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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior

Instituto Universitario Politécnico Santiago Mariño

Estado: Zulia

Higiene y Seguridad Industrial

Integrante:

Zulenny Montiel

C.I: 23515043
Evolución de la Higiene Y Seguridad Industrial A Nivel Mundial.

Hasta no hace mucho tiempo, el accidente de trabajo y la enfermedad


profesional habían sido consideradas como los fatales acompañantes del
trabajo cotidiano de los hombres. En nuestros días, ya tal concepto no tiene
vigencia; a esto ha sido posible llegar en vista del progreso humano al lograr,
cada vez más, mejores condiciones de trabajo.

La evolución de la seguridad industrial ha estado en concordancia con los


progresos de la humanidad de todos los campos. Si seguimos la evolución del
hombre a través de la historia, nos daremos cuenta, de que, en el antiguo
Egipto, los trabajadores eran considerados como una simple "cosa", y es fácil
imaginar en deficiente estado sanitario imperante en la vida laboral de aquel
país. Se han encontrado esqueletos humanos fosilizados en galerías de minas
egipcias, los cuales hacen suponer que esas personas murieron por
accidentes.

Las civilizaciones posteriores, como la grecorromana, comenzaron a


preocuparse de los problemas creados por el trabajo; Platón, por ejemplo, trato
de ciertas deformaciones del esqueleto, características de determinadas
profesiones: otros sabios, tales como Plinio el viejo, Hipócrates y Galeno se
ocuparon de la enfermedad producida por el plomo denominado Saturdismo.

En los siglos XV y XVI, aparecen ya obras completas dedicadas a la higiene del


trabajo: entre los autores aparecen parasemo, el cual trato de las
enfermedades que aquejaban a los mineros de la región, conocida como El
Tiro, entre Suiza, Austria e Italia.

En el siglo XVIII, aparece el verdadero creador de la medicina del trabajo, el


Italiano Bernardo Ramazzini, quien por primera vez incluye el despistaje de las
enfermedades que aquejaban a las personas, así como también la
investigación sobre su profesión. Desde que conoció las causas de muchas
enfermedades, su lema fue: "MAS VALE PREVENIR QUE LAMENTAR".

Según: Carlos Alberto Mesa.

Antes del siglo XVII no existían estructuras industriales y las principales


actividades laborales se centraban en labores artesanales, agricultura, cría de
animales, etc., se producían accidentes fatales y un sinnúmero de mutilaciones
y enfermedades, alcanzando niveles desproporcionados y asombrosos para la
época los cuales eran atribuidos al designio de la providencia.

Estos trabajadores hacían de su instinto de conservación una plataforma de


defensa ante la lesión corporal, lógicamente, eran esfuerzos personales de
carácter defensivo y no preventivo. Así nació la seguridad industrial, reflejada
en un simple esfuerzo individual más que en un sistema organizado.

Con la llegada de la llamada “Era de la Máquina” se comenzó a ver la


necesidad de organizar la seguridad industrial en los centros laborales.

La primera Revolución Industrial tuvo lugar en Reino Unido a finales del siglo
XVII y principio del siglo XVIII, los británicos tuvieron grandes progreso en lo
que respecta a sus industrias manuales, especialmente en el área textil; la
aparición y uso de la fuerza del vapor de agua y la mecanización de la industria
ocasionó un aumento de la mano de obra en las hiladoras y los telares
mecánicos lo que produjo un incremento considerable de accidentes y
enfermedades.

Los datos recopilados nos presentan fábricas en las que se puede apreciar que
las dos tercera parte de la fuerza laboral eran mujeres y niños con jornadas de
trabajo de 12 y 14 horas diarias y seria deficiencia de iluminación, ventilación y
sanitaria. En esa época las máquinas operaban sin ningún tipo de protección y
las muertes y mutilaciones ocurrían con frecuencia. En el año 1871 el 50% de
los trabajadores moría antes de cumplir los 20 años de edad debido a las
pésimas condiciones de trabajo.

