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PARTE TI] PORMAS BILINEALES CAPITULO 11 FORMAS BILINEALES Y CUADRATICAS § 90. Propiedades generales de las formas bilineales y cundriticas Veamos las funciones numéricas p (x, y) de dos argumentos vectoriales 2, y de cierto espacio lineal ,, dado sobre un campo numérico P; x, y toman los valores de P. Una funeién p (x, y) se lama forma bilinead, si para cualesquiera dos vectores z, y, 264K, y todo nimero a ¢ P se verifican tas correla- ciones peta =o + ele wh plex, y) = apis, yw) ei, yta=y la utp iets) ep (x, ay) ape, yy. (80.4) Las primera’ dos correlaciones de (90.1) significan la linealidad de la forma p(x, y) respecte del primor argumento, las dos diliimas, Ja linealidad respecto del segundo argumento. Es facil comprobar que la suma de dos formas bilineales, como también el producto de una forma bilineal por un numero seré uoe- vamente una forma bilineal. Por esta razdn, el conjunto de todas las formas bilineales, definidas sobre un mismo espacio X,, que toman. los valores de un mismo campo numérico P sord un espacio lineal. En este caso al aceroe del espacio dado sora la forma bilines! 0 (z, y), para la cual O(z, y) = 0, cualesquiern que sean x, y. Ox, y) se denomina forma bilineal mula, Anteriormente ya nos encontramos con una funcién de tal indole. Comparando (27.1) y (0.1) , se nota con facilidad que un producto escalar en un espacio euclideo es uma forma bilineal. Recordando el papel importante quo desempeiid el producto escalar al estudiar les espacios euclideos y los operadores lineales que actian en los mismas, patenan Suponer que o] estudio de las formas bilineales sera también weil, § 90 PROPTEDADES GRNERALES DE LAS PORMAS BILINEALES 34 Entre las formas bilineales las simétricas y las antisimétricas atraen un interés singular. Una forma bilineal » (x, y) se Mama simgirica, si para cualesquiera vectores x, y €K, se verifica la desigualdad pis, y= py, Zz) En cambio, si para cualesquiera z, y € K, pa, yy = — (y, 2), la forma bilinaal se denomina anéisimétrica. Toda forma bilineal antisimétrica @ {z, y) se aula, si los argu- mentos coinciden. En efecto, como ¢ (x, z) = —@ {z, z), entonces @ (z, 2) = 0. Algo sorprendente parece el otro hecho, vinculado con los valores de una forma bilineal simétrica al coincidir los argumen- tos. A saber, cada forma bilineal simétrica p (z, y) se define univo- camente por sus valores, siendo coincidentes los argumentos. Efecti- varnente, sean x, y cualesquiera vectores de X,. Tomando en consi- deracién la simetria de la forma @ {z, ¥), tenemos qetyaty =o apt ety w+ Ae le, y), (90.2) de donde se desprende que a d=te (e+ y¥, t+y)—ote z)—a(y. wy. (90.3) La férroula obtenida demuestra que la afirmacién.enunciada es justa, puesto que el segundo miembro de la correlacién es una forma bilineal simétrica. Una forma bilineal se descompone univocamonte en la suma de lag formas bilineales simétrica y antisimétrica. Esta descomposicién puede escribirse explicitamente or. =F ln I - SW, PEGI. 0. ))- (0.4) Es ficil comprobar que los primeros dos sumandos on cl miembro derecho dan una forma bilineal simétriea y los dos iltimos, anti- simétrica. Si se admite la existencia de alguna otra descomposicién, entences, al sustituir los atgumentos iguales, habremos de hacer una dednecién sobre la univecidad de la definicién de la parte si- métrica de la descomposicion y, consecuentemente, de la descomposi- cién en total. Si una forma bilineal no es simétrica, en lugar de (90 2) tendremos ee+ye+y =o ate y tem w+ ey, 2. Por consiguiente, Sipe abou Me Faety, cbs) oe 2)—ey 0). eo 5) CAP 1 BORMAS BILINRALES ¥ CUADRATICAS 2 Comparando ba correlaciém obtenida con (90.3), concluimos que para la forma bilineal antisimétrica su parte simétrica se define uvivoca- meute por los valores de la forma, siende coincidentes los arguments, Ala pat con las formas bilineales consideraremos también las asi Hamadas formas cuadraticas. Sea « (z, y) una forma bilineal en el espacio K,,. Se denomina forma cuadrética la funcién wumérica @ tz, x) de un solo argumento vectorial z € Ky, la cnal se obtiene de la forma bilineal » (2, y) sustituyendo el vector p por el yeetor z. En gencral, partiendo de la forma cuadedtica, no se puede resta- blecor nnivecamente Ja forma bilineal que la ha engendrado. Pero, segun se deduce do la formula (90.3), existe una forma bilineal simé- trica y sélo una de la cual puede ser obtenida la forma euadratica inicial. Esta forma bilineal se lama polar respecto a la forma ewadra- ca dada, El conjunto de todas las formas bilineales que engendean una misma forma cuadratica puede ser obtenide por sumacion de la forma bilineal polar con una forma antisimétrica arbitraria. Es por eso que al utilizar formas bilineales para estudiar las propiedades de las formas cuadraticas resulta suficiente limitarse sélo a La consi- deracién de las formas hilineales simétricas. El hecho de que ana forma bilineal no puede ser restablecida se- gin Ja cuadratica se debe a que la illima no proporeiona ninguna informacion sobre la parte antisimétrica, cualquiera que sea la forma bilineal. LEMA 04 Las formas bilineales antisimétricas, y silo ellas, se anulan, cuando todos los argumentos councuden pEMosTRACION Ya hemos sefialado que si @ (z, y) 68 una forma antisimétrica, entonces @ (z, 2) = 0 para cualquier 2. En cambio, si giz, z}— 0 para todo z, entonces de la correlacién (90.5) 50 infiere que para todos los vectores z, y se verifiea la igualdad pix x) + ety, cz) = 0, 08 decir, la forma bilineal p (z, y) ea antisimétrica, La comparacidn de las propiedades que poseen el producto esealar y las correlaciones (90.1) muestra que en un espacio unitario el producto escalar no es, estrictamente, una forma bilineal. En un espacio complejo las formas bilineales hermitiana’ estan estrecha- mente vinculadas con el producto escalar, La funcién numérica p(z, y) se Hama forms bilineal hermitiana, si para cualesquiera vectores z, , 2 € K, y todo numero ¢ del campo de numeros comple- jos P se verifican las correlaciones g(r+s =e y+ 9G ws ¥ (az, y) = ay (2 Hh ey t= T. tele, cp (t ay)= ample u) La raya significa aqui una conjugacién compleja. En este cago también la sume de dos formas bilineales: hermitia- nas y asimismo el producto de una forma bilineal hermitiana por un 4 PROPIEDADES GENERALES DE LAS PORMAS BILMINEALES = 343 niimero seré una forma bilineal hermitiana. Por esto el conjunto de todas las formas bilineales hermitianas que estén definidas sobre un espacio complejo y que toman valores complejos es un espacio lineal complejo. La forma bilineal hermitiana se denomina simétriea hermiliana, Si para cualesquiera vectores z, y € KX, so tiene e(r. uy) =P, 2). Si para cualesquera x, y € Ky ee, = —o(% a), la forma se llama anttsumétrica hermitiana. En los veetores coinci- dentes Ja forma antisimétrica hermitiana toma valores imaginarios puros, mientras que la forma simétrica hermitiana, valores reales. Ahora, toda forma bilineal hermitiana se define univecamente por sus valores si los argumentos son coineidentes. Pero, en vex de (90.3), es licita la correlacién le =P lele+ a ety) ply zw) + + ip rey. fay —iep(e— ty. tty) (90.6) De esta correlacién se infiere, en particular. que Entre las formas brlineales hermstianas fa forma nua, y sdlo ella, toma los valores nulos cuando todos los argumentos coinetden. En este caso también la forma bilincal hermitiana puede ser univecamente representada como una suma do la forma simétrica hermitiana y Ia antisimétrica hermitiana, con la particularidad de que Pi =F EO ESP OH A (00.7) Las demostraciones de los heehos enunciados para Jas formas bermi- tianas casi no se diferencian de las demostraciones correspondientes para las formas Lilineales Se llama forma cuadratica hermitiana la funcién numerica ¢ (x, 2) de un solo argumento vectorial z€ X,,, la cuak se obtiene de la funcion bilinoal hermitiana (x, y) al sustituir el vector y por el vector 2. A diferencia de las formas enarriticas, a base de una forma cuadri- tica hermitiana se restablece univocamente la forma bi liana que engendra In citada forma cuadrftica hermitiana. Este restablecimiento se realiza de acuerdo con Ja férmula (90.6) y la correspondiente forma bilineal se Hama también polar respecto a la forma ewadritica de partida La posibilidad de restablecer univocamente una forma bilineal hermitiana sobre la base de la forma cuadratica hermitiana en- GAP 1 FORMAS OILINEALES ¥ CLADRATICAS B4 geudrade por la primera se explica por una estrecha relacion que existe entre las formas bilineales simétricas hermitianas y antist- métricas hermitianas. Lema #2 Si q(x, y) es una forma biltneal stmétrica (anti- simétrica) hermitiana, entonces sp (2, y) = ig (z, y) serd una forma didineat antisimétrica (simétrica) hermitiana. beMosTRacton. Sea, por ejemplo, q (2, y} una forma simétrica hermitiana. Entonces, para todos los vectores x, y se tiene MeN =i9le, =9 Gr, W =U B= OU, = — FH os decir, 1p (z, y) es una forma antisimétrica hermitiana. El caso de le. forms antisimétrica hermitiana p(z, y) se considera de modo andlogo. En lo que sigue trataremos frecuentomente las formas cuadriticas hormitianas angendradas por las formas bilineales simétricas hearmi- tianas. tema 403 Entre las formas bilineales hermitianas las simétri- as, y sélo ellas, engendran formas cuadriilicas hermitianas reales, pemostRacton Anteriorments ya ge ha observado qua las formas simétricas hermitianas toman valores reales cuando eoinciden, los argumentos. Supondremos ahora que una forma cuadratica hermi- Wana @ (2, zt) toma sdlo los valores reales. Conforme a (90.6), para la forma bilineal polar p (z, y) tenemos pty. d=twts, yt) (yeu a+ Hig (yt tay yer) —ip(u— it, yi) = =hievtnetn—o@—y, ev tig ey, 2th pla + ty, r+ wh=$ 0 turk oom a Wb +ig(e + iy. = + ty)— ig (e — ty, 2 — ty} =O (zr B)- conotanio Entre las jormas bilineales hermitianas las anti- simétricas, y sélo ellas, engendran formas cuadrdticas hermitianas imaginarias puras, conoLaRIO. Ninguna forma ilineal antisimétrica hermitiana puede engendrar una forma cuadrdtica hermitiana real, Segin se deduce de las propiedades de linealidad do las formas bilineales y bilineales hormitianas respecto de cada argumento, @ (0, 0) = 0 para cualquier forma cuadratica p (z, 2). Sin embargo, en el caso general pueden existir también los vectores no nulos x, para los cuales @ (z, z) = 0. Tales vectores se Iamarin isétropes. El concepto de igotropia esti ligado sélo con la forma cuadrdtica. Por ello, unos vectores, isétropos para una forma cuadrdtica, pueden § W. PROPIEDADES GONERALES DE LAS PORMAS BILINEALES 345 no serlo para otra forma cuadrdtica, y viceversa. En particular, el Jema 90.4 significa que para una forma cuadratica engendtada por una forma bilineal antisimétrica, todos los vectores del espacio K,, salvo el nulo, son isétropos. De las formas reales hermitianas y ordinavias son de mayor uso aquellas que toman los valores de un mismo signo para todos los argumentos vectoriales. La forma cuadritica real p (z, 2) se denomi- ba definida posttiva, si p(z, z) > 0 para todo e=@ 0. La forma se lama no megativa, si para todo z30 se cumple la desigualdad giz, z) 0. Andlogamente se definen las formas cuadr&ticas no positivas y definidas negativas. Como regla, solamento las formas cuadraticas definidas positivas y definidas negativas se Haman de signo constante. Pero, a veces, asi se Haman también las formas cuadriticas no negativas y no positivas. Con el fin de evitar toda clase da equivocaciones, bas for- mas cuadriticas definidas positivas y definidas negativas s6 llama- ram. cuando sea necesario, estrictamente de signo constante. Si una forma cnadratica real es de signo constante, la forma bilineal hermitiana u ordinaria que la engendra se Mamard también dofinida positiva, no nepatava, ele. St wna forma cnadritica real p (x, 2) es estrictamente de signo constante, no tiene vectores isétropos. En el caso de las formas bilinealos reales y bilineales simétricas hermitianas @ (z, y), las correspondientes formas cuadriticas seran roales y para ellas resulta cierta la afirmacion reciproca A saber, tieno lugar el TEOREMA 301 Supongamos que wna jorma cuadrdtiea p (x, 2) esid engendrada por la forma belineal real o bilineal simétricg hermi- tana @ (x, wy). Stop (x, £) no trene vectores esétropos, es estrictamente de signa constante PEMOSTR ALTON Como ya se ha indicado, la forma cuadratica @iz. 7) es real. Ew ambos casas toma en vectores colineales los valores de un mismo signo. Supongamos que F(z, z) no €9 estrieta- monte de signo comstante, Ein esto caso existen tales vecLores lineal- mente independientes u,v que p (u, u) > 0 y wiv, ve) <0. Para fodo mimera real % Plu + av, ue + ar = pw) oe (pe, a) og ea) + Lary (vy v} (90.8) El segundo miembro de esta igualdad es wm polinomio de segundo grado respecto de a. Sus coeficientes son reales. lo que se determina por el caracter real de la forma cuadratica @(r, xi y el lema 90,3, Puesto que p (i, «) y iv, v) son de signos opuestos, ol polinomio (90.8) tendra dos raices reales. Sea cc, una de ellas. Esto significa que (pti - ag, u + ayv) = (. Sin embargo, el vector u + apt es no nulo por ser fos vectores u, v linéalmente independientes, por To enal, la anulacion en él de la forma cuadritica no es posible por GAP 1) FORMAS ILINEALES ¥ GUADNATICAS A416 hipotesiz del Leorema, La contradiecion obtenida da por terminado Ja demostracién del mismo, No es casual que en el teorema 90.1 nos limitamos a la constdera- cidn de las formas cuadraticas eugendradas silo por las formas bilineal real y bilineal simétrica hermiliana. Ninguna otra forma bilineal pucde condutir a una forma euadritica real. Nos quoda considerar, de hecho, sélo una forma bilineal en un espacio complejo, Pera tal forma bilineal no puede engendrar una forma cuadratica real que no sea idénticamente igual a cero. St para cierto vector u una forma cuadrética toma of valor real @ qe, a) que noes igual a ce- ro, entonces q (te, an) = ep (uy @) sera un oomera complezo, cualquiera que sea a complejo con las partes imaginaria pura y real no nulas. Asi pues, Para las formas cuadrdticas reales la condecidm mecesaria y sieft~ ciente de que estas formas no tengin vectores isdtropos consiste en el manieumiento esiricio de sugne constante. La forma Inlineal compleja genera siempre una forma cuadra- tica, que tiene vectores isétropos, siempre que esté definida en un espacio lincal cuya dimensién gs superior a uno. En efecto, si supo- hemos que esta no es asi, se hallarin siempre wnos vectores lineal- mente independientes u,v, para los cnales y (te. uw) s& 0. pw, eb 6 a 0. Pero, de conformidad con (90.8), vl veetor a + eu sera isdLropo, elegido de manera adecuada el wimero complejo ¢, La forma comple- ja bilineal hermitiana puede generar une forma cuadratica que ao liene vectores isétropos. Segin se deduce de nuestras inwestigacienes, Para que una forma cuadrdttea engendrada por la forma bilineal hermiliana no lenga vectores isétropos, es suftciente que la parte real (o tmaginaria) de (a forma cuadrdtica sea estrictamente de signo cons ante, Ejercicios. 1. Demuéstrese que paro toda forma biloeal g (x,y) se verihicam las desigualdades p (0, 9} = 9 (2, 0) = 0, cualesquiera que sean x, py € Ky 2. Determinense la dimension y la base de un eapacta lineal de formas bilineales. 3. Demuéstrese que los conjuntos de formas bilineales simetnicas y anti- simétricas forman subegpacios en un espacie lineal de todas las formas bilineales, . Demuéstrese que un espacio de todas las formas bilineales es ta sums directa de los subespacivs de las formas bilineales simétricas y antisimétricas. 5. Demufstrese que un conjunto de todas las formas cundritices forman uo egpacto lineal, Determinense su dimensién y la base §. ¢Pormarén los subespacios Hneales los sigurentes conjumtos de formas cuadriticns: formes cuadraticas do signo conslante, formes cuadriticas que toman Ins valores reales, formas cuadraticas que no tisnom vectores ssdtropos, formas cundriticas, para las cuales todos Ing vectores del conjunto dado S00 isélropos? §9L MATRICES DE LAS PORMAS BILINEALES ¥ CUADRATICAS 317 7. Demuéstrese que para toda forma cuadrética, dada en un espacio norma- lizado, existe tal numeru c% quo para todo = fede, chlo & Supongamos que ln forma cuadritica @ (z, 7) es estrictamente de signo constants y la forma cuadriteea p(x, x) es arbitraria. Demudstrose que existe tal numero §, que para todo © tb Ge. 2v 1S Bp te, 2). 9. Demuéstreso que una forma cundriticn no 09 estrictamente de signo constante cuando, y solo cuando, el conjunte de vectors isétropos y el vector nulo forman un subespacio lineal. 40. Examinense los ejerctcios 19 para lag formas bilineales hermitionns y las cuadeiticas. gSerin veridicas todas las alirmaciones enunciadas? 