Los monitores multiparamétricos se encargan de recoger, mostrar y almacenar todas las constantes
vitales del paciente.
Trabaja de forma diferente para cada signo vital. Por ejemplo, para medir la frecuencia cardíaca,
recoge mediante electrodos la actividad eléctrica del corazón y la amplifica. Para medir la frecuencia
respiratoria recoge y amplifica los movimientos respiratorios del tórax. Para determinar la cantidad
de oxígeno del paciente lo hace a través de su pulso.
Todos estos parámetros son mostrados por separado en el monitor de constantes vitales. En el caso
de que alguno de ellos esté por debajo o encima de lo normal para la edad del paciente, o se genere
cualquier otra actividad adversa, se activa una alarma para avisar a los profesionales médicos.
Estas alarmas son visuales y sonoras, aunque pueden silenciarse fácilmente si se está tratando de
solventar el problema que las ha generado.
Existen cinco parámetros básicos que registran y muestran los monitores de signos vitales de hoy
en día:
Electrocardiograma (ECG): se colocan unos electrodos sobre el cuerpo del paciente que se
encargan de registrar y amplificar los impulsos eléctricos del corazón.
Respiración (Resp): controla la frecuencia respiratoria midiendo la impedancia torácica gracias
a dos de los electrodos utilizados en el ECG.
Temperatura (Temp): utilizando un termómetro, también muestra la temperatura que tiene en
todo momento el paciente.
Presión no invasiva (PNI o NIBP en inglés): la presión arterial no invasiva se obtiene utilizando
un esfigmomanómetro electrónico, cuyo brazalete se coloca en el brazo del paciente.
Saturación de oxígeno (SpO2): se coloca un pulsioxímetro en el dedo del paciente que emite luz
con dos densidades de onda distintas para determinar su nivel de oxígeno en la sangre.
Presión invasiva (PI): mediante un catéter sensitivo insertado en una arteria del paciente se
puede su presión sanguínea con una precisión mayor que la que ofrece la presión no invasiva.
Saturación venosa de oxígeno (SvO2): se introduce un catéter en la vena cava superior para
obtener una mayor precisión a la hora de determinar su nivel de oxígeno en sangre.
Presión intracraneal (PIC): un catéter intracraneal es introducido al paciente para medir la
presión dentro del cráneo.
Podemos distinguir dos tipos de monitor multiparámetro según si se pueden transportar o no: fijos y
portátiles.
→ Monitores multiparámetros fijos: son aquellos que se colocan en la cabecera del paciente
fijados a la pared utilizando un soporte especia, aunque también pueden ir conectados a la
máquina de anestesia. Podemos encontrar tres tipos:
Anestesia: se utilizan cuando es necesario anestesiar al paciente, ya que están
especialmente diseñados para monitorizar los sistemas que pueden verse afectados al no
existir oxigenación o circulación.
Adulto / Pediátrico: se utilizan en áreas críticas y el monitor es el mismo tanto para uso en
adultos como en niños. Dependiendo de la edad del paciente se utilizan unos consumibles
u otros (electrodos, sensores, brazaletes, etc). Es recomendable tener siempre una amplia
variedad de consumibles para poder garantizar el tratamiento de pacientes de cualquier
edad.
Neonatal: el cuidado de los bebés recién nacidos es distinto al que se realiza en otros
pacientes, por eso, aunque sus signos vitales son parecidos a los de los infantes y adultos,
normalmente se miden de otra manera. Algo que necesitan estos monitores es un algoritmo
especializado en recién nacidos que permita detectar arritmias específicas debido a las
elevadas frecuencias cardíacas.
→ Monitores de constantes vitales portátiles: son aquellos que se pueden mover de un lugar a
otro, permitiendo una continua monitorización del paciente en el caso de que sea necesario
trasladarlo a otro lugar. Podemos encontrar dos tipos:
Intrahospitalario: se utilizan en el caso de que haya que trasladar a un paciente de una zona
a otra del mismo hospital o centro de salud. Deben utilizar una batería que permita una
autonomía de al menos dos horas y media.
Interhospitalario: se utilizan en el caso de que haya que trasladar a un paciente de un hospital
a otro. Es necesario que tengan una conexión de 12V para poder conectarlos durante el
traslado en ambulancia.
