ISSN: 0379-7082
revedu@gmail.com
Universidad de Costa Rica
Costa Rica
Barberousse, Paulette
Globalización y posmodernidad: Desafíos al aprendizaje humano
Educación, vol. 26, núm. 2, 2002, pp. 97-106
Universidad de Costa Rica
San Pedro, Montes de Oca, Costa Rica
Globalización y posmodernidad:
Desafíos al aprendizaje humano
Paulette Barberousse
al “saber pedagógico” en la era de la infor- “En 1989 el mundo sale de un gran espasmo que ha
mación, de la “sociedad educativa” y de la durado diez años: colapso del sistema tripolar Esta-
dos Unidos-Japón-Europa instalado después de la Se-
pedagogía y realidad virtuales? ¿Cuáles son gunda Guerra Mundial; ebullición en las países del
las demandas educativas de la “civilización Este estimulada por el movimiento polaco Solidari-
cognitiva” y los desafíos que plantea la dad (1980) y luego por la perestroika rusa (1985); au-
“mundialización” al aprendizaje humano? mento de las preocupaciones ambientales; revolución
¿Qué influencias ejercen sobre nuestro dis- neoliberal en Estados Unidos bajo la presidencia de
Reagan, ... la instauración de un modelo económico
curso los planteamientos de Dakar 2000, fundado en la mayor libertad de mercado” (Le Monde
las manifestaciones anti-neoliberales de Ni- Diplomatique, mayo 2000, París).
za y Seattle, el nuevo renacimiento del alfa-
betismo y arte digital, las luchas sociales de La interdependencia de los merca-
ATTAC, el amor en tiempos de Internet y el dos provocada por las firmas “globales”, en
debate mass-mediático entre el Foro Econó- realidad conformadas por estrategias que
mico Mundial de Davos y el Foro Social coordinan y relacionan entre sí una multi-
Mundial de Porto Alegre? plicidad de mercados y proveedores disper-
sos en el mundo entero, hace del planeta
Constituyen éstas las principales in- un gran “mercado” de producción e inter-
terrogantes que pretenderemos plantear cambio que elimina la autonomía de la po-
desde nuestra intervención a sabiendas lítica económica de los estados e imponen
que, desde nuestra “exclusión” (a pesar de sus puntos de vista y reglas de juego. Tal
Bourdieu) de Tercer Mundo, reivindicar la como lo confirma el investigador mexicano
educación equivale a reivindicar que en es- Sánchez-Ruiz:
te mundo todos tengamos alguna inser-
ción. Tan sólo alguna. “Este siglo, entonces, ha presenciado la aceleración
del tiempo histórico, en términos de la internaciona-
Admitir que la historia de la globali- lización-trasnacionalización-globalización de econo-
mías, políticas y culturas, en especial ante el surgi-
zación o mundialización comenzó en 1989 miento y desarrollo de las grandes corporaciones
constituiría un acto arbitrario y cuestiona- transnacionales, que no conocen más fronteras que
ble. También se la podría ubicar a partir las de la rentabilidad a escala global, y mediante la
del descubrimiento del Nuevo Mundo en emergencia de la tercera revolución tecnológico-in-
1492 que acompaña la expansión de la ci- dustrial... Todo este largo proceso histórico ha traído
cambios en la división internacional del trabajo. Ha
vilización occidental, o mejor dicho, del sis- consistido en la paulatina articulación e interdepen-
tema capitalista mundial que exporta bie- dencia (desigual) de los estados nacionales al moder-
nes económicos y culturales... Lo cierto es no sistema capitalista mundial” (Sánchez , sf).
