CRIPTOMONEDAS
Docente: Autor:
Gilver Tillero Antonio Yépez
C.I: 20.637.208
Caracas, marzo 18
Resumen:
Cada vez resulta más común escuchar acerca de las monedas virtuales o
cryptocurrencies, como el Bitcoin y, e incluso hay quienes opinan que estas podrían
ser la evolución natural del dinero. En tal virtud, resulta muy útil saber que son las
cryptocurrencies, entender cómo funciona y tener elementos para evaluar si realmente
son el futuro del dinero.
Introducción
Hablar de Criptomoneda o Criptodivisa es hacer referencia a monedas digitales o
monedas virtuales, es un esquema que ha venido tomando mucha fuerza desde el año
2009 y ha penetrado todas las esferas de las economías mundiales. Para muchos
especialistas estas monedas son consideradas la nueva revolución del dinero y para
muchos otros, algo que no tiene relevancia y que tienden a desaparecer, lo que sí se
puede asegurar en este ensayo es que estamos viviendo grandes cambios, donde todo
lo virtual toma verdadera importancia para el desarrollo del comercio electrónico. El
Bitcoin se ha consolidado como la moneda virtual más importante para toda transacción
de bienes y servicios, o mercado de divisas en la red, actualmente mueve cifras cercanas
a los 55 millones de dólares por hora y según la plataforma coinmarketcap.com que es
la que registra toda la información de las criptodivisas, el Bitcoin realiza 225.302
transacciones diarias. Al ser una moneda descentralizada, tiene grandes ventajas y a su
vez desventajas que acaparan las miradas de los gobiernos y de los bancos centrales,
existe la posibilidad de que esta moneda pueda llegar a reemplazar las divisas
tradicionales para realizar cualquier tipo de transacción virtual en cuanto al intercambio
de bienes y servicios se refiere gracias a sus bajos costos transaccionales.
Antes de iniciar sería conveniente hacer un pequeño recordatorio de los orígenes del
dinero para tener claro como éste podría evolucionar en la era digital.
Breve historia del dinero
Desde épocas muy remotas el dinero ha formado parte de la vida cotidiana para realizar
los intercambios de bienes si bien, dependiendo del lugar y la cultura ha tomado
diferentes formas, por ejemplo algunas tribus africanas usaban conchas, en la
Mesoamérica prehispánica se usaba el cacao, algunas tribus en América del norte
utilizaban cuentas ensartadas en hilos, el uso de monedas se remonta a varios milenios
en diferentes culturas y regiones, en particular la acuñación de monedas en metales
preciosos.
Se dice que finales del siglo XIII, el explorador europeo Marco Polo, siguiendo la ruta
de la seda viajó hasta China. Como buen comerciante, lo que buscaba era llevar a
Europa las riquezas y tesoros que había en el lejano oriente.
Cuando Marco Polo llegó a China, quedó asombrado de ver que la gente intercambiaba
bienes y servicios por piezas de papel. Para Marco Polo, eso era como si de la nada se
estuviera creando valor, sin embargo de inmediato reconoció las ventajas del concepto
y su potencial para agilizar el comercio, importando la idea a occidente.
En China el uso de papel moneda fue instituido por el emperador Kublai Khan quien
sin haber sido su inventor si fue quien el primero en imponer su uso mediante un
decreto que establecía “Quien no utilice o acepte el papel moneda para hacer
intercambios será ejecutado”. Como pueden ver el emperador entendía la naturaleza
del dinero y que para que algo sea considerado dinero no importa ni su forma, ni si está
o no respaldado con algo de valor intrínseco, lo único que se necesita es que la gente
lo acepte ya sea porque tiene la suficiente confianza en él como para usarlo
cotidianamente, o porque se le haya impuesto por la fuerza como en el caso del
emperador Chino.
El sistema feudal que imperaba en Europa hizo que la adopción del papel moneda fuese
gradual y paulatina. Básicamente las divisas como las conocemos en la actualidad
tuvieron su origen en el mercantilismo, cuando para facilitar los intercambios
comerciales algunos hombres acaudalados empezaron a recibir oro y plata en custodia
y a cambio emitían algunas notas que amparaban la cantidad de metales en custodia y
que fueron el antecedente de la banca moderna.
