecida en
1960 (Waters, Op cit:85). . -

·-La descripción . de Palatkwapi rec~bada


3
Por F...-~nk W ·. ,
aters es de una ciudad que
(·' l - ~· • . . • • •
l • ••

••_ _._ _...... . ~....,~Y~


·- •,
.... .
• • • ··f ••
ría ser ficticia, pero en términos gen
pod . ~ erales
co rr esponde con Paqutme,
. se
, alude al .agua
corriente de la ~ual disponta y de que por
una de sus esqu tnas pasaba un río, Paquimé
está junto al Casas Grandes y contaba con un
sistema de pequeños canales que destribuían
agua cuando menos en parte de las grandes
casas de la ciudad. La leyenda menciona que
se contaba con áa·eas ceremoniales, de
almacenamiento y de tipo habitacional, y esto
concuerda con los usos que se le dieron los
recintos de la ciudad, como ocurrió en otros
sitios arqueológicos. Estas características
fueron descritas muy detalladamente por
Charles Di Peso y su equipo, que realizaron
un excelente trabajo de investigación y de
excavaciones en Paquimé (Di Peso, 1974).

4.-Las K ivas son r ecintos de carácter


ceremonial normalmente subterráneas que
constituyen un símbolo del mundo de abajo
(Eggan, 1971:105); en los sitios arqueológicos
puede verse que tenían planta circular
aunque al final llegaron a ser construídas de
forma rectangular. La construcción de una
de estas cámaras suele hacerse un
miembro de uno de Jos clanes · e el
control de algún tipo de ceremopia y por eUo
se echa a cuestas la iniciativa de edificarla Y
sobre todo, de darle · mantenimiento, ·
ac.t ividades eo las que es apoyado ·por los ·_·, .
llltembros de su propio clan y en o~asiooes,
de otros. Entre los " ho~i¡, · ei~e·. .•ipo de
!'"~ -
·- ~ -=-. -. ... r ..· -,
26

abilidades es hereditario (Idem:23).


respo ns

s.-Cuando Waters refiere la parte de la


1 leyenda que describe a Palatkwapi menciona
!
los diferentes usos que se le daba a uno de los
edificiqs, y se puede inferir que se alude a •
1 construcciones de forma escalonada, como se
acostumbró hacer en el Suroeste de los
Estados Unidos, tal es el caso de Taos, N. M .
donde los edificios todavía están en uso.
Desafortunadamente, en Paquimé no se ha
podido localizar una muralla circundante
como dice la leyenda.

6.-Seguramente por que están asociadas a la


ideología, no hemos podido saber como se
hace la enseñanza de astronomía ni de otras
ciencias naturales entre los hopis, sin
embargo, ahora es posible deducir que la
observación
,
de los astros se r emonta a la
epoca prehispánica, ya que del estudio de
algunas construcciones, se ha podido
determinar que se les utilizó para hacer la
observación del sol en momentos muy
especiales, como son los equinoccios y los
solsticios. Se han podido identificar edificios
con alineamientos que se prolongan hacia los
astros precisamente en Paquimé, cómo
o~urre en el Montículo de la Cruz (Di Peso,
Rinaldo y Fenner, 1974; Guevara Sánchez,
1988)
' que por . ello es considerado un
observaton_·o ast rono.
. ; m·.tco. ··. , · · ·.
.
,. : ,1

1 ...
·'
,,..._............ .. "
27

La influencia de Paquimé se deJ· ,


. o sentir
en áreas leJanas, y posiblemente como p rt
.- , a e
de aq~el .enomeno, en L a Ferrería, Dgo. se
localizó un edificio con alineamientos que la
asocian a la Est rena Polar y con el sol el día
del Eq~inoc~io de Primavera (Re~es Landa,
1998).

7.-La sociedad de los hopis está integrada por


una serie de agrupaciones Uamadas
clanes, que son de carácter matrilineal y que
tienen una denominación totémica, entre
ellos puede citarse a los miembos del Clan
Araña, Patki, O so y Arena, sólo por señalar
algunos ejemplos. A su vez, los clanes están
compuestos por linajes matrilineales, que son
la base de la familia extensa, la cual tiene una
residencia matrilocal (Eggan, Op cit :23).