11. Supongamios que en el espacio complejo K,, un subespacio / sélo consiste de los vectored t2étropos de la forma bilineal hermitiann @ (z, y) y ol vector nile. Demuéstrese que p(w. vy} = 0 para cunlesquiera vectores u,v é L. § 41. Matrices de las formes bilineales y euadraticas Investiguemos una forma bilineal tp (x. y) definida en el espacio K,. Elijamos en &,, dos bases fijadas Cs Op fu ¥ Ge dass 1 dy Y 58a t- View 9 Boe int f= En vietud de las propiedades (90.1) tenemos a vi w=4(S bee & wa) 3. Spleen a) Em. 4-4) e 2 4a Designemos, como antes, con z, @ yy las matrices de dimonsiones n <1, compnestas por las coordenadas de los veetores x y ¥ en las bases correspondientes, y mediante G,,, la matriz de orden n con los elementos gif! ~ q (e;, gy). La eorrelacion (94.1) signifies que pix. y) = 2Ce gg (91.2) De este mode. siendy fiyadas las bases en el espacio A,, la forma bilineal puede Ser represontada on ta forma matricial (91.2), Geq se Jlama matriz de la forma bilineal y con a8 bases fijadas se define univocamente. Si suponemos que para la forma @ (& y) existe, ademas de (94.2), otra representacion aniloga con cierta matriz Fy, enlonces, al poner = = ¢), ¥ = qy obtencmos en seguida que fis” = 9 fe, gy os decir, Peg = Geog Cabe sefialar que ol segundo miembro de (91.2) define, para cual- quier matriz G,,, cierta forma bilineal. El cumplimiento de las correlaciones (90.1) se infiece directamente de las propiedades co- CAP 11 FORMAS BILINEALES ¥ GUADRATICAS ws trespondientes de las operaciones matriciales, Asi se establece, con las bases fijadas on 4,, una correspondeneia biuniveca entre las formas bilineales y las matrices cuadradas. Al cambiar las bases en A,,, la matriz de la forma bilineal, desde luego, varia. Sea P una matriz de la transformacién de coordonadas al pasar de la base e, ¢,.--. @, ala fy. fy oy ty ¥ SOe @ la matriz de 1a transformacién de coordenadas ai pasar de gy, Go. «+6 seen Gn M tye tee oy ty» De acuerdo con (69,3) Tee Pry tg Ons (31.3) por lo eval de (91.2) se desprende que PAT Y) = teGeqtg= HP Ges Que Pero, por otra parte, P(t, Y= Gre Por consiguiente, Gy = P'Ce.Q. (1.4) Como las matrices P y @ son regulares, enlonres, de acverdo con la terminologia introducida en el § 64, las matrices Gy, ¥ Gyy se lamarin equivalentes. Sogan se ha sefialade anteriormente, las matrices equivalentes de un mismo orden, y sdlo ellas, tienen rangos iguales, Esto og testimonio de que el rango do una matriz de la forma bilineal no depende de las bases elegidas y es una cavacteristica de la misma forma. Llamémoslo range de la forma bilmeal Una forma bilineal se Jlamard reguiar, si es regular su matriz. Como caractertsti- ca de una forma bilineal sirye también Ia diferencia entre la dimen- sién del espacio &, y el rango de la forma, Se llamard dicha caracte- tistica defecte do la forma bilineal. De los resultados del § 64 se desprende que todas Jas matrices de un mismo range son equivalentes a la matriz diagonal con los ele- mentes 0 y 1. En el lenguaje de las formas bilineales este hecho atestigua que para una forma arbitraria de rango r siempre pueden indicarse tales bases fy, fos «+++ fn ¥ th tar. - -+ ty, em les cuales Ja forma tendr4 una expresién mas simple. A saber, si . I =D tie y= 3 ity = at entoncea a(t, n=> TH. La eleecidm separada do las bases para toda forma bilineal va- riable se realiza raramente, Con mucha mds frecuencia se uliliza § 01 MATRICES DE LAS PORMAS BILINEALES ¥ CUADRATICAS 319 una base comin. Sea ey, ¢,, ---. en cierla basa de K, y " a i= 3 fey y= Vey = i En este caso, por analogia con (1.4), obtenemos la siguiente repre sentacién do la forma bilineal: no o8 w(t y= 3 p Per es) Eran o, en la escritura matricial, g(a, y) = rebate. (041.5) Aqui G, es una matriz con los elementos gi; == @ (e,2)). En lo suce- sivo la matriz G, se Namard siempre matriz de la forma bilineal. Si, de nuevo, P es una matriz de la transformacién de coordenadas al pasar de la base ey, Cy) «. +. @n ASO fy fy s+ +» day emtonces las matrices G, y G, de la misma forma bilineal @ (x, y) estardn ligadas antra si, de acuerdo con (94.4), por la correlacién G; = P'G,P. (91.6) Las matrices G, y G;, ligades mediante la correlacién (91.6), siendo regular la matriz P, se denominan congruentes. Las matrices congruentes son siempre equivalentes. Lo reciproce, desde luego, en el caso general no es cierto. Todo lo dicho acerca de las formas bilineales puede ser aplicado con cambios insignificantes a las formas hilineales hermitianas. Toda forma hermitiana se representa univocamente en forma matri- cial pis, y) siendo fijadas las bases 4), a, - a las otras bases fy, fay +--+ fx ¥ fy te - - tendremos Gy = PCa Si los argumentos de la forma bilineal hormitiana estén dados en una misma base, la anotacién matricial de la forma es anéloge a (94.6). A saber oy Oe ¥ Gis Gee ++) Gne Al pagar > fy, en lugar de (94.4) Plz, Y= TG ate @1.7 Al pasar sla nueva base, las matrices de la forma quedarén ligadas entre sf por la correlacién 6,=P'GP y se dird que estas matrices son congruentes segun Hermite, VAP 11 FORMAS MLINEALES YT GUAOMATICAS 320 Ahora se puede establecer la relacion entre la expresién de una forma bilineal y la de su matriz. 81 la forma es simétrica, para cual- quicr base ey, @g) ++ +1 @, 88 tiene BP = Fle eda (ey Cr) Rie donde G, = G! y la matriz G, de la forma @ tr, y) os slmétrica. En cambio, st la forma es antisimétrica, entonces =e lene —Hlep ed 8 es decir, G, = —G,. En este caso la matriz G, se llama también antisimdtrica. La afirmacién reciproca os asimismo certa. Si en una base la matriz de la forma es simétrica (anlisimétrica), la forma bilineal que la genora serd también simétrica (antisimétrica). Sea G, = Gr, entonces (ys #) = Helbete = (yltgte)' - 6: Si, en cambio, G, = —G,, entonces lt, y= relate = (YG ete)! = nO — — ee = — 9H) Las afirmaciones andlogas snbsisten también resperto de la yelacién existente entre la forma bilineal hermitiana y su matriz. Si Ja forma hermitiona es simétrica, entonces ee eel = Py WD BY = olen. ¢)) = Ole, eda. es decir, G, = Gi y la matriz G, do la forma sp (2, ¥) es hermitiana. Si la forma es antisimétrica hermitiana, entonces Ry = Glen = —Hlep = BN —G. En este caso la matriz G, se denomina antikermi= donde 6, tina. Son ciertas también las afirmaciones reciprocas. Sea G, = G2, ‘entonces para uno forma bilineal bermitiana generadora tenemos Pye TP ular, = (Gere)! = Gea = = te = Tale P(E W)- Para el caso en que G, = -Gf encontramos PMs A) iG ety = (Weer)! — Ete = Sma Las —= = Gre = — tlhae= — P(A Y)- La matrie dela forma bilineal nula sélo se compone de elementos qulos, es decir, eg una matriz nula. Esta es la tinica matriz que al mismo tiempo es simétrica y antisimétrica, al igual que la forma nula, ($1, MATRICES DE LAS FORMAS BILINBALES ¥ CUADRATICAS 494 Ya se ha notado que existe una relacién estrecha entre las formas Dilineales simétricas y las cuadrdticas. Esta relacién se observa claramente on el nivel mateicial. Para una forma bilineal 9 (z, y) e8 valida la correlaciém matricial (91.5). Para la forma cuadratica correspondiente tenemos plz, = G ay. (94.8) Siendo fijada la base ¢,, ¢;, ..., ¢,, cada anotacién del tipo (94.5) define, para cualquier matrit G,, cierta forma cuadrdtica. La matriz G, en (1.8) ya no se Hama matriz de la forma bilineal, sino matriz de la forma cuadrdtica, Si para las formas bilineales existe una correspondencia biunivo- ca entre las formas y las matrices de éslas, siendo fijada una base on K,, en las circunstancias que se deseriben tal correspondencia ya no existe. Cada forma cuadratica puede ser definida por un conjunto de sus matrices. Dicho conjunto contiene una sola matriz simétrica y la diferencia entre cualesquiera dos matrices del conjunto dado es una matriz antisimétrica, De este modo, cualquier forma enadrdtica ordinaria puede ser definida siempre por una matriz simétrica, Al pasar a otra base, las matrices de la forma cuadratica varian de conformidad con ($1.6) Por esta razon concluimos otra vez que los problemas de investigaciGn de las formas bilineales simétricas y de las cuadraticas estan estrechamente entrelazados. Para las formas cuadraticas hermi- tiamas ya no es asi, puesto que entre éstas y las formas hilineales hermilianas existe una correspondencia biunivoca y la misma co- rrespondoncia s6 mantiene entre sus matrices. Por analogia con las formas bilineates, se llamara rango de una forma cuadratica el rango de su matriz on cualquier base. Si la matriz de une forma cuadrdtiea es regular, la forma cuadratica se denominard tarbién regular. El estudio de las formas bilineales significa, en esencia, el estudio de sus matrices en diferentes bases o, lo que es igual, el estudio de la clase de matrices congruentes. Por ello, las investigaciones que siguen quedardn relacionadas con el examen de las clases de Jas matrices congruentes y congruentes segin Hermite. ‘ara las clases de este género pueden indicarse ahora mismo toda una serie de propiedades que provienen de los resultados obtenides anteriorments. Asi por ejemplo, una matriz congruente de la si- métrica (antisimétrica) as necesariamente simétrica (antisimétrica). En particular, una matriz congruente de la matriz diagonal sera simétrica, De aqui concluimos que una matriz simétrica no nula nunea seré congruente de la antisimétrica, aunque puede ser equiva- lente a