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Luis Diego Cascante

Filosofía del eros, l.


De Eros a Platón

"En cierto lugar me detengo a esperarte."


W Whitman

Resumen: El artículo ofrece un recorrido o una forma de los sentidos totalmente pensada.
académico por diferentes tópicos del erotismo La verdad no hay erotismo sin cerebro y sin sexo.
para llegar a la idea de que la fuerza del sexo es La historia humana, en algunos de sus pasa-
superior al hombre y se debe desautorizar la pre- jes, recuerda que el destino de la humanidad ha
tensión de la razón ilustrada que se cree capaz ido unido a Sodoma y Gomorra, destruida por el
de dominar todas las dimensiones del hombre. fuego eterno en virtud de los excesos. La caída
de grandes imperios (Babilonia, Egipto, Grecia,
Palabras clave: Fenomenologia del amor. Roma) algo tiene que ver con la cultura de estos,
Fenomenologia del cuerpo. Platonismo. el refinamiento de placeres y la corrupción civili-
zada del sexo ... La guerra de Troya, por ejemplo,
Abstract: The article offers an academic se inició por el rapto de Helena. Paris, el hijo de
Príamo, Rey de Troya, se enamoró de Helena y
path for different topics of eroticism to get the
no tuvo reparo en quitársela a Menelao. Cuando
idea that the power of sex is superior to man
Menelao la recuperó, su primer impulso fue ven-
and must disallow the claim of enlightened
gar su honor amenazándola con la espada. Helena
reason that thinks he can master all the human
descubrió su seno y Menelao cayó rendido, arrojó
dimensions.
su arma y la abrazó. Los poetas griegos nos
cuentan toda la historia en virtud de motivaciones
Key words: Phenomenology of love.
eróticas.
Phenomenology of the body. Platonismo
El erotismo es uno de los aspectos de la
vida interior del individuo; con él se pretende
ir más allá de los propios límites. En Oriente se
siguieron abiertamente las pasiones primordiales
del hombre, entre ellas la del sexo, registradas
Prólogo magistralmente en bastantes libros (Kama Sutra,
Ananga Ranga), y sosteniendo así que la cópula
Resulta presuntuoso pretender que este opús- del macho y la hembra es el símbolo viviente de
culo sea una biografía del erotismo. Eros sigue todas las fuerzas.
siendo mitológico: a veces sublime, a veces vul- Asimismo en la mitología griega Eros no
gar. Sin embargo, muchos piensan que el erotismo solo era el dios del amor humano, equiparado en
es pornografía o asunto de la filosofía. No. El la mitología romana a Cupido, sino que repre-
erotismo es una forma pensada con los sentidos sentaba una fuerza atractiva de los elementos

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primordiales desde Hesíodo hasta Parménides. erótica. El sexo es uno de los ingredientes primor-
Platón, en El banquete, afirma que Eras es hijo diales, también en el cine.
de Penia y Poros, de la carencia y de la abunda- En el principio era Eras... y sin arte de amar
cia. La naturaleza del amor se vincula con vivir no habrá fraternidad, pues nuestra incapacidad de
una vida bellamente, con el cuerpo y el alma. damos en la intimidad congelará nuestra dona-
En los deseos eróticos se puede ir en búsqueda ción para con los otros. Si Eras es trivial izado, la
de la belleza. Las ideas más profundas nacen de humanidad continuará el naufragio al que, des-
su amor. Eras es una guía del conocimiento, el pués de dos siglos, han sido sometidos los ideales
arquetipo de la inteligencia. Por ello Sócrates y de la Revolución Francesa (1789). Se han hecho
Platón se autodefinen como un amante. avances significativos -aunque no definitivos-
Casi a finales de la República, Cicerón (siglo respecto de la libertad y la igualdad, pero se sigue
1 a. C.) será el primero en sacar a la palestra la en el eclipse de la fraternidad.