S.-Consideramos evidente que las leyendas


que narran la caída de Palatkwapi son
versiones mitificadas y muy deformadas por
efectos del tiempo y de la ideología que rodea
todo el asunto. Por otra parte, los estudios
antropológicos perntitieron determinar una
versión diferente, el equipo de Charles Di
Pe o .h a detenninado que la caída de la
ciudad ocurrió alrededor del 1340 d.C.
cuando ya la sociedad babia entrado _en
decadencia, seguramente como resultado de
fuertes problemas sociales. La ciudad fue
incendiada y se han ..encontrado·huellais del
'
.
' .
• ~ ..,¡. t~~ , .•,&.i.ci:J.to.~..~''l.,.:, ......,.. '11 !p~ ·: •. : • .• • ''·
fuego en muchos puntos d
. e las
Construcciones, los santuarios fu eron
saqueados y se han localizado incluso
cuerpos de soldados paquimeses que
debieron morir en la defensa del Montículo
de la\ Ofrendas, que era de carácter
ceremonial (Di Peso, Rinaldo y Fenner, o12
ill>·
Se considera probable que la destrucción
se baya visto favorecida por el abandono
parcial de la ciudad, que ya había ocurrido
antes del 1340 d.C., por la debilidad de la
sociedad que había permitido algunos
cambios antes de esa fecha, y por las grandes
sequías que ocurrieron en aquella centuria
(Guevara Sánchez, 199la).

9.-Reciben el nobre de palitos de oración o


Pahos, ciertas piezas de madera y plumas,
hechas con mucho cuidado y que son
entregadas a manera de ofrenda a las
deidades, por muy diversos motivos.

Las plumas que se utilizan en la


manufactura de los Pahos pueden ser de aves
muy diferentes, pero .son preferidas las de
plumas de águila, las que sinren para enviar
un mensaje a los dioses, pues se considerabá
a es~a ave como dominadora del aire y que
Podta lle la . .
(W var s · oraciones a ·su destino
un at~rs, 9~ ci!: 179). . · Los Pahos tienen
Valor por··.. , . • . oln
· . . SI mlSIDOS :pero . ·en - .ueUDa8
...:...
111¡ ' • . •••
ceremonias se les bendice utilizando para U
. . e o
harina de maiZ, po1en y miel (ldem:l6).

10.-Las Kachinas son espíritus ancestrales de


los b~pis, que se manifestan ~on formas
fisicas muy claras como nubes y lluvia, y que
pueden ser invocadas para que muestren sus
bondades. Las Kachinas son fuerzas
invisibles aunque no son realmente dioses
sino intermediarias entre el hombre y las
deidades. Estos espíritus son representados
por individuos q ue tienen la obligación de
llevar una conducta digna, ya que mientras
hacen su representación, los hombres son
considerados como Kachinas. Todos los
clanes hopis rinden culto a las Kachinas, que
es también una forma de rendir culto a los
muertos. Para familiarizar a los niños con
estos conceptos, todavía se les otorgan regalos
de pequeñas muñecas que representan a las
Kachinas y que han sido motivo de amplias
descripciones de los folkloristas.

11.-El Clan Patki o de la Casa del Agua, es el


clan que ba consen-ado la creencia de haber
llegado al territorio hopi procedente de una ·
antigua e.•u da.d d e1 Sur, ahora destruida.
" Por
ts
1
~racteristicas que citan las narraciones, ·
os tnvest.·ga d ores 1.dentifican aquella CIU
. d a.d
como p . .
.
encargad d a.quJmé. El Clan Patki es el
..
solsticio
0
~ l~s c~~monias del Soyal ·o ~el
de tnvtel"llo, ·. que es un~ de las mas
H~.Qoi --, .._ ·-·•
importantes del pensamiento hopi.

12.-EI ·término Sipapuni significa "lugar de


paso" y es el nombre que se le da a un
agujero que presentan las Kivas, por lo q ue
tiene -do carácter plenamente ce remonial •
Las almas pueden viajar por el Sipapuni, por
Jo que su construcción es infaltabale en las
Kivas, y es considerada la característica más
notable de tales construcciones.

