MENTIRAS, FICCIONES Y OTRAS REALIDADES

Según el diccionario de la RAE ‘mentira’ es una “expresión o manifestación contraria a lo

que se sabe, se piensa o se siente”; también lo define como “cosa que no es verdad”. Debido
a esto, cuando uno habla sobre “mentiras”, se le suele asignar un carácter negativo, ya que
atenta contra lo que se conoce como real.

Por otra parte, es muy curioso lo que ocurre cuando buscamos un sinónimo de la palabra
‘ficción’, pues la mayoría de los diccionarios la relacionan con los términos “invención,
mentira e imaginación”. Yo me pregunto: ¿qué tienen en común estos conceptos, y por qué
se les suele relacionar?

Es en realidad acertada esta analogía. El género literario ‘ficción’ es el encargado de unir

todos estos elementos y de convertir algo imaginario en algo que es y no es al mismo tiempo.
¿Cómo así? Bien dijo Vargas Llosa en la introducción de su libro ‘La verdad de las mentiras’:
“En efecto, las novelas mienten —no pueden hacer otra cosa— pero ésa es sólo una parte de
la historia. La otra es que, mintiendo, expresan una curiosa verdad, que sólo puede expresarse
disimulada y encubierta, disfrazada de lo que no es”.

De acuerdo con lo anterior, se podría decir que las ficciones están en un constante cruce entre
el mundo real y el imaginario, es decir, entre la verdad y la mentira. Y es precisamente eso
lo que hace la película “Stranger than fiction”(2006 - Marc Forster). En lo personal, esta
película me recordó al cuento “continuidad de los parques”, pues el personaje que lee una
novela, y el personaje de la novela leída convergen en el mismo mundo. Así mismo ocurre
aquí: el personaje principal del filme es parte de la historia de una escritora, la cual intenta
darle muerte al final del libro, pero él lucha contra su inminente destino, hasta que encuentra
a la autora y la persuade de desistir. El cruce de mundos es sencillamente genial, y solo es
posible a través de la ficción.

¿Pero para qué mezclar verdades con mentiras? Todo esto responde a la persecución de un
objetivo. Continúa Vargas Llosa: “Los hombres no están contentos con su suerte y casi todos
—ricos o pobres, geniales o mediocres, célebres u oscuros— quisieran una vida distinta de
la que viven. Para aplacar —tramposamente— ese apetito, nacieron las ficciones. Ellas se
escriben y se leen para que los seres humanos tengan las vidas que no se resignan a no tener”.

¿Se imaginan un mundo sin esas fantasías “locas” que ocurren dentro de nuestra mente? ¿Sin
deseos recurrentes, o esos sueños que tenemos despiertos? Ese terrible mundo es en donde
ocurren los hechos de la película “The invention of lying” (2009 - Ricky Gervais y Matthew
Robinson). Se contextualiza en una sociedad en la que nadie puede mentir, la humanidad no
ha desarrollado esa capacidad. Y vemos, en general, a mucha gente triste y miserable que, al
no poder imaginar cosas que no son, carecen también de aspiraciones.

Esto me hizo recordar que Vargas Llosa calificaba como “aburrido” el acto de sólo narrar
hechos. Y es exactamente eso lo que nos muestra la película, una realidad aburrida, porque
la vida sin fantasías lo es. El ser humano necesita, para ser feliz, creer en algo más de lo que
puede ver. Y cuando el personaje principal logra desarrollar la habilidad de mentir, no solo
cambia su suerte, sino también su actitud ante la vida. Pasamos de ver a un sujeto deprimido
y acabado, a uno optimista y entusiasta.

Además, como la gente no logra comprender que lo que él dice no es cierto, creen todo lo
que les cuenta, y para ellos es una total y absoluta nueva realidad, permitiéndole animar y
reconfortar a quienes lo rodean. Es especialmente conmovedor el momento en que consuela
a su agonizante madre, ya que es éste uno de los más lindos efectos que puede provocar la
ficción: dar esperanza, aliento y valor en tiempos difíciles.

La ficción nos permite dar vida al mundo interno que tenemos, dar rienda suelta a nuestra
imaginación y materializarla a través de una obra en la que nos podemos inmiscuir con placer.
De este modo podemos escapar de la aburrida realidad que nos rodea, y crear una
completamente nueva, bajo nuestros términos y condiciones. En la ficción no hay límites,
todo es verdad y todo está permitido.

RICARDO LÓPEZ G.

SECCIÓN 2

TALLER DE CREACIÓN ESCRITA

PROF. ANA CASTILLO