Anda di halaman 1dari 50

Aristóteles Las Categorías

Aristóteles

Las Categorías

Traducción y notas
Cristóbal Videla-Hintze

Santiago de Chile, noviembre 2017

Cristóbal Videla-Hintze Página 1 de 50


Aristóteles Las Categorías

Las Categorías
Presentación
Presentamos una nueva traducción de Las Categorías de Aristóteles en español,
principalmente el utilizado en Chile. Si bien nuestra guía del idioma será la
establecida por la Unión de las Academias de la Lengua Española, hemos
preferido usar un lenguaje lo más cercano posible al cotidiano, de modo que el
lector enfrente los problemas tal como Aristóteles realmente los presentó. Se trata
de que se perciba la actualidad del pensamiento aristotélico en todo su vigor y la
lectura de esta traducción sea una provocación para pensar por cuenta propia.
Aquí se genera una tensión inevitable entre la literalidad y lo cotidiano en la
traducción.
Tradicionalmente esta obra se considera parte del Órganon, los tratados de lógica
de Aristóteles, cuyas partes son Las Categorías, Sobre la Interpretación,
Analíticos Primeros, Analíticos Segundos, Tópicos y Sobre las Refutaciones
Sofísticas. Para esta traducción hemos tomado como texto original la versión
clásica de L. Minio-Paluello de la colección de la Universidad de Oxford
(Classical Texts), edición de 1961.
Tradicionalmente, Las Categorías se dividen en tres partes: la previa, la
presentación de las categorías mismas y los postpraedicamenta. En la previa, los
primeros tres capítulos, se trata de cuestiones preliminares en relación a los
conceptos fundamentales de la visión del mundo de Aristóteles: la οὐσία; luego,
en la presentación, que abarca los capítulos cuatro al nueve, si bien menciona
diez categorías sólo presenta cuatro: la οὐσία, la cantidad, la relación y la
cualidad; finalmente, los postpraedicamenta, los capítulos diez hasta el quince,
claramente deben haber sido escritos por otra u otras personas, pues presentan
claras diferencias estilísticas.
De esta traducción podemos destacar dos aspectos principales, por una parte en
relación a la traducción de ciertas palabras y por otro lado en relación a las notas.
En relación a las palabras que merecen atención especial en la traducción,
podemos distinguir la categoría y οὐσία. La categoría, tal como la entiende
Aristóteles, se refiere tanto a substantivos (οὐσία) como a adjetivos (la cantidad,
la cualidad) y a relaciones (la relación, lo contrario, lo opuesto). Lo crucial de
esta traducción se da en torno a la palabra οὐσία, que nosotros traducimos por lo
que-está-siendo, que es una forma verbal incógnita hasta ahora, que intenta
fusionar en el tiempo el gerundio, entre el pasado y el futuro, pues queremos
romper la trampa eternizadora del lenguaje. Nuestro intento es impedir el
eternizar algo, por ejemplo, la mesa, puesto que no hay una mesa eterna, más aún,
ni hay una mesa eterna ni nada es eterno, pues como dice la canción,
Cambia, todo cambia
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño.
Pero el poeta, que nunca renuncia a su libertad, termina diciendo,
Cambia, todo cambia
Pero no cambia mi amor.
Pensamos, por otra parte, que en la interpretación que hacen las notas a la
traducción, hay un aspecto principal: la aplicación de la teoría de conjuntos a los
conceptos de Las Categorías. Parece que ésta ilumina de modo notable las ideas
de Aristóteles, aclara ciertas clasificaciones y las simplifica. Creemos que es un
interesante aporte al estudio de las obras del Filósofo.
Cristóbal Videla-Hintze Página 2 de 50
Aristóteles Las Categorías

Por último, quisiéramos señalar que no hemos considerado las contribuciones del
mundo árabe a la comprensión de Aristóteles, especialmente las de Avicena y
Averroes. Sólo sugerimos que se investigue el origen fenicio del alfabeto griego.
Este estudio de las contribuciones árabes es una tarea que, por ahora, dejamos
pendiente.
Santiago, junio de 2017.
Cristóbal Videla-Hintze

Cristóbal Videla-Hintze Página 3 de 50


Aristóteles Las Categorías

Índice
Página
Presentación 2

Índice 4

Las Categorías
1. Homónimos, sinónimos y parónimos 5
2. Las expresiones y los que-están-siendo 5
3. La categorización 6
4. Las categorías 6
5. Lo que-está-siendo 6
6. La cantidad 11
7. La relación 14
8. La cualidad 18
9. El hacer y el padecer 22
10. Los opuestos 23
11. Los contrarios 27
12. Lo anterior 27
13. Lo simultáneo 28
14. El movimiento 29
15. El tener 29

Notas 31

Referencias 49

Cristóbal Videla-Hintze Página 4 de 50


Aristóteles Las Categorías

Las Categorías
1. Homónimos, sinónimos y parónimos. 1a

Homónimos se dice de aquellos que sólo tienen la palabra en común, 1


pero según dicha palabra el concepto de lo que-está-siendo es diferente,
por ejemplo, un animal es un humano y un dibujo; en efecto, de estos
sólo la palabra es común, pero el concepto de lo que-está-siendo según
dicha palabra es diferente; pues si se ha de decir qué es un animal, en 5
cada caso se dará el concepto apropiado. [1]
Sinónimos, por otra parte, se dice de aquellos cuya palabra es común y
según dicha palabra el concepto de los que-están-siendo es el mismo, por
ejemplo, animal es tanto el humano como el buey; en efecto, a cada uno
la palabra animal es común y también el concepto de lo que-está-siendo 10
es el mismo; pues si se ha de decir qué es un animal en cada caso, se
dará el mismo concepto. [2]
Parónimos, por último, se dice de cuantos obtienen la palabra de acuerdo
a algo, pero difieren en sus flexiones gramaticales, por ejemplo, a partir
de la gramática, el gramático, y a partir de hombre, la hombría. [3] 15

2. Las expresiones y los que-están-siendo.

De las expresiones, hay tanto las que se dicen en combinación como las 16
que se dicen sin combinación. Ejemplos de las que van en combinación,
el humano corre, el humano triunfa; de las que se dicen sin combinación,
el humano, el buey, él corre, él triunfa. [1]
De los que-están-siendo, por una parte, hay (a) aquellos que se dicen de 20
lo subyacente de un cierto algo, pero que no están en ninguno, por
ejemplo, el humano se dice de un subyacente, a saber, de un cierto
humano, pero no está en ninguno; por otra parte, hay (b) otros que están
en un subyacente, pero no se dicen de ninguno (digo en un subyacente, 25
algo que está en algo, pero no como una parte, sino que es imposible
separar de aquello en que está); por ejemplo, una cierta gramática está en
un subyacente, en la mente, pero no se dice de ninguno, así también, un
cierto blanco está en un subyacente, en un cuerpo (en efecto, todo color
está en un cuerpo), pero no se dice de ninguno; luego, hay (c) aquellos
que se dicen de un subyacente y están en uno, por ejemplo, un 1b
conocimiento está en un subyacente, en la mente y se dice de un
subyacente, el conocimiento de una gramática; y por último, hay (d)
otros que ni están en un subyacente ni se dicen de ninguno, por ejemplo,
este determinado humano o este determinado caballo – en efecto, 5
ninguno de éstos ni está en un subyacente ni se dice de ninguno; puesto
que, de modo absoluto, aquellos que son individuos y singulares, sin
excepción, no se dicen de ningún subyacente, pero nada les impide a
algunos estar en uno – en efecto, una cierta gramática es un caso de
aquellos que están en un subyacente. [2]

Cristóbal Videla-Hintze Página 5 de 50


Aristóteles Las Categorías

3. La categorización. 1b

Ahora bien, cuando algo categoriza a algo en tanto subyacente, todo 10


cuanto se dice de lo categorizado también se afirmará de lo subyacente;
por ejemplo, humano categoriza a este determinado humano, y animal a
humano, entonces animal categorizará a este determinado humano; en
efecto, este determinado humano es un humano y un animal. [1] 15
Los distintos géneros, no subordinados los unos a los otros, son ellos
mismos de distintas formas y diferencias, por ejemplo, animal y ciencia;
en este caso, el animal difiere por las patas, por las alas, por ser acuático
o por ser bípedo, en cambio la ciencia no tiene ninguna de estas
diferencias; en efecto, una ciencia no difiere de otra por ser bípeda. Sin
embargo, nada impide que géneros subordinados tengan las mismas 20
diferencias; en efecto, mientras más alta sea la categorización por sobre
los géneros, cuantas sean las diferencias del género categorizado éstas
serán también diferencias del subyacente. [2]

4. Las categorías.

Cada una de las expresiones sin combinar señala o bien un que-está- 25


siendo o bien una cantidad o bien una cualidad o bien una relación o bien
un espacio o bien un tiempo o bien una posición o bien una posesión o
bien un hacer o bien un padecer. [1]
Ejemplos aproximados de lo que está-siendo, el humano, el caballo; de la
cantidad, dos codos, tres codos; de la cualidad, blanco, gramatical; de la 2a
relación, el doble, la mitad, mayor que; del espacio, en el Liceo, en el
ágora; del tiempo, ayer, el año pasado; de la posición, estar acostado,
estar sentado; de la posesión, el poseer calzado, el poseer armadura; del
hacer, el cortar, el quemar; del padecer, el ser cortado, el ser quemado.
[2]
Cada una de las expresiones por sí misma no dice nada, las afirmaciones 5
se generan en la relación de unas con otras y en las combinaciones; en
efecto, parece que toda afirmación sería verdadera o falsa, pero sin
combinar los términos no dicen nada, ni verdadero ni falso, por ejemplo,
el humano, blanco, él corre, él triunfa. [3] 10

5. Los que-están-siendo.

Lo que-está-siendo, entonces, es la expresión de lo principal, lo 11


primigenio y lo más importante, aquello que ni se dice de un subyacente
determinado ni se da en ninguno; por ejemplo, este determinado humano
o este determinado caballo. Las especies a las cuales pertenecen los que-
están-siendo primarios se dicen que-están-siendo secundarios, como 15
también los géneros de dichas especies; por ejemplo, este determinado
humano pertenece a una especie, la humana y esta especie pertenece a un
género, el animal; por consiguiente, estos, la humana y el animal, se
dicen que-están-siendo secundarios. [1]

Cristóbal Videla-Hintze Página 6 de 50


Aristóteles Las Categorías

5. Los que-están-siendo. 2a
Es manifiesto a partir de lo expresado que lo que se dice de un 19
subyacente por necesidad tanto la palabra como el concepto categorizan
al subyacente, por ejemplo, humano se dice de un subyacente, de este
determinado humano y la palabra precisamente lo categoriza – en efecto, 25
humano categoriza a este determinado humano – y también el concepto
de humano categorizará a este determinado humano, en efecto, este
determinado humano es un humano; de este modo, la palabra y el
concepto categorizarán al subyacente. Los que-están-siendo en un
subyacente, en la mayoría de los casos no tienen palabra ni concepto 30
para categorizar al subyacente; en algunos casos nada impide que la
palabra categorice al subyacente, pero es imposible que el concepto lo
categorice; por ejemplo, blanco, que está en un subyacente, en un
cuerpo, categoriza al subyacente, en efecto, se dice el cuerpo blanco;
pero el concepto de blanco nunca categorizará al cuerpo. [2]

Pero todos los que-están-siendo primarios o bien se dicen de un 34


subyacente o bien están en un subyacente. Esto es claro a partir de cada
uno de los casos examinados previamente; por ejemplo, animal
categoriza a humano, y por tanto a este determinado humano; en efecto,
si no categorizara a ningún humano determinado, no categorizaría en
absoluto a humano. Por otra parte, el color está en el cuerpo, y por tanto, 2b
también, en un cuerpo determinado; en efecto, si no estuviera en algún
cuerpo individual, no estaría en absoluto en ningún cuerpo. De este
modo, todos los que-están-siendo primarios o bien se dicen de un
subyacente o bien están en un subyacente. Por consiguiente, si los que- 5
están-siendo primarios no estuvieran siendo sería imposible estar siendo
para los otros que-están-siendo. [3]

De los que-están-siendo secundarios, las especies son más que-están- 7


siendo que los géneros, pues están más cerca de los que-están-siendo
primarios. En efecto, si se tratara de explicar qué es este determinado
que-está-siendo, se explicaría más clara y familiarmente primero
mediante la especie y luego mediante el género. Por ejemplo, si se trata 10
de explicar con más claridad qué es este determinado humano, se
explicaría primero mediante humano y luego animal; pues es más
apropiado a este determinado humano, es más familiar; también para
conocer qué es un árbol, se explicaría más claramente mediante lo
arbóreo que mediante las plantas. Además, los que-están-siendo 15
primarios subyacen a todos los otros que-están-siendo y todos los otros
que-están-siendo categorizan a éstos o están en éstos, por esto se dice
con la máxima propiedad los que-están-siendo; ahora bien, así como los
que-están-siendo primarios se tienen en relación a los otros, así también
las especies según los géneros. De este modo, los géneros categorizan a 20
las especies, pero las especies no categorizan recíprocamente a los
géneros. Por esto las especies son más que-están-siendo que los géneros.
[4]

Cristóbal Videla-Hintze Página 7 de 50


Aristóteles Las Categorías

5. Los que-están-siendo. 2b
Pero de las especies mismas, aquellas que no son géneros, una no es más 22
que-está-siendo que otra; ni tampoco es más apropiado explicar este
determinado humano con humano que explicar este determinado caballo 25
con caballo. Del mismo modo, tampoco uno de los que-están-siendo
primarios es más que-está-siendo que otro; ni tampoco este determinado
humano es más que-está-siendo que este determinado buey. [5]

Claramente aparte de los que están-siendo primarios sólo las especies y 29


los géneros se dirán que-están-siendo secundarios; pues sólo éstos, de los
que categorizan, revelan a los que-están-siendo primarios; pues si
queremos explicar qué es este determinado humano, lo más apropiado es
dar su especie y su género, y produce más conocimiento decir que es
humano que decir que es animal; pero decir cualquiera otra expresión
estaría fuera de lugar, por ejemplo, decir blanco o corre o cualquier 35
expresión de este tipo; de modo que es claro que éstos son los únicos
otros que se dicen que-están-siendo. Además, es porque los que-están-
siendo primarios son subyacentes a todos los otros que se dicen en el 3a
sentido más estricto que-están-siendo; pero como precisamente los que-
están-siendo primarios se tienen en relación a todos los otros, así
también las especies y los géneros de los que-están-siendo primarios se
tienen en relación a todos los otros; en efecto, todo los otros categorizan 5
a éstos. Pues, si llamara gramático a este determinado humano, se sigue
que se lo llamará humano gramático y animal gramático; del mismo
modo en los otros casos. [6]

Es común a todos los que-están-siendo no estar en un subyacente. En 7


efecto, lo que está-siendo primario ni se dice de un subyacente ni está en
un subyacente. Y en el caso de los que-están-siendo secundarios es claro 10
que tampoco están en un subyacente; en efecto, humano se dice de este
determinado humano como subyacente, pero no está en un subyacente,
humano no está en este determinado humano; del mismo modo, también
se dice animal de este determinado humano como subyacente, pero el 15
animal no está en este determinado humano. Además, así como nada
impide que el nombre de lo que está en un subyacente categorice al
subyacente, pero es imposible que la definición categorice. Sin embargo,
la definición de los que-están-siendo secundarios, así como su nombre,
categorizan al subyacente – se categorizará la definición de humano de
este determinado humano y también de animal. De este modo, lo que 20
está-siendo no está en el subyacente. [7]

Sin embargo, esto no sólo es propio de los que están-siendo, pues la 21


diferencia tampoco está en un subyacente; en efecto, se dice que el
humano según el subyacente es terrestre y bípedo, pero aquello no está
en el subyacente; efectivamente, en el humano no está ni lo terrestre ni lo
bípedo. Además, el concepto de diferencia categoriza según lo dicho por 25
la diferencia; por ejemplo, si se dice lo terrestre del humano y el
concepto de lo terrestre también categorizará al humano, en efecto, el
humano es terrestre. [8]

Cristóbal Videla-Hintze Página 8 de 50


Aristóteles Las Categorías

5. Los que-están-siendo. 3a
Pero no nos confundamos cuando las partes de los que están-siendo 29
como un todo están en los subyacentes, pues no necesariamente se
manifiestan como un que-está-siendo. Pues cuando hablamos de aquello
que está en un subyacente no dijimos que aquello pertenece a algo como
parte. [9]

Pero se da el caso que todo lo que se dice a partir de los que-están-siendo 33


y de las diferencias se dice como sinónimo; pues todos los que se
categorizan a partir de aquellos son indivisibles o especies. En efecto, a 35
partir de los que-están-siendo primarios no se categoriza nada, en efecto,
nada se dice según el subyacente; en cuanto a los que-están-siendo
secundarios son las especies, que son categorías indivisibles, son los
géneros, son las especies y son indivisibles; del mismo modo también las 3b
diferencias categorizan según las especies y los individuos. También el
concepto es de los que están-siendo primarios y de las especies y de los
géneros, y las especies de los géneros. En efecto, de lo que se dice de las
categorías y de lo que se dice de los subyacentes. Del mismo modo,
también de lo que se dice de las diferencias y de las especies y de los
indivisibles; pero precisamente los sinónimos tienen el nombre en común
y el mismo concepto. De este modo, todo lo que se dice a partir de los
que-están-siendo y de las diferencias se lo dice sinónimamente. [10]

Parece que todos los que-están-siendo señalan algo determinado. Con 10


respecto a los que-están-siendo primarios no es ambiguo y es verdad que
señalan algo determinado; claramente, algo indivisible y único. Pero en
relación a los que-están-siendo secundarios, aunque es aparente un
esquema semejante para señalar algo determinado – cuando se dice
humano o animal – de modo similar lo que-está-siendo secundario 15
parece señalar algo determinado, esto precisamente no es verdad, pues
más bien señala algo cualitativo; en efecto, el subyacente no es algo
singular, como en el caso de lo que-está-siendo primario, sino que se
dice según muchos humanos y también animales. Sin embargo, no señala
simplemente algo cualitativo, como lo blanco; en efecto, lo blanco no
señala algo otro, sino que simplemente a una cualidad, en cambio, la 20
especie y el género señalan la cualidad en torno a lo que-está-siendo –
señala la cualidad de este determinado que-está-siendo. Pero, en la
mayoría de los casos, los géneros y las especies señalan la cualidad; en
efecto, decimos animal en la mayoría de los casos del humano. [11]

También es el caso que los que-están-siendo no son contrarios a sí 24


mismos. En efecto, ¿qué sería contrario a lo que-está-siendo primario?
Por ejemplo, a este determinado humano nada le es contrario, nada
precisamente es contrario a humano ni tampoco a animal. Pero esto no
sólo es propio de lo que-está-siendo, sino que a muchos otros casos, por
ejemplo a la cantidad, del doble nada es contrario, ni de diez, ni en 30
ninguno de estos casos, si de muchos pocos parece ser lo contrario o de
lo grande lo pequeño; pero de manera definitiva a la cantidad nada le es
lo contrario. [12]

Cristóbal Videla-Hintze Página 9 de 50


Aristóteles Las Categorías

5. Los que-están-siendo. 3b
Por otra parte, parece que lo que-está-siendo no admite ni lo más ni lo 33
menos; pues digo que este que-está-siendo no es más que-está-siendo
que este otro – éste se dice que es un que-está-siendo – pero de cada uno
de los que-están-siendo no se dice que son más o menos; por ejemplo, si
este que-está-siendo es humano, no es más ni menos humano, ni
tampoco es distinto a otros humanos. En efecto, este no es más humano
que otro, tal como blanco no es más blanco que otro blanco, ni lo bueno 4a
es más bueno que otro bueno; pero se dice que algo es más o menos que
eso mismo, por ejemplo, el cuerpo blanco se dice más blanco ahora que
antes y lo caliente se dice que es más o menos caliente; pero,
precisamente, esto no se dice de lo que-está-siendo, en efecto, de ningún 5
humano se dice que es más humano ahora o antes, ni en ninguno de los
otros casos similares, en cuanto es un que-está-siendo; así, lo que-está-
siendo no admite ni lo más ni lo menos. [13]