Hoy en día las divisas toman forma de billetes y monedas y respaldado por la Reserva
Federal, el euro es emitido y respaldado por el Banco Central Europeo y admitido como
moneda de cambio en toda la Unión Europea. Adicionalmente, la banca comercial,
regulada por los bancos centrales cuentan con instrumentos propios como los cheques,
que ponen a disposición de sus clientes y que les permiten realizar el intercambio de
bienes y servicios. Es importante destacar que los cambios tecnológicos, las
modificaciones en los patrones de consumo y las políticas gubernamentales están
propiciando que algunas de las formas tradicionales del dinero se estén haciendo
obsoletas a pasos acelerados.
Además de lo anterior, para que realmente sea útil aquello a lo que se considera dinero
debe poseer cuatro características fundamentales:
Durabilidad–El dinero debe poder mantener su forma y características por un
largo periodo de tiempo, lo que descarta a bienes perecederos que en muy pocos
días o meses se deterioran.
Portabilidad– El dinero debe ser fácil de transportar.
Divisibilidad–El dinero debe poder ser dividido en diferentes unidades o
denominaciones.
Fungibilidad–El dinero debe ser uniforme y mutuamente intercambiable. [Por
ejemplo, los diamantes no son fungibles pues no existen dos diamantes
exactamente iguales. Incluso diamantes del mismo tamaño pueden difieren en
claridad y color y, por tanto, en valor. Por el contrario, cada billete de
determinada denominación es siempre del mismo tamaño, peso y dimensión, y
cada uno representa el mismo valor.]
Con base en estas consideraciones una de las formas más utilizadas de dinero es el
dinero circulante o efectivo, esto es billetes y monedas.
El efectivo es durable, y por tanto sirve para atesorar riqueza al permitir utilizarlo para
consumir en el futuro. Es portátil lo que le hace un excelente medio para realizar
intercambios de bienes y servicios, facilitando el comercio y la división del trabajo.
Como puede ser dividido o clasificado en diferentes denominaciones, se reduce el costo
de realizar intercambios y como cada billete y moneda tiene el mismo valor
(fungibilidad) hace más eficiente a la economía ya que una persona puede tasar su
trabajo en dinero y con él adquirir bienes de consumo, o guardarlo para consumir en el
futuro.
Si bien la mayoría de las divisas son emitidas por los gobiernos o sus bancos centrales,
los avances tecnológicos están facilitando que grupos privados desarrollen su propia
forma de moneda.
Como trataré de explicar, estas nuevas formas de moneda encajan con las
características y funciones básicas de lo que tradicionalmente hemos definido como
dinero.
En el caso de las criptomonedas lo que haces es enviar tu dinero digital a través de una
red de alta seguridad, es decir trasmitir una parte del valor codificado en una cuenta
informática a otra cuenta informática.
Hoy en día es muy común que a los empleados de una institución pública o privada se
les “deposite” su sueldo en una cuenta de nómina a la que acceden mediante una tarjeta
de débito, con la cual puede adquirir bienes sin que intervenga el dinero físico (billetes
y monedas), con las criptomonedas tampoco existen billetes y monedas, en su lugar
existe un código de computadora almacenado bien en una PC, bien en una USB
(flashdrive) el cual ampara una cierta cantidad de criptomonedas, es decir el “dinero”
se representa en forma de bytes de información.
En el caso de las tarjetas de nómina, estas operan bajo un modo centralizado, la empresa
instruye al banco a que “transfiera” fondos de su cuenta a la cuenta del empleado y
cuando éste asiste a un comercio y adquiere un producto, mediante la tarjeta el
empleado instruye al banco a que transfiera parte de sus fondos a la cuenta del
comercio. Es decir, el banco centraliza las operaciones de intercambio de dinero virtual.
Por su parte, las criptomonedas operan utilizando lo que se conoce como tecnología
par a par [peer-to-peer (P2P) technology].
Así pues, las criptomonedas son radicalmente diferentes a tener un Sistema bancario
centralizado (los bancos centrales).
Como las criptomonedas no están controladas por los gobiernos y/o sus bancos
centrales, proporcionan beneficios que las divisas no tienen.
Primero y de gran importancia en fechas recientes, no están sujetos ni son afectados
por las políticas de tasas de interés negativas que varios países han adoptado, ya que
los recursos no están depositados en los bancos el valor de las criptomonedas depende
de la oferta y la demanda y no de decretos o decisiones gubernamentales.
Existen además otras razones prácticas que hacen atractivas a las criptomonedas.
Un ejemplo son las transacciones internacionales. Cualquiera que haya tenido
necesidad de transferir efectivo al exterior, ya sea porque quiere adquirir un bien o
servicio, o porque desea mandar recursos a un familiar que vive o estudia en otro país,
sabe que los envíos requieren transitar por un mar de trámites complicados y
engorrosos.
