A.-‐
Sobre
la
aproximación
a
los
conceptos
de
siembra
y
cosecha
de
agua:
1. Los
conceptos
de
Siembra
y
Cosecha
de
agua
se
han
ido
construyendo
desde
la
experiencia
que
diversas
instituciones
públicas
o
privadas
han
venido
desarrollando
a
nivel
de
comunidades,
de
organizaciones
sociales
o
grupos
de
familias
campesinas.
Estas
han
surgido
como
buenas
prácticas
o
se
han
desarrollado
como
tecnologías
en
respuesta
a
problemáticas
específicas
y
necesidades
de
las
zonas
donde
fueron
implementadas.
Sin
embargo,
en
muchos
casos
las
prácticas
se
han
denominado
indistintamente
como
siembra
y/o
cosecha,
sin
mayor
distinción
entre
los
conceptos.
2. Aún
cuando
la
siembra
y/o
cosecha
de
agua
como
concepto
sigue
siendo
materia
de
análisis
y
la
frontera
entre
las
prácticas
de
una
y
otra
es
de
difícil
distinción,
muchas
de
las
experiencias
presentadas
las
han
incorporado
indistintamente
o
a
veces
como
prácticas
complementarias.
En
otros
casos
se
ha
denominado
simplemente
como
prácticas
de
siembra
y
cosecha,
en
el
entender
de
que
“no
es
posible
hablar
de
cosecha
si
no
se
siembra”
(Marcela
Machaca,
experiencia
Quispillacta,
ABA).
3. Una
definición
internacionalmente
aceptada
para
un
conjunto
de
prácticas
hidráulicas
orientadas
a
facilitar
la
incorporación
de
agua
superficial
en
el
subsuelo,
suelo
o
acuíferos,
es
la
“recarga
hídrica”
(D.
Apaza),
que
podría
ser
la
definición
más
aproximada
(desde
los
aportes
del
seminario)
a
la
siembra
de
agua.
Con
ello
se
diferencia
de
otro
conjunto
de
prácticas
(también
artificiales)
que
básicamente
se
orientan
a
la
captación
o
interceptación
de
agua
de
lluvia
para
la
distribución
y
(re)
uso
en
consumo
humano
o
la
producción
que
sería
la
cosecha.
4. Un
buen
conjunto
de
las
prácticas
presentadas
como
el
manejo
de
manantes,
protección
de
suelo
y
cobertura
vegetal,
almacenamiento
de
agua
en
tierra,
entre
otras,
son
de
doble
propósito;
es
decir,
pueden
cumplir
una
función
de
infiltración
o
pueden
facilitar
el
mejor
almacenamiento
(por
ejemplo
reduciendo
la
escorrentía
con
materiales
en
suspensión).
5. Aún
así,
los
avances
en
la
construcción
de
conceptos
expuestos
desde
las
experiencias
prácticas
compartidas,
podrían
ser
incorporados
en
los
documentos
de
política
del
Estado
Peruano.
1
sólo
como
acciones
localizadas
y
enfocadas
a
un
determinado
aprovechamiento
del
recurso
hídrico.
Por
lo
tanto,
estas
prácticas
deben
tomar
en
cuenta
los
impactos
positivos
a
nivel
de
entornos
locales
y
los
beneficios
que
estas
prácticas
generan
para
las
poblaciones
y
el
ecosistema
aguas
abajo;
sobre
todo
el
aporte
en
el
incremento
de
volumen
en
los
acuíferos
y
por
lo
tanto
la
oferta
de
agua
en
la
cuenca.
2. En
ese
sentido,
estas
prácticas,
además
de
promover
la
participación
de
la
población
para
su
ejecución,
apropiación
y
multiplicación
que
aseguren
su
sostenibilidad,
pueden
también
generar
beneficios
al
ecosistema
que
serían
aprovechados
por
otros
actores
en
las
partes
bajas
de
las
cuencas.
Ello
representaría
un
avance
en
las
experiencias
sobre
de
retribución
por
servicios
ecosistémicos.
La
experiencia
de
Piuray
–Coorimarca
presentada
por
el
Alcalde
de
Chincheros
durante
el
Seminario
da
cuenta
del
tiempo
y
la
necesidad
de
constante
diálogo
que
se
requiere
para
madurar
acuerdos
de
pagos
por
servicios
ecosistémicos
entre
actores
que
realizan
las
prácticas
de
“siembra
y
cosecha
de
agua”
y
los
usuarios
del
recurso
hídrico.
3. Una
mirada
territorial
permite
observar
que,
para
la
generación,
promoción
y
sostenibilidad
de
estas
experiencias,
se
requiere
del
esfuerzo
no
solo
de
los
que
desarrollan
las
prácticas
(actores
locales),
sino
de
un
conjunto
de
instituciones
y
organizaciones
que
se
involucren
en
las
mismas.
Es
en
ese
sentido,
es
valioso
el
aporte
de
instituciones
que
han
construido
experiencias
y
lo
logren
trasladar
a
otros
espacios.
En
el
caso
de
Cusco,
la
experiencia
del
IMA
que
coordina
y
asiste
técnicamente
a
las
organizaciones
es
un
avance
importante
en
las
capacidades
locales
para
impulsar
las
prácticas.
4. Un
conjunto
de
prácticas
y
tecnologías
sobre
siembra
y
cosecha
de
agua
vienen
de
legados
ancestrales
de
las
culturas
andinas.
Diversas
instituciones
las
han
recuperado
y
han
permitido
su
revaloración,
no
solo
como
componentes
físicos,
sino
como
saberes
culturales
y
sociales
de
manejo
de
suelo
y
agua
que
han
perdurado
en
las
diversas
organizaciones
locales
y
que
permiten
precisamente
la
recuperación
y
replicabilidad
para
los
escenarios
actuales
de
cambio
climático.
C.-‐
Respecto
a
las
evidencias
de
la
siembra
y
cosecha
como
medidas
de
adaptación
y
como
generador
de
beneficios
en
la
agricultura
familiar:
1. Los
impactos
del
cambio
climático
ya
se
evidencian
a
diferentes
escalas,
alterando
el
ciclo
hidrológico
y
por
tanto
impactando
en
la
seguridad
hídrica
de
las
poblaciones
rurales.
