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El hombre como ente biopsicosocial

¿Qué es el hombre? ¿Quién soy yo? ¿Cuál es el sentido de la existencia humana?


Estos y otros interrogantes por el estilo dominan todo campo de la antropología
filosófica. Los interrogantes sobre la esencia del hombre y sobre el significado de
su existencia, tanto hoy como en el pasado, no nacen en primer lugar de una
curiosidad científica, encaminada al aumento del saber. Los problemas
antropológicos se imponen por sí mismo, irrumpen en la existencia y se plantean
por su propio peso. No es en primer lugar el hombre el que suscita problemas; es el
propio hombre el que se hace problemático debido a la vida y a la condición en que
vive. La antropología filosófica no crea ni inventa los problemas del hombre. Se los
encuentra, las reconoce, los asume, los examina críticamente. E intenta
fatigosamente, dar una respuesta que pueda iluminar la problemática concreta y
existencial. La problemática antropológica se asoma a la vida concreta de muy
distintas. Quizás sea posible agruparlas en torno a estos tres temas: admiración y
maravilla, frustración y desilusión, experiencia de lo negativo.

La admiración y maravilla. La reflexión sobre las dimensiones fundamentales


del hombre puede nacer de la maravilla y de la admiración frente al universo o frente
al hombre y sus creaciones. También la experiencia religiosa puede abrir
semejantes horizontes de maravilla. La admiración expresa en cierto modo una
actitud contemplativa, está orientada hacia el reconocimiento de la grandeza y del
misterio que hay en el hombre independiente de la obra humana y anterior a ella.

Frustración y desilusión. Muchos hombres viven absortos en sus empresas


exteriores o en la superficialidad de una vida en masa que se muestra poco inclinada
a la reflexión. Solamente entran dentro de sí en el choque con la realidad, esto es,
en la experiencia de la frustración, del fracaso o de la derrota.

Lo negativo y el vacío. Mucho hombres intentan un planteamiento de la vida


en conformidad con una filosofía o una visión del mundo y del hombre; o bien corre
detrás de valores engañosos, orquestados por una pérfida publicidad olvidándose
de los verdadero problemas. La experiencia de vacío y de la nada es más que un
modo negativo de protesta y de repulsa de una civilización que debería servir al
hombre, pero lo ahoga en sus aspiraciones.

Raíces más profundas del problema antropológico, parecen estar sostenida


sobre todo por ciertas experiencias e instancias específicas: por una libertad que
busca ser ella misma y no puede sustraerse a la propia responsabilidad, por las
relaciones con las otras personas, especialmente con las queridas, finalmente, por
una necesidad impelente e insoslayable de encontrar un significado global a la
existencia humana.

Así pues se llama “antropológica filosófica” a todo intento de asumir la


problemática específica del hombre, disciplina que toma al hombre como objeto de
investigación y estudia al hombre desde el punto de vista del hombre, esto de
manera personal y en su globalidad. Usa un método llamado “interpretativo” o
“hermenéutico”

La antropología filosófica y la tanatología se pueden encontrar relacionadas,


ya que a través de lo que rodea a la muerte surgen ciertas dudas como ¿quiénes
somos? y ¿para que existimos?; estas se hacen más latentes como nos vemos
envueltos en situaciones donde se vea involucrada la muerte. El ser humano busca
a veces la razón de su existencia para clarificar las incógnitas que rodean a su vida,
y también ver si en realidad está cumpliendo con lo que espera supuestamente
esta. Para esto nos vemos rodeados de cierta ansiedad al no clarificar la duda de
nuestra existencia y tras resolverla esta genera un acto liberador que da paz y
tranquilidad a los seres humanos, cosa que busca el ser humano ante la muerte.

La concepción respecto a la muerte según Schopenhauer (2009) aborda la


temática forma algo lírica, y explica la consistencia de la vida y su interacción con
la muerte, considerando a esta algo natural y necesario; y que no todo lo sea o
signifique algo malo tenga un significado negativo, sino por el contrario todo lo
bueno en realidad tiene connotaciones negativas, sus ideas ante el sufrimiento y su
función, al igual de los engaños que nos rodean en la vida.
Schopenhauer (2009) plantea la dualidad ante la vida y la muerte, así como
el bien y el mal. La muerte es algo simple y necesario y naturalmente tiene que
suceder en algún momento ya que esta es la cúspide de nuestra propia historia. La
visión ante que en la vida se relaciona con el sufrir. Si en realidad nos conectamos
con el sufrir nos hace darnos cuenta que estamos vivos y que en realidad la eterna
felicidad es algo utópico. La vida como una comedia trágica, de la cual somos
participantes aunque algunas veces, nada más nos comportamos como simples
espectadores que nos disfrutan en realidad esta dichosa obra.

