SERMÓN: ELEGIDOS PARA LA ALABANZA CELESTIAL

Texto: Salmo 28:7—Salmo 40:3—Salmo 95:1,2—Salmo 149:1-3—Música—Danza

Introducción: La Palabra del Señor nos invita con frecuencia a la ALABANZA.

La Alabanza es un género de oración con Música o con Danza.
ALELUYA es el término universal para expresar en cualquier idioma el
JÚBILO que produce alabar a Dios.
Cuanto más conocemos al Señor, más motivos tenemos de alabarle. El
medidor del conocimiento de Dios es la manifestación de gozo, que hace fluir la
Alabanza. Si nos relacionamos por medio de nuestro testimonio, bendecimos al
Señor y Alabamos. Las circunstancias personales, mundiales, nacionales o locales
no podrán quitarle el gozo a un seguidor de Jesucristo. La Alabanza es cura para las
situaciones difíciles, porque es como el agua que mana de la profundidad del pozo
interno. Dice el Señor: “de vuestro ser correrán ríos de Agua Viva”. La gran promesa
del Padre Celestial es manifestar su Misericordia a los hombres que se apartan de
sus pecados. La Profesía continúa apostando a la restauración. Cuando el escritor
de hebreos retoma la Profesía y la presenta como un Nuevo Pacto, introduce la
Promesa de propiciación a las injusticias del hombre arrepentido, es decir se refiere
al hombre que conoce y acepta al Señor como Salvador. ¿Cómo no hemos de
alabarle, sabiendo que Dios habita en medio de la Alabanza?

1º Dios quiere relacionarse con LOS ELEGIDOS. (1aPedro 1:1,2)

La finalidad de la carta es presentar la salvación a los gentiles, aquí vemos
como el Señor Jesucristo toma en cuenta a los gentiles para ofrecerles también la
Salvación así como la presentó al pueblo judío.
El Pueblo de Dios en el Antiguo Testamento eran los judíos y ahora en el
Nuevo Testamento, es La Iglesia el Pueblo de Dios, es decir los gentiles.
Los destinatarios de esta Carta somos tratados como ELEGIDOS para
obedecer. Cuando el Señor nos llama a venir a su presencia con regocijo, no nos
presenta alternativa. Nos invita a entrar con gozo, con Alabanza; reconociendo que
él es Dios
La Palabra de Dios nos presenta de manera directa la oportunidad de
renacer; no es volver a nacer biológicamente, sino renacer de manera espiritual. Es
la oportunidad para recibir la herencia de El Padre Celestial.
Por tanto fuimos escogidos en Dios y separados por el Espíritu Santo a fin
de vivir obedeciendo a Jesucristo. La obediencia distingue a los que se convierten
de corazón al Señor.
Presentar la ofrenda encendida fue un rito establecido en el Antiguo
Testamento al Pueblo de Israel, entre otros ingredientes se debía usar el incienso
por su cualidad aromosa. Así debe ser nuestra ALABANZA, untada con incienso de
obediencia, para presentarla en olor fragante, que suba a la presencia del Señor.
Los que fueron desobedientes usaron fuego extraño y cayeron muertos.
 Los ángeles proclaman la santidad de Dios continuamente, para nosotros
existe el día y la noche. Los elegidos para alabar a Dios debemos hacerlo con alegría,
presentarnos con gozo, porque es un privilegio unirse a la alabanza que de continuo
hacen los ángeles. Sobremanera debemos congregarnos para darle gloria a Dios y
junto con los ángeles ALABARLE.

2º Dios ELIGE Las Autoridades para que le sirvan. (Rom. 11:29)

La Obra de Cristo no puede ser desvirtuada. Toda autoridad legítima procede
de Dios; por tanto, someterse a la autoridad honra a Dios. La sumisión es un acto
de fe y se basa en la suprema autoridad de Dios, ya sea en relación a la autoridad
civil, la autoridad escolar, gremial, o eclesiástica. A mayor autoridad, mayor
responsabilidad ante Dios. Nuestra libertad en Cristo no puede ser usada como
argumento para irrespetar la autoridad. Dios dispondrá, según su soberana
voluntad, y quitará los desobedientes, desechándolos, tal como lo hizo con el rey
Saúl. Pero, David, teniendo la oportunidad de venganza dijo: no se levantará mi
mano contra el ungido de Jehová.
Dios es un Dios de orden. El ungido de Jehová es toda persona que ejerce
autoridad y ha sido puesta por Dios, y esa soberana orden es la orden de Dios.
No olvidemos de honrar a Dios obedeciendo a la autoridad. Así que, cuando
el Maestro de Ceremonia haga las indicaciones sobre el orden del Culto, hay que
obedecer.
¿Usted cree que en el Cielo hay un Ángel que dirige el Coro Celestial? Bueno,
como en el Cielo, así se hace en cada Culto. El Director es el Ungido de Jehová para
ministrar cada Acto que se hace en El Culto. Debemos también creer que el Ungido
de Jehová es el Elegido. No que sea mejor, según el criterio humano; sino, que esa
es la Soberana voluntad de Dios.
Estar sumisos al Elegido por Dios en cada Culto para que ministre La
Ceremonia, honra a Dios. Si su corazón le dice que usted canta, ejecuta un
instrumento, danza, predica, enseña o dirige. Vaya a Romanos 11:29 y espere el
llamamiento de parte de Dios. El Kairos de Dios es el tiempo de Dios. El Señor no
se atrasa, el Señor no se adelanta. Dios habita en medio de La ALABANZA.

