Anda di halaman 1dari 3

Técnicas narrativas interesantes en Pudor de Santiago Roncagliolo

1. Discurso interior y monólogos: Puesto que la novela está focalizada desde un narrador en
tercera persona omnisciente, es común que se nos trasmita lo que está pasando por la mente de
los personajes. Cuando se trata de un proceso de razonamiento, aparece el monólogo narrado,
por ejemplo, “Era el cuarto cajero que le fallaba en el día. Los bancos siempre congelaban el
dinero por unas horas mientras hacían operaciones grandes” (94). También en la novela
encontramos del monólogo interior indirecto: “Se aflojó un poco el nudo de la corbata. Quizá a la
hora de almuerzo podría bajar y hablar con alguien de la oficina, quizá debía hablar sobre lo que
acababa de ocurrir. Quizá con Javier. No, Javier no sabe de nada que no incluya autos, fútbol o
cerveza” (27).
2. Analepsis: Existen tres tipos. Cuando ocurrió antes del lapso de tiempo de la historia narrada se
llama externa. Cuando remite a algo ocurrido dentro de la historia se le llama interna y cuando
ocurrió en un momento temporal externo que termina formando parte de la historia narrada se le
llama retrospección mixta porque une lo externo con lo interno. Cuando Lucy dice “¡Sabe el color
de la ropa interior que te compró la estúpida de tu mujer y que te pusiste ayer! (172) la analepsis
es externa, pues esa ropa fue comprada antes que la historia narrada comenzara. Otro caso
parecido es: “Se oyó a sí mismo y pensó que no había renovado sus explicaciones para terminar
una relación desde que tenía quince años” (167) En el pasaje en que Alfredo le reclama a Lucy: ¡Te
ofrece citas como si fueras una puta y tú vas tras él! ¡Y te encuentras con él!” (172-173) todo se
sustenta en un pasaje anterior en el que él la persiguió. En este caso tenemos la analepsis interna.
Sin embargo, los antecedentes de Papapa con Doris y el affaire de Alfredo con Mari Pili son
retrospecciones mixtas, pues, aunque remiten a un tiempo anterior a la historia narrada sus
consecuencias se prolongan en ella.
3. Tropos: símiles y metáforas: Los tropos son figuras retóricas que remiten por medio de la
analogía al sentido de algo con otra cosa. En Pudor hay bastantes símiles y, tal vez en menor
medida, metáforas. Algunas símiles son: “Sus palabras parecían la bruma difusa de invierno, que
siempre pesa sobre la ciudad como una lápida” (24), “Cuando terminó se sintió como una actor de
cine” (62), “Alfredo recién miró a Lucy. Ella parecía una olla de presión, una granada sin espoleta,
o su propia vida” (170-171) y “El gato fue recibido en casa como un héroe de guerra” (183). A veces
encontramos símiles combinadas con otras figuras como la sinestesia: “Era una máscara blanca,
como el silencio de los hospitales” (15). En cuanto a las metáforas, algunas son las siguientes: “Una
de las oportunidades perfectas que le habían abofeteado en la cara durante los últimos veinte
años” (25), “Lucy le sugirió unos toques rosa coral para iluminar el invierno de su rostro” (41) y
“Alfredo trató de imaginar su vida sin ella. En su mente apareció sólo un gran agujero negro”
(174).
4. Ironía: Esta figura de pensamiento tiene dos funciones en Pudor. A un nivel más general de la
trama, muchas de las situaciones son irónicas. Cuando un policía interroga a Alfredo por su
conducta sospechosa se da una situación irónica, pues de investigador pasa a ser investigado. La
ironía se convierte en sarcasmo cuando Sergio se pone a jugar con los tubos y máquinas donde
está la abuela y desconecta el oxígeno, provocándole la muerte sin saberlo. Esta situación tiene un
efecto de humor negro. A veces la ironía aparece sólo en una oración o frase: “Vivía de la cómoda
pensión de un militar que había participado en cuatro golpes de Estado y dos guerras para acabar
muriendo en la bañera, cuando resbaló con el jabón” (62) y “Ahora, señorita fidelidad –decía
Alfredo-, explícame quien escribe esto” (172). También aparece en el nombre del asilo en el que
Papapa desea vivir: “Mis mejores años” (86).
5. Hipérbole: Esta figura de pensamiento que consiste en exagerar al máximo una cosa o rasgo
aparece bastante en Pudor. Así, varios de los ejemplos son: “Eran las diez de la mañana. Faltaban
siglos para volver a casa”; “Parecía tener arrugados hasta los ojos y la lengua” (33), “Juan Luis
siempre estaba durmiendo” (55) y “Su lengua parecía más ancha que sus espaldas” (134) y “Él
pensó que alguna de esas tetas podría caerse y romperle el cráneo” (140).
6. Estereotipos y caracteres. En esta novela hay dos formas de caracterizar a los personajes que
tienen que ver con lo predecible (estereotipos) y lo impredecible (los caracteres). Los integrantes
de la familia Ramos (Alfredo, Lucy, Papapa, Mariana y Sergio) son caracteres, pues son personajes
que conocemos en su interior y de manera más psicológica. También son caracteres personajes
como Katy y Gloria, pues son impredecibles y contradictorios. Sin embargo, aquellos personajes
que siempre actúan igual, como José Luis, quien siempre está hablando de autos, tarjetas de
crédito y fondos de inversión (100, 101, 105) o Javier que “no sabe de nada que no incluya autos,
fútbol o cervezas” (27) son estereotipos. Otro personaje bastante estereotipado es el de Mari Pili,
quien siempre anda poniéndose emplastes y maquillajes en la cara. A veces los estereotipos
