EJEMPLO 1
Sueño mío: hoy he tenido la dicha de volverla a cruzar ante mí y otra vez mi corazón
ha latido apresuradamente! Pobres paredes maltratadas de mi pecho!
Créame que no sé hasta dónde podría llevarme este sueño, que más que sueño,
es ya una pesadilla. Su recuerdo acapara todos mis pensamientos. Siempre la veo
ante mí. Usted es la mujer presentida, la única que ha llevado calor de ilusión a esta
vida mía, que hasta ahora había transcurrido fría, desolada, huérfana de amor.
Con esta carta, señorita Concha, pongo mi vida en sus manos, y al hacerlo así le
ruego que medite su respuesta, pues ella ha de hundirme en el más negro de los
abismos o elevarme hasta el reino de la felicidad.
(firma)
EJEMPLO 2
Calle San Valentín
28080 Madrid
Mi palomita, aun guardo el contrato que hicimos en el que nadie se iría con nadie y
nos querríamos para siempre, y también guardo el posavasos donde te invite a tu
primer refresco. Quiero que sepas que te amo con locura y que nadie jamás podrá
separarnos ni interponerse en nuestro amor.
Un beso de tu amado
El palomo dorado
CIENTIFICA
EJEMPLO 1
Junto a este correo les envío una serie de fotografías desde el hallazgo hasta los
últimas pruebas que junto con mi equipo hemos realizado; mismas que están
fechadas y algunas contienen datos adicionales en su parte posterior.
Todos los autores han contribuido intelectualmente del trabajo, reúnen las
condiciones de autoría y han aprobado la versión final del mismo. En su nombre,
declaro que el trabajo es original y no ha sido previamente publicado ni está en
proceso de revisión por ninguna otra revista. Quedamos a la espera de sus
noticias.
Atentamente,
El autor
CARTA FAMILIAR
EJEMPLO 1
Cuernavaca. Mor, a 13 de Febrero del 2010.
Querido Luis:
Con el gusto de saludarte y esperando que te encuentres muy bien, te envió esta
carta para informarte sobre la próxima boda de mi hija Estela, a la cual quedas
cordialmente invitado. La boda se celebrara el próximo Sábado 18 de Marzo del
2010 en la Iglesia de la Santa Cruz ubicada en el centro de la ciudad de
Cuernavaca, Morelos; tras el servicio religioso se ofrecerá una recepción en el
Jardín Palomas a unos metros de la iglesia. Esperando poder contar con tu
presencia, te envío el más cordial de los saludos.
Atentamente,
Felipe Rayón Tejeda.
EJEMPLO 2
México, D.F a 7 de Junio del 2011.
Estimada Mónica:
Por este medio quisiera hacer llegar mi más sentido pésame por el sensible
fallecimiento del Sr. Gerardo López Velarde. Sabiendo lo importancia que tiene un
padre en la vida de cualquier hijo, me uno a tu pena y te ofrezco el más sincero de
mis apoyos y el de toda mi familia que se encuentra muy consternada por la
noticia. Deseando que tú y toda tu familia encuentre el consuelo y la paz que tanto
deben necesitar en estos difíciles momentos, quedo a tu disposición para
cualquier asunto en que puedas requerirme.
Con cariño
Carlos Fuentes Reyes.
CARTA OFICIAL
EJEMPLO 1
Sevilla, 12 de Setiembre de 2016.
Apreciado Licenciado:
Primeramente deseo hacer llegar a usted, mi más sincero agradecimiento por el
préstamo que se me otorgó el pasado mes, la ayuda que se me ha brindado fue
de suma importancia, debido a que gracias a ella pude realizar las reparaciones
necesarias a mi taller mecánico.
Espero contar con su presencia, la cual dará realce a tan sencillo evento.
