Después de la caída de Roma (en 476), muchos de los acercamientos y de los estilos
literarios inventados por los griegos y romanos dejaron de usarse en Europa hasta el
renacimiento florentino. La cultura y el arte medieval se centraron más en la religión, en
parte porque los trabajos griegos no habían sido preservados. Hubo pocas innovaciones,
las concernientes a literatura se agrupan tradicionalmente en Materia de Roma, Materia
de Francia y Materia de Gran Bretaña.
Simbad el Marino es un relato conocido en todo el mundo debido a Las mil y una noches, obra
a la que no pertenecía en origen y que ha dado mucha más fama a este relato que al de
Simbad el Terrestre, también tradicional y protagonizado por un viajero diferente aunque de
idéntico nombre. Según René Khawam, traductor y crítico libanés, el relato de las aventuras de
Simbad el Marino «sólo fue introducido en las Noches hacia los inicios del siglo XVIII, y con
mucha timidez aún, al albur de la fantasía de los copistas». Así, la primera edición impresa en
árabe de las Mil y una noches (Calcuta, 1814-1818) lo incluye como un anexo al final del libro, y
sólo se integra en el esquema de las Noches a partir de la edición egipcia de 1835, y de un
modo resumido y expurgado.[1] Viajó siete veces, viviendo en cada ocasión una más
emocionante aventura
Mu'allaqat
TRADICIONES v
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Las horas no se podían contar en la antigua Grecia de una forma muy exacta. No
obstante, a mediados del siglo V a. de C., los griegos disponían ya de dos aparatos para
medir el tiempo: el cuadrante solar o gnomon, heredado de Oriente, y la clepsidra o reloj
de agua, que indicaba el tiempo transcurrido por el paso regular de una cantidad
determinada de líquido. El reloj hidráulico, basado en el mismo principio de la
clepsidra, todavía no existía en la época clásica.
En Atenas, la aguja vertical trazada sobre el plano horizontal del gnomon por el
astrónomo Metón en la Pnix, o las agujas de los cuadrantes solares, algunos de los
cuales son portátiles, eran las que indicaban en realidad el momento fijado para una cita.
La longitud de esta sombra se medía en pies.
ß Alimentos y bebidas.
Todo alimento sólido que se comía con pan durante una comida se llama opson:
verduras, cebollas, aceitunas, carne, pescado, fruta y golosinas. Las verduras escaseaban
y eran relativamente caras en la ciudad, excepto las habas y las lentejas, que se comían
sobre todo en puré. También se comía mucho ajo, así como queso y cebollas, sobre todo
en el ejército.
La carne era rara, excepto la de cerdo, y los pobres de la ciudad sólo la comían
de vez en cuando, con ocasión de algún sacrificio, pues casi todas las fiestas religiosas
incluían escenas de matadero y carnicería y terminaban en comilonas.
La comida podía terminar con un postre consistente en fruta fresca o seca, sobre
todo higos, nueces y uvas o dulces con miel.
Las mujeres de la casa, sobre todo las esclavas, eran las que cocinaban por lo
general. Sin embargo, a partir del siglo IV a. de C. surgen cocineros y pasteleros
profesionales.
Casi todas las comidas se tomaban con los dedos, pues no conocían el tenedor.
Las tortas planas de maza o de candeal se podían utilizar como platos, pero también
había platos y escudillas de madera, barro o metal y, para comer los caldos y purés,
cucharas muy parecidas a las nuestras. El cuchillo era necesario para cortar la carne.
El plato que más tomaban los espartanos, en sus comidas en común, era el
famoso el caldo negro, una especie de guiso muy sazonado, con ingredientes como
carne de cerdo, sangre, vinagre y sal.
Los griegos del siglo de Pericles, como los actuales, decían «no» echando hacia
atrás la cabeza y levantando la barbilla.
ß El aseo y el vestido.
Además del peplo, las mujeres vestían usualmente tres prendas: una
especie de camisa sobre la piel (citwvnion), una túnica larga hasta los pies
(citwvn), y el manto.
TRADICIONES Vi
Jainismo