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DIAGNÓSTICO DE ENTEROPARÁSITOS

El parásito es un ser vivo que vive a expensas de otro organismo de distinta


especie obteniendo de éste sus nutrientes y morada y al cual puede producirle
daño. Dentro de los muchos organismos que pueden parasitar al ser humano
encontramos a los ENTEROPARÁSITOS cuyo habitat lo constituye el intestino
del hombre.
El diagnóstico de los parásitos intestinales se realiza por métodos directos que
consisten en el hallazgo e identificación de los mismos. Las muestras destinadas
a tales fines deben llegar al laboratorio parasitológico en un estado que permita
su correcta identificación. Para diagnosticar los enteroparásitos la muestra a
examinarse es la materia fecal,
Examen Parasitológico.
Las muestras de materia fecal remitidas al laboratorio deberán homogeneizarse.
En el caso de heces formadas puede agregarse agua o solución fisiológica hasta
llegar a la consistencia deseada.
Con la materia fecal en estas condiciones se realizará en primer lugar un
“Examen microscópico directo” con objetivos de 100x y 400x aumentos para la
búsqueda de trofozoítos, quistes, ooquistes, huevos y/o larvas de
enteroparásitos.
Esta observación microscópica puede hacerse con o sin coloraciones húmedas
como eosina, azul de metileno, lugol, etc. En segundo lugar se puede agregar
un “Enriquecimiento de la materia fecal” con el objeto de concentrar en un
volumen menor de la misma elementos parasitarios que se encuentran dispersos
en un volumen mayor de heces. Para finalizar el análisis se realiza el “Examen
macroscópico” de la materia fecal que consiste en un tamizado de la misma para
el hallazgo e identificación de macroparásitos.
Con la materia fecal inicial o la obtenida luego del enriquecimiento se pueden
preparar extendidos que serán fijados y teñidos con coloraciones específicas
según el parásito que se quiera investigar.

Las heces recogidas en forma seriada pueden aplicarse a cualquier tipo de


paciente y si tenemos en cuenta que la eliminación de quistes y/o huevos
muchas veces no es continua, al recoger durante 3 días aumenta la posibilidad
de recuperar los parásitos
TÉCNICAS DE CONCENTRACIÓN O ENRIQUECIMIENTO
La concentración fecal ha llegado a ser un procedimiento de rutina como parte
de un examen completo para el diagnóstico de parásitos. La finalidad de la
concentración de heces es separar los parásitos de la masa de material de la
muestra, (formada por bacterias, alimento no digerido, etc.) y tratar de aumentar
la cantidad de microorganismos para favorecer su visualización debido a que los
parásitos microscópicos no se multiplican en las heces como lo hacen algunos
de ellos en ciertas condiciones de cultivo in vitro.
A veces la cantidad de microorganismos en una muestra fecal es escasa. Esto
puede suceder por intermitencia en la eliminación (característica de los
parásitos), porque algunos parásitos eliminan pocos huevos , quistes u ooquistes
durante su ciclo de vida , o bien porque el paciente es portador o ha recibido
tratamiento antiparasitario. Por estas causas se emplean métodos de
concentración de heces por sedimentación, flotación o bien una combinación de
los dos. Un método de enriquecimiento siempre debe ir acompañado de una
observación directa de la muestra no solo para evaluar la eficacia en el método
de concentración empleado sino también porque estas técnicas generalmente
no concentran los trofozoítos y en algunos casos puede presentarse esta forma
parasitaria únicamente.

