Los inoculantes microbianos representan una nueva vía de trabajo en pro de una
agricultura más sostenible y eficiente claramente beneficiosa para la sociedad y los
productores agrícolas. Se trata de una tecnología limpia, alineada con principios de
la agricultura sustentable, y que pretende hacer frente al aumento abusivo de la
utilización de pesticidas y fertilizantes en estos últimos tiempos.
Durante los últimos años, desde Ideagro, hemos trabajando ampliamente con
bacterias, realizando aislamientos de diferentes cepas de microorganismos y
desarrollando nuevos formulados a base de microorganismos aislados del suelo
que poseen la capacidad de solubilizar fosforo y potasio presente en el suelo, así
como fijar nitrógeno ambiental.
Los microorganismos del suelo, son los componentes más importantes de este. Constituyen su parte viva y son
los responsables de la dinámica de transformación y desarrollo. En un solo gramo de tierra, encontramos
millones de microorganismos beneficiosos para los cultivos.
En desinfecciones severas, como las que se realizan en cultivos bajo plástico, anulamos muchos de estos
microorganismos, que estaban de forma natural en el suelo. En cierta medida, esta idea va paralela a la actual
medicina en el hombre; ¿es bueno tomar un medicamento que nos anule aquellos microorganismos
perjudiciales, pero… a la vez, elimine también aquellos que nos son beneficiosos?.
Estos microorganismos beneficiosos que se encuentran en el suelo, son bacterias, actinomicetos, hongos, algas
y protozoarios. Un suelo fértil es aquel que contiene una reserva adecuada de elementos nutritivos disponibles
para la planta, o una población microbiana que libere nutrientes que permitan un buen desarrollo vegetal.
Cuando se quema un bosque, observamos la importancia de todo lo que estamos diciendo, ya que muere
toda la plantación, pero muere también el suelo de esta, por lo que tardará mucho tiempo en recuperarse.
En la agricultura tradicional, se alternaban las líneas de cultivo en el suelo, o bien se dejaba descansar la
tierra durante un tiempo. Actualmente, en la agricultura intensiva, el suelo apenas está sin cultivo, y se planta
siempre en la misma línea de terreno, por lo degradamos el suelo rápidamente.
Por todas estas razones, se está empleado lo que se denomina “Biofertilización”, que consiste en aumentar el
número de microorganismos de un suelo, para de esta forma, acelerar todos los procesos microbianos,
aumentar la cantidad de nutrientes asimilables por la planta, etc..
Una biofertilización correcta, ayuda a una fertilización tradicional, reduciendo el uso de energía de la planta a
la hora de absorber los distintos nutrientes, disminuye la degradación del agroecosistema y reduce la pérdida
de nutrientes del suelo por lixividados, sobre todo de nitrógeno.
Pero estos microorganismos actúan a la vez como agentes de control biológico, con lo que reducimos
aquellos microorganismos indeseables en el suelo y favorecemos los organismos útiles para los cultivos, con
lo que aumentamos la producción de la planta.
Existen muchos hongos en el suelo que son beneficiosos para las plantas. Un hongo, está constituido por una
serie de filamentos más o menos anchos, que se les denomina hifas. Al conjunto de hifas del hongo, se le
denomina micelio.
La forma de reproducción de los distintos hongos se realiza mediante las esporas, que se producen en los
cuerpos fructíferos. La espora para un hongo, es algo similar a la semilla para una planta.
El ciclo de vida de los distintos hongos que producen enfermedades en las plantas, es muy diferente de unos a
otros. Todos comienzan con una espora que al germinar, produce una serie de hifas, que producirán una serie
de cuerpos fructíferos, generándose nuevas esporas.
En este artículo, nos centraremos en unos hongos que son beneficiosos para el suelo y para la planta, y que se
engloban dentro del Género Trichoderma.
