Argentina? 1889-19401
por Daniela Pelegrinelli.
Si bien rodados y juegos de sociedad parecen liderar los comienzos de esta industria,
también se producen otros tipos de juguetes en la Argentina de principios del siglo XX.
Ya en 1915 Carlos Morando moldeaba en pasta de papel maché unas muñecas negras
que llegarían a ser las muy populares "negritas de Morando". Hacia fines de la década de
1930, tanto Pablo Frecero como los socios Manuel Sobreira y Fernando Ruiz Toranzo
empiezan a fabricar muñecos utilizando pasta y género. El estallido de la Segunda
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Este artículo fue publicado en Juguetes, publicación oficial de la Cámara Argentina de la Industria del
Juguete, Año 57, N° 257, de octubre de 2004. Fue el primero de la serie destinada a contar brevemente la
historia de la industria de juguetes en Argentina, y de la cual se han publicado dos avances.
Guerra y el nuevo escenario económico de sustitución de importaciones fomentan el
crecimiento de la industria del juguete y da lugar a la consolidación de las fábricas
existentes. En 1939 abre sus puertas Bebilandia, que no sólo producirá la Marilú
argentina, sino también una amplia variedad de muñecas y bebés de pasta y papel
maché.
Sin embargo, no todo son juguetes para niñas. Entre 1924 y 1935 la firma Giró y Dagá
fabrican soldados de plomo semiplanos y macizos con la marca Notifixis, y Moisés
Belous, apenas llegado a nuestro país, en 1925, produce su larga serie de soldaditos
Plombel. Hacia 1933, del taller que el ebanista Angel Guisado tenía en Flores salieron los
primeros billares para niños.
Los primeros años de la década de 1940 preanuncian el crecimiento que esta industria
habría de tener durante los siguientes quince años (...).