Los
datos
de
las
tendencias
de
clima
y
precipitación
promedio
anual
y
mensual
en
microcuencas
monitoreadas
por
diversas
entidades
alertan
del
incremento
en
la
temperatura
y
la
reducción
de
las
precipitaciones
estacionales.
Por
ejemplo,
se
han
registrado
bajas
de
hasta
15
puntos
porcentuales
de
precipitación
en
las
zonas
de
Chumbivilcas,
Espinar
y
Canchis
(V.
Bustinza,
PACC
Perú).
2. Tomar
en
cuenta
que
estos
escenarios
vienen
a
ser
una
condición
sobre
los
futuros
proyectos
de
diversas
índoles
en
las
zonas
rurales.
Por
ello
es
importante
empezar
a
planificar
aspectos
técnicos
y
fortalecer
capacidades
en
la
lógica
de
medidas
adaptativas.
2
3. En
línea
con
lo
anterior,
la
siembra
y
cosecha
de
agua
consiste
en
un
conjunto
de
mecanismos
que
permiten
mitigar
los
impactos
de
las
variaciones
en
intensidad
y
frecuencia
de
las
precipitaciones.
Estos
en
primera
instancia
garantizan
la
disponibilidad
hídrica
en
las
cuencas,
pero
en
segunda
instancia,
algunas
prácticas,
aportan
beneficios
agroproductivos
a
las
familias
campesinas,
impactando
favorablemente
en
su
economía.
4. Es
importante
seguir
identificando
experiencias
en
siembra
y
cosecha
de
agua
no
solo
a
nivel
nacional
sino
también
internacional,
y
mostrar
evidencias
concretas
del
aporte
de
estas
prácticas
a
la
recarga
de
agua
de
los
acuíferos
y
las
fuentes
de
agua
superficiales.
Complementariamente
es
importante
incentivar
la
investigación
aplicada
en
el
tema.
D.-‐
Posibilidades
de
escalar
propuestas
de
siembra
y
cosecha
de
agua
a
nivel
nacional:
1. Sobre
la
base
de
las
evidencias
y
testimonios
presentados,
además
de
otras
experiencias
de
las
que
se
conoce
en
el
país,
es
necesario
avanzar
en
una
política
nacional
que
promueva,
fomente
y
facilite
la
inversión
para
el
desarrollo
de
diversas
iniciativas
de
siembra
y
cosecha
de
agua.
2. En
ese
sentido
y
tomando
como
marco
la
normatividad
ya
existente,
como
el
D.S.
N°
009-‐2015-‐MINAGRI
de
la
Estrategia
Nacional
de
Agricultura
Familiar
2015
–
2021,
y
otros
en
materia
de
agricultura
y
medio
ambiente,
se
ha
constituido
un
equipo
consultivo
conformado
por
el
MINAGRI,
el
Gobierno
Regional
de
Cusco,
FAO
y
el
Programa
de
Adaptación
del
Cambio
Climático
(PACC
Perú),
apoyado
por
la
Cooperación
Suiza
para
el
Desarrollo
(COSUDE).
Este
equipo
apoyará
en
la
construcción
de
lineamientos
estratégicos
de
lo
que
sería
un
Programa
Nacional
de
siembra
y
cosecha
de
agua;
la
elaboración
de
contenidos
mínimos,
entiéndase
un
guía,
para
el
diseño
de
PIP
referidos
a
siembra
y
cosecha
de
agua
de
agua;
y
en
concreto
la
elaboración
de
un
Programa
Nacional
de
siembra
y
cosecha
de
agua
ser
presentado
con
cargo
al
presupuesto
de
2016.
3. La
generación
de
un
Programa
Nacional
de
siembra
y
cosecha
de
agua,
permitirá
evolucionar
en
los
mecanismos
del
Sistema
de
Inversión
Pública
para
seguir
fortaleciendo
programas
y
proyectos
en
favor
de
comunidades
andinas,
con
un
enfoque
innovador
respecto
al
agua,
que
mire
la
gestión
del
recurso
no
solo
desde
la
demanda
para
el
uso
y
aprovechamiento,
sino
desde
la
oferta
sostenible,
especialmente
en
el
contexto
de
generar
medidas
de
adaptación
frente
al
cambio
climático.
4. El
presente
evento
contó
con
el
apoyo
de
diferentes
instituciones,
especialmente
del
PACC
Perú
y
HELVETAS
Swiss
Intercooperation
Perú
en
la
asesoría
metodológica
y
la
sistematización
del
seminario.
Por
tanto
la
difusión
de
los
productos
resultantes
del
evento
son
material
de
acceso
público
que
serán
difundidos
por
las
entidades
organizadoras.
3
II
Seminario
Nacional
de
Siembra
y
Cosecha
de
Agua
en
Tacna
(24
y
25
de
agosto
de
2015)
4
10. La
seguridad
hídrica
debe
basarse
tanto
en
una
buena
gestión
de
la
demanda
del
agua
(evitar
pérdidas,
optimizar
el
uso)
como
de
la
oferta
(incrementar
el
acceso
a
nuevas
fuentes
de
agua).
11. Es
importante
generar
información
y
evidenciar
los
diferentes
beneficios
ambientales,
sociales,
culturales,
organizacionales,
etc.
que
generan
estas
prácticas
de
recarga
hídrica
y
cosecha
de
agua.
12. En
ese
esfuerzo
diversas
entidades
vienen
trabajando
en
la
gestión
del
conocimiento
que
acompaña
la
implementación
de
las
prácticas.
En
ese
sentido
se
requiere
la
convocatoria
a
entidades
de
desarrollo
del
Estado
y
de
la
cooperación,
al
sector
privado
y
sobre
todo
al
académico.
13. Los
expositores
han
mostrado
diferentes
prácticas
de
recarga
hídrica
y
cosecha
de
agua.
En
algunos
casos
se
los
ha
mencionado
como
siembra
de
agua,
en
otros
casos
como
crianza
de
agua
e
incluso
como
afianzamiento
hídrico.
Todos
son
válidos,
si
tomamos
en
cuenta
que
estas
prácticas
buscan
de
un
lado
permitir
la
captación,
infiltración
y
recarga
de
agua
en
el
suelo,
sub
suelo
y
acuíferos,
con
posibilidad
de
aprovechamiento,
y
de
otro
lado,
las
que
permiten
la
captación
y
aprovechamiento
del
agua
para
determinado
uso.