Parece muy propio de los que-están-siendo, unitarios y singulares, que 10


son capaces de recibir los contrarios; por ejemplo, en ningún otro caso
unitario es posible avanzar en algo determinado [en cuanto no es un que-
está-siendo] para ser capaz de recibir los contrarios; por ejemplo, el
color, siendo unitario, no es blanco y negro, tampoco una misma acción 15
única es perversa u honorable, del mismo modo en los otros casos, en
cuanto no son que-están-siendo. Pero, precisamente, un único que-está-
siendo es capaz de recibir los contrarios; por ejemplo, este determinado
humano, uno y el mismo, puede generar o blanco o negro, o caliente o 20
frío, o malo o bueno. En ningún otro caso se manifiesta esto. [14]

Pero tal vez alguien puede objetar y decir que los razonamientos y las 22
opiniones son así; en efecto, el mismo razonamiento puede parecer
verdadero y falso, por ejemplo, si el razonamiento que afirma que
alguien está sentado, al levantarse éste, aquel mismo razonamiento será 25
falso; del mismo modo sucede en el caso de las opiniones; en efecto, si
una opinión que afirma que alguien está sentado es verdadera, al
levantarse éste, opinará falsamente si sostiene la misma opinión sobre
aquello. Pero si bien esto se reconoce como correcto, difiere en el modo
que se reciben los contrarios; en efecto, en el caso de los que-están- 30
siendo son capaces de admitir que lo mismo se transforma en lo
contrario – pues lo frío se transforma en lo caliente, lo oscuro en lo
pálido, lo bueno en lo malo, lo negro a partir de lo blanco, lo honorable a
partir de lo perverso, del mismo modo en cada uno de los otros casos que
son capaces de admitir que lo mismo se transforme en lo contrario – pero
el razonamiento y la opinión permanece inmóvil en todos los casos; la 35
acción cambia generando ella misma lo contrario; en efecto, el
razonamiento permanece el mismo al afirmar algo, la acción cambia, o 4b
bien siendo verdadera, o bien siendo falsa; del mismo modo en el caso
de la opinión. De este modo, precisamente el lugar apropiado sería lo
que-está-siendo, transformándose el mismo, para ser capaz de admitir los
contrarios, pero si algo se reconoce como correcto, la opinión y el
razonamiento son capaces de admitir los contrarios. Pero esto no es 5
verdad, en efecto, se dice que el razonamiento y la opinión no son
5. Los que-están-siendo. 4b
Cristóbal Videla-Hintze Página 10 de 50
Aristóteles Las Categorías

capaces de admitir los contrarios, sino que en torno a un cierto otro se


genera una afección, en efecto, lo de la acción puede y no puede ser, se
dice que el razonamiento puede ser verdadero o falso, no que un mismo 10
razonamiento sea capaz de admitir los contrarios; simplemente, un
razonamiento no se mueve ni tampoco una opinión, así no sería capaz de
generar los contrarios en sí mismo; pero precisamente lo que-está-siendo
en sí mismo es capaz de admitir los contrarios, y se dice que es capaz de
admitirlos; en efecto, es capaz de admitir lo enfermo y lo sano, lo blanco 15
y lo negro, y se dice que cada uno de éstos es capaz de admitir los
contrarios. De este modo, es propio de lo que-está-siendo, que en sí
mismo y singularmente, es capaz de admitir los contrarios. Esto es lo que
se dice de los que-están-siendo. [15]

6. La cantidad.

Y la cantidad, una es discreta, la otra continua; también algunas que 20


están compuestas a partir de partes que tienen una posición relativa
mutua y otras en las cuales no se da esto. Discretos son, por ejemplo, los
números y los lenguajes; continuas son las líneas, las superficies, los
cuerpos y también, aparte de estos, el tiempo y el espacio. [1]

Las partes de un número no tienen un límite común, en relación a la 25


conexión de las partes mismas, por ejemplo, cinco es una parte de diez,
en relación a la conexión no tiene un límite común el cinco con el otro
cinco, sino que limitan uno con el otro; también el tres y el siete no
tienen un límite común que haga la conexión, ni holísticamente se tiene 30
un número común que una el límite con las partes, sino que siempre
delimita; de este modo el número es el límite. De este modo también la
definición es un límite (pues la cantidad manifiestamente es una
definición; en efecto, se miden las sílabas grandes y angostas; digo que
esto se genera por la definición, aparte del sonido); pues el límite común 35
no conecta a ninguna de las partes; no es un límite común a las sílabas
que conecta, sino que cada uno de los límites es el mismo del mismo. 5a
Pero la línea es continua; en efecto, toma el límite común de las partes
que conecta, el punto; también, las líneas de las superficies, las partes
que unes los límites son comunes. Del mismo modo, en el caso de los
cuerpos tienen límites comunes que se toman, las líneas y las superficies,
conectan las partes de los límites comunes. También en el caso del 5
tiempo y del espacio se da así; en efecto, el tiempo presente conecta el
tiempo pasado y el tiempo futuro. De nuevo, el espacio es continuo; en
efecto, el espacio determinado de esta parte de un cuerpo está ocupado, 10
este determinado límite común lo conecta; nada hay en esta parte del
espacio, a cada una de las partes del cuerpo, conecta estos límites de las
partes del cuerpo; de este modo, el espacio también es continuo, pues
conecta los límites comunes de las partes. [2]

Cristóbal Videla-Hintze Página 11 de 50


Aristóteles Las Categorías

6. La cantidad. 5a
Además, por una parte, hay cantidades que están compuestas por partes 15
que tienen una posición, unas en relación a otras, y por otra parte, hay
otras que no están compuestas de partes que tengan una posición; por
ejemplo, las partes de una línea tienen una posición, unas en relación a
otras; en efecto, cada una está ubicada en un lugar y se pueden distinguir 20
y explicar donde se sitúa cada una en el plano y cuál parte se conecta con
otra. Del mismo modo las partes del plano tienen una posición
determinada, y nuevamente se puede explicar donde se ubica cada una, y
cuál se conecta con cuál. Lo mismo sucede con las partes los cuerpos
sólidos y las partes del espacio. Pero en el caso del número, no se puede 25
observar que las partes tengan una posición, unas en relación a otras o
donde están situadas o como se conectan unas con otras. Tampoco las
partes del tiempo, pues no duran, y ¿cómo lo que no dura podría tener
una posición determinada? Más bien se podría decir que tienen un orden
determinado, en el cual una parte del tiempo es primero y otra parte 30
posterior. Algo similar sucede con el número, en donde uno se cuenta
antes que dos y dos antes que tres; así tienen un determinado orden, pero
no se encontrará una posición. También es similar lo que acontece con el
lenguaje. Pues ninguna de sus partes permanece, pues una vez 35
pronunciada no se puede capturar, de modo que sus partes no pueden
tener una posición, visto que ninguna permanece. Por consiguiente,
algunas cantidades están compuestas por partes que tienen una posición,
otras que no están compuestas por partes que tengan posición. [3]

Sólo las que se han mencionado se llaman cantidades en sentido estricto, 38


todas las otras lo son accidentalmente; pues son éstas a las que miramos
cuando llamamos cantidades a las otras. Por ejemplo, hablamos de una 5b
cantidad grande de blanco cuando la superficie es grande y una acción o
un cambio se dice grande porque toma mucho tiempo. Pues no es por sí
misma que cada una de éstas se dice cantidad. Por ejemplo, si se ha de 5
decir cuánto dura una acción, uno determinará esto por el tiempo,
diciendo que es un año o algo similar; y diciendo cuanto blanco es, lo
determinará por la superficie – según el tamaño de la superficie se dirá 10
que el blanco también es de ese tamaño. De modo que sólo las que se ha
mencionado son cantidades en sí mismas, las otras no lo son por sí
mismas, sino que accidentalmente. [4]

Además, no hay un contrario en la cantidad (de lo expuesto es manifiesto 11


que no hay contrarios, por ejemplo, a dos codos o a tres codos o a una
superficie o a los demás de este tipo, en efecto, no hay nada contrario).
Pero sí parece que lo mucho es contrario a lo poco, o lo grande a lo 15
pequeño. Pero éstas no son cantidades, sino que relaciones; en efecto,
nada se dice ni grande ni pequeño en sí mismo, sino que comparándolo
en relación a otro. Por ejemplo, un monte se dice pequeño, un grano de
maíz grande, pues uno es pequeño y el otro grande en relación a una 20
media del mismo tipo; luego, se compara en relación a otro, pues si se
dijera que se ve pequeño o grande en sí mismo, nunca se diría que el
monte es pequeño o el grano de maíz es grande. De nuevo, decimos que
hay mucha gente en una comunidad pero pocos en Atenas, o que hay 25
muchos en la casa y pocos en el teatro, aunque haya muchos más aquí
Cristóbal Videla-Hintze Página 12 de 50
Aristóteles Las Categorías

6. La cantidad. 6a
que allá. Además, dos codos o tres codos señalan una cantidad, pero lo
grande o lo pequeño no señalan una cantidad sino que es más bien una
relación; en efecto, lo grande o lo pequeño observan algo en relación a
algo otro; de este modo es claro que éstas son relaciones. [5]

Además, si se consideran como cantidades o no, aquellos no tienen 30


contrarios. Pues, ¿cómo podría haber algún contrario a algo que no se
refiere a sí mismo sino que a algo otro, como si esto otro fuese un
contrario? Además, si grande y pequeño fuesen contrarios resultaría que
lo mismo admitiría los contrarios simultáneamente y lo mismo sería 35
contrario de sí mismo. Pues lo mismo resulta ser al mismo tiempo tanto
grande como pequeño; en efecto, en relación a esto es pequeño, pero en
relación a aquello es grande. De este modo, lo mismo resulta ser grande
y pequeño al mismo tiempo, de modo que admite los contrarios
simultáneamente; pero se piensa que nada admite los contrarios
simultáneamente; por ejemplo, en torno a lo que-está-siendo se piensa 6a
que admite los contrarios, pero precisamente no se puede estar
simultáneamente enfermo y sano, ni ser blanco y negro simultáneamente,
ni ninguno admite simultáneamente los contrarios. También lo mismo
sucede con ser contrario; en efecto, si lo grande es contrario a lo 5
pequeño, lo mismo sería simultáneamente grande y pequeño, lo mismo
sería contrario a sí mismo; pero es imposible que lo mismo sea contrario
a lo mismo. Por tanto, lo grande no es contrario a lo pequeño, ni lo
mucho a lo poco, de modo que se dice que aquellos están en relación,
pero no son cantidades ni nada es lo contrario. [6] 10

Parece que lo más contrario a la cantidad se da en el espacio; en efecto, 11


colocar algo arriba es contrario a colocarlo abajo, se dice en relación a al
término medio abajo, mediante la mayoría el término medio se coloca en
relación al perímetro del cosmos. Se piensa que también los otros 15
contrarios limitan la superficie; en efecto, la mayoría de unos con otros –
en los mismos genera el límite. [7]

Parece que la cantidad no admite lo más y lo menos, por ejemplo, dos 19


codos – un algo de dos codos no es más dos codos que algo otro de dos
codos. O tomemos un número, por ejemplo, no se dice que el tres del
cinco es más tres que el tres; ni un tres es más tres que otro tres; tampoco
se dice que un tiempo es más que otro; ni tampoco sobre los que hemos
indicado nada es más ni menos; de este modo la cantidad no admite el 25
más ni el menos. [8]

Es más propio de la cantidad decir igual o desigual. En efecto, de cada 26


una de las cantidades se dice igual o desigual, por ejemplo, el cuerpo o el
número o el tiempo se dicen o bien iguales o bien desiguales; del mismo 30
modo se dice en todos los otros casos mencionados. Así, la cantidad se
dice más apropiadamente igual o desigual. [9] 35

Cristóbal Videla-Hintze Página 13 de 50


Aristóteles Las Categorías

7. La relación. 6a

Llamamos relación a aquello que se dice de sí mismo y de otro, o de 36


algún modo, al que está en relación con otro; por ejemplo, esto se dice
más grande que aquello y esto es el doble que aquello; y así en los otros 6b
casos. También son casos de relación, por ejemplo, el tener, la
distribución, la percepción sensorial, el conocimiento, la posición; en
efecto, todos estos casos mencionados se dice uno de otro y no de
cualquier otro; en efecto, el tener se dice de tener algo determinado, el 5
conocimiento de un conocimiento determinado, la posición de una
posición determinada, y así en los otros casos. Por consiguiente la
relación es de cuanto se dice de sí mismo y de otro, o de algún modo al
que está en relación con otro; por ejemplo, el monte grande se dice en
relación a otro, en efecto, la relación grande se dice del monte, y así se
dice de los semejantes con este determinado semejante, y así los otros de 10
este tipo se dicen que están en relación. Pues bien, posiciones
determinadas son estar decúbito, estar de pie, estar sentado, y las
posiciones son relaciones; pero ponerse decúbito, ponerse de pie y
sentarse no son posiciones, son parónimos que se dicen a partir de la
posición. [1]

En las relaciones se dan los contrarios, por ejemplo, la virtud es contraria 15


al vicio, cada uno de ellos está en relación, también el conocimiento a la
ignorancia. Pero no en todas las relaciones se dan los contrarios; en
efecto, el doble no es contrario a nada, el triple tampoco y así en estos
casos. [2]

También parece que la relación admite el más y el menos; en efecto, de 20


modo semejante se dice más y menos, más igual y menos igual, cada uno
es una relación determinada; también se dice semejante a algo y desigual
a algo. Pero no todo acepta lo más y lo menos; en efecto, de doble no se 25
dice más doble ni menos doble, ni tampoco en todos los otros casos. [3]
Todas las relaciones se dicen recíprocas, por ejemplo, el esclavo se dice 28
esclavo del amo, y éste, amo del esclavo; el doble, doble de la mitad y la 30
mitad, mitad del doble; grande del grande del pequeño, y el pequeño,
pequeño del grande; y así en los otros casos; excepto en la terminación
de algunas expresiones, por ejemplo, el conocimiento se dice
conocimiento de lo conocible y lo conocible, conocible por el 35
conocimiento; la percepción sensorial de lo perceptible y lo perceptible,
perceptible por la percepción sensorial. [4]
En efecto, algunas veces las relaciones parecen no reciprocar, en caso 36
que se cometa un error y aquello que se diga de la relación no es
apropiado; por ejemplo, si bien el ala define al ave, pero ave no reciproca
con ala, en efecto y en primer lugar, no es apropiado definir el ala por el 7a
ave, en efecto, no es por estar siendo ave que se diga ala, sino por ser
alado; en efecto, hay muchos otros que tienen alas sin ser aves; de este
modo, si la definición es apropiada hay reciprocidad, por ejemplo, el ala
es el ala de un alado y el alado es un alado con alas. [5]

Cristóbal Videla-Hintze Página 14 de 50


Aristóteles Las Categorías

7. La relación. 7a
Incluso en algunos casos será necesario inventar palabras si en relación a 5
aquello que hay que definir no hubiera una apropiada; por ejemplo, si se
define el timón como de una nave no es una definición apropiada, en
efecto, no es la nave misma que se dice del timón; pues no es siendo una
nave como se dice que un timón es de aquello, pues hay naves que no 10
tienen timón, por esto no reciproca; en efecto, la nave no se dice la nave
de un timón. Pero, tal vez, si la definición fuese más apropiada, así de
otro modo se definiría el timón del timoneado, pues no hay palabra, y
entonces reciproca definiéndolo apropiadamente, el timoneado es 15
timoneado por el timón. De modo similar en los otros casos, por
ejemplo, la cabeza se definiría más apropiadamente como de un
cabezado que de un animal; en efecto, no se es un animal por tener
cabeza; en efecto, hay muchos animales no tienen cabeza. Pero, este 20
modo es tal vez el modo más fácil considerar a aquellos que no tienen
nombre, esto es, si las palabras derivadas de la relación original se
asignan a sus recíprocos, del mismo modo que lo dicho sobre el ala del
alado y el timón del timoneado. [6]

Por consiguiente, todas las relaciones, con tal de que se definan 22


apropiadamente, reciprocan; en efecto, si la relación se define al azar y
no en relación a lo que se está hablando, no reciprocará. Incluso digo que
los que están en relación y que se reconoce la relación recíproca, y para 25
los cuales existen palabras, ninguno reciproca si se da como relacionado
a algo accidental y no se dice precisamente en relación a lo que se habla;
por ejemplo, si un esclavo no se define como de un amo, sino de un
humano, o de un bípedo o de algo otro, no hay reciprocidad; en efecto, 30
no es la definición apropiada. [7]

De nuevo, si se habla de la relación definiéndola apropiadamente, 31


eliminando todo lo accidental y sólo dejando aquello apropiado para la
definición, entonces siempre se hablará de la relación misma; por
ejemplo, si se habla del esclavo en relación al amo, dejando a un lado 35
todo lo accidental del amo, a saber que es bípedo, que es capaz de
adquirir conocimiento, que es un humano, dejando sólo el ser amo,
siempre se hablará de la relación misma; en efecto, se dirá que el esclavo
es esclavo del amo. Por otra parte, si se habla sin definir apropiadamente 7b
la relación, entonces cuando lo que se debiera dejar a un lado y sólo se
deja aquello que está en su definición no se hablará solo de la relación;
en efecto, si se define el esclavo del humano y el ala del ave, entonces se 5
deja a un lado el humano como siendo amo; en efecto, ya no se dirá el
esclavo en relación al humano, en efecto, si no hay amo, ya no hay
esclavo; de modo similar, dejando a un lado del ave su ser alado; el ala
ya no estará en la relación, pues si no hay nada alado, no habrá ala de
nada. [8]

De este modo, se debe definir siempre la relación apropiadamente; si ya 10


hay un nombre es fácil darlo para generar una definición, pero si no hay
uno tal vez será necesario inventarlo. Así es manifiesto que en la
definición todo debe estar en relación y se debe decir recíprocamente. [9]

Cristóbal Videla-Hintze Página 15 de 50


Aristóteles Las Categorías

7. La relación. 7b

Parece que los que están siendo en una relación estarían siendo 15
simultáneos por naturaleza; y en la mayoría de los casos esto es verdad;
en efecto, el doble es simultáneo con la mitad, pues si está siendo la
mitad, estará siendo el doble, si está siendo el esclavo está siendo el amo;
de modo similar en los otros casos. También se destruyen mutuamente;
en efecto, si no estuviera siendo el doble, no estaría siendo la mitad, si no 20
estuviera siendo la mitad, no estaría siendo el doble; del mismo modo,
también en los otros casos de este tipo. Pero parece que no es verdad que
todos los que están siendo en una relación estén siendo simultáneos por
naturaleza; en efecto, parece que lo conocible está siendo primero que el
conocimiento, pues en la mayoría de los casos adquirimos nuestro
conocimiento sobre hechos que se han dado; en efecto, en pocos casos o 25
en ninguno se vería al conocimiento generándose simultáneamente con
lo conocible. Además, la destrucción de lo conocible destruye en
conjunto y simultáneamente el conocimiento, pero la destrucción del
conocimiento no destruye lo conocible; en cambio, no estando siendo lo
conocible, no estará siendo el conocimiento, pues no hay nada que pueda
ser conocido, en cambio, no estando siendo el conocimiento, nada 30
impide que esté siendo conocible; por ejemplo, en la cuadratura del
círculo, suponiendo que fuese conocible, su conocimiento no está siendo
en ninguna parte, pero lo conocible mismo sí está siendo. Más aún,
eliminado al ser vivo, no hay conocimiento, sin embargo, cabe que estén
siendo muchos de los conocibles. Del mismo modo se tiene con la 35
percepción sensorial; en efecto, lo perceptible parece ser primero que la
percepción sensorial; pues si se destruye lo perceptible se destruye en
conjunto con la percepción sensorial, pero la percepción sensorial no
destruye en conjunto con ella a lo perceptible. Las percepciones
sensoriales están siendo en torno al cuerpo y están en el cuerpo, y
destruido lo perceptible se destruye también el cuerpo, en efecto, el 8a
cuerpo es perceptible sensorialmente y si no está siendo el cuerpo se
destruye la percepción sensorial, de este modo se destruye lo perceptible
y la percepción sensorial. Pero la percepción sensorial no destruye con
ella lo perceptible. En efecto, la destrucción del ser vivo destruye la
percepción sensorial, pero sigue siendo lo perceptible, por ejemplo, el
cuerpo, lo caliente, lo dulce, lo amargo y todos los otros perceptibles. 5
Además, la percepción sensorial se genera simultáneamente con el
sintiente, en efecto, el ser vivo y la percepción sensorial se originan
simultáneamente; pero lo perceptible sensorialmente está siendo primero
que la percepción sensorial – en efecto, el fuego y el agua y lo demás de
este tipo, a partir de estar siendo el ser vivo, están siendo antes de que
estén siendo holísticamente el ser vivo o la percepción sensorial – de este 10
modo, parece que lo sensible es primero que la percepción sensorial. [10]

