Retirar la escalera
LA ESTRATEGIA DEL DESARROLLO
EN PERSPECTIVA HISTÓRICA
I n s t it u t o
U n iv e r s it a r io uC m
VNtVKJUSIIMD
d e D e s a r r o llo cnurum ssr
y C o o p e r a c ió n WUMV
C ATAR A TA
Ha-Joon Chang
Retirar la escalera
LA ESTRATEGIA DEL DESARROLLO
EN PERSPECTIVA HISTÓRICA
CATARATA
C opyrighted material
DISEÑO COLECCIÓN: JOAQUÍN GALLEGO
RETIRAR LA ESCALERA.
LA ESTRATEGIA DEL DESARROLLO EN PERSPECTIVA HISTÓRICA
ISBN: 84-8319-199-7
DEPÓSITO LEG AL M-42 368-2004
C opyrighted material
ÍNDICE
C opyrighted material
2.2.7 japón y los Nuevos Países Industrializados
de Asia Oriental 92
2.3. La estrategia de adelantamiento del líder y las
respuestas de los países que intentan alcanzarlo:
Inglaterra y sus seguidores 99
2.3.1. Las colonias 99
2.3.2. Los países semidependientes 101
2.3.3. Las naciones competidoras io 3
2.4. Políticas para el desarrollo industrial: algunos mitos
históricos y algunas lecciones 109
2.4.1. Algunos mitos históricos y algunos hechos sobre las
políticas puestas en práctica en épocas anteriores 109
2.4.2. "No sólo mediante aranceles”: diversos modelos
de promoción de la industria naciente 116
2.4.3. Comparación con los actuales países en desarrollo 118
C opyrighted material
CAPÍTULO 4. LECCIONES PARA EL PRESENTE 210
4.1. Introducción 210
4 .2 . Una reconsideración de las políticas económicas
para el desarrollo 211
4 .3 . Una reconsideración del desarrollo institucional 216
4.4. Posibles objeciones 223
4.5. Comentarios finales 228
BIBLIOGRAFÍA 235
C opyrighted material
PRÓLOGO A LA EDICIÓN ESPAÑOLA
C opyrighted material
PRÓLOGO A LA EDICIÓN ESPAÑOLA
HA-JOON CHANC
Junio de 3004.
i3
C opyrighted material
INTRODUCCIÓN
C opyrighted materia!
ANDREW MOLD
Copyrighted material
INTRODUCCIÓN
siglo XIX hacia el libre comercio coincidió con el fin del liderazgo
británico mundial en la producción de manufacturas). Teniendo en
mente que en esa época se carecía de otros instrumentos políticos
para promover la industria naciente, Chang argumenta que "la pro
tección arancelaria era una herramienta política mucho más
importante en el siglo XIX que en nuestra época" (pág. 55). Sin
embargo, mediante presiones bilaterales y las actuaciones de la
Organización Mundial del Comercio (OMC), la protección arance
laria es una herramienta que los países industrializados niegan
rotundamente a los actuales países en desarrollo.
Chang considera asimismo de manera global el diseño insti
tucional y la insistencia de las IFI en el "buen gobierno” . Para sus
críticos, difícilmente puede considerarse que las IFI sean las insti
tuciones más cualificadas para dar lecciones a los países en desa
rrollo sobre la gestión del gobierno. Sus propios historiales dejan
mucho que desear en cuanto a transparencia y toma de decisiones
democráticas, siendo un ejemplo de esto las famosas "Cartas de
intenciones” del FMI, cuyos contenidos no se divulgan al público
pero obligan a gobiernos elegidos democráticamente a llevar a cabo
toda una serie de reformas y a tomar medidas sin ningún tipo de
consulta.2 Además, la idea de la importancia del "buen gobierno”
siempre ha sido un poco coja (¿quién habría de querer un "mal”
gobierno?). La palabra "bueno” es, en cualquier caso, una palabra
cargada de connotaciones y tiende a definirse en términos de con
cepciones hegemónicas de lo que se considera "bueno” . Esto es lo
que ocurre, ciertamente, con respecto al diseño institucional, y
Chang demuestra de manera convincente que, para toda una gama
de instituciones (por ejemplo las de protección social, leyes de
patentes, bancos centrales, leyes de quiebra, regulación del merca
do de valores y, especialmente, sistemas políticos democráticos),
los niveles de los países industrializados dejaron mucho que desear
en el transcurso de su propio proceso de desarrollo: muchas de esas
leyes eran o bien inexistentes o bien ineficaces, y la calidad de las
instituciones burocráticas solía ser bastante cuestionable.
Tal como señala Chang, "muchas de las instituciones que actual
mente se consideran necesarias para el desarrollo económico fue
ron, en gran medida, el resultado, más que la causa, del desarrollo
C opyrighted material
IN TR O D U C C IÓ N
30
IN TR O D U C C IÓ N
2¡1
ANDREW MOLD
C opyrighted material
INTRODUCCIÓN
«3
ANOREW MOLD
*4
IN TR O D U C C IÓ N
25
ANDREW MOLO
C opyrighted materia!
IN TR O D U C C IÓ N
27
ANDREW MOLO
ANDREWMOLD
Comisión Económica de las Naciones
Unidas para Africa, Addis Abeba
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
CHANO, Ha-Joon (ed.), y STIGLITZ, Joseph (2001): The Rebel Within: Joseph Stiglitz and
the World Bank, Londres, Anthem Press.
(!iiang, Ha-Joon (ed.) (2oo3a):RethinkingDevelopment Economics, Londres, Anthem Press.
CHANG, Ha-Joon (2oo3b): Globalisation, Economic Development and the Role of the
State, Londres, Zed Books.
G iia n g , Ha-Joon y G r a b e l , llene ( 2 0 0 4 ,) : Reclaiming Development» An Altemative
Economic Policy Manual, Londres, Zed Books.
EASTERLY, William (2002): "Growth in Ethiopia: Retrospect and Prospect” , Genter for
Global Development Institute for International Economics, abril.
PONDO M o n e t a r io I n t e r n a c i o n a l (2000): "World Economic Outlook - Asset Prices
fnoUTZ, Joseph (2002): Globalisation and its Discontents, Nueva York, W. W. Norton &
Gompany.
h (DDi E. (2002); Aprés l ’empire - Essai sur la décomposition du systéme américain, París,
Gallimard.
Ni )TAS
1 Vfiime por ejemplo, además de esta obra, Chang (2001), Chang (2003a), Chang
(vjoo3b) y Chang (2004).
| Invidentemente, la propia manera en que están constituidas las IFI difícilmen-
lo cuna con los principios democráticos. El jefe de la secretaría del grupo de los
29
ANDREYY MOLO
C opyrighted material
INTRODUCCIÓN
3i
CAPITULO I
. .. IN TRO D U CCIÓ N
33
HA-JOON CHANG
34
RETIRAR LA ESCALERA
35
C op yrigh ted m aterial
HA-JOON CHANG
36
RETIRAR LA ESCALERA
37
HA-JOON CHANG
38
RETIRAR LA ESCALERA
C opyrighted
HA-JOON CHANG
4.0
RETIRAR LA ESCALERA
41
I
HA-JOON CHANG
42
RETIRAR LA ESCALERA
i . 3 . LOS CAPÍTULOS
43
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
44
RETIRAR LA ESCALERA
45
HA-JOON CHANG
1.4 . U N A "A D V E R T E N C IA S A N IT A R IA ”
46
RETIRAR LA ESCALERA
NOTAS
47
C opyrighted materia!
HA-JOON CHANG
14. La Ley de Wagner sostiene que hay una tendencia natural según la cual el tam a
ño relativo del gobierno crece con el desarrollo de la sociedad humana.
15. Véase Balabkins, 1988, capítulo 6; Tribe, 1995; Hodgson, 2001.
16. Marhsall: Principies of Economics [Principios de la Economía], 8a edición, p.
768; citado en Hutchison, 1988, p. 529.
17. Balabkins, 1988, capítulo 6; Hodgson, 20 0 1; Dorfman, 1955. Balabkins (1988,
p. 95) cita una investigación realizada en 1906 que demuestra que la mitad de
los estadounidenses que estudiaron ciencias sociales en Europa estudiaron en
Alemania.
18. Balabkins, 1988, p. 95; Conkin, 1980, p. 3n .
19. Balabkins, 1988, p. 95; C ochrany Millar, 194,3, p. 260; Conkin, 1980, p. 3ii;
Garratyy Carnes, 2000, p. 562.
20. Véase una selección de las primeras obras clave en este terreno en Agarwala y
Singh (1958).
21. Véase la explicación de estas teorías en Lewis, 1955; Rostov, 1960; Kuznets,
1965, id., 1973.
22- Gerschenkron, 1963; Hirschman, 1958; Kindleberger, 1958.
23. Véase, por ejemplo: Supple, 1963? Falkus, 1968.
24. F e iy Ranis, 1969.
25. Tales como Senghaas, 1985; Bairoch, 1993; Weiss y Hobson, 1995; Amsden,
20 0 1. Sin embargo, los tres prim eros estudios reseñados no son tan abarcado-
res como esta obra. Bairoch, aunque cubre una amplia gama de países, se cen
tra principalmente en la política comercial. Senghass considera una gama
incluso más amplia de países, pero sus observaciones sobre ellos, exceptuan
do los países escandinavos, son más bien sucintas. Weiss y Hobson cubren una
amplia gama de políticas —industrial, comercial y fiscal—, pero cubren una
gama de países relativamente limitada: el Reino Unido, Francia, Prusia, Japón,
Rusia y Estados Unidos. El estudio de Amsden contiene muchas referencias
puntuales a las experiencias históricas de los países desarrollados, pero se
centra principalmente en la experiencia histórica de los países en desarrollo.
26. Por ejemplo, pocas personas discutirán el hecho de que alcanzar una estabili
dad macroeconómica mediante políticas presupuestarias y monetarias apropia
das es un prerrequisito para el desarrollo, aunque no estoy de acuerdo con
definir la estabilidad macroeconómica en un sentido estrecho, limitado a la
obtención de unas tasas muy bajas de inflación (digamos, de menos del 5 por
ciento), como hace la actual ortodoxia (véase también Stiglitz, 2001a, pp. 23-5).
48
i A CH U LO 2
■i. INTRODUCCIÓN
49
HA-JOON CHANG
5°
RETIRAR LA ESCALERA
que siguió, los países tuvieron, una vez más, que empezar a erigir
barreras comerciales. En 1989, Estados Unidos abandonó el libre
comercio y empezó a aplicar el infame arancel Smoot-Hawley.
Según De Clercq, este arancel "tuvo efectos desastrosos sobre el
comercio internacional y, tiempo después [...], en el crecimiento
económico y en el empleo de Estados Unidos. Actualmente algunos
economistas creen incluso que la Gran Depresión estuvo causada
principalmente por estos aranceles"3. Hasta Alemania y Japón
levantaron altas barreras comerciales, y empezaron también a crear
poderosos cárteles, estrechamente vinculados con el fascismo y
con la agresión externa de estos países en las décadas siguientes.4
El sistema de libre comercio mundial terminó finalmente en 1982,
cuando el Reino Unido, hasta entonces su principal impulsor,
sucumbió a la tentación y reintrodujo los aranceles. La resultante
contracción e inestabilidad de la economía mundial y, luego, la
Segunda Guerra Mundial destruyeron los últimos remanentes del
primer orden mundial liberal.
Tras la Segunda Guerra Mundial, dice la historia, se hizo
algún progreso significativo en materia de liberalización com er
cial mediante las prim eras conversaciones sobre el GATT
(General Agreement on Trade and Tariffs "Acuerdo General
sobre Comercio y Aranceles"). Sin embargo, los enfoques dirigís-
tes de la gestión económica dominaron la escena política hasta la
década de los años setenta en el mundo desarrollado, y hasta
principios de la de los ochenta en los países en desarrollo (así
como en el mundo comunista hasta su colapso en 1989). Según
Sachs y Warner, cierto número de factores contribuyeron a la
búsqueda del proteccionismo y al intervencionismo en los países
en desarrollo.5 Prevalecieron teorías "erróneas", tales como el
argumento de la industria naciente, la teoría del "gran empujón”
de Rosensetin-Rodan (1943) y el estructuralismo latinoamerica
no, por no hablar de las diversas teorías marxistas. Las políticas
proteccionistas estuvieron también motivadas por exigencias
políticas, tales como la necesidad de edificar la nación y la nece
sidad de "agenciarse” a ciertos grupos de interés. Hubo también
legados del control en tiempos de guerra que persistieron en
tiempos de paz.