2. HONGOS DEL GÉNERO TRICHODERMA.
El género Tricoderma está compuesto por hongos que se encuentran presentes en forma natural, en casi todos
los suelos y hábitats del planeta.
Es un Deutoromiceto perteneciente al grupo de los Hifomicetos, y se caracteriza porque se desarrolla
rápidamente y emite gran cantidad de esporas verdes.
Es un hongo que frecuentemente se encuentra sobre madera y tejidos vegetales en descomposición. Es un
organismo dominante en los suelos, debido a su naturaleza agresiva y su capacidad metabólica para competir
con la abundante microflora circundante.
Al introducir en el suelo algún producto con este hongo, las cepas de Trichoderma germinarán y desarrollarán
un micelio óptimo y necesario para actuar frente a los patógenos, que estén presentes en el suelo o que pudieran
llegar a aparecer.
Este hongo es fácil de aislar y reproducir, por lo que muchas empresas están apostando por su comercialización,
ya que al aplicarlo al suelo beneficia a la planta como veremos posteriormente, y no la perjudica, ya que no
puede penetrar en las raíces.
La forma más común que tiene el Trichoderma de parasitar a otros hongos, es el parasitismo directo.
Además, Trichoderma secreta enzimas (celulasas, glucanasas, lipasas, proteasas y quitinasas) que ayudan a
disolver la pared celular de las hifas del huésped, facilitando la inserción de estructuras especializadas y el
micelio de Trichoderma, absorbiendo los nutrientes del interior del hongo huésped. Al final el micelio del hongo
parasitado queda vacío y con perforaciones, provocadas por la inserción de las estructuras especializadas de
Trichoderma.
Así como ejemplo, podemos explicar el ciclo biológico de Tricoderma frente a Rhizoctonia, patógeno de raíces
de tomate, mediante micoparasitismo en un cultivo. Una vez que Trichoderma se ha enrollado alrededor de las
hifas del patógeno, libera una batería de enzimas hidrolíticas que degradan la pared celular del patógeno. Se
puede observar posteriormente, la erosión de la pared celular del patógeno y los hoyos por los cuales, ha
penetrado en el interior el hongo Trichoderma. Este proceso permite que Trichoderma penetre dentro del mismo,
degradando su contenido citoplasmático, utilizándolo parcialmente o totalmente como nutriente.
El parasitismo directo no es el único método que tiene Trichoderma para parasitar a otros hongos. También
produce antibióticos que le permiten inhibir el desarrollo de otros hongos o bacterias, que compiten por
nutrientes y espacio.
Cuando la cantidad de patógeno es muy grande, las hifas de Trichoderma lo rodean, emitiendo antibióticos que
paralizan el crecimiento sobre todo del mismo. Posteriormente lo mata por micoparasitismo como vimos
anteriormente.
Podemos mencionar incluso, que este hongo es capaz de detectar la pared celular del microorganismo
patógeno, y emitir un antibiótico específico para este.
Sin embargo, para lograr una competencia efectiva, es necesario que Trichoderma colonice el sustrato primero,
o al mismo tiempo que el patógeno. La competencia a nivel del sistema radicular se produce por las secreciones
de importantes cantidades de nutrientes de las raíces, en activo crecimiento para hongos del suelo.
Es decir, este hongo desarrolla lo que se denomina “nicho ecológico”; ocupa el sitio físico, y en el mismo se
alimenta, se reproduce, etc., en este mismo sitio, por lo que es muy difícil que otro hongo u otro organismo
patógeno, pueda colonizar la misma porción de suelo.
Esta forma de actuación es la que se aplica en semilleros, por lo que en la preparación del sustrato, previa al
tren de siembra, se aplica este hongo para conseguir el efecto anteriormente explicado.
Trichoderma es un hongo que crece relativamente rápido, con un micelio aéreo ligeramente algodonoso, que
desprende un ligero olor a coco. La reproducción se logra a través de abundante formación de conidias de color
verde opaca y ocasionalmente blancas.
