UNIVERSIDAD DEL DESARROLLO EMPRESARIAL Y PEDAGÓGICO

DOCTORADO EN EDUCACIÓN

ASIGNATURA: POLÍTICAS PÚBLICAS Y GOBERNABILIDAD DEL SISTEMA EDUCATIVO

SEGUNDO SEMESTRE

CLAVE DE ASIGNATURA: DE-0205

DOCENTE: DR. JOSÉ ANTONIO ROSIQUE CAÑAS

PARTICIPANTE: ÁLVARO DE LA PEÑA HERNÁNDEZ

EMAIL: delapena_20288@univdep.edu.mx

TRABAJO: 1. EL ESTUDIO DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

MARZO 15 DE 2017

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EL ESTUDIO DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

LUIS F. AGUILAR VILLANUEVA

Gobernar por políticas públicas.

Luis F. Aguilar Villanueva plantea en su Estudio de las Políticas Públicas, que el Estado mexicano y
la sociedad en general, se enfrentan a un desafío de política y de políticas públicas, que ha traído
el aumento de libertades políticas y económicas de una sociedad cada vez más autónoma,
compleja y debatida, sacudida asimismo por vertiginosas innovaciones tecnológicas, globalización
económica, cambios demográficos y significados de vida, y el rezago económico y la injusticia
social en el marco de un mundo económicamente globalizado y en transformación desde los años
ochenta.

La forma de gobernar en México, ha pretendido actuar conforme a plan nacional. El plan pretendía
encarnar sensatez de gestión y aprobación social.

Por esa razón, se inspiraba en la historia-cultural nacional. El plan nacional actualizaba,

concretizaba, en un determinado tiempo político del país, un proyecto nacional cuya meta y
maquinaria se pensaba legible, notoria y, sobre todo, conjuntamente compartida.

El principio de legitimidad de los gobiernos fue el nacionalismo, con visión unilateral y muy corta de
la historia colectiva o eficacia decisional de un plan global, ocultando la universalidad e
imparcialidad del derecho público y privado.

El Estado Nacional se superpuso al Estado de Derecho, en lugar de vincularse con él. El mismo
autor sugiere que gobernar de acuerdo a plan exige un control totalitario o, por otra parte, un gran
consenso y apoyo político. Asimismo, exige una homogeneidad incitada o convencida en el nivel
político-ideológico en un mundo económico simple, estable y cerrado.

Sin embargo, en un mundo complejo como el que ahora vivimos, donde las organizaciones sociales
y las actividades productivas, se desarrollan en ambientes culturales y económicos libres y abiertos,
las tareas de información, enlace y manejo de las mismas, desde un punto superior y central, se
vuelven considerablemente embarazosas.

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Es más probable simular que alcanzar efectivamente un acuerdo con los ciudadanos sobre la
jerarquía de valores, el orden de las preferencias, las metas prioritarias, los instrumentos y
procedimientos de las diferentes políticas, la asignación de recursos, los operadores, los
indicadores de rendimiento, los procedimientos de interdependencia y coordinación, los
irremediables ganadores y perdedores. El pluralismo político, las libertades económicas y las
perspectivas culturales diferentes terminan por volver imposible la gigantesca capacidad de
computación y de consenso que el gobierno necesita para gobernar de acuerdo al plan nacional
global.

Este plan global, más allá de ser un plan maestro, se coloca favorablemente lejos de los estados
planificadores centrales. No significa que el gobierno no tenga su propio plan de acción, despejado
y diferente, pero ante las circunstancias de progresiva autonomía y diversidad social, es un plan
para gobernar la nación, pero no el plan de acción de la nación. El ejercicio social excede la
planificación gubernamental, sin que ello represente definitivamente desbordar las normas del
estado. El gobierno de leyes generales es más sólido y flexible que el gobierno de planes
descomunales.

La imagen y valía de lo Público ha sido primordial en aquellas sociedades donde la cultura de

libertades civiles y políticas individuales condujo el proceso de formación del estado nacional.