En 1833 se realizaron las primeras inspecciones gubernamentales y fue en el


año 1850 cuando se verificaron mejoras como resultado de las
recomendaciones formuladas. La legislación acortó la jornada de trabajo,
estableció un mínimo de edad para los niños y trabajadores e hizo algunas
mejoras en las condiciones de seguridad.

La demora en legislar sobre la protección y concienciación de los trabajadores


fue muy prolongada pues el valor humano no tenía sentido frente al lucro
indiscriminado de los patronos, quienes desconocían las grandes pérdidas
económicas, sociales y de clientes que esto suponía para sus industrias.

En el siglo XIX, en los Estados Unidos de América las fabricas se encontraban


en rápida y significativa expansión, al mismo tiempo se incrementaban los
accidentes laborales. En 1867, comienzan a prestar servicio en Massachusetts
los inspectores industriales o fabriles. En 1877 se promulga la primera Ley que
obliga resguardar toda maquinaria peligrosa. Más tarde, se realizan esfuerzos
para establecer responsabilidades económicas al respecto.

En 1883 se pone la primera piedra de la seguridad industrial moderna cuando


en París se establece una firma que asesora a los industriales. Pero es en este
siglo que el tema de la seguridad en el trabajo alcanza su máxima expresión al
crearse la Asociación Internacional de Protección de los Trabajadores. En la
actualidad la OIT, Oficina Internacional del Trabajo, constituye el organismo
rector y guardián de los principios e inquietudes referente a la seguridad del
trabajador.

Según: Ing. Bruce

Desde los albores de la historia, el hombre ha hecho de su instinto de


conservación, una plataforma de defensa ante la lesión corporal; tal esfuerzo
fue probable en un principio de carácter personal, instintivo-defensivo. Así
nació la seguridad industrial, reflejada en un simple esfuerzo individual más que
en un sistema organizado.

Ya en el año 400 A.C., Hipócrates recomendaba a los mineros el uso de baños


higiénicos a fin de evitar la saturación del plomo. También Platón y Aristóteles
estudiaron ciertas deformaciones físicas producidas por ciertas actividades
ocupacionales, planteando la necesidad de su prevención. Con la Revolución
Francesa se establecen corporaciones de seguridad destinadas a resguardar a
los artesanos, base económica de la época.

La revolución industrial marca el inicio de la seguridad industrial como


consecuencia de la aparición de la fuerza del vapor y la mecanización de la
industria, lo que produjo el incremento de accidentes y enfermedades
laborales. No obstante, el nacimiento de la fuerza industrial y el de la seguridad
industrial no fueron simultáneos, debido a la degradación y a las condiciones
de trabajo y de vida detestables. Es decir, en 1871 el cincuenta por ciento de
los trabajadores moría antes de los veinte años, debido a los accidentes y las
pésimas condiciones de trabajo.

En 1833 se realizaron las primeras inspecciones gubernamentales; pero hasta


1850 se verificaron ciertas mejoras como resultado de las recomendaciones
hechas entonces. La legislación acortó la jornada, estableció un mínimo de
edad para los niños trabajadores e hizo algunas mejoras en las condiciones de
seguridad. Aunque se tardó en legislar éstas mejoras ya que los legisladores
no le daban el valor que se merecía a las vidas humanas.

No obstante, los legisladores tardaron demasiado en legislar sobre el bien


común del trabajador, pues los conceptos sobre el valor humano y la
capitalización del esfuerzo laboral no tenían sentido frente al lucro
indiscriminado de los empresarios. Sin embargo, suma a su haber el
desconocimiento de las pérdidas económicas que esto les suponía; y por otro
lado el desconocimiento de ciertas técnicas y adelantos que estaban en
desarrollo, con las cuales se habría evitado muchos accidentes y
enfermedades laborales.