que la palabra “globalización” ha invadido
nuestro discurso muy “fin de siglo”. Los se- En junio del año 1995 se lleva a cabo
guidores de Fernand Braudel se acordarán en Budapest, auspiciado por la Sociedad
de la “economía-mundo” y los de Mc Luhan Europea de Cultura, el Coloquio Interna-
de la “ciudad planetaria”. Sin embargo su cional “Los hombres de cultura ante las
inserción en la vida cotidiana es muy re- fuerzas de disgregación y de globalización
ciente. La caída del muro de Berlín, la in- en la sociedad actual”. Henri Bartoli, pre-
vención del World Wide Web por un tal sidente del Centro Francés de la Sociedad
Tim Berners-Lee y la liberación de los ca- Europea de Cultura, en su ponencia “Mun-
pitales en Europa son ya historia del siglo dialización y desorden” publicada por Cua-
pasado. La noción de “globalización” forma dernos de Marcha nos comenta:
parte hoy en día del sentido común. En es-
te sentido el sociólogo francés Pascal Riché “37.000 sociedades transnacionales con sus 170.000
(2000) nos plantea: filiales dominan la economía mundial, 172 sobre 200
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pertenecen a Estados Unidos, Japón, Francia, Alema- diales y regionales. Sin duda alguna, el au-
nia, Reino Unido. Entre las 50 más grandes, 20 tie- mento vertiginoso de las disparidades que
nen su sede en Estados Unidos, 8 en Japón.
En 1992 el volumen acumulado de las transacciones
agudizan los procesos de heterogenización
comerciales de las 4 empresas transnacionales indus- social, la concentración de la riqueza y el
triales más importantes del mundo (General Motors, estancamiento económico, el desempleo y
Royal Dutch Shell, Ford, Exxon) equivalía al produc- sobrecalificación, la pobreza, marginalidad
to interno bruto de China, sobrepasaba al de Rusia y y exclusión de las grandes mayorías cons-
al del conjunto del continente africano... Los estados
pierden el control de la economía de su propio territo-
tituyen sus principales logros.
rio. Deben arreglarse con las grandes firmas, que no
vacilan en entrar en conflicto con ellos desde el mo- El sistema educativo de nuestros
mento que obstaculizan su poder mundial. Oligar- países latinoamericanos y, en particular, el
quías a las que ningún pueblo, ningún poder político
sistema universitario estatal nacional, no
ha confiado la responsabilidad de la economía mun-
dial, se atribuyen el destino y ejercen un poder sin sólo no se escapa de estas coordenadas so-
precedentes, asimilable en ciertas circunstancias a cio-económicas, políticas y culturales de la
un auténtico derecho de veto” (1996). realidad contemporánea, sino que crece y
se desarrolla y se reproduce en su seno.
Surge, entonces, la globalización co-
mo consecuencia de la internalización cada Y si a esta panorámica “globalizan-
vez más acentuada de los procesos económi- te” le añadimos la existencia de una cultu-
cos, los conflictos sociales y los fenómenos ra “posmoderna” que tiende a lo fragmen-
político-culturales a escala mundial y, des- tado, inmediato, efímero y frívolo, cuyos
de nuestra perspectiva, constituye la confi- rasgos en la vida cotidiana ya puntualiza
guración de la economía-mundo “global”. Gilles Lipovetski en su obra “La Era del
Coincidimos con Scarlato cuando afirma: vacío” como:
“Este proceso, en principio económico está acompaña- “... época del narcisismo “cool” en que todas las rela-
do de nuevas configuraciones políticas del mapa mun- ciones son tibias y descomprometidas, se impone el
dial, redefiniendo los papeles de los actores nacionales goce del instante evitando lo displacentero y el dolor,
(estados, gobiernos, empresas clases y movimientos por ello, se establecen relaciones interpersonales bre-
sociales) y extranacionales (viejos y nuevos organis- ves y sin vinculación afectiva profunda. Es visible el
mos internacionales, empresas transnacionales, orga- intento de vivir permanentemente como jóvenes, con
nizaciones no gubernamentales, etc.) en el escenario cuidado al detalle del propio cuerpo, asistencia a los
mundial. Los mayores y más acelerados (aunque tam- grupos “psi”, abandono de los roles tradicionales asig-
bién desiguales) contactos entre las múltiples cultu- nados a los adultos. Se asiste a la desaparición de los
ras que pueblan el planeta constituyen otro rasgo fun- compromisos ideológicos y aún axiológicos que exijan
damental del “nuevo mapa del mundo” (1994). coherencia o planteen rigidez: se trata de librarse de
demandas políticas y éticas para poder instalarse en
En este sentido, García Canclini co- un nuevo individualismo donde lo fundamental es
menta que: disfrutar de cuanto está al alcance” (1986, p. 78).
