DE APRENDIZAJE
Los docentes de educación especial no tienen tiempo para reescribir los textos.
Sin embargo, pueden ofrecer adaptaciones basadas en las necesidades del
alumno, los requerimientos del texto y las necesidades del docente del aula
regular (Margolis & McGettingan, 1988; Martens, Peterson, Witt, & Cirone, 1986).
A continuación describimos formas en que los docentes pueden ayudar a los
alumnos a sacar el máximo de los textos.
Grabando el texto
Los maestros pueden solicitar a un voluntario (otro alumno o un adulto) que
prepare una versión grabada de los textos (Smith & Smith, 1985). Los segmentos
de texto grabados deberán ser cortos y claros. Al comenzar la lectura, el maestro
puede incluir en la grabación un resumen de la selección (Bos & Vaugh, 1988);
incluir indicaciones claras sobre la ubicación de la página; y pausar
periódicamente para resumir la información importante y pedirle al alumno
responder algunas preguntas (Salend, 1990). Existen grabaciones de muchos
textos académicos comúnmente utilizados, disponibles gratuitamente o a bajo
precio, de organizaciones tales como Recordings for the Blind (214 East 58th ,
New York, NY 10022).
Utilizando materiales de alto interés y bajo nivel de vocabulario
Ocasionalmente el docente especialista deberá proporcionar a los alumnos con
deficiencias importantes integrados al aula regular alternativas de lectura que
sean de alto interés y bajo nivel de vocabulario. Se debe ser cuidadoso y discutir
con el docente del salón las posibles alternativas para asegurar que la alternativa
propuesta cubra el contenido requerido y las expectativas de desempeño. Existen
listas de materiales disponibles comercialmente en Mercer and Mercer (1989) and
Wood (1989).
Para demostrar la relación entre las preguntas del libro y la estructura del texto,
se podría enseñar a los alumnos a parafrasear los títulos, subtítulos y palabras de
vocabulario en forma de pregunta para responderlas durante la lectura. Por
ejemplo, del título "La Península griega," podrían generarse varias preguntas del
tipo "¿Qué?", "¿Dónde?", " ¿Cómo?", y "¿Por qué?". (por ejemplo, "¿Cómo luce la
Península griega?"). Después que los alumnos formulen las preguntas, el maestro
les preguntaría qué tipo de información contendría la respuesta (por ejemplo, un
nombre, una fecha, un lugar, evento, causa, etc.).
Archer y Gleason (1989) ofrecen una técnica similar para ayudar a los alumnos a
comprender la relación entre las preguntas de los libros y las respuestas:
1. Leer cada pregunta con cuidado.
2. Convertir la pregunta en parte de la respuesta (por ejemplo, "¿Cómo afectó la
ubicación de la Península griega la vida diaria de sus ciudadanos?" se convertiría
en "La Penín-sula griega afectaba la vida diaria de sus ciudadanos…").
3. Ubicar la sección del capítulo que habla sobre el tema.
4. Leer la sección para encontrar la respuesta.
5. Completar la respuesta a la pregunta.
Cuando los alumnos formulan preguntas para ser respondidas durante la lectura,
mejora su comprensión del material (Swicegood & Parsons, 1989; Wong, 1985).
Ofrecerles una sinopsis estructurada en combinación con la formulación de
preguntas resulta aún más efectivo para facilitar la comprensión (Billingsley &
Wiuldman, 1988).
Autocuestionamiento (Self-Questioning)
Wong, Pery, and Sawatsky (1986, pp.25-40) describen una estrategia de
autocuestionamiento utilizada por alumnos con dificultades del aprendizaje en
Ciencias Sociales. En esta estrategia, se enseña a los alumnos a formularse las
siguientes preguntas:
1. En este párrafo, ¿hay algo que no entiendo?
2. En este párrafo, ¿cuál es la oración que expresa la idea principal? Voy a
subrayarla.
3. Voy a resumir el párrafo. Para resumirlo copiaré la oración que expresa la
idea principal y añadiré detalles importantes. Esa será la idea-resumen (summary
statement).
4. ¿Se vincula la idea-resumen con el subtítulo?
5. Cuando tenga las ideas-resumen para toda
la subsección (todos los párrafos debajo de un subtítulo):
a. Voy a revisar mis resúmenes para la subsección completa.
b. ¿Mis resúmenes se vinculan entre si?
c. ¿Se vinculan con el subtítulo?
6. Al finalizar la lectura, ¿puedo apreciar todos los temas expuestos? Caso
positivo, voy a predecir las preguntas del maestro. Caso negativo, voy a volver al
paso número 4 (Wong et al., 1986).
Lectura activa
Archer y Gleason (1989) han presentado una estrategia sencilla, llamada "lectura
activa" para motivar a los alumnos a ensayar verbalmente y monitorear la
comprensión de los pasa-jes del texto. Durante una sesión de lectura activa, el
alumno procede párrafo por párrafo utilizando los siguientes pasos:
1. Leer el párrafo. Reflexionar sobre el tópico y los detalles importantes.
2. Ocultar el pasaje leído.
3. Recitar. Repetirse a si mismo lo que se ha leído. Decir el tópico y los detalles
importantes en sus propias palabras.
4. Rectificar. Si olvidó algo importante, comenzar de nuevo.
Fichas de estudio
Los alumnos pueden escribir cada nueva palabra importante de vocabulario en un
lado de una ficha, con la definición y el número de página al dorso (Wood, 1989).
Las fichas se archivan por capítulo para continuar repasando y estudiando.
Rooney (1988) detalló un excelente sistema para producir fichas de estudio. Se
pide a los alumnos:
1. Leer el subtítulo y los párrafos debajo del subtítulo. Escribir en diferentes
fichas los nombres de personas o de lugares y los números y términos
importantes.
2. Volver al subtítulo y convertirlo en una pregunta para el examen. Escribir la
pregunta en un lado de una ficha y la respuesta en la otra.
3. Repetir este procedimiento para producir un juego de fichas de estudio que
contenga todas las ideas principales y los detalles importantes de la lectura.
4. Revisar cada ficha. Preguntarse: "¿Cómo se relacionan los detalles con el
tópico?" Procurar responder de memoria las preguntas relacionadas con la idea
principal.
Conclusión
La adaptación de los libros de textos no significa reescribirlos. Modificar los
procedimientos de instrucción y/o enseñar a los alumnos estrategias para
ayudarse a si mismos
a convertirse en lectores más participativos son formas efectivas de ayudar a los
alumnos a utilizar los libros de texto. Las siguientes indicaciones pueden ayudar
a los docentes de educación especial a colaborar con sus pares de educación
regular en este sentido: