Anda di halaman 1dari 13

LIBRO DE LEVÍTICO

1. ¿Por qué se llama así este libro?

El libro de Levítico se llama así en la versión griega porque trata de las leyes relacionadas con los
ritos , sacrificios y servicio del sacerdocio levítico. No todos los hombres de la tribu de Leví eran
sacerdotes, pero el libro traba tanto de los trabajos que hacían los “laicos” dentro del tabernáculo,
y las leyes que los regían, como las leyes concerniente al sacerdocio.. La expresión que a menudo se
encuentra es: “Habla a los hijos de Israel”, nos muestra que tiene muchas enseñanzas para el pueblo
también, por lo que su interés es general.

2. Comparación entre los libros de Éxodo, Levítico y Números:

El Libro de Éxodo nos narra la historia de un pueblo en cautiverio, Levítico nos dice como este
pueblo, después de redimido puede allegarse a Dios. La revelación que se encuentra en Levítico fue
entregada a Moisés cuando todavía Israel estaba acampando en el Monte Sinaí (27:34).

Levítico sigue el hilo de la última parte del Éxodo que describe la construcción del Tabernáculo.
Luego el Libro de Números continúa con lo que describe Levítico. Así, los libros forman un conjunto
estrechamente eslabonado.

3. ¿Cuál es el mensaje central de Levítico?

El mensaje central de este libro es el siguiente: EL ACCESO A DIOS ES SOLAMENTE POR MEDIO DE
LA SANGRE, Y ÉSTE DEMANDA SANTIDAD DEL ADORADOR.

4. ¿Cuál es el propósito del Libro?

Enseñar a Israel a ser un a nación santa; separada en modos y costumbres de las naciones que le
rodeaban y consagrada al servicio del único Dios verdadero y viviente. (1 Pedro 2:9).
5. ¿Cuál es la demanda máxima de Dios para su pueblo?

“SED SANTOS PORQUE YO SOY SANTO” Lev. 19:2

6. ¿Cuál es el contenido del Libro?

Según Myer Pearlman el libro puede dividirse de la siguiente forma:

I. Leyes concernientes a las OFRENDAS. Caps. 1-7

II. Leyes concernientes al SACERDOCIO. Caps. 6-10

III. Leyes concernientes a la PURIFICACIÓN. Caps. 11 al 22

IV. Leyes concernientes a las FIESTAS. Caps. 23-24

V. Leyes concernientes al PAÍS. Caps. 25-27

LAS OFRENDAS

7. ¿Cuántos tipos de ofrendas menciona Levíticos?

Menciona cinco tipos de ofrendas: Estas son: EL HOLOCAUSTO, LA OBLACIÓN, EL SACRIFICIO DE PAZ,
LA EXPIACIÓN POR EL PECADO, Y LA EXPIACIÓN POR EL YERRO .

8. EL HOLOCÁUSTO. Cap. 1

Las ofrendas comienzan con el holocausto y terminan con la expiación por el yerro. El holocausto es
similar al acto mediante el cual nosotros, a través de la sangre de Cristo, nacemos de nuevo y nos
convertimos a Dios. El holocausto es una provisión para el pecado original y es figura también de
Cristo ofreciéndose sin mancha a Dios. Había holocaustos diarios a Dios, pero Cristo se ofrecían una
sola vez en lugar del pecador. (Levítico 1:4 comp. Con Hebreos 7:14-28). Esta era una ofrenda de
dedicación. ¿Por qué venía primero?. Porque Dios demanda el sacrificio primero. Nadie puede
comenzar con Dios mientras no le haya entregado todo a Dios. (Lev. 1:3). Ester era el sacrificio mas
común en el templo antiguo. El Holocausto era una ofrenda encendida de olor grato a Dios.
9. LA OBLACIÓN. Cap. 2

Consistía en ofrendas de harinas, vinos, sal, florees, etc., en las cuales non estaba implicado el
derramamiento de sangre.. Algunas se presentaban junto con los sacrificios. Era el sacrificio de la
devoción diaria. Como el Holocausto era figura de Cristo en su muerte, la oblación era figura de
Cristo en su vida. La flor de harina nos habla de la perfección de Cristo en dichos y hechos, nos habla
de su carácter perfecto.

Debemos alimentarnos diariamente con esa oblación perfecta. Primero tenemos que venir a él
como un holocausto, santo y total. Luego seguimos viniendo a Él incesantemente con la oblación de
nuestras vidas, como la mejor ofrenda para Él.

10. EL SACRIFICIO DE PAZ. Lev. 3

Esta ofrenda representaba la intimidad y comunión con Dios. Era una ofrenda de acción de gracias.
Cristo se muestra en al Nuevo Testamento como “nuestra paz” (Efesios 2:14). Dios ha hecho la paz
mediante la sangre de Jesucristo. (Colosenses 1:20)

11. LA EXPIACIÓN POR EL PECADO. Levítico 4-5

En esta ofrenda se nos muestra a Cristo en la cruz en lugar del pecador. En ella vemos el
reconocimiento del pecado: “Cuando alguna persona pecare... ofrecerá...” (Lev. 4:2-3) En la otra
ofrenda, el oferente se acercaba como adorador, pero aquí como un pecador condenado. Dios nos
hace responsable de nuestro pecado. Somos criminales que hemos sido juzgado, declarados
culpables y condenados a muerte. La única forma de ofrecer todos los sacrificios que anteceden es
efectuando el sacrificio único de Su Hijo., el sacrificio del que todos los sacrificios son figuras.

12. LA EXPIACIÓN POR EL YERRO. (5:14)

La sangre de la expiación por el yerro limpia la conciencia y lleva al que ha errado hasta el ofendido,
no solo para restituir el daño, sino para añadir una quinta parte mas. (6:5). El que ha perjudicado es
perdonado y el perjudicado sale ganando. Ninguno de estos sacrificios tenían eficacia en sí mismos,
solo miraban al futuro, al verdadero sacrificio, hacia el Hijo de Dios. (Hebreos 10) Los oferentes
tenían que ejercitar su fe, de lo contrario, de nada les servía. NO solo era el acto externo de ofrecer
un sacrificio, sino creer en la palabra dada al respecto, de que ese sacrificio estaba cumpliendo una
función específica. Cristo se ha ocupado de los pecados que cometemos contra otros, lo que no
quita nuestra responsabilidad de restituir el daño. Las ofrendas que se traían en este sacrificio
estaban compuestas por becerros, vacas, palomas, tórtolas. Todo esto de acuerdo con la capacidad
del que ofrecía. Lo que nosotros traemos ahora es el pecado; lo que trae Cristo es la ofrenda y la
expiación por el pecado.

EL SACERDOCIO

13. El sacerdote.

Venimos estudiando el gran tema del sacrificio, pero ningún hombre podía presentar su propio
sacrificio ante Dios. Debía dárselo al sacerdote y este a su vez lo ofrecía a Dios. Dios eligió a una de
las doce tribus para que cuidase del Tabernáculo. Esta era la tribu de Leví . Una de las familias levitas
, la de Aarón, debía hacer provisión de los sacerdotes. Estas estaban a cargo de los sacrificios y
recibían para su sostén el diezmos del pueblo. El sacerdote acudía a Dios en el nombre del pueblo
con las operaciones y las alabanzas de ellos. Se ponían delante de Dios e imploraban el favor de
ellos. El atribulado israelita que necesitaba allegarse a Dios presentaba su animal en el atrio del
Tabernáculo. En el altar del holocausto colocaba su mano sobre la cabeza del animal para manifestar
su penitencia y consagración. El animal era degollado y su sangre era derramada sobre el altar.
Después, el sacerdote, que representaba al adorador, se acercaba a la fuente en que se lavaba las
manos como indicación de la vida de pureza que debía proceder del perdón del pecado. El
sacerdote, entonces, entraba en el Lugar Santo, pasaba frente al mobiliario sagrado (el candelero y
la mesa de los panes de la proposición) y llegaba al altar del incienso donde se ofrecía la oración.