Cristóbal Videla-Hintze Página 16 de 50


Aristóteles Las Categorías

7. La relación. 8a
Ahora bien, se tiene una aporía en caso que ningún que-está-siendo se 13
diga un elemento de una relación, como podría pensarse, o esto sea
posible para determinados que-están-siendo secundarios. En el caso de
los que-están-siendo primarios es verdadero; pues ni los todos ni las 15
partes se dicen elementos de una relación. En efecto, de este determinado
humano no se dice este determinado humano en tanto elemento de
alguna relación, tampoco de este determinado buey se dice este
determinado buey en tanto elemento de alguna relación; y del mismo
modo tampoco con las partes; ésta determinada mano no se dice esta
determinada mano en tanto elemento de alguna relación, sino ésta
determinada mano, y ésta determinada cabeza no se dice ésta 20
determinada cabeza en tanto elemento de alguna relación, sino ésta
determinada cabeza. Del mismo modo en el caso de los que-están-siendo
secundarios, al menos en la mayoría de los casos; por ejemplo, el
humano no se dice alguno de los que están siendo humanos ni el buey se
dice de alguno de los que están siendo buey, ni el madero se dice de
alguno de los que están siendo madero, sino que se dice que es posesión
de alguien. Por consiguiente, es manifiesto que no son relaciones, pero si 25
en el caso de algunos de los que-están-siendo secundarios que tienen
recíproco; por ejemplo, una cabeza de alguien se dice una cabeza y una
mano de alguien se dice una mano y así en cada caso, de modo que
parece que en estos casos son relaciones. [11]

Por consiguiente, si la definición de la relación fuese adecuadamente 28


dada, es extremadamente difícil o imposible que la solución sea que 30
alguno de los que-están-siendo se diga elemento de la relación. Pero, si
no fuese adecuada, sino que aquellos fuesen un elemento de una relación
para los cuales el estar siendo es lo mismo que estar teniendo de algún
modo una relación, entonces tal vez se podría encontrar una solución. La
definición previa, en efecto, se aplica a todos los elementos de las
relaciones, pero –el decirse precisamente elementos de una relación– no
expresa que su qué es el estar siendo en tanto elemento de una relación. A 35
partir de esto es claro que si alguien conoce algún elemento que esté en
una relación, conocerá también la relación de que se está hablando. Esto
es evidente por sí mismo. En efecto, si alguien sabe que un determinado
algo es un elemento de una relación, también sabe a qué algo está 8b
relacionado y el estar siendo para los elementos de una relación es lo
mismo que para un elemento estar siendo en una relación, también sabe a
qué elemento está de algún modo relacionado. Pues si no sabe, en
general, a qué está de algún modo relacionado, tampoco sabrá si acaso
ese elemento está de algún modo relacionado con algo. Esto mismo
también es claro en cada uno de los casos de este tipo; por ejemplo, si de 5
alguno se piensa por separado que es el doble, también de otro se piensa
que es el doble por separado, en efecto, si de ninguno se piensa por
separado que es el doble, entonces holísticamente se piensa que no hay
doble; del mismo modo también si se piensa que alguno es más bello, 10
entonces sabe necesariamente qué es más bello por separado (pero no se
pensará así sin límite que éste es más bello que uno menos bello; pues
esto genera una impresión, no un conocimiento; pues ya estrictamente no
se piensa que es más bello que lo inferior, pues puede suceder que no

Cristóbal Videla-Hintze Página 17 de 50


Aristóteles Las Categorías

7. La relación. 8b
haya nada inferior); de este modo es manifiesto que si alguien conoce 15
algún elemento de una relación de modo definido, también conoce de
modo definido aquel elemento con que está en relación. Pero en el caso
de la cabeza o de la mano o de cualquiera otro caso de este tipo de que-
está-siendo es posible conocerlo –qué es en sí mismo– de modo
determinado, sin que necesariamente se conozca de modo definido de
qué elemento de qué relación se está hablando. Pues no se sabe 20
necesariamente de modo definido de quién es la cabeza o de quién es la
mano; de modo que ningún que-está-siendo sería elemento de una
relación. Y si no son elementos de una relación, sería verdad decir que
ningún que-está-siendo es un elemento de una relación. Tal vez es difícil
hacer afirmaciones firmes sobre estas cuestiones sin haberlas examinado
muchas veces. A pesar de eso, recorrer varias de estas dificultades no se
hace sin ganancias. [12]

8. La cualidad.

Llamo cualidad a aquello en virtud de lo cual se cualifica algo; ahora 25


bien, la cualidad se dice de múltiples modos. [1]
A un tipo de cualidad la llamamos por una parte estado o hábito y por la 26
otra disposición o condición. Se distingue el estado o hábito de la
disposición o condición por ser más estable y duradero; de éstos son los
conocimientos y las virtudes; en efecto, el conocimiento parece que es de
los permanentes y que no se cambian, aún si se tiene un pequeño 30
conocimiento a no ser que se dé una gran transformación generada por
una enfermedad o algo parecido; del mismo modo se da también en
torno a la virtud; por ejemplo, la justicia, la prudencia y cada una de las
de este tipo, parece que no se cambian ni se transforman. Se dice 35
disposición o condición a lo que fácilmente cambia y rápidamente se
transforma, por ejemplo, lo caliente y lo frío, lo enfermo y lo sano, y
otros del mismo tipo; en efecto, en un humano se da en una cierta
disposición o condición pero se genera una rápida transformación de lo 9a
caliente a lo frío y de lo sano a lo enfermo; del mismo modo en los otros
casos, a no ser que incluso uno de estos se transforme a través del tiempo
en algo irremediable de la naturaleza del humano y sea difícil de cambiar
y entonces tal vez se llame estado o hábito. Es manifiesto que el estado o
el hábito implica algo que es más duradero y difícil de cambiar. En 5
efecto, aquellos que no dominan completamente un tipo de conocimiento
y son fáciles de cambiar, a aquellos no se les dice que están en tal estado
o hábito, pero sí que están en cierta disposición o condición, mejor o
peor, respecto al conocimiento. De este modo, se distingue un estado o
un hábito de una disposición o condición, en que la segunda es fácil de
cambiar, pero el primero dura más y es difícil de cambiar. [2]
Los estados son también disposiciones, pero las disposiciones no son
necesariamente estados; en efecto, los que están en cierto estado, están 10
también en cierta disposición, pero los que están en cierta disposición no
están en todos los casos en cierto estado. [3]

Cristóbal Videla-Hintze Página 18 de 50


Aristóteles Las Categorías

8. La cualidad. 9a
Otro género de cualidad es aquella en virtud de la cual hablamos de 14
boxeadores o corredores o sanos o enfermos; simplemente lo que se dice
en virtud de una capacidad o incapacidad natural. En efecto, no se dice
de cada uno de éstos que tienen una cierta disposición, sino que tiene una 20
capacidad natural para hacer fácilmente algo o no ser afectado; por
ejemplo, de los boxeadores y de los corredores no se dice que tengan una
disposición sino que tienen una capacidad natural para hacer fácilmente
algo, se dicen sanos los que tienen una capacidad natural para no ser
afectados fácilmente cuando les sucede algo, enfermos los que no tienen
una capacidad para evitar el ser afectado. Del mismo modo en el caso de 25
lo duro y lo blando; en efecto, se dice duro lo que tiene capacidad de no
romperse fácilmente, blando lo que no tiene dicha capacidad. [4]

Un tercer género de cualidad consiste en las cualidades sensibles y en las 28


afecciones; son tales, por ejemplo, lo dulce, lo amargo, lo ácido y otros
del mismo género, también lo caliente, lo frío, lo blanco y lo negro. Es
manifiesto que éstas son cualidades; en efecto, los que las poseen se
llaman tales y cuales según aquellas; por ejemplo, la miel por poseer lo
dulce se dice dulce, el cuerpo por poseer lo blanco se dice blanco; del
mismo modo se da en los otros casos. Se llaman cualidades sensibles no 35
porque los mismos que poseen las cualidades se vean afectados en algo; 9b
en efecto, ni la miel se llama dulce por verse afectada por algo, ni
ninguno de los otros de este tipo tampoco; de modo similar a esto
también lo caliente y lo frío se llaman cualidades sensibles, no porque
los mismos que las poseen se vean afectados en algo, sino que por el 5
hecho de que cada una de las cualidades mencionadas produce una
sensación, es por lo que se llaman cualidades sensibles; en efecto, lo
dulce afecta algo según el gusto y lo caliente según el tacto, y de modo
similar en los otros casos. [5]

Pero lo pálido y lo oscuro y otras coloraciones, sin embargo no se llaman 9


cualidades sensibles del mismo modo recién mencionado, sino que
porque ellas mismas se han originado a partir de una afección. Es claro
que muchos cambios de colores se originan por una afección; en efecto,
cuando uno se avergüenza se pone rojo, cuando está asustado palidece y
así en otros casos. De este modo si alguien por naturaleza sufre este tipo 15
de afecciones, se piensa que debe tener el color respectivo. En efecto,
por la misma disposición corporal que ocurre cuando uno se avergüenza,
podría ocurrir que en virtud de la disposición natural de la persona, el
correspondiente color también aparecería por naturaleza. [6]

Cuando tales ocurrencias tienen su principio en propiedades que son 19


difíciles de cambiar y son permanentes se dicen cualidades. Si por una
parte, la palidez o lo oscuro aparecen naturalmente se dicen cualidades
(pues en virtud de ellas se dicen cualidades); si por otra parte, la palidez
o lo oscuro han resultado de una larga enfermedad o por una quemadura
del sol y no se van fácilmente – o incluso duran toda la vida – también se 25
dicen cualidades (pues, como antes, en virtud de ello somos calificados).

Cristóbal Videla-Hintze Página 19 de 50


Aristóteles Las Categorías

8. La cualidad. 9b
Pero cuantas resultan de algo que fácilmente se disipa y rápidamente se
origina se dicen afecciones; pues las personas no se califican en virtud de
ello. Así, tampoco cuando una persona enrojece por vergüenza ni cuando
palidece por miedo, más bien se dice haber sido afectada de algún modo.
De este modo en estos casos se dice afecciones, no cualidades. [7] 30

De modo similar, en relación al alma también hablamos de cualidades 33


sensibles y afecciones. En efecto, de cuanto se origina en ella desde el
nacimiento directamente a partir de tales afecciones, se dicen cualidades, 10a
por ejemplo, la locura, la ira y otras similares; pues según ellas estos
individuos se dicen iracundos y locos. De modo similar también cuantos
se extravían no naturalmente sino que se originan por las circunstancias,
difíciles de eliminar o incluso totalmente inamovibles, son también,
como tales, cualidades; pues en virtud de éstas se dicen tales o cuales. En 5
cambio, todo lo que se origina a partir de un giro rápido se llama
afección, por ejemplo, como el caso de alguien que al sentirse afligido,
está más iracundo; en efecto, quien está más iracundo con una afección
de ese tipo no se dice iracundo, sino que ha sido afectado por algo, de 10
modo éstas se dicen afecciones, no cualidades. [8]

Un cuarto género de cualidades es el esquema y la forma, también la 11


derechura o lo curvilíneo; pues de cada uno se dice alguna de éstas
cualidades; además, se dice que lo triangular o lo cuadrangular son
algunas de estas cualidades, al igual que la derechura y lo curvilíneo. [9] 15

Además, según la forma de cada uno se dice alguna cualidad. Tanto lo 16


poroso como lo compacto y tanto como lo agreste y lo suave se pueden
pensar que señalan cualidades; sin embargo, parecen extrañas a la
clasificación de la cualidad; en efecto, aquello se manifiesta en qué
posición se colocan unas partes con otras; pues lo denso es aquello cuyas 20
partes están cerca unas de otras, lo poroso es aquello cuyas partes están
separadas unas de otras, lo suave porque sus partes están en derechura y
lo agreste porque unas partes están sobre otras. [10]

Tal vez aparezca otro modo de cualidad, pero hemos hecho una buena y 25
completa lista de aquellas más mencionadas. [11]

Entonces, las que hemos mencionado son las cualidades, en cambio otras 27
se dicen cualidades en tanto parónimas de éstas o las llamadas de algún
otro modo se dan como cualidades. En la mayoría o más bien en casi
todos los casos se dicen como parónimos, por ejemplo, a partir de la 30
blancura, la persona blanca; a partir de la gramática, la persona experta
en gramática; a partir de la justicia, la persona justa; y así en los otros
casos. Pero en algunos casos, por no haber nombres para las cualidades, 35
es imposible que se digan parónimos; por ejemplo, el corredor y el 10b
boxeador se dicen así por la capacidad natural, no se dicen como
parónimos de ninguna cualidad; pues no hay nombres para las
capacidades en virtud de los cuales estas personas se puedan decir

Cristóbal Videla-Hintze Página 20 de 50


Aristóteles Las Categorías

8. La cualidad. 10b
cualificadas – tal como para las ramas de los conocimientos en virtud de
los cuales las personas se dicen boxeadores o luchadores en relación a su
condición (pues hablamos del boxeo y de la lucha como ramas del 5
conocimiento, y es a partir de ello que se dicen los parónimos, a partir de
aquello que ellos están en condiciones de ser cualificados). Algunas
veces, sin embargo, incluso cuando hay un nombre para una cualidad, el
que se dice para ser cualificado en virtud de él, no se dice
parónimamente, por ejemplo, a partir de la virtud se da la persona
honesta, pues porque tiene la virtud que se dice honesto, pero no se dice
parónimamente a partir de la virtud; no hay muchos casos de este tipo.
Por tanto, hay algunos casos que se dicen parónimamente a partir de las 10
cualidades mencionadas, o son llamadas así a partir de ellas en otros
casos, que se dicen estar cualificados. [12]
En la cualificación se dan también los contrarios, por ejemplo, son 12
contrarios justicia e injusticia, blancura y negritud y otros similares,
además aquellos que se cualifican por sí mismos, por ejemplo, lo injusto
de lo justo, lo blanco de los negro. Pero esto no se da en todos los casos, 15
en efecto, no hay contrario a rojo ni a amarillo ni a otros colores, aunque
sean cualificaciones. [13]
Además, si de un par de contrarios uno es una cualidad, el otro también 17
lo será. Pero esto es claro para quien examine las otras categorías, por
ejemplo, si la justicia y la injusticia son contrarios, entonces si la justicia 20
es una cualidad, también lo será la injusticia; en efecto, ninguna otra
categoría se adapta a la injusticia, tampoco la cantidad, ni la relación ni
el lugar, ni tampoco holísticamente otras de este tipo, excepto la 25
cualidad; de modo similar, también, en todos los otros contrarios según
la cualidad. [14]
Además, las cualidades admiten el más y el menos; pues uno se dice más 26
pálido o menos pálido que otro y más justo uno que otro. Además, lo
mismo sostiene el incremento; pues lo blanco admite generar lo más
blanco; aunque no en todos los casos, si en la mayoría; en efecto, se 30
puede cuestionar que una justicia sea más justicia que otra, de modo
similar, en otras disposiciones. Algunos discrepan absolutamente en
torno a esto, que una justicia se diga más o menos justicia que otra, 35
tampoco que uno sea más sano que otro, tampoco lo justo menos que 11a
otro, de modo similar en el caso de la gramática y de otras disposiciones.
Pero, sin embargo, lo que se dice según la cualidad acepta sin duda lo
más y lo menos; en efecto, una persona se dice más gramatical que otra,
más justa, más sana y así en casos similares. [15]
Pero, ni lo triangular ni lo cuadrangular parecen admitir el “más”, 5
tampoco ninguna de las otras figuras; en efecto, las que admiten la
definición de triangular o la de circular son totalmente iguales a los
triángulos y a los círculos, no admiten que se diga que unos son más que
otros; en efecto, ningún tetrágono es más circular que otro, pues ninguno 10
admite la definición de círculo. Simplemente a menos que ambas figuras
admitan la definición de marras, ninguna figura se dirá que es más que la
otra. Por consiguiente, no todas las cualidades admiten el más y el
menos. [16]

Cristóbal Videla-Hintze Página 21 de 50


Aristóteles Las Categorías

8. La cualidad. 11a
Nada de lo mencionado hasta ahora es una cualidad propiamente tal, 15
pero es en virtud de las cualidades que algo se dice similar o no similar a
algo otro; algo no es similar a algo otro sino en virtud de la cualidad. De
este modo, se dice propio de la cualidad lo similar y lo disímil en virtud
de sí mismo. [17]

No nos ha de molestar el que alguien diga que a pesar de habernos 20


propuesto discutir la cualidad se han sumado muchas relaciones (pues
los estados y las disposiciones son relaciones). Pues casi todas las de este
tipo de género se dicen relaciones, pero ninguna lo es; en efecto, el
conocimiento, siendo un género, lo mismo que se dice de algo distinto, 25
pues se dice conocimiento de algo. De cada una de las cualidades
concretas, en cambio, ninguna; por ejemplo, la gramática no se dice
gramática de algo ni la música, música de algo, sino que se dice que
generan por sí mismas una relación, por ejemplo, la gramática se dice 30
cierta ciencia, no gramática de algo, la música, cierto conocimiento, no
música de algo; de este modo, cada una es una relación. Se dice cualidad
a cada una; en efecto, éstas también la tienen, pues se dicen
conocimiento tienen cada una algún conocimiento. De este modo 35
aunque cada una de las mismas se digan cualidades, se habla de ellas
como de lo temporal y producido, por tanto, las mismas no serán
relaciones. [18]

Además, si la misma es una cualidad y un elemento de una relación, no 37


es absurdo que las mismas generen ambos géneros. < ... > [19]

9. El hacer y el padecer.

El hacer y el padecer admiten tanto los contrarios como lo más y lo 11b


menos; en efecto, el calentar y el enfriar son contrarios, también
calentarse y enfriarse, así también el gozar y el afligirse; de modo que
admiten los contrarios. También lo más y lo menos; pues calienta más o 5
menos, se calienta más o menos, también goza o se aflige más y menos;
por consiguiente, el hacer y el padecer admiten lo más y lo menos. < ... >
[1]

[2]

[Por consiguiente, esto se dice sobre aquello; se habla sobre el disponer 10


en las relaciones, que se dice parónimamente de las posiciones. Sobre el
resto, a saber, el tiempo, el espacio y el tener, por ser obvios, no se dice
nada más de cuánto se dijo al principio, esto es, que el tener señala el
tener calzado, el tener ir armado, el espacio, por ejemplo, en el Liceo; y 15
de los otros lo que se dijo sobre ellos.] [3]

Cristóbal Videla-Hintze Página 22 de 50


Aristóteles Las Categorías

10. Los opuestos. 11b

[Sobre los géneros propuestos, entonces, se ha dicho suficiente; pero se 15


ha de decir algo sobre los opuestos y los varios modos en que éstos se
oponen.] [1]

Se dice que esto se opone a aquello de cuatro modos: como un elemento 17


de una relación; como un contrario; como una privación o una posesión;
y, finalmente, como una afirmación o una negación. Los modos en que
uno se opone a otro son por una parte, como elemento de una relación, 20
por ejemplo, el doble a la mitad; por otra parte, como opuesto, por
ejemplo, lo malo a lo bueno; en tercer lugar, como la privación a la
posesión, por ejemplo, como la ceguera y la visión; y por último, como
la afirmación a la negación, por ejemplo, está sentado y no está sentado.
[2]

Por consiguiente, cuantos se oponen como elementos de una relación, se 24


dicen aquello que ellos mismos son, de sus opuestos o bien de alguna
manera en relación con aquellos, por ejemplo, el doble, aquello que es en
sí mismo, se dice el doble de la mitad; también se opone el conocimiento
a lo conocible como elemento de la relación y lo que el conocimiento es
en sí mismo se dice de lo conocible; también lo conocible, aquello que es
en sí mismo, se dice en relación al conocimiento como su opuesto; en 30
efecto, se dice conocible aquello que es conocible por algún
conocimiento. Por consiguiente, los que se oponen como elementos de
una relación, ellos mismos se dicen opuestos o bien se relacionan de
alguna manera unos con otros. [3]

Los que se oponen como contrarios, sin embargo, nunca se dicen 33


precisamente lo que son uno en relación al otro, aunque se dicen
contrarios uno del otro; en efecto, lo bueno no se dice lo bueno de lo 35
malo, sino lo contrario; ni lo blanco se dice lo blanco de lo negro, sino lo
contrario. De este modo se distinguen las posiciones contrarias unas de
otras. [4]

En cuanto los contrarios son tales que es necesario que uno u otro 38
pertenezca a lo que se origina por naturaleza o categoriza a aquello, no 12a
hay nada intermedio entre ellos; por ejemplo, la enfermedad y la salud se
genera en el cuerpo del animal por naturaleza y necesariamente se da o 5
bien la enfermedad o bien la salud en el cuerpo del animal; también, lo
impar y lo par categorizan al número y necesariamente un número es
impar o par, y ninguno es el término medio, ni el enfermo ni el sano ni el
par ni el impar. En cambio, los que precisamente no son necesarios ni
uno ni otro, estos son algún término medio; por ejemplo, negro y blanco 10
se originan por naturaleza en un cuerpo, y no es necesario que ni uno ni
otro se dé en un cuerpo, en efecto, no todo es blanco o negro; por otra
parte, lo deshonesto y lo honesto categorizan no sólo al ser humano sino
a muchos más, y no necesariamente lo uno o lo otro se da en aquellos 15
que categoriza; en efecto, no todos son deshonestos u honestos.

