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Introducción.

La Sexología médico Legal es el campo de la Medicina Forense que estudia los diversos problemas
de carácter médico legal relacionados con el sexo.

La agresión sexual como forma de comportamiento humano, tiene un doble componente de


violencia y sexualidad en una misma conducta. Tradicionalmente se ha abordado el fenómeno
desde una visión psicopatológica, considerado dentro de las perversiones o desviaciones de la
conducta sexual. La agresión sexual es un crimen de poder y violencia, y el contacto sexual es un
método más del atacante para demostrar su poder sobre la víctima. Ferrer menciona que las
hipótesis acerca de las agresiones sexuales tratan de incorporar los factores psicológicos y
situacionales que pueden proporcionar una explicación al desencadenamiento de dichas
agresiones. Sin embargo, considerando la teoría de la influencia de factores psicosociales -
abordando el aspecto de la aceptación de la violencia- se observa que numerosos estudios
admiten que uno de los mayores determinantes de la violencia contra las mujeres es que la
justificación de la violencia de los hombres es normativa en nuestra cultura y que las actitudes
permisivas ante la violación correlacionan positivamente con actitudes tradicionales y
conservadoras hacia las mujeres.

Como la violación es una crisis personal, cada paciente re-accionará de manera distinta. El
síndrome de trauma por viola-ción comprende dos fases principales.

1) Inmediata o aguda: Los temblores, sollozos y actividad inquieta suelen durar desde unos días
hasta algunas semanas. La paciente puede experimen-tar ira, culpabilidad o vergüenza, quizá
reprima estas emocio-nes. Las reacciones varían según la personalidad de la víctima y las
circunstancias del ataque.

2) Tardía o crónica: Los trastornos relacionados con el ataque llegan a desarrollarse semanas o
meses después. El estilo de vida y los patrones de trabajo de la perso-na pueden cambiar. Con
frecuencia se desarrollan trastornos del sueño o fobias. La pérdida de la autoestima rara vez
conduce al suicidio.
DEFINICIÓN Y CONCEPTO

La sexología es la ciencia que estudia la función sexual, el proceso de diferenciación sexual, los
trastornos sexuales y la promoción de la salud sexual.

Es el estudio sistemático de la sexualidad humana y de las cuestiones que se relacionan con ella. Es
el estudio de la vida sexual humana desde un punto de vista genital, fisiológico general, social y
psicológico, en el cual participan un gran número de disciplinas y especialidades médicas y
humanísticas, abarcando así todos los aspectos de la sexualidad.

La Gineco-Sexología Forense es la rama de la Medicina Legal que estudia los problemas ligados al
sexo, tales como los vinculados a las parafilias, el aborto, a la reproducción al matrimonio, a la
fecundación, a la impotencia.

Los Instintos del Hombre.

Todo ser humano nace con instintos al igual que la mayoría de los animales y ello está
representado por un estímulo interior que conduce a una acción tendiente a la conservación o a la
reproducción. El instinto sexual tanto en el hombre como en los animales está presente, pero,
mientras el animal se aparea para reproducirse y continuar la especie, el hombre se aparea, en
principio, para satisfacerse la necesidad sexual como una manifestación de amor hacia la pareja y,
además, con el objeto de reproducirse.

Está sentado y probado que, el hombre, constituye el universo completo y que viven en él todos
los instintos de todos los seres y cosas de los tres reinos de la naturaleza.

Las consideraciones hechas sobre algunos aspectos del ser humano -emociones y sensualidad,
afectividad y voluntad han facilitado algunas herramientas mentales que pueden servir de ayuda
ahora, en una primera exploración del mundo complejo de la sexualidad.

DESFLORACIÓN: es la ruptura de la membrana himeneal producida por la penetración del pene en


erección. Excepcionalmente dicha ruptura puede deberse a la acción de un traumatismo o a la
acción de un instrumento o por penetración de los dedos.

En la desfloración se produce normalmente cierto desgarro, lo cual se manifiesta por cierto dolor y
sangramiento. Este signo (hemorragia) y aquel síntoma (dolor) son generalmente discretos pero
pueden tener variaciones desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo.

Signos y consecuencias de la desfloración.