Para empezar se requiere tener algún tipo de cuenta en un banco y hasta proporcionar
documentos de identidad que acrediten que eres quien está enviando los
recursos. Dependiendo de la complejidad y monto de la operación quizá hasta tengas
que contratar a un notario para que de fe de la legitimidad del dinero y la veracidad de
la transacción.
En contraste las criptomonedas ofrecen una alternativa mucho más práctica y sencilla
ya que los recursos se transfieren de manera instantánea, se mantiene el anonimato y
los costos de transacción son mínimos.
Para aquellos que tengan dudas sobre si el dinero se puede gastar dos veces, solo
piensen que cuando emiten un cheque a favor de alguien o realizan una compra con
cheque, hasta que el cheque no sea cobrado en el banco o depositado en la cuenta del
beneficiario y el banco del emisor lo abone en el del receptor, los recursos siguen en tu
cuenta.
Si por algún motivo la persona a la que le das el cheque demora varios días o semanas
en cobrarlo, es posible que si no llevas un registro detallado, te olvides de haber hecho
ese pago y al consultar tu saldo dispongas de un dinero que en principio ya no te
pertenece.
Con las criptomonedas esto no sucede ya que en cuestión de minutos los fondos son
transferidos de una cuenta a otra.
Como pueden ver existen muchas razones por las que las criptomonedas están llamando
la atención de la gente ciertamente, como con cualquier cambio disruptivo, existen
muchas dudas sobre el papel que las criptomonedas pueden desempeñar en el sistema
financiero moderno y su “legalidad” al no depender de una autoridad central, sobre
todo considerando que son instrumentos realmente novedosos ya que la primera
moneda virtual “EL BITCOIN” surgió apenas en 2009, es decir hace escasos 8 años.
Sin embargo, las criptomonedas en general y el bitcoin en particular, cuentan con las
características básicas que permiten que un bien sea considerado como dinero:
Es importante destacar que en el caso del bitcoin, existe solo una cantidad limitada de
21 millones de bitcoins, de las cuales hay poco más de 16 millones en
circulación. Considerando que la oferta de bitcoins está limitada y es independiente del
número de personas que la utilicen, su valor puede fluctuar de manera muy importante.
En el caso del bitcoin cuando se creó en 2009 cada moneda tenía un valor de 0,00076
centavos de dólares, dicho valor creció de forma exponencial hasta rebasar los 1,000
dólares en 2012, después bajo a menos de 200 dólares en 2013. En la actualidad una
bitcoin cuesta alrededor de 9800 dólares.
De igual forma, esta volatilidad dificulta que se le considere patrón de pago diferido y,
por tanto, en la actualidad es poco probable que alguien aceptara una compra-venta a
crédito en bitcoins, pues nada garantiza que los pagos futuros tengan el mismo valor
en términos de bitcoins que el que tienen hoy.
¿Cómo funcionan las criptomonedas?
Funcionan mediante un software que permite a una red de computadoras mantener un
registro colectivo a través del internet. Dicho software no está cerrado ni es controlado
por ninguna persona en particular. De hecho, es público y las transacciones se
almacenan en un “libro digital de asientos contables” denominado blockchain.
Todas las transacciones se registran en la blockchain y cada nodo o terminal de la red
cuenta con una copia completa del blockchain.
Las diferentes transacciones son verificadas por usuarios a quienes se les conoce como
mineros (miners).
[Mining es el proceso de agregar registros de transacciones en la contabilidad pública
de bitcoin que registra todas las transacciones pasadas – añadir registros a la
blockchain. Los mineros reciben criptomonedas cada vez que completan y validan una
transacción.]
Cuando se crea un bloque de transacciones, los mineros de bitcoins validan los
movimientos mediante un algoritmo bastante complejo creando un “hash” o asiento
contable verificado. Posteriormente el hash es almacenado en un bloque dentro de la
blockchain.
De hecho los ingenieros de blockchain son tan buenos que instituciones como J.P.
Morgan, UBS, Barclays, and Goldman Sachs los han contratado para explorar y
desarrollar sus propios proyectos para moverse hacia el dinero digital.
Cualquier cosa que tenga valor (divisas, barriles de petróleo, artículos de consumo,
etc.) puede expresarse en términos de bitcoins o cualquier otra criptomoneda.
Un bitcoin es una unidad programable y cada bitcoin puede dividirse hasta en 100
millones de unidades y los usuarios pueden asignar propiedades específicas a cada
subdivisión. Por tanto, los usos que pueden tener las criptomonedas y la blockchain son
ilimitados.