ella. Una matriz antisimétrica no nula nunca puede sor congruente de la diagonal. Una matriz, congruente segin Hermite de una matriz hermitiana (antihermitiana), es obligatoriamente GAP, 11, FORMAS BILINBALES ¥ CUADRATICAS: 22 hermitians (antihermitiana). Entre las matrices diagonales, como matriz hermitiana (aotihermitiana) puede intervenir sélo la que tiene elementos reales (imaginarios puros). En concordancia con las descomposiciones (90.4), (90.7) de Jas formas bilineales y bilineales semun Hermite, obtenemos unas des- composicioncs de una matriz arbitraria en Ja suma de las matrices simétrica y antisimétrica, asi como también de las matrices hermi- tiana y antihermitiana, Estas deseomposiciones pueden ser escritas en la forma explicita: A=plAt ate (a—44, =f (A+ 4+ g(d—d%). Si A es una matriz de la forma bilineal, los primeros sumandos de jos segundos miembros son matrices de las partes simétricas de la forma hbilincal y los segundos, las matrices de las partes antisimétri- eas de ia misma forma. En adelante haremos extender frecuentemente, sin explicacioncs adicionales, la terminologia introducida para las formas bilineales y cuadraticas a las matrices. Por ejemplo, llamemos una matriz dejinida positive, entendiendo por ello que es una matriz de una forma definida positiva, ete. Uno de los problemas was importantes relacionados con la forma bilinea) es la determinaciéa de la expresién més simple a la que puede ser reducida Ja matriz de la forma citada cuando varia la base y la busqueda de la base correspondiente. Este problema lleva el nombre de transformecién de la forma bilineal o de reduccién de la forma bilinea] a una expresién mas simple. En la interpretacién matricial el problema de transformacién puede enunciarse de la manera siguiente: Dada ta matriz A, idilese tal matris regular P que ia mairiz Cm PAP, Gt.) congruente de A, tenga la jorma mds simple. Esto nos da, de hecho, una descomposiciin de la matriz on facto- res, puesto que do (91.9) se deduce que A=(P7y CP, Por supuesto, para las formas bilineales hermitianas, en lugar de (91.9) consideraremos las transformaciones , C=PAP. (94.40) Desde el punto de vista de los céleulos es importante que la moatriz P en (91.9), (91.10) sea no muy compleja. Esto so debe 4 que al buscar les nuevas coordenadas de log veclores en términos de las antiguas, conforme a (63.3), nos vemos obligados a resolver un siste- § 0. MATRICES DE LAS FORMAS BILINEALES Y CUADRATICAS 323 ma de ecuaciones algebraicas lincales con la matriz P y es menester que la resolucién se realice lo suficientemente ripide. En algunos easos, en lugar de la matriz P resulta mis comodo buscar la matriz = Adomas de las formas consideradas de escribir las formas bili- neales y cuadrdticas. se usan también algunas otras. A veces las definiremos explicitamente: o=% baie Oat, i 1 pate = SF apr). (at At) i Estas anolaciones pueden ser simplificadas. Sea, por ojemplo, real un espacio, entoncos reales serin también tanto la propia forma bilineal como Ia matriz A compuesta por los coeficientes a,,. Intro- duzeamos el espacio R, cuyos elementos son los vectores columna B= (yy Fey eee Tals YO Wie Yer ee oe a)” ¥ supongamos que el producto escalar se ha introdueido como una suma de productos de las-coordenadas tomados dos a dos. Ahora podemos escribir ® = (Az, y), F = (Az, a). (91,12) Para las formag bilineales hormitianas, anotadas como non aR Oa) D agriyy, P= PD apaty imi post St se verifica también (91.12), si, desde luego, el producto escalar se introduce como una suma de productos de las coordenadas del pri- mer vector por las coordenadas conjugadas complejas de! segundo vector. Ejereicios. $:, Dianet stein que el determinante de una matriz hermitiana es un mime ro real 2. ¢Qué oimero es el determinante de una matriz antibermitiana? 3 bemvéstrooe que el range de wna matriz antisimétrica es un muimero par. 4, Las formas bilineales oH (wv. =) son, en general, diferentes. {Qué puede decirse sobre wt Gh 2 5. Deruéstrese que el rengo de la suma de unas formas bilinealea no os superior a In suma de los rangos de los sumandas. 6. Demuéstrese que se puede representar toda forma bilincal de rango + como suma de r formas hilineales do rango f. 7, Demuéstrese que se puede representar toda forma bilineal (2, y) de Tango 1 como phe, v) = @ fe ab-g (b yh para efertos veetoras a, b. gSerd Gnica tal representacién? a. CaP fi. PORMAS BILINEALES Y CUADRATICAS 324 $92. Reduccién « una forma candnica Antes de empezar a investigar las diferentes esferas del empleo de las formas bilineales y cuadréti- cas, consideraremos un método general de la transformacién, con- gruente o congruente segin Hermite, de las matrices a una forma sencilla. Sea dada una matric cuadrada A de orden nm y se necesita hallar tal matriz regular P que la matriz C = P’AP tenga una forma suficientemente sencilla. Realizindose una tranaformacién comgruen- te sogin Hermite, una forma sencilla la debe poseer la matriz ¢ = = P'AP. Expondromos ahora un método general de la transforma- eién que serd dtil para todas las matrices A. La diferencia entre las transformaciones congruente y congruente sagiin Hermite sara insignificante. Por ello, para concretar, convengamos en considerar que se realiza la transformacién congruente de una matriz. El método consiste en construcciém de una sucesién de matrices Ao =A, Ay, As, ..., Ay en la que cada matriz consecutive sea congruente de la anterior, es decir, Anet Past An Pass para cierta matriz P,,,. Puesto que la relacion de congruencia es transitiva, ta iltima matriz A, seri congruente dela matriz inicial El principio de canstruccién de Ja sucesién de matrices A, ‘estd fundado en que para tedo & se obtengan en la matrit A, 4, mas elementos nulos que en la matriz Ay. Mas atin, cada vez, al caleular Ta matriz Py., sogin la A,, exigiremos que en [a matriz A, 4, 00 sélo aparetcan nuoves elementos nulos, sino que se guarden todos los elementos nulos obtenidos on todas las etapas antecedantes. La transformacién de una matriz A, en la Ayy, 52 Ilamard paso Principal del método. Cada paso principal puede consistir en varios pasos nuxiliares. Todos allos se reducirin a ta ejecucidn de Jas opera- ciones elementales: la permutacién de las columnas (filas) de una matrix, la adicién a una columna (fila) de otra columna (file) multi- plicada por un nimero, Ja multiplicacién de una columna (fila) por tn nimero. Describiremos ios pasos auxiliares en términos de las. transformaciones de la matriz A en otra matriz, eongrnaitie de ella, € = P’AP, omitiendo, para simplificar, ol indice k. A. En la matriz 4 ol clomento ay 5 0. Existe una matriz regu- lar P tal quo para los elementos de la primera columma de la matriz € = P’AP se verifican las correlaciones ay, Jot, cu={ 0, sete (92.4) 9 92, REDUCCION A UNA FORDMIA GANONICA 825 La matriz P difiere de la matriz unidad séle en su primera fila, con Ja particularidad de que 1, j=l, ru={ ~ ih, jet (92.2) La multiplicacion a la izquierda de la matriz A por P' no altera la primera fila de la matriz A y convierte en cero todos los elementos de la primera columna dé la matriz P’A dispuestos fuera de la diago- nal. La multiplicacién ala derecha dela matriz P’A por ? ne cambig la primera columna de la matriz P’A. Hemos de sefialar una circunstancia mis. Llamaremos principales a todos los menores de la matriz dispuestos en la esquina izquierda superior. Como la matriz P es triangular derecha y todos loa ele- mantos diagonales de ella son iguales a la unidad, de todos los meno- res dispuestos en las primeras r columnas sera distinto de cero sélo el menor principal: es igual a la unidad. Por esta razén en las matri- ees A y C coincidirin todos los menores principales. En efecto, haciendo uso de la formula Binet—Cauchy, obtenomos 1 2...6 1 Bik e(, ye a 2 ie ee he Meow 1 2.07 xar(' oot ~ar(; aot 3 a: er \a(e teonsh eR 40 2..cr a’ Beaty " (; Qo Esta observacién la emplearemos més adelante. B. En la matriz A el elemento ay es igual a cero, pero cierto elemento a,, es distinto de 0, j > 1. Existe una matriz regular P tal que para la matnz C = P’AP el elemento c, = a,, es diferente de cero. La mateiz P se diferencia de ls matriz unidad sdlo en cuatro elementos dispuestos em la imterseccién de las filas y las columnas con niimeros 1, j. En estas posiciones la matriz P tiene por expresién O 4 ( a) - La multiplicacién a la derecha de la matmz A por P permu- ta en la matriz A las columnas con los niimeros 1, j. La multiplica- eién de la matriz AP a la izquierda por la matriz P* permuta en la matriz AP las filas con los nimeros 4, j. C. En la matriz A todes los elementos diagonales son nulos, pero hay tales indices j, /, donde j <2, que ay + ay; 0. Existe una GAP, 