13.-Tsaveyo es el nombre de una Ka china,


pero en este caso se trata ba sólo de un joven
disfrazado que pretendía hacer el papel de
mensajero de los dioses utilizan d o el atavío
de aquella deidad, es decir, un intermediario
entre los dioses y los hombres. Todo esto se
hacía para que los habitantes de Palatkwapi
volvieran a cumplir coa sus creencias.

14.-Puede verse que a lo largo de estas


narraciones, el número cuatro juega un papel
muy importante, ya que al parecer es la
representación de los cuatro rumbos del
universo. Podrá notarse que el joven
sacrificado sólo alcanzó su objetivo hasta el
cuarto de sus intentos, el Kikmonawri dio a su
sob . en-
n no cuatro máscaras que representaban
espíritus• muy reverenciados
· en la.socteda· d de
1os hopts y · ·.,. ·d
veces. ' · as1, el cuatro apare~e repett as
Parece .pr~~ab~e qu.e $e'lwya d a do
~..~ '• .... :J&' 't ' . . ...
11

iroportancia a este número por ser una


característica común a los grupos
mesoa~ericanos, se considera posible que
baya sido una difusión llegada al área desde
el Sur y quizás como un resultado de las
relaciones comerciales.

15.-El solsticio de invierno ocurre alrededor


del 22 de diciembre y el fenómeno da lugar a
una de las celebracion es más importantes de
la sociedad de los bopis, a la que dan el
nombre de Soyal, en la que según Waters
(Op cit: 177) antiguamente se hacían incluso
sacrificios humanos.

16.-Debido al gran peligro que generan los


desastres naturales, éstos no podían quedar
fuera del contexto de la leyenda. Se habla de
terribles inundaciones y terremotos que eran
el resultado de la ira de la serpiente
actuática, dicho temor no siempre debió estar
justificado ya que el área en estudio se
encuentra dentro de la región asísmica de la
República Mexicana. Posiblemente la
~entalidad de los indígenas incluyeron a los
~tsmos como complemento a las
IDUild •
. ac1ones, las que debieron ser frecuentes
a m.ed.iados· del Siglo XIV, cuando en el país
debteron . ,
ocurnr grandes sequ1as alternadas
con h .
te . uv1as torrenciales, .que son
lliblemente destructivas. ·· ·. .
j : '
32
17.-En el área de los hopis se rind·,
. . 1, . lo culto a
una serpiente mito ogtca, cuyo nomb
. re es el
de Palulkon o serpiente emplumada, segun ,
Murdock (1975:256), es una deidad que se
relaciona con la primavera y con el agua.
Por lo~ ves~i~os localizados se sa~e que esta
deidad deb1o tener un culto muy intenso en
Paquimé. Además de varias representaciones
en la cerámica decorada, se conoce un
montículo alargado que tiene la forma de
serpiente con una pequeña prolongación en
la parte posterior, lo que recuerda el asta que
se puso a la serpiente que menciona la
leyenda, la cual debió ser Palulkon.

18.-Las Kivas fueron construcciones de


carácter ceremonial que . fueron cambiando
con el paso del tiempo, las más antiguas
fueron redondas seguramente asociadas a la
madre tierra, y posteriormente fueron
rectangulares y orientadas de Este a Oeste,
sin embargo, todas ·poseen el Sipapuni o
agujero por donde los espíritus pueden pasar,
lo que les da un gran peso ideológico. Las
narraciones señalan incluso que
antiguamente los hombres no construían las
Kivas, y en Paquimé no han podido ser
localizadas. Se considera que esta ausencia
confirma la · antiguedad de este sitio
arqueológico.

19.-AJgunos narrado·r es sefialan


. que e1·JOVe
· n
sacrili d . . l .
ca o era sobrino. . del jefe de a
' ·.
población o. ,Kikmongwi, y esto se deb eala
fuerte re1ac1on que en la sociedad bopi se da
entre :una persona
. y los hijos de su herma
na,
esta influencia es tan fuerte que supera a la
del padre biológico. A esto se debe que se
.
considere que la relación tío sobrino
~

probablemente sea la más importante en el


sistema de parentesco hopi.

