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La axiología (del griego άξιος 'valioso' y λόγος 'tratado'), o filosofía de los valores,

es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza de los valores y juicios valorativos.1 El término
axiología fue empleado por primera vez por Paul Lapie2 en 1902 y posteriormente por Eduard von
Hartmann en 1908. La reflexión explícita acerca de los valores, sin embargo, es anterior a la noción
de axiología y puede remontarse a Hume, quien se preocupa principalmente por los valores morales
y estéticos y elabora una teoría anti-metafísica y nominalista de los valores. Con todo, la teoría de
David Hume define los valores como principios de los juicios morales y estéticos, visión que será
criticada por Friedrich Nietzsche y su concepción genealógica de los valores, según la cual no solo
los juicios estéticos y morales dependen de valores, sino que hasta las verdades científicas y las
observaciones cotidianas responden a ciertos valores y formas de valorar (Irracionalismo
Voluntarista, cercano a Arthur Schopenhauer, y contrario a la Ilustración promovida por Immanuel
Kant). Desde luego y antes de ellos, en orden de importancia estaría la filosofía de Immanuel Kant,
que ubicaría la posibilidad de una Ética en el fundamento del Sujeto y de la Razón Sustancial (y no
en la mera racionalidad instrumental del cálculo al estilo del Utilitarismo de Bentham). Para Kant
solo puede haber ética si hay Libertad, condición de la necesaria Autonomía, frente a la
Heteronomía impuesta.

Así para Kant, -en contra del conservador Hume-, el Mundo de la Necesidad es el Mundo de la
Física, o sea el Mundo de la Mecánica de Newton (Kant fue físico antes que profesor de filosofía).
Kant lector crítico de Hume, rescata la Física de Newton, pero elabora una Teoría del Sujeto como
Fundamento último de su sistema filosófico ("Gründ", en alemán), idea desarrollada luego por G.
Fichte y posteriormente por G.F.W. Hegel. Para efectos de una Ética, no es su amada Física de
Newton la que necesita Kant acá, sino de las Ideas Reguladoras de una Razón (Sustancial), que usa
al Entendimiento (categorías de la razón instrumental para construir conocimiento científico) y a la
Sensibilidad (lo empírico, la expereriencia sensible). Así Kant reconcilia a la Razón científica y
filosófica con la posibilidad de Emancipación práctica (política y ética). Los grandes valores en
Kant, ya no estarán fosilizados en la vieja Metafísica, de inspiración religiosa, sino en la Ilustración
y sus valores emancipatorios y racionales, y serían parte del Mundo de la Razón y sus Ideas
Reguladoras. Por otro lado y desde una matriz discursiva diferente, Marx desde la Crítica a la
Economía Política desarrolla una crítica al valor, que va más allá de la crítica a la usual
mistificación entre valor de uso y valor de cambio. Marx desarrolla así una crítica al concepto
económico de valor para fundamentar en buena medida sus críticas y análisis socio-económicos.
Ciertamente el precio no es el valor, pero la lectura de esta crítica social no es religiosa ni moralista,
ni metafísica, sino con pretensiones científico-sociales. Desde luego, la crítica marxista aunque
parte de elementos filosóficos, va más allá de ellos, porque se ubica desde los elementos socio-
históricos que la permiten. Marx y luego el Marxismo (en sus diferentes desarrollos discursivos),
propone(n) una Teoría y una Praxis, que parte de su Teoría de la Historia (usualmente conocida
como Materialismo Histórico, en sus diferentes variantes), así como desde su concepción
sociológica que parte de una moderna Teoría de la "lucha de clases", para explicar las diferentes
hegemonías y formas de dominación, en las diferentes formaciones históricas concretas y en los
más generales Modos de Producción. (Por ejemplo: el Modo de Producción Esclavista, el Modo de
Producción Feudal, el Modo de producción Asiático, el Modo de Producción Despótico-Tributario,
Modo de Producción Capitalista, Modo de Burocrático, Modo de Producción Socialista, etc. El
aporte discursivo fundamental de Marx fue su crítica a la moderna alienación de las grandes
mayorías de la población mundial bajo el sistema-mundo capitalista. Así plantea el "fetichismo de
la mercancía", por medio del cual la "forma-mercancía" permea toda la cotidianidad principal
humana. Con anterioridad y desde que hubo un excedente económico humano, hay relaciones
mercantiles. Pero es con el Capitalismo como modo hegemónico de producción , y sobre todo con
el Capitalismo Industrial, y desde luego con actual el Capitalismo Financiero, que las relaciones
humanas de forma generalizada, se ven condicionadas por la forma-mercancía. Esto quiere decir,
que la gran mayoría de los valores sociales vigentes tienen un origen mercantilista. Así, el ser
humano, cuyo trabajo es el origen social de toda riqueza, se escinde de esta genealogía, de esta
génesis social, y termina valiendo menos, que su producción, que es la mercancía. Estas
operaciones culturales colectivas, a veces se hacen muy sutilmente y aprovechando elementos
inconscientes colectivos (revisar a Freud y los aportes del Psicoanálisis acá), pues el ser humano
está abocado a la reproducción de su vida inmediata, mediante su trabajo alienado, por lo tanto, no
puede conocer el origen estructural de su alienación colectiva. Así, la solución no sería solo ética y
discursiva, sino teórica y práctica política, para que pueda transformar su actual condición social
alienada.)