palabra sexus: los romanos debían mantener una La situación reflexiva que nos ocupa preten-
vida sexual intensa, y esto desde los inicios hasta de indagar la actividad erótica (interpersonal) en
la época decadente en Roma. Nadie niega la la línea de una ética de la justicia, entendiendo
locura sexual de los romanos; su legado es paten- justicia como un 'ajustarse' a la realidad misma
te: basaron sus relaciones en el acto puramente de la actividad propuesta y que, radicalizándola,
sexual sin temor ni temblor. busca propiamente ofrecer los criterios para obte-
Ante la soledad, la guerra, la violencia, en ner contenidos morales concretos.
fin, ante la muerte, el hombre moderno cae en
los brazos de la sexualidad y el ciclo erótico se
reanuda. Hace varias décadas el vampirismo l. Bosquejo de una fenomenología del
apareció como una expresiva plástica del erotis- amor: Te-amo-y-yo-también
mo: la excitación de la libido por la absorción de
sangre, propia o ajena; es un equivalente al beso Si se intentara hacer un bosquejo de una
aspirativo cutáneo. fenomenología del amor humano, habría que
También el strip-tease a gog6, el desnudo comenzar diciendo que, aunque resulten insusti-
como impulso de exhibición sexual, ha reclamado tuibles los textos de tantos teóricos sobre el amor,
su espacio; al menos en Occidente esto resulta las palabras 'te amo', en términos generales, no
lascivo, de lo cual nace el pudor (mecanismo quieren decir nada. Que una palabra diga 'todo'
de inhibición) que sirve de correctivo/control equivale a decir 'nada'. El significado se pierde
del deseo sexual. Ni se diga del exhibicionismo tras los descomunales usos de la palabra.
mamario moderno, tan aclamado (S. Loren, B. El amor puede ser considerado un modo
Bardot), y que cada vez cobra más importancia de tener o un modo de ser. 'Tener' amor es
dada la proliferación de clínicas estéticas. La contradictorio pues por definición nadie puede
máxima que resume esto es lapidaria: "sin tetas poseer personalmente una abstracción, aunque se
no hay paraíso". Sin embargo, el strip-tease como reconozca que este modo de entender el amor se
pantomima erótica forma parte de la ceremonia presta para sostener un discurso epidérmico en
ritual al ritmo de la música, con o sin protocolo, torno a él. En realidad solo existe el acto de amor
cuyo fin es realizar una comunión carnal a través como actividad -humana, sobra decir-, esto es,
del pensamiento, y en donde la mujer o el varón un proceso que se desarrolla y se intensifica a sí
es 'oferta' e 'intocable', para desbocar a la 'loca mismo en los amantes.
de la casa', la imaginación. Porque es gozado, los seres humanos no se
No puede faltar su majestad el séptimo arte. atreven a decir: "Te-amo". Estas dos palabras
Desde 1930 el cine norteamericano puso límites expresan la viviencia bilateral del amor, por ello
al erotismo. No obstante, muchas películas se han sido unidas con un guión, a fin de conservar
fundan en una liviana trama amorosa y aventu- el dinamismo del sujeto/yo que ama un "tú". Si
rera con una ingenua pero definida insinuación descomponemos la proposición "te-amo" en 'te'

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Yl+ 'amo', tenemos por un lado el 'yo', por otro y se la fuerza a ser como la ve el otro. Por eso,
el 'tú' y, finalmente, un nexo afectivo razonable: se eleva sobre sí misma: al sentirse amado/a
'amo'. Lo interesante es que amar "no existe" en acepta el amor que le avergüenza y lo solicita. El
infinitivo (salvo por artificio metalingüístico): yo-también es revolucionario, es un giro de 180
el sujeto y el objeto llegan a la palabra en el grados, porque las reglas desaparecen para darle
mismo momento en que es proferida, y "te-amo" espacio al todo-es-posible; el amor es contrario al
debe entenderse (y leerse aquí) a la húngara, por reformismo, a esa cadena infinita de estereotipos
ejemplo, "en que se dice con una sola palabra, gastados que la mentalidad nos hereda a través de
szeretlek (... )" (Barthes, 2001, 234) sin renegar la tradición y que insiste en que el 'amor' es pre-
de la exigencia aglutinante, pues es precisamen- decible y controlable tanto en lo personal como
te de aglutinación de lo que se trata. Es decir, en lo societal; poco más o menos, nos inculcan
pasar al otro por una predicación, sintaxis, ofrece que el amor dice analogía con las matemáticas,
resistencia. Esto se debe a que el te-amo está de tal manera que se presta para 'cálculos'. En el
por encima de las restricciones sociales y todos amor, las reglas desaparecen.