Aun cuando ya hemos dicho que el principal atributo de la virginidad es la integridad del himen, el
hecho de que una mujer tenga su himen intacto, no desgarrado, no significa que no haya tenido
nunca relaciones carnales, porque ciertas formas de hímenes permiten practicar la cópula sin
desgarramiento: el himen lobu-lado, por ejemplo, permite a una joven de más de diez y seis años
realizar el coito sin dejar huellas, pues las muescas naturales y congénitas que tiene, permiten la
introducción de objetos voluminosos en la vagina, empujando hacia atrás los lóbulos y las
muescas, sin desgarramiento de la membrana.

Otras veces la gran elasticidad de la membrana y el tamaño de su orificio central, permiten


introducir el pene por dicho orificio sin rup-tura del himen.

Por consiguiente, cuando una mujer ostenta la integridad de su membrana himenal, en los casos
en que la forma y elasticidad del himen hayan podido permitir una o más cópulas. El médico-
legista no debe afirmar que es virgen, sino manifestar que la mujer presenta todos los atributos de
la virginidad (si son concordantes todas las demás carac-terísticas de la virginidad) y que no está
demostrado que haya tenido relaciones sexuales.

En cambio, si una mujer afirma haber sido violada, hasta repetida-mente, y aun cuando estuviere
embarazada, en presencia de un himen intacto de consistencia firme, poco elástico, y con un
orificio muy pe-queño, debe afirmarse que esa mujer no ha podido practicar un coito completo.

Conviene manifestar así mismo que el himen puede haber sido desgarrado por causa diferente a la
de una práctica copulatoria (caída de un caballo sobre un cuerpo agudo, caída en el agua con las
piernas abiertas, desfloración por el culpable con los dedos o un cuerpo extraño).

Pero fuera de las anotadas circunstancias excepcionales, la regla que en el primer coito completo
(que no siempre coincide con la primera tentativa), el pene produce el desgarramiento del himen,
o sea, su desfloración.

Al examen, poco tiempo después del coito, se observará en el himen la existencia de desgarros en
forma de muescas irregularmente " apuestas, cuyos bordes están ulcerados y faltos de
revestimiento mucoso; lesiones estas últimas que permiten diferenciar netamente esas muescas
traumáticas producidas por el pene, de las muescas naturales de los hímenes lobulados, cuyas
características ya hemos citado.

En caso de desfloración, en el himen anular suelen producirse de cuatro a cinco desgarros


radiados. En el himen semilunar, el número de colgajos es variable.

En todo caso, después del desgarramiento, los colgajos resultantes permanecen en un mismo
plano; y el himen conserva, salvo los desga-rros, la misma configuración que tenía antes de la
desfloración.

Durante los tres o cuatro días subsiguientes, se efectúa la cicatri-zación de los desgarros, pero las
superficies ulceradas de los bordes no se sueldan entre sí, sino que se cubren de una mucosa, que
es muy, difícil diferenciar de la inmediata,

La cicatrización puede completarse al cabo de 5, 8 ó 15 días. La infección blenorrágica retarda el


proceso.
Excepcionalmente se verifica la reunión de los colgajos del himen, y éste tendría el aspecto del
himen virginal, si no existiera una cicatriz blanca destacándose en la línea de la soldadura, sobre el
fondo rosado de la mucosa de la membrana. "

En el momento de desgarrarse el himen, se produce una pequeña hemorragia, que en ciertos


casos pasa inadvertida.

Después de muchos coitos, los colgajos del himen, frecuentemente separados entre sí y
comprimidos por el pene contra la pared de la va-gina, se atrofian progresivamente.

Con el primer parto los colgajos así atrofiados, se acaban de desga-rrar en numerosos fragmentos,
no quedando después de la cicatrización sino mínimos vestigios, consistentes en crestas mucosas,
denominada "carúnculas mirtiformes".

En los hímenes septum o en puente, después de la desfloración se observan los restos de la brida
membranosa, bajo la forma de dos tiras que flotan por delante de la entrada de la vagina.

En consecuencia, les peritos en presencia de desgarros reciente sangrantes y a veces supurados


pueden emitir con bastante precisión un juicio de desfloración reciente (15 días a lo más si no hay
cicatrización). En cambio, cuando los colgajos se han unido y cicatrizado pesar de las diferencias
anotadas entre las muescas naturales y las traumáticas, puede haber en la práctica confusión y
errores y su dicta debe ser muy cauto y reservado; incluso admitida la desfloración anterior,
después de un mes no es posible prácticamente: precisar el tiempo de la desfloración si la mucosa
que cubre los bordes desgarrados tiene el color de la mucosa normal, sobre todo si hay cicatrices
blancas linea-les.