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
52
RETIRAR LA ESCALERA
IAULA 2.1
A R A N C EL ES M E D IO S DE PRODUCTOS M AN UFACTURAD O S
CARA U N A SELEC CIÓ N DE P A ÍSE S D E S A R R O L L A D O S EN S U S ETAPAS
IN ICIALES DE D ESA R RO LLO (medias ponderadas en porcentajes de valor) 1
Austria3 R 15-20 18 16 24 18
1rancia R 12-15 20 21 30 18
Rusia R 15-20 84 R R R
Suecia R 3-5 20 16 21 9
53
HA-JOON CHANG
54
RETIRAR LA ESCALERA
C opyrighted
HA-JOON CHANG
56
RETIRAR LA ESCALERA
LAS E S T R A T E G IA S D E A C T U A LIZA C IÓ N
■i. INGLATERRA
57
HA-JOON CHANG
58
RETIRAR LA ESCALERA
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
60
RETIRAR LA ESCALERA
Algo que resulta muy interesante señalar aquí es que las p o lí
ticas introducidas mediante la reform a de 172 1, así como los p rin
cipios subyacentes, eran curiosam ente sim ilares a los em pleados
por países como Japón, Corea y Taiwán durante el período de la
postguerra, tal como verem os más adelante (apartado 2.2.7.).
Con la Revolución Industrial de la segunda mitad del siglo
XVIII, Inglaterra empezó a aum entar su liderazgo tecnológico sobre
otros países. Sin embargo, aun así prosiguió con su política de p ro
moción industrial, que mantuvo hasta m ediados del siglo XIX. En
;i(|uel entonces su suprem acía tecnológica era abrum adora.38
El prim ero y principal com ponente de esta política era, clara
mente, la protección arancelaria. Tal como vim os en la tabla 2 .1,
I nglaterra mantenía unos aranceles muy altos en productos m anu
facturados aún en la década de 1820, unas dos generaciones d es
pués del comienzo de su Revolución Industrial, y cuando iba muy
por delante de las naciones que com petían con ella en desarrollo
tecnológico. Adem ás de la protección arancelaria, tam bién se
pusieron en práctica otras m edidas. En prim er lugar, Inglaterra
prohibió las im portaciones de productos de calidad superior de
algunas de sus colonias en caso de que éstos supusieran un peligro
para las industrias británicas. En 16 9 9 la Ley de la Lana prohibió las
exportaciones de productos de lana de las colonias y acabó con la
industria irlandesa de la lana, en ese entonces de nivel superior
(véase el apartado 2-3.). En 170 0 se impuso una proh ibición a las
im portaciones de productos indios de algodón de calidad superior
("percales” ), debilitando el que en ese momento era, plau sib le
mente, el sector de manufacturas de algodón más eficiente del
mundo. La industria del algodón india fue destruida a continuación
con el fin del m onopolio de la Com pañía de las Indias O rientales en
61
HA-JOON CHANG
62
RETIRAR LA ESCALERA
63
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
Tal como señaló List (véase el capítulo 1), Inglaterra fue el prim er
país que lanzó con éxito una estrategia de prom oción a la industria
naciente. Sin em bargo, es probable que su usuario más ferviente
haya sido Estados Unidos: el em inente historiador económico Paul
Bairoch lo llamó una vez "la madre patria y bastión del moderno
,,(9
proteccionism o .
Este hecho, sin embargo, rara vez se reconoce en la literatura
moderna, especialmente en la proveniente de Estados Unidos; inclu
so muchas personas que en otros aspectos están bien informadas no
parecen estar al tanto. Nada menos que el historiador económico
Clive Trebilcock, una autoridad en la Revolución Industrial europea,
al comentar la introducción de aranceles en 1870 en Alem ania, so s
tuvo que los aranceles estaban extendiéndose en todo el mundo,
incluso "hasta en la Am érica del libre com ercio” 53.
A un en los casos en que se reconoce la existencia de aranceles
elevados, su im portancia es muy poco valorada. Por ejem plo, de
acuerdo con el que hasta hace poco era el punto de vista convencio
nal sobre la historia económ ica estadounidense, North m enciona
los aranceles una sola vez, sólo para despacharlos como un factor
insignificante en la explicación del desarrollo industrial estadou
nidense. Sostiene, sin m olestarse en desarrollar la cuestión y
citando únicam ente una fuente secundaria considerablem ente se s
gada (el estudio clásico de F. Taussig, 189 2), que "m ien tras que los
aranceles se volvieron cada vez más proteccionistas en los años
posteriores a la Guerra Civil, es dudoso que resultaran tan in flu
yentes como para afectar seriam ente la expansión de las m anufac
turas” 54.
64
RETIRAR LA ESCALERA
65
HA-JOON CHANG
66
RETIRAR LA ESCALERA
67
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
68
RETIRAR LA ESCALERA
69
HA-JOON CHANG
70
RETIRAR LA ESCALERA
7l
C opyrighted materia!
HA-JOON CHANG
74
RETIRAR LA ESCALERA
2.2.3. ALEMANIA
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
76
El más im portante de ellos fue probablem ente G raf von
Urden, quien introdujo con éxito tecnologías avanzadas de los paí-
hch más desarrollados (especialm ente de Inglaterra, de la cual
obtuvo la tecnología del pudelado de hierro, el horno de hulla y el
motor a vapor) m ediante una com binación de espionaje industrial
apoyado por el Estado y de caza furtiva de trabajadores cualificados
durante fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Otro p e rso
naje significativo fue Peter Beuth, quien en 18 16 se convirtió en jefe
del Departamento de Com ercio e Industria del M inisterio de
Finanzas. Beuth creó el famoso Gewerbeinstitut (Instituto de Artesanía)
n i 1820 para capacitar trabajadores cualificados, financió viajes al
extranjero para recoger inform ación sobre nuevas tecnologías,
trajo máquinas extranjeras para copiarlas (dándoles las piezas o r i
ginales a em presas del sector privado) y dio apoyos para in iciar
negocios, especialm ente en los campos de las industrias de m aqui
naria, m otor a vapor y de locom otoras.1 1 J
En 1842; Silesia estaba considerada casi en el mismo nivel que
<i Reino Unido desde el punto de vista tecnológico, y era desde
luego la región más desarrollada del continente. Tal como se había
proyectado, el éxito de Silesia estuvo confinado a un pequeño
numero de industrias vinculadas a lo m ilitar, y no se expandió
fácilmente a otras regiones. Sin em bargo, éste es un ejem plo
importante de cómo, en una econom ía de actualización, el Estado
pudo com pensarla escasez de talento em p resarial.116
Desde prin cip ios del siglo XIX en adelante, el Estado p ru
siano tam bién encabezó una form a de in tervencionism o m enos
di recta y más sofisticad a que la em pleada en S ilesia. Un ejem plo
im portante es la fin an ciación de carreteras por parte del g o b ie r
no en el R u h r.117 Otro ejem plo im portante es el de la reform a
educativa, que supuso no sólo la construcción de nuevas escuelas
y u n iversidades, sino tam bién la reorien tación de su enseñanza
desde la teología a la ciencia y la tecnología, y esto en una época en
la que la ciencia y la tecnología no se en señ ab an ni en Oxford ni
en Cam bridge. La calidad de la educación su p erio r alem ana de la
«■poca queda dem ostrada por el hecho de que, según se calcula,
entre 18 20 y 19 20 unos 9 .0 0 0 estadounidenses fueron a estudiar a
Alem ania.118
77
HA-JOON CHANG
78
RETIRAR LA ESCALERA
2.2.4. FRANCIA
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
TABLA 2.2
PROTECCIONISMO EN EL REINO UNIDO Y EN FRANCIA. 1821-1913
(medido en ingresos de aduanas netos como porcentaje
de los valores de importación netos)
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
82
RETIRAR LA ESCALERA
2.2.5. SUECIA
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
84
RETIRAR LA ESCALERA
85
HA-JOON CHANG
A. B é lg ic a
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
B. L o s P a í s e s B a jo s
89
HA-JOON CHANG
C. S u iz a
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
93
RETIRAR LA ESCALERA
flecadas de 1870 y 1880, por ejem plo, la mayor parte de los a stílle
lo s del Estado fueron privatizados, pero se les siguió otorgando
importantes subsidios incluso después de su privatización. Junto
con la industria de la m arina m ercante, vinculada a ella, la industria
tic la construcción naviera recibió entre el 50 y el 99 por ciento de
lodos los su bsid ios del Estado antes de 19 2 4 . El p rim er m olino
ile acero moderno (la Fábrica Estatal de H ierro Yawata) fue tam
bién creado por el gobierno en 1 9 0 1 .177
Sin em bargo, la participación estatal en grandes proyectos no
ncabó con las fábricas modelo, sino que se am plió al desarrollo de
93
HA-JOON CHANG
94
RETIRAR LA ESCALERA
C opyrighted material
l
HA-JOON CHANG
96
RETIRAR LA ESCALERA
97
HA-JOON CHANG
98
RETIRAR LA ESCALERA
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
1 00
RETIRAR LA ESCALERA
101
HA-JOON CHANG
102
C opyrighted material
RETIRAR LA ESCALERA
io3
C opyrighted materia!
HA-JOON CHANG
10 4
C opyrighted material
RETIRAR LA ESCALERA
105
'o p vriq h te d material
HA-JOON CHANG
106
C opyrighted
RETIRAR LA ESCALERA
10 8
C opyrighted material
RETIRAR LA ESCALERA
A. C a s i t o d o s l o s p a íse s e x it o s o s a p li c a r o n m e d id a s de p r o t e c c ió n
10 9
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
/opyrighted material
RETIRAR LA ESCALERA
B. E l m ito d e I n g l a t e r r a co m o e c o n o m ía d e l i b r e c o m e r c io
y de la is s e z -fa ib e
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
112
C opyrighted material
RETIRAR LA ESCALERA
D . E l m it o d e F r a n c i a c o m o c o n t r a p u n t o d i r i g i s t e a la I n g l a t e r r a
DEL L A IS S E Z -P A IR E
ii3
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
F. S u e c ia no s i e m p r e f u e la " p e q u e ñ a e c o n o m ía a b ie r t a "
C opyrighted material
RETIRAR LA ESCALERA
H . " C a z a d o r e s f u r t iv o s c o n v e r t id o s e n g u a r d a b o s q u e s ” :
n5
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
C opyrighted material
RETIRAR LA ESCALERA
1x7
Copyrighted materia!
HA-JOON CHANO
C opyrighted material
RETIRAR LA ESCALERA
119
C opyrighted
HA-JOON CHANG
120
C opyrighted materia!
RETIRAR LA ESCALERA
NOTAS
121
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
estos países disolvieron los cárteles, al darse cuenta de que habían estado en la
raíz del fascismo.
5. Sachs y Warner. 1995. PP- 11 " 2 l *
6. Bhagwati, 1998, p. 37.
7. La expresión está tomada de Sachs y Warner, 1995. p. 3 .
8. Sachs y Warner (1995) sitúan esta "edad de oro" en el período 18 5 0 - 19 14 .
9. Ruggiero, 1998, p. i 3 i.
10. Véase una explicación clásica sobre la actualización en Abramovitz, 1986; id., 1989.
11. Pongo la palabra "ilegal" entre comillas, dado que la "legalidad" en este caso
estaba referida a las leyes británicas, cuya legitimidad podría no ser (y en la
práctica desde luego no lo era) aceptada por otros países.
12. Kindleberger, 1996, p. 109.
13. Kamsay. 1982. p. 59; Davis, 1999, p. 348.
14. Ramsay, 1982. p. 59.
15. Esto recuerda las políticas usadas por Japón y Corea durante el período de
postguerra para controlar el "consumo de lujo**, especialmente en lo que r e s
pecta a los bienes de lujo importados. Véase al respecto Chang, 1997.
16. Davies, 1999. P* ^ 4 9 ; v¿ a8e también Davis, 1966, p. 281.
17. Debo agradecer a Erik Reinert por recomendarme este libro tanto en su obra
(por ejemplo, Reinert, 1996) como personalmente.
18. Defoe. 1728. pp. 8 i - i o i .
19. Defoe. 1728. p. 94. Sin embargo, Defoe da una explicación errónea de los
hechos. Antes de su coronación en 1485, Enrique V il pasó sus artos de exilio en
Inglaterra y en Francia, no en Burgundy (Gunn, 1995. p. 9). Dado que
Burgundy tenía una larga vinculación con losyorkistas (Elton, 1997, pp. 5 -6 ),
habría sido en cualquier caso imposible que el joven Enrique, un lancasteria-
no que huía del régimen yorkista. buscara exilio en Burgundy. Desde luego,
este error factual de Defoe no cambia la cuestión básica de que el centro de los
esfuerzos británicos por actualizar su industria durante el reinado de Enrique
V il eran los Países Bajos, incluyendo Burgundy. Agradezco a Tom Penn por lla
marme la atención sobre esta importante cuestión.