Hoff señala que las funciones de los sacerdotes eran, básicamente cuatro: “a) Servir como
mediadores entre el pueblo y Dios, interceder por el pueblo y expiar el pecado mediante el sacrificio
y así reconciliar al pueblo con Dios. b) Consultar a Dios para discernir la voluntad divina para el
pueblo (Núm. 27:21; Deut. 33:8), c) Ser los intérprete y maestros de la ley y enseñar al pueblo los
estatutos de Jehová (Lev. 10:11; Ezeq. 44:23), d) Ministrar en las cosas sagradas del Tabernáculo.”(3)
Por otra parte, existían toda una serie de requisitos para ser sacerdote. (Leer Levítico 21:1-8 y
extraer estos requisitos).

14. EL SUMO SACERDOTE.

Era el mas importante de todos los sacerdotes. Tenía la obligación de entrar solamente una vez al
año en el Lugar Santísimo., atravesando el velo y deteniéndose frente al propiciatorio con la sangre
de la expiación para interceder por el pueblo. Solamente a él le correspondía llevar el pectoral con
el nombre de las tribus, y en ese acto de entrar una vez al año en el Santuario, actuaba de mediador
entre la nación y Dios. A él solamente le correspondía consultar a Jehová a través de Urim y Tumin.
El Sumo Sacerdote prefigura a Cristo (si bien los sacerdotes pueden tipificar a los creyentes en
general. 1 Pedro 2:5 Heb. 2:17; 4:14). CRISTO ES EL GRAN Y SUMO SACERDOTE. En la actualidad los
sacrificios de animales no son necesarios, porque todos estos símbolos típicos proféticos han sido
todos cumplidos en Cristo. De igual manera ya no hacen falta los Sumo Sacerdotes para mediar
entre Dios y los hombres, porque Cristo, el Gran Sumo Sacerdote se ha constituido en el único
mediador. (Heb. 2:17: 4:15 1 Tim. 2:5). En la actualidad, todos los creyente, en cierto sentido, son
hechos “reyes y sacerdotes” (1 Pedro 2:15) y pueden allegarse confiadamente “ ante el trono de la
gracia para hallar gracia para el oportuno socorro” (Heb. 4:14; 10:12; 7:15 y Juan 14:16). Cristo es
nuestro gran Sumo Sacerdote y ahora está sentado a la diestra del Padre intercediendo por cada
uno de nosotros.

15. Las vestiduras sacerdotales. Éxodo 28

La túnica blanca representaba el deber de llevar una vida limpia y consagrada a Jehová. Las restantes
vestiduras ponían de manifiesto la hermosura la hermosura y dignidad de un ministerio sacerdotal,
tal como mediar entre Dios y los hombres. El Sumo Sacerdote, en su turbante, debía llevar una
lámina de oro puro con una frase: SANTIDAD A JEHOVÁ, lo cual proclamaba que la santidad era
esencial dentro de la naturaleza de Dios, en el culto a él, en los ministros del culto y en los
adoradores.

16. El sostén del ministerio sacerdotal. Números 18:8-32

Dios estableció que los ministros del culto debería ser sostenidos por el pueblo mediante los
diezmos, las primicias, loas primogénitos de los animales, lo consagrado a los votos y la carne de
ciertos sacrificios. Por otra parte, los levitas y sacerdotes recibían una heredad en medio de cada
tribu de Israel. Aunque el diezmo aparece en la Biblia mucho antes, cuando Abraham se lo ofrece al
sacerdote Melquisedec, es en la legislación mosaica donde se establecen sus parámetros, los cuales
son corroborados por la enseñanza neotestamentaria. Precisamente, haciendo alusión a la ley de
Moisés, es que Pablo escribe: ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas comen del
templo?...Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio”.