Sin embargo, el futuro de las criptomonedas dependerá de que logren cumplir con las
condiciones de depósito de valor y patrón de pagos diferidos.
Si esto sucede, la blockchain podría utilizarse para validar documentos como hipotecas
o solicitudes de crédito para coche. O podría ser utilizada para registrar propiedades,
títulos o acciones.
Siendo la blockchain un registro digital, este puede contener una cantidad ilimitada de
información y, la posibilidad de ser subdividida en cantidades tan pequeñas como una
cienmillonésima de bitcoin, permite asignar propiedades específicas a cada
subdivisión.
Otros ejemplos: en la blockchain se podría definir una apuesta entre dos personas que
sólo se ejecuta cuando se cumplen ciertas condiciones. Entonces el registro contiene
la información de que sólo si gana un determinado equipo se transfiere los recursos del
usuario A al usuario B y en cualquier otro resultado los recursos se transfieren del
usuario B al usuario A.
Ahora, imaginen lo que sucedería si se combinan las criptomonedas con otras nuevas
tecnologías, tales como los coches que se manejan solos.
Tomemos como ejemplo la plataforma de transporte de Uber. Podría construir una flota
de taxis totalmente autónoma. Sólo necesita personas para proporcionar el capital
inicial y establecer las reglas. Después de eso, todo se tramitaría automáticamente.
En este ejemplo, Uber aportaría los pasajeros para la flota de coches y los pagos se
realizarían en criptomonedas. Incluso la compra de gasolina y las reparaciones se
realizaría de forma autónoma.
Joseph Stiglitz sostiene que el Bitcoin es perfecto para fines ilícitos, como lavado de
dinero o evasión fiscal, y que si se le exigiera la misma transparencia que se exige a los
bancos en operaciones con Bitcoins, éstas desaparecerían.
Ante tantas críticas, podríamos mencionar que no hay nada más anónimo que el dinero
en efectivo.
Hubo un tiempo en el que el crecimiento de los bancos en todo el mundo se hizo a costa
de hacer la vista gorda sobre el dinero “negro”, es decir el dinero ilegal. Pero la presión
de diversos organismos internacionales de control, como el Financial Stability Board,
GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional) y los mayores controles contra el
lavado de dinero en el circuito formal por parte de los mismos bancos impactó en un
mayor dinamismo de los canales informales, tal como sucede en cualquier sector o país
del mundo. Estas regulaciones actuaron paradójicamente a favor del desarrollo de una
mayor economía en negro, la misma que quiso combatir con dichas regulaciones.
Algunos países promueven la libre movilidad de los capitales, y otros lo regulan porque
saben que pueden convertirse en capitales golondrina: hoy los chinos eluden los
controles a la salida de capitales a través del Bitcoin, pero eso no es lavado dinero.
Lo que sí representa un delito común son los ciberataques a nivel mundial, que vienen
precedidos por rescates que se han estado pagando en Bitcoins. Esto se da porque es
un activo totalmente desregulado y permite no dejar rastros a su paso cuando se lo
utiliza. Otras monedas más anónimas, como Monero y Zcash, están siendo empleadas
no solo para realizar lavado de dinero, sino para juegos de azar en línea por Internet en
aquellas jurisdicciones en donde está prohibido entre otros usos.
Pero la naturaleza descentralizada de las criptomonedas hace que sea muy difícil de
determinar qué tipo de jurisdicciones aplican a casos de lavado de dinero. En caso de
poder identificarla, el siguiente problema y bajo qué leyes imputar a los infractores, si
es que las hay porque no están tipificadas para el dinero virtual sino para el dinero
fiduciario: todas las leyes de lavado de dinero se aplicaron hasta ahora solamente al
dinero fiduciario, y por el momento, el Bitcoin no ha sido reconocido por la mayoría
de los gobiernos como una moneda legal (salvo en Japón). Además de Venezuela,
Estonia, Suecia, Canadá y China han contemplado la posibilidad de crear una moneda
digital, aunque en diversos casos fracasó por estar en contra y chocar con la regulación
actual en cada país.
Por último, si las transacciones llegan a traspasar límites fronterizos, sería muy difícil
determinar cuál de los países es el que está obligado a proceder, y cuales leyes de dicho
lugar son las que aplican.
Una característica de los activos virtuales como el Bitcoin es precisamente que se trata
de monedas descentralizadas que no cuentan con la supervisión de un banco central.
