INMUNIZACIÓN PASIVA
La protección individual puede ser pasiva por la administración de globulina sérica obtenida de
un pool de IgG de un gran número de individuos con alto título de Ac neutralizantes.
Todas las preparaciones de inmunoglobulinas (Ig) contienen una concentración suficiente de
anticuerpos anti-VHA para ser protectores.
Cuando se administra tras la exposición o durante la fase inicial del periodo de incubación,
previene la aparición de hepatitis A clínicamente manifiesta. Su efectividad es mayor dentro de
las dos semanas de la exposición.
En algunos casos la Ig no aborta la infección pero, al atenuarla, la hace asintomática. Como
resultado se produce una inmunidad pasivo activa de larga duración, sin embargo, actualmente
se considera que esto es la excepción y no la regla.
INMUNIZACIÓN ACTIVA
En cuanto a la inmunización activa se han diseñado vacunas a virus atenuados, que se obtienen
por pasajes sucesivos del virus en cultivos celulares con pérdida progresiva de la virulencia.
Las vacunas a virus atenuados están basadas en las cepas CR326 y HM175. El otro diseño de
vacuna se logró con el cultivo del VHA y la posterior inactivación con formalina. Se ha
demostrado que son inocuas, eficaces y que inducen una respuesta importante de anticuerpos
neutralizantes en forma rápida.
Diagnóstico.
El diagnóstico de la hepatitis A se fundamenta en la detección de anticuerpos específicos de
clase IgM e IgG frente a antígenos virales (proteínas de la cápside) del VHA en muestras de
suero o plasma del paciente. Estos anticuerpos constituyen los principales marcadores
serológicos de la infección y establecen el diagnóstico virológico de la misma.
VIRUS DE LA HEPATITIS B
Pertenece a los hepadnavirus (de hepa-DNA-virus). Se caracterizan por poseer una envoltura
lipoproteínica (antígeno de superficie de la hepatitis B, HBsAg) y una nucleocápside (antígeno
del core de la hepatitis B, HBcAg). Son capaces de inducir persistencia de la infección con
formas virales en el hígado y sangre durante años o de por vida. La infección persistente puede
estar acompañada de escasa enfermedad hepática o ninguna, pero es común la hepatitis
crónica persistente o activa. La expectativa de vida de los pacientes infectados por el VHB se ve
acortada por el riesgo significativo de desarrollar cirrosis y carcinoma hepatocelular.
RESPUESTA INMUNE
Como característica se liberan grandes cantidades de partículas virales vacías, no infectantes, al
torrente sanguíneo. Es decir, la infección por el VHB determina no sólo la producción en el
hígado de viriones completos, sino también una gran producción de partículas incompletas
(con capacidad inmunogénica pero no infecciosa) constituidas exclusivamente por HBsAg y la
liberación a la sangre de un antígeno soluble ligado al HBcAg, denominado antígeno e (HBeAg).
INMUNIDAD PROTECTORA CONTRA LA INFECCIÓN
La presencia de anti-HBs parece aportar resistencia casi completa a la reinfección. Este
anticuerpo presenta sobre todo especificidad anti determinante de grupo (a). En definitiva en
anti-HBs protege contra la infección. Se ha demostrado que los anticuerpos anti-HBc también
protegen contra la infección en aquellos pacientes que no tienen anticuerpos anti-HBs.
Diagnóstico.
En el laboratorio se deben considerar dos grupos de pruebas: A) los marcadores serológicos
clásicos y B) las pruebas moleculares para la detección del ácido nucleico (NAT)
VIRUS DE LA HEPATITIS C
Jocabed Merma Zegarra
Anyhela Bermudez Aragón
Flor Cutimpo Cutire
Maria Jara
Caroly Villavicencio
Ivet Yupanqui Mamani
Pertenece a los flavivirus. Existen 5 genotipos distintos del VHC. Llamada “Hepatitis no A-no B”.
A diferencia de los otros tipos, en los que la gran mayoría de las personas infectadas
manifiestan la enfermedad a través de una fase aguda, el virus C suele ser asintomático y
permanece en el organismo del 80% de quienes lo adquieren, conduciendo a una hepatitis
crónica silenciosa. Se transmite por sangre (las hepatitis postransfusionales son causadas por el
virus hepatitis C (HCV)), a través de agujas, transfusiones, procedimientos quirúrgicos y
trabajos odontológicos. Es raro el contagio por vía sexual. Al igual que en la hepatitis B, se
indica tratamiento en la fase crónica, con la diferencia de que en este caso es posible eliminar
el virus y curar la enfermedad.
RESPUESTA INMUNE
La infección por VHC induce la formación de anticuerpos contra las diferentes proteínas del
virus.
Su detección suele interpretarse como evidencia de infección activa cuando se asocia a
elevación de las transaminasas.