el primado de la persona frente a las es- vicios y virtudes de nuestra civilización. Incluso la
tructuras sociales y por último el paradig- ciencia, de la que se pensaba que sólo aportaba bene-
ficios, conlleva aspectos preocupantes como son el pe-
ma que concibe la historia como una crea- ligro atómico o la manipulación genética. Así pues,
ción de la libertad. podemos decir que el mito del progreso, fundamento
de nuestra civilización que pretendía que el mañana
De esta manera, la modernidad “po- sería indudablemente mejor que el presente, y que
sitiva” que propone como principal estan- compartían el mundo del oeste y el mundo del este ha
caído en cuanto mito. Lo que no significa que el pro-
darte el dominio racional y técnico sobre la greso sea imposible, sino que no puede considerarse
naturaleza y la eliminación del “otro”, de como algo automático y que suscita también regresio-
lo “diverso”, de lo “heterogéneo”, cede el nes de todo tipo. Actualmente hemos de reconocer
paso, a trompicones y no sin codazos, a que la civilización industrial, técnica y científica crea
una “posmodernidad” que sienta en el ban- tantos problemas como los que resuelve.”
quillo de los acusados a la razón, a la lógi-
ca tradicional y sus certezas absolutas. Reafirma que el desarrollo, contem-
Postula como divisa la instauración de un plado únicamente desde un punto de vista
nuevo paradigma emergente holístico e in- económico, no descarta ni mucho menos un
tegral, complejo, ecológico, dinámico y fle- subdesarrollo humano y moral y que igno-
xible que intenta romper con las dualida- ramos aún si la elevación del nivel de vida
des sujeto/objeto, valor/hecho, mente/cuer- que promete la economía llamada “mun-
po, intuición/razón, espíritu/materia, sen- dializada” no va a comportar una degrada-
timiento/pensamiento, síntesis/análisis y ción de la propia calidad de vida.
que esgrime la unidad en la diversidad, el
Esta degradación de la calidad res-
pensamiento complejo y divergente y la in-
pecto a la cantidad es síntoma de nuestra
terdependencia en las más variadas esfe-
crisis de civilización, pues vivimos en un
ras de la actividad humana.
mundo dominado por una lógica técnica,
económica y científica. Sólo es real aquello
A fin de superar la crisis multiforme
que es cuantificable. La desorientación re-
y las disfunciones sociales que atravesa-
sulta, pues, evidente.
mos Edgar Morin (sf), precursor de la teo-
ría del pensamiento complejo, nos propone
Sin embargo, propone que si bien la
y nos obliga a reflexionar cuando expresa
mundialización tiene evidentemente un
comentando en una entrevista su última
aspecto muy destructor por propiciar el
obra, Une politique de civilisation:
anonimato, la uniformización de culturas,
la homogeneización de las identidades, re-
”... Todo aquello que constituyó la faz luminosa de la
civilización occidental presenta ahora un envés cada
presenta también una oportunidad única
vez más negro. Así, el individualismo, que es una de para los hombres de las diferentes cultu-
las grandes conquistas de la civilización occidental, ras del planeta de comunicarse, compren-
genera hoy cada vez más fenómenos de atomización, derse y favorecer los mestizajes. La pre-
de soledad, de egocentrismo o de degradación de la gunta está planteada: la globalización
solidaridad. Otro producto ambivalente de nuestra ci-
vilización es la técnica, que ha descargado a los hom-
¿apocalíptica o integrable? Los bandos
bres de enormes gastos energéticos confiándoselos a “globalizantes” y “antiglobalización” se di-
las máquinas, pero ha hecho que la sociedad sea es- viden según se divinice o se satanice el
clava de la lógica cuantitativa de dichas máquinas... proceso y dependiendo desde qué contexto
La industria, que produce masivamente bienes bara- se le mire y desde qué perspectiva (como
tos para satisfacer las necesidades de gran número
de personas, es la causa de la contaminación y de la
galeotes o pilotos con brújula al decir de
degradación que amenazan a nuestra biosfera. En es- Alain Touraine). Propone Morin, en última
te sentido, el automóvil es un perfecto ejemplo de los instancia, la unidad de lo múltiple y la
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multiplicidad de lo uno como principio bá- postura que se acerca bastante a la tesis de la conver-
sico para entender la realidad en forma gencia de la cultura global. Según dicha tesis, se es-
tá produciendo una paulatina universalización, en el
holística y ecológica ya que sus estructu- sentido de unificación de modos de vida, símbolos cul-
ras surgirían de las interrelaciones y in- turales y modos de conductas transnacionales. Tanto
terdependencias de sus partes. Este enun- en una aldea de la Baja Baviera como en Calcuta,
ciado nos conduce directamente a la pro- Singapur o en las fabelas de Río de Janeiro se ven los
puesta de la educación global. Y agrega, mismos culebrones televisivos, se llevan los mismos
vaqueros y se fuma el mismo Marlboro como símbolo
alegando la necesidad de un nuevo Rena- de “una naturaleza libre e incontaminada”. En una
cimiento opuesta a esta nueva Edad Me- palabra, la industria de la cultura global significa ca-
dia tecnológica que parecemos vivir: da vez más la convergencia de símbolos culturales y
de formas de vida”. (1998).