Antecedentes importantes:

400 A.C. Hipócrates, conocido como el padre de la medicina, realizo las


primeras observaciones sobre enfermedades laborales.
Aproximadamente 500 años más tarde Plinio “El Viejo”, un médico romano.
Hizo referencia a los peligros inherentes en el manejo del zinc y del azufre y
propuso lo que pueden haber sido el primer equipo de protección respiratoria,
fabricado con vejigas de animales, que se colocaban sobre la boca y nariz para
impedir la inhalación de polvos.

Fue en 1473 cuando Ulrich Ellembog escribió su libro sobre las enfermedades
relacionadas con el ambiente de trabajo y como prevenirlos, he hizo renacer el
interés de esta área.

En 1556 fue publicado el libro más completo en la descripción de los riesgos


asociados con las actividades de minería, su autor “Georgious Agrícola“, en el
que se hacen sugerencias para mejorar la ventilación en las minas y fabricar
máscaras, que protejan efectivamente a los mineros; se discuten ampliamente
los accidentes en las minas y sus causas; describe los defectos del “pie de
trinchera “; el cual es una enfermedad debida a la exposición de los pies por
largo tiempo a la humedad a las minas; también trata de silicosis; enfermedad
producida en los pulmones y causada por la inhalación de polvos de silicio o
cuarzo.

Durante ese siglo el doctor Paracelso, observo durante cinco años a los
trabajadores de una planta de fundición y publicó sus observaciones, este libro
reforzó el interés en el estudio sobre la toxicidad del mercurio y otros metales.

Fue hasta el siglo XVII cuando Bernardino Ramazzini inició la práctica de lo


que actualmente se conoce como medicina del trabajo, al escribir de manera
sistemática y ordenada las enfermedades relacionadas con los diferentes
oficios que se desarrollaban en aquella época.

Ramazzini siempre pugnó porque el ejercicio de la medicina del trabajo se


llevara a cabo en los lugares de trabajo y no en el consultorio médico.

Más tarde con el inicio de la revolución industrial en Europa, los procesos y


ambientes de trabajo se transformaron radicalmente, la principal característica
de este periodo fue el inicio del uso de máquinas con el objetivo de aumentar la
velocidad con que se desarrollaba el trabajo y mediante este método,
incrementar también la productividad y las ganancias.

Desde luego estos cambios repercutieron en la salud y bienestar de los


trabajadores, en la mayoría de los casos de manera negativa; los accidentes de
trabajo incrementaron su incidencia y aparecieron enfermedades profesionales
hasta entonces desconocidas creadas por los nuevos agentes agresores
utilizados durante los procesos de trabajos.

A partir de esos años y a causa de las causas múltiples propuestas y revueltas


de los obreros contra semejantes condiciones de trabajo, se fue formando una
conciencia internacional referente a la conveniencia de cuidar la salud de los
trabajadores por dos motivos fundamentales, el primero consiste en el derecho
de todo ser humano tiene de trabajar y vivir en el mejor nivel posible; y en
segundo lugar por factores económicos ya que es aceptable que la
productividad está estrechamente ligada a la salud de los trabajadores.

Las malas condiciones que fueron encontradas, dieron como resultado que en
1833 se promulgara la “Ley sobre las fábricas” esta era la primera vez que un
gobierno mostraba un real interés por la salud y seguridad de los trabajadores.

La OIT fue creada en 1919, como parte del Tratado de Versalles que terminó
con la Primera Guerra Mundial, y reflejó la convicción de que la justicia social
es esencial para alcanzar una paz universal y permanente.

Su Constitución fue elaborada entre enero y abril de 1919 por una Comisión del
Trabajo establecida por la Conferencia de Paz, que se reunió por primera vez
en París y luego en Versalles. La Comisión, presidida por Samuel Gompers,
presidente de la Federación Estadounidense del Trabajo (AFL), estaba
compuesta por representantes de nueve países: Bélgica, Cuba,
Checoslovaquia, Francia, Italia, Japón, Polonia, Reino Unido y Estados Unidos.
El resultado fue una organización tripartita, la única en su género con
representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores en sus órganos
ejecutivos.