20. Según Defoe, Enrique VII "puso la manufactura de lana en pie en varias partes
en su país, particularmente en Wakefield. L e e d sy Hallifax, en el oeste Riding
de Yorkshire, un país adecuado para esta situación particular, adaptado al tra
bajo, al estar lleno de innumerables fuentes, minas de carbón y otras cosas
apropiadas para llevar a cabo semejante em presa" (Defoe. 1728. p. 96).
21. Según Defoe, Enrique V il "buscó en secreto una gran cantidad de extranjeros
que estaban perfectamente cualificados en la manufactura, para venir e in s
truir a su propio pueblo aquí en sus comienzos" (Defoe, 1728, p. 96).
22. Ramsay, 1982, p. 61.
23. Enrique VII se dio cuenta de que "lo sflamencos eran viejos en el negocio, con
mucha experiencia, y que se movian en una y otra dirección hacia nuevas su e r
tes y tipos de bienes, que los ingleses no podían conocer en la actualidad, y
cuando los conocían, no tenían las habilidades necesarias para imitarlos: Y que
por lo tanto debía proceder de forma gradual" (Defoe. 1728, p. 96). Por lo
tanto, él "sabía... que era una empresa de tal magnitud que bien merecía la
mayor prudencia y precaución, que no debía intentársela a la ligera, por lo que
no debía impulsarse con demasiado ardor" (ibidem, p. 96).
24. Enrique VII "no prohibió inmediatamente la exportación de lana a \osflam en
cos, ni tampoco, hasta algunos años después, gravó la exportación de lana con
más impuestos de los que antes tenían” (Defoe, 1728. p. 96). En lo que respec
ta a la prohibición a la exportación de lana virgen. Defoe dice que Enrique VII
estaba "tan lejos... de poder cum plir su designio, que nunca pudo lleg ara una
Copyrighted material
RETIRAR LA ESCALERA
123
HA-JOON CHANG
125
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
C opyrighted materia!
RETIRAR LA ESCALERA
1557
HA-JOON CHANG
10 1. Véase arriba: sobre la vida y la obra de Carey, véase también Kaplan, 1981.
102- Carta a Weydemeyer, 5 de marzo de 1852, en K. Marx y F. Engels: Letters to
Americans, ¡848-95: A Selection [Cartas a los estadounidenses, 1848-95: un»
selección], Nueva York, International Publishers, 1953, citado en FrayssA,
1994, p. 224, n. 46.
10 3 . Reinert, 1996, p. 5.
104. Reinert, 1998, p. 296. La fuente original es F. List, Gesammelte Werke, vol. V, p,
338.
105. Conkin, 1980, pp. 287-8.
106. Luthin, 1944, p. 616.
107. Trebilcock, 1981. p. 41; véase también Blackbourn, 1997, p. 117. Sin embargo,
Tilly cita la tesis doctoral escrita en Alemania por T. Ohnishi en la Universidad
de Gottingen, que demuestra lo que él llama "sorprendentemente significati
vos (y crecientes) efectos protectores” del arancel de la Unión Comercial
Prusiana, que constituyó la base del arancel de la Zollverein (Tilly, 199 1, p. 191).
108. Kindleberger, 1978, p. 196; Fielden, 1969, pp. 88-90.
109. El texto de Taylor (1955) es un clásico sobre la política de Bismarek.
110 . Blackbourn, 1997, p. 320.
111. Trebilcock, 1981. p. 26.
112. Henderson, 1963, pp. 136 -15 2 .
n 3. Trebilcock, 1981, p. 26.
114 . Henderson, 1963-, Trebilcock, 1981, pp. 27-9.
115. Trebilcock, 1981, pp. 27-8: Kindleberger, 1978, p. 192; id. 1996, p. 153,
Especialmente exitoso fue el apoyo a la producción de locomotoras. En 1841,
cuando August Borsig estableció su fábrica de locomotoras con ayuda de Beuth,
las 20 locomotoras en servicio de Alemania eran importadas. En 1854 ninguna
locomotora era importada. Borsig produjo 67 de 69 locomotoras compradas en
Alemania y exportó seis a Polonia y cuatro a Dinamarca, "un ejemplo clásico de
sustitución de im portaciones eficaz que conduce a la exportación"
(Kindleberger, 1996, p. 153).
116. Trebilcock, 1981, pp. 28-9, 76. Vale la pena señalar que la escasez de ese talen
to fue también una de las cosas que motivó el establecimiento de empresas
estatales en muchos países en desarrollo en el período inmediato a la postgue
rra. (Para un tratamiento más exhaustivo de esta cuestión véase Changy Singh,
1993.)
117. M ilwardy Saúl, 1979, p. 417.
118. Kindleberger, 1978, p. 191; Balabkins, 1988, p. 93. La reorientación de la ense
ñanza es sim ilar a la que tuvo lugar en Corea en la década de 1960. En esa
época, el gobierno coreano aumentó las plazas de las universidades para loa
estudios de ciencias y tecnologías en relación a las humanidades y ciencias
sociales. A resultas de ello, la relación entre los dos grupos de materias cambió
desde alrededor del 0,6 a 1 a principios de la década de 1960 hasta 1 a 1 a p rin
cipios de la década de 1980. (Véase Youy Chang, 1993, para más detalles.)
119. Kindleberger, 1978, pp. 19 9 -20 0 .
120. Milward y Saúl, 1979, p. 418.
121. Trebilcock, 1981, pp. 77-8.
122- Sobre el papel de los Junkers en la burocracia prusiana véase Dorwart, 1953;
Feuchtwanger, 1970; Gothelf, 2000.
123. Trebilcock, 1981, pp. 79-80.
124. Tilly, 1996, p. 116.
125. Sin embargo, este intento, organizado por el legendario financiero escocés
John Law de la M ississippi Company, dio lugar a represalias por parte de los
británicos, quienes en 1719 introdujeron una prohibición a la emigración de
138
RETIRAR U ESCALERA
129
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
145. Bauraol ct al., 1990, p. 88, tabla 5.1. Los 16 países, en orden alfabético, son¡
Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos,
Finlandia. Francia, Italia, Japón, Noruega, los Países Bajos, el Reino Unido,
Suecia y Suiza.
146. Chang y Kozul-Wright, 1994, p. 871; Heckscher, 1954. p. 259; Bohlin, 1999, p.
158.
147. Samuelsson, 1968, pp. 7 1-6 ; Bohlin, 1999, p- 153.
148. Changy Kozul “Wright, 1994, p. 871; Hecksher, 1954, p. 259; Bohlin. 1999, p. 158.
149. Gustavson, 1986. pp. 7 1-2 ; Changy Kozul-Wright, 1994,, p. 870. Sobre la cola
boración público-privada en las economías de Asia Oriental, véase la obra clá
sica de Evans (1995).
150. Changy Kozul-Wright, 1994, p. 870.
151. Véase Fransm any King (1984) para las obras pioneras sobre "capacidades tec
nológicas” ; Lall, 1992.
152. Véase Korpi, 1983; Pekkarinen et. al., 1992; Pontusson, 1992. Sin embargo,
Pontusson (1992) señala que la obra de la Comisión de Racionalización (1936-9)
estableció algunos principios subyacentes a la llamada "política activa del m er
cado de trabajo” de los años de postguerra (pp. 4,6-7).
153. LO (1963) es el documento que explica la estrategia en detalle.
154. Edquisty Lundvall, 1993, p. 274,-
155. M ilwardy Saúl, 1977, p. 174; Fielden 1969, p. 87.
156. H ensy Solar, 1999, pp. 194, 197.
157. Dhondt y Bruwier, 1978, pp. 3 5 0 -1; Van derW ee, 1996, p. 65.
158. M ilwardy Saúl, 1977, p. 174; Fielden, 1969, p. 87.
159. Boxer, 1965, capítulo 10. Kindleberger estima que la capacidad económica
holandesa había alcanzado su punto culminante en 1780 (1990b, p. 258).
160. Schmoller, de la Escuela Histórica Alemana, incluye una breve pero ilustrativa
explicación de las políticas holandesas usadas para establecer su supremacía
comercial: política colonial, política de navegación, la regulación del comercio
en el levante y la regulación de la pesca del arenque y de la ballena (véase
Schmoller, 1884, esp. pp. 5 2 -3).
1 6 1. Kindleberger, 1990b, p. 2^9; id., 1996, pp. 100-4.; Milward y Saúl, 1977, p. 201,
162. List, 1885, pp. .33-4; Wright. 1955.
1 63. Dhondt y Bruwier, 1978, p. 329, 355.
164. VanZanden, 1996, pp. 84-5.
165. Kossmann, 1978, pp. 13 6 - 8; Henderson, 1972, pp. 198-200.
166. Para más detalles, véase Schiff, 1971.
167. VanZanden, 1996. pp. 84-5.
168. Maddison, 1995.
169. VanZanden, 1999. pp- 179 80.
170. Biucchi, 1973, pp. 464, 628.
171. M ilwardy Saúl, 1979, pp. 454, 5.
172. Biucchi, 1978, p. 629.
173. Biucchi, 1973, p. 455.
174. Biucchi, 1973, pp. 62, 63o -i.
175. Para más detalles véase Schiff, 1971.
176. Véase Smith (1955) y Alien (1981) para más detalles.
177. McPherson, 1987, pp. 3i, 34-5.
178. "Tan cautelosos eran los inversores privados que el capital se reunió en 1881
para la primera vía férrea privada, entre Tokio y Aomori, sólo después de que
el gobierno prometiera construir la linea para los dueños con ingenieros del
Departamento de Industria, liberar de impuestos a las tierras propiedad de la
compañía y garantizar a la compañía un rendimiento neto del 8 por ciento
i3o
RETIRAR LA ESCALERA
anual en la línea entre Tokio y Scndai y por quince años en la lín ea de Sendai a
A om o ri” (Sm ith, 1955, p. 4,3).
179. M cPherson, 1987, p. 3 i-, Sm ith, 1955. pp. 44 -5.
ií'o . Por ejem plo, Landes, 1965, pp. 100- 6.
13 1
HA-JOON CHANG
C opyrighted material
RETIRAR LA ESCALERA
l33
C opyrighted material
CAPITULO 3
INSTITUCIONES Y DESARROLLO ECONÓMICO:
EL "BUEN GOBIERNO" EN PERSPECTIVA HISTÓRICA
3 .i. INTRODUCCION
13 4
C opyrighted material
RETIRAR LA ESCALERA
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
i 36
C opyrighted material
RETIRAR LA ESCALERA
3.2.1. DEMOCRACIA
i3?
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
i 38
C opyrighted
RETIRAR LA ESCALERA
ta b la 3.1
INTRODUCCIÓN OE LA DEMOCRACIA EN LOS PAD
139
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
140
RETIRAR LA ESCALERA
141
HA-JOON CHANG
143
RETIRAR LA ESCALERA
14,3
HA-JOON CHANG
A . L a b u r o c r a c ia
T ABLA 3.2
144
RETIRAR LA ESCALERA
PIB PC. (EN DÓLARES PAD EN DESARROLLO (AÑO EN PAÍSES (AÑO EN QUE SE
INTERNACIONALES QUE SE ADOPTO EL SUFRAGIO ADOPTÓ EL SUFRAGIO
DE 1990) UNIVERSAL; PIB P.C.) UNIVERSAL- PIB P.C.)
1.000-1.999 dólares Hungría (1945; 1.721 dólares)
México (1947; 1.182 dólares)
Nigeria (1979; 1.189 dólares)
Turquía (1946; 1.129 dólares)
2.000-2.999 dólares Austria (1918; 2.572 dólares) Colombia (1957: 2.382 dólares)
Alemania (1966; 2.503 dólares) Perú (1956; 2.732 dólares)
Italia (1946; 2.448 dólares) Filipinas (1981; 2.526 dólares)
Japón (1952. 2.277 dólares)’
Noruega (1913; 2.275 dólares)
Suecia (1918; 2.533 dólares)
3.000-3.99? dólares Dinamarca (1915; 3.635 dólares) Taiwán (1972; 3.313 dólares)
Finlandia (1944; 3.578 dólares) Chile (1949; 3.715 dólares)
Francia (1946; 3.819 dólares)
4.000-499? dólares Bélgica (1948; 4.917 dólares) Brasil (1977; 4.613 dólares)
Países Bajos (1919; 4022 dólares)
5.000-9.99? dólares Australia (1962; 8.691 dólares) Argentina (1947; 5.089 dólares)
Nueva Zelanda Venezuela (1947; 6.894 dólares)
(1907; 5.367 dólares)*
Portugal (1970; 5.885 dólares)
Reino Unido (1928; 5.115 dólares)
>10.000 dólares Canadá (1970; 11.758 dólares)’
Suiza (1971; 17.142 dólares)
Estados Unidos
(1965; 13.316 dólares)
FUENTES: THERBORN (1777). ELECCIONES 098?»: MADDISON (1W5).