14. Desde
los
gobiernos
locales
y
regionales
se
vienen
desarrollando
en
el
país
diversos
proyectos
de
inversión
pública
que
incorporan
el
enfoque
de
recarga
hídrica
y
cosecha
de
agua.
Estas
han
sido
adaptadas
al
marco
del
Sistema
Nacional
de
Inversión
Pública,
por
ejemplo
como
proyectos
de
riego
o
de
regulación
ecosistémica,
y
se
han
aprobado
diversos
proyectos.
15. Sin
embargo,
hoy
se
requiere
que
los
proyectos
de
recarga
hídrica
y
cosecha
de
agua
tengan
nombre
propio,
pues
la
integralidad
de
las
propuestas
no
se
refieren
sólo
a
infraestructura
o
a
un
análisis
de
costo
beneficio
inmediato.
Las
experiencias
exitosas
nos
muestran
que
precisamente
lo
son,
porque
son
integrales
en
el
territorio,
y
por
lo
tanto
su
beneficio
es
efectividad
frente
a
otras
iniciativas
poco
sostenibles,
más
costosas
y
que
muchas
veces
generan
conflictos.
16. Sin
embargo
se
han
viabilizado
muchos
proyectos,
por
lo
cual
es
probable
que
también
se
requiera
del
verdadero
compromiso
político
de
las
propias
autoridades.
17. El
diseño
del
programa
Nacional
de
recarga
hídrica
y
cosecha
de
agua
es
un
proceso
que
combina
experticia
técnica
y
valoración
de
experiencias
locales.
Por
ello
es
una
propuesta
muy
concreta
basada
sobre
todo
en
las
necesidades
locales.
Los
seminarios
regionales
de
Cusco
y
Tacna
nos
muestran
la
posibilidad
de
llevar
adelante
este
programa.
18. En
ese
marco,
ya
se
han
generado
avances
para
el
diseño
del
Programa,
como
son
los
dos
seminarios
regionales
que
nos
muestran
y
enseñan
la
rica
experiencia
existente
en
diferentes
zonas.
El
hecho
de
haber
convocado,
desde
el
Viceministerio
de
Políticas
Agrarias,
a
diversas
entidades
de
apoyo,
como
la
FAO,
el
PACC
Perú,
HELVETAS
Swiss
Intercooperation
Perú,
que
junto
con
AGRO
RURAL,
ANA,
PSI,
INIA,
y
otras
del
sector
público
para
sus
aportes
en
el
diseño
del
programa,
demuestra
el
interés
por
la
implementación
de
éste.
Se
han
realizado
coordinaciones
con
el
MEF
que
dieron
su
apoyo
inicial,
así
como
con
el
Fondo
Interamericano
de
Desarrollo
Agrario
–
FIDA,
quienes
por
ahora
han
mostrado
interés
en
apoyar
la
elaboración
de
la
propuesta.
19. En
el
corto
plazo,
se
ha
determinado
hacer
más
flexible
el
acceso
a
los
fondos
del
programa
Mi
Riego,
sobre
todo
por
los
escenarios
que
se
prevén
de
El
Niño.
Si
en
el
5
norte
se
esperan
las
lluvias;
en
el
sur,
una
posible
sequía.
Por
ello
se
ha
planteado
acelerar
la
construcción
de
microreservorios
que
se
complemente
con
el
desarrollo
del
riego
bajo
el
enfoque
de
recarga
hídrica
y
cosecha
de
agua.
20. Existe
un
marco
normativo
desde
el
sector
agrario
que
promueve
la
recarga
hídrica
y
cosecha
de
agua.
Tenemos
El
Lineamiento
de
Política
Agraria
aprobado
en
2014,
La
Estrategia
Nacional
de
Agricultura
Familiar
promulgada
en
2015,
La
Política
y
Estrategia
Nacional
de
RRHH,
La
Estrategia
Nacional
y
Plan
de
Seguridad
Alimentaria,
el
Plan
de
Gestión
de
Riesgos
Agrícolas
y
Adaptación
al
Cambio
Climático,
etc.
21. Entonces,
el
Programa
de
siembra
y
cosecha
de
agua
exige
previamente
preparar
equipos
técnicos
de
capacidades
a
todo
nivel,
hecho
que
el
programa
prevé
y
que
no
debe
ser
un
freno
para
empezar
desde
lo
que
ya
se
conoce.
El
programa
propone
un
enfoque
de
lo
más
integral,
con
un
proceso
participativo
y
concertado
con
los
niveles
de
gobierno
regional
y
local,
bajo
el
entendimiento
que
no
puedes
tener
rigidez
cuando
los
procesos
participativos
sociales
no
son
lineales.
22. Existe
entonces
todo
un
marco
favorable
para
llevar
adelante
el
Programa.
Este
año
(2015)
no
podrá
entrar
en
el
presupuesto,
pero
se
están
buscando
formas
de
financiamiento,
como
el
caso
de
tocar
las
puertas
a
la
cooperación
internacional.
6
III
Seminario
Nacional
de
Siembra
y
Cosecha
de
Agua
en
Chachapoyas
(9
y
10
de
junio
de
2016)
7
expresado
en
huella
hídrica
de
cada
producto
que
consumimos
(como
agua
utilizada
a
lo
largo
de
la
cadena
de
producción
de
un
bien
o
servicio).
BLOQUE
2:
TECNICAS
Y
MÉTODOS
Se
dispone
de
diversas
técnicas
y
métodos
accesibles
y
validados
de
siembra
y
cosecha
de
agua,
muchos
de
ellos
poseen
origen
ancestral.
Muchas
de
estas
técnicas
tienen
por
finalidad
específica
incrementar
la
retención
del
agua
en
el
suelo
en
beneficio
de
la
cobertura
y
producción
vegetal
y
reducción
de
erosión.
Otras
están
más
orientadas
a
la
recarga
de
acuíferos
(aguas
subterráneas)
mediante
técnicas
de
retención
de
agua,
sea
dentro
de
un
cauce
de
agua
superficial
o
fuera
de
este
con
la
finalidad
de
extraer
estas
aguas
en
otro
momento
u
otro
lugar.
Las
medidas
de
siembra
y
cosecha
de
agua
deben
ser
analizadas
y
sustentadas
con
una
lógica
territorial
que
incluya
los
aspectos
hidrogeológicos,
basada
en
conceptos
de
ordenamiento
y
manejo
del
territorio.