Cristóbal Videla-Hintze Página 23 de 50


Aristóteles Las Categorías

10. Los opuestos. 12a


También, precisamente, algunos son término medio, por ejemplo, de lo
blanco y de lo negro, lo gris y lo pálido y otros colores, de lo deshonesto
y lo honesto, el que no es deshonesto ni es honesto. Por consiguiente, en 20
algunos casos hay nombre para el término medio, por ejemplo, como lo
gris y lo pálido entre lo blanco y lo negro; en otros casos no es fácil de
expresar el término medio con un nombre, y el término medio se define
con la negación de ambos extremos, por ejemplo, lo que no es bueno ni 25
malo o lo que no es justo ni injusto. [5]

Se dice privación o posesión en torno a lo mismo, por ejemplo, en torno 26


al ojo, la visión o la ceguera; ahora bien, hablando holísticamente, en
cada caso se dice posesión de lo generado por naturaleza. Entonces,
decimos de los que admiten la posesión que se les ha privado de ello
cuando aquello no se da en lo que por naturaleza lo hubiesen poseído. En 30
efecto, no decimos desdentado al que no tiene dientes ni ciego al que no
tiene visión, sino al que por naturaleza no tiene algo que debería tener;
pues algunos por nacimiento carecen de visión y de dientes, sin embargo
no se dicen desdentados ni ciegos. [6]

El estado de privación o el estado de posesión no es ni privación ni 35


posesión; en efecto, la posesión es la visión, la privación es la ceguera,
pero la posesión de la visión no es la visión, ni el estar ciego es la
ceguera; en efecto, alguna privación es la ceguera y el estar ciego es
estar privado, no es una privación. Además, si la ceguera fuese lo mismo
que estar ciego, categorizaría a ambos según lo mismo; pero, se dice el 40
humano ciego, la ceguera no se dice del humano. Parece que estos 12b
también son opuestos, también el ser privado de y el tener la posesión
como la privación y la posesión; en efecto, el modo de oponerse es el
mismo; en efecto, como la ceguera se opone a la visión, del mismo modo
el ser ciego se opone al poseer visión. [7]

Lo que está bajo la afirmación y la negación no es ni la afirmación ni la 5


negación, pues tanto la afirmación es un concepto afirmativo como la
negación un concepto negativo, mientras que nada de lo que está bajo la
afirmación o bajo la negación es un concepto. Así se dice que también 10
éstos se oponen recíprocamente como una afirmación y una negación; en
efecto, también sobre éstos el modo de las posiciones contrarias a lo
mismo; como, en efecto, cuando se opone la afirmación a la negación,
por ejemplo, está sentado – no está sentado, así también se opone la 15
acción que hay bajo de cada una, esto es, sentarse – no sentarse. [8]

Es manifiesto que la privación y la posesión no se oponen como 16


elementos de una relación; pues, precisamente, ninguna se dice de sí
misma lo que es de su opuesta; en efecto, la visión no es la visión de la
ceguera ni se dice de ningún modo en relación a ella; del mismo modo
tampoco la ceguera se diría la ceguera de la visión, sino que la ceguera 20
se dice privación de la visión. Además, los elementos de todas las
relaciones se dicen en relación a los que reciprocan, de modo que
también la ceguera, si fuese elemento de una relación, sería recíproca de

Cristóbal Videla-Hintze Página 24 de 50


Aristóteles Las Categorías

10. Los opuestos. 12b


aquello en relación a lo que se dice; pero no reciproca; pues la visión no 25
se dice visión de la ceguera. [9]

Tampoco hay casos de privación y posesión que se digan opuestos como 26


contrarios, como es claro a partir de lo siguiente. En el caso de los
contrarios que no tienen término medio es necesario que se originen en
aquellos que categorizan y siempre se dan unos con otros. En efecto,
éstos no tienen término medio y necesariamente se admiten uno al otro, 30
por ejemplo, tanto la enfermedad y la salud como lo impar y lo par. Pero
si algunos de estos tienen término medio, entonces nunca es necesario
que se dé o bien el uno o bien el otro; en efecto, no es necesario que algo
admita o bien lo blanco o bien lo negro ni o bien lo caliente o bien lo 35
frío, pues a éstos nada impide que se dé el término medio. Además,
precisamente hay un término medio en aquellos casos en que no es
necesario que algo admita que se dé o bien el uno o bien el otro, excepto
en aquello que admite a uno por naturaleza, por ejemplo, como lo
caliente pertenece al fuego y lo blanco a la nieve; y en estos casos es 13a
necesario que se admita o bien lo uno o bien lo otro, y no por azar. Pues,
el fuego no admite lo frío ni la nieve lo negro. De este modo no es
necesario que todo admita que se dé o bien el uno o bien el otro, sino que
hay casos que por naturaleza se admite sólo lo uno, y en estos casos debe
ser sólo uno y no por azar. [10]

Pero en el caso de la privación y la posesión nada de lo dicho es verdad; 3


en efecto, no es necesario que una de ellas se dé siempre en aquellos que
son capaces de admitirla, pues a lo que por naturaleza no tiene visión no 5
se le puede decir ni ciego ni que tiene visión, de modo que éstos no serán
de aquel tipo de contrarios que no tienen término medio y, sin embargo,
tampoco serán de los que tienen el uno. En efecto, es necesario cuando
se dan todos los que admiten a uno y a otro en sí mismos; pues dándose 10
por naturaleza el tener visión, se dirá de aquellos que o bien son ciegos o
bien tienen visión, y no se dirá un caso o el otro de modo definido, sino
cualquiera de ellos según sea el hecho; en efecto, nunca es necesario que
sea ciego o tenga visión, sino que en cualquier caso según sea el hecho.
Precisamente sobre los contrarios que tienen un término medio, no es 15
necesario que se den uno u otro, sino alguno de ellos, y entonces uno
solo y de modo definido. Así es claro que de ningún modo se oponen
como contrarios aquellos opuestos según la privación y la posesión. [11]

Además, en el caso de los contrarios, habiendo algo que sea capaz de 17


admitirlos, es posible cambiar la ocurrencia de lo uno por lo otro, a no
ser que uno pertenezca a algo único por naturaleza, como el ser caliente 20
al fuego. En efecto, es posible que el sano se enferme o lo blanco se
ponga negro o que lo caliente se enfríe, además es posible ser honesto o
deshonesto, pues es posible que de deshonesto se origine uno honesto.
En efecto, el deshonesto guiado con la conversación hacia lo mejor y un 25
pequeño razonamiento haga algún avance hacia lo mejor. Si una sola vez
hace un pequeño avance, es manifiesto que se puede transformar
completamente y hacer muchos avances grandiosos. En efecto, aunque

Cristóbal Videla-Hintze Página 25 de 50


Aristóteles Las Categorías

10. Los opuestos. 13b


haga avances pequeños al principio, se hace más fácil ir cambiando 30
siempre hacia la virtud, de modo de seguir haciendo avances, y si
continúa sucediendo esto genera hábitos completos contrarios a los
reemplazados, si el tiempo lo permite. Pero por otra parte, respecto a la
privación y posesión precisamente es imposible que ocurra el cambio de 35
uno hacia el otro; en efecto, a partir de la posesión se origina un cambio
hacia la privación, a partir de la privación es imposible que se origine el
cambio hacia la posesión; en efecto, quien ha quedado ciego no recobra
la visión, ni el calvo regenera su cabello, ni un desdentado regenera sus
dientes. [12]

Es manifiesto que los que se oponen como afirmación o negación no son 37


opuestos en ninguno de los modos mencionados; en efecto sólo en 13b
aquellos casos es necesario que siempre uno sea verdadero y el otro
falso. Pues es necesario que en el caso de los contrarios siempre uno sea
verdadero y el otro falso, no se da en las relaciones ni en la posesión y la 5
privación. Por ejemplo, la salud y la enfermedad son contrarias y en un
caso no puede ser verdadero y falso; del mismo modo, lo doble y la
mitad que como relación son opuestos, pues lo mismo puede no ser
verdadero o falso, tampoco en el caso de la posesión y la privación, por
ejemplo, la visión y la ceguera. Holísticamente lo que se dice sin 10
combinación ni es verdadero ni falso; y todo lo mencionado se dice sin
combinación. [13]

En efecto, podría parecer muy claro que lo mismo ocurra en el caso de 12


los contrarios dichos en combinación, ‘Sócrates está bien’ siendo
contrario a ‘Sócrates está mal’. Pero, no siempre en todos los casos es
necesario que uno sea verdadero y el otro falso. El estar siendo Sócrates 15
sería o bien verdadero o bien falso, si él no está siendo, en ambos casos
es falso; en efecto, ni el Sócrates enfermo ni el sano es verdad, si
holísticamente Sócrates no está siendo. En el caso de la privación y la 20
posesión el no estar siendo holísticamente tampoco es verdad, pues el no
estar siendo no siempre es verdad para el uno y el otro; en efecto, el que
Sócrates tenga visión o sea ciego son opuestos como la privación y la
posesión, también precisamente el estar siendo no es necesario que uno y
el otro sea o verdad o falso – pues el no tenerla por naturaleza, hace 25
ambas falsas – pero holísticamente no siendo Sócrates también ambas
son falsas, también el tener visión y el ser ciego. En los casos de las
negaciones y las afirmaciones siempre, ya sea que esté siendo o que no
esté siendo, una sería falsa y la otra verdadera; en efecto el que Sócrates
esté enfermo o el que Sócrates no esté enfermo, está siendo manifiesto 30
que es verdadero o falso, y en caso de no estar siendo del mismo modo;
en efecto, estar enfermo no es falso, no estar enfermo es verdad. De este
modo, sólo en los casos apropiados siempre lo uno es verdadero, lo otro
falso, en cuantos se oponen como afirmación y negación. [14] 35

Cristóbal Videla-Hintze Página 26 de 50


Aristóteles Las Categorías

11. Los contrarios. 14a

Pues bien, lo contrario a lo bueno es por necesidad lo malo; esto es claro


mediante inducción en cada caso, por ejemplo, a la salud, la enfermedad; 1
a la justicia, la injusticia; a la valentía, la cobardía, del mismo modo en
los otros casos. Pero lo contrario a lo malo en algunos casos es bueno, y
en otros, malo; en efecto, a la deficiencia, algo malo, lo contrario es el
exceso, algo malo; de modo similar, el término medio, siendo un bien, es
lo contrario a ambos. Sin embargo, hay unos pocos casos de este tipo,
mientras que en la mayoría de los casos se da de modo apropiado, lo 5
malo siempre es lo contrario a lo bueno. [1]

En el caso de los contrarios no es necesario que si se da uno de los dos, 6


se dé también el restante. En efecto, si todos fuesen sanos, se daría la
salud, pero no la enfermedad; de modo similar, si todos fuesen blancos,
se daría la blancura, pero no la negrura. Además, si Sócrates está sano, lo 10
contrario es Sócrates está enfermo, no es admisible que se den ambos
casos, en otros casos tampoco se admite que se den los contrarios, en
efecto, siendo Sócrates sano no puede ser Sócrates enfermo. [2]

Es claro que lo contrario se origina por naturaleza en torno a lo mismo, 15


ya sea en especie o en género; en efecto, tanto la enfermedad como la
salud se da en el cuerpo del animal, pero blanco y negro simplemente en
un cuerpo, en tanto la justicia y la injusticia en el alma. [3]

Es necesario que todos los contrarios se den o bien en el mismo género o 19


bien en géneros contrarios, o bien sean ellos mismos géneros. En efecto,
lo blanco y lo negro se dan en el mismo género, pues el color es su
género; pero la justicia y la injusticia en géneros contrarios, pues el
género de una es la virtud y el género de la otra el vicio; en cambio lo
bueno y lo malo no se dan en géneros, sino que ellos mismos sean 25
géneros de algo. [4]

12. Lo anterior.

Esto se dice anterior a aquello de cuatro modos. En primer lugar, y el 26


más importante, según el tiempo; cuando se dice que uno es más anciano
y más antiguo que otro, pues el de mayor tiempo se dice ser más anciano
y más antiguo. En segundo lugar, anterior se dice de lo que no reciproca
según la implicación de estar siendo, por ejemplo, uno es anterior a dos; 30
en efecto, el estar siendo dos implica al estar siendo uno, pero el estar
siendo uno no implica necesariamente al estar siendo dos, de este modo
no reciproca a partir del uno y se sigue así con el resto, parece que estar
siendo primero es de aquello a partir de lo que no reciproca y es lo que
se sigue. En tercer lugar, se dice anterior según un determinado orden, 35
como en las ciencias y en los discursos; en efecto, en las ciencias
apodícticas se da el orden de lo anterior y lo posterior, pues según el
orden los elementos son anteriores al esquema; en la gramática las

Cristóbal Videla-Hintze Página 27 de 50


Aristóteles Las Categorías

12. Lo anterior. 14b


letras son anteriores a las sílabas y de modo similar en los discursos, en
efecto, el proemio es anterior según el orden a la exposición. Además,
aparte de lo mencionado, parece que lo mejor y más valioso es anterior 5
por naturaleza; pues las personas comunes acostumbran decir que los
más apreciados y queridos por ellas están antes que los demás; este es
ciertamente el modo más raro. [1]

Entonces, hay varios modos de decir lo anterior. Pareciera que, aparte de 9


los mencionados, habría otro modo de ser lo anterior. En efecto, se
podría decir razonablemente que por naturaleza entre los recíprocos de la
implicación de estar siendo, esto es, aquello que sería la causa del estar
siendo de lo otro, sería de algún modo anterior. Es claro que de algún 15
modo se dan estos casos. En efecto, el estar siendo ser humano reciproca
como implicación en relación a la verdad del juicio de ello: si se da un
humano, el juicio por el cual decimos que se da un humano es verdadero;
y que precisamente reciproca; pues el juicio por el cual decimos que se
da un humano es verdadero, está siendo un humano. Pero el juicio 20
verdadero de ningún modo es la causa de que se dé el hecho, en tanto
que el hecho se manifiesta como causa de ser verdadero el juicio; es por
darse o no el hecho que el juicio que se dice es verdadero o falso. De
este modo, se diría que hay cinco modos de decir lo anterior. [2]

13. Lo simultáneo.

Lo simultáneo se dice simple y principalmente de aquellos cuyo génesis


se da al mismo tiempo. Por tanto ninguno es anterior ni posterior; lo 24
simultáneo se dice de los que se dan al mismo tiempo. Pero lo
simultáneo por naturaleza son aquellos que reciprocan y los que implican
el uno al otro, ninguno siendo causa del estar siendo del otro, por
ejemplo, el doble y la mitad, en efecto, los mismos reciprocan, pues si
está siendo el doble, está siendo la mitad y si está siendo la mitad, está 30
siendo el doble; ninguno es causa del estar siendo del otro. También, los
que a partir de lo mismo generan opuestos por división se dicen
simultáneos por naturaleza. Se dice que son opuestos unos a otros los
que se dividen, por ejemplo, el ala del pie en los acuáticos; en efecto, 35
estos se originan porque se dividen en opuestos unos a otros a partir de
lo mismo; el animal se divide en el alado, el pedestre y el acuático;
ninguno de estos se dice anterior o posterior, sino que parecen ser
simultáneos por naturaleza; se dividen de nuevo y cada uno de ellos 15a
genera una especie, por ejemplo, el pedestre, el alado y el acuático. Por
consiguiente también sería simultáneo por naturaleza cuanto se origina a
partir de lo mismo por división; pero el generador de las especies
siempre es anterior; no reciproca con lo que son las consecuencias; por 5
ejemplo, el estar siendo acuático es estar siendo animal, el estar siendo
animal no necesariamente es estar siendo acuático. Por consiguiente, se
dicen simultáneos por naturaleza aquellos que reciprocan con las
consecuencias, ninguno es causa uno del otro y los que a partir de lo 10
mismo se originan por división de modo opuesto uno al otro; pues,
simultáneos son simplemente aquellos que se generan al mismo tiempo.
[1]
Cristóbal Videla-Hintze Página 28 de 50
Aristóteles Las Categorías

14. El movimiento. 15a

Hay seis especies de movimiento: generación, destrucción, aumento, 13


disminución, alteración y traslado de lugar. Es manifiesto que cada uno
de los movimientos son distintos uno de otro, en efecto, ni la generación 15
es destrucción, ni el aumento es disminución, ni el cambio de lugar es
[...] y en los otros casos se da del mismo modo. Sin embargo en la
alteración se da cierta aporía, a saber, si acaso en ella nunca es necesario
que lo que se altera sea en virtud de los otros movimientos; pero esto no 20
es verdad. En efecto, en casi todas las afecciones o en la mayoría de ellas
se sufren alteraciones sin que sea necesaria la participación de ninguno
de los otros movimientos. En efecto, no es necesario ni el aumento ni la
disminución para afectar lo que está en movimiento; del mismo modo en
los otros casos. Así la alteración sería distinta de los otros movimientos. 25
Pues si fuese lo mismo, algo que se está alterando, como tal, tendría
también que estar aumentando o disminuyendo, o tendría que seguir otro
movimiento; pero esto no es necesario. De este modo, también el
aumento y otro tipo de movimiento, tendrían que ser alteraciones. Pero
hay aumentos que no son alteraciones; por ejemplo, el tetrágono aumenta 30
al incorporarle un gnomon, pero esto no origina ninguna alteración; del
mismo modo también se da también en otros casos. Por consiguiente los
movimientos son distintos unos de otros. [1]

Pero, el movimiento es absolutamente contrario al reposo. En cada caso, 15b


la generación y la destrucción, el aumento y la disminución, el cambio
de lugar y el reposo parecen oponerse al máximo, y en consecuencia lo
contrario a cambio de lugar, por ejemplo, sería el bajarse y el subir, el 5
subirse y el bajar. Pero en el resto de los movimientos expuestos no es
fácil mostrar cuando sería lo contrario, se piensa que no hay contrario, si
no que algo se mantiene en reposo y estos son contrarios a algún cambio,
como también el cambio de lugar y el permanecer en un lugar son 10
contrarios, en efecto, la alteración es un cambio de cualidad, de este
modo, opuesto, según el movimiento de cualidad, y según el permanecer
en una cualidad es lo contrario de cambiar de cualidad, por ejemplo, lo
que origina la blancura origina la negrura; en efecto, el alterarse es lo 15
contrario a lo que origina un cambio de cualidad. [2]

15. El tener.

El tener se dice de muchos modos: o bien como hábito o tener una 17


condición o alguna otra cualidad, decimos tener un conocimiento y una
virtud; o tener una cantidad, por ejemplo, la altura de alguien; se dice 20
tener una altura de cinco o seis pies; o tener algo en torno al cuerpo,
como ropa o una túnica; o en una parte, como una anillo en la mano; o
como una parte, tener manos y pies; o como tener en un contenedor, por
ejemplo, una medida de trigo o vino, se dice que la vasija tiene vino o 25
tiene la medida de trigo; o tener propiedades, pues se dice tener una casa
o un campo. También se dice tener una esposa y la mujer, un esposo,
Cristóbal Videla-Hintze Página 29 de 50
Aristóteles Las Categorías

15. El tener 15b


pero se piensa que este es un tener muy extraño; pues por tener una
esposa se señala nada más que se está casado con ella. Algunos otros
modos de decir tener pueden manifestarse, pero hemos hecho una
enumeración bastante completa de los que comúnmente se dicen. [1] 30

Cristóbal Videla-Hintze Página 30 de 50


Aristóteles Las Categorías

NOTAS (Desde el punto de vista de la teoría de conjuntos)


Las notas están ordenadas por capítulos y por párrafos, los que se indican en el texto entre
paréntesis cuadrados. La división en capítulos (no así sus nombres) viene de la tradición. Los
párrafos los hemos definido nosotros.