1.PIBPC EN 1966.
2. P10 PC. EN 1950.
3. a SUFRAGIO UNIVERSAL SE CONCEDIÓ EN 1944 CON LA CONSTITUCIÓN REDACTADA
POR LAS FUERZAS OCUPANTES TRAS LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
PERO NO ENTRÓ EN VIGOR HASTA 1952. CUANDO CONCLUYÓ
EL GOBIERNO MILfTAR DE ESTADOS UNIOOS.
4. CUANDO SE OBTUVO EL ESTATUTO DE DOMINIO.
5- CUANDO LA LEY DE ELECCIONES DE ESE AÑO CONCEDíO DERECHOS POÜTICOS PLENOS.
*45
C opyrighted material
HA-JOON CHANG
146
RETIRAR LA ESCALERA
!47
Copyrighted material
HA-JOON CHANG
148
RETIRAR LA ESCALERA
IV E l PODER JU D IC IA L
149
HA-JOON CHANG
estrecha del "im perio de la ley” , sino también desde una perspectiva
social más amplia) y el coste de la administración del sistema.
De la m ism a m anera que los poderes judiciales de los actuales
países en desarrollo, los poderes judiciales de muchos PAD pade
cieron una excesiva influencia política y casos de corrupción en los
nom bram ientos (o, en los casos aplicables, en las elecciones) hasta
el siglo XIX, aunque tam bién posteriorm ente. Tam bién era fre
cuente que sus ocupantes fueran exclusivam ente hom bres de un
extracto social reducido y privilegiado con poca form ación en
Derecho, si es que tenían alguna, a resultas de lo cual la justicia se
dispensaba a menudo de manera sesgada y sin profesionalidad.
En el Reino Unido ni siquiera las leyes anticorrupción de 1853-4
y 1 883 (véase arriba) afectaron a la elección de los oficiales de justicia
de la corona (coroners), sujeta a una extendida corrupción y a m anio
bras políticas partidistas. Las elecciones comarcales para los cargos de
oficiales de justicia de la corona se abolieron en 1888, y sólo en 1926 se
les impusieron cualificadones profesionales obligatorias.If)
Durante fin es del siglo XIX Alem ania hizo progresos im pre
sionantes hacia el "im p erio de la ley” , y a finales de siglo había
obtenido un poder ju dicial muy independiente. Sin embargo,
siguió faltando igualdad ante la ley-, los delitos de los m ilitares y de
la clase m edia se llevaban con m enos diligencia ante los tribunales
y se castigaban con m enor severidad. Este problem a de "ju sticia de
clase” afectó a otros PAD con la m ism a intensidad en esa época,
incluyendo al Reino Unido, Estados U n ido sy Fran cia.46 En Italia, al
m enos hasta fin es del siglo XIX, los jueces no solían tener form a
ción en Derecho y "no podían protegerse a sí m ism os, y mucho
m enos a los demás, contra los abusos políticos” 1' .
15°
RETIRAR LA ESCALERA
A . A l g u n a s c o n c e p c io n e s e r r ó n e a s s o b r e lo s d e r e c h o s d e p r o p ie d a d
Y E L DESARROLLO ECONÓMICO
*5*
C opyrighted
HA-JOON CHANG
*5 ?
RETIRAR LA ESCALERA
IV D e r e c h o s d e p r o p i e d a d i n t e l e c t u a l
X53
HA-JOON CHANG
*54
RETIRAR LA ESCALERA
vinculado a los m ovim ientos a í’avor del libre com ercio, este m ovi
miento condenaba a la s patentes por considerarlas sim ilares a otras
prácticas m onopolísticas.5:
Suiza no reconoció el DPI sobre invenciones hasta 1888,
cuando se promulgó una ley de patentes que protegía únicam ente
los inventos m ecánicos ("inventos que puedan representarse por
medio de modelos m ecánicos” ) 58. Sólo en 19 0 7, y en parte debido
.1 la amenaza de A lem ania de im poner sanciones com erciales como
represalia al uso que hacía Suiza de sus inventos quím icos y farm a
céuticos, empezó a existir una ley de patentes m erecedora de tai
nombre. Sin em bargo, la ley adolecía de num erosas carencias, en
particular, la negativa a conceder patentes a sustancias quím icas
(en contraposición a procesos quím icos). Sólo en 19 54 la ley suiza
ilc patentes pasó a ser com parable a la de otros PAD, aunque las
sustancias quím icas siguieran siendo im patentables hasta 1978.
Con la prom ulgación de leyes de DPI en un número cada vez
mayor de países, las presiones para establecer un régim en in tern a
cional de DPI com enzaron a crecer naturalm ente a partir de fines
del siglo XIX.6(J Se celebraron una serie de reuniones sobre la mate-
1 ia, empezando por el Congreso de Viena de 1873, y el Convenio de
París de la Unión Internacional para la Protección de la Propiedad
I ndustrial fue finalm ente firm ado por 11 países en i 883 . Los signa-
la nos originales fueron Bélgica, Portugal, Francia, Guatemala,
llalia, los Países Bajos, San Salvador, Serbia, España y Suiza.
El Convenio cubría no sólo las patentes sino las leyes de m ar
cas registradas (lo que posibilitó que Suiza y los Países Bajos lo
pudieran firm ar pese a carecer de una ley de patentes). En 1886 se
ln nió el Convenio de Berna sobre derechos de autor. El Convenio
ile París fue posteriorm ente revisado varias veces (sobre todo en
ii)ii, 1925, 1934,, 1958 y 19 67), protegiendo cada vez más los d ere
chos de los poseedores de patentes. Junto con el Convenio de
tierna, éste constituyó la base del régim en internacional de DPI
lumia el acuerdo T R 1PS.61 Sin embargo, tal como hem os visto en el
capitulo 2 (apartado 2-3.3.), pese al surgim iento de un régim en
internacional de DPI, los PAD más desarrollados continuaron v io
lando con regularidad los DPI de ciudadanos de otros países hasta
Iiicn entrado el siglo XX.
*55
HA-JOON CHANG
A. R e s p o n s a b ilid a d lim it a d a
* 56
RETIRAR LA ESCALERA
*57
HA-JOON CHANG
B. L e y e s d e q u ie b r a s
Las leyes que regulan las quiebras han sido objeto de una atención
cada vez mayor durante las últim as dos décadas. Las importantes
quiebras de em presas que tuvieron lugar tras las diversas crisis
económ icas de este período han vuelto a las personas más cons
cientes de la necesidad de contar con unos m ecanism os efectivos
para reconciliar demandas que entran en colisión: la transferencia
de fondos y la preservación del em pleo. Las crisis industriales de
los países de la OCDE durante las décadas de 19 70 y 19 8 0 , el colap
so del com unism o, el desgraciado fracaso de la "tran sició n ” desde
fin es de la década de 19 80 y la crisis asiática de 19 9 7 fueron espe
cialm ente im portantes en este sentido.
Aunque el debate en torno al contenido de la ley de quiebras más
adecuada —la ley favorable a los deudores en Estados Unidos, la ley
favorable a los acreedores en el Reino Unido o la ley que protege a los
trabajadores en Francia— sigue sin resolverse, son pocos quienes nie
gan que resulte deseable contar con una ley de quiebras eficaz.69
En la Europa preindustrial, la ley de quiebras era considerada
sobre todo como un medio de establecer los procedim ientos para
■58
RETIRAR LA ESCALERA
*59
HA-JOON CHANG
160
RETIRAR LA ESCALERA
G. A u d it o r ía s , i n f o r m e s f in a n c ie r o s y d iv u l g a c ió n d e in f o r m a c ió n
161
HA-JOON CHANG
D. L e y e s d f. l a c o m p e t e n c i a
162
RETIRAR LA ESCALERA
i 63
HA-JOON CHANG
164
RETIRAR LA ESCALERA
A. B a n c a y r e g u la c ió n b a n c a r ia
l65
HA-JOON CHANG
sufrió m ayores retrasos aún. A m ediados del siglo XIX tuvo lugar la
generalización del uso de los billetes de banco (cuando en Inglaterra
había tenido lugar en el siglo XVIII) y, en i 863 , las tres cuartas partes
de la población todavía no tenían acceso a los servicios bancarios.
Prusia contó apenas con unos pocos bancos hasta el siglo XVIII,
mientras que el prim er banco con capital social no se fundó hasta
1848. En Suecia los bancos sólo aparecieron a fines del siglo XIX.
Experim entaron una importante expansión en 1870, antes de la cual
los créditos a productores y exportadores eran proporcionados por
casas de comercio mercantiles, y sólo pasaron a asentarse por comple
to en la década de 1890. En Portugal la industria de la banca sólo expe
rimentó un importante desarrollo en las décadas de 1860 y 1870, una
vez que se permitió crear bancos con capital social.
En los PAI) los bancos no se convirtieron en instituciones pro
fesionales de préstamo hasta principios del siglo XX. Anteriorm ente,
las vinculaciones personales influían poderosamente en las decisio
nes sobre los préstamos bancarios. Durante el siglo XIX, por ejemplo,
los bancos estadounidenses prestaban el grueso de su dinero a sus
directores, a los parientes de éstos y a sus conocidos .89 Los bancos
escoceses del siglo XVIII y los bancos ingleses en el siglo XIX eran
básicam ente asociaciones de ayuda mutua para com erciantes que
necesitaban un crédito más que bancos en el sentido m oderno .90
Las regulaciones bancarias eran muy inadecuadas. Estados Unidos
perm itía "prácticas bancarias salvajes” , que eran "poco diferentes,
en prin cipio, de las operaciones de falsificació n ” . Las prácticas
bancarias salvajes resultaron especialm ente problem áticas duran
te el período de treinta años que fue testigo de la elim in ació n del
poco duradero banco sem icen tral, el Segundo Banco de Estados
U nidos, entre i 8 3 6 y 1865 (véase el apartado 3 .2 .5 .B ). Aunque el
coste global de las quiebras de bancos no regulados en la época
fue, según se ha calculado, pequeño, esos colapsos eran co rrie n
te s .92 En 19 2 9 , el sistem a bancario estadounidense estaba co n s
tituido por "m ile s y m iles de bancos y corred urías pequeños,
gestionados con poca p rofesion alid ad y escasam ente su p ervisa
do s” . Esto suponía que durante el período de prosperidad de la
presidencia de Coolidge (192^3 9), 600 bancos daban quiebra cada
166
RETIRAR LA ESCALERA
En Italia hubo un gran escándalo a fines del siglo XIX (1889 -9 2),
cuando la quiebra de uno de los seis bancos em isores de billetes, la
Banca Romana, puso al descubierto una red de corrupción (concesión
de crédito a importantes políticos y a sus parientes, incluyendo dos ex
primeros ministros), un deficiente sistema contable y la emisión
"irregular” de billetes de banco (por ejemplo, billetes duplicados) en
el corazón de la industria bancaria del país.94
En Alem ania la regulación directa de ios bancos com erciales
110 se introdujo hasta 1984,, con la Ley de Control del Crédito, en
tanto que en Bélgica las regulaciones bancarias sólo se prom ulga
ron en 19 35, con el establecim iento de la Com isión de Banca.95
B. B a n c o s cen trales
167
HA-JOON CHANG
168
RETIRAR LA ESCALERA
169
HA-JOON CHANG
TABLA 3.3
C. R e g u l a c ió n d e l m e r c a d o d e v a l o r e s
' 7°
RETIRAR LA ESCALERA
173
RETIRAR LA ESCALERA
D. I n s t it u c io n e s d e f in a n z a s p ú b l ic a s
!?3
HA-JOON CHANG
*75
HA-JOON CHANG
A. In s t it u c io n e s de p r o te c c ió n s o c ia l
176
RETIRAR LA ESCALERA
177
HA-JOON CHANG
178
RETIRAR LA ESCALERA
TABLA 3.4
AC CIDENTES
IN D U ST R IA LES SALU D P E N SIO N E S D ESEM P LEO
I UENTES; PIERSON. 1998. P. 104. TABLA 4.1. LA INFORMACIÓN SO BRE ESPAÑA PROCEDE DE VOLTES (1979). MAZA (1987) Y SOTO
(1989); LA DE PORTUGAL PROCEDE DE W IENER (1977) Y MAGOTE (1997).
NOTAS;
1. LOS PAÍSES ESTÁN COLOCADOS EN EL ORDEN EN EL QUE INTRODUJERON LOS SEGUROS DE ACCIDENTES INDUSTRIALES
(EMPEZANDO POR ALEM ANIA EN 1871). SI SE INTRODUJO EN EL MISMO AÑO EN M ÁS DE UN PAÍS. COLOCAMOS PRIMERO EL
PAÍS QUE INTRODUJO ANTES EL SEGURO DE SALUD.