Técnicas de Sedimentación: Se basa en la concentración de elementos


parasitarios por la acción de la gravedad, y se lleva a cabo suspendiendo las
heces en agua corriente, agua destilada o solución salina y dejando que se
verifique un asentamiento natural, o bien se puede acelerar el proceso
mecánicamente por medio de la centrifugación. Estos métodos son
principalmente útiles para la concentración de quistes, ooquistes y huevos, es
decir que son aplicables para casi todos los parásitos fecales y son
recomendados de uso general cuando el diagnóstico no esta orientado a ningún
parásito en particular.
Técnicas de Flotación: Al contrario que en la sedimentación, en la cual los
parásitos microscópicos, que son más pesados que las bacterias, y las partículas
de alimentos no digeridas van al fondo del recipiente, la flotación utiliza un medio
líquido de suspensión más pesado que los parásitos y éstos suben a la superficie
y pueden ser recogidos de la película superficial.
La ventaja de estos métodos es que producen una preparación más limpia de
deyección que el procedimiento de sedimentación, facilitando mucho su
observación microscópica.
A continuación se nombran las más utilizadas que están desarrolladas en el
apéndice. Método de Faust o de sulfato de Zinc 33% Método de Willis Molloy o
de solución saturada de cloruro de sodio Método de Sucrosa de Sheather

Técnicas cuantitativas para huevos Las técnicas de concentración dan


oportunidad para la recuperación eficaz e identificación precisa de la mayoría de
los parásitos intestinales, aunque no deja de reconocerse la necesidad de
técnicas que permitan calcular la intensidad de la infección del paciente por
ciertos helmintos, es decir, si ésta es leve, moderada o masiva. Se usan
principalmente en ascariasis, tricocefalosis y uncinariasis y se basan en la
cuantificación del número de huevos por gramo o miligramo de heces. Es
importante considerar que si bien los niveles de producción de huevos se
denominan recuentos de huevos, en realidad son estimaciones que tienen
probabilidades estadísticas de error y variación. Incluso la media de varios
recuentos hechos en la misma muestra tiene unos márgenes predecibles de
variación. Así, un solo recuento de huevos efectuado por el método más preciso
y el personal más competente sólo indica de forma aproximada la cuantía de la
carga de gusanos. Entre ellas la más utilizada es la Técnica de Kato- Katz

Se estima que alrededor de un tercio de la población mundial, dos mil millones


de personas, están infectadas con Mycobacterium tuberculosis, bacilo causante
de la tuberculosis; aproximadamente 8 millones de ellos enferman anualmente y
cerca de un millón mueren por la enfermedad, aún cuando se cuenta con
técnicas de diagnóstico sencillas y precisas y tratamientos eficaces. La
transmisión de los bacilos de la tuberculosis se produce casi exclusivamente por
medio de núcleos suspendidos en pequeñas gotas que son expulsadas con la
expectoración de las personas afectadas por tuberculosis pulmonar. Estas
pequeñas gotas pueden permanecer infectantes en el aire durante bastante
tiempo y pueden ser inhaladas por otras personas. La infección de los contactos
es más probable cuando conviven o permanecen durante un tiempo prolongado
cerca del enfermo que está expectorando bacilos y en un ambiente poco
ventilado

La técnica se basa en la ácido-alcohol resistencia, que es la propiedad que tienen