Cuando en cambio se verifica la existencia de carúncula s mirtifor-mes, se puede afirmar la


existencia de un parto anterior.

Se suele indicar a simple título de orientación, que las mujeres que han tenido numerosas
aproximaciones sexuales con el tiempo presentan como signos complementarios o accesorios de
su no virginidad, la flaci-dez y alargamiento de los grandes labios, el alisamiento de los repliegues
de la mucosa vaginal, los pechos menos firmes y los pezones más promi-nentes, pero esto no tiene
nada de característico para emitir un juicio seno.

De acuerdo con Thoinot, además de la desfloración, son signos probatorios del acto sexual: 1) las
lesiones de las partes genitales (por desproporción en el tamaño de los órganos o por brutalidad
en la reali-zación del acto); 2) el contagio venéreo; 3) la presencia de esperma; y 4) el embarazo.
Agregaríamos un quinto signo que consiste en las lesiones extragenitales y que con Manunza
hemos denominado indirectas.

Las lesiones de las partes genitales por los citados motivos se pro-ducen, especialmente cuando la
víctima es impúber. Tales lesiones varían en gravedad creciente, desde las laceraciones vaginales
hasta la desinserción del recto, siendo igualmente graves sus consecuencias hasta el punto de
poder ocasionar la muerte de la víctima, (hemorragias irre-frenables, secuelas infectivas cuando
ha sido interesado el peritoneo pélvico, etc.).

En relación con el contagio venéreo, el control de la afección sobre la víctima, mediante los
exámenes de laboratorio oportunos, permitirá establecer en estos casos los elementos de prueba
contra el imputado, que debe naturalmente, resultar afecto de la misma enferme-dad. Pero debe
tenerse presente que casos de contagio de enfermedades venéreas pueden verificarse
(especialmente en las jóvenes y en las niñas de las clases sociales más pobres) cuando duermen en
la misma cama con personas adultas enfermas, por transmisión a través de la lenceria por escasa
limpieza en general. Como es sabido, para el contagio blenorrágico el período de incubación es de
tres días, término que se debe tener en cuenta a los fines de la estimación adecuada de los tasas
prácticos.

Es importante también el contagio sifilítico, cuya diagnosis se hace rutinariamente por medio de la
reacción de Wassermann y otras usuales. 1) particular importancia tiene respecto de esta
enfermedad la presencia del chancro sifilítico, por la determinación cronológica que puede
establecerse para su aparición.

La presencia de esperma en los genitales de la víctima resulta, desde luego importante como
elemento de corroboración de la cópula, aunque para que haya violación no es preciso que haya
habido eyaculación del culpable. Escaso significado, por otra parte, tiene la compro-bación de
"aglutinógenos" espermáticos (14) del presunto culpable en las manchas de la lencería, puesto
que ello podría indicar sólo un simple contacto libidinoso, no copulatorio.

Acerca del embarazo, él puede ser resultado no sólo de la cópula, sino también de una "ejaculatio
ante portam" en un atentado al pudor mayor valor tiene su apreciación en sentido negativo, es
decir, cuando la época del embarazo no concuerda con la fecha en que la víctima; pretenda haber
sido víctima del acto carnal violento.

Sobre los signos de violencia extragenital (indirectos), hemos de repetir que en las niñas
prácticamente no se observan, ya que sólo, como regla, la violencia del agresor se localiza en sus
genitales, al contrario de lo que ocurre con la mujer adulta.

En efecto, en la mujer adulta no faltan nunca otros signos físicos de violencia material, debidos a la
lucha sostenida antes de ceder. Entre estos signos prevalecen las excoriaciones ungueales, las
equimosis y a veces las mordeduras. Las equimosis y las abrasiones cutáneas se encuentran
normalmente en los brazos, en las muñecas, en las rodillas, la proximidad de los genitales, sobre la
superficie interna de los muslos por la tentativa de separarlos, sobre las nalgas como indicio de
aprehensión y aproximación. Algunas veces, excoriaciones y aun equimosis se encuentran también
en el cuello y sobre la boca, por las maniobras tendientes a impedir los gritos de la víctima.

Cuando la lucha ha sido particularmente violenta pueden aun observarse signos más graves, como
la distorsión de los miembros y las fracturas craneales por caída. Finalmente pueden observarse
zonas cuero cabelludo desprovistas de pelos por arrancamiento. En estos no pueden surgir dudas
acerca de la resistencia de la víctima. Diferente, es la situación en que sólo se, observan pequeñas
equimosis y lesiones muy leves, que pueden haber sido producto de autolesión de la falsa víctima
para preparar una prueba de supuesta lucha.