2. LAS CIFRAS INCLUYEN ALGUNOS M ECANISM OS QUE FUERON INICIALMENTE VOLUNTARIOS PERO CON AYUDA ESTATAL. A SÍ
COMO LOS M ECANISM OS OBLIGATORIOS.
• IRLANDA ERA UNA COLONIA DEL REINO UNIDO DURANTE LOS AÑOS DE REFERENCIA.
" AUNQUE EN PORTUGAL SE ESTABLECIERON A LG UNAS INSTITUCIONES DE PROTECCIÓN SOCIAL A PARTIR DE LA DÉCADA DE
1960. ERAN UNOS SISTEM AS MUY FRAGMENTARIOS QUE C ONSISTÍAN EN REGÍMENES PARCIALES QUE REGULABAN LOS
SEGUROS SO CIALES DE DETERMINADOS GRUPOS SO CIALES HASTA 1984.
J79
HA-JOON CHANG
B. I n s t itu c io n e s de r e g u la c ió n d e l t r a b a jo in f a n t i l
180
RETIRAR LA ESCALERA
181
HA-JOON CHANG
183
RETIRAR LA ESCALERA
i 83
HA-JOON CHANG
TABLA 3.5
PR IM E R INTENTO P R IM E R A REGULACIÓN
DE REGULACIÓN REGULACIÓN RELATIVAMENTE
(MAYORITARIAMENTE 'S E R IA " G EN ER A L Y BIEN
_______ INEFICAZ) A P LIC A D A
Francia 1841 ?
Sajonia 1861 ?
Suiza 1877 ?
Noruega 1892 ?
Italia 1902 ?
Portugal 1913 ?
FUENTE: EL TEX10
•CUANDO MASSACHUSETTS APROBÓ SU REGULACIÓN ESTATAI
C . I n s t it u c io n e s q u e r e g u l a n l a jo r n a d a d e t r a b a jo y l a s c o n d ic i o n e s
185
HA-JOON CHANG
186
RETIRAR LA ESCALERA
187
HA-JOON CHANG
3 . 3 . E L D ESA R R O LLO IN S T IT U C IO N A L EN LO S P A ÍS E S
EN D ESA R R O LL O : A N T E S Y A H O RA
189
HA-JOON CHANG
190
RETIRAR LA ESCALERA
191
HA-JOON CHANG
192
RETIRAR LA ESCALERA
193
HA-JOON CHANG
in stitu ción muy habitual, pero su calidad seguía estando muy lejos de
lo que esperaríam os en nuestros días. En Estados Unidos, por ejem
pío, la centralización bancaria era em brionaria (19 18 ) y cubría sólo
el 3 o por ciento de los bancos del país. El banco central italiano
seguía luchando por el m onopolio de la em isión de billetes. Las
operaciones realizadas por personas con inform ación privilegiada y
la m anipulación de] precio de las acciones carecían aún de una
regulación adecuada. Ni el Reino Unido ni Estados Unidos, los dos
países que tenían entonces los m ercados de valores más desarrolla
dos, existía una regulación que contem plara esas prácticas (tuvie
ron que esperar hasta 19 39 y 19 3 3, respectivam ente). El impuesto
sobre la renta seguía siendo una novedad. Estados Unidos no lo
introdujo hasta 19 13 , tras dos décadas de luchas políticas y disputas
legales, en tanto que Suecia, pese a que posteriorm ente lo aplicó de
m anera generalizada, seguía sin im plantarlo en absoluto en el
momento al que nos referim os.
Es posible que el único sector en el que los PAD iban bien,
en com paración con los p aíses en desarrollo actuales con niveleH
sim ila res de desarrollo, fuera el de las in stitu cio n es de proteo
ción social, que experim entaron un crecim iento bastante im p re
sion an te a p a rtir de la década de 18 8 0 . En 19 13 la m ayor parte de
los PAD (con la excepción de Canadá, Estados Unidos y Portugal)
tenían im plantados los seguros de accidentes industriales (aunque
muy incom pletos), los seguros de salud (exceptuando a los Paísen
Bajos, Nueva Zelanda, España, Finlandia, A ustralia y Portugal) y
unas pensiones estatales (con la excepción de Noruega, Finlandia,
Suiza, España y Portugal). El seguro de desem pleo seguía siendo,
sin em bargo, una novedad: se introdujo por prim era vez en Francia
en 19 0 5 , y en Irlan da, el Reino U nido, D inam arca y Norue
ga hacia 19 13 . Sin em bargo, p aíses como N oruega y Suecia se
guían privan d o de derechos p o líticos a los recep to res de ayuda*
sociales.
A sim ism o, para entonces se habían prom ulgado numerosa»
leyes lab orales sobre las jo rn ad as de trabajo, la seguridad en el
m an tenim ien to del puesto de trabajo, el trabajo fem en in o y el
trabajo in fan til, pero sus n iveles eran más bien b ajos, su cober
tura era lim itada y su ap licación , d ébil. En Estados U nidos, por
194
RETIRAR LA ESCALERA
*95
HA-JOON CHANG
196
RETIRAR LA ESCALERA
197
HA-JOON CHANG
1<D O
'"O s
T3í
3 -8
U N ID O S
-g 3
va)
in
1.5 8¿O xj ro
ru”o
"O r—
a»¡y5
-a
U NIDO __________ ESTADOS
2® -O 0>
“OD -
ruLw
~o— U
TOcD
A D O PC IÓ N _______REINO
RESUMEN DE LA EVOLUCIÓN INSTITUCIONAL DE LOS PAD
ÚLTIMA
MAYORITARIA
•o-a
ju 'c
ADOPCIÓN
.2 X
.9- X
_____ PRIMERA ADOPCIÓN
:2 e
"-S
«E -5>o
OQ)
_cfa ocr
oo <u r>*o
e
a>; •—
T3l_ roo
'C nj
D e m o c r a c ia
3.6
XJT3 í.5E
>,0 ^ o
TABLA
cu 5^=
<•0 lo § ^ E -1 < . E
198
RETIRAR LA ESCALERA
>uj lo a: < w
m^ < í±] O < O « 1Q5: S -1 w
i¡ i15
i i Ss Si j5sSS
„8
2^
s á S < i S O i
o —
go gso 2i
Q- Z CLL
?ZüJÜ<üÜ°
-
ü li j cq< - h lu< ; uj
"□ ro uj < lua o; a <
nj-o c o t ro ^ u io w '
T3 ™ Cü-poU-O!
S AS -!3 S 3 1 í ífl Kfe
° < g íüq g a í
P 3lpm-pi
& Ü i l 2i !
H SSB B
KS > o 2 > g C !§ 1 1 1 §
liÜSSiSgSt
•< O3 2 2 3 2 í
o
<co u-yj ^ uj:
2 v3 2 3 (
“ i O' ¡ü o uj ce ; z<
2 ^ a S 10<*■o ;
“ □ ID “ .t
3 § g < -3 P -
s ' p p í.l(
z i < 2 o < U. I
K3 8 ^ ^ s .
Q“ ^ < w p a (
2 o o z O< ^ «
iL V
)2 <¡ g o 2 :
Q 3 < Qo o §
N S 3 ¿ i§ '
y< §ni¿üQ<f <>:SQitfl
5
¡g ig l§ ¡ ÉSgj
_ E
Í 5:
5 ¡ i DI U -J => <
E -0
JlU i
nO Ü . j 2 < J
“O 03 ■i-s-
í » G? g 2: ¡íl'ju.á 2 <
(D<1) ° i=
3 E 3 3
DL, <1
) d)
QJ C
0) QJ
U c
££*0 i C o
tn ^
t/í.E 0 í “O
—>-
m
HA-JOON CHANG
200
RETIRAR LA ESCALERA
201
HA-JOON CHANG
TA BLA 3.7
Irlanda (954)
Marfil (1.134)
Francia (1.218)
202
RETIRAR LA ESCALERA
Bélgica (1.291)
Austria (1.295)
P a íse s Bajos
(2.829)
Austria (3.488)
D inam arca
(3.764)
P a íse s Bajos
(3.950)
E stad os Unidos
(5.307)
Australia (5.505)
FUENTE: MADDISON 1995. L A S CIFRAS DE 1750 SON EXTRAPOLACIONES DE DATOS DE 1820. CONSIDERANDO UNOS (NDICES DE
CRECIMIENTO ANUAL DE 0.4 POR CIENTO TANTO PARA E L REINO UNIDO COMO PARA FRANCIA. EL 0.4 POR CIENTO ES LA MEDIA
PONDERADA DE LAS ESTIMACIONES REALIZADAS POR LOS ESTUDIOSOS DE LA HISTORIA ECONÓMICA DE INGLATERRA (DE
VRIES. 1984). ESTÁ AM PLIAM ENTE ACEPTADO POR LOS HISTORIADORES DE LA ECONOMIA QUE EL INDICE DE CRECIMIENTO DE
FRANCIA EN ESA ÉPOCA ERA S IM ILAR AL DE INGLATERRA (CROUZET. 1967).
2o 3
HA-JOON CHANG
NOTAS
20 4
RETIRAR LA ESCALERA
abrogar la ley. A resu ltas de ello, algunas em p resas crearo n grupos de p resió n
encargados de com p rar legislación , lib rán d o se así del chantaje. V éase B en son ,
1 97 ^ ’ PP- 59 ~ 6 o , p ara m ás d etalles.
24. Banco M u nd ial (19 9 7 ), capítulo 6, resu m e el actual debate sobre la cuestión
desde la p ersp ectiva del EPID .
25. W eber, 19 6 8 ; véase tam bién Evans, 19 9 5 , capítulo 2, p ara m ás explicacion es
sobre esta cuestión.
26. V éan se algunas v aloracion es críticas de la literatu ra sobre la N PG en H ughes
( i 9 9 4 ) y H ood ( 1 9 9 5 ,19 9 8 ) .
27. R au c h y Evans (2 0 0 0 ) p resen tan d em ostracio n es estad ísticas en apoyo de este
argum ento.
28. V éase K in d le b erg e r, 19 8 4 , pp. 1 6 0 - 1 (p ara In g la terra); pp. 1 6 8 - 9 (para
Fran cia); D onvart, 19 5 3 , p. 19 2 (para P ru sia).
29. A n d e rs o n y A n d erso n , 1978.
3 0. F in er, 19 8 9 .
3 1. G o c h ran y M iller, 19 4 1, pp. 15 6 - 6 0 ; G arraty y C arn es, 2 0 0 0 , pp. 2 5 3 - 4 ; F in er,
1 9^9-
32 . Garraty y C arn es, 2 0 0 0 , p. 472; id ., pp. 5 8 1- 3 .
33 . A n d e rs o n y A n d erso n , 19 78.
34 . A rm stro n g, 19 7 3.
35. D esde luego, esto no im p lica que el nepotism o fu era la razón de todos esos
n om bram ien to s.
3 6 . Feuchtw anger, 19 7 0 , p. 4 5.
37. A rm stro n g, 19 7 3 , pp. 7 9 - 8 1. Sin em bargo, el térm in o "aristo c ra c ia" debe
interp retarse con cierta cautela en este contexto. D esde los días d el G ran
E lector Fed erico G u illerm o ( 16 4 0 - 16 8 8 ) era costum bre en P rusia en n o b lecer
a plebeyos que h u b ieran ascendido hasta alcanzar p o sicio n es altas en el s e r v i
cio real (Feuchtw anger, 19 7 0 , p. 4 5 - 6 ) .
3 8 . G arraty y C arn es, 2 0 0 0 , pp. 25 4 , 583 (sobre Estados U nid os); Clark, 19 9 6 , p.
55 (sobre Italia); Palacio, 19 8 8 , p. 4 9 6 (sobre Esp añ a); B audhuin, 19 4 6 , pp.
2 o 3 '4 (sobre Bélgica).
39 . Para m ás d etalles véase D orwart, 19 5 8 ; Feuchtw anger, 19 7 0 ; G oth elf, 2 0 0 0 .
4 0 . Sobre esta caracterización de la m od ern a bu ro cracia "w eb eria n a” en el co n
texto de lo s actu ales p a íse s en d e sa rro llo , véase R au ch y E van s, 2 0 0 0 ;
A n d e r s o n y A n d erson , 19 7 8 ; véase tam bién Blackbourn, 19 77, pp. 7 6 -7 , 8 2 -4 .
4 1 . H obsbaw m , 19 9 9 , p. 2 0 9 .
42. B en son , 19 7 8 , pp. 8 1, 85.
4 3 . V éase u n a crítica de la retó rica sobre "e l im p erio de la le y ” en U pham (2 0 0 0 ) y
O hnesorge (2 0 0 0 ).