17. Nadab Y ABIU. Cap. 10

a) ¿Por qué Dios envió juicio sobre estos dos sacerdotes?

La Biblia dice solamente que “ofrecieron fuego entraño que (Dios) nunca mandó...”. Se han dado
varias explicaciones sobre este hecho:
1o. Posiblemente tomaron en sus incensarios fuego común y no el fuego del altar del holocausto.
Las obligación era tomar fuego del altar, pues este había sido encendido por el propio Dios (Lev.
16:12; Núm 16:46).

2o. Quizás estaban embriagados, y esto, precisamente, los llevó a ofrecer el fuego extraño. Esta
explicación no contradice la anterior, sino que agrega las causas. Esto se desprende le las posteriores
indicaciones que da Dios acerca de tomar y beber bebidas alcohólicas antes de ministrar. (Lev,. 6:13;
9:24; 5:9).

3o. También se ha indicado que bien pudo haber sido una rivalidad entre ambos de ofrecer los dos,
simultáneamente el fuego que, al parecer lo hacía un solo oficiante. Por ejemplo, en Lucas 1:9, era
un sacerdote, Zacarías, el que oficiaba en el altar.

4o. Se sostiene que posiblemente ellos trataron de tomar o usurpar el lugar del Sumo Sacerdote,
aunque por el ejemplo de Zacarías vemos que, al parecer, el encender el fuego no era prerrogativa
absoluta del Sumo Sacerdote.

b) ¿Fue muy severo el castigo?

NO. Debemos entender que los sacerdotes estaban investidos de una autoridad y tenía una
responsabilidad demasiado grande para darse el lujo de fallar, porque en su acto sacrílego ellos
estaban involucrando a la nación que representaban. Dios quiso enseñar que Él es santo y que no
podemos jugar con su santidad.

c) ¿Qué lecciones prácticas se extraen de este hecho?

Hoff. Señala:

1) “Se le enseña a los ministros a tener reverencia y cuidado al cumplir las instrucciones y requisitos
divinos. Ni el oficio divino en sí, ni el éxito ministerial son una excusa para descuidar la vida espiritual.

2) Queda ilustrada la relación entre privilegio y responsabilidad. Lucas 12:48

3) Se señala cuan grave es a la vista de Dios sustituir (o mezclar) las cosas sagradas con las carnales.
A lo largo de la historia de la Iglesia, los hombres has sustituido el Evangelio con la tradición, el culto
de corazón con los ritos, el evangelio de salvación con el evangelio de buenas obras y el fuego del
espíritu con el fuego de la pasión religiosa.

4) El puesto sagrado está por encima de las relaciones humanas mas íntimas. Aarón debía dejar toda
señal de luto para demostrar su lealtad a Dios.
5) Ninguna persona es indispensable. La mitad de los sacerdotes de aquel tiempo fueron quitados
pero seguía el culto del Tabernáculo”.

18. LEYES SOBRE LA PURIFICACIÓN. Caps. 11-12

a) Resumen de las leyes:

† Leyes sobre alimentos santos. Cap. 11

† Leyes sobre cuerpos santos- Caps. 21:1-14:32

† Leyes sobre hogares santos. Cap. 15

† Leyes sobre hábitos santos. Cap. 15

† Leyes sobre culto santo. Cap. 17:1-16

† Ética santa. Cap. 18

† Costumbres y vestiduras santas. Caps. 19-22

19. ¿Qué propósito tenía Dios al establecer estas leyes referentes a la pureza e impureza?