La muerte es como la misma gloria que para alcanzarla pasaremos por


dolores, sufrimientos y penas. Para no sentirlas nos engañamos a veces y
preferimos vivir en un pasado efímero de felicidad a sabiendas de que esta no existe
y además no perdura. Siendo que nos provoca nostalgia y vivimos en un engaño de
vida y al final nos damos cuenta que no terminamos viviéndola perdemos nuestra
“salud, juventud y libertad” (Schopenhauer, 2009, p.91). Si bien sufrimos día a día,
no significa que no gocemos, el sufrir es necesario, además nada ni nadie es
perfecto en el mundo, por eso al fin de cuentas es necesario morir, la naturaleza
exige la muerta ya que es necesaria para cumplir el infinito ciclo de la vida.

Ante lo que da aborda Schopenhauer concuerdo en que la vida no es algo que


tengamos comprando pero en cambio la muerte si, sabemos que en algún momento
esto tendrá que pasar, esta puede llegar en nuestro nacimiento o vejez, pero llegara,
ya que es un hecho natural los seres vivos, y ante el sufrimiento o como él lo plantea
en su título los dolores del mundo, coincido si la vida no solo está llena de felicidad
sino que también está llena de dolores, tristeza y enojos, y eso es en realidad lo que
hace emocionante nuestro vida. Aunque el autor lo plantea de manera un cruda y
pesimista, nos dar a ver la realidad de lo que consiste la vida y debemos ser abiertos
ante este hecho, y no vivir en la búsqueda de la vida eterna y la felicidad infinita, si
no ser conscientes de nuestra realidad, y acordarnos que hablar de vida es hablar
de muerte y viceversa.
Las implicaciones de la cultura y la muerte según Roblero Morales Marín (2008),
en su investigación realizada acerca de la concepción del hombre-naturaleza,
aborda temática como la concepción de la religión, y el proceso de conversión a una
religión no propia de su cultura, así como de los participas pare este cambio, la
función propia de la religión en la cultura maya de descendencia lacandona y su
interacción con la misma naturaleza y su importancia en su vida diaria.

Roblero M. Marín (2008) aborda la visión socio-cultural desde un punto de


vista religioso de la comunidad lacandona, se llega a percibir a la religión más como
un estilo de vida en donde se involucra al hombre y la naturaleza por iguales,
además antepone que cada uno tiene un función en la religión y en la vida diaria,
tanto hombres, mujeres y animales tiene sus propios rituales, y todos son
importantes en la cultura maya-lacandona, se aborda la temática en donde se
explica que todavía no hay un anclaje solido en las nuevas religiones traídas por
otras comunidades colmo las norteamericanas, tzeltales y choles, y en la
conversión a estas nuevas religiones cuando las hay se ven involucrados
principalmente las mujeres.

Se observa que poco a poco se van mezclado la misma religión de la cultura


maya con las religiones occidentales, pero también se observan ciertas
contraposiciones como son “Los parámetros verticales y jerárquicos del cristianismo
contrastan con la intersubjetividad horizontal de los lacandones que consideran,
como vimos, que lo que existe –personas, animales, recursos naturales y dioses-
tiene vida y posiciones, relaciones y conductas equiparables y complementarias”
(Morales, 2008, p. 133) en cambio para la religión cristiana como ejemplo “hay una
dualidad polarizada entre lo humano y naturaleza (Morales, 2008, p.133). Pero la
cosmovisión de la muerte en la cultura maya se concibe a esta como algo natural
con la cual se puede interactuar, y no solos los humanos interactúan, sino también
los animales y dioses, por eso en las narraciones de Kayum Maax dice “después de
la muerte volveremos a vivir en formas de animales y los animales lo harán en forma
de hombres” (Citado en Morales, 2008, p. 132), por esto podemos asumir que creen
en un concepto de resurrección o bien puede ser un ciclo de vida donde a veces
somos animales y a veces hombres, a diferencia de la religión occidental donde
creen que la resurrección solo puede ser de hombre a hombre. Se cree que hay un
mayor respeto hacia la naturaleza y la muerte en la cultura maya, de lo cual yo
considero es cierto actualmente el ser humano ha perdido la conexión con estas,
pero también la perdido consigo mismo, trayendo como consecuencias guerras y la
destrucción de varios ecosistemas. La falta de respecto así las personas que
mueren restándole importancias