Cabe decir que el título, Las Categorías, de esta obra esotérica, en el sentido de se usaba
internamente en la escuela de filosofía de Aristóteles, el Liceo, es convencional, pues el original
no tiene título. Lo mismo se aplica a los títulos de los capítulos, que nosotros hemos colocado
para facilitar su lectura. En el Órganon, primero vienen Las Categorías, que trata de los
conceptos fundamentales, que combinándose constituyen las proposiciones, que se tratan en
Sobre la Interpretación. El enlazamiento de las proposiciones constituyen los silogismos es el
tema de los Analíticos.

Notas al capítulo 1

1.1 En este primer capítulo parece que Aristóteles trata de definiciones básicas del lenguaje.
Cabe hacer la reflexión si efectivamente trata del lenguaje o de lo que hay en el mundo. En
una primera lectura debemos mantener permanentemente el contexto en que nos movemos,
aunque haya una estrecha relación entre ambas visiones, la del lenguaje y la del mundo.
Usaremos como hipótesis de trabajo que Aristóteles trata de investigar más bien lo que hay
en el mundo que el lenguaje. Para un pensador es fundamental tener claro el foco de su
atención; si bien reconocemos que hay una estrecha relación entre el lenguaje y el mundo,
hay una diferencia si tratamos de entender el uno o el otro. Ackrill (1963, pág. 71) afirma
que “los términos ‘homónimo’ y ‘sinónimo’, definidos por Aristóteles en este capítulo, no
se aplica a las palabras sino a las cosas’. Por tanto, la palabra ‘partido’ es un homónimo
cuando nos referimos a un ‘partido político’ o a un ‘partido de fútbol’.
1.2 Otro modo de expresar los homónimos lo pinta Margritte:

Cuadro de la colección conocida como ‘la traición de las imágenes’ de René Magritte
pintado en 1928- 1929. Óleo sobre lienzo. 63 x 93 cm. Los Angeles County Museum of Art
1.3 En nuestra traducción evitamos el uso de la palabra ‘cosa’, pues Aristóteles no la usaba y
su introducción fue más tardía. Nótese que Ackrill (pág. 71) muestra su incomodidad por el
uso de la palabra ‘cosa’, argumentando que la usa como un comodín en varios casos. A
modo de anécdota que en la televisión chilena había una figura de la farándula cuyo
perrito se llamaba “Cosita”, siendo un ser vivo. Giannini & Flisfisch (1988, pág. 31)
utilizan la palabra ‘cosa’.
1.4 El verbo español ‘ser’ lo usaremos, por una parte, en su función copulativa para los casos
que en griego sea ese su uso o cuando no lo necesita y simplemente se colocan dos
substantivos o un substantivo y un adjetivo juntos; y por otra parte, para formar los
tiempos pasivos de los verbos cuando sea necesario.
1.5 El concepto de ‘οὐσία’ lo traducimos por lo ‘que-está-siendo’. Nos parece que el gerundio
en español expresa mejor la precariedad del mundo y nos sugiere otra perspectiva para el

Cristóbal Videla-Hintze Página 31 de 50


Aristóteles Las Categorías

tiempo. Giannini & Flisfisch (1988, pág. 31) utilizan el término ‘entidad’. Ver más sobre
esto en el capítulo 4.
En este caso, Aristóteles menciona dos que-están-siendo: humano y dibujo. Es notable que
nombre a algo no vivo, un dibujo, pues casi todos los ejemplos de los que-están-siendo son
seres vivos, lo cual como veremos más adelante que no deja de tener ciertas
consecuencias.
1.6 Se ha escrito bastante sobre la expresión ‘ὁ λόγος τῆς οὐσίας’ (ver Anton, 1968); nosotros
nos decidimos a traducirla como ‘el concepto de lo que-está-siendo’.
1.7 Parce que hay que fijar la atención tanto en los objetos externos del mundo como en los de
la mente; hay dos realidades que se entretejen, los objetos y las palabras, en este caso, por
una parte tenemos, el animal, el humano, el dibujo, lo-que-está-siendo y por otro lado,
palabras, homónimos, sinónimos, parónimos, conceptos. Podríamos representar el
entretejido como relaciones de conjuntos; por ejemplo, cada ser humano determinado es
un elemento del conjunto llamado ‘humano’, cada dibujo determinado es un elemento del
conjunto ´dibujo’; luego veremos más de esto.
2.1 Los ejemplos usados aquí si corresponden a seres vivos. Un ejemplo de sinónimo sería ‘mi
perro es un animal inteligente’ y ‘aquel gato es un animal muy rápido’. En ambos casos
con la palabra ‘animal’ (sinónimo) nos referimos a un ser vivo con el mismo sentido o
significado.
3.1 Candel (1988, p. 30) observa que la forma de derivación de Aristóteles es confusa, pues
tanto γραμματικός como γραμματική derivan de γράμμα; lo mismo sucede en el otro caso.
Sucede esto en Aristóteles pues, repetimos, él está interesado en comprender el mundo, lo
ontológico, no lo lingüístico; el problema de Aristóteles es comprender la realidad, lo que
existe y no en establecer simplemente una teoría del lenguaje; aunque al final es necesaria,
pero primero está el mundo.
3.2 De acuerdo a la definición de la RAE, parónimo es “Dicho de una palabra: Que tiene con
otra una relación o semejanza, sea por su etimología o solamente por su forma o sonido,
como vendado y vendido”, resulta que la definición de Aristóteles es más general que lo
asumido por Candel en la nota anterior.
3.3 Coincido con Ackrill que si bien Aristóteles hace sutiles observaciones lingüísticas, su foco
está en el mundo. Candel (pág.30) afirma que Aristóteles ‘tiende a tomar como punto de
partida los substantivos, haciendo derivar de ellos los adjetivos’ y por tanto sigue un
criterio ‘ontológico’ en el caso de las derivaciones de los parónimos, es decir, que está
poniendo la atención en el mundo y no en el lenguaje.

Notas al capítulo 2
1.1 En este capítulo Aristóteles se refiere a dos temas: las expresiones y los que-están-siendo.
Primero trata brevemente las expresiones, que clasifica en dos grupos: en combinación y
sin combinar. La palabra utilizada para combinación, συμπλοκή, también se puede
traducir como ‘entretejida’, es decir, estamos hablando del tejer o entablar una
conversación. La misma palabra, nos recuerda Ackrill (pág. 73) que usó Platón en El
Sofista 262, cuando aclara que una proposición no es simplemente una lista de
substantivos y verbos, sino que resulta de ´entretejer´ un substantivo con un verbo.
1.2 ‘ἄνθρωπος’, en general, lo traducimos como humano; y no como ‘hombre’ por su sesgo
machista. Nótese que el contexto de Aristóteles es una sociedad esclavista, y ἄνθρωπος se
refiere en general al hombre esclavista, creo que nunca al esclavo. De aquí derivan
ciertas características de humano como esclavista, lo cual implica que nunca podrá
coincidir con el concepto de hombre libre al que aspira el socialismo y el comunismo.
1.3 Desde el punto de vista de la teoría de conjuntos hay una definición de dos conjuntos: el
conjunto de las expresiones sin combinación y el conjunto de las expresiones en
combinación. En caso de que ambos conjuntos sean consistentes, el segundo siempre será
siempre mayor en número de elementos. Estos conjuntos se determinan en relación al
mundo de las expresiones, del lenguaje, esto es, objetos de la producción de la mente.
1.4 Se debe hacer una precisión a este párrafo en el sentido de que hay expresiones que se
dicen ‘en combinación’, por ejemplo, la pata de la mesa, que corresponden al conjunto de
las expresiones ‘sin combinación’, pues simplemente señalan un objeto y se deben tratar
en ese sentido. Lo decisivo es si hay o no un verbo que de alguna manera tenga el sentido
de una afirmación o negación, a lo menos; entonces podríamos hablar de expresiones ‘en
combinación’. Recordar que hay idiomas que con bastante frecuencia usan
combinaciones de palabras, el alemán, por ejemplo, ¿Leitmotiv es una expresión con o
sin combinación? Y sin ir más lejos, nuestro que-está-siendo, ¿es con o sin combinación?

Cristóbal Videla-Hintze Página 32 de 50


Aristóteles Las Categorías

Esto es importante y Aristóteles implícitamente lo tiene en cuenta, pues más adelante al


definir las categorías, las define como expresiones sin combinar, y así da como ejemplos
‘en el Liceo’ y ‘en el ágora’. Ackrill (pág. 73) plantea dos alternativas para entender esta
cuestión; por un lado, dice que una solución es que una condición necesaria y suficiente
para que una expresión sea sin combinar es que sea un ítem en una categoría; por otro
lado, que esta distinción sea un tema lingüístico y las expresiones sin combinar pueden
ser palabras únicas o varias palabras, dependiendo de que se expresen en ese lenguaje.
2.1 Este segundo pasaje del capítulo 2 es crucial para entender a Aristóteles: cuando habla
de los que-están-siendo, ¿se refiere al mundo o al lenguaje? Nosotros coincidimos con
Ackrill (pág. 75) en que su visión y su campo de investigación es lo ontológico, esto es, su
búsqueda es para comprender el mundo. Candel (pág. 31) asigna una cierta vaguedad a
Aristóteles, que nosotros no compartimos. Para leer a Aristóteles es necesario tomar
posición: si acaso buscamos comprender la realidad o queremos desarrollar un ejercicio
retórico. Nosotros vamos a tomar posición teniendo a la vista el mundo. ¡Ud. lector, tiene
que elegir su punto de vista!
2.2 En este punto, la traducción de ‘οὐσία’ adquiere toda su importancia. Esta palabra cubre
toda la traducción de la obra y es fundamental para la interpretación del pensamiento de
Aristóteles. Parafraseando a Marx y Engels en el Manifiesto Comunista, podríamos decir
“un fantasma recorre la obra de Aristóteles, es el fantasma de la οὐσία”. Y al igual que
aquellos insignes pensadores sociales, debemos hacerle frente a y ya es tiempo que los
revolucionarios expongamos nuestro enfoque a los pueblos del mundo (Marx y Engels,
1848). Esto es lo que pretendemos con nuestra traducción de οὐσία como lo ‘que-está-
siendo’. Debemos en este momento reconocer la intuición intelectual de Giannini &
Flisfisch (1988, pág. 113), cuando hablan de lo ‘que son’.
2.3 El substantivo ‘subyacente’ usado a partir del verbo ‘ὑπόκειμαι’ nos parece más
apropiado que ‘sujeto’, pues conserva el significado intuitivo de algo que está debajo. Lo
usamos con género neutro, lo subyacente.
2.4 Aquí Aristóteles visualiza holísticamente los que-están-siendo, pues no hace ninguna
excepción. La clasificación que hace Aristóteles depende de dos frases: ‘καθ’ ὑποκειμένου
λέγεσθαι’ y ‘ἐν ὑποκειμένῳ ἐστιν’. Ackrill (pág. 74) las traduce como ‘being said of
something as subject’ y ‘being in something as subject’; Candel, por su parte (pág. 31-32)
las traduce como ‘se dice de un sujeto’ y ‘está en un sujeto’, respectivamente. Nosotros
las preferimos traducir como ‘se dice según un subyacente’ y ‘está en un subyacente’.
Entonces, habiendo tomado partido por la investigación del mundo, proseguimos.
2.5 Analizaremos este párrafo en un orden diferente al de Aristóteles.
Partimos por el cuarto y último ítem de la clasificación (d), esto es, los que-están-siendo
individuales, singulares y determinados, como los humanos individuales, los perros
individuales, etc. Estos que-están-siendo son todos los que-están-siendo en un
determinado instante y en un determinado espacio, sería el conjunto universal de los-que-
están-siendo, es una visión holística del mundo. De este modo podemos recurrir de modo
casi natural a la teoría de conjuntos para comprender la investigación aristotélica.
Continuamos con el primer ítem de la clasificación aristotélica (a) que se refiere, por
ejemplo a las especies o los géneros, a saber, el conjunto formado por todos los humanos
vivos, el conjunto formado por todos los perros vivos, el conjunto formado por todos los
perros de la raza labrador Dudley vivos, etc. Así, los que-están-siendo individuales,
singulares y determinados los agrupamos en conjuntos, para lo cual se pueden utilizar
distintos criterios. Este ítem corresponde a todos los conjuntos generados por
determinados individuos.
Aquí parece estar escondido un segundo fantasma, tal vez pariente del mencionado
anteriormente, a saber, este que-está-siendo, siendo la categoría primigenia, no esconde
ninguna ‘idea’, ‘esencia’, ‘ente, ‘entidad’ que venga de otro mundo, al estilo platónico,
sino que simplemente denota lo que hay, a lo que hay Aristóteles le quita todo misterio, le
quita todo ropaje, le quita toda aureola, y lo deja desnudo frente a nosotros, lo verdadero.
Aristóteles nos coloca en directa relación con el mundo y desde nosotros mismo tenemos
que hacer la teoría de ese mundo de los que-están-siendo. Ha hecho desaparecer los
fantasmas, para que libres de mitos y prejuicios, nos elevemos hacia nuestra teoría del
mundo.
El segundo ítem de la clasificación de Aristóteles (b) se refiere a las cualidades de los
que-están-siendo, por ejemplo el conjunto de los colores individuales, las velocidades
individuales, etc. Este ítem está formado por conjuntos.
Finalmente, el tercer ítem de la clasificación (c) se refiere a los tipos de los que-están-
siendo, por ejemplo, el conjunto de las gamas de colores, el conjunto de los tipos de
velocidades, etc. Nuevamente tenemos conjuntos.

Cristóbal Videla-Hintze Página 33 de 50


Aristóteles Las Categorías

En resumen, Aristóteles ha ordenado el mundo en dos conjuntos, por una parte el


conjunto que agrupa a los (d), a todos los que-están-siendo, que expresado en lenguaje
común, serían todos los seres vivos y todos los objetos del mundo; y por otra parte, el
conjunto de los (c) de todas las características asociadas a los elementos del conjunto (d).
Esta cosmovisión es aproximadamente similar a la nuestra. Lo importante aquí es que
tanto Aristóteles como nosotros tenemos una visión del mundo, es decir, en tanto
humanos, nos enfrentamos al mundo con una perspectiva, en un contexto, que por lo
dicho, es evidentemente una cosmovisión.
2.6 Una gramática está en la mente de un gramático, pero no se dice según esa mente. Aquí
me entra la siguiente duda: ¿puede haber un lenguaje sin gramática? Creo que no.
Entonces una gramática se dice según ese lenguaje, obviamente no está en la mente del
gramático. Incluso, en el caso de los perros, su lenguaje tiene cierta gramática: cuando
ladran a un extraño; cuando aúllan a propósito de los carros de los bomberos; cuando
“ladran” expresando alegría, cuando tienen intención agresiva con otro perro, cuando se
enojan con o sin razón, cuando gimen por alguna razón; razón perruna, pero razón al fin
y al cabo, cuando lloran porque se les ha roto el corazón, etc. En el caso del color, si bien
está en un cuerpo, pero no se dice según ese cuerpo; el cuerpo es blanco, un cuerpo
blanco, pero ese cuerpo no es lo blanco, un abstracto que la mente humana tiene
capacidad de imaginar.
2.7 Para comprender este pasaje recurrimos a las explicaciones de Ackrill (1963). Aquí
Aristóteles clasifica los-que-están-siendo en cuatro clases. Este proceso se basa de dos
frases: ‘estar-siendo en algo como subyacente’ y ‘estar-siendo dicho según algo como
subyacente’. “La primera frase permite distinguir cualidades, cantidades e ítems en otras
categorías dependientes de lo-que-está-siendo que existen de modo independiente y por
derecho propio; la segunda distingue las especies y los géneros de los individuos. De este
modo las cuatro clases de Aristóteles son:
(a) especies y géneros en la categoría lo-que-está-siendo;
(b) individuos en categorías distintas a lo-que-está-siendo;
(c) especies y géneros en categorías distintas a lo-que-está-siendo;
(d) individuos en la categoría lo-que-está-siendo”. (Ackrill, pág. 74).
Respecto al término ‘en’, Ackrill opina que posiblemente Aristóteles se haya dejado
influenciar por expresiones griegas de la época tales como ‘calor en el agua’ o ‘el coraje
en Sócrates’, lo que produce cierta ambigüedad en la comprensión de esta clasificación.
Agrega Ackrill que “Aristóteles no podría decir que la generosidad está en Callias como
sujeto, pues entonces no podría haber generosidad sin Callias. Sólo esta generosidad
individual – la generosidad de Callias – está en Callias. Del mismo modo, el blanco no
está en la tiza como sujeto, pues se puede dar el blanco aunque no exista la tiza” (loc.
cit.).
Otro tema que se debe tratar de entender al leer este pasaje es la distinción entre los
individuos en una categoría y sus especies y géneros. Aristóteles parece no tener
preferencia por un determinado esquema.

Notas al capítulo 3

1.0 Respecto a la palabra categorizar, prefiero esta traducción a la usual, predicar. Si bien
predicar tiene cierto sentido pues normalmente en las clases iniciales de lenguaje se usa el
término predicado, la traducción habitual se ha ido transformando en un cliché. Prefiero
categorizar especialmente por su etimología, a saber, el término κατηγορέω viene de κατά
(según, en relación a, contra) y ἀγορεύω (hablar en el ágora, en la plaza pública, en la
asamblea, en el mercado), que en el fondo es lo que hacemos cuando hablamos, en el
origen nos comunicamos unos con los otros en las reuniones sociales. Por otra parte,
según el diccionario de la RAE categorizar es “organizar o clasificar por categorías” y
categoría a su vez es “cada una de las clases o divisiones establecidas al clasificar algo”;
entonces, recordemos que en el capítulo 2 Aristóteles establece una clasificación en cuatro
clases y en el capítulo 4 establece la famosa clasificación en diez categorías; finalmente,
citando a la RAE de nuevo “en la lógica aristotélica, cada una de las diez nociones
abstractas y generales establecidas, a saber, la sustancia, la cantidad, la cualidad, la
relación, la acción, la pasión, el lugar, el tiempo, la situación y el hábito”. Obviamente
esta clasificación no concuerda con la nuestra, a su debido tiempo veremos las razones de
la nuestra.
1.1 Se debe tener en mente al hablar de las categorías que hay un tema interesante en la
Cristóbal Videla-Hintze Página 34 de 50
Aristóteles Las Categorías

relación de las categorías, entendidas como conceptos, y el mundo; en general esta


relación se entiende como una cierta armonía de la mente con la naturaleza y cabe
preguntarse si pudiera ser de otro modo siendo la mente parte de la naturaleza.

1.2 El categorizar intuitivamente corresponde a un coleccionar, a un juntar, a un unir en una


canasta que-están-siendo, que implícitamente cumplen ciertas condiciones para ser
‘categorizados’ en un concepto. Esto equivale directamente a la construcción de
conjuntos; es decir, el categorizar es construir conjuntos, lo que permite representar el
categorizar mediante la teoría de conjuntos. Esta representación es importante en la
discusión de la obra de Aristóteles, pues permite visualizar con claridad los problemas
que presenta la teoría de la categorización.
1.3 Desde el punto de vista de la teoría de conjuntos, este párrafo se entiende del siguiente
modo. Categorizar algo es adscribirlo o hacerlo pertenecer a un determinado conjunto.
Ahora bien, si el último conjunto es subconjunto de otro mayor, entonces el primero
también pertenece al conjunto mayor.

B
xA

x un humano determinado, individual y singular

A conjunto de los humanos

B conjunto de los animales

 ‘en’ - pertenecer
2.1 Leemos la línea 16 ‘των ετερων γενων’ según la interpretación de Ackrill (1963, pág. 4).

2.2 La figura siguiente ilustra ‘mientras más alta sea la categorización’, en un sentido
conjuntista, esto es, un conjunto es subconjunto de otro que es subconjunto de otro y así
sucesivamente. Hay una herencia de características; lo que caracteriza a los elementos de
C, necesariamente caracterizará a los elementos a B y a fortiori los elementos de A.