Los anticuerpos anti-proteína de la cápside son los primeros que generalmente se detectan.
Los anticuerpos anti-glucoproteínas de envoltura son detectados en un bajo porcentaje de los
infectados.
Diagnóstico.
El diagnóstico microbiológico específico para la detección de la infección por el VHC se basa en
la demostración de anticuerpos anti-VHC o antígenos por enzimoinmunoanálisis y detección
del ARN viral por técnicas moleculares que permiten diferenciar diferentes estadíos de la
enfermedad.
VIRUS DE LA HEPATITIS D
Es un virus defectivo que requiere del VHB para su replicación y expresión. El virios (agente
delta) está recubierto por HBsAg, en su interior contiene antígeno delta (HDAg) y una molécula
de RNA. Requiere además que este último se esté replicando para poder infectar. Puede
producir hepatitis crónica y aumentar la severidad de la enfermedad. Las vías de transmisión
son las mismas que en el virus B.
RESPUESTA INMUNE Y DIAGNÓSTICO
En ambos casos: coinfección y superinfección se sumarán los cambios serológicos propios de la
hepatitis B con los propios de la infección delta, estos últimos consisten en la aparición en la
sangre del antígeno delta (HDAg), seguido de la aparición de una respuesta anti-delta en forma
de anticuerpos IgM e IgG.
La infección induce inmunidad tanto humoral como celular. Esta respuesta inmune no es
protectora contra una reinfección, aunque puede modular la sintomatología.
Los marcadores específicos de infección por VHD son: presencia de antígenos de VHD, de ARN
viral en suero y las respectivas respuestas inmune para ellos.
Los anticuerpos IgM anti-VHD suelen detectarse antes de la aparición de IgG.
Como esta infección está directamente relacionada con el HBV, es útil diferenciar si se trata de
una coinfección o una superinfección, para eso se lo relaciona con los marcadores del HBV.
• Coinfección: presencia de AgHBs y respuesta IgM anti-HBc
• Superinfección: positividad para el AgHBs en ausencia de IgM anti-HBc
Diagnóstico.
Es importante recalcar que no debe buscarse la presencia de VHD en ausencia del VHB. En
muchas ocasiones, además, será necesario detectar determinados marcadores del VHB, para
Jocabed Merma Zegarra
Anyhela Bermudez Aragón
Flor Cutimpo Cutire
Maria Jara
Caroly Villavicencio
Ivet Yupanqui Mamani
realizar una caracterización precisa de la infección por VHD. El diagnóstico microbiológico del
VHD se basa en la detección y/o cuantificación de antígenos, anticuerpos y del genoma del
virus. Las muestras de elección son el suero y, en determinadas ocasiones, la biopsia hepática.
VIRUS DE LA HEPATITIS E
Pertenece a los calicivirus. Es una hepatitis autolimitada que puede ser desde asintomática o
leve. Menos común que los otros tipos, se contagia y manifiesta de forma similar a la hepatitis
A: a través de agua y alimentos contaminados, produciendo una hepatitis aguda que sólo en
pacientes inmunosuprimidos puede llegar a fase crónica. Mujeres embarazadas y personas
mayores son especialmente susceptibles de mostrar una evolución severa (y en algunos casos
fulminante) de una hepatitis aguda tipo E.
RESPUESTA INMUNE
Tanto los humanos como los primates infectados experimentalmente han demostrado una
respuesta en fase aguda caracterizada por la presencia de anticuerpos clase IgM y
posteriormente de IgG, aunque algunas infecciones agudas o recientes pueden presentar
niveles virtualmente indetectables de IgM.
La fase convaleciente está asociada con un grado variable de respuesta de IgG.
Diagnóstico.
En la actualidad, el diagnóstico se basa fundamentalmente en la detección de marcadores
serológicos, como los anticuerpos específicos frente al virus, y últimamente en la detección
molecular del ARN del VHE mediante técnicas de amplificación de ácidos nucleicos (RT-PCR).
VIRUS TTV
El TTV es otro candidato como virus potencialmente causante de hepatitis. El TTV, un virus ADN
de cadena única desnudo, fue aislado del suero de un paciente con hepatitis postransfusional.
Si bien el TTV es un virus ADN, presenta un amplio espectro de divergencia de secuencias
(hasta un 30%) lo que determinó su clasificación en 2 genotipos distintos.
Diagnóstico.
El virus se diagnostica por amplificación de su ARN por medio de sistemas de RT-PCR. También
es posible detectar anticuerpos frente al virus. Parece que la elevación de los anticuerpos se
correlaciona con el aclaramiento del ARN viral por lo que dichos anticuerpos tendrían un efecto
protector. No existen, sin embargo, grandes desarrollos comerciales para el diagnóstico del
virus.