Aunque Morales no se enfoca totalmente a la temática de la muerte en su


texto acerca cultura maya-lacandona más bien entre la Relación Hombre-
Naturaleza, en conclusión nos da algunas concepciones como son el respecto a su
medio, la importancia de esta, el ciclo de vida o como bien puede ser una idea de la
resurrección y también acerca de la dualidad entre la vida y la muerte para reafirmar
esto Eroza (2006) dice que “la cosmogonía lacandona se basa en la concepción
cíclica del tiempo, en una serie de creaciones y destrucciones sucesivas del mundo
que resultan de la lucha irreconciliable entre fuerzas antagónicas del cosmos: luz-
oscuridad, arriba-abajo, orden-caos, vida-muerte, etcétera.” (p. 27), entonces esto
nos da entender que con las culturas mestizas no hay tanta diferencia como el
hecho de la dualidad, la única diferencia relevante se podría decir que es el cuidado
del medio que lo rodea.

Si hablamos desde mi punto desde mi experiencia cercana desde mi infancia y


hasta al momento actual de mi vida, mi familia han sido completamente siempre
directa al tocar la temática de la muerte de algún ser querido, familiar o conocido,
al explicarme si esto sucedió asesinato, accidente, muerte por una enfermedad, o
por edad, me explican como sucedió el hecho, pero también me llegan a comentar
los logros y erros que desde su punto de vista hizo esa persona. Y que el hecho
de morir no significa que sea el fin de este, sino también podría representar el
nacimiento de algo nuevo, ya sea “rencarnar” o el hecho de “rendirles cuenta dios
en el cielo”.

Pero si hablamos en si del hecho de por qué silencia o calla a la muerte se


puede haber un varios factores en las que se ve desarrollada esta como son la falta
de cercanía hacia este hecho, la incomprensión, propio duelo no hecho de la
persona que va comunicar esto y podría ser el no encontrar el supuesto tiempo o
momento correcto para comentar esto o no manejar el mismo código lingüístico que
la otra persona (Corless, Germino y Pittman, 2005), esto hace a veces no
comprender el hecho que conlleva una perdida.

También se ven involucrados factores como la ansiedad y angustia, lo hace


a veces que el sujeto no comento con los otros la perdida, si bien con esto podemos
decir que salen a relucir los mecanismos de defensas y estrategias de afrontamiento
para la ansiedad y angustia, estos surgen tras el fallecimiento de un ser querido, o
bien se da desde la muerte social y esta es lo que antecede a la muerte biológica.

Lee y Ann (2005) comentan que:

“la muerte biológica (...) [es] precedida por la muerte social (…) [es común que
se dé ] Un patrón de evitación que es resultado de una muerte social
prematura (…) [a veces se tiende algunas respuesta alrededor de la muerte
como son en] intentos por tranquilizar (“Estás muy bien”), negación (“No tienes
nada de qué preocuparte”), cambios de tema (“Hablemos de algo más
agradables”) y fatalismo “”Todos tenemos que morir algún día”) (Citado en
Corless, Germino y Pittman, 2005, p. 17)

Se observar que mecanismo tales la evitación, negación, racionalización, y


a veces se puede dar la proyección se usados el proceso de duelo, por ejemplo ante
el hecho de que algunas personas se expresan de “es que no sé cómo explicarle
como (murió) paso esto” ante esto se podría decir es que el mismo sujeto no
entiende lo que es la concepción de muerte.