B C
A B B

Un conjunto es un subconjunto de un subconjunto que es un…

Cristóbal Videla-Hintze Página 35 de 50


Aristóteles Las Categorías

Notas al capítulo 4
1.1 Puesto que hemos eliminado lo eterno de nuestro vocabulario al introducir lo que-está-
siendo (ver notas al capítulo 1), todas las palabras son contingentes a cierto período de
tiempo, entonces no tenemos problema de utilizar substantivos abstractos para nombrar
las categorías.
1.2 La expresión ‘σημειόω’ se puede traducir como significar, señalar o incluso interpretar.
Corresponde a la señal que daba el comandante para ordenar a su tropa los movimientos
en una batalla, ya sea para avanzar, retroceder, atacar, etc. Esta idea es del profesor
Héctor Carvallo Castro, expresada en sus clases de filosofía en la Universidad de Chile
en 1994, especialmente cuando leíamos la Metafísica de Aristóteles.
1.3 Para la primera categoría, οὐσία, hemos optado por lo que-está-siendo; ver notas al
capítulo 1. Agregamos un interesante giro en Giannini & Flisfisch (1988, pág. 117)
cuando se refieren a la οὐσία dicen ‘lo que es’; lo cual es bastante cercano a la
traducción que usamos nosotros.
1.4 Hemos preferido traducir πόσος por cantidad, que en español aparece, por ejemplo, en
la palabra posología.
1.5 La tercera categoría, ποιός, la traducimos por cualidad; luego Aristóteles utiliza su
transformada, ποιότης, lo cual fundamenta aún más el uso del substantivo abstracto
mencionado.
1.6 La cuarta categoría, πρός τι, la hemos traducido como relación. Si bien Aristóteles no
tenía el substantivo relación en el vocabulario griego de la época, pensamos que la
preposición compuesta en algunos pasajes se puede traducir como en relación a, o
también como relativo a.
1.7 Las categorías που y πότε, si bien en el lenguaje aristotélico representan las
preposiciones interrogativas ¿dónde? y ¿cuándo?, hemos utilizado los substantivos
abstractos espacio y tiempo, pues creemos que es eso apunta mejor a los conceptos
utilizados por el Filósofo.
1.8 La categoría séptima corresponde a un verbo en modo pasivo, lo cual hace más factible
sugerir para κεῖσθαι, la traducción de posición. Esto trae a la memoria el caso que me
contaron en clases de francés en el colegio secundario, de aquel rey francés que se enojó
con el fabricante de jaulas para sus pájaros y le pidió que fabricara una para encerrar un
enemigo de modo que estuviera muy incómodo, sin poder a fortiori sentarse, ni estar en
otra posición de descanso. Un tiempo después el jaulero llegó muy orgulloso con su
invento, realmente demoníaco y el rey le pide que entre a la jaula para probarla.
Entonces el rey le dice que se ha portado mal y se va con la llave. Cabe pensar en los
soberbios, que caen presos en su propia soberbia.
1.9 Las categorías octava a décima están expresadas en una forma verbal en modo infinitivo,
con varios significados. Eso facilita la verosimilitud de la traducción a un substantivo de
tipo verbal sin grandes dificultades conceptuales. En el caso de la octava, ἔχειν, se
propone la posesión, que en algunas ocasiones es mejor traducir por tener e incluso
como hábito; la novena, ποιεῖν, hacer, y la décima, πᾰ́σχειν, padecer.
2.1 Los ejemplos que da Aristóteles nos servirán para examinar la precisión de nuestras
traducciones de las categorías: desde la primera a la sexta (lo-que-está-siendo, la
cantidad, la cualidad, la relación, el espacio y el tiempo) parece evidente su pertenencia.
La séptima también es obvio lo correcto de la traducción, pues estar sentado es sin duda
una posición.
2.2 Con respecto a la octava categoría, la posesión, tal vez complica un poco la
inteligibilidad lingüística, pues poseer calzado no es lo mismo que andar calzado, pero
creo que se trata de giros lingüísticos y no de conceptos distintos; bien se podría decir
que uno anda calzado o que va calzado. En todo caso, para andar calzado, se debe poseer
el calzado. Las dos últimas funcionan sin problema con los substantivos verbales
elegidos.
3.1 Lo esencial en esta teoría es sin duda que Aristóteles busca una manera de interpretar el
mundo; se nota, con los esfuerzos que hace, que está buscando un lenguaje que sea
propicio para interpretar su mundo, esto es, se deben pulir los modos de hablar para
interpretar el mundo, es decir, se requiere de una adecuación entre el lenguaje y la
interpretación que se hará del mundo, pues lo que busca Aristóteles son sentencias
verdaderas, esto es, que su interpretación sea correcta; esto es, que haya
correspondencia entre el mundo y el lenguaje, siendo el mundo lo primigenio.
3.2 Hay dos preguntas que sugieren las notas de Ackrill (1963, págs. 78-79) que no pueden
obviarse al leer este capítulo: a) ¿cómo llega Aristóteles a las diez categorías? y b)
Cristóbal Videla-Hintze Página 36 de 50
Aristóteles Las Categorías

¿cómo caracterizar las categorías?


Con respecto a la primera pregunta parece que Aristóteles investigando lo que hay en el
mundo obtiene como resultado que lo que hay en el mundo se puede clasificar en las
categorías. A su vez, la idea del Filósofo en relación a la segunda pregunta y por los
ejemplos que, uno podría concluir que busca encontrar familias diferentes y excluyentes,
es decir, si algo cae en una categoría no puede caer en otra simultáneamente.
Si este fuese el caso, cabe la pregunta qué pasa con lo intangible y especialmente las
relaciones entre lo tangible y lo intangible. Si la Ley de la Gravedad de Newton vale,
tenemos que la manzana es un que-está-siendo, es decir, pertenece a la primera
categoría, y ¿a qué categoría pertenece la ley? Podríamos suponer que es una relación,
pero las relaciones de Aristóteles son tangibles, no intangible como la Ley de Newton.
Dejamos la interrogante planteada, pues no pertenece a una traducción sino a un estudio
approfondi de Las Categorías.

Notas al capítulo 5
1.1 Aristóteles ve el mundo poblado por los que-están-siendo, esto es, individuos concretos, y
considera que es la categoría suprema. Tenemos una duda en relación a los intangibles,
que en ocasiones pueden ser tan contundentes como los tangibles, pero esto se discute
más adelante.
. En cuanto a la división de lo que-está-siendo en primario y secundario, en principio no
ponemos mayor reparo en una primera lectura, y aceptamos para ésta el ordenamiento
individuo, especie y género, en orden creciente de abstracción. Es interesante que para
Aristóteles la diferencia entre lo que-está-siendo primario y secundario no es de la misma
naturaleza que la diferencia entre dos categorías.
Aristóteles, en principio, trata con dos clases de que-están-siendo: los primarios y los
secundarios. Claramente, por los ejemplos dados, considera individuos concretos, físicos
en el caso de los primarios, e individuos abstractos (agrupaciones o conjuntos) en el caso
de los secundarios. Por tanto, en el mundo Aristóteles ve los que-están-siendo concretos
(elementos) y abstractos (conjuntos). Es decir, el fundamento es lo concreto y lo unitario.
Desde el punto de vista de la teoría de conjuntos lo que-está-siendo concreto son los
elementos y lo que-está-siendo abstracto son los conjuntos. Los individuos son los
elementos y las especies o géneros son los conjuntos. Este será nuestro punto de vista
para analizar esta primera categoría, la de los que-están-siendo.
Queremos reiterar nuestra opinión de que Aristóteles ve que-están-siendo individuales y
agrupaciones de que-están-siendo, pero parece que no visualiza ‘relaciones’, por
ejemplo, los ángulos interiores de un triángulo “siempre” deben sumar 180 grados, está
relación ¿será un que-está-siendo para Aristóteles? Pues, para nosotros nos parece
natural que lo sea.
Lamentablemente Giannini y Flisfisch (1988, pág. 35) que habían hablado de ‘lo que es’,
vuelven sobre los pasos dados, y a partir de ahora insisten en traducir οὐσία por
‘entidad’. Revisar nota 1.3 del capítulo anterior.

1.2 Cuando Aristóteles dice “lo que-está-siendo expresa lo principal, lo primigenio y lo más
importante que ni se dice de un subyacente determinado ni se da en ninguno” está
definiendo su visión del mundo, pues dice que cuando yo veo un hombre, no hay ninguna
idea o concepto de hombre, sino que estoy viendo directamente la realidad. El hombre no
está ni provisto ni protegido ni sumergido ni de una coraza ni de una aureola ni de un
concepto ni de una idea. Con esto espanta definitivamente cualquier fantasma, mito o
prejuicio respecto a que nosotros tenemos acceso directo al mundo y no necesitamos
ningún intermediario, ni de tipo religioso, mágico no intelectual. Me parece que ésta es
una contribución fundamental de Aristóteles para la interpretación racional del mundo.
Tengo delante de mí directamente a alguien que está siendo, un que-está-siendo.

1.3 ‘ὁ τὶς’ lo traducimos en ciertos casos como ‘este determinado’, siguiendo las sugerencias
de diccionario de Lyddell, Scott and Jones (Online).
Reiteramos que en nuestra opinión la mejor traducción de ‘οὐσία’ es lo ‘que-está-siendo’,
aunque sea una expresión incómoda. Por tanto, tendremos lo que-está-siendo primario y
lo que-está siendo secundario, la primera noción indica un individuo y la segunda una
especie o género, y por tanto, un conjunto.
. En relación a lo que-está-siendo considérese, por ejemplo, el siguiente caso de triángulo:
tenemos el triángulo rectángulo original de la división de los predios agrícolas, el
Cristóbal Videla-Hintze Página 37 de 50
Aristóteles Las Categorías

triángulo equilátero musical y el triángulo conceptual de un proceso comercial; por otra


parte tenemos el concepto matemático de triángulo. Uno puede preguntarse ¿cuál es más
contundente? En esta primera lectura dejaremos la cuestión abierta al lector.

Triángulo rectángulo

Triángulo Musical Triángulo Comercio Esclavista

1.4 Es interesante que nombre dos que-están-siendo primarios, este determinado humano y
este determinado caballo. Si agregamos otro que-está-siendo, ésta determinada planta,
tenemos que Aristóteles ve el mundo poblado de que-están-siendo que tienen algo en
común, son seres vivos. Tal vez, sin querer, Aristóteles ve el mundo con ojos muy
similares a los nuestros: que hay una categoría especial, “la más importante, preferente y
suprema”, que corresponde al ser vivo. Más adelante veremos las consecuencias de esta
mirada.
1.5 Concordamos con Ackrill (1963, pág. 81) en que el tratamiento de lo que-está-siendo es
más profundo en la Metafísica, libros  y .
2.1 Aquí Aristóteles describe el modo de un lenguaje para referirse a los que-están-siendo.
Para ello utiliza el concepto de subyacente (intuitivo) y el de nombre y definición,
moviéndose en el espacio de subyacente (individuo) y especie (agrupación); es decir,
estamos trabajando en un espacio de elementos y conjuntos. ¿Qué pasa si en vez de
especie utilizamos el concepto de género? Siendo género más amplio que especie.
3.1 Llama la atención que todos los ejemplos de los que-están-siendo sean que-están-siendo
vivos, animados, y no utilice ningún ejemplo de cuerpos inanimados. Una primera
aproximación es que el-que-está-siendo vivo es necesariamente una unidad, en cambio un
cuerpo inanimado, una piedra, uno la parte en dos y tenemos dos piedras. Y si seguimos
partiendo los pedazos, llegamos a un proceso al infinito: algo absolutamente fuera de la
mente de Aristóteles. ¿Será esta una explicación válida? Nótese que ‘σῶμα’ se refiere
específicamente al cuerpo de seres vivos, no a un cuerpo inanimado.
3.2 Nótese una segunda característica de los que-están-siendo primarios: son condición sine
qua non de existencia de todo lo demás.
4.1 Aquí hay una caracterización entre los que-están-siendo en sentido creciente: el
elemento, un conjunto que sólo los abarque a ellos y un conjunto que abarque tanto a
ellos como a otros que-están-siendo. Nótese que los ejemplos siguen con que-están-siendo
animados, vivos. No da ejemplos de que-están-siendo inanimados.
4.2 Es interesante decir que unos son más que-están-siendo que otros, pues Aristóteles parte
del principio, en el próximo párrafo, que todos los diferentes que-están-siendo tienen un
mismo valor, a pesar de cierta nebulosa, que podría investigarse, se entiende,
5.1 Una tercera característica principal de los-que-están-siendo es que todos “valen” lo
Cristóbal Videla-Hintze Página 38 de 50
Aristóteles Las Categorías

mismo, esto es, un que-está-siendo no es más que-está-siendo que otro. Ya podemos ir


vislumbrando hacia dónde conduce la caracterización que hace Aristóteles de los que-
están-siendo.
Esta característica la refuerza Aristóteles, pues el que-está-siendo tiene el mismo rango
para todos, sean humanos, animales o plantas. Es decir, todos los seres vivos tienen un
estatus común.
5.2 Es notable esta intuición aristotélica de que todos los que-están-siendo valen lo mismo. Al
respecto es interesante recordar la Declaración de Cambridge de 2012 sobre la
consciencia en animales humanos y no-humanos que dice: “La ausencia de neocórtex
parece no impedir a un organismo que experimente estados afectivos. La evidencia
convergente indica que los animales no-humanos tienen substratos neuroanatómicos,
neuroquímicos y neurofisiológicos de estados conscientes junto con la capacidad para
mostrar conductas intencionales. En consecuencia, el peso de la evidencia indica que los
humanos no son los únicos que poseen substratos neurológicos que generan consciencia.
Los animales no-humanos, incluyendo todos los mamíferos y los pájaros, y muchas otras
criaturas, incluyendo los pulpos, también poseen substratos neurológicos.”(Traducción
propia). Con esto le estamos dando un “valor” similar a todos los animales vivos que
conocemos. Bajamos al humano de un pedestal en el que nunca debió haber estado.
5.3 Aquí se plantea la diferencia entre amo y esclavo. ¿Los amos son humanos? ¿Los
esclavos son humanos? Si los amos y los esclavos son humanos, entonces …
6.1 Aquí Aristóteles da un ejemplo de un está-siendo con cierta característica, que si
acompaña al está-siendo primario, individuo, elemento, dicha característica lo
acompañará si lo agrupamos en un conjunto más o menos grande.
7.1 ¿Los que-están-siendo no están en un subyacente? Entonces, los que-están-siendo son,
simplemente. Yo, al enfrentarme a un humano no me enfrento a nada más que a él. Si
alguien se enfrenta conmigo, se enfrenta conmigo y con nadie más. ¡Interesante!
Entonces Platón se enfrentaba conmigo y con otros fantasmas. A esos fantasmas son los
que espanta Aristóteles. Hay una limpieza intelectual del mundo, ¡fuera los fantasmas!
7.2 Desde el punto de vista de la teoría de conjuntos, es claro que los elementos (individuos)
forman un conjunto (algo abstracto), que si bien lo forman los elementos, dicha
abstracción no forma parte de los elementos, es decir, dicha abstracción no es un
elemento de ese conjunto, pero nada impide que sea un elemento de otro conjunto, de un
conjunto de conjuntos.
7.3 En este pasaje Aristóteles reafirma su concepto que el mundo solamente está compuesto
por que-están-siendo, aclarando la visión racional del hombre, ya explicado en los
párrafos anteriores. Nuevamente me asalta la intuición, de que aparte de los que-están-
siendo sospecho que hay relaciones, leyes naturales que para Aristóteles no se dan. Es
necesario aclarar que en estas notas no investigaremos ciertas características de los
conceptos que estamos manejando, por ejemplo, la duración tanto de los que-están-siendo
como de las supuestas relaciones que nosotros intuimos. En una primera aproximación
pensamos que son de una duración determinada; por ejemplo, podría darse que la ley de
gravedad cambie y haya una ley de distinto tipo que la reemplace, lo cual transformaría
profundamente el mundo tal cual lo conocemos hoy día.
8.1 Tomemos el caso de la cualidad ‘terrestre’. El conjunto de los que-están-siendo con la
cualidad de terrestres abarca a muchos animales, un subconjunto corresponde a los
humanos, es decir, todos los humanos forman parte del conjunto de los que-están-siendo
con cualidad de ‘terrestre’, pero obviamente ni ese gran conjunto ni el subconjunto de los
humanos ni forman parte ni constituyen parte de ningún humano.
8.2 Ejercicio: “Si se pudiera decir que el humano según el subyacente es acuático, pero
aquello no está en el subyacente; efectivamente, el ser acuático no está en el humano”.
8.3 ¿Cómo resolvería Aristóteles el caso del agua? Supongamos que una molécula de agua es
H2O, es decir aquella molécula une dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, ¿cómo
expresaría Aristóteles en su análisis los que-están-siendo primarios y secundarios?
¿Cuáles son las partes?
9.1 Aquí el concepto de parte tiene dos sentidos, en tanto parte separable y en tanto parte
inseparable. Un ejemplo podría ser, en el caso de un humano, la mano y el cerebro. Si le
corto la mano, sigue siendo humano, pero manco; en cambio si le extraigo el cerebro ya
no es más humano, es un cadáver. Entonces, los-que-están-siendo, entiéndase seres vivos,
tienen partes separables y partes inseparables.
9.2 Rolfes en su nota correspondiente sugiere “Man darf z. B. nicht an eine Hand oder einen
Fuß denken” (“No se debe pensar, por ejemplo, en una mano o en un pie.”) ¿Und an das
Gehirn? (¿Y en el cerebro?)
10.1 Aristóteles parece dar aquí una pista: los que-están-siendo son indivisibles. ¿Qué puede

Cristóbal Videla-Hintze Página 39 de 50


Aristóteles Las Categorías

significar esto? Yo visualizo una tendencia a ver seres vivos, que mientras están vivos no
se pueden dividir, en general. En cambio, los objetos inanimados, una mesa, siempre se
pueden dividir, sin quitarles la vida, tal vez transformándolos: si a una silla le quito el
respaldo, la transformo en un piso. Entonces, los que-están-siendo, ¿son solamente los
seres vivos?
10.2 Distinguiendo entre ‘légesthai katà tinós’ (decir algo según algo - en tanto subyacente) y
‘légesthai apò tinós’ (decir a partir de algo - en tanto categoría), tal como lo propone
Candel (pág. 38), aquí Aristóteles habla de categorías, que serían ciertos conjuntos, y en
el fondo categorizar sería construir determinados conjuntos, ya sea de las cualidades ya
sea de que-están-siendo.
11.1 Aristóteles en este pasaje reitera que lo que-está-siendo primario es indivisible y único,
¿corresponde, por tanto, exclusivamente a los seres vivos? Parece que la respuesta es
cada vez más afirmativa.
11.2 Es interesante que la agrupación por especies y géneros finalmente llega a una discusión
cualitativa, en cambio lo que-está-siendo primario siempre indica algo indivisible y
único, el ser vivo.
12.1 Volveremos sobre este caso de los contrarios en el capítulo correspondiente al tema de la
relación en las notas al capítulo 7.
13.1 Nuevamente Aristóteles parece sugerir que los que-están-siendo son seres vivos.
13.2 En este pasaje hay un pequeño problema, pues por una parte, dice que este blanco no es
más blanco que este otro, pero luego admite que un cuerpo puede ser más blanco que
otro.
13.3 Y nuevamente llegamos a los amos y los esclavos ¿Ambos son o no son humanos?
14.1 Nuevamente en este párrafo [14] y en el próximo [15] remitimos al capítulo 7.

