Pedro Rodriguez Laguna

9h·
Les dejo una copia de mi email que he mandado como protesta a la Ed. Clie, por los articulos de
Ropero apoyando la homosexualidad, si alguien quiere escribir tambien, este es el email,
clie@clie.es:
"Saludos, Sr. Director de la Editorial Clie, que el Señor le bendiga.
Primero que nada quiero agradecerles la gran labor que llevan haciendo en el mundo evangélico y en
el reformado, aquí en España y en latino américa.
Pero el motivo de mi email es unos puntos que encuentro muy graves en el "Gran Diccionario
Enciclopédico de la Biblia" que me parecen de bulto, desde un punto de vista teológico. Me
preocupa y mucho la tendencia al liberalismo teológico de mi país, España.
Y me preocupa que una Editorial de prestigio como ustedes caigan en ese mismo error.
Yo creo en la justicia de Dios, y temo a Dios. Y el camino que están tomando las iglesias por la
teología liberal no va a traer nada bueno, y me temo que con ustedes pase lo mismo.
En Romanos 1:26-32 el Apóstol Pablo cuenta los pecados de los gentiles y las consecuencias de
vivir alejados de Dios. Nombra la homosexualidad como una consecuencia directa de ignorar a Dios
y sus mandamientos.
Aunque hay muchos intérpretes que niegan que Pablo condenase la homosexualidad sino más bien
una conducta lujuriosa y promiscua de esta inclinación sexual. En otras palabras, la homosexualidad,
según estos eruditos, dentro de un contexto de amor y una relación de pareja estable, no es solo
aceptable, sino que esta fuera del interés del Apóstol.
Esta interpretación se basa en un estudio erróneo de las prácticas y creencias antiguas.
En el mundo griego era muy habitual y en la época del Nuevo Testamento estaba bastante extendida,
también en el Imperio Romano. En aquel entonces ya se practicaban orgias homosexuales como en
la actualidad, aunque también se practicaban muchas otras, y no se puede decir con exactitud que la
conducta homosexual pagana fuera orgiástica. Los hombres griegos mantenían con frecuencia
relaciones sexuales con adolescentes; con muchos, de hecho lo consideraban parte para llegar a la
edad adulta.
Los judíos por el contrario condenaban cualquier conducta homosexual por naturaleza, una actitud
que se encuentra en textos como este: Levítico 18:22"No te echarás con varón como con mujer; es
abominación."
La homosexualidad está expresamente condenada tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento
como hemos visto antes. El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios con el propósito de ser
"fecundo y multiplicarse" (Véase Génesis 1:28 "Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y
multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos,
y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra."
Según esto la homosexualidad es pecado, pues va contra la naturaleza humana, mediante la
destrucción o el mal uso del cuerpo o el menosprecio del mismo, y contra su finalidad. El hombre ha
sido creado como ser sexuado, cuyo complemento encuentra en la mujer.
La desviación de la sexualidad natural parece haber sido una de las consecuencias de la caída del
hombre.
La ley de Moisés condenaba varías desviaciones sexuales, ("Levítico 20:13 Si alguno se ayuntare
con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su
sangre.")
El acto sexual homosexual es condenado considerado impuro. Por otra parte, también se condena los
sacramentos paganos de la prostitución masculina en los lugares sagrados durante los cultos
orgiásticos, "1Reyes 14:24 Hubo también sodomitas en la tierra, e hicieron conforme a todas las
abominaciones de las naciones que Jehová había echado delante de los hijos de Israel.",
"Deuteronomio 23:18-19. No traerás la paga de una ramera ni el precio de un perro a la casa de
Jehová tu Dios por ningún voto; porque abominación es a Jehová tu Dios tanto lo uno como lo otro.
No exigirás de tu hermano interés de dinero, ni interés de comestibles, ni de cosa alguna de que se
suele exigir interés. "
Por lo cual la homosexualidad es un pecado, como cualquier otro, pues para Dios todos los pecados
son iguales, y la paga es la misma, muerte.
No se debe excluir de las Iglesias a ningún homosexual más bien se le debe dejar que escuche el
evangelio, y que Dios toque el corazón de ellos.
Un cordial, saludo de un estudiante de cuarto año de grado de Teologia en la FTCR (Facultad
Teológica Cristiana Reformada)."