La axiología contemporánea, no solo trata abordar los valores positivos, sino también los negativos
(o anti-valores), analizando los principios que permiten considerar que algo es o no valioso, y
considerando los fundamentos de tal juicio. La investigación de una teoría de los valores ha
encontrado una aplicación especial en la ética y en la estética, ámbitos donde el concepto de valor
posee una relevancia específica. Algunos filósofos como los alemanes Heinrich Rickert o Max
Scheler han realizado diferentes propuestas para elaborar una jerarquía adecuada de los valores. En
este sentido, puede hablarse de una «ética axiológica», que fue desarrollada, principalmente, por el
propio Scheler y Nicolai Hartmann. Desde el punto de vista ético, la axiología es una de las dos
principales fundamentaciones de la ética junto con la deontología.

De acuerdo con la concepción tradicional, los valores pueden ser objetivos o subjetivos. Ejemplos
de valores objetivos incluyen el bien, la verdad o la belleza, siendo finalidades ellos mismos. Se
consideran valores subjetivos, en cambio, cuando estos representan un medio para llegar a un fin
(en la mayoría de los casos caracterizados por un deseo personal). Además, los valores pueden ser
fijos (permanentes) o dinámicos (cambiantes). Los valores también pueden diferenciarse con base
en su importancia y pueden ser conceptualizados en términos de una jerarquía, en cuyo caso
algunos poseerán una posición más alta que otros. El problema fundamental que se desarrolla desde
los orígenes mismos de la axiología, hacia fines del Siglo XIX, es el de la objetividad o subjetividad
de la totalidad de los valores. Max Scheler se ubicará en la primera de las dos posiciones. El
subjetivismo se opondrá, desde el principio, a este enfoque. Y entenderá —a la antigua manera de
Protágoras— que lo estrictamente humano es la medida de todas las cosas, de lo que vale y de lo
que no vale, y de la misma escala de valores, sin sustento en la realidad exterior. Alfred Jules Ayer
mismo, en Lenguaje, verdad y lógica, su obra temprana, dejará los juicios de valor fuera de toda
cuestión, en virtud de que no cumplen con el principio de verificación empírica. De esta manera, lo
ético y lo estético no son más que «expresiones» de la vida espiritual del sujeto. No una captación
comprobable del mundo externo.

Desde el punto de vista de Nietzsche, sin embargo, no hay una diferencia esencial entre lo que la
concepción tradicional llama «juicios de valor» y los juicios científicos, ya que ambos están
fundamentados en valoraciones que se han configurado históricamente y que constituyen por sí
mismas los modos específicos de interpretar y vivir. Asimismo, tampoco hay diferencia esencial
entre el juzgar y el actuar, ya que ambas cosas consisten en el despliegue de ciertas fuerzas que por
definición son fuerzas que valoran y cuyo movimiento también depende de valoraciones previas.

