INTRODUCCIÓN
En el norte de Chile existen extensos afloramientos de gravas y sedimentos poco consolidados de
edad terciaria, los cuales, generalmente, han sido atribuidos al Mioceno ("Gravas de Atacama").
Sin embargo estudios recientes han demostrado que la acumulación de esos sedimentos comenzó
durante el Paleógeno en relación directa con pulsos discretos de actividad tectónica ocurridos
durante el Terciario. Uno de estas unidades corresponde a la Formación Calama, expuesta en
aisladas colinas que sobresalen de la altiplanicie de Calama (Figura-1), donde fue definida por
Naranjo y Paskoff (1981). Esos autores, de igual modo que Marinovic y Lahsen (1984) le
atribuyeron una edad miocena, aunque, posteriormente, May (1997) la asignó al Oligoceno-
Mioceno Inferior a pesar de no contar con antecedentes cronológicos directos. En esta
contribución presentamos nuevos datos estratigráficos y geocronológicos 40Ar/39Ar y K/Ar que
permiten precisar su edad , eocena, y comprender el ambiente de depositación y el régimen
tectónico dominante durante la sedimentación.
Todas las contribuciones fueron proporcionados directamente por los autores y su contenido es de su exclusiva responsabilidad.
Observaciones realizadas por los autores indican que las lavas sobre las cuales se apoyaría
discordantemente la formación en su localidad tipo, como lo describieran los autores antes
citados, corresponden a flujos lávicos intercalados en la porción basal de la secuencia, cuya base
no está expuesta. La formación subyace, en discordancia angular, a limolitas rosadas de la
Formación Jalquinche, del Mioceno Inferior-Medio (May, 1997).
ESTRATIGRAFÍA Y ESTRUCTURA
Los afloramientos de La Formación Calama en el cerro homónimo están afectadospor un sistema
de pliegues de interferencia, de ejes E-W y NNE, y alcanzan, localmente, manteos de hasta 53º (1
km al W de Jalquinche). En cerro Milagro, afloran conglomerados con lavas andesíticas
intercaladas, cortados hacia el norte por una falla que los pone en contacto con granitos
paleozoicos. La Formación también aflora en Morros los Cerrillos, donde se apoya,
discordantemente, sobre volcanitas triásicas, con suave manteo al sudeste. Al sur, aflora en
Pampa Moctezuma (Figura-1). Allí, los conglomerados, con manteo de 60ºN, se apoyan en
discordancia angular sobre sedimentitas mesozoicas y subyacen con igual relación a
conglomerados de probable edad ¿oligocena?, inclinados 25ºNW.
En la base de la secuencia, sector Topater (Figura-3), se intercalan al menos tres flujos lávicos
andesíticos. Son de color café grisáceo, con espesores individuales de 5-7 m, cuyo techo está
frecuentemente erodado por los conglomerados. Consisten en andesitas porfíricas de piroxeno
(hiperstena, augita) y hornblenda (con coronas de oxidación), incluidos en una masa fundamental
de plagioclasa y piroxeno. En una muestra fresca de estas lavas, se efectuó una datación K-Ar en
roca total obteniéndose una edad de 51,9 ± 1,7 Ma (Eoceno Inferior). Los conglomerados son
monomícticos, clasto soportados y mal estratificados en bancos masivos de 1-2 m de espesor. Los
clastos, de 0.3-1 m de diámetro, son de andesitas de hornblenda y piroxeno, andesitas basálticas y
brechas andesíticas. La matriz es de limo arenoso rosado, cementado por halita. En un bloque de
estos conglomerados, situado entre las lavas basales y con petrografía similar a las lavas
intercaladas, se efectuó una datación 40Ar/39Ar en hornblenda obteniéndose una edad plateau de
51,8 ± 0,5 Ma (6 pasos en el plateau correspondiente 68,5% del 39Ar). Hacia la parte media-
superior de esta unidad (desde Jalquinche hacia el E; Figura-3), los conglomerados son gruesos a
de bloques (5-30 cm de diámetro), estratificados en niveles masivos (facies Gm) y en cuerpos
lenticulares de base cóncava erosiva, con espesores de 0.4-1 m. Presentan estratificación cruzada
en artesa y fábrica imbricada medianamente desarrollada. Los clastos son subangulares a
subredondeados, de andesitas y brechas andesíticas propilitizadas (75%), granodioritas,
monzogranitos y monzodioritas cuarcíferas (14%), conglomerados y areniscas cuarcíferas
propilitizadas (6%), areniscas y limolitas laminadas rojizas (3%) y pórfidos dacíticos y riolíticos
(2%). Ocasionalmente se intercalan areniscas limosas de color marrón claro, en niveles de 30-40
cm de espesor, con estratificación plana. Mediciones de paleocorrientes (imbricación) indican
flujos dirigidos hacia el ENE a ESE (N75º-108ºE, n= 110 medidas).