Hoff señala dos propósitos fundamentales:

1o. “Dios quería enseñar a su pueblo la santidad” La pureza o impureza de los elementos, objetos y
acciones estaba en dependencia de si separaba o acercaba a Dios, y apuntaban sobre todo, al ámbito
de la pureza espiritual, de la santidad. ¿Qué significa esto? Que Dios tomó cuestiones de carácter
materiales y las reguló mediante legislación, con el fin de enseñar y ejemplificar su verdadero
propósito. Que Su pueblo adquiriera el verdadero concepto de la santidad moral y espiritual. En el
Nuevo Testamento observamos que los intérpretes de la Ley habían perdido el verdadero objetivo
de toda esta legislación. Se habían quedado solamente con “la letra”, sin destacar “el Espíritu” de la
ley. Para ellos, lo que atentaba contra la santidad de Dios, era las manos físicas sucias y no las
actitudes pecaminosas del corazón, tal y como Jesús lo enseñó en reiteradas ocasiones.. Pero por
otra parte, Dios quería enseñar a su pueblo que todo creyente debía proteger toda su persona: su
cuerpo, su alma y su espíritu, de todo aquello que podía atentar contra ella, que lo podía
contaminar. En el N.T. se reitera esta enseñanza cuando nos dice que nuestro cuerpo físico es
templo del Espíritu Santo y no debe ser contaminado con vicios, ni hechos ni actitudes impuras e
inmorales.
2o. El segundo propósito era que “Dios quería conservar la salud de su pueblo”. Un estudio de las
costumbres de los pueblos de aquella época arroja luz para entender el contexto histórico de la
legislación mosaica den relación a costumbres y reglas higiénicas. Los pueblos de aquellas lejanas
épocas tenían prácticas y costumbres asquerosas, cuidaban poco de la higiene y la salud. Existe un
famoso documento Egipcio conocido con el nombre de Papiro de Ebers que posee de cientos y
cientos de recetas de belleza, de medicina y de higiene, basada en el uso de excremento humano y
animales y sustancias extraídas de animales e insectos portadores de parásitos. Las costumbres
alimentarias dejaban mucho que desear y existían enfermedades relacionadas con la desnutrición y
la mala vida que llevaban. Dios quería que Su pueblo fuera formado por hombres y mujeres
saludables, fuertes, tanto en lo físico como en lo moral y espiritual. Quería que ellos no se
conformaran con las costumbres antihigiénicas de las costumbres impuras de los pueblos vecinos,
sino que aprendieran a glorificar y santificar a Dios en todos los ámbitos de su vida. Todo lo que
fuera una amenaza para la salud debía ser evitado. Sabiendo nosotros que en que en aquella época
no existían un a serie de sustancias desinfectantes podemos entender por qué Dios fue tan exigente
en algunas reglas determinadas de la higiene personal y del pueblo.

20. ¿Cuál es la forma por medio de la cual todas las cosas son santificadas hoy día?

Bajo la dispensación de la gracia, Dios ha provisto la “oración de fe” para la santificación de todo lo
que se come (Rom. 14:20). En lo referente a los tipos de comida, hoy no tenemos que tener prejuicio
alguno, sino que debemos comer de “todo lo que se vende en la carnicería” y “todo lo que se nos
ponga delante”. En relación a la limpieza e higiene de nuestro cuerpo y del lugar donde habitamos
o nos encontramos, existe un principio general que se desprende de toda la legislación mosaica. Un
principio que señala que somos templo del Espíritu Santo y que, por respeto, por honor a la santidad
de Dios, nosotros debemos cuidarnos, pues todo lo que atente de una u otra forma contra nuestro
cuerpo, está atentando contra el “templo de Dios” . Así que no vamos a permitir que las condiciones
higiénicas personales que nos rodean sean tales que nuestra salud sea afectada. Debemos ser un
pueblo sano, vigoroso, ejemplo de limpieza en todos los aspectos (físico, espiritual y material), con
el fin de estar enteramente preparados para la tarea y labor que Dios nos ha puesto en nuestras
manos. La diferencia que hacemos entre este principio general y la legislación sistemática y
específica del A. T. Es que muchas cuestiones no tienen aplicación en el día de hoy, porque las
circunstancias son diferentes y porque así ha sido establecido en el N.T, y que una determinada
violación a este principio, por causa ajenas a nuestra voluntad, no va a hacernos perder la comunión
con Dios, ni su salvación, ni su bendición.