los parámetros; puede tratarse de una expresión El te-amo no es un síntoma (de vicio o de vir-
sublime, solemne, ligera, o bien erótica, porno- tud), es actividad. Es una praxis (esto es, una acti-
gráfica. Es una expresión socialmente móvil. vidad creadora) que funda y libera posibilidades.
Tal movilidad resulta del dinamismo propio que No es el camino de la abstracción, sino el de la
le pertenece a la convivencia y, en particular, al máxima concreción. El te-amo invita a respuesta,
nudo ineludible del encuentro con el otro. a que tú respondas, en donde la respuesta no es
A la vez te-amo carece de matices, supera formal, sino efectiva a la manera de fórmula: la
los condicionamientos, los escrúpulos. Decir te- suficiencia del otro -persona- interpela a asumir,
amo hace desaparecer el teatro de la palabra, de proferir y alcanzar el te-amo (Cf, Barthes, 2001,
lo mediatizado y, desde luego, de lo socialmente 239). Si el te-amo es actividad, entonces es ino-
condicionado. También carece de otro-lugar, pues cente -por lo que implica- y engloba lo reactivo,
no es metáfora de nada. Por ende, te-amo no es es un amén, un así-sea, que debe dejarse inter-
una frase, sino una 'holofrase': ella es una situa- pretar, que carece de garantías, trabaja sin redes.
ción límite, en virtud de la cual, como dice J. El te-amo está del lado del gasto.
Lacan, "el sujeto está suspendido en una relación El amor en tanto goce es ternura. Pero ser
especular con el otro". Por eso, esta 'holofrase' no agente 'tierno' lleva implícita la necesidad de ser
tiene sentido, aunque su decir dice todo: es una tierno para el otro: se trata de encerrarnos en una
"fórmula" que rebasa cualquier ritual. Te-amo es bondad mutua, donde nos materializamos mutua-
una proferición (R. Barthes): no compete ni a la mente. Citando a Barthes: "El gesto tierno dice:
lingüística ni a la semiología; su instancia no es pídeme lo que sea que pueda aplacar tu cuerpo,
reconocimiento ni reprimenda, es simplemente pero tampoco olvides que te deseo un poco,
'gozado'. "El goce no se dice; pero habla y dice: ligeramente, sin querer tomar nada enseguida"
te-amo." (2001,243). Esta realidad tiene -pidiéndole pres-
Al te-amo lo acompaña yo-también. La lite- tado el término a la teología católica- raíz escato-
ralidad del primero también vale para el segundo: lógica: es un 'ya, pero todavía no'. La ternura es
es una verdad loca, más allá del pensamiento o de una figura infinita, pues no puede interrumpirse.
una preparación lenta, por sorpresa, por revela- Es una síntesis milagrosa de la presencia porque
ción, por conversión. Es unfuego cruzado que, en donde tú eres tierno/a dices un 'tú plural'. Estoy
la simultaneidad, funda un modelo desconocido colmado en el gesto tierno de la demanda.