Notas al capítulo 6
1.1 Este capítulo nos da la oportunidad de mejorar la representación conjuntista de las
categorías cantidad y cualidad. En efecto, El conjunto fundamental es el conjunto de los
que-están-siendo. Este conjunto define los individuos que existen en el mundo. Ahora
bien, si definimos conjuntos ordenados de dos elementos, los pares ordenados, en los
cuales el primer elemento sea un que-está-siendo, el segundo elemento del par ordenado
podrá ser una cantidad o una cualidad, por ejemplo, el par ordenado {perro; tres}
señala a tres perros; en el caso de cualidad, que veremos en el próximo capítulo, el par
ordenado {perro; negro} señala al que-está-siendo perro que es negro; se puede usar
conjuntos ordenados de tres elementos en los cuales el primer elemento es un que-está-
siendo, el segundo elemento es una cantidad y el tercer elemento es una cualidad; por
ejemplo el triple ordenado {perro; cuatro; café} representa a cuatro perros cafés; y así
sucesivamente.
1.2 Si agregamos el espacio, el tiempo y la relación ya tenemos cinco categorías de
Aristóteles, que sumadas a la primera, estamos dando cuenta de seis categorías. Las otras
cuatro también son muy importantes, pues agregan el concepto dinámico, al ser verbos.
De esta manera se digitaliza la visión de Aristóteles. Se sugiere como tema de
investigación, entonces, el hacer una digitalización completa de Las Categorías, y luego,
las del Órganon completo.
1.3 Nótese la división de la cantidad en dos clases. Eso está bien para la época de Aristóteles,
pero hoy se sabe que la cantidad se puede separar en más de dos clases; en efecto, en el
caso continuo las hay unas más continuas que otras, por ejemplo, los números racionales
son continuos, pero los números reales son más continuos que los racionales; y si
profundizamos más, seguramente encontraremos más clases de la cantidad continua.
1.4 Nótese también que Aristóteles da como ejemplo de una cantidad continua los cuerpos,
por tanto, necesariamente se está refiriendo a los seres vivos.
1.5 Por otra parte, aquí Aristóteles da un salto enorme, pues gramaticalmente va desde un
substantivo (lo-que-está-siendo) a un adjetivo de cantidad o de cualidad (¿cuánto?,
¿cómo?).
2.1 Las partes y los límites de un número. En este contexto Aristóteles se refiere a los
números enteros, siendo las partes cantidades que componen dicho número y límite sería
un número en común de dos partes contiguas. Obviamente si descomponemos un número
entero en partes tales que sumen dicho número ningún número se puede repetir, de modo
que nunca habrá un número que sea límite común de dos partes contiguas.
3.1 Respecto a las partes del tiempo es interesante analizar el tema. Según Aristóteles en el
caso del tiempo, no hay partes que tengan una posición respecto a otras, pero uno podría
pensar que un período de tiempo, digamos una hora, es anterior a otra hora más tardía;
Cristóbal Videla-Hintze Página 40 de 50
Aristóteles Las Categorías

por ejemplo la hora entre las 8:00 y las 9:00 es anterior a la hora entre las 13:00 y las
14:00 de un mismo día. La pregunta que surge es ¿por qué Aristóteles no considera este
ejemplo? Lo mismo con los números, habla de un antes y un después, entonces ¿un antes
y un después no es una posición?
4.1 Es interesante la mirada de Aristóteles; debemos prestar atención a su mirada, ¿qué está
mirando? Cuando observa una gran superficie blanca, hay dos objetivos en su mirada;
por un lado la superficie y por otro lado el color; en efecto, la superficie es grande y el
color es el blanco; entonces, concluye que lo grande no es el blanco, sino que la
superficie.
5.1 En este párrafo Aristóteles avanza a las relaciones. Veamos este avance. Nosotros
representamos la relación como un conjunto de pares ordenados; por ejemplo, la relación
“número natural mayor que”, por ejemplo, el 2 es mayor que 1, el 3 es mayor que 1, etc.
Entonces, dicha relación es el conjunto A = ({p; q): p > q, con p y q en N, esto es, el
conjunto de los números naturales). Estos pares ordenados {p; q} son todas las parejas
de pares ordenados en las cuales el primer número es mayor que el segundo. Aquí
Aristóteles busca mostrar que la cantidad no tiene contrario, como sí lo tiene la relación.
Con la definición dada es fácil definir un contrario, por ejemplo, si tenemos el par
ordenado {p; q} un contrario natural será {q; p}. En el caso de la cantidad, por ejemplo,
¿cuál sería lo contrario de {perro; 3}? Rápidamente llegaremos a la conclusión que no se
puede definir de modo natural un contrario a aquello.
6.1 En este párrafo Aristóteles trae a colación un principio fundamental para su modo de
razonar: el principio de no contradicción; en efecto, lo materializa cuando dice “se
piensa que nada admite los contrarios simultáneamente”.
6.2 Entonces, Aristóteles en esta obra está utilizando toda su lógica, desde las definiciones
hasta los principios lógicos fundamentales. Creo que en esto radica la importancia de
esta obra. Pues si la estudiamos bien, habremos comprendido la visión del mundo que
tenía Aristóteles y que dominó el pensamiento occidental por más de 2.000 años.
7.1 En este párrafo Aristóteles avanza a la categoría espacio. Veremos los comentarios en el
capítulo respectivo.
7.2 Aquí Aristóteles habla de ‘lo más contrario a cantidad’, por tanto contrario admitiría lo
más y lo menos. ¡Interesante!
8.1 Aquí Aristóteles habla de nuevo de la cantidad. Nosotros hemos definido la cantidad
como un par ordenado; tomemos las siguientes cantidades: {humano; 4} y {perro; 4},
dicho en lenguaje coloquial, tres humanos y tres perros. Entonces podemos establecer
una relación bi-unívoca entre los dos conjuntos: a cada humano le asignamos un perro
(lo mismo sucede si a cada perro le asignamos un humano); entonces no sobre ningún
humano ni ningún perro; Aristóteles dice que cuatro humanos no son ni más ni menos que
cuatro perros. ¡Interesante! Pero no es este el lugar para seguir desarrollando este tema.
9.1 La conclusión de este párrafo, que es propio de la cantidad ser igual o desigual a otra
cantidad, es algo subjetiva, pues con cuidado podemos hablar de cantidades mayores i
menores, aunque requiere mayor desarrollo. Esto lo podríamos tratar con las relaciones
bi-unívocas.

Notas al capítulo 7
1.1 En este capítulo haremos el siguiente examen a la definición de Aristóteles: vamos a
comparar los resultados de la definición de relación de Aristóteles con los que entrega la
definición correspondiente de la teoría de conjuntos.
Definición conjuntista: una relación es un conjunto de pares ordenados. En el par
ordenado está definida la relación; por ejemplo, si la relación es “número natural mayor
que” los pares ordenados serán {2,1}, {25,12}, {120,99}, etc. En este caso concreto, el
primer número natural es “mayor que” el segundo. De este modo, la relación está
representada por el conjunto de todos los pares ordenados de números naturales, cuyo
primer número es mayor que el segundo. Esta definición implica que la relación es
simplemente un determinado conjunto.
1.2 La relación “más grande que” (determinado el sentido de “grande”) es el conjunto de
todos los pares ordenados que cumplen dicha definición. La definición conjuntista
permite un manejo de la relación más eficiente, pues tenemos un conjunto, sobre el cual
podemos realizar las operaciones que ya conocemos.
1.3 Nótese que habla de categorías como la posición y el tener que son categorías
posteriores.
1.4 Se sugiere como tema de investigación hacer una revisión exhaustiva del concepto de
Cristóbal Videla-Hintze Página 41 de 50
Aristóteles Las Categorías

relación desde el punto de vista conjuntista en la obra completa de Las Categorías; más
adelante se puede revisar las otras obras del Filósofo desde dicho punto de vista.
2.1 Para leer los párrafos 2, 3 y 4 es útil aclarar que hay varios tipos de relaciones; a saber;
de uno-a-uno, esto es unívoca, se da cuando hay algo que está relacionado con otro algo
único, por ejemplo, “el doble de un número natural”, si tenemos 35 el doble es 70 y
ningún otro número, representado por el par ordenado {35; 70}; de uno-a-muchos, por
ejemplo, “los números naturales múltiplos de 3”, son múltiplos de 3 el 3, el 6, el 9,
etcétera, los representamos por los pares ordenados {3; 3}, {3; 6}, {3; 9}, etcétera; de
muchos-a-uno, “edad de una persona”, si Pedro, José, María, tienen 25 años los
podemos representar por los pares ordenados {Pedro; 25}, {José; 25} y {María; 25}.
Con esto en mente, ahora podemos leer los próximos párrafos con mayor claridad.
2.2 En este párrafo Aristóteles trata un tipo especial de relación: la relación ‘contrario a’,
ἐναντίος. Lamentablemente la traducción de ἐναντίος es múltiple; en efecto, Liddell, Scott
y Jones (Online) la traducen como lugar opuesto, opuesto; enfrentando, cara-a-cara;
delante de él; (con verbos de movimiento) en dirección opuesta; (en astrología) en
dirección diametral; (en sentido de hostilidad) oponiéndose, enfrentando; un adversario;
(cualidades) opuesto, contrario, inverso; (con énfasis) justo lo contrario; (en la filosofía
de Aristóteles) contrarios son atributos dentro del mismo género que más difieren entre
sí, por ejemplo, caliente y frío; proposiciones contrarias; proposiciones contradictorias.
Por su parte, Bailly la traduce por 1. Que está enfrente, vis-à-vis, dos carros que se
enfrentan uno al otro; 2. (Con la idea de hostilidad) dos rivales que combaten
directamente uno contra otro (a nivel intelectual o bélico); adversarios; enemigos; y 3.
Opuesto, contrario. Esto significa, que entramos en un terreno pedregoso y hay que
avanzar con sumo cuidado.
2.3 Parece que aquí tenemos una diferencia con Aristóteles: dice que “no hay contrario a
doble o triple”… Creemos que podemos definir la relación inversa como un medio o un
tercio… como lo contrario de lo anterior. ¿Cómo son los conjuntos? En caso de tomar la
relación sólo respecto a los números naturales, la relación “es el doble de” sería el
conjunto de pares ordenados {2; 1}, {4; 2}, {6, 3}, etcétera; la relación contraria “es la
mitad de” sería el conjunto de pares ordenados {1; 2}, {2; 4}, {3; 6}, etcétera. Parece que
esto vale para toda relación. Lo dejamos como tema de investigación.
3.1 También aquí hay espacio para la discusión. Por ejemplo podríamos decir que el 15 es
“más doble que” el 14 de 8. Nuevo tema de investigación.
4.1 El sentido de recíproco de Aristóteles es evidente expresado desde el punto de vista de los
conjuntos; por ejemplo, el esclavista Augusto es dueño de los esclavos Pedro, María y
José; expresado en conjuntos {Augusto; Pedro}, {Augusto; María}, {Augusto; José}. Al
invertir los pares ordenados, tenemos la relación {Pedro, Augusto} que significa “Pedro
es esclavo de Augusto”. Nuevamente, los recíprocos serían determinados conjuntos de
pares ordenados. Además, podríamos establecer como recíproco algo contrario, y de ese
modo todas las relaciones tendrían contrarios. Es un gran tema de investigación, que
dejamos planteado aquí.
5.1 En este pasaje Aristóteles entra en una discusión lingüística, pero si somos rigurosos la
cuestión queda clara: las relaciones son siempre conjuntos de pares ordenados.
5.2 Podemos representar el tema de este pasaje, por ejemplo, por los pares ordenados,
{gorrión; ala}, {picaflor; ala}, {golondrina; ala}, {alondra; ala}, etcétera; es un tipo de
relación de muchos a uno; la recíproca sería de uno a muchos, pero aquí entramos de
lleno a una discusión lingüística.
6.1 Continúa el tema lingüístico.
6.2 Es interesante que Aristóteles diga se debe inventar la palabra si es necesario, pues esto
nos lleva a que el mundo es el que manda. Las palabras vienen después. Nuevamente, el
Maestro espantando fantasmas, mitos.
6.3 Como ejemplo de ave sin alas, tenemos el pingüino, que en vez de alas tiene aletas; otro
ejemplo son los kiwis (Apteryx, del gr. «sin alas») constituyen un pequeño género de aves
paleognatas, el único de su familia (Apterygidae) que a su vez es el único de su orden
(Apterygiformes). Este género está compuesto por cinco especies endémicas de Nueva
Zelanda. Son aves no voladoras pequeñas, aproximadamente del tamaño de una gallina, y
como constancia de nuevos conceptos téngase presente que la escarapela de la Real
Fuerza Aérea de Nueva Zelanda es precisamente el kiwi (Wikipedia).

Cristóbal Videla-Hintze Página 42 de 50


Aristóteles Las Categorías

Nótese la visión profunda de futuro de Aristóteles.


7.1 Aquí Aristóteles llega a una conclusión: todas las relaciones reciprocan. Desde el punto
de vista conjuntista se llega necesariamente a la misma conclusión, que explicándola en
palabras sencillas podemos decir: todo par ordenado tiene un recíproco, en efecto,
cambiando el orden de los elementos que lo componen obtenemos el recíproco. La
condición que exige Aristóteles, vale tanto para el caso de la obra como de la teoría de
conjuntos: que la relación esté bien definida.
8.1 Este párrafo es un brillante defensa que hace Aristóteles del sistema dominante en ese
momento. Al igual que muchos intelectuales, hoy día, año 2017, hacen del capitalismo.
Aquí tenemos una diferencia con Aristóteles. El revolucionario jamás debe olvidar la
condición humana de todos los hombres y mujeres que viven en su época, la condición
humana. Tal vez Aristóteles estuvo cerca de esto, pero por alguna razón no dio el paso
decisivo de hablar de la condición humana, que en el fondo es lo único que tenemos los
humanos. Esto confirma la tesis de Lenin en El Estado y la Revolución (1917), que el
Estado en el fondo está compuesto por el ejército y la burocracia. En este caso,
Aristóteles representa a la burocracia intelectual o académica que defiende el sistema
dominante, en su época el esclavismo y en la nuestra, el capitalismo.
8.2 Es interesante e importante el modo en que Aristóteles (o sus discípulos) se esfuerza(n)
por lograr una buena definición de la relación, pues desde un punto de vista de la teoría
de conjuntos es fundamental la buena definición de un conjunto. ¡A eso está dedicado
Aristóteles en estos pasajes! Lamentablemente se queda en lo formal, y no penetra el
corazón de la cuestión. Desde un punto de vista formal el análisis es impecable, pero el
contenido es deplorable.
9.1 Termina la primera parte de la definición de relación.
10.1 Aquí Aristóteles de nuevo deja en claro su cosmovisión: primero está el mundo y después
nosotros lo conocemos, y no al revés. Es importante subrayar esta toma de posición, que
son los primeros pasos del materialismo histórico que se conocen.
10.2 El concepto de sintiente surgió de la traducción de Giannini y Flisfisch (1988, pág.65),
pero se ha preferido al de sentiente, pues tiene mejor sonido. Hoy día, ya es un tema
ampliamente discutido respecto al tratamiento de los animales en general, y
especialmente los animales domésticos, por ejemplo, la Conferencia “Los Animales como
Seres Sintientes” en la Universidad de Guadalajara.
10.3 Se podría trabajar algunos tipos de relaciones (conjuntos) cuyas definiciones abarquen
varias dimensiones, entre otras el tiempo, y completar el ejercicio que hace Aristóteles.
11.1 Aquí Aristóteles entra más bien en una discusión lingüística. A saber, se refiere a como se
dice algo. Si estamos apuntando a los que-están-siendo y a las relaciones, rápidamente se
pueden confundir los conceptos, pues si queremos descubrir relaciones tal vez todo se
pueda establecer en tanto relación o nada. Aristóteles simplemente revisa el lenguaje
cotidiano de los griegos y aclara ciertos modos de su hablar. Si nosotros mantenemos
nuestra teoría de la representación conjuntista no habrá peligro de caer en las trampas
del lenguaje cotidiano. ¡Aristóteles sigue espantando fantasmas!
11.2 Giannini y Flisfisch (1988, pág. 124) llaman a la visión de Aristóteles “realismo
filosófico”, algo que nosotros podríamos llamar materialismo histórico o tal vez
materialismo dialéctico.
12.1 En la primera frase de este pasaje, Aristóteles afirma que la definición correcta de
relación impide definir a un que-está-siendo como relación. Un que-está-siendo es un
elemento y no un conjunto, por tanto su definición es clara.
12.2 En la segunda frase del pasaje, Aristóteles indirectamente sugiere que busca una
definición de que-está-siendo en términos de una relación. Solamente se podría hacer esto
en caso que la definición no sea adecuada. Por tanto, para definiciones adecuadas, un
que-está-siendo no se puede definir como relativo.
12.3 La tercera frase deja en claro que un que-está-siendo se debe definir como sí mismo y no
como relación.
12.4 Para entender este párrafo y a lo que Aristóteles se refiere es necesario leer más adelante
y comprender que está hablando de la cabeza y la mano de alguien, si acaso podemos
definir cabeza y mano como un que-está-siendo o como un elemento de una relación. Esto
nos trae de nuevo a la mente, si acaso Aristóteles está tratando con seres vivos
Cristóbal Videla-Hintze Página 43 de 50
Aristóteles Las Categorías

exclusivamente, puesto que mano y cabeza no son seres vivos, sino partes de un ser vivo.
12.5 Aquí Aristóteles es clarísimo y con la teoría de conjuntos lo entendemos de inmediato.
Los-que-están-siendo son los elementos primigenios que hay en el mundo; pues, ellos
pueden estar o no en una determinada relación, pero no es dicha relación la que los
define, sino que su definición es previa, al ser considerados elementos primigenios del
mundo.

Notas al capítulo 8
1.1 Según Ackrill (1963, pág. 163) posiblemente la palabra ποιότης, cualidad, Aristóteles la
tomó del Teeteto 182a de Platón.
1.2 Por una parte, Candel plantea, a mi parecer correctamente, que Aristóteles utiliza un
sustantivo, por sufijación del pronombre ποιόν: ποιότης (Ibíd., p. 55). Por otra parte, la
RAE define cualidad (Del lat. qualĭtas, -ātis, y éste del gr. ποιότης - poiótēs.) con tres
acepciones:
1. f. Elemento o carácter distintivo de la naturaleza de alguien o algo.
2. f. cualidad positiva, especialmente de una persona. Una mujer con muchas
cualidades.
3. f. Calidad, condición o naturaleza de algo o de alguien.
Nosotros usaremos la palabra cualidad.
1.3 La cualidad se puede definir como un par ordenado del siguiente modo: {a, b}, donde a es
el primer elemento y b el segundo; por ejemplo, a es esta silla y b es blanco, se tiene
entonces “ésta silla es blanca”, en donde blanco es un color que está codificado en algún
tipo de código. Esto nos dice que la cualidad es una relación, un determinado conjunto de
conjuntos.
1.4 Cuando Aristóteles afirma que cualidad se dice de múltiples modos, lo hace de modo
inductivo, es decir, describe simplemente varios modos del uso de cualidad, sin un afán
exhaustivo (Ackrill, 1963, pág. 164).
1.5 En este párrafo Giannini y Flisfisch (1963, pág. 125) observan que ‘es curioso que los
ejemplos que toma en cada especie de cualidad se refieran al hombre’; esto venía hace ya
tiempo sucediendo pero referido a los seres vivos. Sería interesante hacer un estudio
similar para el caso de los que-están-siendo inanimados, especialmente con vistas a la
era robótica que se acerca con pasos agigantados.
2.1 Se ha traducido ἕξις como estado o hábito, para comunicar una situación de cierta
estabilidad. La palabra διάθεσις la hemos traducido como disposición o condición para
comunicar algo menos estable, más volátil.
2.2 En caso de agregar la variable tiempo para distinguir estado de disposición se puede
recurrir a los tríos ordenados, [a, b, c] en donde a es un determinado humano, b es una
determinada característica (color, conocimiento, prudencia, temperatura, etc.) y c un
determinado período de tiempo, entonces según la característica, de acuerdo a la
duración del período se distingue estado de disposición. Este trío ordenado lo podemos
reducir a un par ordenado; primero construimos el par ordenado {b, c} que describe la
duración de la característica, llamémosle d, donde d = {b, c}, de modo que el trío
ordenado se transforma en un par ordenado {a, d}. De acuerdo al valor de c estaríamos
frente a un estado o a una disposición. Esto nos permite mostrar que estamos frente a una
cualidad, y por tanto, a una relación. En todos los casos estamos siempre frente a una
relación, esto es, un conjunto de conjuntos.
3.1 Aquí lo valórico le juega una mala pasada a Aristóteles: él supone que algo duradero es
más valioso que lo variable, lo que cambia rápidamente. Entonces dice que los estados
son disposiciones, lo cual no es cierto, pues dichos estados, por definición, no varían
rápidamente. Desde el punto de vista de la teoría de conjuntos Aristóteles supone que uno
es sub-conjunto del otro, cuando es realidad se trata de dos conjuntos disjuntos.
4.1 Aristóteles como segundo tipo de cualidad define la capacidad de un que-está-siendo
para una determinada función: boxear, correr, etc. Nuevamente asocia a un que-está-
siendo a un conjunto de capacidades; es decir, define una relación que representa una
cualidad.
5.1 Aristóteles sigue describiendo cualidades de los que-están-siendo, ahora nombra lo
sensible y lo afectivo, que evidentemente le corresponde a los seres vivos. ¿En el futuro
los robots? Cabe esperar que el enfoque conjuntista permite extrapolar estos
pensamientos al mundo automatizado.
5.2 Queda por discutir los afectos, πα ́θη.
6.1 En este párrafo vuelve a los colores, detallando el caso de los que-están-siendo vivos y
Cristóbal Videla-Hintze Página 44 de 50
Aristóteles Las Categorías

los que-están-siendo inanimados. Agrega la dimensión tiempo.


