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FE DE ERRATAS INCORPORADA POR EL AUTOR

INTRODUCCION
Hay algunas razones que fueron señaladas a nivel mundial como justificativo para volcar esfuerzos en
el estudio y la conservación de las nutrias (Foster-Turley, 1990):
• De las 13 especies de la Subfamilia Lutrinae, 5 son Vulnerables y 3 Insuficientemente Conocidas.
• El Plan de Acción para la Conservación de las Nutrias, no es sólo para la supervivencia de estos
animales sino para la supervivencia de los humedales y cursos de agua limpios remanentes que
constituyen sus hábitats.
• Son animales carismáticos para la sociedad en general.
• Son indicadores de la salud de humedales y cursos de agua.
Hay una urgente necesidad de conocimientos acerca de las características básicas de la ecología, la
historia natural y el comportamiento de las cuatro especies de nutrias latinoamericanas (Chehébar,
1990)
Para las nutrias de Argentina una de las prioridades de conservación es la necesidad de relevamientos
extensivos de la nutria neotropical (Lobito de Río) (Chehébar, 1990).
Y específicamente para L. longicaudis, entre las prioridades de conservación figuran (Mason y
Macdonald, 1990) :
1) Relevamientos de campo para determinar estatus y distribución actuales. Estos relevamientos deben
transformarse en programas de monitoreo.
2) Deben continuarse los estudios sobre la ecología y requerimientos de conservación de la especie. Estos
estudios deben tratar de identificar aquellos rasgos del hábitat que deben ser conservados para asegurar
la supervivencia de esta especie en números importantes.
3) Los planes de manejo de áreas protegidas deben tener en cuenta las necesidades particulares de esta
especie.
Entre las dos medidas de conservación propuestas por la FVSA (Parera, 1994) figura : Continuar con
estudios sobre su biología y estado de conservación.
Para detectar algún futuro cambio en la distribución o estatus del animal, se decidió que los
relevamientos deben repetirse con intervalos de siete años y un método estandarizado debe ser
desarrollado. (Mason y Macdonald, 1986).
Entre las recomendaciones del VII Coloquio Internacional de Nutrias (VII IOC) de 1998 (IUCN/SSC
OSG Group, 1998), a nivel mundial se señaló : “Alentar fuertemente más estudios sobre varios
aspectos de la bilogía de las nutrias para mejorar el conocimiento actual”. Y para Latino América
figura “Alentar la financiación y la supervisión de investigaciones sobre nutrias con prioridad en la
determinación de la distribución, requerimiento de hábitats, caza furtiva, factores limitantes o amenazas
de conservación, y ecología (alimentación, comportamiento y ecología de poblaciones).
Excepto por algunos datos de su interacción con Pteronura brasiliensis en Amazonia (Duplaix, 1980,
en Pardini y Trajano, 1999) y estudios de dieta (Helder y Andrade, 1997 ; Olimpio, 1992 ; Pardini,
1988 ; Spinola y Vaughan, 1995 ; todos en Pardini y Trajano, 1999) ; no hay información disponible
sobre la ecología de esta especie mayormente tropical. (Pardini y Trajano, 1999).
De todas las nutrias de Sudamérica, la menos estudiada y aquella sobre cuya biología se conocen
menos datos es quizás Lontra l. longicaudis (Montoro, 1989).

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