Las distintas iniciativas de control han cambiado el mapa del negocio: en el Estado de
Nueva York en 2015, la llamada Bitlicense, estableció regulaciones para negociar
monedas virtuales, lo que alejó a los mercados de moneda virtual (exchanges) del gran
centro financiero, Nueva York. Hoy la mayoría de los exchanges están en Asia: en
Hong Kong y China.
En septiembre de 2017, el Banco Popular de China prohibió el uso de Bitcoins en el
sistema bancario y financiero para luchar contra el lavado de dinero y la evasión de
impuestos.
Los dos países donde más aumentó la transacción de Bitcoins en América Latina son
Colombia y Venezuela por el posible lavado de dinero, además de Nigeria y Corea del
Norte entre los países emergentes también.
Las cadenas para ver de dónde se originan los nuevos bloques de Bitcoins es pública,
pero puede ser anónima, al igual que su compra/venta y envío.
Por ejemplo, el Gobierno argentino va a vigilar las operaciones de bitcoins para evitar
lavado de dinero. En Argentina, los exchanges, wallets y brokers que hagan negocios
con criptomonedas van a tener que identificar a sus clientes, pedir documentación y
reportar las transacciones sospechosas.
Pero al mismo tiempo que se combate el posible lavado de dinero, el negocio hace que
la legislación permita un mayor uso en la compra de activos offline: varios estados de
los Estados Unidos han cambiado sus leyes para autorizar el uso de Bitcoins en la
compra de propiedades inmobiliarias.
A medida que crece el número de empresas que aceptan pagos en moneda digital, existe
un riesgo cada vez mayor de lavado de dinero en actividades como gastronomía, real
estate u hotelería. Además, los bancos están empezando a usar las técnicas innovadoras
de las Blockchains (bancos virtuales) en operaciones internacionales.
La razón principal por la que el Bitcoin es una herramienta potencial para el lavado de
dinero es que las transacciones a realizar pueden mantenerse en el anonimato, y por su
falta de regulación. Las casas de cambio de criptomonedas por lo general no deben
exponer mucha información sobre sus usuarios, y eso lo vuelve más fácil al momento
de realizar operaciones ilícitas: allí es donde el regulador deberá poner la lupa si quiere
ser exitoso en controlar este delito, además de tipificarlo y legislar correctamente cada
hecho que hasta ahora estaba solamente contemplado para los usos del dinero fiduciario
nada más.
Para las entidades financieras reguladas, las criptomonedas tendrán que comenzar a ser
consideradas en sus procesos de cumplimiento y prevención, en el momento en que los
gobiernos de los países comiencen a reconocerlas como monedas. Pero regular el
Bitcoin es modificar la esencia de cómo esta fue concebida para operar, por lo que los
escollos no son pocos a la hora de intentar lograr identificar a sus usuarios y conocer
el origen del dinero.
Conclusión
La visión en general de las criptomonedas son la evolución natural de la economía
adaptada a la tecnología y a las necesidades humana que se poseen en la actualidad,
debido a esto se verán grandes cambio paulatinamente en un futuro no muy lejano ya
que el peso que generan las criptodivisas en la actualidad ha conmocionado al mundo
económico dando un giro a toda la estructura financiera. Recordando que la economía
actual no se basa en el intercambio del papel moneda por oro como se hizo hasta la
década de los 70, ahora solo se basa en la confianza que le da un grupo de personas,
agrupaciones o países a una moneda creando así la oferta y la demanda para establecer
un valor a la misma.
Los factores que han retrasado el uso de las criptomonedas es la falta de conocimiento
de las nuevas tecnologías, romper el paradigma de que solo el dinero tradicional sirve
para realizar transacciones, si bien, poco a poco se ha venido familiarizando y
acostumbrando a realizar cierto tipo de operaciones con tarjetas de crédito, débito,
manejar plataformas virtuales de los bancos y para pocos manejar billeteras virtuales
de los bancos tradicionales. Es cuestión de tiempo para que las personas, empresas y
los mismos entes gubernamentales se familiaricen con el sistema, para que se dé a
conocer esta tecnología y todos puedan acceder a ella. El acceso a la tecnología y la
capacitación para entender el funcionamiento y el uso importante para que rompa el
esquema tradicional que se viene manejando, estamos en un mundo globalizado donde
todo se está realizando virtualmente, donde el comercio electrónico juega un papel
importante y para ello se debe entender que no solo el dinero que produce el Estado es
aquel que genera valor y sirve para adquirir bienes y servicios e incluso para negociar
divisas.
Referencias Bibliográfica