Parte Frontal:
1. Alarma visual.
2. Visualización de señal ECG.
3. Visualización de señal SpO2.
4. Visualización de señal de respiración.
5. Asa para transportarlo.
6. Botón de encendido.
7. Inicio y parada de toma de NPI.
8. Control de selección.
Parte Lateral:
1. Registrador
2. Conector del sensor de SpO2.
3. Conector del cable de ECG.
4. Conector del sensor de temperatura.
5. Conector del brazalete de PNI.
Parte Trasera:
Definición de monitoreo
La palabra “monitorizar”, significa “Observar mediante aparatos especiales el curso de uno o varios
parámetros fisiológicos o de otra naturaleza para detectar posibles anomalías.” Es decir, es la
utilización de los monitores para la vigilancia de diferentes tipos de señales o situaciones. En
medicina, es la utilización de monitores para la vigilancia y control de los pacientes.
NIVELES DE MONITORIZACIÓN
1. Monitorización básica: es una monitorización clínica, que incluye la vigilancia y control de:
presión arterial no invasiva, FC (mediante palpación del pulso) y temperatura.
2. Monitorización intermedia: consiste en la utilización de monitores que de forma automática
realizan la medición a intervalos de tiempo programables o bien de forma continua de uno o
más parámetros biológicos. Los más utilizados son los monitores que son capaces de medir
de forma intermitente o continua la presión arterial no invasiva, el electrocardiograma y la
oximetría de pulso.
3. Monitorización avanzada: hace referencia a la utilización de monitores que precisan la
colocación invasiva de los transductores, como puede ser la presión arterial cruenta
mediante la colocación de un catéter para su medición en la arteria radial o femoral, la
presión intracraneal, la medición de presiones intracardiacas. Pero también hace referencia
a la utilización de dispositivos que midan parámetros que no se miden de forma rutinaria en
todos los pacientes, como puede ser la colocación de doppler esofágico, ecocardiografía
continua intraoperatoria o tiempo de coagulación activado dentro del quirófano en cirugía
cardiaca, entre otros. Este nivel de monitorización necesita gran experiencia y conocimientos
técnicos mucho más avanzados que en los otros niveles de monitorización, quedando su
utilización en casos con indicaciones muy concretas.
MONITORIZACIÓN RESPIRATORIA
PULSIOXIMETRÍA
En todas las anestesias y durante toda la anestesia se debe medir en forma cuantitativa la
oxigenación en sangre con pulsioximetría.
CAPNOMETRÍA Y CAPNOGRAFÍA
El término capnometría se utiliza para definir los valores máximo y mínimo de la concentración de
dióxido de carbono (CO2) durante un ciclo respiratorio, mientras que el término capnografía se refiere
al registro gráfico de la eliminación de CO2 espirado en un ciclo respiratorio. La capnografía
constituye una monitorización no invasiva que nos aporta datos de la producción de CO2, de la
perfusión pulmonar, de la ventilación alveolar y del patrón ventilatorio.
La capnometría y la capnografía son una medida del metabolismo celular que en anestesia nos
permite:
1. Confirmar con la detección de CO2 la intubación endotraqueal y asegurar que la conexión entre
el circuito anestésico y la vía respiratoria esté patente.
2. Evaluar la ventilación/perfusión pulmonar pues representa un índice cualitativo y cuantitativo de
la ventilación y perfusión alveolar.
3. La observación de los cambios en el valor del CO2 y en la morfología del capnograma es útil en
la detección de alteraciones en el gasto cardíaco, embolismo pulmonar, cambios en la
producción o en la eliminación del dióxido de carbono.
La fase I representa el inicio de la espiración, el gas que primero se espira libre de CO2,
procedente del espacio muerto anatómico.
La fase II consiste en una subida rápida en el trazado debido al aumento de la concentración de
CO2 por la mezcla de gas procedente del espacio muerto anatómico y del procedente de los
alvéolos.
La fase III o meseta alveolar es el gas rico en CO2 procedente totalmente de los alvéolos.
Fase IV es poco frecuente su observación y habitualmente no aparece en los registros
capnográficos. Se produce al prolongarse la espiración y progresar hasta alcanzar un volumen
pulmonar inferior a la capacidad de cierre de algunas unidades alveolocapilares, produciéndose
un incremento en la concentración espiratoria de CO2 al final de la meseta espiratoria.
FUNCIÓN CARDIOVASCULAR
Se deben vigilar en forma constante las condiciones cardíacas y hemodinámicas del paciente, tanto
desde el punto de vista clínico con la palpación del pulso, el llenado capilar, el registro del
electrocardiograma (ECG) continuo, con el objetivo de detectar cambios o alteraciones en el ritmo
cardíaco o isquemia miocárdica, así como el monitoreo de la presión arterial sistémica.