Figura-3: Geología de detalle del área de los cerros Calama y Milagro. 1= Plioceno-Cuaternario
(depósitos aluviales plio-pleistocenos y fluviales cuaternarios del río Loa); 2= Mioceno Sup.-Plioceno (Fm. Opache;
May, 1997); 3= Mioceno Inferior-Medio (Fm. Jalquinche; May, 1997); 4= Eoceno (Fm. Calama; miembros Inferior
(i), Medio (m), Superior (s)); 5= Eoceno (Fm. Calama, lavas andesíticas); 6= Paleozoico (Granito Mesa); 7= edad K-
Ar en roca total; 8= edad K-Ar en biotita; 9= edad 40Ar/39Ar en hornblenda; 10= vector de paleoflujo.
Al norte en cambio, en Morros los Cerrillos, los conglomerados son masivos, de color marrón
claro, con clastos subredondeados a subangulares, de 5-40 cm de diámetro y se componen de
andesitas afaníticas verdes (35%), monzogranito amarillo (35%), pórfidos riolíticos rosados y
(10%), daciandesitas de hornblenda (15%) y diorita de hornblenda gruesa (5%). Medidas de
paleoflujo (imbricación) señalan aportes hacia el SSW (S15ºW, n= 20 medidas). No es claro a
que miembro pueden ser asignados estos conglomerados, sin embargo, sus direcciones de aporte
clástico sugieren una probable relación temporal con los miembros Medio y Superior, pudiendo
éstos representar los depósitos del borde norte de la cuenca al tiempo de depositación de dichas
subunidades.
INTERPRETACIONES Y PALEOGEOGRAFÍA
Las facies descritas en la Fm. Calama reflejan en general un ambiente aluvial en condiciones de
semiaridez, asociado, en sus inicios, a un volcanismo andesítico. La evolución temporal se inicia
(ca. 52 Ma; Miembro Inferior) con la depositación de gravas gruesas a través de eventos
multiepisódicos de crecidas de corrientes confinadas en canales (streamflood deposits) (Nilsen,
1982; Boggs, 1995; Miall, 1996), probablemente en abanico proximal para esta etapa. Junto a
esta sedimentación, se desarrolla volcanismo andesítico, expresado por flujos lávicos que fueron
parcialmente erodados por la actividad aluvial, como así lo sustenta la edad obtenida en uno de
los bloques datados (Tabla-1). Hacia el techo de este miembro sin embargo, dominan clastos de
volcanitas andesíticas propilitizadas, probablemente erodadas de unidades más antiguas dado su
grado de alteración: Fm. Cinchado, del Paleoceno-Eoceno Inferior o Fm. Quebrada Mala, del
Cretácico Superior (Montaño, 1976 en Marinovic y García, 1999 y, en menor grado (10%),
dioritas cuarcíferas y granodioritas. Dichas unidades habrían constituido relieves positivos
localizados al oeste de la zona de depositación (Figura-2), esto es, al sur de Cerritos Bayos y al
norte de Sierra Gorda, considerando el desplazamiento de rumbo siniestral en la Falla Oeste (ver
Tomlinson y Blanco, 1997b).
Un importante quiebre en las facies y en el estilo de la sedimentación ocurre durante la
sedimentación del Miembro Medio, quiebre que, además, marca la desaparición permanente de la
actividad volcánica. En efecto, la sedimentación en esta segunda fase se caracteriza por la
prevalecencia de gravas con estratificación en lámina, depositados por flujos tractivos no
canalizados (sheetflood deposits) (Bull, 1972; Hogg, 1982; Wells, 1984; Boggs, 1995). Dicha
sedimentación se habría desarrollado bajo condiciones climáticas de semiaridez, como lo sugiere
la presencia de yeso como cemento principal y el estilo de facies desarrollada (Hogg, 1982). El
quiebre también se manifiesta en las direcciones de aporte clástico, las que en esta etapa cambian
y se dirigen, en general, hacia el norte. De igual modo, la composición de los clastos cambia
substancialmente. Aunque predominan los clastos de rocas volcánicas (56%), en uno de los
cuales (ignimbrita) se obtuvo una edad paleocena, aparece una importante componente (20%) de
rocas volcánicas ácidas, de probable edad paleozoica, además de calizas fosilíferas jurásicas (3%)
y conglomerados (4%) similares al Miembro Inferior de la Fm. Cerro Empexa (Cretácico
Superior-¿Paleoceno Inferior?, Tomlinson y otros, 2000). De acuerdo a estas características, la
zona fuente de los sedimentos parece corresponder a una similar a aquella situada en la actualidad
al S y SE de Sierra de Limón Verde, donde aflora esencialmente la Fm Cinchado, El Grupo
Caracoles y volcanitas ácidas del Carbonífero-Pérmico (Sernageomin, 2002). Hacia el término de
esta segunda etapa (Miembro Medio), se registra un progresivo cambio de facies, desde flujos de
corriente en lámina (sheetflood deposits) a flujos de corrientes canalizadas (streamflood
deposits), manifestándose en el desarrollo de cuerpos canalizados, mayor variabilidad de
granulometría y mejor desarrollo de fábricas tractivas (imbricación, estratificación cruzada en
artesa), lo cual sugiere una mayor participación de agua en el transporte y depositación del
sedimento. En concomitancia con esto, cambia el tipo de cemento en el sedimento, siendo yeso
reemplazado por limonita y, localmente, óxidos de manganeso.