(ambos a su manera) y desfasado. El/la amante Al decir unión, se habla de suplemento, no
deben ser capaces de percibir en el otro lo que de complemento, pues el deseo es de carecer de
está diciendo de él y de entender el signo natural lo que se tiene y de dar lo que no se tiene. La bús-
que ese individuo tiene en el/la amante. En los queda idealizada de la pareja lleva a la unión de
halagos, la persona amada no es una desconocida; los sexos. Esta unión carece de límites justamente
al contrario, se la conoce en un sentido eminente por la indiferencia de sus permutaciones. Es el

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reino del "uno por el otro" (Platón), a este reino en el espacio y, desde luego, no puede hacerse
mortal le pertenece la realización en razón de su (posibilidades) si no es a través de ser cuerpo.
humanidad inmediata. El otro es mi bien y mi Además, el cuerpo es apropiación -particu-
verdad: solo yo le conozco, le hago existir en su larmente, interesa lo sexual-, en virtud de lo cual
verdad. A su vez, el otro me funda en su verdad y lo sexual no es un signo cualquiera, sino un signo
me siento 'yo mismo'. Por eso podría decirse que privilegiado. El papel del cuerpo es asumir esta
el amor es clarividente: "tú puedes todo sobre mi metamorfosis: transformar las ideas en cosas, es
pero yo lo sé todo sobre ti". simbolizar la existencia, más aún es el interlocu-
Queda claro, entonces, que el amor es rela- tor del campo de posibilidades porque hace hablar
ción, y los sentidos son relación, es el carácter desde el silencio del otro. Este condicionamiento
'sárquico' (de la palabra griega cráp~, 'carne') nos lleva a que convivamos en especie, por lo que
del vínculo. "En el amor un cuerpo conoce al otro los otros dejan su impronta en mi y, desde luego,
en una relación entre iguales totalmente diferen- yo en ellos. El 'tú' en cuanto tal se define por
tes y mi diferencia se abre en la otra diferencia" la experiencia de respuesta. Esta comunicación
(Cardoso, 1993, 60). En el amor se da la alegría de enriquecida apela a una participación en la exis-
que los seres sean como son, es la "alegre acep- tencia a través de la relación personal.
tación de lo real" en tanto "vita nouva". El amor La relación hedónica (del griego lÍoovi¡, 'pla-
es el modo de ser de los seres en plenitud (Ortega cer') es un acto de esperanza al dar crédito a la
y Gasset), por eso "yo soy yo y mi circunstancia, realidad: no obstante las dificultades de convivir,
y si no la salvo a ella no me salvo yo". El amor, los obstáculos han de ser reconocidos para supe-
entonces, sería la máxima forma de objetividad, rarlos y así construir nuestro ser y mejorarlo. En
pues implica ver los seres como ellos quisieran este sentido, la esperanza no requiere una técnica,
verse, es decir, en la plenitud de su ser. porque la esperanza es propia de los seres desar-
mados. La esperanza es una respuesta al ser del
otro, es una respuesta a la creatividad del otro -y
11. Fenomenología del cuerpo: a la imposibilidad de dominarlo por su riqueza-o
Pero el cuerpo es frágil, puede 'romperse'.