7.1 El Filósofo vuelve a introducir el tiempo como una variable para definir algunos
términos.
Es interesante advertir que finalmente Aristóteles concluya que las afecciones (πα ́θη) no
sean cualidades, lo que repite al final del próximo párrafo, aunque si las considera tales
al comienzo del párrafo 5.
8.1 Aristóteles define ahora las cualidades del alma.
9.1 En este párrafo el Maestro define las cualidades de las figuras geométricas.
10.1 Aquí define las cualidades de los cuerpos sólidos.
11.1 Aristóteles concede que la lista de cualidades puede ser más extensa, cuestión permanente
que rodea al método inductivo.
12.1 En este párrafo agrega algunos parónimos como expresión de cualidades.
13.1 Aquí establece que hay cualidades que son contrarias unas a otras y hay cualidades sin
contrarios.
14.1 Establece que si un contrario es una cualidad, el otro también lo será.
15.1 Las cualidades aceptan la graduación o como dice Aristóteles, el más y el menos.
16.1 El término griego tò trígônon se puede considerar indistintamente como substantivo, ‘el
triángulo’, y como adjetivo substantivado, ‘lo triangular’; ambigüedad morfosintáctica
que aparece en numerosos términos-clave de origen adjetival (tò agathón: ‘el bien’ / ‘lo
bueno’; tò átomon: ‘el individuo’ / ‘lo indivisible’; etc.). (Candel, pág. 61).
17.1 Aristóteles considera lo similar o semejante como propio de la cualidad.
18.1 Es interesante como Aristóteles mismo reconoce que las cualidades son relaciones,
aunque sea parcialmente.
19.1 “Según Minio-Paluello, aquí seguiría una laguna en el texto. En efecto, la transición
entre el tratamiento de la cualidad, expuesto hasta ahora, y la referencia a la acción y la
pasión, que sigue inmediatamente, parce demasiado abrupta y, sobre todo, falta el
tratamiento de las categorías de lugar, tiempo, situación y hábito, que en la lista del
capítulo 4 aparecen antes que la acción y la pasión.” (Candel, pág. 63).

Notas al capítulo 9
1.1 “También, aquí supone, con razón, Minio-Paluello la existencia de una laguna, mal
suplida, además, por una mano posterior (la traiciona, sobre todo, el poco aristotélico
uso de Andrónico de hypèr, “sobre (esto)”) con las siete líneas 11b10-16, que quieren ser
una transición-recapitulación para dar paso a los seis últimos capítulos, posiblemente
añadidos aquí, tras sacarlos de otro lugar, por el editor correspondiente (quizá el propio
Andrónico). El contenido de estos capítulos, poco acorde con el del texto precedente, ha
dado pie a algunos comentadores para asignarles el título específico de
Postpraedicamenta.” (Candel, pág. 63).
1.2 Por otra parte, Ackrill (1963, págs. 69-70) plantea que aquí se desdibuja el texto y el
pasaje no es genuino de Aristóteles. Con respecto al resto de los seis capítulos (del 10 al
15), conocidos como Postpraedicamenta, si bien no duda de su autenticidad, postula que
no corresponde al texto original de Las Categorías.

Notas al capítulo 10
1.1 Ver notas al capítulo anterior.
2.1 Esta discusión se refiere principalmente a dos conceptos en el lenguaje griego clásico;
por una parte con el verbo ‘ἀντίκειμαι’ que hemos decidido traducir por oponer; y por
otra parte con el substantivo ‘ἐναντίος’ que se ha traducido por contrario. En realidad los
opuestos y los contrarios son prácticamente sinónimos; en efecto, el diccionario de la
RAE da como primera acepción de opuesto a contrario; y contrario lo define en términos
de opuesto. Además en la discusión también aparece el término ‘ἀντιστρέφω’, que se ha
traducido por reciprocar, y allí si se visualiza ya un matiz.
Por otra parte, de inmediato se ve que los opuestos constituyen una relación, pues para
que algo sea opuesto se requiere de otro algo; en general, algo no se opone ni es
contrario a sí mismo. Si este es el caso, los opuestos son conjuntos de pares ordenados.
Es decir, estamos hablando de conjuntos. Ver notas al capítulo 7.
2.2 A un nivel más general de análisis, los cuatro modos que se plantea de lo opuesto o lo
contrario se reducen a uno sólo: ser elementos de un par ordenado; esto es, constituyen
una relación.
Cristóbal Videla-Hintze Página 45 de 50
Aristóteles Las Categorías

3.1 Se habla aquí de la relación en tanto oposición.


4.1 Aquí se trata de un tema lingüístico, de cómo se dice algo; pero en el fondo se está
haciendo variaciones sobre la relación.
5.1 Cabe hacer notar que las relaciones no se han de limitar a la relación binaria,
representada por los pares ordenados. Se puede investigar relaciones de tres, cuatro y
más términos, que estarían representadas por tríadas, cuádruples y ene-tuplas. Dejamos
esto para una investigación futura. Algo interesante sería investigar si los conceptos de la
relación binaria se pueden superar con conceptos de relaciones múltiples. Por ejemplo,
un ser humano puede estar sano o enfermo o muy sano o muy enfermo o enfermo
terminal, etc.; lo par representa los múltiplos de 2, pero podrían ser los múltiplos de otros
números, todo esto en el caso de los números enteros positivos, etc.
6.1 Nuevamente son comentarios lingüísticos.
7.1 Continúa la discusión puramente lingüística
8.1 Continúa la misma discusión.
9.1 Aquí hay un tema de definición. Es cierto que estar privado de algo no es lo opuesto de
estar en posesión; lo opuesto de estar privado es no estar privado. Por tanto si definimos
bien los términos, y se logra representar bien los términos en el lenguaje de la teoría de
conjuntos, no tendremos problemas en representar siempre una relación como un
conjunto de pares ordenados.
10.1 Aquí hay cierta falta de prolijidad en el autor original de estas líneas; en efecto,
consideremos los dos ejemplos que da: por una parte, la salud y la enfermedad, y por otra
parte, lo par y lo impar. Con respecto a la salud y la enfermedad, hay toda una serie de
estados intermedios, que bien pueden ser representados por ene-tuplas adecuadas; en el
caso de los números, que considera sólo los pares e impares, se pueden considerar
también los múltiplos de los otros números, no sólo de dos; entonces deberíamos
considerar su representación por las respectivas ene-tuplas. Nótese que todos estos
conjuntos son del mismo tamaño, todos son numerables. A modo de simplificación, se
recuerda que hay tantos múltiples de dos como de tres. Aquí se puede iniciar una
investigación sobre este tema.
11.1 Una disquisición puramente lingüística
12.1 Ver nota 12.3 del capítulo 7.
13.1 Vuelve a las expresiones sin combinación, sin agregar algo nuevo.
14.1 Esta es una interesante discusión, con ciertos tintes de la diferencia con Platón.

Notas al capítulo 11
1.1 Este capítulo se puede considerar como una continuación o complementación del
anterior, pues el autor usa los sinónimos opuesto y contrario. Sería interesante
transcribir ambos capítulos a una representación conjuntista, para determinar lo
propuesto, sistematizar las repeticiones y obtener una síntesis del contenido.
1.2 Los contrarios, como ya se vio en el capítulo 7, son un subconjunto de las relaciones. Esto
es, un determinado conjunto de pares ordenados. Además siendo lo contrario un sinónimo
de los opuestos, estamos en el mismo caso del capítulo anterior.
1.3 Se tiene que bueno y malo, salud y enfermedad, justicia e injusticia ya fueron tratados en
el capítulo anterior. Lo nuevo de este párrafo es valentía y cobardía.
2.1 Interesante observación del autor en el sentido de si un aspecto de los contrarios se da,
no necesariamente se da el otro; en sus palabras, si todos los humanos son sanos, no se
daría la enfermedad. Utiliza los conceptos ya discutidos en el capítulo anterior.
3.1 Sobre los conceptos ya mencionados y su génesis.
4.1 Aquí el autor entra en la discusión de lo que-está-siendo, la especie y el género. Esto es
una interesante materia para un ejercicio conjuntista.
4.2 En esta nota final de este capítulo hemos querido hacer un recuento de algunos conceptos
que Aristóteles ha utilizado a lo largo de la obra.
En primer lugar se trata del concepto ἐναντίον, 13b36, que en una primera traducción
sería ‘contrario’.
Esta palabra aparece primero en el capítulo 5 sobre los que-están-siendo en la pregunta
¿qué sería contrario a lo que-está-siendo primario? (3b25). La respuesta de Aristóteles es
que no existe un contrario a un que-está-siendo. Es evidente que estaríamos en presencia
de dos que-están-siendo, el siendo primario y su potencial contrario, por tanto, estamos
en presencia de una relación, esto es un conjunto de pares ordenados, aunque en este
caso no existe el par ordenado buscado.
En el mismo capítulo 5 aparece otra caracterización de lo contrario cuando se lee:
Cristóbal Videla-Hintze Página 46 de 50
Aristóteles Las Categorías

“parece muy propio de los que-están-siendo, unitarios y singulares, que son capaces de
recibir los contrarios” (4a10), nuevamente tenemos que los contrarios aparecen unidos,
lo que corresponde en cuanto pares ordenados.
Y por último en el capítulo 5 de nuevo tenemos que “en el caso de los que-están-siendo
son capaces de admitir que lo mismo se transforma en lo contrario – pues lo frío se
transforma en lo caliente” (4a30). En este caso lo contrario está representado por el par
ordenado es {frío; caliente}.
En el capítulo 6 sobre la cantidad los contrarios también aparecen en tres ocasiones; en
primer lugar, “no hay un contrario en la cantidad (de lo expuesto es manifiesto que no
hay contrarios, por ejemplo, a dos codos o a tres codos o a una superficie o a los demás
de este tipo, en efecto, no hay nada contrario)” (5b11). En este caso, algo de dos codos
sería un que-está-siendo, determinado por un cierto tamaño, pero aunque ande o más
pequeño, en ningún caso tendría un contrario. Este caso corresponde a un que-está-
siendo del capítulo 5. En segundo lugar, tenemos que “se piensa que nada admite los
contrarios simultáneamente” (6a1). Aquí hay un gran tema, que desarrollaremos en otra
parte, a saber, el principio de no-contradicción, un fundamento principal del trabajo de
Aristóteles. En tercer lugar, en este capítulo 6 Aristóteles afirma “parece que lo más
contrario a la cantidad se da en el espacio” (6a11). Aquí el Maestro habla de “lo más
contrario”, lo cual sugiere un estudio acabado de lo contrario, para determinar “lo
más”, y en consecuencia, “lo menos” contrario.
En el capítulo 7 tenemos que “en las relaciones se dan los contrarios, por ejemplo, la
virtud es contraria al vicio” (6b15). Este puede ser el caso más común de contrario,
relaciones.
Luego, en el capítulo 8 sobre la cualidad, se tiene que “en la cualificación se da también
la contrariedad, por ejemplo, son contrarios justicia e injusticia” (10b12). Queda
clarísimo que la cualidad admite los contrarios.
En los restos del capítulo 9 también aparece el concepto de contrario cuando dice: “el
hacer y el padecer admiten tanto los contrarios como lo más y lo menos; en efecto, el
calentar y el enfriar son contrarios, también calentarse y enfriarse” (11b1).
El segundo concepto que queremos tratar es ἀντικείμενος (11b16) opuesto, que es el
contenido de este capítulo 11. Por una parte, no hay una distinción clara entre contrario
y opuesto, en todos los casos se puede reemplazar opuesto por contrario, o viceversa,
manteniendo el sentido de la oración. Hemos determinado traducir un término como
contrario y el otro como opuesto, solamente para mantener una cohesión en la
traducción.
Un tercer momento lo constituye el conjunto de verbos que articulan las apariciones de
los conceptos precedentes de lo contrario y lo opuesto.
Estos verbos son: ἀντίκειμαι ( 11b17, 19, 24, 25, 28, 30, 32, 32, 12b1, 4, 5, 10, 15, 16, 17,
26, 13a16, 17, 37, 13b1, 8, 22, 35, 15b12), oponer, oponerse, ser opuesto a; ἀντιτίθημι
(11b16, 38, 12b3, 12, 15b9), ser contrario, contrariar a; y ἀντιστρέφω (2b21, 6b28, 37,
39, 7a4, 10, 13, 20, 23, 25, 26, 27, 30, 7b13, 12b22, 23, 24, 14a30, 33, 34, 14b11, 14, 17,
27, 29, 15a5, 9), reciprocar, ser contrario a, oponerse a. Respecto a los dos primeros
hemos traducido en concordancia con los substantivos oponer y ser contrario a,
respectivamente. Hemos incorporado a los anteriores el verbo reciprocar, que si bien en
español tiene un significado diferente, en griego clásico a veces se interpreta como ser
contrario a o ser opuesto u oponerse. Los tres verbos tienen en común el prefijo ἀντι, que
significa lo contrario, lo opuesto, lo inverso, lo recíproco.
De este modo, podemos sugerir la tesis que la dialéctica aristotélica gira en torno a estos
conceptos y estos verbos, tema que queda por investigar.

Notas al capítulo 12
1.1 La primera acepción de lo anterior está en relación al tiempo, que corresponde a la sexta
categoría enunciada en el capítulo 4.
1.2 Para tener una representación temporal desde la visión conjuntista podemos utilizar para
un fenómeno temporal un par ordenado, en el cual el primer término corresponde a algún
que-está-siendo y el segundo término es una determinación temporal, por ejemplo, una
fecha, una duración o algo similar. Por ejemplo, el conjunto de las fechas de nacimiento
de los perros estaría representado por el conjunto de pares ordenados del tipo {Pythias,
13.10.2013}, en donde el primer término representa una perra, Pythias, que tuvo una
fecha de nacimiento, el 13 de octubre de 2013. Entonces, lo anterior es una relación entre
dos elementos del conjunto de fechas de nacimiento de los perros, donde el par ordenado
Cristóbal Videla-Hintze Página 47 de 50
Aristóteles Las Categorías

{{, f},{, f}}  A, si el perro  tiene una fecha de nacimiento f y el perro  tiene una
fecha de nacimiento f tal que
f – f > 0
Entonces el perro  es anterior al perro .
1.3 Una pequeña digresión respecto al tiempo. Aristóteles utiliza respecto al tiempo la
partícula interrogativa ‘πότε’, cuyo sentido original es ¿cuándo? El significado de dicha
partícula la transforma Aristóteles de varios modos; en Las Categorías podemos
observar, por ejemplo, con el significado de tiempo (1b26, 2a2, 11b14); nunca; en ningún
tiempo (5b21, 13a8, 15a9); cuando; en el tiempo que (7b1); siempre; en todo tiempo
(7b10, ); lo temporal (11a36, ); como si nunca; sin embargo (11b12, 11b33); cuando
(12b12, 15b7); nunca (12b32, 13a14, 15a19). Es claro que este es un tema de
investigación.
1.4 Si bien lo anterior en el tiempo es intuitivo, también lo anterior en el espacio; pero el
autor no menciona el carácter espacial de lo anterior.
1.5 La relación con los números si bien interesante, desde un punto de vista conjuntista
merece un análisis más profundo, considerando como se definen los números y se
establece una teoría conjuntista de ellos. Tema de investigación.
1.6 Si bien los elementos de lingüística son interesantes (letras, sílabas, palabras, discursos)
no profundizaremos en ello.
2.1 Es interesante la relación que el autor establece entre lo real y el lenguaje. Así algo es
verdadero no por lo que se dice, sino porque en realidad lo es; y el decir viene después.
Lo real es anterior al lenguaje.

Notas al capítulo 13
1.1 Nuevamente es de inmediato intuitivo que lo simultáneo es una relación en el tiempo; en
efecto, para que algo sea simultáneo se necesita algo otro y un momento temporal. Aquí
parece ser necesario que sean pares ordenados aumentados en una variable, el tiempo,
pues si son simultáneos, deben generarse en un mismo instante. Nuevo tema de
investigación. También se puede investigar la generalización, esto es cuando tres, cuatro
o más eventos puedan ser simultáneos.
1.2 En el caso del capítulo anterior de los perros  y , para que sean simultáneos se
requiere que
f – f = 0
1.3 Por ejemplo, en el caso de una elección, si está bien definida, habrá un ganador y un
perdedor (aunque el método diga que si empatan, se tira una moneda al aire) serán
simultáneos, pues al ganar uno, en ese mismo instante pierde el otro.
1.4 Es interesante la observación de Aristóteles sobre los simultáneos al comparar lo
simultáneo con la causa. Esto se da en estadística en la actualidad en el caso de los
coeficientes de correlación, que indica una correlación, como lo dice la palabra, pero no
una causa.
1.5 Es evidente que la intuición del autor falla, pues hoy a la luz de la teoría de la evolución,
los distintos animales no aparecen simultáneamente.

Notas al capítulo 14
1.1 El movimiento no aparece en la lista de categorías del capítulo 4. Luego, se podría
pensar que éste es una sección añadida o de de otra obra.
Además, pueden darse otros fenómenos que no están en la lista, y que posiblemente sean
muchos, por ejemplo, la atracción y la repulsión, entendiendo que pueden ser
movimientos y no movimientos, dos cuerpos se pueden atraer o repeler sin estar en
movimiento; aunque es difícil imaginarse algo en reposo absoluto, en general, cuando se
habla de no estar en movimiento, es un no estar en movimiento relativo, pero no absoluto.
Otros ejemplos no descritos podrían ser muchos fenómenos psicológicos (adicción,
fobias, etc.). Esto sugiere más bien el concepto de ser un capítulo extraño al cuerpo de la
obra.
Otro problema que surge de una primera lectura es la ausencia de definición; esto
implica tomar el significado del concepto movimiento de la vida cotidiana. Recomiendo
leer algo de la teoría de la relatividad de Einstein para compenetrarse del concepto de
movimiento.
Cristóbal Videla-Hintze Página 48 de 50
Aristóteles Las Categorías

1.2 Según Ackrill hay movimiento en cuatro categorías: en lo-que-está-siendo (generación y


destrucción), en la cantidad (aumento y disminución), en la cualidad (alteración) y en el
espacio (cambio de lugar).
1.3 Se podría pensar que la palabra faltante […] es ‘alteración’.
1.4 En geometría, un gnomon es cualquier figura que, añadida a una figura original, produce
una figura semejante a esa original.
2.1 De nuevo aparece lo contrario.

Notas al capítulo 15
1.1 Aquí se da nuevamente un ejercicio de tipo lingüístico, en efecto, sobre los sentidos del
verbo tener; no se está hablando de una categoría.
2.1 Nótese que el verbo ‘ἔχειν’ significa tanto tener como tener un hábito.

Cristóbal Videla-Hintze Página 49 de 50


Aristóteles Las Categorías

Referencias
Damos las referencias que trabajamos directamente, en ellas se
encuentran las referencias canónicas a la obre de Aristóteles, que no
encontramos necesario repetir aquí.

Ackrill, J. L., 1963, Aristotle’s Categories and De Interpretatione, Oxford


University Press.
Anton, John P., 1968, The Meaning of 'O λόγος τη̂ς οὐσίας in Aristotle’s
Categories 1a, in The Monist, Vol. 52, No. 2, Aristotle (April, 1968),
pp. 252-267.
Bailly, Anatole, 1935, Dictionnaire grec-francais, Hachette
Candel Sanmartín, Miguel, 1982, Aristóteles, Tratados de Lógica (Órganon) I,
Editorial Gredos.
Diccionario Griego Español, ver <http://dge.cchs.csic.es/xdge/>
Giannini, Humberto y María Isabel Flisfisch, 1988, Aristóteles, Las
Categorías, Edición Bilingüe, Introducción, Traducción, Notas e Index
Graecus Translationis, Editorial Universitaria.
Lenin, V. I., 1917, El Estado y la Revolución, Ediciones Letras, primera
edición chilena 1971, Editorial Universitaria.
Liddell-Scott-Jones Greek-English Lexicon, The Online, ver
< http://stephanus.tlg.uci.edu/lsj/#eid=1&context=lsj>
Marx, Karl y Friedrich Engels, 1848, El Manifiesto Comunista, Edición de
Eric Hobsbawm (1998), Grijalbo Mondadori, Barcelona.
Minio-Paluello, L., 1949, Aristotelis, Categoriae et Liber de Interpretatione,
Oxford University Press.
Real Academia Española, ver < http://www.rae.es/>
Rolfes, Eugen, 1995, Aristoteles, Philosophische Schriften, Band I, Kategorien,
Meiner, Hamburg.
Universidad de Guadalajara, Conferencia “Los Animales como Seres
Sintientes”, ver < http://www.cucsh.udg.mx/noticia/animales-como-
seres-sintientes >

Cristóbal Videla-Hintze Página 50 de 50

Anda mungkin juga menyukai