Las observaciones de este trabajo, indican que la sedimentación aluvial del Miembro Inferior es
contemporánea, al menos en sus inicios, con un volcanismo andesítico de edad Eoceno Inferior
(∼ 52 Ma; Figura-2 y Tabla-1). Esta sedimentación continuó hasta por lo menos 47 Ma (edad del
clasto datado en Cerro Milagro). Adicionalmente, como se discute más adelante, se infiere que el
abrupto cambio en las direcciones de aporte, representados en los miembros Medio y Superior,
sería contemporáneo a la fase Incaica, y por lo tanto, se interpreta que estos miembros fueron
depositados durante dicha fase (∼ 43-35 Ma, Tomlinson y Blanco, 1997a; Tomlinson y otros,
2001). Por otra parte, los afloramientos expuestos en Pampa Moctezuma (Figura-1) muestran que
la Formación Calama subyace, en discordancia angular, a conglomerados de probable edad
oligocena, edad asignada tentativamente por la posición estratigráfica que ellos ocupan (bajo
Grupo El Loa, May, 1997) y por equivalencia de facies (sheetflood deposits) con aquellos
expuestos y datados en quebrada Yalqui (ver trabajos previos). Esta relación indicaría una edad
mínima oligocena inferior para la formación y complementa la inferencia antes descrita. Todos
estos antecedentes indican una edad eocena para la Formación Calama.
CONCLUSIONES
La Formación Calama representa la evolución de una cuenca, esencialmente aluvial, durante el
Eoceno (∼52-¿35? Ma), asociado con volcanismo andesítico en sus inicios. En ella, se
distinguieron tres subunidades, las cuales representan dos fases de sedimentación claramente
diferenciables, desarrolladas en el Eoceno. La primera de éstas (Miembro Inferior; 52-47 Ma) se
habría originado de relieves positivos situados al W del depocentro de la cuenca, en el área
comprendida entre Cerritos Bayos y Sierra Gorda, acumulando sus depósitos en una depresión
probablemente de tipo volcanotectónica. La segunda fase de sedimentación en cambio (43-¿35?
Ma), estaría estrechamente ligada al diastrofismo Incaico, causando una reorganización mayor en
los drenajes que rellenaron la cuenca, modificando también la zona fuente de los materiales
clásticos, los que se habrían derivado de Sierra Limón Verde. Al menos parte de esta
sedimentación fue sintectónica y las componentes regionales de acortamientos de esta cuenca, en
el Eoceno, habrían sido responsable del plegamiento polifásico evidenciado en la misma.
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a Sernageomin y al Proyecto Fondecyt (Nº1990009) quienes permitieron
la realización de este estudio. Además, expresan su reconocimiento al laboratorio de separación
de minerales del SNGM dirigido por Sylvia Moraga.
REFERENCIAS
Andriessen, P. And Reutter, K. 1994. K-Ar and fission track age determination of igneous rocks related to multiple
magmatic arc systems along 23ºS latitud of Chile and NW Argentina. In Tectonics of the Southern Central Andes.
Reutter, K., Scheuber, E. and Wigger, P.J. (ED.) Springer-Verlag. Berlín.p. 141-153.
Arriagada, C., Roperch, P. y Mpodozis, M. 2000. Clockwise block rotations along the eastern border of the
Cordillera de Domeyko, Northern Chile (22º45’-23º30’S). Tectonophysics. Vol. 326. P.153-171.
Boggs, S. 1995. Principles of sedimentology and stratigraphy. Prentice-Hall. 774 pp. New Jersey.
Bull, W.B. 1972. Recognition of alluvial-fan deposits in the stratigraphic record. In Recognition of ancient
sedimentary environments. Rigby, J.K. & Hamblin, W.K. (Ed.). Society of economyc palontologist and mineralogist,
Special Publication, Nº 16, p. 63-83.
Hogg, S. 1982. Sheetfloods, sheetwash, shetflow, or...?. Earth-Cience Review. Vol. 18. p. 59-76.
Maksaev, V. 1978. Cuadrángulo Chitigua y sector occidental del cuadrángulo Cerro Palpana. Región de Antofagasta.