4 4 . V éase U pham , 2 0 0 0 .
45. Glasgow, 19 9 9 .
46 . B lackbou rn, 19 9 7 , p. 38 4 .
47. C lark, 19 9 6 , p. 54.
48. V éan se algunos ejem plos en A ro n , 2 0 0 0 , tabla 1.
49. De Soto, 2 0 0 0 ; U pham , 2 0 0 0 .
5 0 . Por ejem plo M cLeod, 19 88 .
5 1. P en rose, 19 5 1, p. i 3 ; D oi, 19 8 0 (sobre Jap ón ).
52. E n trecom illo la p alabra "d e fic ie n te s ” p orque lo que es d eficien te d epende al
m enos en parte del punto de vista de cada uno. Algunos creen, por ejem plo, que
las patentes de productos elaborados con sustancias quím icas y farm acéuticas no
deberían p erm itirse, m ientras que otros sostien en que sí son deseables.
5 3. Según C o c h ra n y M iller (19 4 2 , p. 14 ) , p o r lo tanto, el hecho de que en tre 18 2 0
y i 83 o Estad os U nidos p ro d u jera 5 35 p atentes p or año fren te a las 14 5 del
205
HA-JOON CHANG
206
RETIRAR LA ESCALERA
307
HA-JOON CHANG
10 8 . Zysm an (19 8 8 ), Cox (19 8 6 ), H utton, (19 9 5 ) y D ore (2 0 0 0 ) dan unas so fistica
d as)' actualizadas explicacion es de este debate.
10 9 . B an ner, 19 9 8 , pp. 3 9 - 4 0 , 1 0 1 - 5 , 1 0 9 - 1 0 .
110 . Pen nin gton , 19 9 0 , pp. 3 i, 3 8 - 4 2 .
n i . P en nin gton , 19 9 0 , pp. 5 4 -5 .
112 . B an n er, 19 9 8 , pp. 16 1 - 3 , 1 7 0 - 1 , 17 4 - 5 , 2 8 1.
n 3 . G e is st, 19 9 7 , p p . 16 9 , 2 2 8 ; A t a c k y P a s se ll, 19 9 4 ; G a r r a t y y C a rn e s, 2 0 0 0 ,
P- 75 o -
114 . Di Jo h n y Putzel, 2000-, Toye (2 0 0 0 ) p rop orcio na una d iscu sió n actualizada y
sofisticad a de este debate.
115 . V éase K in d leberger, 19 8 4 , pp. 1 6 1 - 2 (In glaterra), pp. 16 8 - 7 0 (Fran cia); 'T
H art, 19 9 7 , p. 29, y K in d leb erger, 19 9 6 , p. 10 0 (P aíses B ajo s).
116 . Citado p o r C ocin an y M iller, 19 4 2 , p. 48.
117 . Di Joh n y Putzel, 20 0 0 .
118 . Booney, 19 9 5 . pp. 443-5-, D eanc, 19 7 9 , pp. 2 2 8 -9 (In g la terra); M arch, 19 82,
pp. 1 6 0 - 1 (D in am arca); G a rra ty y C arn es, 2 0 0 0 . pp. 4 0 8 , 4 6 8 ; C arlson , 19 9 1,
p. 5 4 0 (Estados U nidos).
119 . Citado en B onney, 19 9 5 , p. 4 34 .
12 0 . H obsbaw m , 19 9 9 , P-
12 1. M orch 19 8 2 , pp. 1 6 0 - 1 (Dinamarca)-. B a a c k y Ray, 19 8 5 ; C arson, 19 9 1, p. 540
(E stad os U nidos); Baudhuin, 19 4 6 , pp. 1 1 3 - 16 (B élgica); M atay Valerio, 19 9 4 ,
pp. 18 6 - 9 2 (Portugal); Larsson , 19 9 3 , pp. 7 9 -8 0 (Suecia); C arr, 19 8 0 , p. 10 1
(Esp añ a).
122- V éase C han g y Rowthorn, 19 9 5 , capítulo 2; R od rik (19 9 9 ) opina de m anera
parecid a.
123. P ie rso n , 19 9 8 , pp. 10 6 -7 .
12 4 . P ie rso n , 19 9 8 , p. 10 5 , tabla 4 .2.
125. B lackbou rn, 19 9 7, pp. 3 4 6 -7 ; véase B alabk ins (19 88 ) para m ás detalles sobre
la Escuela H istórica A lem ana.
126 . Basu (19 9 9 a ) es una rev isió n global y sofisticada del debate. Basu (19 9 9 b ) es
una v ersió n m ás fácil de leer. En germ an (2 0 0 1) hace una rev isió n global de la
h istoria de esta cuestión.
127. H am m ond y Ham mond, 19 9 5, p. 169 (Inglaterra); Lee, 1978, p. 4 6 6 (Alem ania);
M ontgom ery, 19 3 9 , pp. 2 1 9 - 2 2 (Suecia).
128. G arraty y C arn es, 2 0 0 0 , p. 227, n. 1.
129 . G a rra ty y C arn es, 2 0 0 0 , pp. 229 , 6 0 0 .
1 3 0. Blaug, 19 5 8 ; M arx, 19 76, p. 3 9 0 ; H am m ond y H am m ond, 19 9 5 , pp. 15 8 -4 .
1 3 1. Los datos que sig u en están to m ad o s de M arx (19 7 6 ) , pp. 3 9 0 - 5 , a m en os que
se e sp e c ifiq u e otra cosa; véase tam b ién M ath ias, 19 6 9 , pp. 2 0 8 - 4 p ara m ás
d etalle s.
1.82. H obsbaw m , 19 9 9 , pp. i o 3 , 6 3 4 - 5 , 636 , n. 47.
i 33 . Lee, 19 78, p. 467; Engerm an, 2 0 0 1.
184. H adenius et al., 19 9 6 , p. 2 5 0 ; M ontgom ery, 19 8 9 , pp. 2 2 5 -6 .
13 5 . M orch, 19 8 2 , pp. 3 6 4 -7 .
1 3 6 . N erb orvik, 19 8 6 , p. 2 10 ; E n germ an , 2 0 0 1, ap én dice 1.
137. Soto, 19 8 9 , pp. 7 0 2 - 4 (sobre Esp añ a); En germ an , 2 0 0 1, tabla 1 (sobre Holanda
y Suiza).
1 38 . D echesn e, 19,82, pp. 4,94-5; B lanp ain , 19 9 6 , pp. 18 0 - 2 (sobre B élgica); Clark,
19 9 6 . p. 137 (sobre Italia): Serrao 19 7 9 , p. 4,1 3 (sobre Portugal).
189. En germ an , 2 0 0 1, tabla 5.
14 0 . G arraty y C arn es, 2 0 0 0 , pp. 607, 764,. A gradezco a Stanley En germ an p or lia
m arm e la atención, p or m edio de una com unicación p erso n a l, sobre el inten
to de legislació n de 19 19 .
208
RETIRAR LA ESCALERA
309
CAPÍTULO 4
LECCIONES PARA EL PRESENTE
4 .1 . IN TR O D U C C IÓ N
4 .3 . U N A R E C O N SID E R A C IÓ N DE LA S P O LÍT IC A S
E C O N Ó M IC A S PARA E L D ESA R R O LLO
2 11
HA-JOON CHANG
212
RETIRAR LA ESCALERA
2i 3
HA-JOON CHANG
214
RETIRAR LA ESCALERA
Según los datos proporcionados por Weisbrot et al. para los 116
países (desarrollados y en desarrollo) sobre los que tenían inform a
ción el índice de crecimiento del PIB per cápita fue del 3 ,i por ciento
anual entre 1960 y 1980, en tanto que sólo fue de un 1,4 por ciento
anual entre 1980 y 2000. Sólo en 15 de los 116 países de la m uestra —13
de los 88 países en desarrollo6— el índice de crecimiento fue mayor a
un o ,i por ciento anual entre estos dos períodos.
Más precisamente, según Weisbrot et al. el PIB per cápita creció
un 3,8 por ciento anual en los países latinoamericanos durante el
período 19 6 0 -19 8 0 , en tanto que quedó estancado entre 1980 y 1988,
creciendo a un o ,3 por ciento anual. El PIB per cápita cayó en el A fri
ca subsahariana en un 15 por ciento (o su índice de crecim iento fue
de -0,8 por ciento anual) entre 1980 y 1988, cuando había subido un
36 por ciento en el período 19 6 0 -19 8 0 (o su índice de crecimiento
había sido del 1,6 por ciento anual). Los historiales de las economías
de los países ex comunistas (las "economías de transición” ) —excep
tuando a China y a Vietnam, que no siguieron las recomendaciones
neoliberales— son aún más lúgubres. Stiglitz señala que, de las 19 eco
nomías en transición de Europa Oriental, incluyendo a la ex Unión
Soviética,8 sólo el PIB de Polonia de 1997 superó al de 1989, año en
que comenzó la transición. En los restantes 18 países, el PIB per cápi
ta de 1997 era menor en un 40 por ciento que el de 1989 en cuatro paí
ses (Georgia, Azerbaiyán, Moldavia y Ucrania). En sólo 5 de ellos el
PIB per cápita de 1997 era superior al 80 por ciento del nivel de 1989
(Rumania, Uzbekistán, la República Checa, Hungría y Eslovaquia).
Por consiguiente, tenem os aquí una aparente "paradoja” , al
menos si uno es un economista neoliberal. Todos los países, pero
de m anera especial los países en desarrollo, crecieron mucho más
rápidam ente cuando usaron "m alas” políticas durante el período
19 6 0 -19 8 0 que cuando usaron "b u enas” políticas durante las dos
décadas siguientes. La respuesta evidente a esta paradoja es aceptar
que las políticas supuestam ente "b u en as” , de hecho, no son b en e
ficiosas para los países en desarrollo, y que lo que ocurre en reali
dad es que las "m alas” políticas tienen posibilidades de m ejorar su
situación si se aplican con eficacia.
Ahora bien, lo interesante es que estas "m alas” políticas son
básicam ente las que los PAD pusieron en práctica cuando ellos
HA-JOON CHANG
4 . 3 . U N A R E C O N SID E R A C IÓ N D E L D ESA R R O LL O
IN S T IT U C IO N A L
los 16 mayores PAD tuvo un índice de crecimiento del 3,8 por ciento
anual durante este período, dándose en países como Japón (8 por
ciento), Alemania y Austria (ambos a 4,9 por ciento) e Italia (4,8 por
ciento) unos índices de. crecimiento anteriormente inimaginables.
La mayor parte de los comentaristas atribuyen la edad de oro de los
PAD a la creación de unas m ejores instituciones tras la Segunda
Guerra Mundial, tales como instituciones presupuestarias activas
(keynesianas), Estados del Bienestar plenos, regulación más estricta
de los mercados financieros, instituciones em presariales de negocia
ción salarial, instituciones de coordinación de inversiones y, en algu
nos casos, de nacionalización de industrias (especialmente en Francia
y Austria). Suele haber un amplio acuerdo en que estas instituciones
ayudaron a los PAD a crecer rápidamente, al proporcionarles una
mayor estabilidad macroeconómica y financiera, unas asignaciones
de recursos más adecuadas y mayor paz social.10
TA BLA 41
1820-75 1875-1913
(PORCENTAJE) (PORCENTAJE)
Bélgica 1A 1.0
Canadá 1.2 2A
Suecia 0.8 1A
2l8
RETIRAR LA ESCALERA
T A B L A 4.2
219
HA-JOON CHANG
2 20
RETIRAR LA ESCALERA
T A B L A 4.3
NOTA-, LOS DATOS PROVIENEN DE BANCO M UNDIAL (2001). L A S C IFRAS SO N SÓLO APROXIMACIONES. DADO QUE S E
CONSTRUYERON SUSTRAYENDO LOS INDICES DE CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN DE LOS INDICES DE CRECIMIENTO
DEL PIB. ESTO TUVO QUE H ACERSE A S I PORQUE EL BANCO MUNDIAL DEJÓ DE PUBLICAR LOS INDICES DE
CRECIMIENTO DEL PIB PER CÁPITA DE LOS ÚLTIMOS DIEZ AÑ O S A PARTIR DE SU INFORME SO BRE EL DESARROLLO
MUNDIAL DE 1998. V ÉA SE UNA CLASIFICACIÓN DE LOS PAISES EN LA TABLA DE LA PÁGINA 334 DEL INFORME.