La Constitución contenía ideas ya experimentadas en la Asociación


Internacional para la Protección Internacional de los Trabajadores, fundada en
Basilea en 1901. Las acciones en favor de una organización internacional que
enfrentara temas laborales se iniciaron en el siglo XIX, y fueron lideradas por
dos empresarios, Robert Owen (1771-1853) de Gales y Daniel Legrand (1783-
1859) de Francia.

La fuerza que impulsó la creación de la OIT fue provocada por


consideraciones sobre seguridad, humanitarias, políticas y económicas. Al
sintetizarlas, el Preámbulo de la Constitución de la OIT dice que las Altas
Partes Contratantes estaban “movidas por sentimientos de justicia y humanidad
así como por el deseo de asegurar la paz permanente en el mundo...”

Había un verdadero reconocimiento a la importancia de la justicia social para el


logro de la paz, en contraste con un pasado de explotación de los trabajadores
en los países industrializados de ese momento. Había también una
comprensión cada vez mayor de la interdependencia económica del mundo y
de la necesidad de cooperación para obtener igualdad en las condiciones de
trabajo en los países que competían por mercados. El Preámbulo, al reflejar
estas ideas establecía: Considerando que la paz universal y permanente sólo
puede basarse en la justicia social; Considerando que existen condiciones de
trabajo que entrañan tal grado de injusticia, miseria y privaciones para gran
número de seres humanos, que el descontento causado constituye una
amenaza para la paz y armonía universales; y considerando que es urgente
mejorar dichas condiciones; Considerando que si cualquier nación no adoptare
un régimen de trabajo realmente humano, esta omisión constituiría un
obstáculo a los esfuerzos de otras naciones que deseen mejorar la suerte de
los trabajadores en sus propios países; Las áreas que podrían ser mejoradas
enumeradas en el Preámbulo continúan vigentes, por ejemplo: Reglamentación
de las horas de trabajo, incluyendo la duración máxima de la jornada de trabajo
y la semana; Reglamentación de la contratación de mano de obra, la
prevención del desempleo y el suministro de un salario digno; Protección del
trabajador contra enfermedades o accidentes como consecuencia de su
trabajo; Protección de niños, jóvenes y mujeres. Pensión de vejez e invalidez,
protección de los intereses de los trabajadores ocupados en el extranjero;
Reconocimiento del principio de igualdad de retribución en igualdad de
condiciones; Reconocimiento del principio de libertad sindical; Organización de
la enseñanza profesional y técnica, y otras medidas similares.

En 1970 se publica en E.U.A. “La ley de seguridad e Higiene Ocupacional


“cuyo objetivo es asegurar en lo máximo posible que todo hombre y mujer que
en esta nación trabaje en lugares seguros y saludables, lo cual permitirá
preservar nuestros cuerpos. Esta ley es posiblemente el documento más
importante que se ha emitido a favor de la seguridad y la higiene, ya que cubre
con sus reglamentos, requerimientos con casi todas las ramas industriales, los
cuales han sido tomados por muchos otros países

Según: Olgabastos

La seguridad industrial se define como un conjunto de normas y procedimientos


para crear un ambiente seguro de trabajo, a fin de evitar pérdidas personales
y/o materiales.