Dentro del pensamiento filosófico existe un punto central que es cómo queremos llegar a ser en el
futuro, en un estado mejor. Para poder pasar de un estado actual a un mejor estado es necesario que
se comprenda primero que para hacer mejoras tenemos que fundarlas en ciertos puntos claves. En el
pensamiento los hemos llamado siempre la axiología filosófica o la existencial, es decir los valores,
que son aquellos fundamentados de la acción que nos pueden llevar a un estado mejor el día de
mañana; esto se debe a que los valores dan sentido y coherencia a nuestras acciones.
La naturaleza del valor suscita el debate entre cientificistas de diferentes disciplinas. Se trata de un
problema complejo que precisa de una especificación filosófica. La axiología es la ciencia que
estudia los valores y estos poseen una connotación filosófica. En el artículo se exponen en forma
breve, los antecedentes de la axiología y se presentan diversas interpretaciones del concepto valor,
analizando estas desde la perspectiva de la filosofía marxista. Se destaca la respuesta dialéctico-
materialista con respecto al valor, planteando que este es un fenómeno social, que posee
significación en el contexto de la relación sujeto-objeto y que expresa las necesidades e intereses
humanos.
EN RESUMEN Filosofía de los valores: surgió en los siglos XIX y XX con Brentano, Lessing.
Según esta filosofía, el hombre se halla rodeado por un cosmos de valores que no produce él, sino
que él tiene que reconocer y descubrir.
a) El valor es el nuevo tipo de ser.
b) Los valores son objetivos.
c) Los valores no son independientes de las cosas que son.
d) Los valores se presentan frente a un aspecto negativo.
e) Son totalmente independientes de la cantidad.
f) Puede establecerse una jerarquía entre los valores

Teoría del Conocimiento

La teoría del conocimiento es una parte importante de la filosofía. Pero es difícil precisar cuál es
su objeto y más aún cuáles son los resultados a los que se ha llegado en ella, sin indicar de
antemano desde qué postura, o concepción filosófica se está hablando. En el artículo sobre
gnoseología pueden verse algunas indicaciones respecto a los diversos planteamientos filosóficos
del problema del conocimiento, y la relación de la denominación «teoría del conocimiento» con
otros términos como «epistemología», &c. Aquí nos limitaremos a exponer brevemente los
problemas fundamentales que plantea hoy una teoría filosófica del conocimiento.

De ellos el primero es la relación entre conocimiento científico y no científico. Otro problema


importante es el de la relación entre esta teoría filosófica y las diversas disciplinas científicas que
también se ocupan del conocimiento. Terminaremos aludiendo a las opciones filosóficas
fundamentales en teoría del conocimiento.

1. El conocimiento científico y el no científico

En el contexto de la filosofía tradicional (escolástica, fundamentalmente) es normal referirse a


varios tipos de conocimiento y establecer una jerarquía entre ellos. Empezando por el llamado
conocimiento vulgar o del sentido común, se pasa inmediatamente al científico y se señalan después
otras formas de conocimiento como el artístico, el filosófico, el religioso o el teológico, de los
cuales este último suele ser considerado el más perfecto. Dentro de este esquema es fácil advertir a
veces un ligero desplazamiento hacia el irracionalismo, a partir del cual el conocimiento científico
no sólo ocupa un lugar mínimo en la escala jerárquica de las formas de conocimiento, sino que
incluso puede aparecer como verdadero desconocimiento, por su carácter parcial, limitado, &c.
Dentro de esta perspectiva, que llamaremos –por denominarla de alguna manera–
«conservadora», adquieren pleno significado los planteamientos ciertamente metafísicos (en el mal
sentido de la palabra metafísica) respecto a la posibilidad, límites y esencia del conocimiento.

Desde una perspectiva racionalista, sin embargo, el modelo de cualquier forma de conocimiento
es el conocimiento científico. Si esta posición se lleva hasta su extremo puede llegarse incluso a
negar que haya otra forma real de conocimiento que no sea el científico.