En definitiva, debe tenerse muy presente la naturaleza, extensión y ubicación de los signos de
violencia, que pueden incluso extenderse hasta las mamas y el perineo.

Es preciso agregar que los juicios seguros en materia de evalua-ción de las huellas de violencia,
sólo pueden emitirse inmediatamente después del hecho o a distancia de muy pocos días de
ocurrido.

No debe perderse de vista la posibilidad de un atentado cometido por un sádico, caso en el cual
pueden observarse heridas más o menos graves inferidas con armas sobre el cuerpo o
específicamente sobre los genitales.

En el acto del examen médico en los casos de violación y estupro la mirada del perito rebasa su
función, no sólo reconoce los genitales de la víctima y los golpes que comprobarían el acto
forzado, las sinuosidades del cuerpo, la mirada y hasta la higiene son objeto de valoración. Se
revela así una gama amplia de calificativos, donde el imaginario y las subjetividades se expresan a
través de palabras que rebasan la descripción técnica. La comprobación del hecho se enfrenta con
un conjunto de dificultades, pues no es solo necesario que se produzca la introducción del pene en
la vagina, sino también que existan evidencias de la presencia del semen del agresor. Semen y
sangre aparecen como la pareja que entorna las faltas al pudor, ambos fluidos son ponderados
con criterios diferentes, la presencia del primero es obligada para comprobar el crimen, se duda
de la procedencia de la segunda. El futuro de la víctima se encuentra en manos de los peritos y la
posible defensa se construye a través de las estrategias sociales para la recuperación del honor. En
casos de mujeres que llevan una vida marital rara vez recurre al experto, se revela así que la
virginidad es la única que merece ser considerada para “la reparación del honor”.

En la desfloración se produce normalmente cierto desgarro, lo cual se manifiesta por cierto dolor y
sangramiento. Este signo (hemorragia) y aquel síntoma (dolor) son generalmente discretos pero
pueden tener variaciones desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo.

VIOLACIÓN

LA VIOLACION:

Comencemos por definirla como una "Invasión física de naturaleza sexual, incluyendo pero no
limitada a la penetración aunque sea mínima, cometida sobre una persona bajo circunstancias
coercitivas".

Sin embargo, durante el II Simposio Internacional de Criminalística, llevado a cabo en Bogotá, se


concluyó que la definición de Violación, como: "La ejecución del acceso carnal o acto sexual en
contra de la voluntad de la víctima, utilizando agresión física, violencia moral o presiones
psicológicas".
El Código Penal en su Art. 375 se refiere a la violación como un delito contra la libertad sexual, y es
precisamente este hecho lo que el legislador considera como "atentado al pudor". Se incluye
dentro de esta definición no solo la violación propiamente dicha sino también:

1.- El acto carnal ejecutado en una persona menor de 12 años, con o sin su consentimiento.

2.- Cuando la victima no hubiere cumplido los 16 años si el culpable es ascendiente, tutor o
institutor, y el hecho cause un escándalo público.

3.- Cuando hallándose detenida la victima hubiere sido confiada al culpable.

4.- Cuando la Victima no estuviera en capacidad de resistir por causa de enfermedad física o
mental o por otro motivo ajeno al culpable.

La violación es un delito de acción privada solo enjuiciable a instancia de la parte agraviada; sin
embargo, se convierte en un delito de acción pública cuando:

1.- El delito ocasiona la muerte de la victima.

2.- Se hace pública.

3.- El padre, tutor o funcionario público se hubieren prestado para cometer el hecho.

La violación es un delito que puede recaer:

• En una persona del sexo masculino. Nuestra legislación no diferencia entre el hombre y la mujer;
de tal manera que el acto carnal realizado por una mujer sin el consentimiento del hombre puede
también ser considerado violación aunque es muy raro.

• Violación de una niña: es la mas común y frecuente, y sobre todo la realización de actos lascivos
con los órganos externos de la menor los cuales sirven al victimario para masturbarse ocasionando
irritación y enrojecimiento de los mismos. La penetración completa en una menor es poco común
y en tales casos se necesita que el autor realice una fuerza muy grande que generalmente conlleva
a la muerte de la victima dado el desgarramiento. En una menor de 11 años la penetración
ocasiona, además del rompimiento del himen, lesiones genitales. En una mujer adulta, la
penetración es más fácil por la proporciones de la vagina, pero, por otra parte es difícil porque la
victima puede oponer mayor resistencia.