Carta Geológica de Chile, N°31, escala 1:50.000. Instituto de Investigaciones Geológicas.p. 55. Santiago.
Maksaev, V. 1990. Metallogeny, geological evolution, and thermochronology of the Chilean Andes between
latitudes 21° and 26° South, and the origin of mayor porphyry copper deposits. Ph.D. Thesis (Unpublished).
Dalhousie University. Halifax. Canada. 554 pp.
Maksaev, V. and Zentilli, M. 1999. Fission track thermochronology of the Domeyko Cordillera, northern Chile:
Implications for Andean tectonics and porphyry copper metallogenesis: Exploration Mining Geology. Vol. 8. p. 65-
89.
Marinovic, N. y Lahsen, A. 1984. Hoja Calama, Región de Antofagasta. Servicio Nacional de Geología y Minería.
Carta Geológica de Chile, N° 58, escala 1:250.000. 140 pp. Santiago
Marinovic, N., Cortés, J y García, M. 1996. Estudio geológico regional de la zona comprendida entre Sierra del
Buitre y Pampa San Román. Sernageomin-Codelco. Informe Registrado IR-96-8. Vol. I. 156 pp. Santiago.
Marinovic, N. y García, M. 1999. Hoja Pampa Unión, Región de Antofagasta. Servicio Nacional de Geología y
Minería. Ma`pas geológicos, Nº 9, 1 mapa escala 1:1000.000. Santiago.
Miall, A.D. 1996. The geology of fluvial deposits. Sedimentary facies, basin analysis, and petroleum geology.
Springer-Verlag. 582 pp. Berlin Heidelberg.
Mpodozis, C., Marinovic, N., Smoje, I. y Cuitiño, L. 1993. Estudio geológico-estructural de la Cordillera de
Domeyko entre Sierra Limón Verde y Sierra Mariposas, Región de Antofagasta. Sernageomin-Codelco. 282 pp.
Santiago.
May, G. 1997. Oligocene to Recent evolution of the Calama Basin, northern Chile. PhD Thesis. University of
Aberdeen. 274 pp.
Naranjo, J. y Paskoff, R. 1981. Estratigrafía de los depósitos cenozoicos de la región de Chiuchiu-Calama, Desierto
de Atacama. Revista Geológica de Chile, Nº 13-14. p.79-85.
Nilsen, T. 1982. Alluvial fan deposits. In Sandstone depositional environments. Peter A. Scholle & Darwin Spearing
(Ed.). The Ammerican Association Petrolog. Geologyst. 410 pp. Usa.
Reutter, K.J, Scheuber, E. y Helmcke, D. 1991. Structural evidence of orogen-paralell strike-slip displacements in
the Precordillera of Northern Chile. Geologische Rundschau. Vol. 80, Nº 1. P. 135-153.
Sernageomin. 2002. Mapa Geológico de Chile. Servicio Nacional de Geología y Minería, Chile. Carta geológica de
Chile, Serie Geología Básica, Nº 75, 1 mapa en 3 hojas, escala 1:1.000.000. Santiago.
Tomlinson, A. y Blanco, N. 1997a. Structural evolution and displacement history of the West Fault system,
Precordillera, Chile: Part 1, synmineral history. Congreso Geológico Chileno, N°8. 1997. Antofagasta. Chile.
Actas.Vol. III. p. 1873-1877.
Tomlinson, A. y Blanco, N. 1997b. Structural evolution and displacement history of the West Fault system,
Precordillera, Chile: Part 2, postmineral history. Congreso Geológico Chileno, N°8. 1997. Antofagasta. Chile. Actas.
Vol. III. p.1878-1882.
Tomlinson, A.J., Martin M.W., Blanco, N. and Pérez de Arce, C.. 2000. U-Pb and k-ar geochronology from the cerro
empexa formation, 1st and 2nd regions, precordillera, northern chile. III South American Symposium on Isotope
Geology. Puerto Varas. Chile. 2000. Actas (CD).p. 632-635.
Tomlinson, A.J., Blanco, N., Maksaev, V., Dilles, J.H., Grunder, A.L. y Ladino, M. 2001. Geología de la
precordillera andina de Quebrada Blanca – Chuquicamata, Regiones I y II (20º30’-22º30’ S). Servicio Nacional de
Geología y Minería (Chile)-Codelco Chile. Informe Registrado IR-01-20, 2 Vol, 444 p., 20 mapas escala 1: 50.000.
Santiago.
Wells, N. 1984. Sheet debris flow and sheetflood conglomerates in cretaceous cool-maritime alluvial fans, South
orkney Islands, Antartica. In Sedimentology of gravels and conglomerates. Koster, E.H. & Steel, R.J. (Ed.).
Canadian Society of Petroleum Geologist, Memoir Nº 10, p 133-145.