11, PORMAS BILINEALES Y CUADRATICAS 326 matriz regular P tal que para Ia matriz C = P’AP el elemento cy =a), + ay, e9 distinto de 0. La matriz P se diferencia de la matriz unidad en el olemento p,y = 1. La multiplicacion a la derecha de la matriz A por P agrega a Ja j-Gsima columma de la matriz A su /ésima columna. La multiplicacién a la izquierda de Ja matriz AP por P" agrega a la j-ésima fila de Ia matriz AP su /-ésima Tila. D. La matriz A es antisimétrica no nula, cl elemento ay, 68 igual a 0, pero cierto clemento ay; es distinto de 0, donde j < 1. Existe uma matriz regular P tal que en la matria antisimétrica C = = P'AP cl clomento c, = a, 63 diferente de 0. La matriz P viens representada como el producto P = P,-P,, Las matrices P,, Py ge diferencian de lag matrices unidad sélo en cuatre elementos dis- puestos en Ja interseceién de Ing filas y las columnas con los mime- roa respectivos 1, j y 2, 1, En estas posiciones las matrices Py y P; tienen por expresién 1 0) Como ya se ha dicho, la multiplicacién a la derecha por estas matrices conlleva la permutacién de las co- damon la multiplicacién a la izquierda, la permutacién de las filas. E. La matriz del menor principal de tercer orden de la matriz A tiene por expresién fy, yg yy) ( in) “| j (92.3) O ay O donde los elementos a,,, 4:5 ¥ dy; son distintos de cero. Existe wna mairiz regular P tal que en ia matriz C = P’AP serdn diferentes de cero los primeros tres monores principales. La matriz P se dife- rencia de la matriz unidad on un elemento py, el cual puede ser evalquier niimero, salvo 0, —a,,9;,' y —a,,¢;). La multiplicacién ala derecha de la matriz A por P agrega a Ja primera columoa de la matriz A su tercera columna multiplicada por p,,. La multiplicaciin a la izquiorda de la matriz AP por P' agrega a la primera fila de la matriz AP su tercera fila multiplicada por px. F. La matriz A es antisimétrica, el elemento a, es distinte de 0. Existe una matriz regular P tal que para los elementos de las pri- meras dos columnas do Ja matriz C = P'AP se verifican las corrala- clones {-* j=2, a, jai, =] 9 feed, POLO, ppt. Puesto que en uma transformacién congruente una matriz antisi- métrica so transforma en otra, también antisimétrica, las correla- ciones anélogas tendrén lugar también para las primeras dos files § 92 REDUCCION A UNA FORMA GANONICA 327 do la matriz C. La matriz P se reprosonta como un producto P = = P,-P,, La matriz P, se diferencia de la matriz unidad sélo en In segunda fila, siendo, ademas, 0, fei, aya dq f=’ gh, j>2 1m La matriz P, 26 diferencia de la matriz unidad sdlo en la primera fila, verificdndose en este cago. 4, fat pM 0, f=? —j, i> La multiplicacién a la izquierda de Ja matriz A por P; no altara las. primeras dos filas y la segunda columna de la matriz A, convirtiende en cero todos Ing elomentes an la primera columna de Ja matriz PiA, a oxcepcién de log dos primeros, La multiplicacién a la izquierda de la matriz P/A por P; no altera las primeras dos filas y la primera columna de la matriz P,A, convirtiendo en cero todos los elementos de la segunda columna de la matriz P’A, a excepcién de los dos pri- meros. La multiplicacién a Ja derecha de la matriz P'A por P no cambia las primeras dos columnas de la matriz P’A. G. Supongamos que la matriz A tiene, realizada cierta particjén en células, la siguiente ostructura A (2) 92.4 = “0 aa) , (92.4) donde Ay, Ay, son células cuadradas. Si Py, es una matriz regular cuyo orden es igual al de A,,, entonces la matriz x (= AuPa ) “NO [PisdasPos és congrnente de ta matriz A. En este caso C = P'AP, donde E| 0 Pe (——]. (oi) La comprobacién directa de todas Jas afirmaciones enunciadas al discribir los pasos auxiliares no representa alguna dificultad singu- lac y por esta proponemos que el lector mismo se convenza de su veracidad lo que puede hacerse en calidad de ejercicios. GAY 11 PORMAS BILINEALES ¥ CUADRATICAS 328 EI mdtoda, en total, se realiza del modo siguiente, En el primer paso principal la matriz 4 se reduce a la forma (92. i), donde Ay, es una matriz regular de orden uno o dos. Si ln matriz Ay, & > 4, tiene la forma (92.4), entonces, al realizarse el segundo paso princi- pal, la matria en la esquina inferior derecha se reduce tambien a la forma (92.4) y se lleva a cabo In transformacién congruente gencral de conformidad con el paso G. La matriz 4,4, puede, nuevamente, ropresentarse on Ja forma (92.4), pero la célula en la esquina izquier- da superior para A, ,, no solo sera reguiar, sino tendra el orden mayor en comparacidn con el de la matriz 4,. El proceso xe repile hasta que, realizado algin paso, en fa representacién (92.4) de la matriz A, aparezea wna ¢célula oula en la esquina inferior dorecha o bien el orden de In célula en la esquina superior izquierda so haga igual an. En este caso, la matriz de la transformacién resultante seri igual al producto de izquierda a derecha de las matrices do transtor- maciones de todos los pasos. La forma de la matriz A, depende de si cs 0 no la matriz A anti- simétrica. De esto mismo depende también de qué modo los pasos auxilianes fortman parte de los pasos principales del método Cualquiera que sea el paso principal, su finalidad consiste en obtener una porcida seguida de ceros en la matriz a transformar, Si la matriz inisial no 6s antisimétrica, log ceras se obtienen siempre con ayuda del paso auxiliar A, mientras que los pasos B — € silo se necesitan para preparar A. En cambio. si la matriz inicial es antisi- métrica, los eros se obtienen con ayude del paso F, mientras que D es ol paso auxiliar, Describamos también e] paso principal del método en términos de la transformacian de la matriz A y empocemos con la matriz no antisimétrica A En el primer paso principal, la matriz que se transforma no es aulisimétrica. $i el elemento aj, 0 y todos los elementos extrattia- gonales de la primera columna son nulos, entonces nada varia y con- sideramos terminado el paso principal. A titula de matriz de la transformocién P tomamos, en este caso, la matriz unidad, En el caso general realizamos el primero de los pasos auziliares A — C, que puede ser Ievado a cabo. Si tal paso resulta ser Bo G, desputs de éste so cumple obligatoriamente el paso A o bien ambos pasos B, A. A titulo de matriz de la transiormacion P tomamos ol producto de izquierda derecha de todas las matrices de transformaciones de jos pases auxiliares realmente reelizados, Después de cumplir el primer pago principal, en Ja matriz transformada A, todos los ele- montos extradiagonales de Ia primera colurmna seran nulos, es decir, Ja matriz A, seri de estructura celular del tipo (92.4). La diferencia de todos los pasos restantes con respecte al primero estd relacionada con el hecho de que la matriz a transformar puede resultar antisimeétrica, Si ésta no es antisimétrica, el paso principal siguiente no difiere en nada del paso primero. En cambio, si la § 82. REDUCCION A UNA PORMA CANONICA 829 matriz que se transforma es antisimétrica, entonces cualquiera que sea su transformacién congruente, queda antisimétrica y, sirviéndese solo de esta matriz, no se puode obtener un elemento no nulo en la esquina superior izquierda. La salida de esta siluacién esta basada en la necesidad de transformar la,célula diagonal inferior ampliada. Hasta que se encuentre una matriz antisimétrica, la célula en la esquina superior izquiords de Ja representacion (92.4) para las matri- ces Ay sera triangular derecha con elementos dingonales no nulos. Si Jos slementos en las posieiones (1, 2) y (2, 1) de la matrix antisi- métrica en la esquina inferior derecha son distintos de cero, entonces: para la matriz A,, la siguiente en la transformacidn, sustituyamos la representacin (92.4), disminuyendo en uno el orden do la célula en la esquina superior izquierda. Ahora la matriz de tercer orden en la esquina superior izquierda de In nueva célula diagonel inferior tondré Ja forma (92.3) y se puede realizar el paso auxiliar E, Des- ne de esto podemos realizar tres veces consecutivas el paso A. activamente, segin lo observade, la ejecucién de] paso A no cam- bia los menores principales de la matriz. Por consiguiente, en el cago dado, realizado el paso A, la nueva matriz en la esquina inferior derecha tendré diferentes de cero los dus primeros menores princi- pales. Por ello, podemos, a ciencia cierta, hacer un paso A mis. Los razonamientos andlogos demucstran que el paso A puede reali- garse también por tercera vez. Al retroceder un paso “atris” hemos obtenido la posibilidad de avanzar tres pasos “adelante”. Cuando sea necesario, antes de realizar el paso E, se leva'a cabo el paso D. De suerte, si la matriz A no es antisimétrica, el métode que aca- bamos de exponer permite construir una matriz