• Violación de una adulta no virgen. En estos casos la penetración se hace mucho más fácil pero la
oposición de la victima puede hacer que se ocasionen lesiones a los órganos externos y del cuerpo
por la resistencia y la lucha contra el victimario.
• Violación de un varón a otro varón: Puede tratarse que la victima sea un menor o un adulto,
estos casos son frecuentes en las cárceles, realizadas por un sádico u homosexual. En estos casos
se puede ocasionar lesiones del recto por la desfloración de la zona, así como relajamiento del
esfínter. Además, se puede ocasionar lesiones extra rectales en el cuerpo de la victima por la
defensa contra el victimario.

Diagnosticó de la violación. El artículo 34 al 37 del Código de instrucción de Medico Forense


establece como debe procederse al diagnóstico de la violación:

1-. Interrogación de la victima.

2-. Interrogación de parientes y personas que pudieran tener conocimientos de los hechos.

3-. Examen de la ropa que llevaba puesta la victima o cualquier otro material donde hubiera que
dado huella del delito.

4-. Examen de los genitales de la victima estableciendo las lesiones observadas, y la posibilidad de
que hubieran sido ocasionadas por otros s o instrumentos.

5.- Examen de los genitales del supuesto victimario o agresor.

En algunos casos, se procede a realizar estudios de laboratorio en el esperma del victimario para
compararlo con el encontrado en el cuerpo de la víctima.

VIOLACION CON DESFLORACION:

Cuando se realiza el examen de los genitales, el médico debe verificar si existe desfloración del
himen porque la violación depende de su integridad. EL HIMEN es una membrana de la mucosa
vaginal que ocluye parcialmente la vagina de la mujer virgen. La formación del orificio del himen es
variable siendo su espesor de 1mm., aproximadamente, pudiendo ser más grueso o más delgado.

Pruebas de la Violación:

Como la violación se ha realizado en las personas vírgenes o menores, la prueba de la violación es


más fácil que cuando la víctima es una persona adulta no virgen. Cuando ha habido desgarros, el
perito puede determinar el momento de la violación si esta reciente, es decir, menos de 15 días,
pero cuando los desgarros han cicatrizado es más fácil.

Otras pruebas de la violación son las lesiones de los genitales por la desproporción de los tamaños
de los órganos de la víctima y el agresor, y por la brutalidad empleada en el acto. El contagio
venéreo es también una prueba de la violación, la presencia de esperma y el embarazo, así como
las lesiones extra genitales.

Requisitos de la Violación:
Según nuestra legislación son requisitos de la violación:

• La realización del acto carnal bastando la trasposición de la vulva, es decir, no es necesarios que
haya penetración total.

• Es necesario que la persona esté viva porque de otra forma se trataría de otra figura (necrofilia).

• No es necesario que la mujer sea virgen.

• Falta de consentimiento por parte de la víctima.

• Intención del victimario de penetrar los órganos genitales

No hay violación cuando:

• No hubo intención de penetrar los órganos genitales.

• El victimario es el esposo de la víctima.

• El acto carnal se realiza con cadáver.

• Se realiza con un animal (zoofilia).

• La victima provocó a la victimaria (en algunas legislaciones).

Delitos tipificados en la ley orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida sin violencia:

Violencia sexual: Es toda conducta que amenace o vulnere el derecho de la mujer a decidir
voluntaria y libremente su sexualidad, comprendiendo ésta no sólo el acto sexual, sino toda forma
de contacto o acceso sexual, genital o no genital, tales como actos lascivos, actos lascivos
violentos, acceso carnal violento o la violación propiamente dicha. Prisión de diez (10) a
quince (15) años. Si acto se cometiese en contra de una niña o adolescente la pena será de quince
(15) a veinte (20) años de prisión. Si la víctima resultare ser una niña o adolescente, hija de la
mujer con quien el autor mantiene o mantuvo una relación de afectividad, aún sin convivencia, la
pena se incrementará de un cuarto a un tercio. Actos lascivos Prisión de uno (1) a cinco (5) años. Si
el acto se ejecuta en perjuicio de una niña o adolescente, la pena será de dos (2) a seis (6) años de
prisión.