ELECTROCARDIOGRAFÍA
En cuanto al registro electrocardiográfico es conveniente comentar que siempre que sea posible se
deben registrar las 5 derivaciones; los electrodos deberán ser colocados en forma firme y correcta
respecto de su localización, pues en el caso de que se produzcan datos de isquemia miocárdica, se
podrá llevar a cabo un diagnóstico más exacto. EL ECG proporciona datos acerca de: frecuencia,
ritmo, conducción, repolarización y asistolia. También aporta datos de isquemia miocárdica a través
del segmento ST; la derivación DII proporciona información de la cara inferior del corazón y territorio
irrigado por la arteria coronaria derecha; la derivación V5 permite vigilar la cara anterior que es
irrigada por la arteria coronaria izquierda.
Es importante considerar que el manguito del baumanómetro debe de estar a la altura del corazón,
aproximadamente a nivel del 4º espacio intercostal en un paciente en plano horizontal. Si el manguito
está por debajo de este nivel, la presión registrará una presión arterial mayor, y al contrario, cuando
esté por arriba del nivel del corazón censará una presión arterial menor a la real. La vigilancia de la
presión arterial se puede llevar a cabo con la medición no invasiva cada cinco minutos.
TEMPERATURA
Todo paciente durante la anestesia debe ser monitoreado en forma sistemática con el registro de la
temperatura, lo que permite mantenerlo en la temperatura que se desee; con esto se pueden detectar
a tiempo alteraciones térmicas de hipotermia o hipertermia no intencionadas, y manejar
adecuadamente a aquellos pacientes en los que se induce una hipotermia terapéutica. Se considera
que un paciente está hipotérmico cuando su temperatura central es menor de 35 °C. La hipotermia
disminuye el metabolismo, disminuyendo el consumo de oxígeno (02) un 7-9% por cada grado que
disminuye la temperatura. La hipotermia y la alcalosis desvían la curva de disociación de la
hemoglobina (Hb) hacia la izquierda, lo que ocasiona disminución en la disposición de O2. La
hipotermia también disminuye la velocidad de las reacciones enzimáticas relacionadas con la
coagulación y la agregación plaquetaria, por lo que aumenta la posibilidad de sangrado
transoperatorio; también incrementa la posibilidad de complicaciones de tipo infeccioso,
complicaciones cardiovasculares y mayor tiempo de recuperación anestésica.
ESTADO DE CONSCIENCIA
El índice biespectral o BIS y la entropía nos permiten medir en forma objetiva la profundidad de la
hipnosis y el «estado de consciencia o percepción del medio ambiente por el paciente», y de este
modo, utilizar una concentración de anestésicos más adecuada a las necesidades de la cirugía y
requerimientos de hipnosis del paciente. La definición o concepto de «estado de consciencia» es
motivo de debate; sin embargo, se puede afirmar que hay dos dimensiones clave: el estado de vigilia
y la percepción del medio ambiente. Estas dos dimensiones son separables, pues se puede estar en
estado de vigilia y sin embargo en el mismo tiempo un paciente puede no percibir su medio ambiente.
Desde el punto de vista anestésico, está íntimamente ligado al estado de hipnosis y a la capacidad
del paciente de recordar hechos que suceden durante su anestesia y cirugía. El
electroencefalograma (EEG) ha sido el estándar de oro para monitorear la profundidad anestésica.
En la actualidad del EEG procesado con el BIS y la entropía, un anestesiólogo usando su juicio
clínico y conocimientos sobre EEG puede determinar en forma adecuada el estado y profundidad de
la hipnosis con un estado óptimo de anestesia e inconsciencia en el paciente que se somete a un
procedimiento quirúrgico.
La medición del BIS, permite reducir la dosis de fármacos hipnóticos, evaluar el riesgo de despertar,
lograr un despertar y una extubación entre un 35% y un 55% más rápido.
DIURESIS
Gasto urinario: Debe ser un monitoreo de rutina como indicador de perfusión de órganos, hemólisis
mioglobinuria en destrucción musculoesquelética, hemoglobinuria posterior a transfusión sanguínea
en caso de incompatibilidad sanguínea. En los pacientes politraumatizados una causa común de
insuficiencia renal aguda es la hipovolemia y el choque hipovolémico. La falla renal aguda ocurre en
el 1% de los pacientes sometidos a cirugía no cardíaca. El anestesiólogo debe mantener un gasto
urinario transanestésico de por lo menos 0.5-1 mL/kg/hora.
Bibliografía
http://www.bibliotecadigitalcecova.com/contenido/revistas/cat6/pdf/libro_61.
pdf
http://www.medigraphic.com/pdfs/rma/cma-2013/cmas131r.pdf