BLOQUE
3:
EXPERIENCIAS
Todas
las
experiencias
expuestas
en
el
seminario
presentan
evidencias
de
los
resultados
y
beneficios
de
la
siembra
y
cosecha
de
agua,
pero
aún
es
necesario
mayor
trabajo
de
sustentación
técnica,
científica
y
económica
en
cada
caso.
Las
experiencias
demuestran
que
las
medidas
o
acciones
no
sólo
deben
ser
de
carácter
físico
(infraestructura
verde
y
gris),
sino
que
requiere
de
normas
que
regulen
el
uso
del
territorio
(clausura
de
zonas
de
sobrepastoreo,
protección
de
fuentes,
prohibición
de
quema,
etc.)
y
su
efectiva
implementación
y
cumplimiento.
Sería
un
error
concebir
la
siembra
y
cosecha
de
agua
como
un
conjunto
de
medidas
técnicas
o
científicas;
debe
conjugarse
con
un
visión
holística,
sistémica,
cultural,
ancestral
de
un
territorio
y
de
las
poblaciones
que
viven
en
éste.
Respecto
de
experiencias
en
la
región
Amazonas,
la
ZEE
considera
que
la
aptitud
del
territorio
es
mayoritariamente
para
propósitos
de
protección
y
conservación
(64%).
Esto
implica
un
reto
para
hacer
eficiente
la
actividad
productiva
y
el
consumo
e
impulsar
mecanismos
de
aprovechamiento
sostenible
de
los
recursos
en
las
zonas
de
aptitud
productiva.
En
Huamanpata,
Tilacancha,
y
en
otras
áreas
de
protección
(existentes
o
por
ampliar),
se
puede
combinar
la
protección
y
conservación
del
territorio
con
medidas
de
siembra
y
cosecha
de
agua
fomentándolas
a
través
de
mecanismos
de
retribución
por
servicios
ecosistémicos
(RED).
La
calidad
del
agua
para
consumo
humano
es
un
problema
álgido
en
la
región
Amazonas,
sobre
todo
por
la
contaminación
por
coliformes
fecales
del
ganado
en
las
cuencas
hidrográficas
Existe
una
contradicción
entre
el
alto
volumen
de
consumo
de
agua
para
el
riego
de
cultivos
(7000
ha
de
arroz
en
Bagua)
y
la
baja
disponibilidad
de
agua
para
consumo
8
humano
(2-‐4
horas
al
día).
Parte
de
este
problema
encuentra
su
origen
en
el
bajo
precio
que
se
paga
por
el
servicio
de
agua
para
riego.
BLOQUE
4:
APORTES
DEL
PANEL
Y
PÚBLICO.
• Pregunta:
Transferencia
de
funciones
del
ANA
a
los
Gobierno
Regionales.
La
estructura
organizacional
y
administrativa
del
ANA
está
descentralizada.
• Pregunta:
Proyectos
y
Programas
del
Gobierno
Regional
de
Amazonas
(GORE
Amazonas)
en
cosecha
de
agua.
Este
evento
es
evidencia
que
la
política
del
GORE
Amazonas
es
incorporar
la
siembra
y
cosecha
de
agua
a
las
políticas
regionales.
Se
está
desarrollando
en
Amazonas
el
Piloto
de
la
Cadena
Productiva
del
Café
y
Cacao,
ello
permitirá
incorporar
proyectos
que
incorporen
el
concepto
de
siembra
y
cosecha
de
agua.
La
incorporación
del
concepto
de
siembra
y
cosecha
de
agua
a
los
PIP
se
puede
hacer
mediante
los
PIP
sobre
servicios
ecosistémicos.
• Pregunta:
usos
del
agua
Es
fundamental
conocer
la
relación
oferta
–
demanda
(disponibilidad
y
consumo
de
agua).
Es
importante
la
disponibilidad
de
información,
por
ello
deberían
haber
más
estaciones
meteorológicas.
Con
siembra
y
cosecha
agua,
Chachapoyas
podría
vivir
con
el
agua
de
la
lluvia
y
prescindir
del
agua
de
Tilacancha.
Solo
el
0.7
%
del
agua
proveniente
de
lluvia
que
cae
en
el
territorio
nacional
es
aprovechada.
El
uso
adecuado
garantizaría
cubrir
la
demanda
del
país
de
forma
inagotable.
La
andenería
y
terrazas
es
una
buena
forma
de
hacer
uso
eficiente
del
agua
e
incorpora
el
concepto
de
siembra
y
cosecha
de
agua.
• Pregunta:
La
RED
de
EMUSAP
(Empresa
municipal
de
servicios
de
agua
potable)
El
5.6%
del
pago
va
a
pago
de
la
RED
de
TILACANCHA
desde
octubre
2015.
Sería
bueno
conocer
si
este
pago
compensa
el
costo
de
oportunidad
de
las
comunidades.
Es
una
alternativa
bastante
posible
que
la
cordillera
de
Colán
brinde
el
servicio
de
agua
a
Bagua.
• Pregunta:
La
política
de
siembra
y
cosecha
de
agua
Las
prácticas
de
siembra
y
cosecha
de
agua
deben
convertirse
en
políticas
que
conlleven
a
materializar
sus
beneficios
sobre
la
población.
Todos
somos
actores
en
la
gestión
del
recurso
hídrico
y
cada
actor
debe
asumir
su
rol
de
gestión
del
agua.
9
IV
Seminario
Nacional
de
Siembra
y
Cosecha
de
Agua
en
Ica
(27
y
28
de
junio
de
2016)
1. Haciendo
referencia
al
valioso
legado
dejado
por
el
Dr.
Pablo
Sánchez
Zevallos
en
Cajamarca,
en
la
década
de
los
ochenta,
se
aprecia
que
los
conceptos
de
siembra
y
cosecha
de
agua
se
van
madurando
a
través
del
tiempo,
con
estrategias
y
medidas
cada
vez
más
acertadas.
2. El
concepto
de
siembra
y
cosecha
de
agua
es
aplicable
a
múltiples
escalas:
desde
la
escala
unifamiliar,
pasando
por
escalas
locales
(comunidades,
municipios),
hasta
niveles
regionales,
interregionales,
conforme
se
ha
podido
apreciar
en
las
experiencias
realzadas
en
las
diferentes
regiones
del
país.