'Erotizar' la ternura, 'ternurizar'
Aunque no todo nos hace daño o bien, debemos
la sexualidad y 'amorizar' el sexo propiciar o construir nuevas formas de trato -de
con-tacto-. Es decir, nuestra fragilidad, propia
Somos cuerpo. Decir 'cuerpo' es afirmar de la caducidad de lo real, no es falta de protec-
la tridimensionalidad (peso, anchura y profun- ción, sino parte de nuestra condición. No se trata,
didad). Esto significa que somos espaciosos y entonces, de combatir -desde fuera- y endurecer
temporáneos. El cuerpo se muestra como dato la debilidad, sino de que el combate se dé en la
ineludible de que mi existencia está vinculada a la misma fragilidad, desde el cuerpo y en los cuerpos
afirmación de "el universo existe", expresa todo que nos rodean. Los cuerpos desnudos denotan la
el ser entero. Por ende, la existencia del cuerpo no fragilidad tanto que buscamos taparlos y proteger-
depende de ninguna demostración. Nuestra cor- los, en virtud de ello los cuerpos son fácilmente
poreidad es un dato no mediatizable. La existen- humillados. Como atinadamente lo indica Martín
cia 'encarnada' apunta que la existencia se halla Astacio: "Pero podemos aprender a manejados
ligada al cuerpo. De esta manera, no 'tenemos', asumiendo su condición. Tocándonos, acariciando,
sino que 'somos' cuerpo. descubriendo que en lo vulnerable hay una riqueza
El cuerpo nos pone en situación, condiciona- y una expresión de la excelencia humana. Tocán-
dos históricamente. Por un lado, los cuerpos son donos aprendemos a tratar con lo frágil, a conocer
espaciosos. El ser humano tiene un puesto privi- muchas más situaciones en las que pueden peligrar
legiado en cuanto a la espacialización, en virtud nuestras integridades. Tocándonos descubriremos
de que no solo 'ocupa' un espacio sino que refiere la variabilidad de la experiencia, la inmensa con-
a otro tipo de espaciosidad: la interioridad. La tingencia de nuestros artefactos protectores y, a
interioridad humana es un nuevo modo de estar la vez, su inutilidad cuando conseguimos reducir

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los avatares a nuestra potencia. Y tocándonos aparece el derecho romano, la ciencia moderna
establecemos profundos vínculos comunicativos, y, por supuesto, la filosofía griega. Ésta última se
nos destapamos y nos reforzamos precisamente vincula de manera especial con el cristianismo,
ofreciendo nuestra fragilidad, mudos y desnu- obteniendo así elementos que distinguen esta
dos, hacemos hablar a lo que no tiene palabra y cultura de otras. Sin embargo, hay que valorar
creemos más, es decir, aprendemos e integramos las relaciones, pues podría decirse que el cristia-
nuevas experiencias y nuevas reacciones, compor- nismo, muchas veces, terminó apoderándose de
tamientos diversos, intenciones distintas." categorías griegas con un sentido ajeno -tal vez
De manera conclusiva, hemos de aprender a valga la pena decirlo-, un tanto distantes de lo
tratar, con la misma 'ternura' que nosotros nos que el cristianismo defendía; pero, claro, se está
tratamos, y en la vulnerabilidad que nos pertene- hablando, como sucede tantas veces en la vida, de
ce. Hemos de aprender a tocamos con naturalidad dosificar, no de eliminar la herencia.
en nuestra debilidad... Es tiempo de volver al La helenización del cristianismo en el tema
cuerpo, al cuerpo desnudo, de comprendemos en de la sexualidad es una de esas influencias, de
él y, tocándonos, comenzar la renovada forma de cuyo concurso se produjo la visión dualista de
comprensión de nosotros mismos. la sexualidad, es decir, una visión que considera
Sin embargo, hay que reconocer que, a pesar 'algo' pernicioso el sexo. El 'espíritu de Atenas'
de nuestra 'fetichización genitaloide', el sexo (por terminó imponiéndose en occidente. La minusva-
ser cuerpo sexuado) sufre reproches permanentes loración de la mujer llevó a considerada infrahu-
que lo desubican en la perspectiva que busca rei- mana, esto es, los griegos sostenían que la mujer
vindicar el cuerpo. solo servía de receptáculo para el varón. La mujer
Habrá que luchar por una nueva cultura sexual no fue ciudadana ni tenía los derechos de los
que destierre el tabú de la ternura. La caricia es varones libres. Esto fue asumido solapadamente
la capacidad de contacto con los otros y consigo por algunas corrientes cristianas. Fue un asunto
mismo. Es un hecho que hay caricias positivas: de mentalidad o lógico, no de naturaleza. Con-
auténticas (jamás falsas, porque se desvirtúan), viene centrarse en el pensamiento platónico que
libres (la coacción aniquila su generosidad), desin- es, sin lugar a dudas, el más sistemático y el que
teresadas (todo interés hace que las cuentas nos cie- directamente, dada su importancia, ha marcado el
rren). Así las caricias han de darse oportunamente, cristianismo por influencia agustiniana.