LAS FIESTAS

21. ¿Cuántas fiestas guardaba o celebraba Israel por mandato divino?


Ocho fiestas:

a) Fiesta del sábado (sabath: cesación, descanso.) Lev. 23:1-3

b) Fiesta de la pascua o de los panes sin levadura. Lev. 23:4-4

c) Fiesta del Pentecostés (cincuenta días después de la Pascua (23:15-22)

d) Fiesta de las Trompetas (23:23-25)

e) Día de la Expiación (26:23-25)

f) La Fiesta de los Tebernáculos. (23:33-36)

g) El Año Sabático. (Cap. 25)

h) El Año del Jubileo. (25:824)

22. ¿Cuál era el propósito de estas fiestas solemnes?

Hoff señala:

a) “La fiestas daban a los israelitas la oportunidad de reflexionar sobre la bondad de Dios:

Algunas convocaciones coincidían con las estaciones del año agrícola y así hacían recordar

a los hebreos que Dios les proveía continuamente su sostén. También les brindaban la

oportunidad de devolver a Dios una porción de lo que Él les había dado. Otras fiestas

celebraban grandes eventos en la historia de Israel en los cuales Dios había intervenido para librar
o sostener a Su pueblo.

b) “El propósito principal de las fiestas: Lograr que los Israelitas tuvieran presente que eranpueblo
santo de Dios. Se encuentra la palabra “santo” diez veces en el cap. 23, recalcando el propósito de
las fiestas. Así las fiestas solemnes debían contribuir a que la santidad penetrase en la totalidad de
la vida del pueblo de Dios. La celebración de las fiestas solemnes demandaba 67 días del años, en
los cuales los israelitas debían dejar sus trabajos y entregarse al culto a Dios. Así tenían oportunidad
de ponerse en contacto con su creador”.

Ross observa que “probablemente es mas difícil darle nuestro tiempo que cualquier otra

cosa”: Le robamos el tiempo de nuestras devociones privadas, del culto público, del servicio a la
humanidad. No es de extrañar, pues, la falta de santidad en nuestras vidas. Dios nunca quiso que
las con vocaciones llegasen a ser un rito formalista y vacío. En varias ocasiones los profetas
reprendieron a los israelitas por celebrarlas así. EL GRAN PROPÓSITO DIVINO DE LAS FIESTAS ERA
ESPIRITUAL : LA REUNIÓN GOZOSA DE LANACIÓN CON SU DIOS JEHOVÁ”.

23. El significado de las fiestas solemnes.

a) El Sabath. Cap. 23:3.

Era una fiesta que se observaba durante todo el año, el día séptimo de cada semana. Era un día de
adoración y descanso en que se celebraba la obra terminada por Dios en la creación. ( Gén. 2:2-3).
Hoff añade que “ también les hacía tener presente que Jehová los había libertado de la esclavitud
Egipcia y que ahora podían dedicar un día a la Semana a Él (Deut. 12:15). Los cristianos, bajo la
dispensación de la gracia celebran el primer día de la semana como día de descanso y adoración en
conmemoración de la resurrección de Cristo. Esto ha sido un práctica que data de los primeros días
de la Iglesia primitiva (Luc. 24:1; Hech. 27:7; y 1 Cor. 16:2)

b) La fiesta de la Pascua o de los panes sin levadura. (23:5-8)