3. La
siembra
y
cosecha
de
agua
requiere
un
enfoque
territorial
en
torno
al
ciclo
hidrológico
terrestre
que
no
puede
ser
“dividido”
por
fronteras
o
límites
artificialmente
establecidos,
menos
aun
cuando
estas
fronteras
hayan
sido
establecidas
arbitrariamente,
sin
tomar
en
cuenta
la
lógica
del
funcionamiento
de
las
cuencas
hidrográficas.
4. Respecto
a
la
compatibilidad
de
los
Estudios
de
Pre
Inversión
con
las
Políticas
del
Ministerio
de
Economía
y
Finanzas
a
través
del
Sistema
Nacional
de
Inversión
Pública
–
SNIP-‐,
ha
incorporado
los
Lineamientos
de
Servicios
Ecosistémicos;
lo
cual
ha
dificultado
de
algún
modo
el
desarrollo
de
los
proyectos
en
las
diferentes
regiones,
hecho
que
debe
superarse
paulatinamente
a
través
de
la
interacción
de
los
CONECTAMEF
(Centro
de
Servicios
de
Atención
al
Usuario)
en
cada
región.
5. La
siembra
y
cosecha
de
agua
precisa
una
relación
de
trato
igualitario
y
justo
entre
los
habitantes
de
las
zonas
altas,
medias
y
bajas
de
las
cuencas
(“hermandad
de
agua”;
conciencia
en
común).
Solucionar
los
problemas
requiere
un
diálogo
sistemático,
bien
informado
y
con
equidad,
lo
que
implica
una
integración
a
través
de
las
cuencas
y
no
solamente
a
través
de
delimitaciones
político-‐administrativas.
6. En
caso
de
concretarse
un
transvase
desde
otras
(micro)
cuencas
hacia
la
cuenca
del
río
Ica,
no
sería
justo
que
las
aguas
pasen
a
los
valles
de
Ica
sin
atender
las
necesidades
de
la
gente
en
las
partes
altas
y
medias
de
la
cuenca
donde
se
encuentran
agricultores
de
las
provincias
de
Huaytará
y
Castrovirreyna.
En
este
sentido,
un
eventual
trasvase
adicional
debe
resolver
prioritariamente
la
escasez
de
agua
en
toda
la
cuenca.
7. Las
experiencias
de
siembra
y
cosecha
de
agua
para
el
desarrollo
agrícola
local
en
la
micro
cuenca
del
distrito
de
Chavín-‐Topará
(sierra
de
la
provincia
de
Chincha
Región
Ica),
tiene
la
peculiaridad
que
se
ha
realizado
sin
contar
con
fuentes
de
agua
natural,
lo
que
demuestra
que
la
siembra
y
cosecha
de
agua
puede
ser
muy
eficaz
aún
en
condiciones
de
mucha
escasez
hídrica
y
limitada
precipitación
en
la
vertiente
del
Pacífico.
8. Es
necesario
promover
un
cambio
de
paradigma,
en
el
sentido
de
que
debemos
pasar
de
un
concepto
de
“gestión
de
caudales”
hacia
el
concepto
más
amplio
de
“gestión
de
aguas
de
lluvia”;
dado
que
es
a
partir
de
esta
última
que
recién
se
genera
el
agua
superficial
que
discurre
por
las
cuencas.
9. Es
importante
dejar
sentado
que
debe
haber
una
continuidad
en
la
gestión
hídrica
a
nivel
de
cuencas,
con
participación
de
los
tres
niveles
de
gobierno
nacional,
regional
y
locales,
haciendo
uso
de
la
oportunidad
que
presentan
los
terrenos
de
aptitud
forestal
10
de
las
Comunidades
Campesinas
con
grandes
extensiones,
por
la
perspectiva
histórica
que
tienen
para
el
desarrollo
del
país.
10. El
Programa
Nacional
de
Siembra
y
Cosecha
de
agua
debe
prestar
particular
atención
a
potenciar
las
capacidades
locales
y
profesionales,
contribuir
a
la
gobernanza
territorial
(local),
por
cuanto
es
el
componente
principal
para
la
implementación
de
este
programa;
para
un
desarrollo
sostenible
de
los
recursos
naturales
(en
especial
el
agua),
y
promover
las
buenas
prácticas
productivas.
11. El
Programa
debe
contribuir
a
mejorar
la
capacidad
de
ocupación,
manejo
y
gestión
de
los
territorios,
en
este
caso
especialmente
en
las
microcuencas
de
la
sierra
alto-‐
andina;
partiendo
de
una
zonificación
económica
ecológica,
para
evitar
interferencias
de
las
formas
de
explotación
de
los
suelos
comunales.
12. Otro
de
las
formas
de
interiorizar
los
proyectos
de
siembra
y
cosecha
de
agua
es
innovando
las
terminologías
tradicionales
empleadas
en
estos
proyectos,
siendo
preferible
usar
el
término
“usuario”
en
vez
del
término
“beneficiario”,
porque
todos
somos
usuarios
de
los
espacios
territoriales
y
de
los
recursos
naturales.
13. El
concepto
de
“servicios
ecosistémicos”
debe
ser
un
aporte
a
la
seguridad
hídrica,
no
solamente
para
las
poblaciones
en
las
partes
bajas
(ciudades),
sino
también
para
los
habitantes
de
las
partes
altas
de
las
(micro)
cuencas.
14. Para
el
caso
de
Ica,
es
una
propuesta
que
debe
establecerse
una
diferenciación
en
cuanto
al
cobro
de
las
tarifas
de
agua,
en
el
sentido
que
se
debe
cobrar
sumas
significativas
por
volúmenes
que
se
consumen
en
periodos
de
escasez,
y
poco
o
nada
en
época
de
abundancia,
dejando
las
tomas
libres,
porque
es
preciso
estimular
dotaciones
en
abundancia
para
que
los
excedentes
de
agua
vayan
fomentando
la
recarga
de
los
acuíferos.
15. El
enfoque
de
desarrollo
en
las
partes
medias
y
altas
de
las
cuencas
debe
ser
particularmente
integral,
en
el
sentido
de
que
debe
permitir
mejorar
sustancialmente
la
calidad
de
vida
y
suministro
eficaz
y
justo
de
servicios
en
estas
zonas,
de
tal
manera
que
haga
más
atractiva
la
convivencia,
generar
productividad
social,
ambiental,
biodiversidad,
mejora
paisajística,
etc.