3° Demandas de Dios a los ELEGIDOS para La ALABANZA

En términos musicales, a los ejecutantes de instrumentos en una orquesta
se les llama fila a los que hacen el acompañamiento y solista al que lleva la voz
cantante. Así en las corales hay solistas y voces de acompañamiento. Pero siempre
será necesario un Director.
El rey David fabricó una cantidad de instrumentos musicales para ALABAR
a Dios en el Culto que se hacía en El Tabernáculo y que luego el rey Salomón uso
en El Templo. Mucha gente talentosa aprendió a ejecutar esos instrumentos y
aprendieron a modular la voz y fueron elegidos para ALABAR por turnos.
El filósofo y teólogo Maimónides, judío del siglo XII, dijo: “La música
favorece el recogimiento y eleva los sentimientos cuando hay gozo”
 Los hebreos usaron tres tipos de instrumentos musicales: de viento, de
cuerda y de percusión.
En el tiempo de rey David, los principales Maestros de Música fueron Asaf,
Hemán y Etán (Jedutún). Los cantantes y músicos levitas tenían como misión
principal ALABAR al Señor delante del Arca del Tabernáculo en Sion, dirigidos por
Asaf. Mientras que Hemán y Jedutún dirigían la ALABANZA en el antiguo Tabernáculo
en Gabaón. Estos tres Coros de ALABANZA se unieron para ALABAR en El Templo
de Salomón.
Todos los músicos y todos los cantores que fueron elegidos para ALABAR
debieron ser instruidos tanto en lo virtuoso como en la obediencia.
Si no eran obedientes, tampoco podían ser elegidos; porque Dios no llama
al que solamente es virtuoso. Sino al que es virtuoso pero también es obediente. Si
recuerdan, El Señor desechó al rey Saúl por desobediente. Y los hijos del Sumo
Sacerdote Aarón, fueron muertos por quemar fuego extraño en el Altar.
Dios es Soberano y justo, al que más le da, más le demanda. Fuimos
elegidos para ALABAR al Señor en este planeta y también en El Cielo. ALABEMOS
con unción, con Poder y con Gloria

CONCLUSIÓN

1° La ALABANZA de los elegidos.

 Es la acción de ensalzar y bendecir a Dios con canciones, con música
y con danza.
 Es un género de oración cantada.
 Sube al trono de la Gracia con olor fragante.

2° Los Directores de La ALABANZA son elegidos por Dios.

 Toda Autoridad legítima es puesta por Dios.
 Someterse a la Autoridad honra a Dios.
 Los Directores de Culto deben estudiar música y otras Artes con
reverencia.

3° A los Elegidos para la ALABANZA que más se les da, más se le

demanda. (1° Samuel 2:6-9) (Levítico 10:1,2)
 Deben pedir la dirección del Señor en todo.
 Obedecer a la voz de Dios.
 No quemar fuego extraño en el Altar de Dios.
 Porque en el Altar de Dios el fuego está encendido.
 Para ungir, y también para matar.
 APELACIÓN
NUESTRA ALABANZA SEA COMO EL INCIENSO,
NUESTRA ALABANZA SEA COMO COLUMNA DE SU TRONO;
NUESTRA ALABANZA SEA COMO EL INCIENSO,
NOS PRESENTAMOS PARA ALABARTE Y ADORARTE SOLO A TI.

CUANDO TE VEMOS EN TU ESPLENDOR,

Y MIRAMOS A TU MAGESTAD;
NOS UNIMOS CON LOS ÁNGELES,
Y PLOCLAMAMOS JUNTOS TU SANTIDAD.

SANTO, SANTO, SANTO,

SANTO, SANTO ES EL SEÑOR;
SANTO, SANTO, SANTO,
SANTO, SANTO ES EL SEÑOR.

LECTURAS:
Salmo 28:7 Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón, y
fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón, y con mi cántico le alabaré.
Salmo 40:3 Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová.
Salmo 95:1,2 Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con
júbilo a la roca de nuestra salvación. Lleguemos ante su presencia con
alabanza; aclamémosle con cánticos.
Salmo 149:1-3 ALELUYA. Cantad a Jehová cántico nuevo; su alabanza sea
en la congregación de los santos. Alégrese Israel en su hacedor; los hijos
de Sion se gocen en su Rey. Alaben su nombre con danza; con pandero y
arpa a él canten.
1aPedro 1:1,2 Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la
dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos según la
presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser
rociados con la sangre de Jesucristo.
Romanos 11:29 Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.