20.-Cuando menciona el modo de vida de los


hopis, la serpiente acuática alude a sus deseos
de que se respetaran las creencias de los
hopis. La leyenda señala indirectamente que
fue aquella deidad la que consolidó todo la
cultura de aquella sociedad.

21.-Los Kachina Soyoko son espíritus


monstruosos que pueden ejercer castigos, se
les invoca para mejorar la conducta de los
niños que no se portan de acuerdo al modo
de vida de los hopis. Se cree en la existencia
de varios de estos espíritus que tienen como
lider a So'yo'kwuti, quien porta una gran
máscara de color negro con la boca pintada
de rojo y blanco, de ore.ia a oreja, su barba es
blanca y negra y le llega basta la entura y su
pelo largo y alborotado tiene motas de
~godón (Waters, Op cit:203) e iracundos
OJos de color.a mariDo. Este espíritu tiene un
bastón largo con gancho . que utiliza para
atrupar a sus víctimas, asi como un enorme
cuchillo de carnicero _con el· cual corta sus
34
1nicn1bros.

22.-Au_nquc Courlander y s . .r
us tn •ormantes
cntr.an en detalles, es evident no
. e que el acto de
grdbar una piedra realizado p 1
or a gente del
clan del Agua, es precisamente la claborac1on.,
de un documento histórico del que ahora no
tenemos noticias. Se nos dice que el jefe de
aquel grupo escribió la historia de la llegada
la vida y el aband ono d e Palatkwapi, ;
incluso señala que fi rmó con el trazo de una
rana. Conviene seña lar que en el área
circundante a Paquimé se han localizado
algunos sitios con muest ras de arte rupestre,
como es el caso de La Angostura (Guevara
Sánchez, 1991b), que desafortunadamente no
se han podido interpre~ar. Sin embargo,
queda la esperanza de que algúna día, pueda
encontrarse la roca grabada mencionada por
la leyenda.

23.-Rana. La rana es uno de los animales


asociados al agua en s · dades
antiguas, se consideraba que su canto atraía
las lluvias y eso le valió que se le amara Y
respetara. Las ranas aparecen en diversas
representaciones artísticas del Suroeste de los
R tados Unidos, como ocurre en los hennosos
murales de Kawaika·a, en Arizona (Smith,
] 952).

·
24.-La arqueologia de . · é del
· . Paquun . Periodo
Viejo comprende sitios de entre 1340 Y 1660
35

(Oi Peso, Op cit), y se trata de asentamientos


de piedra, toscos, q u e se u bican más h.
. wn
lej os d el asentamiento original. Del est udio
de las escasas fuentes y del material
arqueológico, se ha concluído en que parte de
la población que se salvó del ataque de los
enemigos de Paquimé pudo haber emigrado
a la Sierrd Madre Occidental, donde se
refugió y dió origen a lugares como los de
Tres Ríos, Son. cuyas construcciones acusan
una gran diferencia con los de la ciudad de
origen. Es posible que otra parte del grupo
haya emigrado a Nuevo México, donde
fueron admitidos por sociedades afmes, como
son precisamente los hopis.

Finalmente, también consideramos


posible que algunos de los miembros de la
sociedad p aquimesa hayan permanecido
habitando en la región aledaña a la gran
ciudad, pero en probar esta hipótesis no han
podido hacerse avances importantes.
36

4.-ULTIMAS CONSIDERACIONES.

Co~o podrá notarse, tratar de t


en ender
algunos de los rasgos propios de la cultu d
. , t . rae
Paquune rae cons1go la necesidad de
recurrjr a fuentes poco utilizadas hasta
ahora, y de estudiar sociedades cuyos
vestigios no se encuentran e1.1 el territorio
nacional, esto ha constituído un reto muy
atractivo y este es apenas nuestro primer
avance al respecto.

Para hacer notar algunas particularidades


que se consideraron interesantes, hemos
incluído notas en el texto de las narraciones,
para señalarlas y damos la oportunidad de
subrayar su importancia específica o su
relación con otros datos recabados
previamente. Uno de los detalles que nos ha
llamado la atención es que debido a su
importancia, Paquimé fue mencionada no
sólo en las que su nombre,
deformado, a oídos de Fray
Juan de Torquemada, quien rnuy
inteligentemente lo consignó en sus eseritos..