Nos parece que la postura más adecuada es la racionalista (que algunos denominarán
cientificista) (cientificismo), pero siempre y cuando se mantenga respecto a la ciencia una postura
suficientemente crítica (El mito de la ciencia). De acuerdo con esto no parece que tenga mucho
sentido hablar de conocimiento religioso o artístico, y mucho menos considerar a estas «formas de
conocimiento» como más «perfectas» que el conocimiento científico. La misma idea de perfección
no tiene mucho sentido aplicada al conocimiento, salvo para declarar que es perfectible. Y esto
cuadra bien ante todo con el conocimiento científico. Otra cuestión es que los aspectos afectivos,
emotivos, &c., que figuran en el arte o la religión cumplan también un determinado papel en la
ciencia y que, por consiguiente, la separación de ésta con respecto a esas otras formas de
pensamiento o de conciencia históricamente dadas sea más bien relativa.

En una teoría general del conocimiento, la teoría crítica de la ciencia ocupará por lo tanto un
papel central; y paralelamente la problemática sobre las «diferentes formas de conocimiento»
quedaría mejor tratada en una teoría previa sobre las «formas de pensamiento» en la que se
distinguieran los aspectos histórico-sociológicos o institucionales de éstas (el arte, la religión, la
ciencia) como partes de la cultura, de las cuestiones valorativas (su valor cognoscitivo en este caso).

2. Teoría del conocimiento: ¿ciencia o filosofía?

El conocimiento es un fenómeno con múltiples aspectos. Es un fenómeno psicológico,


sociológico, biológico incluso. Cabe, pues, su estudio desde muchos puntos de vista, a partir de
múltiples ciencias empíricas. También en el estudio del conocimiento científico cabe esta
perspectiva científica, representada ya de hecho por la ciencia de la ciencia. La epistemología
genética de Piaget pretende también constituir una teoría general del conocimiento (de tipo
racionalista: el conocimiento científico como modelo más desarrollado de cualquier forma de
conocimiento) con base en los resultados de ciencias positivas que se ocupan de los procesos
cognoscitivos, como la psicología genética fundada y desarrollada por el mismo Piaget, la biología,
la sociología y la historia de las ciencias, &c. En el artículo epistemología nos ocupamos de este
programa de investigación. Por el momento aquí diremos únicamente que, en cualquier caso, no
parece que pueda negarse que todas las investigaciones empíricas sobre los procesos cognoscitivos
parten de preconcepciones filosóficas acerca de qué es el conocimiento –qué entendemos por
conocer la realidad– sin las cuales no podrían orientarse aquellas investigaciones. Igualmente cabe
señalar, al término del proceso, la posibilidad de diversas interpretaciones filosóficas de los
resultados empíricos.

3. Teorías filosóficas del conocimiento

De hecho, las investigaciones sobre el conocimiento (de cualquier forma que se entiendan éstas:
científica y filosófica) tienen que enfrentarse desde el principio con opciones de carácter
estrictamente filosófico. Tal es el caso, fundamentalmente, de la opción necesaria a favor de una de
las dos interpretaciones extremas: realismo o subjetivismo idealista. La concepción realista parte del
supuesto de que el mundo conocido es exterior al sujeto y de que constituye un ideal de nuestro
conocimiento el adecuarse con una realidad previamente dada. La actitud realista más consecuente
es la que viene acompañada del calificativo «crítico». El realismo crítico añade al realismo la idea
de que nuestro conocimiento nunca agota de forma definitiva, ni se adapta (o mejor, no sabemos si
se adapta) de forma exacta a esa realidad previamente dada. Frente a esta posición, las diferentes
formas de subjetivismo idealista, implican en diversa medida la idea de que el conocimiento es un
asunto fundamentalmente subjetivo, sin que sea posible entender la conexión entre nuestro
conocimiento y la realidad que pretendemos conocer. Algunas concepciones actuales como el
fenomenalismo, el operacionalismo, el instrumentalismo, representan en el fondo diversas variantes
del idealismo subjetivo.

Respecto a los supuestos ontológicos que pueden acompañar a las diversas concepciones sobre el
conocimiento, está claro que aunque no hay una reacción de implicación lógica, las posturas más
coherentes con el realismo por una parte y con el subjetivismo por otra son, respectivamente, el
materialismo y el espiritualismo o idealismo objetivo.