Como hemos visto anteriormente era una de las tres convocaciones anuales en la que todo el pueblo
se reunía en un lugar para adorar a Dios. Durante su permanencia en Canaán, los hebreos debían
subir a Jerusalén en esa fecha. La fiesta de la Pascua en sí duraba un día y se celebraba el día 14 de
Aviv (Nisan) el primero del calendario hebreo. Pero al día siguiente comenzaba la fiesta de los panes
sin levadura o panes ácimos, que duraba una semana. Tanto la pascua, como la festividad posterior
tenía como objeto recordar la liberación de Egipto. Esta fiesta se daba el comienzo de la cosecha de
la cebada, que duraba tres semanas antes que el trigo. En ella los hebreos reconocían, no solo el
poder libertador de Dios, sino el sustentador también. Un día importante en esta fiesta era el día de
la gavilla mecida ante Jehová. Que constituía la primicia de la cosecha. Se celebraba el primer día de
la semana después del día de la Pascua. Esta ofrenda constituyó un símbolo profético de Cristo
“primicias de los que durmieron”, que resucitó el primer día de la semana. Recuerde que Jesucristo
fue sacrificado durante la pascua y resucitado y re4sucitasdo el primer día de la semana siguiente.

c) La fiesta de Pentecostés.- Se celebra cincuenta días después de la Pascua. (23:15-21).

Esta designación de “Pentecostés” proviene del griego y se usaba en los tiempos de Jesús. En ella se
celebraban los primeros frutos del final de la cosecha de trigo, que servían como base para el
sustento del pueblo. Precisamente, cincuenta días después de la resurrección de Jesús el Espíritu
Santo vino sobre los 120 discípulos y comenzó la era de la Iglesia: 3000 almas constituyeron la
primera cosecha de ese nuevo Pentecostés. A esta fiesta se le llamó también “fiesta de las semanas”.
d) La Luna Nueva y la fiesta de las Trompetas. Lev. 23:23-25; Núm. 28:11-15; 29:1-6.

Cada mes del año comenzaba el día de la luna nueva, y se hacían sonar trompetas de plata
ofreciéndose también sacrificios y holocaustos acompañados de oblaciones. Ahora bien,, la

Fiesta de las trompetas, que comenzaba un día de luna nueva, se celebraba en el séptimo mes del
calendario religioso, pero marcaba el primer mes del año civil. El nombre de éste era Tisri. Este mes
marcaba el fin de la cosecha y se celebraba con gran festividad y gozo. Al celebrar esta fiesta, se
comenzaba a preparar al pueblo para la celebración de las dos próximas fiestas: la de la Expiación y
la de los Tabernáculos. Esta fecha señalaba hacia delante, hacia la futura reunión del pueblo
disperso de Israel. (Zac. 14).

Hoff señala: “para nosotros, las trompetas anuncian la segunda venida de Cristo y el co-mienzo de
la fiesta perpetua de los redimidos (1 Tes. 4:16,17; 1 Cor. 15:52). Al fin de la cosecha de almas,
cuando “haya entrado la plenitud de los gentiles, vendrá de Sión el Libertador” (Rom. 11:25-26)

e) El Día de la Expiación. (Cap. 16; 23:26-31)

Era la celebración mas importante del calendario judío. En hebreo se llamaba “yoma”. En él
culminaba todo el sistema sacrificial del A. T. Ese era el día en que el Sumo sacerdote ministraba en
el Lugar Santísimo y hacía expiación por el pecado de todo el pueblo, cometido durante el año. Se
utilizaban dos animales: uno se sacrificaba (tipificando la muerte de Cristo por nuestros pecados);
el otro era llevado a un lugar desierto (azazel), tipificando el alejamiento de nuestros pecados de la
memoria de Dios.

f) La fiesta de los tabernáculos. (Cap. 23:33-43)

Constituía la última fiesta del año sagrado.. Duraba ocho días, en el fin de la época de la cosecha. El
objetivo era recordarle a los israelitas que habían sido extranjeros y peregrinos en tierra extraña,
donde Dios los había sustentado, preservado y guiado. Esta fiesta tiene un aplicación espiritual a
nuestras vidas ya que, como bien señala Hoff “ es un deber cris-tiano regocijarse en el Señor
recordándonos siempre la bondad de Dios que nos ayuda en nuestro peregrinaje”.

g) El año sabático. (25:1-7)