221
HA-JOON CHANG
222
RETIRAR LA ESCALERA
4 .4 . P O S IB L E S O B JE C IO N E S
223
HA-JOON CHANG
2 24
RETIRAR LA ESCALERA
225
HA-JOON CHANG
22 6
RETIRAR LA ESCALERA
2257
HA-JOON CHANG
4 .5 . C O M E N T A R IO S F IN A L E S
228
RETIRAR LA ESCALERA
hacen las recom endaciones crean realm ente, por estar mal in fo r
mados, que sus propios países se desarrollaron m ediante el libre
com ercio y otras políticas de laissez-faire y que quieran que los p a í
ses en desarrollo se ben eficien de esas m ism as políticas. Sin
em bargo, esto no lo hace menos dañino para los países en d esarro
llo. Puede, incluso, que resulte aún más peligroso que el acto de
"retirar la escalera” basado en intereses nacionales declarados,
dado que el fariseísm o puede ser mucho más obstinado que la
defensa de los propios intereses.
Sea cual sea la intención subyacente a este "retirar la escale
ra” , la cuestión es que estas supuestam ente "bu enas” políticas e
instituciones no han sido capaces de producir el prom etido d in a
mismo en el crecim iento de los países en desarrollo durante, ap ro
xim adam ente, las dos últim as décadas, es decir, el período en que
han sido prom ovidas por el EPID. Es evidente que en muchos p a í
ses en desarrollo el crecim iento, sencillam ente, se ha colapsado.
Por lo tanto, ¿qué hay que hacer? Aunque desarrollar una
agenda detallada para la acción es un objetivo que supera el alcance
de esta obra, se puede sostener lo siguiente. Para empezar, se deb e
rían dar a conocer más los hechos históricos sobre las experiencias
de desarrollo de los países desarrollados. No se trata sólo de una
cuestión de "corregir la h istoria” , sino tam bién de p erm itir a los
países en desarrollo que hagan elecciones bien inform adas sobre
las políticas e instituciones que pueden resultarles apropiadas.
D ebería haber un mayor esfuerzo intelectual para entender m ejor
el papel de las políticas e instituciones —especialm ente de estas
últim as— en el desarrollo económ ico, elim inando los mitos h istó
ricos y las teorías excesivam ente abstractas que ciegan a muchos
teóricos y decisores políticos.
Más en concreto, en térm inos de políticas, las "m alas p o líti
cas” que la mayor parte de los PAD usaron con tanta eficacia cuan
do ellos m ism os eran países en desarrollo deberían estar permitidas,
si no activamente impulsadas, por los países desarrollados y por el
EPID que ellos controlan. Aunque es verdad que las políticas ICT
activas pueden algunas veces degenerar en una red de papeleo y
corrupción, esto no tiene por qué significar que por ello esas políti
cas no deban usarse nunca. Después de todo, no dejamos de volar en
HA-JOON CHANG
^3 o
RETIRAR LA ESCALERA
NOTAS
1. Evid en tem ente, de qué actividades de m ayor valo r añadido se trata es algo que
d ep en derá del p aís y d el períod o contem plado. A sí, p o r dar u n ejem plo lle v a
do al extrem o, la fab ricación de tejid o s de lana, que era la actividad de alto
v alor añadido en la Europa d é lo s sig los X IV y XV, actualm ente es una actividad
de bajo v alo r añ adido. A d em ás, las actividades de alto valor añ adido no n e c e
sitan se r ni siq u iera "in d u stria s (m an u factu reras)” en el sen tid o con ven cional,
tal com o se d espren d e del térm in o "p ro m o ció n de la in d u stria n acien te” .
D epen dien d o de los sectores en que tengan lu gar los avances tecn ológicos, las
actividad es de alto v alo r añadido pod rían se r algunas de las que oficialm en te se
c la sifica n com o "se rv ic io s ” .
2. V éase Chang, 1994., capítulo 3 ; Stiglitz, 19 9 6 ; Lall, 19 9 8 , so b re las razones pol
las cuales pu ed en e x istir esas d iscrep an cias. A m enudo el p rob lem a es que los
em p ren d ed ores del sector p rivado , a qu ien es el Estado d ebería in ten tar in flu ir
en la d e fin ició n de sus p e rfile s de co ste -b e n e fic io , son com pletam ente in e x is
tentes. Ésa es, p or ejem plo, la razón p or la cual Fed erico el G ran d e se vio o b li
gado a u sar (con éxito) a u n pequ eñ o núm ero de b u ró cratas-em p ren d ed o res
p ara d esarro llar sus in d u strias en S ile sia , o la de que m uchos p aíses en d e s
arrollo hayan ten ido que u sar (en m uchos casos sin éxito) em p resas públicas
tras ind epend izarse d espués de la Segunda G uerra M undial.
3 . Sh afaed d in señ ala que List tam bién con sid eraba los aranceles y los su bsid ios
com o sólo dos de las m uchas p olíticas para p rom o ver el desarrollo in d u strial
(3 0 0 0 , pp. 9 - 10 ) .
4. P ara m ás detalles véase Evans, 19 9 5 ; Stiglitz, 19 9 6 ; C h a n g y C heem a, 2 0 0 2 .
5. U n argum ento p lau sib le es el que p ro p o rcio n a O’ Rourke, 2 0 0 0 , pp. 4 7 4 -5 .
Cita algunos estudios de Je ffr e y W illiam son y sus asociados que so stien en que
e n el siglo X IX la protección aran celaria elevó la in v e rsió n m edian te la red u c
c ió n del precio relativo de los b ie n es de capital, dado que los b ie n es de capital
eran m uy poco com ercializados en ese en ton ces. Luego p rosigu e sostenien d o
que en el siglo XX los b ie n es de capital son m ás com ercializad os, y que hay
í 3i
HA-JOON CHANG
?32
RETIRAR LA ESCALERA
1 3 . Este ín d ice de crecim iento se asem eja m ás a los de los PAD de p rin c ip io s y
m ediados del siglo X IX (cuando ten ían m uy pocas de las in stitu cion es r e c o
m endadas actualm ente p or el EPID ) que a los de fin e s del siglo XIX y p r in c i
p io s del XX (cuando habían experim en tad o im p ortantes m ejo ras en la calidad
de sus institu cion es).
14 . Otro elem ento de pru eba de que las "bu en as in stitu cio n e s” no bastan p ara p r o
d u cir crecim iento es el hecho de que las p rin c ip ale s econom ías asiáticas en
desarrollo qu ed aron prácticam en te estancadas en la p rim era m itad del siglo
XX, p ese al hecho de que se in trod u jeran m uchas in stitu cion es m od ernas bajo
el dom in io colon ial (form al o in form al). Según lo s cálculos de M ad d ison
(19 8 9 ), el ín d ice de crecim iento m edio p er cápita d el P IB de los nueve p r in c i
p ales p a íse s en d esarro llo a siátic o s (B an g lad esh , C hin a, C orea d el Sur,
Filip inas, India, Indonesia, Pakistán, Tailandia y Taiwán) en el período 19 0 0 -5 0
fu e del o p o r ciento anual. En el m ism o p eríod o, Taiwán y F ilip in a s creciero n
un 0 ,4 p o r ciento anual, C orea y T ailan dia a u n 0 ,1 p o r ciento anual. C hin a c r e
ció un - o ,3 p or ciento anual; los p aíses de A sia del Su r e In d o n esia a - 0 ,1 p or
ciento. Sin em bargo, estos p aíses p u d iero n crecer con m ucha m ayor rapidez
tras el fin d el d om inio colon ial. El índ ice de crecim iento p er cápita del P IB del
p eríod o 19 5 0 -8 7 en estos p aíses fu e del 3 ,i p or ciento anual. E n parte esto se
debió a las m ejo ras en la calidad de sus in stitu cion es, pero el cam bio m ás
im portante fue que p u d iero n p o n er en práctica las p olíticas "co rre c ta s” , es
decir, p olíticas ICT activas. V éase una expo sición m ás detallada de este punto
en A m sd en , 3 0 0 1.
15. U na anécdota m ás b ien triste en apoyo de este argum ento es que, justo d espués
del colapso del socialism o en M on golia, el gobierno estad ou n idense otorgó
una gran cantidad de d in ero a la U niversid ad de H arvard p ara que en tren ara a
docen as de jó ven es y b rillan tes m on goles com o corred ores de bolsa, d inero
que pod ría haberse usado p ara fin a n c ia r m uchos objetivos de d esarrollo útiles.
16 . Chang, 19 9 8 a.
17. Esto no im p lica, d esde luego, que todos vayan a b e n e fic ia rse de ello. A sí, p or
ejem plo, algunos trab ajad ores de los p aíses d esarrollad os pu ed en su frir a c o n
secuen cia de un increm en to de las oportu n id ades de in v e rsió n en los p aíses en
d esarrollo que resu lte en la tran sferen c ia de ciertas actividades de p rod ucción
a los p aíses en d esarrollo, a m en os que exista un m ecan ism o intern o ap ro p ia
do de tran sferen cia s de in g resos.
233
BIBLIOGRAFÍA K o rea” , European Economic Review , vol.
38 , nú m s.. 3 ,4 .
A m sle r, C., B a r t le t t , R. y B o lto n , C.
( 1 9 8 1 ) : "T h o u g h ts o f So m e B ritis h
E co no m ists on E arly Lim ited Liab ility
and C orporate L e g isla tio n ” , History o f
Political Economy, vol. i 3 , núm . 4.
A n d e r s o n , E. y A n d e r s o n , P. (19 7 8 ) :
"B u rea u cratic In stitu tio n alisatio n in
i9 t h C en tu ry E u ro p e” , en A .
H e id e n h e im e r et al. (e d s.) (19 7 8 ):
Political Corruption: A H andbok , New
B runsw ick, T ran saction P ublish ers.
ARMSTRONG, J. ( 19 7 3 ) : The European
A dm in istrative E lite , P rin c e to n ,
P rin ceton U n iversity P ress.
A r m st r o n g , P ., G ly n , A . y H a r r is o n , J.
( 19 9 1) : Capitalism since 1945, O xford,
Blackw ell.
A ron , J. (20 00 ): "Growth and Institutions:
A Review of the Evidence” , The World
Bank Research Observer, vol. 15 , núm . 1.
A b r a m o v it z , M . (19 8 6 ) : "C a tc h in g Up, A t a c k , J . y P a s s e l i ., P. (1994,): A New
Forgin g A head, and Fallin g B eh in d ” , Economic View o f A m erican History, 2a-
Jo urn al o f Economic History, vol. 4,6, ed., Nueva Y ork, Norton.
núm . 2. B aack , B. y Ray, E. ( 19 8 5 ) : "S p e c ia l
— (19 8 9 ): "T h in k in g about Grow th” , en In te re s ts an d th e A d o p tio n o f th e
T h inking About G row th, C am b rid g e, In c o m e Tax in th e U n ited S ta te s ” ,
C am bridge U n iversity P ress. Jo urn al o f Economic History, vol. 45,
A c ar w ala , A. N. y Sl.NCH, S. P. (19 5 8 ): The núm . 3 .
Economics o f Underdevelopment , D elhi, B a ir o c h , P. (19 9 3 ) : Economics a n d World
Oxford U n iversity P ress. H istory-M yths and P aradoxes,
A kyu z , Y ., C h a n g . H .- J. y K o zul -W k ig h t , B rig h to n , W h e a ts h e a f.
R. (19 9 8 ): "N ew P ersp ectives on East B a l a b k i n s , N. ( 19 8 8 ): Not by Theory
A sia n D ev e lo p m e n t” , Jo u rn a l o f A lone...: The Economics o f Gustav von
Development Studies, vol. 34,, núm . 6. Schm oller an d Its Legacy to A m erica,
A l l e n , G. C. ( 19 8 1) : A Short. Economics B e r lín , D u n c k e r y H u m b lo t.
Histor)- o f Moderrí Ja p a n , 4 a. ed ición , B a n n e r , S. ( 1 9 9 8 ) : A nglo -A m erican
L o n d res y Basin gstoke, M acm illan. Securities Regulation-. Cultural a n d
A m s d e n , A . ( 19 8 9 ) : ./4s ¿ a ’s Next G ia n t, Political Roots. 169 0-186 0, C am brid ge,
Nueva Y ork, O xford U n iversity P ress. C am brid ge U n iversity Press.
— (2 0 0 0 ): "In d u stria lisatio n u n d e r New B a r d h a n , P. ( 1 9 9 3 ) : "S y m p o s iu m on
WTO Law ", com unicación presentada D em o cracy an d D e v e lo p m e n t” ,
en la reu n ión de la UNCTAI) X, 1 2 - 1 9 Jo urn al o f Economic Perspectives, vol. 7,
de fe b r e r o de 2 0 0 0 , B an gkok , núm . 3 .