sin precipitarse y sin pasarse. Una caricia bien dada Platón (428-348 a. C.) -y su discípulo Aris-
jamás ofenderá a la persona que la recibe, pues son tóteles- influyó poderosamente en el pensamiento
enriquecedoras de un desarrollo emocional sano. cristiano de los primeros siglos. En particular,
Se debe insertar el sexo (cuerpo sexuado) durante la segunda mitad del siglo V a. C., el
en el tejido emocional completo. Pues solamente mundo griego tuvo una actitud exacerbadamente
los seres conscientes de su libertad pueden con- crítica. Este período enjuició las leyes antiguas y
quistar el goce íntimo (María Ladi Londoño). El las tradiciones. Los sofistas se vieron favorecidos
cuerpo del que nos habla la ciencia es el visible; por ese espíritu crítico y lo explotaron de cierta
aquí también se habla del cuerpo del goce, aquel manera.
que tiene relaciones eróticas, coqueteando lúdica- En el Gorgias, Sócrates enfrenta dramática-
mente. No es lo mismo el erotismo del discurso mente los dos ideales de vida: el de la búsqueda
que el erotismo de la historia. Éste último es de del placer y el de la búsqueda de la verdad, el
los cuerpos que aman, besar, sudan, se agitan, hedonismo y el amor al conocimiento (Grube,
sufren ... en el tiempo (Cf. Tamez, 1992). 1973, 94). A lo largo de este diálogo, la actitud
platónica ante el placer es hostil, casi puritana
respecto del "busca-placeres". El placer resulta
111. Platonismo y eros incidental, pues ciertos placeres son buenos o
conducen al bien (354 e), éste último es el auténti-
Uno de los tantos pilares de la cultura occi- co fin del ser humano, mientras que otros son per-
dental es el cristianismo. De la mano con éste judiciales. Pero, aunque Sócrates no se identifica

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con el cálculo espontáneo del placer, tampoco exclusivamente militar. El erotismo estaba cir-
niega su utilidad. Los griegos no pasaron por una cunscrito a los encuentros con muchachos, mien-
revolución puritana al estilo victoriano, ya que no tras que las relaciones entre los sexos eran
veían nada vergonzoso en el goce efímero. Platón consideradas desde el punto de vista político
estuvo con naturalidad incardinado en el realismo y social. Pero cuidado, una lectura superficial
y sentido común de los griegos. podría suponer lo sexual entre varones. M.G.A.
En el Fedón (65 a), el pensador enfrenta el Grube (1973, 145) dice al respecto:
problema del placer reflejando el divorcio entre el
mundo no ético (mente cognoscente) y el mundo "Platón condena ciertamente el intercurso
físico (personalidad humana). Al contrario, en sexual entre hombres, y lo prohibe expresa-
el Banquete el placer está asociado al deseo mente en la República (403 b) Y en las Leyes
apasionado de belleza como encuentro sumo de (839 a); pero -si exceptuamos los casos en
felicidad y placer. El intelectualismo del Fedón que la intención es la procreación- prohibe
es abandonado por la reivindicación de las emo- igualmente el intercurso intersexual (... )
Resulta erróneo, por tanto, decir que Platón
ciones. Ya en el libro VII de la República Platón
condenó la homosexualidad como tal, ya
afirma que la "Forma del bien" es el paradigma a
que tampoco miraba con simpatía la hete-
través del cual es posible juzgar el placer. Así, en
rosexualidad; más bien le desagradaban las
relación directa de las tres partes del alma surgen
relaciones sexuales de cualquier tipo que
las tres formas de vida: la del amante de la ver- fueran".