Acceso carnal violento: Es una forma de violencia sexual, en la cual el hombre mediante violencias
o amenazas, constriñe a la cónyuge, concubina, persona con quien hace vida marital o mantenga
unión estable de hecho o no, a un acto carnal por vía vaginal, anal u oral, o introduzca objetos sea
cual fuere su clase, por alguna de estas vías. Pena de quince (15) a veinte (20) años de prisión.

Prostitución forzada: Se entiende por prostitución forzada la acción de obligar a una mujer a
realizar uno o más actos de naturaleza sexual por la fuerza o mediante la amenaza de la fuerza, o
mediante coacción como la causada por el temor a la violencia, la intimidación, la opresión
psicológica o el abuso del poder, esperando obtener o haber obtenido ventajas o beneficios
pecuniarios o de otro tipo, a cambio de los actos de naturaleza sexual de la mujer. Pena de
diez (10) a quince (15) años de prisión.

Esclavitud sexual: Se entiende por esclavitud sexual la privación ilegítima de libertad de la mujer,
para su venta, compra, préstamo o trueque con la obligación de realizar uno o más actos de
naturaleza sexual. La pena será de quince (15) a veinte (20) años de prisión.

Acoso sexual: Es la solicitud de cualquier acto o comportamiento de contenido sexual, para sí o


para un tercero, o el procurar cualquier tipo de acercamiento sexual no deseado que realice un
hombre prevaliéndose de una situación de superioridad laboral, docente o análoga, o con ocasión
de relaciones derivadas del ejercicio profesional, y con la amenaza expresa o tácita de causarle a la
mujer un daño relacionado con las legítimas expectativas que ésta pueda tener en el ámbito de
dicha relación. Prisión de uno (1) a tres (3) años.

Delitos tipificados en la LOPNA sobre abuso sexual:

Explotación sexual de niños, niña y adolescente (Art. 258):

Quien fomente, dirija o se lucre de la actividad sexual de un niño, niña o adolescente. Prisión de
cinco (5) a ocho (8) años.

Abuso sexual a niños y niñas (Art. 259) :

Quien realice actos sexuales con un niño o niña, o participe en ellos. Prisión de dos (2) a seis (6)
años. Si el acto sexual implica penetración genital o anal, mediante acto carnal, manual o la
introducción de objetos; o penetración oral aún con instrumentos que simulen objetos sexuales la
prisión será de quince (15) a veinte (20) años.

Abuso sexual a adolescentes (Art. 260):

Quien realice actos sexuales con adolescente, contra su consentimiento, o participe en ellos.
Prisión de dos (2) a seis (6) años. Si el acto sexual implica penetración genital o anal, mediante acto
carnal, manual o la introducción de objetos; o penetración oral aún con instrumentos que simulen
objetos sexuales la prisión será de quince (15) a veinte (20) años.
Conclusión.

La violación o ataque sexual se define legalmente de diferente manera de acuerdo con la


jurisdicción de que se trate. Los médicos y el personal de las salas de urgencias que atienden a las
víctimas de violación deben estar familiarizados con las leyes correspon-dientes al ataque sexual
en su propio estado. Desde un punto de vista médico y psicológico, es indispensable que las
personas que tratan a víctimas de violación reconozcan la naturaleza no consensual y violenta del
crimen. Cerca de 95% de las víctimas detectadas por violación son mujeres. La penetración llega a
ser vaginal, anal u oral, y realizarse con el pene, la mano o un objeto extraño. La ausencia de lesión
genital no implica consentimien-to por parte de la víctima. El atacante puede ser desconocido de
la víctima o, con más frecuencia, algún conocido, incluso el cónyuge.

El “coito sexual ilícito” o estupro, es el coito con una mujer antes de la mayoría de edad, aun con
su consentimiento.

La violación representa una expresión de ira, poder y sexua-lidad por parte del violador. Éste suele
ser un varón hostil que usa el acto sexual para aterrorizar y humillar a la mujer. Las mujeres no
desean ser violadas ni lo esperan, no estimulan ni disfrutan la violación.

La violación implica lesión física grave en 5 a 10% de los casos, y siempre es una experiencia
aterradora en la cual la ma-yoría de las víctimas teme por sus vidas. En consecuencia, todas las
víctimas padecen algunas consecuencias psicológicas poste-riores. Además, algunas víctimas de
violación llegan a adquirir enfermedades de transmisión sexual o embarazarse.

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