También se deben considerar la formación de clamidosporas, que corresponde a hifas (células del hongo) cuyas
paredes son más gruesas de lo normal y pueden actuar como esporas. Las formulaciones comerciales de
Trichoderma normalmente están hechas a base de esporas y/o clamidosporas, dependiendo de la forma de
fabricación.
Pero este hongo tiene también una serie de efectos secundarios en el suelo. Emite vitaminas que absorbe la
raíz, con lo que la planta crece más rápido y emite también gran cantidad de enzimas, que hace que la raíz se
alimente mejor.
Este hongo se alimenta de nitrógeno, fósforo, potasio y microelementos, en caso de que no tenga ningún hongo
para alimentarse , y mejora también la estructura del suelo.
Estos efectos secundarios del hongo en suelo y raíces, se producen de forma simultánea con el ataque del
hongo al patógeno.
Con este hongo se solubilizan también mejor los abonos de la fertirrigación, así como los que se han aplicado
en abono de fondo.
4. INCONVENIENTES.
El problema que se ha encontrado hasta ahora es que no se ha descubierto ningún fijador, que sea capaz de
colocar el hongo Trichoderma en la parte aérea de la planta, por lo que se están desarrollando distintas líneas
de investigación en este sentido. Es decir, podemos controlar las enfermedades de cuello y raíz, pero no las
aéreas.
No obstante, a nivel de laboratorio, el hongo Trichoderma es capaz de anular gran cantidad de hongos
patógenos aéreos como Botrytis. De hecho, si colocamos en un cultivo de laboratorio Trichoderma antes que
Botrytis, este último hongo no es capaz de desarrollarse.
Este hongo no es sistémico, es decir, no entra en ningún momento dentro de la planta.
En caso de que la planta esté infectada por algún hongo patógeno, es aconsejable utilizar cualquier fungicida
químico, para bajar la población del hongo patógeno, y posteriormente utilizar Trichoderma.
Entre una plantación y otra, es aconsejable realizar otro tratamiento con el hongo Trichoderma.
5. APLICACIÓN EN EL SUELO.
La aplicación de este hongo al suelo, es un complemento a las desinfecciones tradicionales, que se suelen
realizar en los suelos en enarenados de los invernaderos.
Se puede realizar una desinfección suave, como es la solarización, y posteriormente aplicar el hongo por el
riego.
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No obstante, en muchas ocasiones cuando realizamos una desinfección
severa de un suelo, el producto desinfectante no llega a puertas del Curso Superior en
invernadero, caminos, etc., y el patógeno se refugia en estas zonas. Productor Hortícola en
Como hemos matado toda la vida del suelo, este se encuentra en Invernadero
estado virgen , por lo que el patógeno se desarrolla más rápido y con Desarrolla y aborda en
mayor virulencia, que antes de la desinfección. profundidad, y de forma
No podemos aplicar excesivos fungicidas químicos ya que matamos el racional, el proceso de
hongo Trichoderma. De todas formas hay que comentar que existen producción de los distintos
algunos que sólo matan un tanto por ciento de este hongo, cultivos hortícolas en
recuperándose posteriormente, si bien hay otros que si lo anulan invernadero, describiendo
totalmente. todos aquellos factores que
condicionan este
Podemos realizar una desinfección con productos químicos, pero a las agrosistema. Se tratan
dos semanas debemos aplicar microorganismos beneficiosos, para que diversos aspectos
estos compitan con los posibles patógenos. tecnológicos incluyendo
El producto lleva el microorganismo en estado latente; es lo que se temas dedicados al riego y
conoce como unidad formadora de colonias. Es por esto, que es fertilización, cultivos sin
conveniente que el suelo esté húmedo cuando se aplica el mismo, para suelo, control fitosanitario,
que se pueda emitir rápidamente el micelio. sistemas de climatización,
gestión de cultivos y un
Una gran ventaja de la aplicación de este hongo, es que al ser un análisis económico y
tratamiento biológico, no deja ningún residuo en el fruto. ambiental de los mismos...