Se podría creer que el silenciar a la muerte se da porque se considera algo


malo, pero ¿Cómo porque se considera a la muerte algo? Actualmente vivimos en
una era donde nos gobierna el capitalismo desde mi punto de vista, y en esta el
termino perder se considera algo desastroso o fatídico; la sociedad actual busca el
ganar u obtener más, y si hablamos de muerte es a veces hablar de perder y por lo
tanto si se asocia esto términos (muerte = perder = malo) nos encontraremos que
atenta contra los principios del capitalismo, por lo eso a veces se pretende buscar
anular o pasar por alto cierto hechos que envuelve a la muerte, tales como que
nadie es eterno y joven, y todos los seres vivos cumplimos un ciclo de vida, no
podemos comprar más vida o juventud. Pero en realidad no es que se desvalorice
a la muerte sino que en realidad esto radica en la angustia de saber ¿Qué es vida
y muerte? y ante tales incógnitas se busca el no tocarlas hasta que se viva en carne
propia los sucesos que envuelve la pérdida de un ser querido cercano o que el
sujeto este en su hecho de muerte es ahí donde se da cuenta que tiene que
afrontarlo y hablar de esto.

El conocimiento y el dominio del mundo están sometidos al reconocimiento del


hombre por parte del hombre. Los excesos de miseria humana han puesto de
relieve la unilateralidad y la deformación de la imagen del hombre que ha
dominado en gran parte la cultura moderna.

De la egología a la dimensión interpersonal. Esta antropología del yo,


orientado hacia el conocimiento científico y el dominio técnico del mundo, presenta
dos líneas de desarrollo: por un lado la línea racionalista e idealista, que absolutiza
la importancia de la conciencia que “piensa” al mundo y minimiza la densidad del
mundo material y el valor del cuerpo; por otro lado la línea empirista, que absolutiza
la importancia del mundo material y del cuerpo, minimizando a su vez la densidad y
la consistencia de la conciencia.

La pérdida del yo en el idealismo: La existencia del otro es conocida sólo


indirectamente, a través de las cosas puramente materiales y objetivas. En el
idealismo postskantino se hace plenamente visible la pérdida del yo, se comprueban
la inconsistencia y la insignificancia del yo singular. La racionalidad objetiva es
profundamente independiente de la contribución de cada uno de los sujetos. Carece
de importancia el que una verdad sea pensada por mí o por ti. El yo que reflexiona
racionalmente puede encontrar en sí mismo la verdad de todos los sujetos.

La pérdida del yo en el imperialismo. El imperialismo llega a perder al yo


privándolo de su propia autonomía respecto al cuerpo y al mundo material. El yo
está construido sobre la base de ideas e impresiones, sometidas a las leyes
asociacionistas. Se concibe por consiguiente como una especie de resultados que
brota de la conjunción de diversos factores.

La tentación del colectivismo. El colectivismo, según M. Buber, pretende


esencialmente liberar al hombre de la soledad en que se encuentra como
consecuencia del individualismo tomado como ideología de la cultura moderna. El
hombre moderno, es un ser sumamente aislado y solitario. La soledad quedará
vencida cuando todos participen en todo y la colectividad provea a todas las
necesidades de todos. Los individuos existen únicamente en cuanto participes de la
sociedad. El colectivismo quiere resolver el problema del hombre en toda su
amplitud, cambiando y revolucionando la relación con el mundo material, que
considerado como la base y la matriz de las relaciones sociales.

La afirmación de las relaciones interpersonales. Las relaciones con los


demás son la primacía en el pensamiento sobre el hombre. La visión existencial de
M. Buber: la relación con el tú no es solamente una relación con entre las demás,
sino la relación por excelencia, el primun cognitum. La relación con el otro se
caracteriza por la inmediatez. En otras palabras, no ha intermediarios en el
encuentro. El verdadero ser no es ya la subjetividad sino el encuentro de las
personas: lo intersubjetivo que se constituye en yo y tú. La aportación de E. Lewis:
Da la afirmación neta de la primacía del otro como verdad fundamental del hombre
y lugar de sus dimensiones metafísico religiosas. El otro es aquel que mira desde
arriba, que exige y tiene derecho a exigir. La relación interpersonal revela entonces
una asimetría fundamental.