dad, la del ambicioso y la del "apasionado", cuyo
objetivo principal es la satisfacción de los deseos
El eros platónico, entonces, ha de incluirse
físicos de la mano con la salud necesaria para
en la CjJLAía (philia), ya que amar es desear que
disfrutada. Los placeres del filósofo con los más
la persona amada sea lo más feliz posible. Ser
reales por su vínculo al mundo de las Formas, y
amado exige a su vez adquirir sabiduría. Sin
los demás placeres son verosímiles. Sin embargo,
embargo, ha de existir un objeto último de amor
para que la vida sea buena debe contener cierta
que sea amado por sí mismo, un bien y belleza
mezcla de conocimiento (intelecto) y sentimiento
últimos (identificables en este contexto), de tal
(placer).
manera que la concepción socrática del amor
Cabe, entonces, preguntar qué papel juega
mutuo ha de llevar al deseo de la verdad suprema
la "intensidad", no obstante la falsedad de los
en compañía. Pero también hay un eros malo
placeres. Dicho de otra manera, la intensidad
como mera negación del bien y, en cuanto tal,
no necesariamente está del lado de los placeres
bruto, sin negar el parentesco con aquel que es
intelectuales, sino de los físicos. La sacudida
bueno. Este amor es malo (porque es "uovíc",
que produce el sexo, por ejemplo, es mayor que
cualquier ocupación del intelecto. Está claro que 'manía', en tanto emoción irracional que viene
aquellos que confunden lo bueno con lo placen- de los dioses) para el alma del amado porque el
tero, terminan definiendo el bien (esencial) como amante, fijo en complacerse él, desea mantener al
placer (incidental). amado en un estado permanente de inferioridad
Como si fuera poco, el asunto en cuestión se y dependencia.
ve enriquecido por Eros, que vive en las almas
de los hombres. El amor homosexual es para los
griegos el único que satisface los deseos de los A manera de conclusión
varones. Sin prejuzgar, hemos de comenzar acep-
tando con naturalidad este hecho griego, más allá Aristóteles dijo que "Todos los hombres
de la mentalidad del canon occidental cristiano. desean saber por naturaleza" (Metafísica 1, 1).
En Esparta, como en ningún otro lugar, la Esto equivale a decir que siempre que haya
mujer merecía respeto y, a la vez, la homose- saber (logos) está implícito, como dos caras de
xualidad era más común que en Atenas, posi- una misma moneda, el deseo (eros). El logos es
blemente porque los varones llevaban una vida erótico y el eros del hombre es logos. Ese deseo

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(cupiditas) es el que pone al hombre a seguir sien- Cardoso Pereira, Nancy. "¡Ah!. ..amor en delicias". En
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que nace, vive, sufre y muere (... ) el que come 1993.
y bebe y juega y duerme y piensa y quiere, el Cicer6n y Séneca. (1990) Tratados morales. Barcelo-
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la sacudida de entrañas que le daba a Neruda el
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amor en agonía y en éxtasis: "Yo soy esto que
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gime, esto que arde, esto que sufre".
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ro es vivir. Se trata de vivir. Por ello quizás se Paid6s.
haya atrevido Séneca a parafrasear a Aristóteles: González Faus, José Ignacio. (1993) Sexo, verdades y
"vivere (... ) omnes beate volunt", 'todos quieren discurso eclesiástico. España: Sal Terrae.
vivir felizmente' (De la vida bienaventurada, 1). Grube, G.M.A. (1973) El pensamiento de Platán.
El conocimiento está al servicio de la necesidad Madrid: Gredos, S.A.
de vivir y primariamente del instinto de autocon- Lévinas, E. (1987) Totalidad e infinito. Salamanca:
servación -personal-o Pero insístase en que es el Sígueme.
hombre el que filosofa, si el filósofo no es hom- Luzarraga, Jesús. (2005) Cantar de los cantares.
bre, es cualquier cosa menos filósofo, tal vez un Navarra: Verbo Divino.
pedante o, en el peor de los casos, un remedo de Merleau-Ponty, Maurice. (1983) Phénoménologie de
hombre. Y precisamente por esto, quizá debamos la perception. Avant-propos. París : Éditions
atrevemos a gritar que "todos los hombres tienen Gallimard.
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