Actualmente se puede aplicar este hongo por el riego, o de forma sólida Más información
con cierto contenido de materia orgánica.
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6. PRODUCTOS COMERCIALES CON TRICHODERMA.
Los productos comerciales con este hongo son un biopreparado que contiene microorganismos naturales del
suelo en estado latente, que intervienen en el ciclo de biodegradación de materiales orgánicos y minerales,
convirtiéndolos en nutrientes asimilables por las plantas.
Se recomienda almacenar este producto en frío a una temperatura comprendida entre 4 y 14 grados
centígrados. De todas formas si mantenemos el producto durante 2 o 3 días a temperatura ambiente, no se
alteran las propiedades del producto. A una temperatura comprendida dentro del intervalo anterior, se garantiza
una caducidad de un año, es decir, a partir del año algunas esporas empiezan a morir. A temperatura ambiente,
el producto se conserva bien durante 2 o 3 meses.
Algunos productos comerciales llevan más de una cepa de Trichoderma. Al tener varias cepas del hongo,
tenemos también un abanico grande de actuación del hongo frente a diversas enfermedades.
La apariencia de un suelo con este hongo, es que la planta está más desarrollada, las raíces están más
desarrolladas y con mayor número de pelos absorbentes.
Debemos destacar que los productos comerciales con este hongo no son enraizantes, aunque si mejoran la
actividad de las raíces y mejora las propiedades del suelo.
No solo existen hongos beneficiosos para los cultivos, sino que existen otros seres mucho más pequeños que
los anteriores, que también tienen grandes efectos positivos en la planta.
Algunas bacterias, han demostrado una gran capacidad en la fijación biológica de nitrógeno libre y no simbiótico.
Estas bacterias elaboran una serie de metabolitos como vitaminas, enzimas y otros compuestos beneficiosos
para la planta, que van a ser absorbidos por las raíces. Todos estos nutrientes estimulan el crecimiento y
desarrollo de las plantas. Con la aplicación de productos que llevan estas bacterias, se aumenta también la
porosidad y capacidad de retención del suelo.
La mayor actividad de estos microorganismos se realiza desde la superficie del suelo, hasta unos 20 centímetros
de profundidad. Sus colonias permanecen adheridas en las partículas del suelo y sobre las raíces de las plantas,
ya que así les aportan sustancias orgánicas, que son utilizadas como alimento.
Existen productos compuestos por estos microorganismos y que se caracterizan por su motilidad de los mismos,
ya que están provistos de flagelos, y presentan respuesta a factores quimiotácticos, permaneciendo durante un
largo periodo de tiempo, en la rizosfera de los cultivos.
Así por ejemplo la bacteria denominada Azospirillum, realiza la fijación biológica del nitrógeno, es decir
transforma el nitrógeno molecular del suelo o la atmósfera, en nitrato o amonio.
Esta bacteria también solubiliza mejor el fósforo del suelo, por lo que cuando desciende la temperatura y se
producen las típicas pigmentaciones violetas en las hojas de los cultivos, con esta bacteria, el fósforo está más
fácilmente asimilable por la planta.
Ha sido ampliamente demostrado que los microorganismos del suelo interactúan con las raíces de
las plantas y constituyentes del suelo en la interfase raíz-suelo. Este gran conjunto de interacciones
entre suelo, raíces y microorganismos da lugar al desarrollo de un ambiente dinámico conocido
como rizosfera, donde una variedad de formas microbianas pueden desarrollarse activamente y en
equilibrio.