Los efectos de la modernidad frente a la desfiguración de la dignidad


humana, vivimos en una era de globalización donde se pretende buscar un
pensamiento global acerca de que como ver y vivir la vida, aquí es donde creo tal
vez se trasgreda la individualidad del ser humano, busca hacer esto en realidad
hace que se pierdan el sentido de libertad de pensamiento y formas de como
conceptualizamos y vivimos ciertos hechos significativos de la vida, nos olvidamos
de tomar en cuenta nuestra propia individualidad; aunque también se observa
aunque suene paradójico el hecho de que las tecnologías a creado seres demasiado
individuales que no tienen tanto contacto social de manera “vivida y significativa”
sino es más una comunicación mediante aparatos electrónicos que ahí es donde
pierde parte importante de las formas de comunicación y la transmisión de
pensamientos.

La concepción de muerte en la actualidad y los efectos en el


procesamiento del duelo. La concepción de la muerte desde la visión de García
Hernández (2012) la muerte nos explica que esta puede ser la de nuestra
individualidad y se da desde el nacimiento debido a que los seres humanos
somos seres sociales, en primera instancia a partir de esta idea que plantea
podría ser cierto a mi parecer si consideramos desde que nacemos estamos
inscritos en un grupo social como son la familia, amigos y conocidos; con los
cuales compartimos pensamientos, sentimientos, sensaciones y vivencias,
podríamos decir entonces que nuestro nacimiento bien marca el morir de nuestro
ente individual y pero marca nuestro renacimiento como un ente social

A los seres sociales se nos enseñan a no mirar a la muerte como cercana


sino es visto que aquellos que tienen que morir primero desde un plano físico son
las personas de “la tercera edad” y “los padres”, estos tal vez puedan ser parte de
mis propios ideales que marca mi forma que me enseñaron a ver la sociedad y la
cultura aunque sé que esto no es totalmente cierto, la cultura va ser parte de la
influencia en la visión de cómo se conceptualiza la muerte, podría ser que para unas
puede ser algo trágica, para otros un retribución o bien la paz eterna. Por lo tanto
se podría decir que como tal una muerte se puede definir de manera biológica, pero
de manera social, cultural y personal, tal vez no se pueda conceptualizar y por eso
el hombre actual vive con ese vacío y no busca encontrarle un significada hasta que
se dé un suceso que significativo que le haga ver que la muerte siempre está ahí.

También Fonnegra (2006), nos plantea acerca del pensar en la muerte, y


cuanto valor se necesita para pensar en esta, nos propone pensar en realidad que
también conceptualizada tenemos la muerte, esto desde un ámbito biológico como
en realidad se degenera el cuerpo y sucede la muerte de esta; y si bien considero
es cierto muy pocas veces nos detenemos a pesar como se da esto, pensamos en
que lo causa pero no como se da el proceso dentro de esta, y también propone la
idea de pensar cómo se llevara el proceso de duelo o que queremos que se de
nuestra muerte en determinadas circunstancias como son la muerte cerebral, el
estado vegetativo, etc., aunque plantea la idea que se lleva en su país Colombia la
de dejar un “Testamento viviente”, en realidad me podría a pensar que tan factible
es lo que no plantea, a veces el quehacer con nuestro cuerpo no se hace según se
tiene estipulado previamente, deberemos considerar que también entran en juego
las creencias de cómo llevar la muerte y el proceso funerario de cada miembro de
la familia, tal vez eso que llamamos “nuestra última voluntad” serviría más como de
una guía y se respeta aquello que es pues se cumpliría con esta satisfacción de
transición espiritual y social propia, pero bien esto es parte también de los procesos
de duelo del sujeto que va a morir y los miembros cercanos a esto.

El afrontamiento de duelo según las ideas planteadas de García Hernández


(2012), plantea de la visión de los padres como es el perder al hijo, aporta ideas
muy reconocibles que son el todos tenemos los mismo sentimientos cuando se da
este proceso pero tenemos forma diferentes de afrontamiento en como expresar
esta sensación lo rituales para la reconciliación con la vida y muerte, ante esto se
podría decir que todos llevamos vivimos la misma muerte de una persona de
manera muy particular, entrara en juego nuestros ideales, creencias y cultura. Ante
esto Fonnegra (2006) ponen la participación de juego de la personalidad de cada
sujeto en el cómo va llevar su muerte, que tan factible es esto, si bien es cierto lo
que plantea ella es parte importante de lo que somos nosotros pero la manera de
que una persona introvertida la llevara como tal de manera callada y una persona
extrovertida hablara más de su muerte, puede ser caso contrario debido que la
muerte se puede es una activar de reacción complejas en el hombre, no puede ser
tan predecible su reacción y por lo tanto la ideología que sustenta se podría un poco
analizar qué tan verídico desde mi punto de vista creo que esto debe ser reevaluado
y tomar otras consideraciones del hombre.

