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Pasto 23 de Marzo de 2018

Señores:
OFICINA DE CONTROL DISCIPLINARIO INTERNO
Hospital Universitario departamental de Nariño

Referencia: Descargos frente al Auto 18 -018

LITZY GHERALDINE OBANDO DIAZ identificada con cédula de ciudadanía No.


1122785894 expedida en Sibundoy Putumayo, en mi calidad de defensora de oficio
del señor JAIME LADISLAO BENAVIDES SANTACRUZ identificado con cédula de
ciudadanía número 12956166 dentro del término legal respectivo me permito
presentar a su despacho los descargos correspondientes al pliego de cargos de
Auto 18-018 del16 de Febrero de 2018.

Según informe disciplinario de fecha 19 de abril del 2013 suscrito por la doctora
Clara luz Caicedo Maya mediante el cual informa que luego de realizarse
verificación por parte de la Dra. Clemencia Guerrero , quienes visitaron cada centro
médico para corroborar la veracidad de la documentación presentada por
funcionarios del hospital para acceder a beneficio de salud estipulado en el
programa de bienestar social, donde se encuentra que presuntamente allegaron
documentación falsa.

Frente a la formulación del pliego de cargos en contra del señor JAIME LADISLAO
BENAVIDES SANTACRUZ dispongo de los presentes argumentos con que se
demostrará su inocencia:

Cabe resaltar que todos los disciplinados concuerdan ineludiblemente en


determinar que Esperanza Vallejo como la persona que habría movilizado a título
personal un sistema de refrendación del documento “cotización” necesario para la
obtención de un auxilio económico proviene de la entidad hospitalaria, quienes
desconocían totalmente de la procedencia del documento por lo que remuneraban
la gestión aparentemente regular, esta actividad era de conocimiento general por
parte de los trabajadores en el ámbito laboral de la entidad, era difundido que la
señora Esperanza Vallejo realizaba gestiones a título propio para conseguir
cotizaciones de servicios médicos especializados, a razón de que su labor ocupaba
tiempo se remunerada en algunas ocasiones de manera voluntaria y en otras con
valores que oscilaban entre los $15.000 a $30.000.

La actuación realizada por el señor JAIME LADISLAO no correspondió a un


accionar dirigido a configurar una falsificación, sino por el contrario su actuación fue
dirigida a aceptar el servicio ofrecido a varios compañeros de trabajo por una
funcionaria de la entidad, su acción estaba fundada en un error invencible al que
habría sido inducido directa e indirectamente debido a que ella organizaba los
documentos necesarios para acceder al beneficio pero nunca menciono la
procedencia de las cotizaciones por lo que además se evidencia que no hay de
percepción de una la ilicitud.

Por otro lado según lo estipulado en la Ley 734 del 2002 en su artículo 28 numeral
6 el cual expresa: “Causales de exclusión de la responsabilidad disciplinaria. Está
exento de responsabilidad disciplinaria quien realice la conducta: Con la convicción
errada e invencible de que su conducta no constituye falta disciplinaria.” ,dentro de
lo cual cabe destacar que el señor JAIME LADISLAO no actuó con dolo” La
conducta es dolosa cuando el agente conoce los hechos constitutivos de la
infracción penal y quiere su realización”, en este caso no tenía conocimiento de la
forma en que la señora esperanza vallejo obtenía las cotizaciones, por lo que
además no tenía voluntad de obtener el beneficio con documentos falsos.

Según Roxin Claus : “…en sentido jurídico un error de prohibición no sólo es


invencible cuando la formación de dudas era materialmente imposible, sino también
cuando el sujeto poseía razones sensatas para suponer el carácter permitido de su
hecho, de modo que la actitud hacia el derecho que se manifiesta en su error no
precisa de sanción. En su punto de partida esta idea no es extraña tampoco a la
jurisprudencia, cuando la misma propugna graduar la magnitud del esfuerzo que
hay que aplicar para conocer la prohibición ‘según las circunstancias del caso y
según el sector vital y laboral del individuo”

En base a lo anterior el señor Jaime Ladislao Benavides debe ser excluido de la


responsabilidad debido a que tuvo la creencia plena y sincera de que actuaba
ajustado al ordenamiento jurídico, además que el error de apreciación no era
superable, eventos en los cuales la conducta no es reprochable a título de dolo
porque en ellas no hubo conciencia de la ilicitud de la acción, puesto que su acción
no fue con el objeto de configurar un ilícito , sino que simplemente de aceptar de
buena fe y confianza legítima un servicio ofrecido por la funcionario de la entidad
quién se encargaría de presentar los documentos necesarios para acceder al auxilio
de bienestar social, evidenciándose que es ella quien lo induce al error, y que desde
el primer instante el señor Jaime actuó sin intención o acto de premeditación para
elaborar una falsedad.

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