LOS EPICÚREOS:
Epicuro de Samos fue uno de los principales pensadores de esta época y el padre de la
corriente conocida como epicureísmo. Su obra principal es la Carta a Meneceo. Vivió entre
el 341 y el 270 a.C. Fue el fundador de la escuela llamada "El Jardín", situada en un huerto
de Atenas.

Para él la filosofía es un instrumento para conseguir la felicidad en la vida, liberarnos y


apartarnos del temor. Y la felicidad es la mayor cantidad de placer posible (hedonismo).
Con placer, Epicuro se refiere a los placeres corporales, que son muy importantes, y también
a los del alma. Pero el placer no debe buscarse de cualquier manera, sino de forma que no
vaya contra la paz interior. Hay que buscarlo con moderación para no perder la tranquilidad
(ataraxia). Así que debe buscarse con prudencia, moderándose mediante el uso de la razón
con la virtud de la templanza.

Y para ello, la Filosofía debe cumplir una tarea cuádruple, liberándonos de cuatro
temores:

1) Del temor a los dioses. Estos no influyen en la vida humana, que tampoco tiene un
destino obligatorio. Los epicúreos no negaban que los dioses existieran.

Es curioso pensar la relación entre esta idea de Epicuro y expresiones coloquiales como
"que sea lo que Dios quiera", "está de la mano de Dios" o decir de un acontecimiento que
"estaba escrito". Epicuro estaría en contra de estas ideas.
2) Del temor a la muerte. No debemos temerla porque cuando nosotros estamos ella no
está presente, y cuando ella aparece nosotros ya no estamos. Por tanto, no tiene sentido,
según Epicuro, temerla.

3) Del temor a no alcanzar el bien y el placer, porque se pueden alcanzar ambos.

4) Del temor a que los males y dolores no terminen. Todos tienen fin. Expresiones como
"no hay mal que cien años dure" tienen mucho que ver con esta idea de Epicuro.

ESTOICOS:
El estoicismo es otra de las importantes escuelas filosóficas helenísticas. El fundador de esta
escuela fue Zenón de Citio, que en Atenas abrió la Stoa (pórtico). Las principales
características de esta escuela son:

 Para el estocismo el ser humano es una parte del universo, y solamente alcanzará la felicidad
viviendo en conformidad con la naturaleza.
 Esta, la naturaleza o cosmos, está ordenada de forma racional. Para poder vivir conforme a ella,
debemos usar la razón y así alcanzaremos la sabiduría, aceptando las leyes de la naturaleza y el
destino. La principal virtud del hombre es la rectitud, con la que se adapta a la razón que gobierna el
mundo. Hay que cultivarla continuamente.
 No debemos rebelarnos contra el destino, sino aceptarlo tranquilamente. Así se llegará también a la
falta de pasión y de sufrimiento. Según los estoicos son las pasiones las que nos provocan
sufrimiento. Si nos liberamos de ellas, nuestro ánimo será imperturbable.

Esta escuela perduró durante más de tres siglos, y tuvo mucha importancia en la Roma
imperial, en la que encontramos importantes estoicos como Séneca, Epicteto y Marco
Aurelio.

¿Qué te recuerdan estas ideas estoicas? ¿Cuántas pasiones, amores mal entendidos,
desamores, adicciones de todo tipo han provocado sufrimientos al ser humano? Como ves,
los estoicos no pensaban que fuera posible ser feliz sin razonar. A la cultura popular han
llegado fórmulas de la felicidad como "no es más feliz quien más tiene sino quien menos
necesita" o "estaba escrito" (esta última ante algún acontecimiento) que pueden interpretarse
como una herencia que nos dejaron estos filósofos. Seguro que se te ocurren más
expresiones y actitudes populares que repiten de otra forma las ideas estoicas que tienes
arriba

LA LOGICA COMO DISCIPLINA


De acuerdo al Diccionario de Filosofía del Dr Juan Carlos González, Editorial Edad de Madrid,
España, el simple término “Lógica” es una disciplina que estudia los razonamientos formalmente
válidos. La lógica pues se ocupa de la estructura formal de los razonamientos. El contenido
expresado en los enunciados queda en un segundo plano. Un
razonamiento es formalmente válido si la conclusión se deduce de las premisas que no son otra cosa
que las proposiciones representadas por variables proposicionales, por ejemplo: a, b, c, d, e…. Sin
embargo, aún conociendo la lógica secuencial de una premisa, muchas veces falta el sentido común
para comprenderlo y de ahí la falta de conocimiento que puede envolver a muchos hombres y
mujeres en la ignorancia. Según Bernardo Regalado, Jr, la lógica filosófica no es más que ver las
realidades de las cosas que pasan a nuestro alrededor y darle un razonamiento profundo y darse
cuenta que todo el ser humano en su naturaleza es ignorante porque precisamente ignora muchas
cosas.

Por último, según Vlacho, la lógica es ver las cosas por lo que son, más no por lo que aparentan.

En definitiva, la lógica puede definirse como el conjunto de conocimientos que tienen por objeto la
enunciación de las leyes que rigen los procesos del pensamiento humano así como los métodos que
han de aplicarse al razonamiento y la reflexión para lograr un sistema de raciocinio que conduzca a
resultados que puedan considerarse como certeros ó verdaderos.

II
Concepto general y clasificación

La denominación de la lógica está directamente relacionada con la palabra griega logos, cuyo
significado en griego antiguo es equivalente a “pensamiento” ó “razón”, pero también “palabra” ó
“conocimiento”. En definitiva, se trata del estudio de la forma en que funciona la facultad humana
de pensar y razonar. Puede también definirse como el conjunto de conocimientos que tienen por
objeto la enunciación de las leyes que rigen los procesos del pensamiento humano así como de los
métodos que han de aplicarse al razonamiento y la reflexión para lograr un sistema de raciocinio
que conduzca a resultados que puedan considerarse como certeros ó verdaderos.

Debe distinguirse entre la lógica formal y la lógica material.

 La lógica formal también llamada lógica pura que es la lógica


propiamente dicha es precisamente la “ciencia” (en cuanto a
conocimiento) que determina cuáles son las formas correctas y
válidas de los raciocinios; pero lo hace considerándolos en sí
mismos y con prescindencia de los contenidos concretos de los
razonamientos, es decir, considerando esos contenidos como
entes lógicos abstractos, de tal manera que las leyes a aplicar
tengan validez para cualquier contenido concreto. Por ejemplo:
Todo postulado que parta del Teorema de Pitágoras tiene que
tener como base lógica y comprobada que: A2 + B2 = C 2. Esto
quiere decir, que el raciocinio parte de ciertos conocimientos
establecidos( llamados premisas), que conduce a adquirir un
conocimiento nuevo (contenido en la conclusión) sin que para
ello haya que recurrir a nuevas constataciones u observaciones
sensibles distintas ó adicionales a las ya contenidas en las
premisas. Así pues, si el Teorema de Pitágoras es la premisa, el
nuevo conocimiento sería corroborar matemáticamente que: C2
= C X C ya que al multiplicar éstos dos factores independientes
nos dará C2 o sea, C2 = C2 . Este sería el nuevo conocimiento
alcanzado que se basó en una conocida premisa. Por lo tanto, la
verdad a que conduce la lógica formal, es una verdad formal,
que será verdad en tanto sea verdad el contenido de las premisas
e indicará solamente que existe una congruencia de ese
raciocinio, consigo mismo. Si en un razonamiento existe
falsedad en las premisas, la conclusión es falsa y, viceversa.
Pero en cualquiera de los casos, será correcto ó válido como
razonamiento.
 La lógica material también llamada lógica aplicada es aquella
en que un proceso de raciocinio ó de pensamiento se analiza en
consideración al contenido real de sus premisas, y por lo tanto,
debe conducir a una verdad material, ó sea, una conclusión que
sea concordante con la realidad. Por ejemplo: La fórmula H 0 es
la concreción de un resultado real que todos palpamos y
conocemos: el agua, ya que con dos moléculas de hidrógeno y
una de oxigeno obtenemos el origen del preciado líquido.

