Como un ciego...
que apunta al ruido de mi cabeza,
como todo, como siempre, como es sin ver...
Ojos de dragón
En miércoles fríos
la estación oscura
a poetas cobardes
les mete pavura.
Me enloquece tu mirada,
me atropello con tus labios
y entre salivas resbala
el mensaje de los sabios.
Y yo me encargo de contarles
que vos derrochas dulzura,
y ese rasgo en tu hermosura
produce una envidia sana,
imagínate si cuento
lo que hacemos en la cama.
Viejo karma
Brillas y yo ya no te miro,
miro como es que te miran,
mientras vos me miras.