regular P tal que la matriz F’AP, congruente de A, tendré la estructura siguiente: Min PYAP= Gi) . (92,5) Aqui M es una matriz triangular dereeha con los elementos diagona- les no nulos, el orden de la matriz M es igual al rango de Ja matriz A. Si A es una matrz antisimétrica, todos los pasos principales del método, ineluido e) primero, sé realizan siguiendo un mismo esquema, Supongamos que ya se ha obtenido la matriz A, del tipo (92.4), con Ja particularidad de que en la esquina superior izquierda se dispone una inatriz diagonal celular regular de células antisi- meétricas de segundo orden Dado que, al realizar una transformacién eongruente, una matriz antisimétrica se transforma en otra antisi- métrica, entonces la célula Ay, en (92.4) sera nula, Primera se logra que en las posiciones (1, 2) y (2, 1) de Ja matriz antisrmétrice la esquina inferior derecha sea ocupada por elementos no nulos. Es posible que para esto resulte necesario realizar el paso auxiliar D. Luego realizameos e] paso F, lo que adjunta a la diagonal una célule CAP. 11 FORMAS BILINEALES ¥ CUADRATIGAS 930 euls que eg antisimétrica regular de segundo orden. A continuacién, pasamos al siguiente paso principal. En este caso también el proceso coutinia hasta que, realizado cierto paso, en la representaciiu (92.4) de la matriz A, aparezca una eflula nula en la esquina inferior derecha, o bien el ordon de Ia éélula on la esquina superior izquierda se haga igual a mn. Asi pues, si la matriz A es antisimélrica, el método permite construir una matriz regular P, para la cual la matrix P’AP seré de la estructura siguiente: “—) ware (Se Aqui M es una matriz diagonal celular coo eélulas antisimétricas regulates de segundo orden. El orden de Ja matriz M es igual al rango de la matriz A. En la transformacién cougruente hermitiana el esquema goneral del método queda {nalterable. Sin embargo, el propie proceso resulta ser ovis fécil, comparado con la transformacidn congruente ordinaria, si el paso auxiliar C se sustituye por el siguiente. C’. En la matriz A todos los elomentos diagomales son nulos, pero hay tales indices j, 1, donde j << i, que entre los elementos 1), Gj, existe aunque sea uno diferente de cero. Existe una matriz regular P tal que para la matriz C = P’AP uno de los elementos diagonales ey), cy; es distinto de coro. A saber, ey = ay, + ary ey, = ! (ay; — ay). La matriz P se diferencia de la matriz unidad on dos elementos py = 4. py, = i. La multipliesciin a La derecha de la matriz A por P agrega a Ia j-ésima columna de la matriz A su l-ésima columna y a la [-ésima columna, su j-ésima columna multi- plicada por —!, La multiplicactén a la izquierda do la matriz AB por P’ adjunta a ta j-ésima fila de la matriz AP su J-ésima fila y ala +-ésima fila, su j-ésima fila roultiplicada por «4 Ahora no hay necesldad on los pasos D — F del método general, puesto que nunca sobrepasaremos el paso C’, Ademds, las formulas (92.2) quedan intactas. De este modo, si A es una matriz no nula, 61 método hace po- sible construir tal matriz regular P que la matriz P’AP, congruente de A segin Hermite, serd do la siguiente estructura: a (ele P'AP =| ( ofo ) Aqui, M es una matriz triangular derecha con elementos diagonales to nulos. El orden de la matriz M es igual al rango de la matgiz A. Los tipos de las matrices (92.5) — (92.7) se denominan formas eanénicas para lag operaciones de la transformacién congruente. Se (92.6) (92.7) 432. REDUCCION A UNA FORMA CANGNICA 881 Nama cangnica tambiéa cualquier base en la que la matriz inicial tian La forma indicada. Las propias matrices del tipo (92.5), (92.7) llevan el noubre de trapezoidales derechas. De modo antlogo so defi- nen las matrices trapezoidales isguterdas. Demos a conocer algunas deducciones interesantes que provienen de las formas canénicas de matrices. Ya hemos dicho que en una transformacién congruente se conserva el caricter simétrico y antisi- métrico de la matrix. Si wna de estas propiedades la poseia la matriz inicial, debe quedarse valida para In forma canénica. Por esto, en adicién a lo dicho podamos concluir que Gna matriz simétrica #8 congruente de la matris diagonal. Una matriz hermitiana es congruente segdn Hermite de [a matriz diagonal real. Una matriz antihermiliana es congruente segin Hermite de la mairiz diagonal imaginaria pura. En todos estos casos la reduccién a una forma candnica se efectia con une facilidad singular, puesto que no puede surgir la necesidad de llevar a cabo aunque sea uno solo de Jos pasos auxiliarea D — F. Sobre las matrices de la forma candnica del tipo (92.5), (92.6) ge puede realizar una transformacién congruenta con Ja matriz diagonal mas y conseguir quo log elementos no nulos que doterminan la regularidad de la célula M sean iguales a +10 bien a —t. Basta forma canénica de la matriz y la base que le corresponde so denomi- nan normaies. Esta claro que la multiplicaciém,a Ja derecha (a Ia igquierda) por una matriz diagonal conduce a la multiplicacidn da las columaas (filas) por los elementos diagonales do Ja matriz de la transformacién. Describamos nuevamente esta transformacién en términos del cumplimiento del paso auxiliar con la matriz A. Una matriz real no antisimétrica A de range r es de la forma candnica (92.5). Existe wna matriz diagonal real P tal que lus ele- mentos diagonales no nulos ¢,, de la matriz C = P'AP son iguales a sign a). Ademds . ~{ (aysignay)"", jr, a 4, i> Una matriz real (compleja) antisimétrica A de rango res de la forma canéniea (92.6). Existe una matriz diagonal real (compleja) P tal que los elementos no nulos dispuestos por arriba de la iagonal de la matrit C = P'AP son iguales a +41, y los elomentos no nuloy dispuestos por debajo de la diagonal, iguales a —1, En este caso { 1, jes impar, Py Msi, ~ 7 eS par. Una matriz compleja no antisimétrien A de rango r tiene 1a forma candnicg (92.5), Existe una matriz diagonal compleja P tal que los elementos diagonales no autos cy de ia matriz C = P’AP son iguales yo CAP, 11. PORMAS DILINEALES ¥ GUADRATICAS 332 aouno. En este caso =f p ={ ay. 7ST % 1,0 jr. La transformaciin comgruente segin Hermite con una matriz diagonal se efectiia raras veces, puesto que con su ayuda sélo pueden cambiarse los médulos de los elementos que determinan la regulari- dad de la célula Wf en (92.7), pero no se puede hacer reales los ele mentos dragonales complejns, Ejercicias. 1. Demuéstrese que si Ix reduccién a la forma canémica mediante la matric P s¢ efoctin segdn el métedo descrito més arriba, entonces det P= +1. 2 AQue significa, desde el punto de viata de la forma candnica, Je igualdad G AMG 909" te)? ona) 3 A qué forma puede teducirse tna matriz ne antisinétrica con ayuda de una transformacion congruente, si se excluye el paso auxiliar E? 4. Qué forma ti matriz P de una transformacion, si cada prin- do mis arriba consistia sclo en el paso auxilinr A? 5. Domuéetrese que toda matriz triangular derecha es congruente de la matrix triangular izquierda. :Cudl es la forma mas simple de la matriz de una ransom a 2 6. Derudstrese que toda matric lar de orden impar es congruente de le matria triangular derecha ri eee i T. Sea G una matriz de una forma bilineal definida positiva. Demuéstrese que para sus elementos g,y se verifican las correlaciones ry > 0, Keay + ey? < Apu tiy Selec que sean t, j. ‘en G una matriz de und forma bilinea) defisida negativa. Demudstrese que pera sus elementos g,y s¢ vérifican lay correlaciones fy <0, (sis > gy < Aauesye, cualesquiera que sean t, j. % Demoéstrese que las matrices de todas las formas bilineales sumétneas ofinides positivas (negatives) son congruentes entro sl mismas. _ 40. Demuéstrese que para que G sea una matriz de Ja forma bilineal da signo variable, @ suficiente que entre sus elementos diagonales haya elementos de signos distintos. §93. Congruencia y descomposiciones matriciales. El método general de la transfor- macién congruente de una matriz a la forma canénica no siempre permite decir de antemano, cud! serd la matriz de la transformacion de coordenadas al pasar a la base candpica. No obstante, con ciertas 4 93. CONGRUENCTA Y DESCOMPOSICIONES MATRICLALES 333 restricciones adicionales impuestas en la matriz inicial, para dicha pregunta existe una respuesta bien determinada. Suponogamos que Ja matriz A tiene distintos de cere todos log menores principales, a excepeidn, quizis, del menor de orden supe- rior, es decir, del determinante de la matriz A. Probemos que tal matriz siempre puede representarse en forma del producto A= LDU, (93.4) donde L es una matriz triangular izquierda con elementos diagonales unidades, D es una matriz diagonal y U, una matriz triangular derecha con elementos diagonales unidades, es decir, 4 dy doo tin.e- Min a<{, 1 0 dye A eas thie ay hanes NO “dand \O “4 Igualando entre si los elomentos de la matriz A y del producto LOU obtenemos er ay= Lapd ppp (93.2) | Ahora, de (93.2) hallamos de manera éucesiva todos los elementos desconucidos de Jas matrices de la descomposicién (93.1). A saber, dy Ay, aya Ze. nap. i> t-t dum ou— & Lypdpptpy b> 1, = a », Updpptpy t= a3. 