Todo
ello,
en
forma
sostenible
y
que
permita
reducir
el
despoblamiento
de
estas
zonas
altas.
Estas
condiciones
y
estrategias
territoriales
permitirían
una
mejor
interrelación
social
entre
las
partes
altas,
medias
y
bajas.
La
permanencia
de
una
población
significativa
en
las
partes
altas,
como
actores
activos
de
desarrollo,
contribuirá
a
una
mejora
la
seguridad
alimentaria.
La
siembra
y
cosecha
de
agua
debe
formar
parte
de
esta
estrategia
de
desarrollo
territorial
en
las
cuencas
del
país.
16. Relacionado
con
lo
anterior,
se
están
generando
serios
inconvenientes
por
la
expansión
vertiginosa
y
desordenada
de
las
ciudades
costeras,
como
es
también
el
caso
de
la
ciudad
de
Ica.
Estos
procesos
no
controlados
producen
una
creciente
contaminación
hídrica-‐ambiental,
“se
consumen”
tierras
fértiles,
y
distorsionan
las
relaciones
campo-‐ciudad,
en
detrimento
de
la
convivencia,
calidad
de
vida
y
relación
con
la
naturaleza.
17. La
revalorización
de
costumbres
ancestrales,
étnicas
y
el
regreso
a
la
identidad
cultural
de
las
comunidades,
mostrando
un
especial
cariño
a
la
naturaleza,
constituye
la
base
para
la
sostenibilidad
social
y
ambiental
de
las
iniciativas
de
siembra
y
cosecha
de
agua
en
estos
contextos
socio-‐organizativos
rurales,
y
a
la
sostenibilidad
de
los
procesos
de
desarrollo
en
general.
11
18. Hay
que
hacer
mayores
esfuerzos
en
la
sistematización
e
investigación
sobre
siembra
y
cosecha
de
agua,
seguridad
hídrica,
seguridad
alimentaria,
en
relación
con
las
estrategias
y
acciones
de
desarrollo
y
la
gobernanza
territorial
(local)
que
se
requiera
para
ello.
Particularmente,
se
deben
construir
más
evidencias
sobre
los
beneficios
e
impactos
(hidrológicos,
productivos,
sociales,
ambientales,
etc.)
generados
por
acciones
de
siembra
y
cosecha
de
agua
e
iniciativas
asociadas.
19. La
institucionalidad
pública
de
las
entidades
deben
contar
con
más
instrumentos
facilitadores
(recursos,
capacidades,
etc.)
para
poder
cumplir
debidamente
los
roles
y
funciones
en
su
contribución
a
la
dinamización
de
procesos
de
desarrollo.
20. La
problemática
del
agua
entre
los
departamentos
de
Ica
y
Huancavelica,
es
más
por
delimitación
política,
por
lo
tanto
los
Gobernadores
Regionales
han
venido
manteniendo
sucesivas
reuniones,
las
que
han
concluido
en
la
propuesta
de
Reorientar
el
actual
Proyecto
Especial
Tambo
Caracocha
-‐
PETACC,
en
un
Programa
Birregional,
el
mismo
que
tratará
la
problemática
del
agua
pluvial
superficial
a
nivel
de
cuenca
en
forma
integral;
por
tanto
la
siembra
y
cosecha
de
agua
se
le
dará
un
tratamiento
estratégico
que
va
desde
lo
local
distrital
y
provincial,
hasta
la
escala
birregional
y
finalmente
en
el
ámbito
de
la
Macro
Región
de
la
Andes
(Ayacucho,
Huancavelica,
Ica,
Junín
y
Apurímac).
21. En
la
cuenca
baja
del
río
Ica
se
encuentra
la
zona
productiva
del
valle
donde
existe
sobre
explotación
de
aguas
subterráneas,
por
lo
que
la
Junta
de
Usuarios
de
Aguas
Subterráneas
del
Valle
de
Ica
-‐
JUASVI,
está
prestando
particular
importancia
a
la
siembra
y
cosecha
de
agua,
bajo
la
modalidad
de
llenado
de
pozas
en
tiempos
de
avenida
como
una
forma
de
recarga
de
los
acuíferos;
habiendo
obtenido
resultados
alentadores
a
la
fecha
por
la
subida
del
nivel
freático.
De
otro
lado
también
esta
organización
se
ha
involucrado
con
el
Proyecto
de
Siembra
y
Cosecha
de
Agua
en
las
Comunidades
Campesinas
Curis,
San
José
de
Curis,
San
Andrés
de
Quilcanto
en
el
distrito
de
Yauca
del
Rosario,
provincia
de
Ica
y
la
Comunidad
Santa
Ana
de
Tibillo,
distrito
de
Tibillo
provincia
de
Palpa;
específicamente
en
la
implementación
del
vivero
forestal.
22. La
siembra
y
cosecha
de
agua,
se
está
tratando
en
forma
independiente
por
cada
una
de
las
regiones,
lo
que
será
superado
con
la
Implementación
del
Programa
Nacional
de
Siembra
y
Cosecha
de
Agua;
lo
que
dará
una
sostenibilidad
para
las
bases
de
la
investigación
científica
y
así
poder
conocer
las
perspectivas
de
los
diferentes
actores.
23. Para
la
realización
de
estudios
de
esta
naturaleza
es
necesario
la
interdisciplinariedad,
trabajar
con
distintos
especialistas
para
construir
escenarios
brindando
una
visión
retrospectiva
en
donde
se
deben
ver
cuatro
puntos:
1)
El
aporte
del
saber
tradicional
y
cuán
importante
es
la
organización
2)
el
aporte
técnico
3)
el
medio
físico
y
la
relación
con
los
ecosistemas
4)
conocimiento
para
restaurar
sistemas
abandonados
o
recrear
otros.
24. La
priorización
es
lo
más
importante
en
estos
proyectos,
porque
el
agua
es
una
responsabilidad
de
todos;
siendo
para
la
UNESCO,
la
“Cooperación
hídrica”
la
base
para
la
seguridad
hídrica
y
el
desarrollo
humano
equitativo
y
sostenible.