Coinciden García (2012) y Fonnegra (2006), este proceso es largo pero no


difícil, yo creo que esta ideología de largo se podría considerar que es en cuestión
de tiempo pero esta visión de tiempo, pero el idea de este tiempo es subjetivo, como
bien se ha mencionado el duelo es particular para cada persona y por lo tanto
nuestra visión del tiempo del mismo va ser igual, ante su postura de no ser difícil es
cierto en algún momento alcanzaremos a reconciliarnos con la vida-muerte.

Hay una consideración que se ve al término de este proceso de lo que habla


García Hernández (2012) esta es la reconstrucción de una nueva identidad, puedo
pensar que ante la pérdida de un ser querido se pierde una parte importante de
nosotros de nuestra vida y como no podemos vivir como fragmentos, tenemos que
rearmarnos con todo aquellas que queda después de la muerte física de alguien,
aunque se tomara en cuenta que debemos aprender a vivir con la muerte de este,
entonces parte del proceso es la inclusión de la muerte de alguien en nuestra vida
ahora ya no con el mismo significado de dolor y sufrimiento, sino con nuevos tal vez
esperanza y tranquilidad no lo eso será según la conveniencia de lo que pueda
ayudar al sujeto queda después de la transición de un ser querido.

Para terminar si bien nos plantea García Hernández (2012) su visión de la


vivencia de la muerte de un hijo en un padre, ponen algunas ideas que para mí
fueron muy atrayentes como bien mencionada con anterioridad esto de plantear nos
la reconstrucción de la persona que tan beneficiosa es y como ayuda a sobrellevar
la muerte en sí, en cuanto al texto de Fonnegra (2004) donde aborda sus ideas de
la vivencia del proceso de duelo en los paciente con un diagnóstico de enfermedad
terminal y nos plantea su trabajo de cómo se da esto desde que se da el diagnostico
hasta cuando que se da la última respiración del sujeto, considero que ambas
lectura son beneficiosas ya que nos ayuda a resurgir nuevas incógnitas acerca de
cómo se puede visualizar a la muerte, y podemos concluir que esta no se puede
conceptualizar por completo y en realidad cada vez más surgen ideas que debemos
de tomar en cuenta para intentar comprender a esta.

Ante la búsqueda de la compresión de la muerte como un medio de apoyo


para el hombre surge la Tanatología, en México se formaliza la disciplina. En 1982
el Dr. Santiago Mar Zúñiga y varios alumnos comenzaron a planear la fundación
de una asociación civil que estudiara y laborara en los campos de la tanatología.
En 1988 Alfonso Reyes Zubirí, estuvo estudiando estatutos, lineamientos,
objetivos, organización, etc., acompañado, en algunas ocasiones, por el Dr. Juan
Ignacio Romero Romo la Enfermera Cardióloga Pamela Babb Stanley. Su ilusión y
mete eran que, ahora sí naciera una Asociación que vendría a ser, la pionera en
México en estos campos.

Se funda la Asociación Mexicana de Tanatología, A.C. El 18 de noviembre


de 1988 firman el acta constitutiva, siendo esta asociación, la AMTAC, la pionera en
México, al ser reconocida oficialmente por el gobierno de la República. La
presentación oficial de la AMTAC no fue sino hasta el segundo miércoles de enero
de 1989. Posteriormente se comienza impartir un curso basándose en los trabajos
de la doctora Elisabeth Kübler-Ross y el Dr. Santiago Mar Zúñiga que se tituló:
Curso de formación para formadores en Tanatología. En la Universidad
Iberoamericana, se impartió el Primer Diplomado en Tanatología con
reconocimiento universitario en la historia de México (1989-1990). Pronto en el
primer aniversario de la fundación se organiza el Primer Congreso Nacional de
Tanatología y Suicidio en México esto en 1990. En 1992, se llevó a cabo el Primer
Congreso Internacional de Tanatología y Suicidio, fue este el primero en la historia
del mundo, en esta se propuso oficialmente fundarse la Asociación Internacional
de Tanatología. En 2002 en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, empezó la
Maestría, primera que existe, en la historia del mundo. El Colegio de Tanatólogos
de México, A.C. (COTAMEX), nació en el 2001.