Otros autores la definen como el proceso mediante el cual el hombre, tiene


como fundamento su conciencia de seguridad, minimiza las posibilidades de
daño de sí mismo, de los demás y de los bienes de la empresa. Otros
consideran que la seguridad es la confianza de realizar un trabajo determinado
sin llegar al descuido. Por tanto, la empresa debe brindar un ambiente de
trabajo seguro y saludable para todos los trabajadores y al mismo tiempo
estimular la prevención de accidentes fuera del área de trabajo. Si las causas
de los accidentes industriales pueden ser controladas, la repetición de éstos
será reducida. La seguridad industrial se ha definido como el conjunto de
normas y principios encaminados a prevenir la integridad física del trabajo, así
como el buen uso y cuidado de las maquinarias, equipos y herramientas de la
empresa.
La palabra seguro en términos de la seguridad industrial, significa que el
trabajador se encuentra libre y exento de todo daño o riesgo. También la
palabra seguro se refiere al contrato por el cual una persona, natural o jurídica,
se obliga a compensar pérdidas o daños que ocurran en las situaciones que
conlleven riesgos.

La seguridad industrial es una actividad Técnico Administrativa, encaminada a


prevenir la ocurrencia de accidente, cuyo resultado final es el daño que a su
vez se traduce en pérdidas. Esta actividad es consecuencia de la etapa
histórica, conocida con el nombre de Revolución Industrial, la cual se inicia en
1776, a raíz de haber inventado el Ingeniero Inglés James Watt, la máquina de
vapor. No es que antes de este invento no existieran medios de producción, ya
funcionaban motores hidráulicos y molinos de vientos, pero la escasez de estos
medios de producción, su baja velocidad y escasa potencia, hacían irrelevante
la ocurrencia de accidentes, que a su vez proporcionaran graves lesiones. Los
prototipos de máquinas de vapor, no eran ni sombra de lo que hoy existe,
carecían de manómetros, controles de temperatura, niveles de flujos,
termostatos y sobre todo, la importante e indispensable válvula de seguridad, a
través de la cual se libera presión del interior de la caldera, para evitar el
estallido de la misma. Por tanto, los accidentes comenzaron a multiplicarse,
además de los daños y las pérdidas.

Las primeras medidas en cuanto a seguridad se refiere, comenzaron a


tomarse en Inglaterra, al nombrarse inspectores, los cuales visitaban a las
empresas y recomendaban la colocación de protectores de los llamados puntos
críticos de las máquinas, lugares en los que podían ser afectados los obreros,
al ser atrofiados a manos, brazos y piernas. Estas recomendaciones no surtían
los efectos apetecidos, por carecer de sanciones para aquellos patronos que
no la pusieran en práctica y como no existían precedentes al respecto, desde el
punto de vista de justicia social, eran los obreros los que soportaban la peor
parte.

Para el año 1868, durante el gobierno de Bismark, a casi un siglo de iniciarse


la Revolución Industrial, se emite en Alemania la Ley de Compensación al
Trabajador, dicha ley establecía, que todo trabajador que sufriera una lesión
incapacitante, como consecuencia de un accidente industrial, debía ser
compensado económicamente por su patrón. Dicha ley se fue adoptando
rápidamente en los países industrializados de Europa y en los Estados Unidos.

Debido a los fuertes desembolsos que tenían que hacer los propietarios de
empresas, dispusieron que los accidentes que produjeran lesiones
incapacitantes fueran investigados, con la finalidad de descubrir los motivos
que los provocaban y hacer las correcciones de lugar, para que en el futuro por
una causa similar, no ocurrieran hechos parecidos.
Las investigaciones de accidentes, las inspecciones a los planteles industriales,
la creación de normas de diseño, maquinarias y equipos, el cumplimiento de
reglamentos en las empresas y el uso incipiente de equipos protectores
produjeron un descenso en las curvas de las estadísticas de accidentes en el
ámbito mundial, aunque no había uniformidad de aplicación de términos
generales.