25. Falta
de
articulación
entre
los
Ministerios
e
Instituciones
Públicas.
26. Estudio
a
nivel
del
PBI
(cómo
afecta
la
escasez
de
agua
en
el
producto
interno
bruto).
27. Creación
de
un
sistema
de
alerta
Agrometeorológico
a
nivel
del
área
de
la
Mancomunidad
Regional
del
Sur.
12
V
Seminario
Nacional
de
Siembra
y
Cosecha
de
Agua
en
Huacho
(13
y
14
de
julio
de
2016)
1. El
Gobierno
Regional
de
Lima
Provincias
(GORE-‐Lima)
ha
sido
uno
de
los
primeros
en
incorporar
un
enfoque
de
cuencas
en
el
desarrollo
del
departamento,
incluyendo
el
concepto
de
desarrollo
transversal
del
territorio
a
través
de
los
distintos
pisos
ecológicos
definidos
en
el
esquema
de
las
8
regiones
naturales
del
Perú,
planteado
por
Javier
Pulgar
Vidal.
Otros
sustentos
para
seguir
este
enfoque
se
encontraban
entre
otros
en
el
estudio
desarrollado
sobre
la
cuenca
de
Huaura,
desarrollado
por
la
FAO
(1979).
2. El
Gobierno
Regional
de
Lima
Provincias
ha
priorizado
la
potenciación
de
la
capacidad
de
20
lagunas,
mediante
la
construcción
de
represas,
entre
otros
recurriendo
a
fondos
del
fondo
“Mi
Riego”,
iniciativas
de
reforestación
(cuenca
de
Supe),
el
mejoramiento
de
las
carreteras
que
conectan
con
la
Sierra,
y
la
participación
y
presidencia
del
GORE-‐
Lima
en
el
Consejo
de
Recursos
Hídricos
de
la
Cuenca
Chancay-‐Huaral
(uno
de
las
6
cuencas
pilotos
de
la
ANA
en
el
país).
3. Es
clave
disponer
de
información
certera
sobre
nuestro
entorno:
no
se
puede
conservar
ni
desarrollar
lo
que
no
se
conoce
y
lo
que
no
se
aprecia.
El
conocimiento
sobre
el
territorio
y
sobre
las
dinámicas
socio-‐económicas
de
desarrollo
debe
ser
integral,
incluyendo
el
conocimiento
y
reconocimiento
de
los
valores
sociales,
culturales,
económicos
y
ambientales.
La
acumulación
de
estos
conocimientos
requiere
tender
puentes
entre
el
conocimiento
local
(saberes
locales)
y
el
conocimiento
científico,
de
tal
manera
que
las
tecnologías
ancestrales
y
tecnologías
de
última
generación
se
complementen
en
vez
de
considerarlas
excluyentes
entre
sí.
4. La
siembra
y
cosecha
de
agua
requiere
un
enfoque
que
combine
una
visión
de
recuperación
y
conservación
del
agua
en
el
territorio
con
una
visión
de
desarrollo
de
los
pueblos.
Ello,
más
aún
en
un
contexto
de
cambio
climático.
La
COP-‐20
señala
que
la
recuperación
del
paisaje
es
fundamental
para
enfrentar
el
cambio
climático.
5. El
ordenamiento
territorial
y
el
manejo
del
territorio
son
imprescindibles
para
un
buen
uso
de
los
recursos
naturales,
de
los
espacios,
así
como
para
tratar
y
reducir
los
conflictos
por
el
agua,
los
que
hasta
ahora
han
demostrado
estar
en
incremento
a
nivel
mundial.
6. La
experiencia
del
Consejo
de
Recursos
Hídricos
de
la
Cuenca
Chancay-‐Huaral
enseña
que
la
institucionalidad
de
este
órgano
requiere
de
algunos
ajustes
normativos
que
permiten
potenciar
la
participación,
interacción
y
retroalimentación
desde
las
bases
locales
de
los
distintos
estamentos
presentes
en
la
cuenca,
a
través
de
una
mejor
conexión
con
sus
representantes,
como
es
el
caso
de
las
comunidades
campesinas
(36),
los
gobiernos
locales,
los
colegios
profesionales,
etc.
7. Un
aspecto
fundamental
para
el
éxito
de
iniciativas
de
siembra
y
cosecha
de
agua
es
la
puesta
en
valor
de
los
mecanismos
organizativos,
culturales
y
de
participación;
ello,
recuperando
conocimientos
y
valores
ancestrales,
su
difusión
entre
la
población,
así
como
a
través
de
un
acompañamiento
sostenido
del
proceso
que
incluya
el
desarrollo
de
capacidades.
8. En
relación
con
lo
anterior,
tradicionalmente
se
considera
la
capacitación
y
la
asistencia
técnica
como
un
“gasto”,
y
solamente
la
ejecución
de
infraestructura
física
13
como
“inversión”.
Ya
es
tiempo
para
que
las
actividades
de
apoyo
al
desarrollo
de
capacidades
humanas
también
sean
consideradas
como
una
inversión
y
no
solamente
como
un
gasto.
Además,
las
acciones
de
capacitación
deben
desarrollarse
con
un
enfoque
participativo
y
dinámico,
distinto
a
la
recepción
pasiva
de
información.
En
este
sentido
se
debe
promover
la
metodología
de
“Aprender
Haciendo”,
acompañada
con
la
debida
asistencia
técnica.
9. Las
experiencias
de
siembra
y
cosecha
de
agua
enseñan
que
cada
territorio
es
distinto,
y
que
por
lo
tanto
cada
espacio
territorial
necesita
un
tratamiento
a
la
medida.
Para
ello
no
existen
recetas,
pero
sí
muchas
pautas
a
ser
tomadas
en
cuenta.
Así
por
ejemplo,
es
recomendable
que
reservorios
en
la
parte
alta
y
media
de
la
cuenca
en
la
medida
de
lo
posible
cumplan
una
función
de
almacenamiento
y
recarga
de
acuíferos.
Razón
por
la
cual
se
puede
optar
por
un
esquema
en
que
determinados
reservorios
mantengan
cierta
permeabilidad
en
el
fondo
de
su
vaso
(natural),
mientras
que
otros
pueden
tener
un
carácter
más
impermeable.