El fósforo, después del nitrógeno, es el nutriente inorgánico más requerido por plantas y
microorganismos y además, en el suelo es el factor limitante del desarrollo vegetal a pesar de ser
abundante tanto en formas inorgánicas como orgánicas. Las plantas deben absorberlo del suelo,
donde se encuentra en muy baja concentración, normalmente en niveles que varían entre 5 y 30
mg kg-1. Estos índices bajos del nutriente se deben a que el fósforo soluble reacciona con iones
como el calcio, el hierro o el aluminio que provocan su precipitación o fijación, disminuyendo su
disponibilidad para los vegetales.
Los fosfatos inorgánicos aplicados como fertilizantes químicos también son inmovilizados en el suelo y
como consecuencia no son solubles para ser aprovechados por los cultivos. Por lo tanto se
considera, que la solubilización de distintas rocas fosfatadas y de otras fuentes de fósforo inorgánico
por los microorganismos del suelo es una alternativa fundamental para incrementar la cantidad de
nutrientes disponibles para las plantas.
Se han aislado de distintos suelos bacterias solubilizadoras de fosfato pertenecientes a los géneros
Pseudomonas, Bacillus, Rhizobium, Agrobacterium, Burkholderia, Achromobacter, Microccocus,
Aerobacter, Flavobacterium y Erwinia.
atmosférico.
Los microorganismos pueden además relacionarse entre sí, dando lugar, en muchos casos
a interacciones sinérgicas que favorecen el crecimiento de la planta. Un ejemplo de este sinergismo
lo constituye la interacción entre las micorrizas: simbiosis formada por ciertos hongos del suelo y la
raíz y los microorganismos solubilizadores de fósforo. Las micorrizas poseen estructuras típicas de
intercambio nutricional dentro de la raíz y una abundante red de micelio fuera de ésta, que le
permite a la raíz explorar de forma más extensa el suelo y aprovechar mejor los elementos de poca
movilidad como el fósforo.
Los inoculantes microbianos representan una nueva vía de trabajo en pro de una agricultura más
sostenible y eficiente claramente beneficiosa para la sociedad y los productores agrícolas. Se trata
de una tecnología limpia, alineada con principios de la agricultura sustentable, y que pretende
hacer frente al aumento abusivo de la utilización de pesticidas y fertilizantes en estos últimos
tiempos.
Durante los últimos años, desde IDEAGRO, hemos trabajando ampliamente con bacterias, realizando
aislamientos de diferentes cepas de microorganismos y desarrollando nuevos formulados a base de
microorganismos aislados del suelo que poseen la capacidad de solubilizar fosforo y potasio
presente en el suelo, así como fijar nitrógeno ambiental.
Igualmente, hemos desarrollado numerosos trabajos con bacterias de los géneros Pseudomonas,
Bacillus, Azotobacter y Azospirillum, evaluando la eficacia en diferentes suelos, climas y cultivos
consiguiendo resultados contundentes: incremento de disponibilidad de fosforo y potasio de
aproximadamente un +20/30%, consiguiendo de forma paralela un incremento en la disponibilidad
de Ca y Mg de un +8/10%, junto a una reducción de cloruros y boro.
El conjunto de aspectos y mejoras conseguidos se traduce en una planta/cultivo más sana, con
mayor aporte nutritivo consiguiendo además una mayor resistencia a enfermedades y mayores
rendimientos productivos. Actualmente estamos trabajando con nuevas cepas de rápida
implantación para colonizar los suelos con bacterias tras la desinfección para evitar la posible re-
infección con patógenos, así cómo desarrollando nuevos formulados y ensayos que nos permitan
seguir a la vanguardia en el uso de bacterias beneficiosas en agricultura.
Si deseas ampliar la información, ponte en contacto con nuestro Director Técnico, Pedro Palazón
mediante email, palazon[arroba]ideagro.es, o por telefono en el 968 118 086. ¡No dudes en
consultarnos al respecto! En IDEAGRO disponemos de un equipo multidisciplinar a tu entera
disposición.
