Introducción
Los quistes prostáticos constituyen estructuras cavitarias que pueden albergar contenido
líquido de distinta naturaleza en su interior. La etiología de los quistes prostáticos se
encuentra relacionada con su localización, según la cual, se distinguen quistes de
retención y quistes paraprostáticos. Los primeros se sitúan incluidos en el parénquima
prostático, mientras que los segundos se localizan adyacentes a la próstata, a menudo
entre ésta y la vejiga urinaria. Asimismo, el origen de los quistes de retención, reside en
una obstrucción de los conductos del parénquima, a diferencia de los paraprostáticos,
cuya etiología se relaciona con un desarrollo embriológico anormal de los conductos de
Müller. (Kutzler M. (2009) Prostatic and paraprostatic cysts…)
El paciente, un perro de raza Shar Pei, entero de 6 años de edad se presentó junto a sus
propietarios en la consulta del Hospital Clínico Veterinario, con objeto de analizar el
origen de un adelgazamiento repentino del animal, así como la presencia de hematuria y
episodios de diarrea. Tras la realización del examen físico, se observó un estado de
caquexia manifiesta, y a la palpación, se detectó una masa abdominal caudal sin dolor.
Se practicó una ecografía, en la que se observó una severa prostatomegalia y se
confirmó la presencia de múltiples quistes de diverso tamaño y morfología en el
parénquima prostático, así como otra estructura localizada dorsal y cranealmente a la
vejiga urinaria, con presencia de líquido hipoecoico, que también resultaba compatible
con un quiste paraprostático.
Por tanto, frente a los resultados que se obtuvieron en las pruebas anteriormente
mencionadas, se estableció un diagnóstico definitivo de quistes paraprostáticos. La
primera medida de actuación que se llevó a cabo fue un vaciado del líquido contenido
en uno de los quistes, del que se extrajeron unos 60 ml.
No se realizó el estudio de la técnica quirúrgica más apropiada frente a los quistes, dada
la sospecha de afección renal grave sustentada en los niveles anormales de creatinina y a
los hallazgos ecográficos que describen una pérdida de la definición corticomedular y
una marcada hiperecogenicidad en ambos riñones. De modo que en las posteriores
consultas, se continuaron realizando pruebas diagnósticas, mientras simultáneamente el
animal se mantenía en un estado de caquexia, defecación irregular, pérdida de apetito y
esta vez, también mostraba halitosis junto a la aparición de úlceras bucales.
Discusión
Referencias bibliográficas
Elliott, J., & Grauer, G. (2007). BSVA Manual of Canine and Feline Nephrology and
Urology (2nd ed.).Gloucester, England: British Small Animals Veterinary Association.