Una de las eonclusiones que parece


salirnos al paso, es la de la mitificación de la
caída de Paquimé. La arqueología nos enseña
que la ciudad cayó y que fue sometida 8 un
fuerte aqueo e incendio, .:omo es 00 ro;' 11~
hu bo obre-vivientes mu4!hot d-e los-· cuales
.
d eb•eron ·· ' · . · · e se
ser ·laeerdotes , o sbamanes . qu__ -.
Conv1•rt·Ieron .. eq , guía~-·_Y:,.lid · ·d"e las
·. · :ere~ it

' ~ . . '. . .· . . ..
37

columnas que huían y que con ,1


. ~ p~tso t 1
tiempo, pu d teron establecerse e ·: t t'
. · , n d"' ~tsos
(uoares, la t ra d ICton orc1l recabad' ' '
~ . ·• u1ndc nl
área de los hop1s, pero es casi segu
. ro <tuc In
sociedad paqutmesa debió funda .
• •t otros
asentamientos, que desafortunadantcntt' no
alcanzaron la gandeza de la ciudad destruída.

- Es también normal que una sociedad que


ha visto caer sus ' 'alores más apreciados,
tienda a justificar su pérdida y que busque
explicaciones coherentes con su prophl
cultura. La tradición oral transfonna la
versión de los hechos or iginales y con el paso
del tiempo, tiend en a sust ituír las versiornes
reales p er o mucho más crudas. Una
característica frecuente en estas sustituciones,
es que las sociedades tienden a explicar
algunas derrotas y fracasos, como resultado
de su desobediencia a las deidades, a que la
sociedad olvidó seauir el ceremonial que
debía haber obsenrado, o a haber
perdido el respeto a sus propias instituciones.

En las versiones mitificadas de eventos


históricos los sacerdotes o shamanes tra·tan,_
' ·¡ · · te
a veces inútilmente, de convencer a a gen -
de que regrese· a las· buenas costumbres. En .
.
las soc1edades ágrafas, y después .de muebos
· .
- •t ir cast
afios, la tradición oral Uega a sustt u
. parece
totalmente versión real, com0
haber • · otes de la
entre-los. sobrevtvte
caída de
• #. : ·..;~ ..:. '- .'~
38
Ahora, nos hemos ocupado d 1 .
., , d . e estudio de
la ,,ersiOD mas acepta a soctabnent
. d' e entre los
grupos. m tgenas, que evidentemente es
distinta a la que nos brinadaron l
arqueo'Iogos. eomo h.~t ona · hecha por un os
grupo que no conocta. la escritura en el
momen\o en que ocurneron los eventos, la •
versión es notoriamente diferente, pero como
producto social, es igualmente interesante y
de importancia para conocernos a nosotros
mismos.

Las leyendas describen a la ciudad y


proporcionan muchos elementos de
coincidencia que permiten deducir que
cuando aluden a la misteriosa ciudad roja del
Sur, -Palatkwapi- hacen referencia a la gran
ciudad de Paquimé, las diferencias pueden
deberse a la deformación propia de las
narraciones orales o bien, a que
desafortunadamente y por tratarse de
construcciones de tierra colada, algunos
rasgos arquitectónicos hayan desaparecido
por completo. Mortunadamente existe la
posibilidad de que si continúan las
exploraciones en Paquimé, en el futuro
pudieran ocurrir descubrimientos que
confirmen otras características señaladas por
la tradición oraL

Las antiguas narraciones nos . dicen el ·


nombre de algunas deidades y de los cl~n~s
de. la sociedad. .·que debió ha~itar .Paquune,
as¡ COJno de algunas..de las creencias máS·
39
sentidas. Pu ede nota rse en todo
. M . esto una
influencia esoamencana como ocu
. t •t l, . rre en el
culto a· serp1en es llll o og~cas, y un cue
. b" d ·~ . rpo de
creenctas 1en 11erenctado e interesante
.t. , , que
seguramente pernn rra explicar entre ot
cosas, algunos de los diseños utilizados enr:;
arte de los antiguos habitantes de
Chihuahua.