“El conocimiento sólo es pertinente cuando se es capaz
de contextualizar su información, de globalizarla y si-
tuarla en un conjunto. Sin embargo, nuestro sistema
A pesar de esta fuerte tendencia ho-
de pensamiento que impregna la enseñanza de la es- mogenizante, el “mundo que respiramos”
cuela primaria a la universidad, es un sistema parce- según Benedetti, sigue siendo un verdadero
lario de la realidad y hace que las mentes sean incapa- mosaico, múltiple y plural que lucha y se
ces de relacionar los distintos saberes clasificados en expresa a través de los nuevos movimientos
disciplinas. Esta hiperespecialización de los conoci-
mientos, que conduce a extrapolar un solo aspecto de
sociales (minorías étnicas, culturales, se-
la realidad, puede tener importantes consecuencias xuales, feministas, ecológicos, pacifistas,
humanas y prácticas en el caso, por ejemplo, de las po- etc.) que vanguardizan una creciente oposi-
líticas de infraestructuras que muchas veces ignoran ción y que se han transformado, en la últi-
el contexto social y humano. Contribuye igualmente a ma década, en interlocutores lúcidos y pro-
despojar a los ciudadanos de las decisiones políticas a
favor de los expertos.
tagónicos que propugnan la construcción de
La reforma del pensamiento enseña a afrontar la com- un mundo mejor para todos.
plejidad con ayuda de instrumentos, de conceptos capa-
ces de relacionar los diferentes saberes que están a
Para muestra valga un botón: el Fo-
nuestra disposición en este fin del siglo XX.” (idem ant).
ro Social Mundial de Porto Alegre (Brasil)
cuya realización coincidió con la reunión
Frente al pensamiento complejo, la
en el lujoso centro turístico de esquí de Da-
globalización, como proceso irreversible e
vos (Suiza) del Forum Económico Mundial
inmodificable (incluida la cultural), preten-
financiado por más de mil corporaciones
de imponer un único modelo de pensamien-
mutinacionales y que cumple un papel es-
to posible que postula que el neoliberalis-
tratégico en la formulación del pensamien-
mo es “la” alternativa posible de política
to de los defensores de las políticas neoli-
pública nacional, regional y municipal.
berales en todo el planeta. Más de 1000 or-
ganizaciones de 120 países piensan que ha
Con respecto a esta temática, el so-
llegado el momento de organizar y de dar
ciólogo alemán Ulrich Beck nos comenta
coherencia a las acciones del vasto movi-
en su libro ¿Qué es la globalización?:
miento mundial surgido para contrarres-
“El desarrollo del mercado mundial tiene consecuen- tar la globalización neoliberal que comen-
cias importantísimas para las culturas, identidades y zó en 1998 con las movilizaciones en Euro-
modos de vida. La globalización del quehacer econó- pa contra el Acuerdo Multilateral de In-
mico está acompañada de un proceso de globalización versiones, irrumpió impetuosamente en
cultural.También aquí se trata, primordialmente, de
Seattle a fines de 1999 y continuó el año
la fabricación de símbolos culturales, una realidad
que se viene observando desde hace ya bastante pasado en Washington, Praga y Niza con
tiempo. Una buena parte de la sociología y del públi- multitudinarias protestas contra las polí-
co en general, han adoptado para este problema una ticas del Fondo Monetario Internacional
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