aparecen en una repetición satírica como ésta: “La gente hacía colas de horas para entrar, pero en
la puerta se encontraron con el imbécil de Javier, y con el entraron directamente. Había venido en
su carro con el imbécil de Eduardo y la imbécil de Carol” (103). Sin embargo, también hay
destrucción de los estereotipos. En un pasaje Alfredo trata a su hijo de un modo bastante
estereotípico: “-¿Qué tal, campeón? ¿Has jugado fútbol hoy en el colegio?”, y él le contesta: “-He
recogido dos cucarachas y una araña que parece una viuda negra.” (170).
7. Simplificación satírica: El estereotipo siempre está combinado con la ironía y la hipérbole y es un
rasgo muy común de la sátira. Junto a este rasgo tenemos también la conducta mecánica y
simplona de personajes que más bien parecen monigotes o marionetas. Así, por ejemplo, cuando
Papapa llega al asilo, uno de los ancianos compañeros de cuarto se presenta así: “Buenas noches,
me llamo Guillermo y estoy mal de la próstata”, otro dice: “Eugenio. Hemorroides. Encantado. ¿Y
tú de qué sufres? (153). Es muy raro que alguien se presente así, y esa rareza es una forma de la
ironía que hace parecer a estos personajes como cosas. También en ello está el estereotipo, pues
se sabe que la gente de la tercera edad habla con frecuencia de sus achaques.
8. Implicación psicológica: El principio estructurador de los caracteres es la implicación psicológica.
Los personajes, en este caso, dicen o hacen algo que tiene repercusiones profundas en un sentido
psicológico. Después de una enumeración de acciones extenuantes en las que la familia parece no
percatarse de que le exigen demasiado a Lucy, ella se encierra en el baño y rompe a llorar como
no lo había hecho desde hacía tiempo (17-18). El narrador no nos dice nada del porqué de ese
llanto, pero el lector se percata del estado de tensión e insatisfacción de este personaje en su
papel de ama de casa. Luego, cuando Alfredo recibe la mala noticia de que morirá en seis meses
empieza a actuar de manera errática: “Había apagado los cigarros en la alfombra. Había olvidado
marcar tarjeta al salir. Había conducido contra el tráfico en tres avenidas y había chocado contra el
parachoques de otro auto al estacionar” (46). Ello es revelador del estado alterado por la infausta
noticia. Otro ejemplo es al momento en que Mariana encuentra al gato y Katy se le une. Mientras
lo acarician y sin mirarse los ojos por el enojo, “por pura casualidad, sus dedos se rozaron sobre el
lomo sucio y ensangrentado del animal” (182). De ello puede interpretarse la posibilidad de una
vaga reconciliación con un sesgo tal vez de carácter lésbico.
9. Recurrencias simbólicas: Un recurso muy interesante que coadyuva a la intriga en la novela es la
recurrencia de situaciones similares que simbolizan una conducta psicológica profunda. Lucy, por
ejemplo, siempre que llega a una de sus citas imaginarias tiene cierta conducta de autoerotismo
que le sirve como un alivio a su vida sexual insatisfactoria. Visto de esta manera, su invento de
escribirse ella misma anónimos es una especie fantasía sexual para llenar un vacío psicológico.
10. Lo absurdo y lo fantástico: En esta novela hay varias situaciones absurdas. Es muy raro que en
la vida real alguien a quien le dicen que morirá en seis meses pase tanto tiempo sin desahogarse y
consolarse con un amigo o familiar. También es bastante raro que una mujer se envíe anónimos y
ella misma se haga creer que algún desconocido los ha enviado. Esta conducta llega a ser tan
exagerada que Lucy siente una mirada que la observa. Por otra parte, el componente estilístico de
lo fantástico aparece en los fantasmas que Sergio, el niño, presencia y con los que se comunica.
Otro aspecto que entra en lo fantástico es la caracterización del gato, porque, en la práctica es un
personaje más.
11. Estilo: Por los recursos que se emplean, la ironía, la hipérbole, el humor negro, esta novela está
concebida dentro de un estilo más propio de la comedia, es decir un estilo cómico. Es verdad que
temas como la soledad, la incomunicación, la inconsciencia y el sentimiento de un vacío existencial
que produce angustia en la vida humana tienen un fondo serio, pero están todos encuadrados en
una visión irreverente, irónica, que rechaza el sentido de pudor. Lo propio de la comedia es la
ironía reflexiva sobre los defectos y vicios humanos. Desde la ironía cómica los seres humanos
todos somos imperfectos. Algunos pasajes serios de la novela son por ejemplo: 1) Alfredo: “A
veces le habría gustado ser esclerótico, como el Papapa, para no tener recuerdos” (24); 2)
Mariana: “Le habría gustado ser gris ceniza, como el pavimento, para mimetizarse con él” (29); 3)
Sergio: “No pensaba en nada cuando esperaba, sólo esperaba” (37); 4) “Papapa y Mariana
miraban si ver la pantalla” (46); 5) Lucy: “Ojalá la vida fuese así, ojalá hubiese un detergente para
las manchas de humedad de la tristeza” (52) y 6) Lucy: “Para ella, el maquillaje había sido un modo
de volverse transparente” (71). Ahora bien, lo que mueve temáticamente los hilos de la historia es
el deseo sexual, instinto en el gato, búsqueda en los personajes adolescentes y Papapa e
insatisfacción en personajes como Lucy, Alfredo, Mari Pili y Gloria.

Anda mungkin juga menyukai