El hombre viene utilizando microorganismos (aunque sin saberlo), desde hace unos
8.000 años, cuando comenzó la elaboración de la cerveza, el vino, el vinagre y
posteriormente el pan y diversos derivados lácteos. Hace 6.000 años los egipcios
utilizaban cataplasmas con pan enmohecido para curar heridas, también sin
saberlo, estaban aplicando en sus heridas antibióticos producidos por el moho.
Hasta hace poco tiempo, no se les daba la importancia que tienen en agricultura y
existía un gran escepticismo sobre su eficacia. Afortunadamente esto está
cambiando y cada vez son más los productores que utilizan este tipo de preparados
y están comprobando los resultados positivos de su aplicación como alternativa al
uso de otro tipo de fertilizantes.
En principio habría que distinguir dos tipos según su uso: como fitosanitarios o como
fertilizantes. Entre los primeros estarían, entre otros, Bacillus thuringiensis,
o Paecilomyces lilacinus.
En cuanto a los microorganismos utilizables como fertilizantes, existen multitud
de trabajos sobre bacterias y hongos aplicables para la mejora de los cultivos y cada
vez son más las publicaciones e investigaciones que se están haciendo sobre la
ventaja de su uso, como alternativa a los insumos agrícolas utilizados hasta ahora.
Además, quisiera destacar otra de las características de los microorganismos: su
gran variedad de tipos metabólicos, es decir, cepas diferentes de una misma
especie, pueden tener diversos usos y aplicaciones, aumentando así su potencial.
Como ya he comentado, cada vez son más los centros de investigación y grandes
compañías que dedican gran cantidad de recursos económicos y humanos a
la búsqueda de nuevos productos basados en microorganismos. Llama mucho
la atención que las grandes multinacionales del sector agrícola están focalizando su
atención en este tipo de preparados.
¿Nos puede aportar cifras sobre el volumen de negocio de estos productos?
No puedo dar cifras con rigor sobre el volumen de negocios de estos formulados.
Los datos de los que se disponen sobre ventas de OMDFs, no son válidos, ya que,
en este grupo de formulados, se incluyen productos de diversa naturaleza, por lo
que no se puede conocer con certeza la cantidad correspondiente a
microorganismos.
¿Bajo qué reglamentación se encuentran estos productos?
Hasta donde yo conozco, otros países de la UE, como Portugal, Francia, Italia o
Alemania, sí contemplan el uso de microorganismos como fertilizantes. Llama la
atención que España, país al que me atrevo a considerar como la huerta de Europa,
no disponga de una normativa que ampare este tipo de fertilizantes.
Cuando este fin de semana nos tomemos una refrescante cerveza, o un buen vino
acompañados de una tapa de queso y pan, acordémonos que no lo podríamos
hacer si no fuera por estos microscópicos seres.
En este sentido, uno de los principales ejemplos es la utilización de la bacterias Rhizobium (o rizobios)
en cultivos de leguminosas, una técnica muy poco desarrollada en España, pero que en países de
Latinoamérica tiene ya un peso importante, según los expertos. Los rizobios se encuentran en los
suelos y se encargan de "fijar el nitrógeno atmosférico del aire para ponerlo a disposición de las plantas,
ya que se trata de uno de sus principales nutrientes, "señala la experta.
"Estamos investigando cómo funcionan este tipo de microorganismos con plantas no leguminosas, ya
que hasta ahora este campo no estaba muy estudiado, puesto que el hospedador natural de estos
microorganismos son las leguminosas", apunta Paula García Fraile, "ahora analizamos cómo favorecen a
otro tipo de plantas, como las hortícolas, que pueden tener más valor añadido", en concreto, uno de los
proyectos se centra en el tomate y el pimiento.
Estas jornadas contarán, precisamente, con los investigadores de la Universiadd de Salamanca, así como
con ponentes del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (Irnasa), perteneciente al
Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y empresas biotecnológicas que intentan aplicar los
nuevos conocimientos que generan estos estudios.