“La educación en derechos humanos es educación ético-política, pues se propone ligar a la
educación con los grandes problemas que enfrenta la sociedad en nuestras democracias frágiles e inestables -problemas ya señalados, como la pobreza, la injusticia social, la violencia, la impunidad y la corrupción, la discriminación y la intolerancia-; y fortalecer las capacidades de los sujetos de identificar, analizar y elaborar soluciones a esos problemas, apropiándose de una ética de los derechos humanos y con capacidades de demanda, negociación y acción. En la perspectiva de que la educación en derechos humanos debe ser parte integral de la democratización de nuestras sociedades, entendemos que el respeto y vigencia de estos derechos forma parte no sólo de la dimensión política de la democracia, sino también de sus dimensiones económico-sociales y culturales. Sostenemos que si se desea transitar hacia una sociedad más democrática, hay que reconocer que la dignidad humana es central y que es preciso potenciar el tejido intercultural de nuestra sociedad”
Abraham Magendzo, “Educar en Derechos Humanos: Si no los educadores, ¿quién? Si no ahora,
¿cuándo?”, Revista Docencia, Nº 12, 2000, p. 75.
Educar en Derechos Humanos
“La educación en derechos humanos es educación ético-política, pues se propone ligar a la
educación con los grandes problemas que enfrenta la sociedad en nuestras democracias frágiles e inestables -problemas ya señalados, como la pobreza, la injusticia social, la violencia, la impunidad y la corrupción, la discriminación y la intolerancia-; y fortalecer las capacidades de los sujetos de identificar, analizar y elaborar soluciones a esos problemas, apropiándose de una ética de los derechos humanos y con capacidades de demanda, negociación y acción. En la perspectiva de que la educación en derechos humanos debe ser parte integral de la democratización de nuestras sociedades, entendemos que el respeto y vigencia de estos derechos forma parte no sólo de la dimensión política de la democracia, sino también de sus dimensiones económico-sociales y culturales. Sostenemos que si se desea transitar hacia una sociedad más democrática, hay que reconocer que la dignidad humana es central y que es preciso potenciar el tejido intercultural de nuestra sociedad”
Abraham Magendzo, “Educar en Derechos Humanos: Si no los educadores, ¿quién? Si no ahora,