En dichas sociedades, la diferenciación entre lo privado y lo público ha sido esencial para concebir
el sentido de la política y la particularidad, oficio, perímetro y compromiso del estado nacional. En
esta dirección, el estado se hace cargo sólo de lo público. La composición y la coherencia social
sucede por la Constitución más que por la nacionalidad. La esfera de lo privado es el concerniente
a los numerosos intercambios libres entre individuos para la obtención de utilidades reservadas y
exclusivas. El espacio de lo público desborda la limitación individual, privativa, y corresponde a lo
que es viable y favorable sin desigualdad para todos los individuos de la asociación política, y lo
que puede ser replicado como algo que es de utilidad y utilidad para todos los individuos de la
asociación política.

Luis F. Aguilar Villanueva sostiene que lo público significa lo metaindividual pero no la desaparición
de los individuos en alguna entelequia colectivista, como "nación", "pueblo", "clase", "masa"..., a la
manera de la visión rousseauniana y de las viejas teorizaciones románticas o a la manera reciente
del socialismo antes de 1989.

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Por ello: "lo público" puede y debe diferir de "lo nacional", cuando la categoría del nacionalismo es
usada como soporte de totalitarismos o autoritarismos”

Las maniobras de gobierno uniformes y globales, así como los estilos de gobierno secretos,
excluyentes y clientelares, están condenadas en el futuro inmediato a la ineficiencia administrativa,
al castigo electoral y a la hostilidad política.

Las prácticas tradicionales de gobierno se abocaban a nivelar los problemas y a equiparar las
políticas para solucionarlos porque así se facilitaba su tratamiento administrativo y porque así se
consideraba imparcial, pero especialmente porque aseguraba el control político de los
demandantes, que integraban y legitimaban sus reivindicaciones en la medida en que recorrían
apaciblemente los diversos peldaños del escalafón político.

El autor sostiene que, en los años ochenta, en oposición de la paulatina ineficiencia de los aparatos
coercitivos de representación de intereses, se ha ido formando orden político-administrativo que
reclama la libertad de la representación y en la especificidad de las políticas.

La actitud propicia a un régimen por cuestiones, por tramas, preciso, que pone atención a la
peculiaridad de los problemas y diseña iniciativas de acción precisas, propias, es el espíritu que
alienta el análisis y el régimen por política pública.

El estudio y bosquejo de políticas públicas, precisamente por su carácter público, contiene un

conjunto de artes de ejercicio corresponsable entre gobierno y sociedad. No sólo privatizaciones y
desregulaciones, sino administraciones conjuntas que, según las características y la magnitud del
problema, pueden englobar al sector privado, a las organizaciones no gubernamentales, a
organismos internacionales, a las organizaciones sociales de los directamente interesados en
encontrar una solución a su problema

El pluralismo político sucede la pluralidad de políticas. Este es el estilo administrativo de la

democracia, de las sociedades abiertas; conjetura gobernantes nombrados democráticamente,
mediante la elaboración de políticas que son compatibles con el marco constitucional y se
compendian con la participación intelectual y práctica de los ciudadanos, políticas que no afligen
despóticamente las libertades, las oportunidades y las utilidades de los ciudadanos ni alojan un
trato desigual e injusto entre ellos.

El programa de un régimen por políticas públicas es entonces el esfuerzo por depurar sistemas
clientelares y corporativos.

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En una segunda orientación, lo público se refiere al carácter ostensible, al principio del libre acceso,
a transparencia y apertura. Las decisiones públicas resultan de diálogos, argumentos, polémicas,
transacciones, acuerdos, accesibles y visibles, en los cuales los ciudadanos realizan sus libertades
públicas de expresión, manifestación, reunión, opinión, asociación, prensa.

La tercera orientación, hace referencia a recursos públicos, recaudaciones fiscales. supondrá

cuidadosísimos cálculos de gasto público, estimaciones rigurosas de costo-beneficio, eficiencia
económica en las decisiones, economía pública realista, evaluación pertinente del componente
económico de las decisiones y operaciones, búsqueda de las políticas que propagan beneficios y
reducen costos a los ciudadanos contribuyentes. Los costos de oportunidad pública y el dispendio
serán denunciados. y la corrupción, además de mostrar el carácter plebeyo de sus operadores,
será sometida a sanciones.

En conclusión, al hablar de políticas públicas queremos decir decisiones de gobierno que

incorporan la opinión, la participación, la corresponsabilidad y el dinero de los privados, en su
calidad de ciudadanos electores y contribuyentes.