Algunas Nociones Básicas. La razón de existiré como estudio, es curar, el


dolor de la muerte y el dolor de la desesperanza. El sufrimiento nace porque uno se
está enfrentando a su propia muerte o a la de un ser querido, o porque está
sufriendo el dolor de duelo. Si queremos curar al humano lo primero que tenemos
que aprender es quién es y que es el Ser Humano. Se afirma que el Hombre es un
ente bío-psico-social y espiritual. El trato profesional deberá ser único y especial
con cada uno de nuestros pacientes.

Definición y clasificación de la tanatología. Una definición que abarque todo


lo que explica y trabaja, no existe, en donde se ejerce y lo que estudia, abarca
múltiples aspectos. Diferentes clasificaciones de esta: Ciencia, como Disciplina
científica, se llega a considerar también un arte, una especialidad, una sub-
especialidad o campo

El objetivo de esta es hacer que el enfermo tenga plenitud de vida o vida a


plenitud, y así alcance su trascendencia. Estudia todo lo relacionado al proceso de
morir, a la muerte y a lo que existe después de esta. Sus finalidades la primera es
lograr que el enfermo terminal, o en fase terminal, viva a plenitud, el tiempo que le
queda; la segunda se trata de los familiares o amigos íntimos de quien va morir,
curarles el de la muerte y el de la desesperanza; la tercera, nace una vez ya ocurrió
la muerte se les debe ayudar a elaborar su duelo; y el cuarto es curar de su
desesperanza a quienes sufren de una ideación o conducta suicida.

Si bien se menciona que México fue el epicentro para darle profesionalismo


a la Tanatología, tal vez podría decir que el apoyo en este país surge, debido a que
históricamente y culturalmente tendríamos un gran arraigo hacia los misterios que
envuelve a la muerte, tales como los múltiples rituales que surgen alrededor del
todo el país. Las nociones centrales que plantean en el Trabajo de la Tanatología
está el hecho de usar la palabra curar me surge dudas es posible hacerlo totalmente
o esta solo será parcial, aunque me agrada la idea que plantea de ver al hombre no
solo como un ente bio-psico-social, sino que agregarle la palabra espiritualidad, sin
ser delimitantes a las creencias personales de cada persona hecho importante
debido como bien plantea no somos seres fragmentados sino completos y por lo
tanto tenemos que vernos como un totalidad, cada humano posee rasgos
particulares y únicos, que hace que el trabajo del tanatólogo sea único, personal e
importante en todo a lo que relaciona al hombre.

Referencia

Corless Inge; Germino Bárbara, B. y Pittman Mary, A. (2005) Agonía, muerte y


duelo. Un reto de vida (1ª Ed.) México: Manual Moderno. PP. 1-20 y 55-70
Eroza Solana, J. E. (2006). Lacandones. (1ª Edición). México: Comisión nacional
para el desarrollo de los pueblos indígenas. (p. 27)

Fonnegra, I. (2006). Morir bien: Un compromiso personal. Colombia: Planeta. pp.


23-70

García H., A. (2012). El duelo: Un espacio intermedio de aprendizaje en la vida.


(1ª Ed.) México: Sociedad Internacional de Tanatología. pp. 41-87

Gevaert, J. (1995). El problema del hombre. Introducción a la Antropología filosófica.


(10 Ed.). Salamanca, España: Sígueme. pp. 11-25 y 31-45

Reyes Z., L. A. (2009). El hombre total. (1ª Ed.). México: Aqueroediciones. pp. 11-
57

Roblero Morales, M. (2008). Limiar. La santa muerte (Volumen 6). México:


CESMECA. Capítulo 3. La relación hombre-naturaleza entre lacandones de
Chiapas. P. 125-138.

Schopenhauer, A. (2009) El amor, las mujeres y la muerte. (4ª Ed.). México: Edición
Coyoacán. Capítulo 3. La muerte. pp. 67-98

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