T ailandia. B a s u , K. (19 9 9 a ): "C h ild Labor: Cause,
— ( 2 0 0 1 ) : The Rise o f "The R est" — C on sequ ence and Cure w ith Rem arks
Chali enges to the West fro m Late- on In te rn a tio n a l L a b o r S ta n d a rd s” ,
In d u stria lisin g Econom ies, O xfo rd , Jo u rn al o f Economic Literature, vol. 37,
Oxford U n iversity Press. núm . 3 .
A m s d e n , A . y S i n c h , A . ( 1 9 9 4 ) : "T h e — (199 9b): "International Labor Standards
O ptim al D egree o f C om petition and and Child Labor” , Challenge, septiem
D yn am ic E ffic ie n e y in Ja p a n and bre-octubre 19 9 9 , vol. 42 , núm . 5.
s-35
HA-JOON CHANG
Histoire Economique
B a u d h u i n , F. (19 4 6 ) : BOLLEN, K. (1995): "M easuringD em ocracy” ,
de la Belgique, 1 9 14 - 3 9 , vol. 1, 2 a. e d i The Encyclopaedia of Democracy,
ción, B ru selas, Etablissem en ts Em ile Lond res, Routledge.
Bruylant. B o n n e y , R. ( 19 9 5 ): Economic Systems and
Baum ol, W., W o lf f, E. y Blackm an, S. State Finance , O xfo rd , C la re n d o n
( 19 8 9 ) : Productivity and American P ress.
Leadership, C am b rid g e, M assa c h u - B o r i t , G. (19 6 6 ): "O íd W ine Into New
setts, The M IT P ress. B o ttles: A b ra h a m L in c o ln an d the
B e n so n , G . ( 1 9 7 8 ) : Political Corruption in T a riff R e c o n sid e re d ” , The Historian,
America, Lexington, Lexington B ooks. vol. 28, núm . %.
B erg , M. (19 8 0 ): The Machineiy Question B o x e r , C . (1965): The Dutch Seabome Empire,
and the Making of Political Economy, 1600-1800, Londres, H utchinson.
1815-184.8, C am b rid g e, C am b rid g e BRIGCS, B . (19 9 8 ): Early Modern France
U niversity P ress. 1560-1715, ? a . e d ., O xfo rd , O xford
BHAGWATI, J. ( 19 8 5 ) : Protectionism, U niversity P ress.
C am bridge, M assachusetts, The M IT B r is c o , N. (19 0 7 ): The Economic Policy of
Press. Robert Walpole, N u eva Y o rk , T he
— ( 19 9 8 ) : "T h e G lo b a l A ge: F ro m Colum bia U niversity P ress.
Sk ep tical South to a Fearful N o rth ” , en B r o g a n , H. (19 8 5 ): The Penguin Histoiy of
A Stream of Windows — Unsettling the United States of America, Londres,
Reflections on Trade, Immigration, and Penguin.
Democracy, C am b rid g e, M assa c h u - B r ü CK, W. ( 19 6 2 ) : Social and Economic
ssets, T he M IT P ress. Histoiy of Germany from William II to
BHAGWATI, J. y H ir s c h , M. (19 9 8 ): The Hitler, i888-iy 38, Nueva York, R u sse lly
Uruguay Round and Beyond —Essays in R ussell.
Honour of Arthur Dunkel, A n n A rb o r, B r ü LAND, K. (ed.) (19 9 1): Technology Transfer
T he U n iversity o f M ich igan P ress. and Scandinavian lndustiialisation ,
BlLS, M. (19 8 4 ): "T a riff P rotection and Nueva York, Berg.
P ro d u ctio n in the E arly U S C otton B u r y , J. ( 1 9 6 4 ) : Napoleon III and the
Textile In d u stry ” , Journal of Economic Second Empire, L o n d res, T he English
History, vol. 4 4 , núm . 4. U n iversity P re sses Ltd.
B iu cc h i, B. ( 19 7 3 ) : "T h e In d u stria l C a i r n c r o s s , F. y C a i r n c r o s s , A . (eds.)
R ev o lu tio n in S w itz e rla n d ” , en C. (19 9 2 ): The Legacy of the Golden Age —
CipoÜ.A (ed .) ( 19 7 3 ) : The Fontana The 1960S and Their Economic
Economic History of Europe, vol. 4,: The Consequences, Lo n d res, Boutledge.
Emergence of Industrial Societies — Part — (19 5 3 ): "T h e C réd it M o b ilier and the
Two, Glasgow, C ollins. Econom ic D evelopm en t o f E u ro pe” ,
BLACKBOURN, D. ( 1 9 9 7 ) : The Fontana Journal of Political Economy, vol. 6 1,
History of Germany , 1780-1918, núm . 6.
Lond res, Fontana P ress. C a m e r o n , R. (19 9 3 ): A Concise Economic
R. ( 1 9 9 6 ) : Labour Law in
B l a n p a in , History of the World, 2a. ed., Oxford,
Belgium , R o tterd am , K lu w e r Law O xford U n iversity P ress.
In tern ation al P u blish ers. C a r r , R. (19 8 0 ): Modern Spain, 1875-1980,
BLAUC, M . ( 1 9 5 8 ) : "T h e C la ssic a l Oxford, Oxford Universily Press.
E conom ists and the Factoiy A cts: A Carruthf.rs, B. (2000): "Institutionalising
R e-ex am in a tio n ” , Quaterly Journal of C reative d estru ction : P redictable and
Economics, vol. 72, núm . 2- T ran sp aren t B an kru p tcy Law in the
B o h l in , J . ( 1 9 9 9 ) : "S w e d e n : T h e R is e a n d W ake o f th e E a st A sia n F in an cia l
F a ll o f th e S w e d is h M o d e l” , e n J . C r is is ” , com u n icación presentada en
F o r e m a n - P e c k y G . F e d e r ic o ( e d s . ) : la c o n fe re n c ia de U N R IS D (U nited
European Industrial Policy — The N ations R esearch In stitu te fo r Social
Twentieth Century Experience, O x fo rd , D ev e lo p m e n t), " N e o lib e ra lis m and
O x fo rd U n iv e r s ity P r e s s . In stitu tion al R efo rm in East A s ia ” , 12
?36
BIBLIOGRAFIA
237
HA-JOON CHANG
238
BIBLIOGRAFÍA
239
HA-JOON CHANG
240
BIBLIOGRAFIA
241
HA-JOON CHANG
H istory, B o sto n , H ou ghto n M ifflin LlNZ, J. (1995): "Sp ain ” , The Encyclopaedia of
Com pany. Democracy, Londres, Routledge.
K u is e l , R. ( 1 9 8 1 ) : Capitalism and the State L ípsey , R. (2000): "U S Fo reign Trade and
in M odern France, C am b rid g e, th e B alan ce o f P a y m e n ts” , en S.
C am bridge U n iversity P ress. E n g e r m a n y R. G a l l m a n (ed s.) (2 0 0 0 ):
K u z n et s , S. (19 6 5 ): Economic Growth and The Cambridge Economic History o f the
Structure, L o n d re s, H e in e m a n n United States, vol. ?.• The Long Nineteenth
Educational Books. C entuiy, C a m b rid g e , C am b rid ge
K u z n e t s , S. (19 7 3 ) : Population, Capital, U n iversity P ress.
a nd Growth —Selected Essays, Lond res, LIST, F. (18 8 5 ): The N ational System o f
H ein em an n Educational Books. Political Economy, trad u cido de la e d i
L a ll, S. (19 9 2 ): "T e c h n o io g ic a l ción o rigin a l alem an a publicad a en
C a p a b ilitie s an d In d u s tr ia lis a tio n ” , 18 4 1 p o r S a m p so n Lloyd, L o n d res,
World Development, vol. 2,0, núm . 2. Longm ans, G reen , and Com pany.
-(19 9 4,): "D o es the B ellT o ll fo r In d u strial L i t t i e , I., S c it o v sk y , T .y S c o tt , M . (19 7 0 ):
P o licy ?” , World Development, vol. 22, Ind ustiy in Trade in Some Developing
núm . 4. Countries — A C om parative Study,
L a l l , S. yTEUBAL, M. (19 9 8 ): "M arket sti- Lo n d res, O xford U n iversity P ress.
m u la tin g T ech n o lo g y P o lic ie s in LO ( L a n d s o rg a n isa tio n e n i S v erig e)
D evelopin g C ou n tries: A Fram ew ork ( 1 9 6 3 ) : E conom ic Expansión a n d
w itli Exam p les fro m East A sia ” , World Structural Change, e d ició n y traducción
Development, vol. 26, núm . 8. de T. jo h n sto n , L o n d res, G eorge A lien
L a m o re a u x , N. (19 9 6 ) : Insider Lending, and U nwin.
C am b rid g e, C am b rid g e U n iv e rsity L u e d d e - N e u r a t h , R. ( 19 8 6 ) : Import
P ress. Controls and Export-O riented
L a n d e s , D. (19 6 5 ): "ja p a n and Europe: D evelopm ent; A Reassessm ent o f the
Contrasts in Industrialisation” , en W. South Korean Case, B o u ld e r y L o n d r e s ,
LOCKWOOD (ed.) (19 65): The State and W e stview P r e s s .
Economic Enterprise in Japan, Princeton, LUTHIN, R. ( 1 9 4 4 ) :' A b r a h a m L in c o ln a n d
Princeton University Press. th e T a r iff” , The A m erican Historical
— ( 1 9 6 9 ) : The Unbound Prometheus — Review, v o l. 4 9 , n ú m . 4.
Technoiogical Change a n d In d u stria l M a c h l u p , F. y P e n r o s e , E. (19 5 0 ): "The
Development in Westm Europe from 1750 Patent C on troversy in the N in eteenth
to the Present, C am bridge, C am bridge C entury” , Jo u rn al o f Economic History,
U n iversity P ress. vol. 10 , núm . 1.
— ( 19 9 8 ) : The Wealth. a n d Poverty o f M a d d iso n , A. (19 8 9 ): The World Economy
Nations, Nueva Y ork, W. W. N orton and in the ?oth Century, P arís, OCDE.
Com pany. — (19 9 5 ): Monitoring the World Economy,
L a r s s o n , M. (19 9 3 ) : En Svensk Ekonomisk P arís, OCDE.
Historia, 18 50-19 85, 2a. ed., Estocolm o, M a c o NE, J. (19 9 7 ): European Portugal: The
SN S Folag. Difficult Road to Sustainable Democracy,
L e e , J. ( 19 7 8 ) : "L a b o u r in G erm án Lo n d res, M acm illan P ress.
In d u strialisa tio n ” , en P. M at h ia s y M. M a r g l in , S . y S c h o r , J. (ed s.) (19 9 0 ): The
POSTAN (e d s .) ( 19 7 8 ) : Cam bridge G olden Age o f C a pitalism , O xford ,
Econom ic H istory o f Europe, vol. II, O xford U n iversity P re ss.
C a m b rid g e , C am b rid g e U n iv e rsity M a r r in e r , S. (19 8 0 ): "E n g lis h
P ress. B an k ru p tcy R e c o rd s an d Sta tistic s
L e w is , W. A . (19 5 5 ): Theory o f Economic before 1 8 5 0 ” , Economic Histoiy Review,
Growth, L o n d re s, G eorge A lien and vol. 33 . núm . 3 .
U nw in Ltd. M a r x , K. (19 76 ): Capital, vol. 1, Londres,
- ( 1 9 8 0 ) : "T h e S lo w in g D ow n o f th e P en gu in Books.
En gin e o f G row th” ,Am erican Economic M ata , E . (19 8 7 ): Pobreza y Asistencia Social
Review, vol. 7 0 , núm . 4. en España, siglos XVI al XX: Aproximación
242
BIBLIOGRAFIA
?43
HA-JOON CHANG
24 4
BIBLIOGRAFÍA
?45
HA-JOON CHANG
246
BIBLIOGRAFIA
*4 7
¿Cómo, de verdad, se hicieron ricos los países ricos? La
respuesta a esta pregunta se encuentra en las páginas de
este provocativo libro, una original, bien documentada y
desmitificadora contribución a los actuales debates sobre
el desarrollo. Tras examinar la importante presión que se
está ejerciendo sobre los países en desarrollo para que
éstos adopten las que hoy se consideran “buenas” políti
cas y establezcan determinadas “buenas” instituciones,
el autor demuestra cómo los países libre-cambistas se
convirtieron en potencias gracias a un proteccionismo que
ahora demonizan. La conclusión a la que llega Ha-Joon
Chang es convincente y perturbadora: al impedir que otros
adopten las políticas e instituciones que ellos mismos
habían utilizado, estos países están intentando “retirar
la escalera" mediante la cual han trepado hasta alcanzar la
cima del desarrollo económico.
DESARROLLO Y
C O O P E R A C IÓ N
18 € »SBN: 84-8319-199-7
ICEI de Estudios Internacionales
Insumió Complutense