7 i (83.3) fe si Pay Fypdp pip y= — imi, pi. Apliquemos a la correlacién (93.1) la férmula de Binet—Cauchy. Recordemos que entre los menores de la matriz triangular izquier- da L, dispuestos en las primeras r filas, solo el menor principal eg diferente de cero: e¢ igual a la unidad. Los razonamientos andloges tienen lugar también para la matriz U, al cambiar entra si, por su CAP. 11 FORMAS BILINEALES ¥ CUADRATICAS 334 puesto, las filas y las colummas. Por ello 1 2...r 1 2s at; 2m 3B 2(4.04)% teghpehy ack yen pu (" ot )=20( * (; 2.7) De aqui concluimes que dy ay, das Por hipétesis, los menores principales de la matriz A son distintos de cero. Por consiguiente, serin distintos de cero todos los elementos diagonales d,, en (93.4), salvo, quizds, el iltimo elemento. Trataremos con frecuencia las descomposiciones (93.1) para las matrices simétricaa y hermitianas. Si esta ver también la matriz A tiene sus menores principales distintos de cero, a exeopeién. qui- zs, del wltimo, ontonces la matriz simétrica siempre puede ser re- presentada en forma del products A= SDS, (93.5) y la matriz hermitiana, en forma del producto A=S'DS, (93.6) Aqui 5 63 una matriz triangular derecha cuyos elementos diagonales son iguales a uno, D es una matriz diagonal, as decir, 1 ayes ty dy oO S= 4 oinee San De des. 0 “4 © “he En concordancia completa con (94.3) tendremos ahora dey, Syl, pt, tot du=ay— 3 Appi, i> dy (93.7) int ay 3 ostpttns = >i, air i 0% CONGRUENCLA ¥ DESCOMPOSIGIONES MATRIGIALES 335 para la descomposicién (95.5) y a dummy sym ge, F>4 rat dy =au— D dppf l%, 6 >t, pal fat _ ary— 3) dpptprips in= +S i>ti, para la descomposicién (93.6). En este caso las formulas (93.4) si- guen siendo validas. Las descomposiciones (93.1), (93.5), (93.6) son de amplio uso en Ja resolucién de los mds diversos problemas del dilgebra lineal, En lo que se refiere a las transformaciones congruentes de una matriz, los datos de la descomposicién eonducen a las siguientes correla- chomes: (EW) ALY = DULY, (60)! AE® 2 DUET, SAS D, SUAS 4+ aD, Les matrices DUL-” y PUL son triangulares derechas, las > son diagonales, con la particularidad de que en sus diagonales prin- cipales solamente ol dltimo slemento puede ser nulo. De suerte que otra vez hemos obtenido los tipos ya conocidos de las matrices en una transformacién congruente. Sin embargo, ahora se puede afirmar que las matrices de la transformacién de coordenadas, al pasar a la base caninica, serin triangulares derechas, puesto que lo gon las matrices L7"', S~. Las descomposiciones examinadas proporcionan las matrices L', § do las transformaciones de coordenedas, al pasar de In hase candnica a Ja inicial, las cuales asimismo seran triangula- res. derechas. Enel caso de una matriz simétrica el proceso descrito de descom- posicidn esta estrechamente relacionndo con él asi Namado algoriime de Jacobi de la transformacién de una forma cuadratiea en la forme eandnica. La diferencia silo consiste an que el algoritmo de Jacobi tiene detorminada la matriz S7), en luger de la matriz §. Ha de se- fialarse que Ia matriz 5 se halla de un modo mas simple que S~. Las transformaciones congruentes con una matriz triangular de- recha son las mas sencillas, no obstante lo suficientemente generales todavia para que puedan ser aplicadas a una clase amplia de matri- ces. Por esta razén cansa un interés dotorminado la descripcién de aquella clase de matrices que pueden reducirse a la forma candnica con ayuda de una transformacién con la matriz triangular derecha. CAP. 11. FORMAS BULINEALES Y GUADRATICAS 336 Lema tit Si una matriz rectangular A estd representada en la forme celular Bi a~( a (93.8) LRT donde B es una matriz cuadrada regular de orden r, entonces el rango de da mairis A es igual ar, si, y sélo s, T = RBG. (93.9) bemostracion Multipliquemos la matriz A ala izquierda por una matriz celular regolar ( £ } | Y= ~~], RENE. donde fas células correspondientes tienen las mismas dimensiones que en (93.8). Entonces (- I @ ) va-|——--——}. O.T— Re Las matrices A y VA son de un misme rang el cual seri igual ar cuando, y sélo cuando, 7 — RB“O = 0. Ahora podemos describir la clase buscada de matrices Resulta estrechamente relacionada con las matrices del tipo (93.8), (93.9). TEOREMA 131 Para que una matriz no antisimétrica pueda ser reducida a la forma cangnica mediante la transformacién congruente fon una mairis triangular derecha, es necesario y suficiente gue et ntimero de los primeros menores principales no nutos de la matriz A see igual a su rango, DEMOSTRACION. NECESINAD Supongamos que una matriz no anti- simétrica A se raduece, con ayuda de la matriz triangular derecha P, @ la forma candnica (92.5), is evidente que el nimero de los prime- ros menores prneipales no nulos en la matriz A no puede ser superior al orden de la elula M. Aplicando Ia férmula de Binet—Cauchy y teniendo presente que en las primeras columnas de la matrit P oi menor no uulo esta ausente, salvo el principal, obtenemos 1 2...% 1 2...8\)? DB an8 a(t eG es =m(; oy para tode # no superior al orden de la matriz M. Como los menores principales de la matris M y P son distintos de cero, el mimero de lo3 primeros menores principales no nulos de la matriz A es igaal a 3u Tango. SUFICTENCIA. Supongamos que e) maimero de los primeros menores principales no nulos de la matriz A y el rango de ésta son iguales ar. Representemos la matriz A on la forma celular (93.8), donde el or- § % CONGRUENCIA Y DESCOMPOSICIGNES MATAICIALES 337 den de la célula 2 es igual a r. Puesto que tedos los menores princi- pales da la matriz 8 son distintos de cero, entonces, de acuerdo con lo dicho més arriba, sa lx puede representar en la forma B = LDU, andlogamente a (93.4). Construyamos una matriz celular ce La comprobacién directa muestra que DULL | L'(— BBR 4G -( P= La matriz DUL-" es triangular derecha regular, Ja matriz P es triangular derecha regular y, por lo tanto, la matriz A se reducoa la forma canénica de un modo adecuado, Para la transformacién congruente de una matriz antisimétrica y la transformacién congruente hermitiana da una matriz arbitraria las afirmaciones correspondientes s¢ demuestran andlogamente y aqui nos limitamos sélo a enunciarlas. TEOREMA 03.2 Para que una matris antisiméfrica A de rango r pueda ser reducida a la forma candnica mediante la transformacidn congruente con una matriz irlangular derecha, es necesarie y suficiente que el mimero de los primeros menores principales no nulos det orden par de ia matriz A sea igual a 7/2. TEOREMA 93.3, Para gue una mairis A pueda ser reducida @ fa forma conénica mediante la transformaciin congruente hermitiana con una mairis triangular derecho, es necesario y sujiciente que el niimera de lox primeros menores principales no nulos de la matriz A sea igual al ranga de ésta. Las transformaciones de una mutriz, tanto congruentes como con- gruentes segiin Hermite, no son, en el caso general, transformacio- nes do semejanza. No obstante, si para cierta clase de matrices P se verifica uno de los grupos de las correlaciones PP! = P'P = £, PPt = PeP = EB, (93.40) entonces, en este caso la transformacién de congruencia se convierte en la de samajanza y pare realizar las investigaciones se pueden utili- zar log resultados obtenidos anteriormente referentes a la semejanza de matrices. Como ya sabomos, las matrices ortogonales reales aatis~ facen al primer grupo de las correlaciones en (93.10), las matrices unitarias complejas, al segundo grupo de correlaciones. Por eso, al recordar log resultados de los §§ 76—84, referentes a las samejanzas unitaria y ortogonal, concluimos que son licitas las afirmaciones siguientes. CAP. 11. FORMAS BILINEALES YT CUADAATICAS: a8 Toda matriz real, siméirica o antisiméirica, se reduce a la forma ental mediante la transformacién congruente cori una matriz orto- gonal. Toda matris compleja se reduce a la forma candnien por medio de la transformacién congruente hermitiana com wna mairis writaria, Estas afirmaciones son, en lo principal, de interés teérico, dado que en In practica resulta muy dificil hallar matrices wnitarias y ortogenales de la transformacion, sobre toda cuando n > 5. Ejercicios. 1. Demudstrose que si las descomposiciones (8.1), (88.5), (93.0) existen, som iinicas. 