(firma)
EJEMPLO 2
CARTA DIPLOMATICA
EJEMPLO 1
ATENCION
ATENTAMENTE
EJEMPLO 2
México, D.F 3 de julio
Excelentísimo señor
EARL ANTHONY WAYNE
Embajador de los Estados Unidos de América
Ciudad
Señor embajador:
CARTA LITERARIA
EJEMPLO 1
Carta quinta
Queridos amigos:
Entre los muchos sitios pintorescos y llenos de carácter que se encuentran en la
antigua ciudad de Tarazona, la plaza del Mercado es sin duda alguna el más
original y digno de estudio. Parece que no ha pasado para ella el tiempo que todo
lo destruye o altera. Al verse en mitad de aquel espacio de forma irregular y
cerrado por lienzos de edificios a cual más caprichoso y vetusto, nadie diría que
nos hallamos en pleno siglo XIX, siglo amante de la novedad por excelencia, siglo
aficionado hasta la exageración a lo flamante, lo limpio y lo uniforme. Hay cosas
que son más para vistas que para trasladadas al lienzo, siquiera el que lo intente
sea un artista consumado, y esta plaza es una de ellas. Adonde no alcanza, pues,
ni la paleta del pintor con sus infinitos recursos, ¿cómo podrá llegar mi pluma sin
más medios que la palabra, tan pobre, tan insuficiente para dar idea de lo que es
todo un efecto de líneas, de claroscuro, de combinación de colores, de detalles
que se ofrecen juntos a la vista, de rumores y sonidos que se perciben a la vez, de
grupos que se forman y se deshacen, de movimiento que no cesa, de luz que
hiere, de ruido que aturde, de vida, en fin, con sus múltiples manifestaciones,
imposibles de sorprender con sus infinitos accidentes ni aun merced a la cámara
fotográfica?
Cuando se acomete la difícil empresa de descomponer esa extraña armonía de la
forma, el color y el sonido; cuando se intenta dar a conocer sus pormenores,
enumerando unas tras otras las partes del todo; la atención se fatiga, el discurso
se embrolla y se pierde por completo la idea de la íntima relación que estas cosas
tienen entre sí, el valor que mutuamente se prestan al ofrecerse reunidas a la
mirada del espectador, para producir el efecto del conjunto, que es, a no dudarlo,
su mayor atractivo.
EJEMPLO 2
Figúrense ustedes, pues, partiendo de estos datos y como mejor les plazca, el
mercado de Tarazona: figúrense ustedes que ven por aquí cajones formados de
tablas y esteras, tenduchos levantados de improviso con estacas y lienzos,
mesillas cojas y contrahechas, bancos largos y oscuros, y por allá cestos de frutas
que ruedan hasta el arroyo, montones de hortalizas frescas y verdes, rimeros de
panes blancos y rubios, trozos de carne que cuelgan de garfios de hierro,
tenderentes de ollas, pucheros y platos, guirnaldas de telas de colorines, pañuelos
de tintas rabiosas, zapatos de cordobán y alpargatas de cáñamo que engalanan
los soportales, sujetos con cordeles de columna a columna, y figúrense ustedes
circulando por medio de ese pintoresco cúmulo de objetos, producto de la
atrasada agricultura y la pobre industria de este rincón de España, una multitud
abigarrada de gentes que van y vienen en todas direcciones, paisanos con sus
mantas de rayas, sus pañuelos rojos unidos a las sienes, su faja morada y su
calzón estrecho, mujeres de los lugares circunvecinos con sayas azules, verdes,
encarnadas y amarillas; por este lado un señor antiguo, de los que ya sólo aquí se
encuentran, con su calzón corto, su media de lana oscura y su sombrero de copa;
por aquél un estudiante con sus manteos y su tricornio, que recuerdan los buenos
tiempos de Salamanca, y chiquillos que corren y vocean, caballerías que cruzan,
vendedores que pregonan, una interjección característica por acá, los desaforados
gritos de los que disputan y riñen, todo envuelto y confundido con ese rumor sin
nombre que se escapa de las reuniones populares, donde todos hablan, se
mueven y hacen ruido a la vez, mientras se codean, avanzan, retroceden,
empujan o resisten, llevados por el oleaje de la multitud.