Anda di halaman 1dari 1

José Arturo Rodriguez caldera

Metodologías para el análisis político


Gobierno y administración publica
Matricula :1440594

El libro de “el fin del poder” de Moisés Naím es un libro que evidencia la fragilidad
del poder como lo conocíamos y nos habla que está llegando a su fin. Moisés se
inspira en tres tendencias que ha descubierto y le llama las “tres m’s”: “movilidad”,
“mentalidad” y “más”. Naím nota que la población mundial es cada vez más móvil,
tiene a su alcance cada vez más recursos de todo tipo y ha adoptado una mentalidad
de constante inconformidad que genera una serie de desconfianza casi irremediable
de la autoridad. La consecuencia es que, en diversas zonas del quehacer humano,
los poderosos son cada vez menos, tienen menos poder y el poder que tienen es
frágil y transitorio. Naím nos argumentó con ejemplos tan diversos como el ajedrez,
las grandes empresas y la delincuencia. Naím señala una serie de consecuencias
positivas para el fin del poder. Las dictaduras, por ejemplo, se están acabando.
Cada vez más países se han vuelto soberanos o democráticos. En cambio, dice
Naím, el poder autocrático es una rareza en estos tiempos y lo será cada vez más.
La razón es simple: la diseminación del poder hace ingobernable lo que antes era
fácilmente controlable. Desde los usos y costumbres de una población determinada
hasta su voluntad de cambio. Pero Naím también advierte riesgos muy claros tras
el fenómeno que describe. Estas democracias en las que el poder se ha pulverizado
pueden asimismo dar pie a la parálisis, la polarización: democracias que se vuelven
“vetocracias”, dice Naím. El libro concluye con un comentario de Naím donde
subraya que la humanidad dejó hace tiempo de innovar en la manera en que se
gobierna. Desde el siglo XVIII, hemos dejado de lado la obligación de encontrar
nuevas y mejores maneras de incluir las necesidades y hasta los deseos de todos
en el acto de gobernar. En un mundo donde el poder con P mayúscula en todas las
áreas tiende a desaparecer, no nos queda de otra más que encontrarle un orden a
este nuevo poder desfragmentado. Naím lo tiene claro: el futuro está en manos de
los más jóvenes, quienes tendrán que encontrar la manera de transformar reciente
y notable adquisición de poder, en una nueva vía de gobierno, en un nuevo y mejor
ejercicio del poder que no incluya un rechazo adolescente e inútil de las
instituciones. No es un reto menor.

Anda mungkin juga menyukai