Sin embargo, hay hechos reales que se manejan con normas y pensamientos pre-establecidos por el
hombre en sus leyes sociales y civiles como el Derecho donde los escenarios no son todo el tiempo
igual. Varían de acuerdo a las circunstancias y los acontecimientos acaecidos. Por lo tanto, las leyes
de la lógica formal solamente serán aplicables con especial precaución. De tal manera, las leyes de
la lógica formal solamente resultarán aplicables con alcance estricto en el campo de las ciencias
puramente exactas y abstractas, tales como las matemáticas, la propia lógica, la mecánica, etc. . Así
pues, aquellas disciplinas exclusivamente normativas y abstractas tales como el derecho, la
sociología, la psicología, la economía, la administración corresponderán a la lógica no formal, pero
que podrán tener efectos y consecuencias materiales relevantes para cualquier sociedad actual, con
variables que estarán compuestas de premisas formales ó no formales del pensamiento universal del
hombre desde el principio de los tiempos.

LA LOGICA COMO METODO


Aristóteles: La Lógica

Aristóteles, amigo de Platón pero, como el mismo dice más amigo de la verdad, desenvuelve a su
vez el método de la dialéctica, en forma que lo hace cambiar de aspecto. Este se fija especialmente
en ese movimiento de la razón intuitiva que pasa por medio de la contraposición de opiniones, de
una afirmación a la siguinete, y de esta a la siguiente. Se esfuerza por reducir a leyes ese transito de
una afirmación a la siguiente. Esta ocurrencia de Aristóteles es el origen de lo que hoy llamamos la
lógica, no es el inventor, pero el le da la forma y estructura definitiva. Le da la forma a eso que
llamamos lógica, o sea a la teoría de la inferencia, de que de una proposición salga otra proposición.

Para Aristóteles el método de la filosofía es la lógica, o sea la aplicación de las leyes del
pensamiento racional que nos permite transitar de una posición a otra por medio, para llegar a
conceptos generales por medio de conceptos más particulares.

La filosofía ha de consistiría entonces, en la demostración de la prueba. Una afirmación que no está


probada no es verdadera, o por lo menos, no se si es verdadera o falsa no puede entrar en el campo
del saber.

El método inductivo es aquel método científico que obtiene conclusiones generales a partir de
premisas particulares. Se trata del método científico más usual, en el que pueden distinguirse cuatro
pasos esenciales: la observación de los hechos para su registro; la clasificación y el estudio de estos
hechos; la derivación inductiva que parte de los hechos y permite llegar a una generalización; y la
contrastación.

Esto supone que, tras una primera etapa de observación, análisis y clasificación de los hechos, se
logra postular una hipótesis que brinda una solución al problema planteado. Una forma de llevar a
cabo el método inductivo es proponer, mediante diversas observaciones de los sucesos u objetos en
estado natural, una conclusión que resulte general para todos los eventos de la misma clase.

En concreto, podemos establecer que este citado método se caracteriza por varias cosas y entre ellas
está el hecho de que al razonar lo que hace quien lo utiliza es ir de lo particular a lo general o bien
de una parte concreta al todo del que forma parte.

De la misma forma es importante subrayar el hecho de que este método que estamos abordando se
sustenta en una serie de enunciados que son los que le dan sentido. Así, podemos establecer que
existen tres tipos diferentes de ellos: los llamados observacionales que son aquellos que hacen
referencia a un hecho que es evidente, los particulares que están en relación a un hecho muy
concreto, y finalmente los universales. Estos últimos son los que se producen como consecuencia o
como derivación de un proceso de investigación y destacan porque están probados empíricamente.
El razonamiento inductivo puede ser completo (en este caso se acerca a un razonamiento deductivo
debido a que sus conclusiones no brindan más datos que los aportados por las premisas) o
incompleto (la conclusión trasciende a los datos aportados por la premisa; a medida que hay más
datos, habrá una mayor probabilidad de verdad. La verdad de las premisas, de todos modos, no
asegura que la conclusión sea verdadera).

Ejemplo de razonamiento inductivo completo:


Ricardo y Anahí tienen tres perros: Pancho, Ronaldo y Tito.
Pancho es de color negro.
Ronaldo es de color negro
Tito es de color negro.
Por lo tanto, todos los perros de Ricardo y Anahí son de color negro.