10. El
desarrollo
de
proyectos
integrales
en
espacios
territoriales
más
amplios
implica
la
necesidad
de
superar
límites
y
limitaciones
político
administrativas
relacionadas
con
las
líneas
divisorias
entre
comunidades,
delimitaciones
distritales
y
otras
fronteras
creadas
por
la
sociedad.
El
abordaje
integral
de
la
recuperación
del
paisaje
(entre
otros,
mediante
medidas
de
siembra
y
cosecha
de
agua)
requiere
también
la
integración
de
los
territorios.
11. En
el
mismo
contexto,
es
fundamental
la
activa
participación
y
el
compromiso
de
los
Gobiernos
Regionales
en
la
concepción
y
el
desarrollo
del
Programa
Nacional
de
Siembra
y
Cosecha
de
Agua.
Es
emblemático
en
este
sentido,
el
fuerte
respaldo
brindado
por
los
respectivos
Gobiernos
Regionales
a
los
cinco
Seminarios
Nacionales
de
Siembra
y
Cosecha
de
Agua
realizados
hasta
la
fecha.
12. En
el
distrito
de
San
Andrés
de
Tupicocha,
provincia
de
Huarochirí,
departamento
de
Lima
hay
escasez
de
caudales
superficiales,
pero
se
han
desarrollado
prácticas
de
interceptación
y
almacenaje
de
escorrentía
superficial
proveniente
de
las
lluvias
hacia
reservorios.
En
esta
parte
de
la
provincia
de
Huarochirí
que
corresponde
a
la
cuenca
del
rio
Lurín
se
ha
construido
un
total
de
10
reservorios:
concreto,
arcilla,
y
geomembrana;
sobre
todo
los
reservorios
que
se
ubican
en
las
partes
altas
son
más
permeables.
Con
el
incremento
y
el
manejo
eficiente
del
recurso
hídrico
se
ha
aumentado
la
producción
y
la
productividad
y
en
consecuencia
los
ingresos
económicos
de
la
comunidad,
además
se
verá
mejorada
la
educación
y
la
alimentación.
13. La
Dirección
Regional
de
Agricultura,
de
acuerdo
a
la
Ley
Orgánica
de
Gobiernos
Regionales
(Ley
27867),
tiene
2
funciones
transferidas
en
relación
al
agua:
participar
en
la
gestión
sostenible
del
recurso
hídrico,
promover
y
ejecutar
proyectos
de
irrigación.
Además
tiene
una
función
de
desarrollar
acciones
de
vigilancia
para
garantizar
el
uso
sostenible
del
agua.
Sin
embargo,
no
han
sido
transferidos
los
recursos
necesarios
para
ejercer
dichas
funciones.
Tampoco
ha
sido
transferida
la
función
de
otorgar
permisos
sobre
flora
y
fauna
silvestre.
14. De
todos
los
departamentos
del
Perú,
el
departamento
de
Lima,
que
es
jurisdicción
territorial
del
Gobierno
Regional
de
Lima,
cuenta
con
la
mayor
cantidad
de
cuencas
hidrográficas:
11
cuencas.
14
15. La
Dra.
Ruth
Shady
hizo
una
corta
exposición
sobre
los
sistemas
de
vida,
incluyendo
prácticas
hidráulicas
en
épocas
ancestrales,
concluyendo
que
es
necesario
considerar
la
información
arqueológica
para
aprender
manejar
mejor
los
recursos
naturales,
entre
ellos
el
agua.
16. La
jurisdicción
del
Gobierno
Regional
de
Lima
tiene
1524
lagunas.
En
la
región
se
tiene
la
percepción
de
que
“el
agua
se
maneja
desde
Lima”.
No
obstante,
al
nivel
del
GORE
se
ha
identificado
un
total
de
161
lagunas
con
potencial
de
represamiento,
de
las
cuales
23
han
sido
priorizadas
para
ser
incluidas
en
los
esfuerzos
de
afianzamiento
hídrico.
Ello,
mediante
la
construcción
de
presas
y
la
instalación
de
macizos
forestales
para
asegurar
el
recurso
hídrico.
Actualmente
se
viene
trabajando
la
construcción
de
4
represas,
al
menos
2
de
ellos
responden
a
proyectos
multipropósitos:
el
proyecto
“Rapas
Pampa”
y
el
proyecto
Yunyu
Gallo,
los
que
incluyen
el
planteamiento
de
generar
energía
hidroeléctrica.
17. Los
efectos
del
cambio
climático
se
manifiestan
entre
otros
en
el
retroceso
de
glaciares,
en
el
incremento
de
temperatura
y
de
la
evapotranspiración.
En
este
contexto,
determinadas
medidas
de
siembra
y
cosecha
de
agua
cobran
particular
importancia
para
el
almacenamiento
de
agua
en
el
subsuelo
y
en
acuíferos.
Por
ejemplo,
las
cochas
de
infiltración
que
pueden
ser
llenadas
hasta
varias
veces
en
época
de
lluvia,
y
por
lo
tanto
permiten
retener
anualmente
un
volumen
de
agua
a
veces
bastante
superior
a
su
capacidad
nominal
de
embalse.
Para
ello,
sólo
se
necesita
la
construcción
de
diques
rústicos,
acequias
colectoras
y
otras
medidas
de
bajo
costo
para
la
interceptación
y
almacenamiento
de
aguas
de
lluvia.
18. El
incremento
de
la
disponibilidad
de
agua
a
través
de
inversiones
en
“infraestructura
verde”
(prácticas
y
medidas
de
protección
de
suelo,
de
retención
de
escorrentía
y
de
ampliación
de
la
cobertura
vegetal)
genera
beneficios
múltiples,
como
son
el
aumento
productivo
en
las
actividades
agropecuarias,
la
moderación
del
micro
clima
del
entorno
(función
termo-‐reguladora),
el
crecimiento
arbustivo
y
la
recuperación
de
la
biodiversidad
(regreso
de
especies
de
flora
y
fauna,
y
aparición
de
nuevas
especies),
los
beneficios
socio-‐culturales
como
son
la
revaloración
de
saberes
tradicionales,
la
revitalización
de
costumbres
y
festividades
en
torno
al
agua,
y
el
fortalecimiento
de
trabajo
comunitario
(Ayni,
Minka
),
así
como
la
mayor
cohesión
social
entre
los
habitantes
de
los
territorios
locales.
15