Siglo XX
A la par de todos los avances técnicos que hicieron posible el paso al siglo XX
con la masificación de las fuentes de energía eléctrica o termodinámica en los
hogares y la industria, respectivamente; las teorías y concepciones sobre la
administración del trabajo también pusieron su cuota en el proceso de
formalización de la seguridad que culminó en la institucionalización de la
seguridad industrial.
En 1918 empieza a funcionar la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Otro suceso importante fue el tratado de Versalles que en su fracción XII
estableció principios que luego tomaría la OIT, de modo que en 1921 se crea
su Servicio y Prevención de Accidentes. En 1918 también aparece la Escuela
Americana con Heinrich, Simonds, Grimaldi y Birds; que proponía un enfoque
analítico y preventivo de los accidentes.

Para 1960, la seguridad industrial es ya una ciencia y una profesión, cuyos


aportes a la industria y el trabajo, son valorados en tanto que se eliminan o
minimizan los riesgos ocupacionales, permitiendo reducir los costos
económicos que afectan la producción.

En la actualidad, la seguridad industrial viene generando gran interés de parte


de los empresarios, los trabajadores y los políticos. En particular, los gobiernos
han invertido dinero en la difusión de normas de seguridad y en la inspección
periódica de empresas, fábricas e industrias a través de diversos organismos
de control.

La Evolución de la Seguridad Industrial en Venezuela

En Venezuela, la seguridad industrial tiene nacimiento con la promulgación de


la ley de minas en 1909, en el cual se recogen los primeros aspectos
legislativos sobre esta importante materia. En 1928, fue promulgada la primera
ley del trabajo; pero la verdadera legislación venezolana en materia de
prevención de accidentes no se creó sino hasta 1936, con la promulgación de
una nueva ley de trabajo y su reglamento. Luego se creó otro organismo: El
seguro social obligatorio, en octubre de 1944, con el cual la protección del
trabajador asegurado queda cubierta en los aspectos de enfermedad,
maternidad y accidentes de trabajo, así como también de enfermedades
profesionales.

Importancia de la Higiene y Seguridad Industrial en las Organizaciones

Dentro de la empresa, la seguridad e higiene se encarga de proteger la salud


de los trabajadores, de manera tal que se puedan prevenir los accidentes y
enfermedades relacionadas a la actividad laboral. De este modo, mediante sus
normativas específicas se busca optimizar el trabajo del personal y a su vez
reducir los riesgos en el ambiente laboral.
La seguridad e higiene a partir de sus normativas intentan modificar el
ambiente de trabajo de modo tal que se puede prevenir el surgimiento de
enfermedades laborales; la aplicación de estas normas supone muchas veces
adaptar ciertas conductas o modificar algún procedimiento de trabajo.
Las empresas deben cumplir con las reglas propias de la seguridad e higiene
que están relacionadas con ciertos aspectos edilicios como la ventilación, la
humedad, la temperatura, los ruidos y demás. Al cumplir todas estas reglas, la
empresa le garantiza a su personal un entorno de trabajo más salubre sin
contaminantes químicos, físicos o biológicos.
Como podemos ver, en una empresa existen diferentes riesgos laborales, por
eso para proteger al personal, es importante implementar las reglas de
seguridad e higiene en el ambiente de trabajo. Dichos riesgos pueden estar
relacionados con la seguridad, los agentes físicos, los agentes biológicos, los
contaminantes de origen químico y la ergonomía. Por lo tanto, los profesionales
encargados de la seguridad e higiene de la empresa deben considerar todos
estos riesgos e implementar las modificaciones pertinentes.
En la actualidad, la tecnología y las nuevas maquinarias, se convierten en
nuevos factores de riesgo para los trabajadores, por eso es importante que los
profesionales dedicados a la seguridad e higiene cuenten con una formación y
capacitación permanente para implementar nuevas medidas de seguridad que
se adapten a las circunstancias actuales de la empresa.
En suma, la seguridad e higiene dentro de una empresa es importante porque
mediante la corrección de problemas, la detección de fallas y la evaluación de
riesgos, podemos llegar a prevenir un número importante de accidentes y
enfermedades dentro del ámbito laboral.

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