Este era un año dedicado al descanso de la tierra. Los israelitas debían confiar en la pro-visión de
Dios, en forma abundante, para el sexto año con el fin de no trabajar en la tierra para el séptimo.
Loas frutos que crecieran en ese año sería para todos por igual: animales y hombres. Se ordenaba a
perdonar a los deudores y poner en libertad a los esclavos (Deut. 15:1-11; Ex. 21:2-6). De esta forma
los israelitas nunca olvidarían que habían sido esclavos en Egipto y que Dios los había libertado. No
era un año dedicado al ocio, sino que, por el contrario, había que dedicarlo a la enseñanza e
instrucción de la Palabra de Dios por parte de los sacerdotes y al aprendizaje por parte del pueblo.
(Deut. 31:10-13). Al parecer, la nación nunca celebró esta fecha.

En 2 Crónicas se señala que una de las causas del exilio babilónico y del “descanso” de la tierra
durante 70 años, fue, precisamente, que los israelitas no habían cumplido con este mandamiento.

h) El año del jubileo. (25:8-22)

El año del jubileo debía celebrarse cada 50 años. El año siguiente al año sabático, correspondiente
al ciclo de 49 años. Por lo que en esa fecha serían 2 años consecutivos de reposo. Tenía el objetivo,
al igual que al año sabático, cancelar las deudas y poner en libertad a los esclavos. En esa fecha, las
propiedades regresaban a manos de sus amos y dueños originales con lo que se conservaban bien
definidas las fronteras de cada tribu y las propiedades de cada uno. Esta medida apuntaba a frenar
el desarrollo del exceso de riquezas por parte de algunos y de pobreza, por parte de otros. Era una
de las leyes mas hermosas del A. T., en relación a las relaciones sociales: para Dios todos eran iguales
y dentro de la sociedad todos debían serlo. Tanto el año sabático, como el del jubileo constituyeron,
junto con otras leyes, los primeros pasos dados por Dios para arrancar de la conciencia humana la
aberrante práctica de la esclavitud. Un análisis de la legislación mosaica al respecto nos señala a un
Dios justo, no solo con los hebreos, sino aún con los extranjeros, que quería enseñar a su pueblo el
amor por su prójimo puesto en práctica a través del perdón y la restitución. Por otra parte, este año
se dedicaba exclusivamente a la adoración de Dios y la lectura de la Ley. Un pueblo, con ese
aprendizaje intensivo y sistemático de la Palabra, generación tras generación, debía ser sano y
fuerte espiritualmente.

EL PAÍS.

Los últimos capítulos de levítico contienen una serie de legislaciones y advertencias hacia el pueblo,
las cuales estaban relacionadas con su estadía en la tierra hacia la cual ellos se encaminaban. Hemos
visto el establecimiento de las fiestas del año sabático y el jubileo y el profundo significado que estas
tenían en cuanto a las relaciones del pueblo de Dios en la nueva tierra. Relaciones sociales,
relaciones entre los integrantes de esa nación. El cap. 26 está dedicado a establecer las condiciones
sobre las cuales descansaría la bendición de Dios y el 27, hace énfasis en el respeto absolutos a todo
aquellos que ha sido santificado y consagrado a Dios.
24. Lea 26:3: ¿Sobre qué concepto basaba Dios la bendición para ellos? ¿Cree usted que este
concepto es aplicable en la actualidad, en relación a la recepción de las bendiciones de parte de
Dios? Usted debe analizar cuidadosamente versículos del N.T. que traten sobre este asunto y no
confundir el hecho de que somos salvos por gracia, con nuestros deberes para con Dios.

25. Lea 26:28-29 y cp. Luc. 21:20-24. ¿Cuándo fueron cumplidos estos versículos?

26. Lea el v. 20 del cap. 26: ¿Cuándo Dios volverá a tornarse a Israel? ¿Cuándo sucederá esto? Leer
Zacarías 12:10 y Apocalipsis 20:1-10

27. ¿Está Israel desamparado por el hecho de estar bajo el juicio y tratamiento de Dios?

Ver versículos 44-45. y comparar Romanos 11.

Anda mungkin juga menyukai