las micobacterias de unir en su pared fucsina fenicada o auramina y retenerlas
frente a la acción de decolorantes como la mezcla de ácido y alcohol. Esta
propiedad se debe al alto contenido en lípidos, particularmente a los ácidos
micólicos, que poseen en la pared celular. Así, utilizando una técnica adecuada
es posible identificar al bacilo de la tuberculosis en la muestra del enfermo como
un bastoncito rojo fucsia o fluorescente sobre una coloración de fondo que facilita
su visualización. Estapropiedadnoesespecíficadelbacilodelatuberculosis, sino
que la tienen todos los bacilos del género Mycobacterium, aun las micobacterias
ambientales y otros pocos microorganismos. De todas formas, en los países de
alta endemia de tuberculosis, una baciloscopía positiva de una muestra
respiratoria de un paciente inmunocompetente tiene muy alto valor predictivo
para el diagnóstico de tuberculosis. Es decir, es muy bajo el riesgo de
equivocarse al diagnosticar tuberculosis en esta circunstancia
TRANSPORTE DE LA MUESTRA: Las muestras deben ser transportadas en
receptáculos con cierre hermético, protegidas de la luz y del calor excesivo (caja
de aislapol). Se debe tener especial precaución para que la muestra no se
derrame durante su transporte, ya que esto imposibilita su procesamiento en el
laboratorio. Para evitar el derrame se recomienda que cada caja que contenga
muestras mucosas (expectoración) debe sellarse con adhesivos y colocarse
dentro de una bolsa plástica individual. En el caso de muestras líquidas, se
recomienda que éstas se transporten idealmente en tubo con tapa rosca y que
se mantengan en posición vertical
BACILOSCOPÍA: TÉCNICA ZIEHL NIELSEN La baciloscopía consiste en la
observación microscópica de una muestra teñida con colorantes específicos
para micobacterias. Es una técnica rápida, de bajo costo y buena especificidad
en nuestro medio
PREPARACIÓN DEL FROTIS:
1. Muestras mucosas: Elegir la porción más purulenta de la muestra y colocarla
sobre un portaobjetos ya identificado. - Con otro portaobjetos presionar la
muestra, extendiéndola mediante batido cuidadoso y lento, alternando éste con
el calor suave del mechero, hasta obtener una película homogénea en 2/3 del
portaobjetos.
2. Muestras líquidas: Las muestras líquidas se deben centrifugar cuando se
dispone de un volumen superior a 2 ml. En orina, se recomienda centrifugar un
volumen mínimo de 50 ml. - Centrifugar a 3000 rpm por 30 minutos. - Colocar
una o dos gotas del sedimento sobre un portaobjetos previamente delimitado con
un círculo marcado con lápiz indeleble. Secar a 37ºC o a temperatura ambiente
hasta el día siguiente.
3. Muestras sólidas: Macerar el tejido en un mortero estéril; si es necesario,
ayudarse con un poco de arena fina estéril. - Agregar una pequeña cantidad de
agua destilada estéril o suero fisiológico. - Colocar una o dos gotas, libre de
arena, con una pipeta sobre un portaobjetos delimitado, dejar secar a 37ºC o a
temperatura ambiente hasta el día siguiente.

FIJACIÓN DE LA MUESTRA:
1. Muestras mucosas: en estas muestras la fijación se hace simultáneamente
con el extendido, alternando el calor suave del mechero con el batido entre los
portaobjetos.
2. Muestras líquidas o sólidas: se coloca sobre el sedimento una o dos gotas de
alcohol - éter, se enciende éste y se deja evaporar completamente.
TINCIÓN DE ZIEHL NEELSEN:
1. Coloración específica: Se cubre el frotis con fucsina fenicada. Se calienta por
debajo de la lámina con un hisopo impregnado de alcohol encendido hasta que
se observe la emisión de vapores blancos; retirar la fuente de calor, repetir dos
veces más la misma operación; cuidar que el colorante no se derrame, no se
seque o hierva. Si esto ocurre, agregar más fucsina a la preparación. El tiempo
de contacto con la fucsina debe ser entre 5 y 10 minutos.
2. Decoloración: decolorar con alcohol ácido alternando con lavados suaves de
agua fría (el agua tibia desprende los extendidos). Esta operación se repetir las
veces que sea necesario hasta que las partes menos espesas queden incoloras.
3. Coloración de fondo: Se cubren los extendidos con azul de metileno por 30
segundos como mínimo. Se lava con agua corriente suavemente. Se limpia con
algodón impregnado en alcohol por debajo de la lámina. Se secan las
preparaciones a temperatura ambiente sobre un papel absorbente y limpio.
LECTURA: La observación microscópica se hace con lente de inmersión y ocular
de 100x. Se debe leer un mínimo de cinco zonas que sean representativas del
extendido y un mínimo de 100 campos útiles. Al cambiar la lámina se debe
limpiar cuidadosamente el aceite adherido al lente de inmersión, con un papel
seco y suave, especialmente si ésta ha sido positiva.
PAUTA DE INFORME:
Ausencia de BAAR*: No se observan BAAR en 100 campos microscópicos.
BAAR (+): Menos de 1 BAAR promedio por campo en 100 campos observados.
Si el total de bacilos observados es menos de diez, dejar registro interno del
número encontrado.
BAAR (++): Uno a diez BAAR promedio por campo en 50 campos observados.
BAAR (+++): Más de diez BAAR promedio por campo en 20 campos observados.

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