Ejemplo de razonamiento inductivo incompleto:


Pancho es un perro de color negro.
Ronaldo es un perro de color negro.
Tito es un perro de color negro.
Por lo tanto, todos los perros son de color negro.
Como puede verse, en el segundo ejemplo todas las premisas son verdaderas, pero la conclusión es
falsa.

Entre los personajes históricos que han hecho más uso del inductivismo hay que destacar, sin lugar
a dudas, al griego Aristóteles, que establece que el conocimiento inductivo es incompleto pues no
nos lleva a una certeza absoluta, o a Francis Bacon. Este filósofo inglés, considerado como el padre
del empirismo, abordará y planteará el que la experiencia es un recurso utilizado como modo de
saber, la importancia del amor a la observación o el deseo de dominar a la naturalezа.
Es frecuente que se confunda en el método inductivo con el deductivo. Pero la diferencia es muy
sencilla: mientras el primero apuesta por el establecimiento de una serie de leyes a partir de lo que
se observa, el segundo lo que hace es inferior algo en base a una ley general.

http://definicion.de/metodo-inductivo/

El método deductivo es un método científico que considera que la conclusión se halla implícita
dentro las premisas. Esto quiere decir que las conclusiones son una consecuencia necesaria de las
premisas: cuando las premisas resultan verdaderas y el razonamiento deductivo tiene validez, no
hay forma de que la conclusión no sea verdadera.
Las primeras descripciones del razonamiento deductivo fueron realizadas por filósofos en la
Antigua Grecia, entre ellos Aristóteles. Cabe destacar que la palabra deducción proviene del verbo
deducir (del latín deducĕre), que hace referencia a la extracción de consecuencias a partir de una
proposición.

El método deductivo logra inferir algo observado a partir de una ley general. Esto lo diferencia del
llamado método inductivo, que se basa en la formulación de leyes partiendo de los hechos que se
observan.
Hay quienes creen, como el filósofo Francis Bacon, que la inducción es preferible a la deducción,
ya que permite trasladarse desde particularidades hacia algo general.
Entre los ejemplos que podemos utilizar para entender más exactamente lo que significa el término
método deductivo estaría el siguiente: si partimos de la afirmación de que todos los ingleses son
puntuales y sabemos que John es inglés, podemos concluir diciendo que, por tanto, John es puntual.
En el ámbito de las Matemáticas también se hace mucho uso del citado método deductivo. Así, en
esta materia podremos encontrar ejemplos que lo demuestran: si A es igual a B y B es igual a C,
podemos determinar que A y C son iguales.
Al hablar de este citado método deductivo tenemos que subrayar que el mismo, en el que el
pensamiento va de lo general a lo particular, se hace uso de una serie de herramientas e
instrumentos que permitan conseguir los objetivos propuestos de llegar al punto o esclarecimiento
requerido.
En este sentido, podemos exponer que es frecuente que se empleen resúmenes, pues son los
documentos que permiten concentrarse de manera clara y concisa en lo esencial de un asunto. No
obstante, también hay que destacar que, de igual forma, se hace utilización de la síntesis y de la
sinopsis.
Pero la lista de procedimientos y herramientas va mucho más allá. Así, en ella tampoco se podrían
obviar los mapas, los gráficos, los esquemas o las demostraciones. Estas últimas en concreto ayuden
especialmente a demostrar que un principio o una ley en concreto son verdaderos, y para ello se
parte de todas las verdades establecidas así como de las relaciones lógicas.
El método deductivo puede dividirse según resulte directo y de conclusión inmediata (en los casos
en los que el juicio se produce a partir de una única premisa sin otras que intervengan) o indirecto y
de conclusión mediata (la premisa mayor alberga la proposición universal, mientras que la menor
incluye la proposición particular: la conclusión, por lo tanto, es el resultante de la comparación
entre ambas).
En todos los casos, los investigadores que apelan al método deductivo empiezan su trabajo
planteando supuestos (coherentes entre sí) que se limitan a incorporar las características principales
de los fenómenos. El trabajo sigue con un procedimiento de deducción lógica que finaliza en el
enunciado de las leyes de carácter general.

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