2 Demuéstrese que si todos los menores {a excepciin, quizds, del menor de orden superior) de la matnz 4, dispuestos en la esquina imierior detacha, son distintos de cere, eltomces ex ademas, sélo una descomposicion Aw LDU,.donde / es una matrix trian; dorecha, U, ung matriz triangular izquierda oon elementos diagonales igual uno, D, una matriz diagonal & Demuéstrese que para los elementos @,; de Ja matriz, & que figura en el ejercicio 2. son validas Iss correlaciones a 4-4, tee jp bd. dan 8nay n= at Tt ey » hee (tet t+8,. em 4. ¢Ee qué factores triangulares pueda descomponerse una matrit, si soo lentes de coro sh menores dispuestos en la esquinn izquierda inferior (derecha superior? 4. Supongames que para loa elementos a, de la matrig A se vertfiean las eorrelaciones ay = 0, kep—owpoi]ch w3a4p pate ciertos numeros I< k. Tal matriz se llama matrz de conte. Demuéstrese que si para wos matriz de cinta 4 tiene lugar In descomposiciém (93.11, entonces: by = 9, j-t 3 jay! 3 § 95. Hipersuperficies de segundo grado Con el estudio de las formas enadriticas reales esta estrechamente relacionada la investigacién de otros objetos, a saber, hipersuperficies de segundo grado, Desean- do subrayar el caréeter geométrico de muchas propiedades de las hipersuperficies, en adelante ILamaremos a los vectores casi siempre puntos del espacio R,. Se denomina #ipersuperficie | de segundo grado en el espacio R, un conjunto de puntos cuyas coordonadas x, 24, .. -, 2, satisfacen la eeuacidn a8 a a 2 84.8 ))—2 bya, po=0, (95.4) donde ay, 54, ¢ $00 unos nimeros reales. jimplifiquemos la anotacién. Al igual que en el caso de las for- maz cuadraticas, supondremos que la matriz A con los coeficientes «a, 08 simétrica. Designemos con & un vector con laa ¢oordenadas by, By, sy Bn Introduzcarios en el espacio R, un producto escalar como Suma de productes de las coordenadas, tomados dos a dos. § 05, HIPERSUPERFIGIES DE SEGUNDO GRADO B47 Ahora, le hipersuperficio f de segundo grado en el espacio R, pusde considerarse como un conjunto de los puntos x dal espacio euclideo R,, que satisfacen la ocuacién (Az, 2) —2(6, +e =O (95.2) o bien, por sor la matriz A simétrica, la scuacién (2, Az) —2(b, 2) +e = 0, La investigacién de las hipersuperficies de segundo grado le empozaremos con el estudio de Ia disposicién conjunta de estas su- perficies y de lineas rectas. Tomemos una recta arbitraria en al espacio R,. Supoogamos que esta recta pasa por el punto #0 tHene un vector director [ Los puntos z de dicha recta se definen mediante la iguaidad z=rth (95,3) para cualesquiera nimeros reales ¢. Al sustituir la expresién dada para z en (95.2), obtendremos (Al, = 2t((b, ) — (Al 2g) + + (Ata. to) — 2 (by zo) + ¢ = 0. (95.4) De este modo, los puntos de interseccién de la recta (95.4) con la hipersuperticie (95,2) se determinan porrlas raices de la ecuacion cuadratioa (95.4). Diremos que la recta (95.3) con el vector director | os de direc- cidn mo asintdtica (asintétiea) respecte de la hipersuperficie (95.2), si (Al, ) 60 (AL, = 0) ‘Consideraremos una recta cualquiera que tiene la direccién no asinutética Ly atraviesa la hipersuperfitie. Los puntos de interseccién determinan en cada una de estas rectas un segmento al cual llama- remos, por analogia con la geometria slemental, cuerda. Designemos con J el conjunto de puntos medios de todas las cuerdas. 31 los extre- mos de una cuerda son contraidos a un punto, éate se considerari también como punte medio do la cuerda. Probomos que L pertenece a cierta hipersuperficie. Los oxtremos de cualquier cuerda se determinan por los valores del pardmetro ¢ coincidentes con las raices de la ecuacién (95.4). Por ello el punto medio de la cuerda se determina por el valor de ¢ igual a la semisuma de las raices. De confirmidad con las formulas de Vibte esto nos da dh (Al, Ze) t aa (Y5.5) “' 5, a3 cl punto modio do la cuerda, entonces - (b, (Al, xy) sat OE. CAP 11 FORMAS BILINEALES ¥ CUADRATICAS 348 Ahora tenemos (Al, 2) = (at, rs pth BO(AL 29) t) = ih iy zs (BAR, xe) : = (Al, 2) +a (A, d= (b, De Asi pues, los puntos medios de todas las cuerdas salisfacen la ecua- cién (Al, x) = (0 (05.8) Comm el segundo miembro de Ja ecuacién no depende de x, enton- ces, de acuerdo con In formula (46.8), esta ecuacién determina un bsperplene cuyo veclor normal es igual a Ai, El hiperplane (95.6) se llama hiperplano dlametral conjugado de Ja direccién f respeeto a la hiperauperficie (95.2), La forma oxplicita de la ecuacién det hiperplano diametral per- mite establecer toda una serie de propiedades importantes que poseen Jas hipersuperficies de segundo grado. Sea A una matriz regular. Entonces, paru cualesquiera vectores linealmente independientes dj, d ... , serén también linealmente independientes los yectares Al, Aly, .., Al,. Supendremos luego que todas las direcciones 4, dy... 8, on mo agintéticas. Esto tendrd lugar a ciencia cierta en el caso, por ojemplo, cuando la forma cuadratica (Az, z) es defi- nida positive. Por consiguiente, se puede constzuir un sistema de n hiperplanos diametrales conjugados de las direcciones Bie bey i Los hiperplanos tendran un unico punto comin 2*. Ahora, de la for- mula (95.6) se desprenden [us igualdades {Ar* — d, 4) =0 para = 1,2,..., m En virtud de la indopendencia lineal de log vectores J), esto significa que Az* — 0, es decir, el punta 2* ‘HO €8 Otra cosa que la solucién del sistema de ecuaciones algebraicas lineales Az = b. (95.7) La solucién del sistema con una matriz regular es dnice, razén por la cual el punto construido z™ no depende, on realidad, de como se escogen los vectores h, ky, ,. «y bye Unos céleulos simples muestran que para todo punto x* ea valida la correlacién (Az, 2) —2 (b,c) +e = (A (@ — 2"), 2 — 28) 4 +2 (Ax" — 6, 2 — 2") + (Az, zt) — 2b, 2) +e. (95.8) Si, on cambio, z* os la solucién del sistema (95.7), entonces respecto de tel punto la hipersuperficie (95.2) posee la propiedad importante § 9S, HIPERSUPERFIGIES DZ SEGUNDO GRADO 349 de simotria. A saber, cualquiera que soa z, el primer miembro do (95.2) toma valores iguales on los puntos res*+(e—2%, fart e(e—zt). (95.9) De aqui so deduco, en particular, que ambos puntos, x, 2, se ubican o no se ubican en la hipersuperficie (95.2) simultAneamente. La igualdad wtod(rpe’) ermite llamar al punto z* centro de simeiria de la hipersuperficie, ‘ion la hipersuperficie (94.2) se dispone sunque Sea un solo punto de R,, el centro de simetria se denomina real. En el caso contrario se llama imaginario. Sea, ahora, <* un centro de simotria, es decir, para todo = el primer miombro de (95.2) toma valores iguales en Jos puntos z, x’, Por consiguiente, (Aa, cp— 2 (6, 2) #o = (Az, o') —2 0b, e+. De acuerdo con (95.8), (95.9), esto es posible sélo on el caso en que para cualquier x (az* — 6,7 — z*) ee 0. Mag, Ja altima identidad es valida cuando, y sélo cuando, Ax* — —6=0, es decir, cuando el punto 2* sea la solucién del siste- ia (85.7). Cabo sefialar que aqui nunca suponiames la regularided de la mateiz A, ni tampoco la presencia de otras sus singulari- dades, salvo la simetria. Por esta razdn: Para que el sistema Az=b tenga solucién, es necesario y suft- erenfe gue la hipersuperficie (95.2) cuente con un centro de simetria, El conjunto de tedas las soluciones coincide con ef conjunio de dodos Ios centros de simetria, Do este modo, se pone de manifiesto una relaciin muy pro- funda entre Jos sistemas de ecuaciones algebraicas lineales y las hipersuperficies de segundo grado. Esta relacién s¢ utiliza amp- liamente a] construic los més diversos algoritmos de céleulo. Ew particular, en la construccién del sistema de hipecsuperficies dia- metrales se basa um gran grupo de métodos que forma parte del grupo de los Ilamados métodos de direcciones conjugadas. Estos métodog so tratarin en el ultimo capitulo de la obra, En el caso general la investigacién do las hipersuperficies de sa- gundo grado puede fundarse en Ja reduccién de ollas a la forma cand- nica, casi por analogia completa con las formas cnadraticas. Pero en este caso, ademis de las transformaciones regulares lineales de las variables, $0 exigiran las operaciones de desplazamiento. GAP if FORMAS BILINEALES Y CUADRATICAS 350 Consideremos una transformacitn cualquiera de las variables z= Py que reduce la forma cuadrética (Az, 2) a la forma normal. En términos de las variables y4, yz, .- +. Ya la ecuacién de la hiper- superficie tendrd por @xpresion Wet takin oy dy — «5. Beh —2dbyayypsy— = daa fom OL Realicemos ahora el desplazamiento de las yariables de acuerdo con las f6rmulas vem dy, lorck, won| nh k+1lsier, WY r+icicer, En términos de estas variables la ecuaciin toma la forma ais.. bah—ahy — sas — Bd itp — ~ 3d, c, + pO. Supongamos que uno de los ntimeros d,4,, . ., d,. por ejemplo d,, es distinta de coro. Hagamos f Zh i

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