Entre las persistencias de interés


antropológico, cabe señalar que las leyendas
señalan la importancia que se daba a la
relación tío sobrino en las sociedades
involucradas, la cual es de primera
importancia cuando-se sabe que el hermano
de la madre es el encargado d e educar a un
niño, con mayores obligaciones al respecto
induso que el padre de la criatura. Esta
costumbre t odavía es obsenrable entre los
grupos del área hopi asi como en otros del
gran Suroeste de los Estados Unidos. Aunque
no hay forma de saberlo, relaciones
semejantes debieron darse al seno de la
sociedad de P aquimé e incluso es posible que
algunas de las aldeas mayores que la rodean,
hayan sido ocupadas por miembros . de un
clan determinado. Sin embargo, éstas
suposiciones todavfa están en vías de ser
co~probadas, asi por ejemplo, se considera .
Pos•ble que la Cueva de la Olla de lo que ·
ab 0 . ·· · . .' .· . ,
~ es el municipio de Casas Grandes,-
~:;;_a haber sido oe~pada por .el Clan clel
~
' ' - • • ' j . • • • • # •

. .-. ;. .
40
Una hipótesis que surge tamb· ,
. d 1
esto d10 e as caract ensttcas
, . y rasg Ien del
.
os propios
de cada ·
uno de los clanes de los h OptS,. es
aquella que nos hemos planteado
· 1 'li · d y que
consiste en e ana s1s e los numerosos sitios
con arte rupestre que por ahora se han
detectddo en el Noroeste del Estado de
Chihuahua, con el propósito de comprobar
que senriríao para confirmar la presencia de
santuarios y sitios de oración propios de
aquellas agrupaciones indígenas, que
pudieron haber pintado o grabado sus
diseños más característicos cuando menos en
algunas de aquellas venerables rocas. Una
investigación como ésta podría comenzar con
el estudio de los sitios con arte rupestre que
ya han sido detectados por investigadores del
INAH y que forman parte del inventario
arqueológico de la entidad.

Es.tamos seguros de que el io de las


tradiciones y rasgos de los grupos que
pudieron tener una relación con la sociedad
paquimesa, permitirá profundizar
indirectamente en el conocimiento de la
historia de Chihuahua. Indudablemente que
una investigación al respecto deberá incluír el
estudio de fuentes relacionadas con grupos
que ahora no viven en México pero que lo
hicieron y sintieron amor por su tierra
cuando aún no existían fronteras.
··
E.s bien sabido · · tigación trae
que una mves s -. en el
constgo más ,preguntas que respuesta ' Y
• ,·. .: ' ~ ' ~ f • ~ •

- ~ .. ~. --- Jin:r... -~:.. ......... · ~ ~ •· ..... •


41

caso ahora planteado, la continuid d h


. . a ace
uecesano reVIsa r fuentes y estud·
lOS ya
realizados
· q u e ahora se encuent ran en am b os
lados de la frontera, de poderse continuar
trabajando este tema, se deberá trabajar en
archivos, asentamientos indígenas y sitios
arqueo\ógicos de los países involucrados. Se
hará conveniente y necesario también
organizar equipos de trabajo binacionales,
con lo que seguramente se obtendrían
resultados óptimos.

Fin almente, la a utora agradece ahora el


apoyo que recibió de los compañeros de la
Escuela Nacional de Antropología e Historia,
Unidad Chihuahua, para realiza r la
investigación, muy particularmente al
Colegio de Profesores, con el que se ha tenido
siempre un diálogo critico y permanente muy
constructivo. también el apoyo
brindado por el • Guevara
Sánchez, quien leyó manuscrito e hizo
algunas valiosas sugerencias al respecto.

Aunque n.o puede . hacerlo ahora


personalmente, la autora agradece también 8
todos los investigadores que han trabajado en
Casas Grandes, por la interesante actividad
que desarroiJllroJI .y que ha facilita~~
Podamos con.o cer y consen'ar un s1tlo d
qu:
P.r imera ixnportan.c ia como lo es la gran ·
ctudad de Paqu.imé. .
-·- -.. ·,;. ..
-· '.
~- 't'!·,

'·;..: , .
42

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